Cazarabet conversa con... Margarita Ibáñez Tarín, autora
de “Los Gaos. El sueño republicano”
(Universitat de València)
Margarita Ibáñez Tarín escribe un
ensayo sobre la historia de una familia de la burguesía ilustrada fracturada
por la Guerra Civil en Valencia.
El libro es editado por Publicacions
de la Universitat de València.
Forma parte este libro sobre la
familia Gaos de la colección Biografías de la que ya se han editado: WALTER
BENJAMIN.UNA VIDA EN LOS TEXTOS de Bruno Tackels; EL
JOVEN PIERRE VILAR, 1924-1939 .LAS LECCIONES DE LA HISTORIA de Rosa Congost; JOHANNES KEPLER de Max Caspar;
SAN VICENTE FERRER.SU MUNDO Y SU VIDA de Philip Daileader;
JERÓNIMO MUÑOS.MATEMÁTICAS, COSMOLOGÍA Y HUMANISMO EN LA ÉPOCA DEL RENACIMIENTO
de Víctor Navarro Brotons; ADA LOVELACE LA FORMACIÓN
DE UNA CIENTÍFICA INFORMÁTICA de Christopher Hollings,
Ursula Martin, Adrian Rice
La sinopsis de este libro: En un hotel
de Vernet les Bains, en los Pirineos orientales
franceses, la noche del 10 de octubre de 1939 fallece por causas poco claras
José Gaos Berea, padre de los hermanos Gaos, notario
y librepensador, que era, según Max Aub, «el
auténtico genio de la familia». Había llegado hasta allí como refugiado
político huyendo de la represión franquista. Así arranca una apasionante
investigación sobre los Gaos, una familia de la burguesía ilustrada, plenamente
identificada con los ideales republicanos, que padeció de forma implacable la
fractura que causó la Guerra Civil en Valencia. No es corriente que en un mismo
grupo familiar coincidan nueve hermanos (José, Carlos, María, Alejandro, Ángel,
Ignacio, Vicente, Fernando y Lola) con tanta predisposición hacia la filosofía,
la poesía, la música, el teatro, el cine y el arte, en general, y con tanto
protagonismo político como tuvieron los Gaos en los años de la Segunda
República y la guerra en Valencia. Con la derrota republicana, la mitad de los
hermanos tuvieron que exiliarse a México. Su historia es el testimonio de una
familia rota por la victoria franquista que nos obliga a reflexionar sobre los
peligros de la desmemoria en el momento actual.
La autora ,
Margarita Ibáñez Tarín: Doctora en Historia Contemporánea por la Universitat de
València. En la actualidad es profesora en el Instituto de Enseñanza Secundaria
Abastos de Valencia. Es autora de varias publicaciones, entre las que destacan:
Mujeres y antifascistas, doblemente perdedoras (2018), Los profesores de
Segunda Enseñanza en la Guerra Civil (2019) y Los Gaos. El sueño republicano
(en prensa). Fue ganadora en 2017 del Premio de Ensayo Carmen de Burgos de la
Diputación de Almería por Mujeres y antifascistas, doblemente perdedoras. Adela
Gil Crespo y otras profesoras en España, Italia y Portugal en perspectiva
comparada (1922-1950). En 2018 obtuvo la beca de investigación Hablo como hombre
de la Fundación Max Aub para la realización del
trabajo de investigación Los Gaos. Del sueño republicano al desgarro familiar.
La autora ya estuvo con nosotros con:
Apóstoles de la razón que lo editó La Catarata.- http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/apostolesrazon.htm
Los profesores de Segunda Enseñanza en la
Guerra Civil, editado por
Publicacions de la Universitat de València: http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/margaibaneztarin.htm
Cazarabet conversa con Margarita Ibáñez Tarín:
-Amiga Margarita, ¿Por qué dedicas un libro
que presiento como una biografía de biografías a una familia, los Gaos González
Pola?
-La familia Gaos es una familia muy
especial, que sobresalió en los años de la II República y la guerra civil por
sus actividades políticas y literarias en Valencia. En su tiempo fue muy
conocida, pero hoy apenas nos acordamos de uno de sus miembros, la actriz Lola
Gaos, famosa actriz de las películas de Buñuel. En realidad, eran nueve
hermanos, hijos de una familia de la burguesía ilustrada de la ciudad de
Valencia, que después de la guerra sufrió de manera traumática la represión
franquista: muertes, cárceles, exilios, etc. Por supuesto, que cada uno de los
hermanos —todos intelectuales y artistas— merecería una biografía propia, pero
el reto era hacer una colectiva e intentar captar la atmósfera y el ambiente de
la Valencia republicana en la que transcurrieron sus vidas.
-¿Qué te hizo
fijarte en ellos y ellas?; ¿Cómo das con ellos y qué es lo que definitivamente
te centra en una investigación que luego vuelcas en un libro?
-El libro surgió a partir de una beca
de investigación que me concedió la Fundación Max Aub
de Segorbe en 2018. Yo presenté un proyecto, que se titulaba “Los Gaos y otros
amigos de Max Aub en el exilio interior”, y el
jurado, que estaba compuesto por Manuel Aznar Soler, José-Carlos Mainer y Ricardo Bellveser, me
aconsejó que me centrará en la familia Gaos, que por sí sola daba para una
investigación interesante.
-¿Su definición
podría ser la de republicanos burgueses en la que la parte republicana es o se
vuelve como un sueño?
-La referencia del título del libro al
“sueño republicano” conecta con el idealismo de toda una generación de jóvenes
españoles de la que formaban parte los hermanos Gaos. Son gente que pertenecía
a la burguesía, algunos eran hijos de profesionales liberales, como el padre de
los hermanos Gaos que era notario. En los años de la Dictadura de Primo de
Rivera muchos eran estudiantes universitarios y protagonizaron el movimiento
estudiantil de ese tiempo, después con la proclamación de la II República en
abril de 1931 se identificaron plenamente con los valores republicanos y al
estallar la guerra civil apoyaron sin reservas al bando antifascista. Su “sueño
republicano” se truncó con la victoria franquista cuando llegaron los campos de
concentración, las cárceles y el exilio.
-Pero el padre
Gaos, era un republicano… ¿podríamos definirlo un poco más desde los ideales
más allá de ser republicanos?
-El padre de los Gaos era un notario
de mucho prestigio en la ciudad de Valencia. Un hombre muy culto, librepensador
y anticlerical. Su ideología política era liberal y próxima a las posiciones
republicanas, pero no tenemos constancia de que militara en ningún partido. En
cualquier caso, cuando empieza la guerra él ya tiene sesenta años y se ve
totalmente desbordado por los acontecimientos, como les ocurrió a muchas
personas de su edad. Su implicación política no fue excesiva, pero su
participación como notario en la incautación del colegio de los jesuitas de
Valencia le hizo temer por su vida y se fue de España antes de acabar la guerra.
-Margarita, ¿Por qué utilizas fragmentos de
las memorias de Stefan Zweig como “argamasa” o “hilo conductor” para construir
la biografía de Los Gaos?
-Soy admiradora de Stefan Zweig y
especialmente de su obra El mundo de ayer, donde refleja de manera
admirable el impacto de la Primera y la Segunda Guerra Mundial en su vida y en
la de sus contemporáneos. Por edad, Stefan Zweig y el padre de los Gaos
pudieron pertenecer a la misma generación de europeos y haber vivido
acontecimientos similares: persecuciones, deportaciones, muertes, incautaciones,
destrucciones, etc…. todo lo que conllevan las guerras y, además,
en los dos casos estas vivencias tan traumáticas los condujeron al suicidio.
Veo como una identificación entre ambos personajes, salvando las distancias,
que me ha servido como hilo conductor a la hora de trazar la trama del libro.
-Pero fíjate
leyendo tu libro también recuerdo a otro escritor “de época” ---entreguerras,
sobre todo--Thomas Mann que nos brindó, además, historias en las que casi
podemos escenificar, de alguna manera, la tragedia de Los Gaos…
-Bueno, he de reconocer que no había
leído la historia de la familia Mann en el momento en el que escribí el libro
de los Gaos en 2018. Los Mann. Historia de una familia de Tilmann Lahme, que se publicó en
España en 2019, lo he leído este verano porque tenía curiosidad y desde luego
tengo que decir que el exilio de hoteles de lujo y giras de conferencias,
aclamados por el público americano, que llevaron Thomas Mann y sus hijos no
tiene absolutamente nada que ver con las penalidades que pasaron los Gaos
durante la guerra civil, la cárcel y el exilio en México. Tampoco van a
encontrar los lectores historias de drogas y homosexualidad ni nada que se le
parezca en el libro de los Gaos. Ambas familias compartían ideales
antifascistas, pero estaban muy alejadas en otros muchos aspectos.
-En qué “se
nota”, si crees que se nota, la educación en colegios religiosos de los hijos
de Josefa González-Pola y José Gaos Berea… ¿por qué, aún con esos mimbres republicanos,
recurren a esta educación y no a una escuela pública?
-Era muy corriente en la época que los
hijos de los burgueses estudiaran en colegios religiosos, pese a tener padres
librepensadores y anticlericales, como era el caso de don José Gaos Berea. La madre de los Gaos era extremadamente católica,
pero si los Gaos fueron a estudiar al colegio de los jesuitas de Valencia fue,
principalmente, porque era signo de distinción. Una cuestión de clase social y,
al mismo tiempo, una garantía de que los hijos de las buenas familias se iban a
codear con lo más granado de la alta sociedad valenciana y en el futuro iban a
ocupar puestos importantes en los ámbitos de poder de la ciudad. Mal que nos
pese, las cosas no han cambiado tanto en la actualidad y la gente sigue
eligiendo colegios concertados y privados por las mismas razones y no tanto por
sus creencias religiosas. En cualquier caso, en aquella época, todos los alumnos
obligatoriamente tenían que examinarse en un instituto público antes de pasar a
la Universidad y los Gaos, Max Aub y otros amigos
coincidieron en la última etapa del bachillerato en el Instituto Luis Vives de
Valencia.
-La familia Gaos
provenía de Asturias ¿Qué encontraron los Gaos González-Pola
a nivel artístico y cultural en una ciudad como Valencia?
-Encontraron en la Valencia de
principios del siglo XX una ciudad abierta en proceso de modernización, con una
gran tradición musical. Ellos provenían de Oviedo —donde el hermano mayor, el
filósofo José Gaos, vivió hasta los 15 años con sus abuelos—, que en aquel
tiempo era todavía una capital de provincias anticuada y triste —igual a la
Vetusta de La Regenta de Clarín— y al llegar a Valencia encontraron un ambiente
político y cultural en plena efervescencia. Eran los años dorados del blasquismo, el movimiento político republicano, populista y
anticlerical liderado por el escritor Blasco Ibáñez. Los Gaos provenían de una
familia profesionalmente muy vinculada con la música. Habían tenido una tienda
de instrumentos musicales en A Coruña y entre los miembros de la familia había
virtuosos del violín de fama internacional. Todos tocaban el piano, amaban la
música y la poesía. De manera que encontraron en Valencia un paraíso con un
sinfín de posibilidades para sus aficiones: conciertos, audiciones, bandas de
música, etc.
-Más
allá de “ser republicanos” aquello que llama mucho la atención en los Gaos es
su afinidad para con el arte y la literatura…del matrimonio Josefa González-Pola y José Gaos Berea nacen
nueve hijos que tienen como denominadores comunes esa afinidad por las artes y
la literatura, ¿qué nos puedes comentar?; no es para nada común, aunque hay
otros ejemplos, pero llama la atención y es significativo, ¿qué nos puedes
decir tú que te has sumergido en los Gaos?
-En la casa de los Gaos se respiraba
una atmósfera inmersa en la música, la poesía, el pensamiento filosófico y la
política, algo nada común en la época. Los Gaos eran cultos, excéntricos,
apasionados y grandes polemistas. Sus sobremesas eran memorables, según
recuerda Elena Salcedo Gaos, hija de Maruja Gaos, la segunda de los hermanos.
Siempre vivieron rodeados de músicos y de escritores que los visitaban y, a
menudo, ellos mismos se convirtieron en personajes de sus novelas. La mayoría
de los Gaos —hasta incluso la actriz Lola Gaos— escribieron poesía, aunque no
todos llegaron a publicar con éxito. Se trata de una familia excepcional, de la
que sí hubiera que resaltar dos aspectos como señas de identidad claves serían,
sin duda, su común antifascismo y su posicionamiento con la defensa de la
República durante la guerra civil.
-Me da que el
proceso de investigación ha debido de ser fascinante, ¿verdad?, así como el de
la documentación… ¿qué nos puedes explicar?
-La investigación ha sido compleja
porque las fuentes estaban dispersas en España y en México. La familia después
de la guerra se separó, cinco hermanos se exiliaron en México y cuatro se
quedaron en España. Para reunir la documentación he tenido que acudir al
Archivo Histórico Militar y al Archivo del Partido Comunista en Madrid, al
Archivo del Reino de Valencia, al Archivo de la Fundación Max Aub y a otros. También a archivos particulares de
familiares, como el de Alejandro Gaos Castro en Madrid, que guarda parte de la
correspondencia de la familia. Por otro lado, las conversaciones mantenidas con
Elena Salcedo Gaos, Sacra Gaos y Eva Gaos en Valencia y las que tuve a través
de Skype con otros familiares de México me ayudaron
mucho. Y luego también ha sido importante rastrear la presencia de los hermanos
Gaos en algunas obras literarias, donde aparecen como personajes, como por
ejemplo en Campo del Moro y Campo de los Almendros de Max Aub.
-El núcleo
irradiador de muchas historias, el latido de todas las historias que, a la vez,
componen una historia… ¿cómo es y qué herencia intelectual todavía conservan
hoy?
-El legado de los Gaos permanece
vigente a través de la importante obra del filósofo José Gaos —que desarrolló
la mayor parte de su carrera profesional en el Colegio de México (COLMEX) y en
la UNAM en México DF, aunque cuando salió de España ya había sido rector de la
Universidad Central de Madrid—, también a través de la obra poética de Vicente
Gaos, premio nacional de poesía en 1981, y la de Alejandro Gaos, prematuramente
fallecido en 1958. De los otros seis hermanos, de casi todos nos ha quedado
alguna obra literaria o musical de mayor o menor importancia, pero, sobre todo,
nos han quedado las películas en las que trabajó la actriz Lola Gaos. Algunas
de ellas emblemáticas del cine español, como “Furtivos” de Borau,
“Tristana” y “Viridiana” de Buñuel o el “El Verdugo”
de Berlanga.
-Margarita, ¿nos
puedes explicar en qué estás metida ahora en cuanto a tus investigaciones?
-Bueno, la investigación histórica me
gusta mucho y, en la medida en que mis obligaciones profesionales como
profesora de Historia en un instituto público de Valencia me lo permiten, sigo
practicándola. Ahora acabo de terminar una comunicación para un congreso de
Historia Contemporánea sobre las
implicaciones entre el anarcosindicalismo portugués y el español en los años
treinta, concretamente desde la fundación de la FAI en 1927 en la playa
del Saler de Valencia. Los anarquistas portugueses
tuvieron un papel muy importante durante la guerra civil en España, pero son
los grandes olvidados.
Me gustaría para terminar agradecer la
gran labor de difusión que hacéis de toda la nueva producción historiográfica
que va apareciendo y, sobre todo, vuestro compromiso con los nuevos autores.
Muchas gracias por la entrevista.
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