La Librería de El Sueño Igualitario

32.epistolari.jpgCazarabet conversa con...   Rosa Mascarell Dauder, editora del libro “Epistolario Alfons Roig - María Zambrano (1955-1985)” (Institució Alfons el Magnànim)

 

 

 

 

 

Un libro que edita la Institució Alfons el Magnànim y que guarda un trabajo de indagación e investigación, simplemente inmenso desde la edición de Rosa Mascarell Dauder.

El libro está dentro de la Col-lecció Debats ,32.

Lo que nos dice la Institució Alfons el Magnànim sobre el libro:

El present Epistolario recull les cartes que es conserven de la correspondència entre Alfons Roig i María Zambrano des de l'any 1955, moment en què es coneixen a Roma, fins poc abans de la mort d'Alfons Roig. Rosa Mascarell Dauder, responsable d'aquesta edició, va conéixer els dos. Fou secretària i documentalista de María Zambrano durant els seus últims anys a Madrid. Aquest llibre veu la llum per encàrrec de la mateixa María Zambrano a Rosa Mascarell mentres preparaven l'últim llibre publicat en vida de l'autora: Los bienaventurados.

María Zambrano (Vélez-Málaga, 1904 - Madrid, 1994), considerada la filòsofa de la Generació del 27, una de les veus més originals de la filosofia del segle XX, Premi Príncep d'Astúries (1982) i Premi Cervantes (1989). Patí un llarg exili del 1939 al 1984, degut al seu compromís amb la II República. Entre les seues obres cal remarcar: Filosofía y Poesía (1939), El Hombre y lo Divino (1955), Claros del bosque (1977) Los bienaventurados (1990).

Alfons Roig (Bétera, 1903 - Gandia, 1987), sacerdot i professor, amic de molts dels integrants de la Generació del 27 amb els quals s'escrivia i visitava en l'exili. Gran defensor de l'art contemporani i de la renovació de l'arquitectura religiosa, conegué Picasso gràcies a María Zambrano i organitzà la primera exposició de Julio González a Espanya. El llibre Art viu del nostre temps (1982) recull la majoria dels seus articles publicats.

Nosotros hemos puesto nuestro punto de mira en  María Zambrano en varios Conversa con… (aquí dos ejemplos bien diferentes) :

http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/lootropersistente.htm

http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/juanacastro.htm

Otro libro sobre Alfons Roig, Alfons Roig i la Generació del 27, también desde la mirada de Rosa Mascarell, editado por la Diputació de València..Les adjuntamos un enlace que nos parece interesante—aunque en la “red de redes” podéis encontrar otras muchas: http://www.dival.es/es/sala-prensa/content/el-muvim-desgrana-la-correspondencia-intima-de-los-escritores-republicanos-y-el-papel-de-alf

 

Cazarabet conversa con Rosa Mascarell Dauder:

portrait2.jpg-Rosa, ¿qué te ha llevado a escribir, a acercarte a la correspondencia entre Alfons Roig con María Zambrano y viceversa; qué te inspiró con el Epistolario?

-La amistad con María Zambrano es lo que me llevó a acercarme a esta correspondencia. Trabajé para María durante sus últimos años de vida como documentalista y además conocí personalmente a Alfons Roig. Zambrano me habló tanto de Roig y de su decisivo papel en la recuperación de la memoria, que era mi obligación sacar a la luz este epistolario. Deber que he realizado con mucho gusto.

Pero me preguntas también lo que a su vez me ha inspirado este trabajo, pues me llevó a investigar cómo fue la recuperación de esta Generación de la República en los años oscuros de la dictadura. Una investigación apasionante para mi, de la que ha surgido una exposición que se ha visto en Valencia y ahora en Gandía, donde murió Roig hace 30 años: “Alfons Roig y la Generación del 27”.

-Una pregunta parecida a la anterior, pero que no lo es: -¿Qué te atrajo de estos dos personajes para dedicarles un libro, amparándote en su correspondencia?

-Creo que no es necesario justificar la relevancia de María Zambrano como filósofa de la Generación del 27 o de la República. Alfons Roig no es tan conocido fuera de Valencia y de su círculo de amigos, aunque esto no fue siempre así. Roig viajó por toda Europa y mantuvo una estrecha relación con artistas e intelectuales dentro y fuera del país. Además, su forma de entender la renovación estética del arte sacro creo que todavía está vigente.

Sobre todo me decidió a lanzarme a la aventura de publicar este libro, la necesidad que tenemos de conocer nuestra historia más reciente y el papel decisivo que en ella jugaron muchas personas desde la sombra. Desde la sombra o la penumbra, porque a la luz hubieran sido represaliados, claro.  

-Rosa, el poder, esa fuerza que tiene las cartas…es algo que sí que no caduca con el paso del tiempo: ya sea ahora que los libros pueden ser leídos de manera electrónica o a papel…pero escribir y reflexionar sobre el epistolario o la correspondencia entre dos o más personas es un estudio tan especial que cobra hasta como más trascendencia, ¿no?

-Ciertamente escribir cartas es un género literario en extinción. No era así en la era del papel. María Zambrano, por ejemplo, creo que escribió algunas de sus mejores reflexiones en cartas. Posiblemente porque le hablaba directamente a una persona que conocía y María creía en el diálogo y en la escritura como medio para pensar. En la correspondencia tenemos los dos estímulos del pensar: escribir y dialogar con el otro. Algo esencial que estamos perdiendo si nos dejamos vencer por la inmediatez del WhatsApp.

-Quizás porque, hoy en día, la gente somos muy pocos los que todavía nos da, de vez en cuando, por escribir cartas…

--Demasiada poca gente quizás. Esto es un cambio en la forma de pensar, cada vez más la visión pura y dura se impone, la visión sin lectura. Supongo que nuestro cerebro acabará estructurando el pensamiento de otra manera. Tampoco quiero ser negativa.

-Tengo que admitir que yo era de las que más gustaba de la escritura de las cartas, pero al final es una cosa que se va perdiendo. Las nuevas tecnologías nos han pasado por encima….pero sí con alguna de aquellas personas sí que llené más de tres y cuatro cajas de zapatos y con los años si te parases a reflexionar…se puede hacer un estudio de lo que entonces éramos, de nuestra evolución... ¿Más o menos es lo que has venido a hacer tú con este Epistolario mantenido por Alfons Roig y María Zambrano? ; crees que hoy en días esta gente se escribiría largos e-mails diarios, mantendrían largas conversaciones telefónicas… (pero hago más hincapié al correo electrónico porque para según qué tipo de comunicación quieras mantener, sí es la mejor manera y la que puede guardar más equilibrio con la correspondencia clásica, sin desmerecer ningún tipo de comunicación)?

-María Zambrano también solía mantener largas conversaciones telefónicas, sobre todo cuando sus ojos no le permitían leer y escribir y necesitaba de ayuda. Pero siempre había sido de escribir y de escribir cartas. Cuando me enfrenté a la catalogación de su archivo, la correspondencia era una parte muy importante de la documentación, en cuanto a la cantidad, además de la calidad. Quizás también por causa del exilio tan largo que tuvo que sufrir: desde 1939 a 1984, 45 años de exilio, no es poco.

-¿Cómo fue evolucionando su correspondencia?

-Evolucionaba como las mismas personas evolucionamos, con altos y bajos, provocados también por los cambios de país y domicilio en el caso de María. Entre Roig y Zambrano hay lagunas de años y se vuelve a retomar la relación como si nada.

Pero ambos tienen epistolarios muy prolíficos. Alfons Roig, por ejemplo, se escribió con más de mil personas. Su archivo muestra su interés en mantener una red de contactos relacionados con el arte, la arquitectura pero también con los intelectuales en el exilio y dentro del país. Por ejemplo es larga su correspondencia con José Luis Aranguren, con Manuel Molina, con Eusebio Sempere... Todas inéditas por el momento.

-¿Qué es aquello que más les gustaba de hablar en sus cartas y conversar?

-De la situación del país en cada momento, de si era oportuno o no romper el exilio, de salud, de arte, de espiritualidad, de la ermita de Llutxent que Roig ofreció a las hermanas Zambrano como refugio...

-¿Y las temáticas sobre las que iban conversando? ; ¿Porque en las cartas se llevan auténticas conversaciones, ¿no?

-Las conversaciones epistolares tienen el tiempo de por medio. Ya parece que casi no recordamos este hecho, lo que es escribir sobre el ahora sabiendo que la persona que reciba la carta lo hará en unos días. Eso lleva a superar la inmediatez y pensar un poco más en perspectiva. A veces incluso se rememoran otros tiempos, otros momentos vividos juntos.

-Seguramente les separaban muchas ideas, pero la fraternidad por la libertad fue como un nudo que les unió, siempre….

-Realmente no les separaban tantas ideas. Tenían una personalidad muy firme ambos, fieles siempre a si mismos y respetando la libertad de pensamiento. Los dos eran católicos, cada uno a su manera. Ambos además eran generosos, sensibles al arte y buenos maestros. Todavía creían en la educación y en el papel fundamental de la maestra o maestro tiene de guía en la formación integral de la persona. 

CasaArabe02.jpg-Tanto Roig como Zambrano tenían mucha fuerza interna, allí donde estaban mostraban sus posturas y eran muy consecuentes…Esto, amiga, en aquellos años debía ser muy, muy difícil…

-Por supuesto, entonces más que ahora, por suerte para nosotros y por desgracia para ellos. Zambrano sufrió el exilio por sus ideas y Roig no medró dentro de la Iglesia, suerte es que no sufrió más castigo. Parece que una mano amiga firmaba para enviarlo lejos, de viaje “de estudios”, siempre que sufría alguna “inspección”.

-Amiga, ¿es muy trabajoso el trabajo de reunir, ordenar, descifrar, catalogar las correspondencias de personas tan prolíficas como Alfons Roig o Zambrano que, además, se escribían con multitud de gentes?

-Empecé este trabajo ya altamente motivada y eso ayuda. Por supuesto hay que leer muchos documentos, ligar cabos, pedir información a otros archivos, a gente que está metida en otras investigaciones paralelas. Pero al mismo tiempo es emocionante.

-Siempre me pregunto ¿y la censura o el miedo a dejar negro sobre blanco, según qué comentario… cómo lo debían llevar nuestros protagonistas?

-Hay una carta que Zambrano le escribe a Roig cuando este está en París y le pide romperla antes de entrar en España para no comprometerle, pero Roig no lo hace. Por supuesto había censura, se perdía cartas en alguna oficina de correos... Peor fueron la correspondencia entre Roig y José Bergamín o Emilio Prados. Prados- Roig se escribían a través del correo de la revista Ínsula. De Bergamín no se conserva ninguna carta y es raro que no se escribieran dada la mutua admiración. Quizá no encontraron la vía para esquivar la censura.

Todo esto es ejemplo de lo que nunca debemos permitir que vuelva a suceder.

-La ilustración de la portada; bien, no puede ser de otra idea, mente  o traza que no sea tuya… ¿a quién o qué, como artista, le has querido rendir como homenaje… o con quién o qué pensabas mientras pensabas en esta ilustración?

-Esta ilustración es un homenaje a las mujeres silenciadas que vivieron en el siglo XV en la comarca donde yo nací, homenaje que puede extenderse en el tiempo y en el espacio. Uno de los motivos muy recurrente en aquel tiempo es el Jardín Cerrado. Una serie de once pinturas ilustra ese lugar privado, femenino y tan ligado a la naturaleza y a la vida. Por suerte ahora un jardín privado es un lugar donde parar y observar con distancia la vida pública, donde las mujeres ya tenemos voz.

 

 

 

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Epistolario Alfons Roig - María Zambrano (1955-1985). Rosa Mascarell Dauder (ed.)   
264 páginas
12.00 euros
Institució Alfons el Magnànim



El presente Epistolario recoge las cartas que se conservan de la correspondencia entre Alfons Roig y María Zambrano desde el año 1955, momento en el que se conocen en Roma, hasta poco antes del fallecimiento de Alfons Roig. Rosa Mascarell Dauder, responsable de esta edición, conoció a ambos. Fue secretaria y documentalista de María Zambrano durante sus últimos años en Madrid. Este libro ve la luz por encargo de la propia María Zambrano a Rosa Mascarell mientras preparaban el último libro publicado en vida de la autora: Los bienaventurados.

María Zambrano (Vélez-Málaga, 1904 - Madrid, 1994), considerada la filósofa de la Generación del 27, una de las voces más originales de la filosofía del siglo XX, Premio Príncipe de Asturias (1982) y Premio Cervantes (1989). Sufrió un largo exilio de 1939 a 1984, debido a su compromiso con la II República. Entre sus muchas obras destacamos: Filosofía y Poesía (1939), El Hombre y lo Divino
 (1955), Claros del bosque (1977) y Los bienaventurados (1990).

Alfons Roig (Bétera, 1903 - Gandia, 1987), sacerdote y profesor, amigo de muchos de los integrantes de la Generación del 27 con los que se escribía y a los que visitaba en el exilio. Gran defensor del arte contemporáneo y de la renovación de la arquitectura religiosa, conoció a Picasso gracias a María Zambrano y organizó la primera exposición de Julio González en España. El libro Art viu del nostre temps(1982) recoge la mayoría de sus artículos publicados.

 

 

 

 

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