Cazarabet conversa con... Javier Sánchez Zapatero, editor del libro
“La
trinchera universal. Los voluntarios internacionales y la literatura de la Guerra Civil
española” (Comares)
Javier
Sánchez Zapatero guarda cuidado en la edición de este libro que se sumerge en
los voluntarios internacionales y la literatura de la Guerra Civil española.
Este libro
se encuentra en la colección, Comares Literatura.
La sinopsis
del libro: La Guerra Civil española tuvo una indudable repercusión en el ámbito
internacional. Numerosos combatientes, periodistas, sanitarios, políticos o
aventureros de orígenes extranjeros acudieron a España atraídos por el impacto
de un conflicto que, en un contexto histórico global marcado por la
confrontación ideológica y social, se veía como la antesala de la II Guerra
Mundial. Muchos de ellos escribieron sus vivencias sobre la contienda,
conformando así un extenso y heterogéneo corpus en el que destacan con luz
propia las aportaciones de los voluntarios, miembros de las Brigadas
Internacionales en casi todos los casos, que lucharon por la República guiados
por su compromiso y sus convicciones políticas.
Este libro recuerda y analiza su legado literario, caracterizado por la
representación de la experiencia bélica, el testimonio personal y el afán
propagandístico. A través de diversos estudios centrados en autores y obras de
origen anglosajón, francófono, germánico y latinoamericano, La trinchera
universal. Los voluntarios internacionales y la literatura de la Guerra Civil
española muestra cómo la mirada de los brigadistas combina el extrañamiento
propio de quien se encuentra ante una realidad inédita —típico de toda la
literatura de viajes, y aderezado en esta ocasión con el halo romántico que los
difundidos tópicos de la cultura española seguían teniendo en buena parte de
las sociedades foráneas— con el filtro ideológico de quien toma partido en una
batalla en la que, más allá del gobierno de la nación, se estaban decidiendo
cuestiones de alcance universal como el auge de los fascismos o la expansión de
las doctrinas revolucionarias.
El autor,
Javier Sánchez Zapatero: es profesor de Teoría de la Literatura y Literatura
Comparada de la Universidad de Salamanca, institución en la que codirige el
Congreso de Novela y Cine Negro y lidera el grupo de investigación “Los
internacionales y la Guerra Civil española: literatura, compromiso y memoria”.
Asimismo, forma parte del GEXEL (Grupo de estudios del exilio literario
español). Es autor de los libros Escribir el horror. Literatura y campos de
concentración (2010), Max Aub y la escritura de la
memoria (2014), Max Aub: Epistolario español (2016),
Continuará… Sagas literarias en el género negro y policiaco español (2017, en
colaboración con Àlex Martín Escribà) y Arde Madrid.
Narrativa y Guerra Civil (2020). Además, ha publicado numerosos artículos en
revistas y capítulos de libros, y ha coeditado más de una decena de volúmenes
colectivos y varias antologías de cuentos, como, por ejemplo, Los restos del
naufragio. Relatos del exilio republicano español (2016, en colaboración con
Fernando Larraz). También fue responsable de la
edición del testimonio del brigadista británico Keith Scott Watson Rumbo hacia
una España en guerra (2014) y del libro colectivo El libro de la XV Brigada.
Relatos y testimonios de la Guerra Civil española (2019, en colaboración con
Antonio R. Celada).
Con
nosotros este autor ya ha conversado:
http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/ardemadridjsp.htm
http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/libroXVbrigada.htm
http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/rumboguerra.htm
Cazarabet conversa
con Javier Sánchez Zapatero:
-Amigo, ¿qué es lo que te llevó a investigar sobre el legado de tantos
como los que se dieron cita en las trincheras de la guerra de España
combatiendo por los ideales de La defensa de la II República….? ¿Hay o hubo
algún incentivo qué te ha hecho investigar sobre esto?
-El libro
surge como resultado de una de las líneas de trabajo del grupo de investigación
"Los internacionales y la Guerra Civil española: literatura, compromiso y
memoria", creado en 1998 en la Universidad de Salamanca por el profesor
Antonio R. Celada, a quien relevé en la dirección tras su jubilación (y a
quien, de hecho, hemos dedicado el libro como muestra de homenaje por su
ejemplar trayectoria). El grupo, en el que participan profesores de diversas
universidades, tiene dos grandes objetivos: por un lado, la elaboración de un
directorio documental de voluntarios de habla inglesa que participaron en la
Guerra Civil española y, por otro, la edición, traducción y análisis de los
testimonios que sobre la contienda escribieron algunos de esos voluntarios. Nos
parecía interesante que el estudio de la producción testimonial y literaria
producida por los extranjeros que participaron en la contienda no se limitara a
los angloparlantes y por eso La trinchera universal tiene capítulos
dedicados a voluntarios ingleses y estadounidenses, pero también a autores
franceses, belgas, alemanes o iberoamericanos que combatieron en España y
escribieron sobre su experiencia.
-No es la primera
vez que reflexionas, investigas y escribes sobre “los escritos y escritores que
afloraron” en la Guerra de España… ¿Qué aportas “como de nuevo y particular” en
y desde La trinchera universal”? Quizás haya que reflexionar, también
desde la perspectiva de que aquí tú guardas cuidado de una edición colectiva,
de más firmas que escriben sobre los escritos y plumas de la "trinchera
universal" que es el lugar que compartieron combatientes, voluntarios,
sanitarios, escritores, periodistas, fotógrafos…
-El libro
parte de la premisa de que sobre la Guerra Civil, pese a lo que diga el tópico,
queda todavía mucho por escribir y por estudiar. De hecho, en cierto modo parte
de mi trayectoria investigadora se basa también en esa idea, pues la
representación literaria de la contienda ha sido un tema habitual de estudio,
al que he dediqué el libro Arde Madrid. Narrativa y Guerra Civil y
numerosos artículos de investigación.
En el caso
de la repercusión internacional de la contienda, da la sensación de que una
serie de nombres (Hemingway, Orwell, Malraux, Neruda, etc.) han relegado al
resto a un injusto segundo plano, por lo que una de las novedades del libro es
la de intentar recuperar voces habitualmente excluidas de la historiografía
literaria. También aporta como seña de identidad novedosa el hecho de estudiar
la literatura sobre la guerra española desde una perspectiva internacional y
comparatista, lo que permite contrastar cómo se vivió y se evocó el conflicto
desde países y culturas diferentes. Y, claro está, para ofrecer esa visión
universal y plurilingüe era fundamental contar con un elenco de expertos como
el que forman los colaboradores del libro, entre los que figuran algunos de los
más destacados especialistas en el tema de la repercusión literaria del
voluntariado internacional.
-¿Cómo era ese crisol de gentes que se dieron cita aquí?. Haznos un retrato por favor…
-No hay una
única respuesta, puesto que fueron muchos los que vinieron, con características
diferentes y motivados por razones distintas.
Limitarlos a todos a un único perfil sería reduccionista. En el caso de los
brigadistas internacionales, la gran mayoría viajó a España debido a la
influencia de su compromiso obrero y antifascista, que les llevó a sentir como
propia la causa republicana. No hay que olvidar, en ese sentido, que en muchas
partes del mundo la guerra española se interpretó como la antesala del
conflicto internacional que terminaría siendo la II Guerra Mundial. Además, hay
que tener en cuenta que en muchos lugares el Partido Comunista llevó a cabo una
importante labor de reclutamiento. Y también hay que asumir que entre quienes
decidieron dejarlo todo para empuñar un fusil y malvivir en unas trincheras a
miles de kilómetros a sus hogares hubo idealistas, aventureros en busca de
emociones, gente desarraigada que buscaba su lugar en el mundo…
En
cualquier caso, como con todo lo relacionado con la Guerra Civil, la
representación de los brigadistas ha estado siempre condicionada por el filtro
ideológico: unos los han visto como asesinos sin escrúpulos esbirros del
estalinismo, otros desde una mirada excesivamente idealizadora. En general, se
tiende a identificarlos con intelectuales idealistas, y, por mucho que en
algunos casos fuera así, lo cierto es que el perfil que predominó entre los
voluntarios internacionales fue el del obrero comprometido con la lucha
sindical y con el antifascismo. A través del estudio de su producción
literaria, el libro pretende acercar más su interpretación a la realidad
histórica que a los mitos que a lo largo del tiempo se han ido forjando.
Su ideario,
su ideología venía bastante a converger en las izquierdas, pero la izquierda
siempre nos ha brindado un abanico bastante amplio… ¿Qué ideología albergaban
más los internacionalistas u otros
voluntarios de los que dejaron
testimonio por escrito?
Como
sucedía en el seno del bando republicano, la variedad ideológica era evidente.
Es cierto que muchos eran comunistas, y que muchos tuvieron que afiliarse para
poder venir a luchar en España y aprovechar las oficinas de reclutamiento que
el Partido creó en diversos lugares del mundo, pero conviene no identificar a
todos con una única opción política. Como he comentado antes, creo que casi
todos estaban movidos por un férreo compromiso antifascista y una sólida
conciencia de clase.
-¿Por qué crees
que, entre el colectivo de los
Brigadista Internacionales, hubo tantos testimonios por escrito?, ¿qué
les hacía escribir sobre aquello que veían y vivieron aquí?
-En casi
todos los combatientes que escriben se mezclan, por un lado, la necesidad, casi
catártica, de dar cuenta de una experiencia tan traumática como la guerra y,
por otro, el deseo de transmitir su visión personal de lo sucedido. En muchos
casos el interés de los libros reside más en lo que escribieron que en cómo lo
escribieron: interesa más la información histórica, el testimonio personal, el
detalle de la intrahistoria de la guerra… que los recursos formales que usaron
para relatar su experiencia. De hecho, muchos de los que escribieron no tenían
vinculación alguna con la literatura y con la cultura letrada, sino que
simplemente escribieron porque sentían que tenían que hacerlo, sin que jamás
volvieran a sentir el estímulo para volver a hacerlo. También hay que tener en
cuenta las razones ideológicas que les llevaron a dejar testimonio de su paso
por España: durante los propios años del conflicto, se escribe para tomar
partido (muchas veces para conseguir el apoyo internacional de la causa
republicana); en los años posteriores, por intentar imponer un relato
determinado o por reivindicar la memoria de quienes cayeron en la guerra.
-¿El género
epistolar, entre todos los colectivos que vinieron a luchar a la Guerra de
España, tuvo siempre mucho valor, no?; ¿tenía algunas características que
deberíamos tener en cuenta?
-Las cartas
fueron muy importantes durante la guerra para todos los combatientes, tanto los
internacionales como los nacionales. Aunque hoy las leemos como documento
histórico, y en muchos casos nos sirven para conocer detalles singulares o
personales que el relato historiográfico ha dejado de lado, en su momento se
concibieron con una finalidad práctica, puesto que servían a los voluntarios
para dar a conocer que seguían vivos y para dar detalles de cómo se estaba
desarrollando su experiencia.
-¿Sobre qué era, amigo, sobre lo que fueron dejando testimonio por
escrito los que luchaban directamente en las trinchera?; ¿qué les resultaba más
atractivo para escribir?; ¿qué les cautivaba más a la hora de ponerse a escribir….?
-Casi todos
los testimonios de los internacionales, tengan afán literario o no, parten del
punto de vista inusitado de quien se encuentra ante una geografía, una cultura
y un idioma que desconoce. Son constantes, en consecuencia, las muestras de
extrañeza, los choques, las muestras de incomprensión e incluso, a veces, las
interpretaciones a medio camino entre el tópico y la visión folclórica de la
realidad española. Pero, por encima de todo, son obras bélicas de
circunstancias que acostumbran a tener una visión apasionada de la realidad (lo
que a algunos les lleva a cometer excesos retóricos o a supeditar su texto a su
ideología).
-¿Era muy diferente
al testimonio dejado por el resto de voluntarios y sanitarios que, igualmente
podemos decir que estaban en las trincheras, pero sin luchar de manera directa?
¿Las vivencias quedan “bien retratadas” por parte de todos los que se dieron
cita en las trincheras?
-Es cierto
que no todos los extranjeros que vinieron a España durante la guerra fueron
brigadistas, puesto que también hubo muchos periodistas, sanitarios, políticos,
espías, etc., o combatientes que lucharon sin estar enrolados en las Brigadas
Internacionales.
Aunque toda
la literatura de guerra, y en concreto toda la literatura de la guerra de
España acostumbra a coincidir en temas, tópicos retóricos, contenidos, etc., la
literatura de los combatientes incluye crudas escenas de batalla que no suelen
aparecer en otro tipo de textos, o que, si lo hacen, se perciben desde un punto
de vista externo. Para quien está dentro del combate resulta muy complicado
relatar lo que está sucediendo, porque carece de perspectiva y porque bastante
tiene con seguir en pie y evitar las balas para fijarse en muchos más detalles,
pero la mera transmisión de la intensidad de sentimientos que se viven ya dota
a sus textos de un innegable valor.
-¿Trincheras que
hablaban todas las lenguas hasta entonces conocidas, verdad?
-Aunque los
diferentes estudios historiográficos no terminan de coincidir, y durante
décadas ha habido auténticas guerras de cifras con el tema, se calcula que en
la Guerra Civil hubo alrededor de 35.000 voluntarios internacionales,
procedentes de más de 50 países diferentes, con lo que, efectivamente, las
trincheras fueron una auténtica torre de Babel en la que el papel de los
traductores fue fundamental.
-Pero las
trincheras del “otro bando”, del lado de los alzados…los fascistas,
franquistas…también tenían testimonios entregados a su causa que venían a combatir, auxiliar la causa fascista y
franquista y que también dejaban testimonios por escrito ,¿es así?; ¿qué clase
de testimonios dejaron?
-Sí, es
así: aunque en menor medida, también hubo voluntarios extranjeros que apoyaron
al bando rebelde, que, en algunos casos, como el del irlandés Eoin O'Duffy, escribieron sobre
la guerra. La gran diferencia entre unos y otros, más allá del número, reside
en que quienes apoyaron a los republicanos acudieron en casi todos los casos
como voluntarios, mientras que en el bando rebelde, con algunas excepciones, se
integraron en los ejércitos extranjeros que les dieron su apoyo.
-Punto y aparte merecen los escritores y los periodistas que vinieron
a cubrir la guerra en las trincheras, ¿no?,
¿qué periodismo despliegan aquí?, ¿da un giro en la Guerra de España el
periodismo de guerra?, ¿cómo evoluciona el periodismo en o durante la Guerra de
España?, ¿qué diferencias guarda el periodismo realizado en la trinchera
republicana del realizado en la trinchera franquista?
-Las
relaciones entre periodismo internacional y Guerra Civil dan para mucho, y, de
hecho, hay estupendos libros que han estudiado el tema, como el que publicó
hace unos Paul Preston. Evidentemente, hubo diferencias entre quienes
trabajaban en uno y otro lado del frente, sobre todo porque, pese a que en
ambos casos las autoridades intentaron controlar el mensaje que se lanzaba al
exterior, la presión franquista sobre los corresponsales fue superior. Estudiar
el periodismo internacional en la Guerra Civil es fascinante no solo por lo que
escribieron los corresponsables, de gran valor (piénsese, sin ir más lejos, en
la importancia que tuvieron sus crónicas para dar a conocer la matanza de
Badajoz o el bombardeo de Guernica), sino también por las vidas que tuvieron,
auténticamente fascinantes. Resultan especialmente atractivas las vivencias de
periodistas extranjeros como Cox, Delmer, Buckley, Watson o Delaprée en el
Madrid sitiado del otoño de 1936, una ciudad que vivía bajo las bombas y en la
que, como dijo John Dos Passos, resultaba más fácil
conseguir whisky que comida.
-¿Y cómo es la
literatura que surge por o a raíz de la Guerra de España?
-En el
ámbito internacional, la literatura de la Guerra de España debería dividirse
entre la que escribieron quienes participaron en ella de forma activa o pasiva
y la que con el paso del tiempo han ido escribiendo quienes no participaron en
ella pero la han intentado reconstruir a través de documentación o transmisión
de recuerdos. La primera ha tenido una gran tradición, como muestra el libro,
que dedica capítulos a autores como Juan José Silveira, John Sommerfield, Ralph Bates, Stephen Spender
o Gustav Regler (así como otros muchos voluntarios y
combatientes), y como demuestran los ya citados casos icónicos de Malraux,
Hemingway, Orwell o Neruda. La segunda a veces queda en un segundo plano, pero
ilustra a la perfección el potencial de un conflicto bélico que aún hoy, más de
ochenta años después de su finalización, sigue generando literatura fuera de
España, como demuestran los casos de Lucarelli o Salvayre.
-¿Cómo ha sido el
proceso y la tarea ardua de investigación que, además tiene mucho a ver con el
proceso de documentación? La investigación, la recopilación de documentación,
el contrastar todo ello… el aproximarse a testimonios más o menos directos…es
una tarea que requiere de mucha
dedicación, minuciosidad, pero también tiene y retiene mucha gratificación, una
vez se ve editado… ¿qué nos puedes
decir?
-En este
caso, mi labor principal fue la de crear el esquema de contenidos del libro,
que se basa en tres grandes apartados: "Estudios", que acoge análisis
panorámicos que, a modo de estados de la cuestión, exponen la relación de la
Guerra Civil española con las literaturas anglosajonas, francófonas, germánicas
e iberoamericanas; "Semblanzas", que se encarga de trazar los
perfiles biográficos y literarios de combatientes internacionales destacados; y
"Representaciones", que se compone de dos estudios que analizan cómo
ha aparecido la figura del brigadista internacional en las literaturas inglesa
y española. Una vez elaborada esa estructura, se seleccionó a los autores de
los capítulos, entre los que hay miembros del grupo de investigación y expertos
externos, así como representantes de universidades nacionales e
internacionales. Trabajar con todos ellos ha sido, sin duda, lo más
gratificante del proceso de composición y edición del libro.
-Amigo, ¿en qué
investigaciones andas metido últimamente?, ¿nos puedes dar o dispensar alguna
pista?
-Las
investigaciones del grupo continúan. Por un lado, en la colección "Armas y
letras" que creó Antonio R. Celada en la editorial Amarú
seguimos publicando testimonios de brigadistas inéditos hasta la fecha en
España. Por otro, vamos a dar continuidad a la perspectiva universal y
comparatista iniciada en este libro con otro, que aparecerá también en el
catálogo de Comares próximamente, dedicado a la evolución de la representación
de la Guerra Civil española en la literatura internacional.
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