La Librería de El Sueño Igualitario

Sin título-1.jpgCazarabet conversa con...   Mónica Díaz Macker, autora del artículo "Pero, ¿dónde estaban las mujeres?" dentro de "XIX y Veinte 10. Revista de Historia y Pensamiento Contemporáneos" (Comuniter)

 

Editorial Comuniter llega a su nº 10 con un número especial como tantos otros que le han precedido…a unos les gustará más unos números que otros, según la temática que traten, pero todas la revistas tienen artículos que aúnan calidad, sentimiento y un “algo más” que nos es difícil de calificar, pero que está ahí como una melodía, aquella que suena siempre en nuestra cabeza de manera indomable y casi impertinente….. La revista que dirige Herminio Lafoz, llama a la resistencia en honor a los que lucharon por la libertad y la igualdad y en honor de los que debemos dignificarnos, por nosotros mismos y por el resto. Es así de sencillo.

Después están los artículos de esta edición: el de Mónica Díaz Macker que se pregunta “Pero, ¿dónde estaban las mujeres?”, hallarán ustedes respuesta, no se preocupen;  revolvemos el baúl del tiempo para sumergirnos en la Constitución de 1812 bajo la pluma de Enrique Cebrián; el socialista Francisco Azorín  es analizado, de manera minuciosa, por José Serafín Aldecoa; se le dedica un interesantísimo artículo al anarquismo y feminismo; Domingo Félez, un aragonés que ha luchado en varias guerras y ha sufrido más de una incomprensión es visto, entrevistado y presentado a los lectores de XIX y XX por Laura S. Leret… hay otro artículo que también ayuda a adentrarnos en la figura de este luchador incansable que viene desde la pluma de José Ramón Villanueva; los tiempos más cercanos con analizados por Manuel Ballarín que se acerca  a la Campaña Electoral del 82; especial interés tiene el artículo que trata de cómo afectan, en contextos bélicos y de posguerra, los expolios y los despojos, esto de la mano de Estefanía Langarita Gracia; en el apartado de Documentos, se nos acerca al Homenaje a los republicanos españoles en Brest y en el de testimonios a la figura de Manolo Gil que es sinónimo de los que ha siso y significado el obrerismo en   Aragón; siempre esperamos con especial anhelo las recomendaciones de lecturas de XIX y XX porque son algo más que garantía: no se equivocan cuando esta vez nos acercan a Campos de Castilla con Ángel Longás, como “comentarista” y a una publicación de la propia editorial Comuniter , Desfilaron por Hitler desde la pluma de Luis Granell que es visionado por Fernando Romo.

Estas entrevistas que desde Cazarabet conversa con…., realizamos en su día, creemos que os pueden ir bien:

La que le realizamos a Laura S. Leret sobre Domingo Félez:
http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/felez.htm

La referente a Desfilamos por Hitler que, en su día, le realizamos a Luis Granell:

http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/granell.htm

 

Cazarabet conversa con Mónica Díaz Macker:

xix.jpg-Mónica, en el encabezamiento de esta colaboración para XIX y XX hablas de tres movimientos que yo creo que tienen muchas cosas en común…la primera es el reconcomiendo y la reivindicación:: el pacifismo, el obrerismo, el feminismo….Hay personas que se caracterizan por luchar más por un movimiento, de estos mencionados, que por otro, pero las hay que han tenido que luchas por todos….¿qué nos puedes comentar?

-Nada de esto se produce en el aire.  Las fuerzas sociales que se mueven en la Historia tienen la misma inexorabilidad que las fuerzas de la naturaleza.  Estos movimientos no surgen por azar, o capricho, son “reacciones” al estado de cosas.  Flora Tristán, activista que se consideraba a sí misma una paria, se encargó de pintarnos la vida en el Londres de la revolución industrial de mediados del s XIX.  Nos habla del contraste de opulencia y miseria propio de la sociedad industrial, de los barrios obreros y las fábricas, del submundo de los márgenes: prostíbulos, psiquiátricos, prisiones, suburbios, ghettos de irlandeses, judíos…  Concluye que las condiciones de vida de los trabajadores “libres” era más mísera que la de los esclavos ( la esclavitud aún existía como institución)…  Dice exactamente:  “La esclavitud no es a mis ojos el más grande de los infortunios humanos desde que conozco el proletariado inglés”… Ya que “no hay ningún vínculo entre el obrero y el amo inglés: si no tiene obra que entregar el obrero muere de hambre”.  De modo que son esas condiciones las que explican el nacimiento del movimiento obrero.  

El pacifismo es algo posterior, de finales de los años 80 del siglo XIX y surge por el temor al estallido de la guerra en medio de una Europa muy militarizada que al menor estímulo podía militarizarse aún más.

En cuanto al feminismo, es la reacción lógica ante el diseño social salido de la Revolución Francesa que había decretado la exclusión de la mujer del saber, de lo público, del poder, de los derechos ciudadanos…  Si la revolución significó en determinados aspectos, avance, respecto de las mujeres sólo suponía retroceso.

Pero el s XIX aportó  más cosas: la idea del internacionalismo, el cuidado de los heridos en los conflictos bajo la protección de Cruz Roja, la lucha por el laicismo, por la educación universal, por los seguros de vejez, el avance de la ciencia, la técnica, etc., Nosotras sólo nos centrábamos en esos tres movimientos sociales como los más significativos y que han tenido continuidad hasta hoy. 

-Además, yo creo que si cualquiera de esas piernas se rompe la mesa de la justicia social y la convivencia humana se rompe….ahora y siempre…¿qué nos puedes decir?

-Están esas “piernas”, pero hay más…No nos hemos quedado en el s XIX, hoy tenemos los movimientos ecologistas, antiglobalización, de defensa de los derechos humanos, etc.   Pero es verdad y ya lo dijo Concepción Arenal,    quien denunció la desigualdad social entre hombres y mujeres, que mientras esta desigualdad se mantuviera, la sociedad “andaría como los cojos”.

foto 2 Monica.jpg-La mujer creo que es la que mejor  ha enarbolado la bandera de la paz, quizás porque la sufre en sí misma, porque le arrancan a sus seres queridos y a aquello que ha nacido de su vientre ¿Qué nos puedes decir?

- La mujer la que mejor ha enarbolado la bandera de la paz… No es exactamente así.  El pacifismo desde su inicio fue una ideología de minorías cultas tanto de hombres como de mujeres; probablemente hoy el pensamiento pacifista está más extendido, es más masivo.  He apuntado en otro lugar que la mujer está doblemente interesada en la no violencia. A) Porque supone sufrir guerras sobre las que no tiene  poder de decisión y B)  Porque ella ya sufre esa otra guerra que es la violencia de género.

Pero socialmente es fácil de entender que se tenga la idea de que la mujer es más pacífica, lo que es más acorde con la visión tradicional de la mujer.   

Tú señalas que la guerra “le arranca sus seres queridos”…  Sí, probablemente esto pesa mucho, porque no te olvides que estamos analizando el s XIX y en este momento lo que la sociedad potencia en la mujer es que ésta centre todas sus mejores y casi exclusivos esfuerzos  en la vida de los afectos de su círculo más inmediato…  Pero tal como concluyen los modernos estudiosos de la cuestión, las mujeres no poseemos un gen  de la paz, al menos no más que los hombres. 

La paz, el amor a la paz y  la idea, que debería estar progresando más en estos momentos, de que la guerra debe ser erradicada,  en realidad responde a un cálculo inteligente de la gestión necesaria del planeta y de nuestras vidas en él y compete a hombres y mujeres. Si la paz es una cuestión mayor del feminismo, no se trata por eso de una cuestión más propia de las mujeres. 

-Aún con ese pacifismo hay también movilización por su parte porque hay también anhelos de justicia, sufrimiento, reivindicación….

-Pero claro que sí;  como dijo Petra Kelly “las mujeres no somos tan pacíficas como muchos creen”…”Y en realidad estamos bastante enfurecidas por las guerras pequeñas y grandes  que nos hacen diariamente y por la que hacen a todo el planeta”.

Por otra parte, las mujeres no han estado nunca ausentes de las grandes luchas  sociales, sólo que cuando estas luchas triunfaron, a las mujeres se les negó su recompensa. Para el caso que hablamos, el s XIX, lo que ocurrió fue que las mujeres no dejaron de luchar hasta encontrar la manera de reparar esa injusticia.

-¿Qué crees que fue despertando en la mujer los derechos de fraternidad, igualdad, justicia, libertad…hay alguna gota que colma el vaso?

- Lo mismo que en los hombres: la reflexión, y el simple darse cuenta de las cosas…  Como venimos diciendo, las   mujeres “iniciaron” la revolución Francesa, como masas socialmente activas, y también “iniciaron” la Revolución de Octubre rusa: esto son hechos históricos.  Estuvieron en La Comuna de París,  en la Revolución mexicana y en la cubana, como han estado recientemente en la primavera árabe y nos consta.  Pero el orden salido de esas convulsiones, como dijimos, una y otra vez las excluye, las ignora y se las devuelve a “sus labores”… Como dijo Mafalda, las mujeres no hemos jugado “un papel, sino un trapo en la historia”.

-Hubo intentos, siempre, y los sigue habiendo por silenciar a las mujeres…¿por parte de quién?

- Esto no lo podemos personalizar; son estructuras sociales que decretan que la mujer es subalterna, subordinada, es el sistema de género.  Si despojamos a la mujer de significación social, de poder económico ¿Qué queda?  Algo que no es importante.

Luego, hay otra obviedad, la Historia se apoya de manera importante en el documento escrito: si la mujer estaba excluida del saber, sólo de manera excepcional accedía a la escritura.  Es especialmente bonito ver como a lo largo del s XIX las mujeres van asomando tímidamente como escritoras:  Jane Austen, las hermanas Brontë  Y ya para finales de siglo las mujeres que cultivan las letras profesionalmente son prácticamente multitud, entre periodistas y escritoras.  Desde luego en España tenemos los casos de Carolina Coronado, Rosalía de Castro, Emilia Pardo Bazán, entre muchas otras y autoras de alguna de la mejor literatura del s. XIX.

-¿Qué responsabilidad en todo esto tiene la Iglesia?

- La Iglesia. Mucha.  Como institución es misógina, transmite un mensaje despreciativo y devaluador de la mujer, sólo la concibe como subordinada y perpetúa la idea sentada ya por Platón de la inferioridad moral de la mujer: alguien que debe ser guiado, tutelado para que su vida moral no naufrague, pensemos en la regenta, de Clarín.   Y por otra parte, la Iglesia como entidad  empresarial, excluye a las mujeres de los puestos de trabajo más elevados, el sacerdocio, lo que remacha la idea de que las mujeres, por naturaleza, no poseemos las cualidades requeridas para servir a Dios…  ¡Sólo se  las admite en las Iglesias para  quitar el polvo y cambiar las flores!...  Hoy, cuando en la Iglesia anglicana, luterana hay mujeres “pastoras” de la Iglesia, esto es muy retrógrado.  Y todo ello resulta incoherente con el mensaje de igualdad básico de todos los seres humanos como hijos de Dios, etc.,

Esto sería a nivel ideológico,  si ahora  miramos la casuística histórica, el historial de la Iglesia católica luchando por frenar el avance de las mujeres es constante y gravísimo.  ¡Pero si podemos verlo hoy, en la polémica del aborto, entre otras cosas! La Iglesia católica se arroga un magisterio moral que en teoría sólo debería afectar a quienes son creyentes en esta fe, pero no a toda la sociedad y está demasiado acostumbrada a jugar un papel no sólo espiritual sino muy mundano a la vez, con todo su entramado de intereses económicos, propiedades, etc., En el frente de la educación ha luchado ferozmente  y amagado todas las iniciativas que ha podido tendentes a desarrollar una educación laica, a finales del XIX y comienzos del XX esto fue crucial. En general, ha sido tremendamente intolerante y ha tratado como enemiga a toda forma de espiritualidad diferente a la suya, y por concluir en todo esto se ha comportado y se comporta muy poco “cristianamente”.    

-Lo primerio, creo, es autodefinirse y auto determinarse como mujer independiente y firme…y a partir de ahí enseñar a las demás….¿es este más o menos el camino?

- En el Zen hay un proverbio:  “El maestro llega cuando el alumno (alumna en este caso) está preparado/a”. Lo primero de todo es la conciencia. Pero es verdad que hay entornos más duros y difíciles, p.ej. todo el mundo árabe, el mundo subdesarrollado, que encadena a mujeres y hombres y hasta a niños a la supervivencia.

Lo que sí es cierto  es que es muy importante que haya mujeres que sirvan de ejemplo a otras.  Por eso celebro especialmente que a la niña paquistaní Malala Yousafzai, superviviente de un atentado machista, se le haya otorgado el Premio Nobel de la Paz 2015:  ella es una fuente de inspiración para las mujeres de su país y de todo el mundo. 

-El derecho al voto. Háblanos un poco de su importancia y de “las razones" que tenían por una parte Clara Campoamor y Victoria Kent…porque hay mucho que reflexionar, más que de discutir, en eso…

- El voto es un mecanismo de validación democrática y es necesario para acceder a la condición de ciudadana.  Pero ha supuesto una lucha de más de un siglo que aún no se ha cerrado:  aún restan países árabes que siguen negando este derecho a la mujer.   Sentado esto, hay que reconocer que las condiciones  de la democracia en muchos países del mundo deja mucho que desear; es decir, importa mucho también ver a qué tipo de democracia accedemos. El día que una anda  un poquito más depre, se le hace patente que los países con democracias sólidas y auténticas son una ínfima isla en un mar de lugares en los que prácticamente no hay garantías. 

kent.jpg-Háblanos de la polémica Clara Campoamor - Victoria Kent….

- La polémica Kent-Campoamor de la II República es bastante conocida. Además ambas han  dejado relatos autobiográficos que nos ilustran sobre esta cuestión.  Por parte de Victoria Kent, abogada de clase media y representante del Partido Radical Socialista se alegaba  que la mujer española era políticamente de derechas y estaba demasiado influida por los varones de su entorno:  marido, padre, confesor…  Por tanto, en su opinión, darle el voto resultaba suicida, ergo, era mejor negárselo. 

Clara Campoamor, también abogada, aunque de extracción social muy modesta, se había pagado sus estudios con su propio trabajo.  Originalmente socialista, había encontrado acogida en el Partido Radical y su planteamiento era una cuestión de principios: ella afirma el derecho legítimo e indiscutible de la mujer a salir de la servidumbre histórica en que la tenían las leyes hechas por el varón.  No sólo había coincidencia entre su programa de gobierno y las reivindicaciones del movimiento feminista, sino que éste la apoyó desde la calle, manteniéndose a su lado.  En  su libro dice:  “Sustenté el criterio de ser la incorporación de la mujer (a la política) una de las primeras necesidades de la República y si aspiraba a variar la faz de España, no podía lograrlo sin destruir el desprecio del hombre hacia la mujer impreso en las relaciones entre los sexos”.

Por tanto ella defendió en la Cámara la concesión del derecho al voto a la mujer, que resultó aprobada en el año 1931.  La postura de Victoria Kent suponía una anomalía puesto que el rechazo al voto de la mujer era una posición propia de la derecha, mientras ella pertenecía a uno de los partidos considerados más progresistas, el radical-socialista. La verdad es que su negativa a conceder el voto a la mujer minaba el espíritu profundo de la República  y digo esto tomando evidentemente partido en la polémica.

9f264-1931_54285302246_53389389549_600_396.jpg-Mónica, ¿qué significa el feminismo, en conjunto, para las mujeres de hoy en día…mirando hacia las mejoras a niveles políticos, sociales, educativos, económicos….?

-¿Qué significa el Feminismo hoy? El feminismo ha sido y sigue siendo un proyecto, un programa de normalización de la sociedad,  que pretende borrar las distancias artificiales levantadas durante siglos entre hombres y mujeres por el sistema de género.  Hombres y mujeres no pertenecemos a “especies” diferentes, como ha querido hacer ver el patriarcado. 

No hay nada más antidemocrático que pretender que más de la mitad de la población, como somos las mujeres, vivan “tuteladas” e instrumentalizadas por el resto. 

Ahora, es importantísimo que se conozcan las luchas que ha supuesto llegar hasta aquí, porque no podemos dormirnos en los laureles. 

Por otra parte, hay varios modelos de feminismo: está el feminismo tranquilo de los países nórdicos, el que más logros ofrece, conseguidos mediante la negociación y el consenso; está el “beligerante” al que se vieron obligadas inglesas y norteamericanas por la intolerancia de sus gobernantes. De los años 60 es el movimiento de liberación de la mujer y   hoy hay feminismos emergentes en amplias zonas del mundo y sus múltiples expresiones se entienden mejor en el contexto de la modernización de las diferentes sociedades, teniendo en cuenta que, como dice Mary Nash, los movimientos de mujeres nunca han hablado con una única  voz.  

Personalmente creo en un feminismo de signo progresista y que no descuide los problemas de tipo práctico de las mujeres: acceso al trabajo, apoyo a la maternidad, reparto de tareas…  Pero reclamo también mayor peso y presencia de las mujeres en los espacios de toma de decisiones, y en los espacios de poder, incluso económico: es fundamental un reparto equitativo de la riqueza.

También es fundamental la lucha contra la violencia de género, presente en todas las capas sociales en todos los países del mundo.  Resumiéndolo en tres palabras, según las resoluciones adoptadas en Beijing:   pedimos igualdad, desarrollo y paz. 

 

 

 

Sin título-1.jpg19275
XIX y Veinte 10. Revista de Historia y Pensamiento Contemporáneos. VVAA
225 páginas
18,00 euros
Comuniter

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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