71K+S-oL7RL.jpgCazarabet conversa con...   Julián Casanova, autor de “Una violencia indómita. El siglo XX europeo” (Crítica)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Julián Casanova el historiador e investigador español repasa cómo fue el siglo XX europeo…un siglo en el que la violencia directa o indirecta estuvo presente, latente…

Edita el libro de este prestigioso historiador, influyente a la vez que reflexivo, Julián Casanova desde Crítica.

¿Vamos al diccionario?; ¿buscamos definiciones?

De Violencia.- Uso de la fuerza para conseguir un fin, especialmente para dominar a alguien o imponer algo.

De Indómita.- Que es difícil de someter, guiar o controlar.

La sinopsis del libro:

La nueva obra de Julián Casanova, uno de los historiadores españoles más importantes y con mayor proyección internacional, propone un nuevo enfoque de las manifestaciones de violencia, recurrentes y a veces continuas, que desde el terrorismo anarquista a las guerras de sucesión en Yugoslavia marcaron a sangre y fuego la historia del siglo XX europeo. En él sobresalen la violencia colonial, la limpieza étnica, el genocidio, la guerra y la violencia sexual, donde los verdugos, asesinos y violadores crearon sus propios rituales de tortura y muerte, practicados de forma individual o en grupo, vistos por muchos más, víctimas, testigos y aprendices de criminales.

Son múltiples historias que se superponen y entrecruzan unas con otras, desde España a Rusia, desde el Báltico al Mediterráneo, para descubrir la lógica de la violencia. Y en la narración destacan como hilos conductores la ideología de la raza y de la nación, los momentos de crisis generados por las guerras y las revoluciones y los proyectos de utopías totalizadoras. Un siglo de violencia indómita, con cicatrices visibles u ocultas de masacre y destrucción. Un pasado hecho presente, recordado, olvidado, confrontado, reprimido.

Julián Casanova, el autor: es catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Zaragoza y profesor visitante en la Central European University de Budapest. Es autor, entre otros trabajos, de La historia social y los historiadores (Crítica, 1991), De la calle al frente. El anarcosindicalismo en España, 1931-1939 (Crítica, 1997, publicado en inglés por Routledge, Londres, 2004, con el título Anarchism, The Republic and Civil War in Spain 1931-1939), La Iglesia de Franco (Crítica, 2005), República y guerra civil(Crítica/Marcial Pons, 2007; edición inglesa con notas en Cambridge University Press, 2010), Europa contra Europa, 1914-1945(Crítica, 2011), España partida en dos. Breve historia de la guerra civil española (Crítica, 2013; original en inglés en I.B. Tauris, Londres, 2012; edición en turco en Iletisim, Estambul, 2015; en árabe, Arab Center for Research & Policy Studies, Doha, 2017), La venganza de los siervos. Rusia 1917 (Crítica, 2017). Con Carlos Gil Andrés ha escrito Historia de España en el siglo XX (Ariel, 2009; edición en inglés con notas en Cambridge University Press, 2014). Ha sido profesor visitante en prestigiosas universidades europeas, estadounidenses y latinoamericanas y miembro del Institute for Advanced Study de Princeton.

Este escritor, historiador e investigador ya estuvo con nosotros con: http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/venganzasiervos.htm

 

 

Cazarabet conversa con Julián Casanova:

chollo-libro-violencia-indo.jpg-Julián, ¿qué es aquello que te ha hecho investigar sobre la violencia (que es violencia de violencias), enmarcada en el siglo XX teniendo como escenario al continente europeo? -¿Por qué entiendes la violencia en el siglo XX, enmarcándola en el continente europeo, como indómita?

-Desde la violencia colonial llevada a cabo por los grandes imperios desde finales del siglo XIX hasta la guerra en Bosnia a finales del XX transcurrió en Europa un siglo de quiebras de grandes imperios y Estados, revoluciones, contrarrevoluciones, guerras mundiales, limpiezas étnicas y genocidios. Resulta difícil de comprender ese siglo sin descender a todas esas manifestaciones de violencia. En todos esos grandes acontecimientos se emplearon los avances industriales y tecnológicos al servicio de la guerra, el militarismo y el fortalecimiento del Estado. Con armas tan poderosas, la violencia se volvió difícil de controlar, porque además todas esas expresiones de exclusión y de exterminio contaron con amplios apoyos sociales/populares.


-¿Seguía siendo Europa el centro neurálgico o “ese nudo irradiador” desde el que trasciende la violencia incluso más allá del continente europeo?

-Europa a comienzos del siglo XX era todavía el poder político, económico, y sobre todo militar, más influyente del mundo. Desde finales de los años ochenta del siglo XIX las grandes potencias se repartieron África. El imperialismo, legitimado como una misión civilizadora superior frente a pueblos inferiores, no solo buscó recursos económicos, sino también dominio cultural.

-Amigo, ¿por qué se daban  los procesos de violencia en el marco de Europa en ese siglo XX?, ¿de qué eran herederos estos procesos de violencia?

-El etno-nacionalismo la legitima frente a otros pueblos; la aparición del socialismo con sus dos ramas -marxismo y anarquismo- hizo concebir la posibilidad de un mundo más justo en el que la clase dominante debería desaparecer o dejar de dominar; el militarismo acompañó a las conquistas imperiales; los sectores más poderosos e influyentes de la sociedad resistieron los cambios y las amenazas desde abajo. Cuando todo eso se combinó en el estallido de la Primera Guerra Mundial y las revoluciones en Rusia de 1917 las consecuencias fueron letales. La guerra más brutal del siglo XIX, la de Crimea, se había llevado a la tumba a poco más de medio millón de personas. Los muertos como consecuencia de la Primera Guerra Mundial llegaron a 9 millones. La separación entre frente y retaguardia se difuminó, las personas que no entraban en combate fueron consideradas también objetivo militar de exclusión y ataque, la introducción de la guerra química y la evolución del armamento aportaron más violencia en las guerras.

julian-casanova-publica-una-violencia-indomita-critica.jpeg-Y qué poco hemos aprendido de ellos ¿verdad?, porque a finales del siglo XX cuando habían pasado dos guerra mundiales, cuando el telón de acero---con todo lo que comporta—se había bajado...entonces va y estalla la Guerra de los Balcanes y todo parece que retrocede y no poco...

-Ese fue un acontecimiento fundamental para comprobar que el siglo XX no había acabado, aunque en Occidente, incluida España, se percibió, con todos los tópicos imaginables, como un problema de los Balcanes y de gente que tenía una larga tradición de guerras étnicas y de matarse entre ellos. En realidad, hubo una quiebra del poder establecido, el Estado yugoslavo en desintegración perdió el monopolio de la fuerza/violencia, aparecieron paramilitares y elites nacionalistas movilizando a la población en defensa de valores nacionales y culturales puros frente a los otros. Y fuera de Yugoslavia, el final del comunismo y el triunfo del capitalismo fueron interpretados como el final de los grandes conflictos, mirando de reojo a lo que pasaba en esa zona de Europa.

-Sin ir más lejos ahora ya en pleno siglo XXI el auge del fascismo, de la ultraderecha nos hace volver muy, muy atrás...tan atrás que nos envejece por dentro....

-La historia vuelve con ecos del pasado, con claros signos de fragilidad de la democracia, con el renacimiento de movimientos nacionalistas y populistas, con posiciones autoritarias desde dentro de la democracia y con amplios sectores de la población que se sienten identificados con esos valores.

-Al siglo XX lo podríamos dividir en dos bloques: la primera mitad como de “violencia más descarada” y la segunda mitad como de “violencia más escondida”... como más alejada del día a día, pero igual de flagrante y presente...

-La mayoría de las expresiones más brutales de violencia ocurrieron efectivamente en la primera mitad del siglo XX y vista desde Europa occidental, sobre todo de Francia, el Reino Unido y la República Federal de Alemania, la segunda mitad del siglo fue mucho más pacífica, se consolidó la democracia, se consolidó el Estado benefactor, con importantes servicios públicos a los ciudadanos, pero eso mismo no puede aplicarse a España y Portugal, donde Franco y Salazar ya habían establecido dictaduras antes de la Segunda Guerra Mundial y siguieron hasta mediados de los años setenta, a Grecia, que vivió también en los años finales de la década de los sesenta y comienzos de los setenta una dictadura con torturas sistemáticas, y sobre todo no puede aplicarse a una parte de Europa central y del Este, dominada desde el avance de las tropas soviéticas en 1945 por el comunismo.

julian-casanova-1000x563.jpg-Igualmente, hoy en día, Julián, me da que la violencia es más subliminal, más psicológica y como que el violento se alimenta del miedo, castigo y escarmiento de aquella violencia y de las secuelas que dejó en el siglo XX, ¿qué nos puedes reflexionar?

-Hoy hay formas más notables de control de la violencia. Los Estados la controlan, no hay paramilitarismo, casi nadie defiende la acción política por métodos violentos... Todo eso es una gran diferencia con ese pasado que yo cuento en el libro.

-Háblanos, por favor, del proceso de investigación en torno a este libro; de esa tarea tan ardua ,de búsqueda, mucha lectura, poner orden, visitar archivos, bibliotecas….-Trabajas teniendo en cuenta como un guión de cuestiones a ir contestando, a ir dando respuesta…

-Hace tiempo que lo inicié, sobre todo con mis estancias en Budapest, investigando y dando clases en la Central European University de esa ciudad. Con tres hilos conductores: la importancia del centro y del este de Europa frente a las visiones dominantes en Europa occidental; la necesidad de viajar por carreteras secundarias, más allá de la gran autopista de la historia político-diplomático-militar, para descubrir las partes más ocultas; y romper con el lugar común de la división del siglo XX en dos mitades, una violenta y la otra pacífica. Ha sido una labor ardua, de telescopio, de viajes por fuentes en diferentes idiomas, de contacto con otras historiografías -desde Rusia a Estados Unidos, pasando por Hungría o el Reino Unido- y de difundir muchos de esos argumentos en la enseñanza en diferentes universidades antes de ponerlos en un libro

-Una vez recopilado todo, ¿cómo es la metodología de trabajo que utilizas?; ¿cómo le pones orden a todo?-Saco notas de todo lo que leo, las ordeno por temas, hago preguntas al material investigado, voy diseñando los diferentes capítulos, las conexiones entre ellos, los acontecimientos, los personajes, las hipótesis de partida... Y como siempre el material es abrumador, al final la decisión más relevante es el tipo de narración elegido, cómo jerarquizar los hechos, como ordenarlos. Y todo dirigido, ese es el reto, a un público amplio. Simplificar lo complejo, sin perder rigor ni apartarse de las normas básicas del oficio del historiador.

-Muchas de esas violencias que han tenido lugar en el siglo XX y que han estado enmarcadas dentro de guerras como la I Guerra Mundial, la Revolución Rusa y sus consecuencias (con la guerra civil a la que se vio sometida toda Rusia y la Unión Soviética), la Segunda Guerra Mundial, el genocidio al pueblo armenio por parte de Turquía, la guerra de España, la guerra de Corea, la guerra del Vietnam, la Guerra fría, la guerra de guerras que llegó a la extinción de la ex-Yugoslavia, la guerra entre Irán e Irak, la I Guerra del Golfo, el genocidio de Ruanda, las guerra que desangran a generaciones y generaciones de niños soldado como en el Congo.... muchas de ellas han supuesto además procesos y matanzas étnicas muy, muy severas. ¿Por qué la eliminación forma parte tan activa de todo este proceso violento y destructivo? ---perdona he mencionado no pocos conflictos fuera de las fronteras europeas, pero es que hasta en esos lares ha interaccionado el “factor europeo” con sus intereses o me lo parece---

 

5664386.jpg-En el capítulo quinto, titulado "Violencia sin fronteras" doy las claves para comprender la violencia étnica, el genocidio y la violencia sexual, en las colonias, en Armenia, en la Primera Guerra Mundial, en las revoluciones y movimientos paramilitares, durante la guerra civil española y en la posguerra, en el imperio de Hitler...Para explicar esos acontecimientos hay que ser también muy precisos con los conceptos. Por eso doy definiciones de los que significa la limpieza étnica, el genocidio, la violencia sexual y ponto todo eso en contexto, en el espacio y en el tiempo, las dos categorías básicas con las que trabajo como historiador.

-Punto y aparte merece la violencia sexual y la ejercida  sobre los niños---casi te diría que una cosa lleva a la otra ---, ¿verdad? ¿cómo lo ves?

-Desde que salió a la luz la brutal violencia sexual contra las mujeres musulmanas y fue llevada como crimen de guerra al tribunal de La Haya, la violencia sexual comenzó a estudiarse como un fenómeno más allá de los estudios de género, el feminismo o la igualdad. Afectó a mujeres, a niños, fue una violencia barata que se quedó casi siempre sin castigo. Y en sus manifestaciones más violentas siempre hay un discurso de la masculinidad, de la raza y de la nación.

-¿En esto—en lo de la violencia sexual-- la Guerra de los Balcanes marca un antes y un después ?, no sé en este conflicto devastador la violencia sexual parece ser utilizada como una armas más, ¿lo ves así?, lo que no quiere decir que antes no la hubiese , me explico en la Segunda Guerra mundial hubo de todo y en todos los frentes—pongo de ejemplo esta guerra por conocer, mediante lecturas algunos episodios un poco más—y es que violaron los alemanes, por ejemplo, en su avance en el Frente del Este...violaron después los soviéticos en su contraataque y su imparable avance hacia Berlín y hace cosa de dos años leía asombrada---la violencia nunca deja de asombrarte—como los aliados, sobretodo contingentes de las fuerzas norteamericanas, no dejaron de hacer lo mismo desde el Día D ...¿qué nos puedes decir?

-Armenia, con las mujeres cristianas como víctimas, , la segunda guerra mundial, las violaciones cometidas por las tropas soviéticas en su avance hacia Alemania en 1945, sobre todo en Budapest, Viena y Berlín, y las cometidas contra las mujeres musulmanas en Bosnia son los ejemplos más claros y a los que dedico más páginas. Pero también incluyo el rapado de pelo, las humillaciones y represión  de las mujeres "rojas" en España o las "colaboracionistas" en Francia, o las mujeres judías en los campos de concentración y exterminio nazis. Es una violencia además, en muchas ocasiones, pública, a la luz del día, delante de maridos o hijos, como una forma mayor de ataque y humillación

-¿Y qué papel tienen los terrorismos?

-Comienzo con el terrorismo anarquista y de los populistas rusos a finales del siglo XIX y acabo con formas de terror en Bosnia donde participan también grupos de criminales comunes. Y en el momento en que parecía que las democracias controlaban la violencia en la segunda mitad del siglo XX aparecieron movimientos terroristas revolucionarios o neofascistas, además de los dos más persistentes y letales: el IRA y ETA. Todo eso está en el libro, en esa mirada telescópica y comparada que propongo

-Pero me da, amigo Julián, que no hemos aprendido mucho de estos procesos de violencia, ¿será porque el concepto de memoria está demasiado politizada o porque no se tiene claro cómo manejarlo sin utilizarlo....?

-El epílogo del libro es una introducción a cómo las memorias sobre esos pasados tan fracturados se cruzan en un presente dividido y con abundante uso político de la historia. Es el final en el que se explica la diferencia entre las investigaciones de los historiadores y las opiniones y revisiones políticas. Es una invitación a pensar históricamente el pasado y el presente.

 

 

 

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