La Librería de El Sueño Igualitario

9788417140120.jpgCazarabet conversa con...   Agustín Vidaller, autor de “Oasis. Una odisea negra” (Trea)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Una narración pura, trepidante, reflexiva, intuitiva y magnífica desde la pluma del aragonés Agustín Vidaller.

Lo edita, desde su magnífico gusto, la editorial asturiana, Trea.

El libro está como pensado en un largo viaje algo parecido a la vida misma…vida que se suele poder  ”comparar” a una Odisea…o al viaje que recreó Homero..

Cada vez que un libro o una narración se escenifican en un viaje largo y recóndito, nos acordamos de El corazón en las tinieblas de Joseph Conrad

Que un aragonés publique en Asturias también escenifica una especie de viaje, quizás la búsqueda de una mismo como escritor acompasado de una edición magnífica, pero tan exigente que te hacer crecer como escritor..

Nos recuerda este libro a informarnos  o recordar sobre la figura de Homero:

https://es.wikipedia.org/wiki/Homero

La Odisea de Homero:

https://es.wikipedia.org/wiki/Odisea

O visto de otra manera, Ulises y Homero: http://hdnh.es/ulises-y-la-odisea-de-homero/

El corazón en las tinieblas: https://es.wikipedia.org/wiki/El_coraz%C3%B3n_de_las_tinieblas

Joseph Conrad: https://es.wikipedia.org/wiki/Joseph_Conrad

Editorial Trea es una editorial que “mira” mucho hacia otras especializaciones a la hora de editar, por ejemplo al mundo de los museos, la gestión cultural, pero cuando se para y edita en campos como la narrativa, “da en el clavo” y de qué manera. Nosotros ya tuvimos experiencia con este otro libro, La reconversión humana de Ángel Falcón. Os dejamos aquí el enlace con la entrevista que mantuvimos con el autor: http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/reconversion.htm

Trea edita una especie de “revista cultural” El Cuaderno donde, claro está, hace excelentes “guiños” a sus publicaciones. Os dejamos aquí la “mirada” hacia Agustín Vidaller.- https://elcuadernodigital.com/2017/08/08/agustin-vidaller/

Lo que nos dice la sinopsis:

El Portador de la Doble Corona, señor de Kemet, envió a Harquf, el conquistador de horizontes, a viajar al reino de Kush y conseguir mil veces mil flechas con las que batallar y ganar el reino de Mittani. El explorador partió río arriba más allá del desierto, pero no regresó hasta quince años después. Traía una sola flecha, pero había conocido otras tierras, otros dioses y otros hombres. En una noche tan larga como la vida dio cuenta al rey de su odisea, mientras un escriba ponía por escrito la entrevista. Esta es su historia.

Este autor ya editó con Trea:
Al igual que en su anterior relato, Costas perfumadas (Ediciones Trea, 2005), el viaje, sus límites y el regreso, la fascinación del viajero por los confines, vuelven a estar presentes en la prosa cincelada e iluminada de Agustín Vidaller (Pomar de Cinca, Huesca, 1967).

 

 

Cazarabet conversa con Agustín Vidaller:

agustc3adn-vidaller.jpg-Agustín; ¿hay alguna cosa que “te captase”, “te accionase” o “te inspirase” para ponerte a escribir esta novela?
-Hace mucho mi percepción literaria se vio obsedida por El Espejo y la Máscara, un microrrelato de Borges. Usando sus mismas palabras, éste fue lo bastante razonable como para no escribir novela alguna, pero sus cuentos poseen una complejidad que supera la de muchos textos largos. Es así como individuos menos prudentes que el argentino nos vemos tentados a creer que la suma borgeana consta de un sinnúmero de argumentos a desarrollar por extenso, en una cantidad que supera las posibilidades del futuro de la literatura. En El Espejo y la Máscara un rey irlandés y su bardo debaten sobre la poesía -y así sobre la vida- hasta alcanzar un arcano cuya posesión los supera y pierde. En mi novela también se habla de un monarca antiguo y de su súbdito, en este caso una suerte de explorador oficial, con quien acaba compartiendo verdades y empatías que contrarían al imperio que ambos representan. Para ellos el conocimiento, una vez más, significa perdición. 

-Novela que tiene mucho de aquellas que se basaban en viajes de ida, pero sin billete de vuelta….
- Los hombres han surcado los desiertos y los mares desde antiguo. Buscaban riquezas que a veces no existían, pero siempre quedaba el orgullo de haber ido más lejos que otros. Para ellos la muerte era parte de un juego que ellos aceptaban ecuánimemente. Tal presupuesto es sumamente literario y hemos abusado del mismo. Considero conveniente leer a Conrad para curarse de cierto romanticismo excesivo: nunca como en El Pirata, una de sus últimas historias, he encontrado mejor definición del aventurero como alguien educado en una rudeza que incapacita para todo lirismo, para sensación cualquiera de hacer algo fantástico, aparte de una dura faena. Se trata de un precoz y extenso aprendizaje del principio de realidad freudiano: ´´si vis vitam para mortem``. 

-A la vez, el protagonista, se convierte como en la última esperanza para un reino…
- El personaje principal es la vista y el oído de un país endogámico que vive de puertas adentro, mirándose en su propio espejo. El explorador existe porque son necesarios el comercio y la expansión. El resultado es alguien que sabe demasiado. La familiaridad con otros países -otras gentes- le lleva a la objetividad y a la desobediencia. Ha llegado a simpatizar con los sometidos. Como el protagonista de mi primera novela, vive en la frontera de un imperio cuya injusticia lo cansa, agente como es de la misma. A lo largo de la Historia el viajero contaminado de costumbres extranjeras ha sido a veces tenido por peligroso. 

-¿Pensabas en algún territorio para escribir Oasis o esperas que cada lector y/o lectora de construya su propio Oasis?
- Redactando Costas Perfumadas me documenté hasta la obsesión. Para escribir Oasis he dejado volar más la imaginación. El resultado, no obstante, es similar. Más allá de una localización concreta hablo a fin de cuentas de mi mundo privado, ese que he construido sin salir de mis cuatro paredes. Soy partidario de cierta interactividad en lo escrito. No lo cuento todo para que el lector se vea en el dilema de abandonar el libro o urdir su propia geografía. El resultado, según me cuentan, es diverso. 

agustin-vidaller.jpg-Pero en todos los viajes y más en estos se convierten en casi un tercio, un tercio o media vida el personaje o personajes sufren como un trasformación, ¿no? .De esta forma cuando aparecen en la vida que habían dejado ya no son, para nada los mismos, ¿qué nos puedes comentar?
- Vivimos en una época de viajes breves. En otros tiempos los marinos o los soldados se ausentaban durante décadas, siempre y cuando volviesen. En el futuro la carrera espacial exigirá experiencias similares, pero serán protagonizadas por pocos. No solo es el tiempo transcurrido. Son las experiencias sufridas, la lejanía en la cual todo transcurre de otro modo. Los viajes y las guerras siempre han sido una fábrica de inadaptados.

-Una especie de Ulises, nuestro protagonista. Una novela esta tuya que es todo un guiño a la literatura clásica griega y al propio Homero, ¿es así?
- Siempre se acaba volviendo a lo clásico, a lo añejo. Un paso atrás antes de dar dos pasos adelante. Es algo que te reorienta, sin desechar lo contemporáneo, sino todo lo contrario. Creo que la Antigüedad nos puede enseñar todavía mucho, sobre todo en el tratamiento de lo épico. 

-En qué piensas cuándo escribes o simplemente tienes como un plan preconcebido y te pones día a día delante del ordenador dale que te pego…
- Habré de puntualizar que siempre hago una primera redacción con papel y bolígrafo, antes de decantar la versión definitiva en el ordenador. Por lo demás, ningún plan previo suele sobrevivir a su ejecución. A lo largo de diez años, después de tomarlo y dejarlo muchas veces, Oasis ha experimentado diversas mutaciones en cuanto a su idea y conclusión. A los cincuenta, mis planteamientos ya no eran los mismos que a los cuarenta. Subyace sin embargo cierto compromiso originario, sobre todo en lo estético. 

-De todas formas estos viajes terminan a ser como para encontrarnos mucho a lo que, en realidad, somos nosotros mismos, ¿no?
- No creo que para encontrarse con uno mismo haya que viajar y sufrir pruebas infrecuentes. El desplazamiento y la migración resultan ser de hecho muchas veces traumáticos para gentes que ya tenían bastante con las exigencias del trabajo diario y la familia. La vicisitud nos espera en cada esquina, obligándonos a dar la medida de nosotros mismos al tiempo que dejamos lo espectacular para el cine o la literatura. A fin de cuentas, mis novelas, por muy exóticas que resulten, reflejan conflictos que te pueden atrapar sin salir de las cercanías. 

-Pero, a la vez, siendo una premisa el enseñarnos a todos cómo “recetas de vida”, cómo lo ves?
- Los libros de autoayuda se venden bastante, creo. Pienso que muchas veces se convierten en ideologías o pensamientos desviados. Yo no dejo de sugerir ideas, pero me cobijo en la ficción, lo cual me libra de emitir consejas o dictados. Por lo demás, no seré el primero en decir que las mejores respuestas se suelen hallar cuando ya no hay preguntas que hacer. 

-Y es que hay batallas que se ganan con una sola flecha…
- En Oasis cabe la magia. Al hablar del Mundo tal como quizá era hace tres mil años no puedes por menos que permitirte algunas libertades. Esto no me lleva al sensacionalismo, sino a la introducción de elementos simbólicos.

 

 

 

9788417140120.jpg27106
Oasis. Una odisea negra. Agustín Vidaller
144 páginas         12 x 20 cms.
12,00 euros
Trea


El Portador de la Doble Corona, señor de Kemet, envió a Harquf, el conquistador de horizontes, a viajar al reino de Kush y conseguir mil veces mil flechas con las que batallar y ganar el reino de Mittani. El explorador partió río arriba más allá del desierto, pero no regresó hasta quince años después. Traía una sola flecha, pero había conocido otras tierras, otros dioses y otros hombres. En una noche tan larga como la vida dio cuenta al rey de su odisea, mientras un escriba ponía por escrito la entrevista. Esta es su historia.
Al igual que en su anterior relato, Costas perfumadas (Ediciones Trea, 2005), el viaje, sus límites y el regreso, la fascinación del viajero por los confines, vuelven a estar presentes en la prosa cincelada e iluminada de Agustín Vidaller (Pomar de Cinca, Huesca, 1967).

 

 

 

 

 

 

 

_____________________________________________________________________

Cazarabet

c/ Santa Lucía, 53

44564 - Mas de las Matas (Teruel)

Tlfs. 978849970 - 686110069

http://www.cazarabet.com

libreria@cazarabet.com