9788484655466.jpgCazarabet conversa con...   Javier Arruga, autor de “Montes universales, gentes universales” (Mira)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Javier Arruga, tras la colección Sueños de Tinta, de Mira Editores se acerca a una de las zonas más deshabitadas de la provincia de Teruel…para recrearse de esa desventaja demográfica y tratar de enseñarnos  lo que él ve para hacernos sentir como más acordes con todo…

Lo que nos cuenta la sinopsis del libro:

Montes Universales, gentes universales. Un viaje a pie por Teruel resiste es la tercera y última parte de la Trilogía Aragonesa, siendo los otros títulos que la componen, y por este orden, En el país de los cucutes. Un viaje a pie por los Monegros, y Primavera en la Guarguera. Un viaje a pie por el Pirineo aniquilado.

Los tres libros, más allá de las tres provincias que justifican su unión, tienen un indiscutible aire de familia y están interconectados por personajes y alusiones que saltan de uno a otro, lo que no impide que se puedan leer perfectamente por separado.

En lo que respecta a Montes Universales, gentes universales, el autor, que inicia su viaje en el Matarranya para, tras recorrer en coche parte de la provincia, terminar caminando desde Libros a Ojos Negros, ha querido mostrar un Teruel mucho más vivo que aquel al que nos han acostumbrado los medios de comunicación.

Paralelamente, en este tercer volumen, Javier Arruga da una vuelta de tuerca a la literatura de viajes para adentrarse en el terreno de la autoficción sin renunciar al humor y a su permanente pasión por la literatura y la antropología, considerada esta como la interacción entre unos paisajes y unos paisanajes a los que, una vez más, se les concede voz propia.

Por último, y en palabras de este caminante que recorre senderos y rutas en busca de las huellas de otros, su personal trilogía aragonesa representa «mi contribución, mi manera de dotar de contenido a este país mío que es Aragón, un país en el que en cada balsa, en cada borda, en cada muela, percibía cómo el viento que arrastra los matojos me cantaba al oído la mejor descripción que se ha escrito de esta tierra que amo: Polvo, niebla, viento y sol».

Con esta otra novela, también desde Mira Editores, mantuvimos una conversación con este autor muy, muy entretenida y edificante: http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/mecomisucorazon.htm

montesuniversales7.JPGEste libro es el tercero de una trilogía que pasea sus huellas por tierras de un Aragón deshabitado, pero de un Aragón, a la vez, muy,muy intenso. Los otros títulos de esta Trilogía son: En el país de los cucutes. Un viaje a pie por los Monegros y Primavera en la Guarguera. Un viaje a pie por el Pirineo aniquilado.

Vamos a ver, si os parece de qué van estos dos libros, paseos por este Aragón tan intenso que nos reconcilian con nuestras raíces, las del polvo, el frío, el sol y las auroras escarchadas…las de las nieves, esas que siempre acaban revolviéndose en el barro o deshaciéndose…

Sobre el libro Primavera en la Guarguera. Un viaje a pie por el Pirineo aniquilado.

Este libro no habla del Pirineo más conocido, de ese Pirineo de los pasos a Francia, los pastos alpinos y la nieve, que pasó de ser tierra de contrabandistas y pastores al esquí sin apenas tiempo para asimilarlo.

Este libro no habla de los escarpados tres miles, los ibones o las grandes travesías pirenaicas de mar a mar.

Este libro no habla tampoco de ese Pirineo que, como París u otras muchas ciudades europeas, remata sus edificios con hermosos techos de pizarra.

Este libro quiere hablar de otro Pirineo, el de los somontanos, las redondeadas sierras exteriores, los cauces secos…, de ese Pirineo más árido e ingrato que corona sus bordas y yerberos con las primas pobres de la pizarra, las más modestas y humildes losetas de piedra.

Este libro quiere hablar también de algunos de sus habitantes, de unos hombres solteros, los tiones, que cuando no bajaban de pastores a la tierra baja, cruzaban a Francia unos meses al año para trabajar por la comida y traerse la maquinaria de un carrillón…, o de las mujeres, que quedaban a cargo de la casa, los niños y los mayores durante los largos meses de invierno.

Este libro quiere hablar del Sobrepuerto, la sierra de Guara y de las tierras a orillas del Guarga, la Guarguera, ese valle oculto que va de la falda del Monrepós hasta Boltaña surcado por la A1604.

Pero sobre todo, Primavera en la Guarguera habla de esos pueblos deshabitados que nos quieren recordar, con la tozudez de unas iglesias que no se acaban de caer, que sus ruinas son la última metáfora de una cultura, una lengua y un mundo perdidos para siempre…

Aunque por entre esas ruinas, el viajero, que en este libro, ¿se llama?, se ha encontrado con nuevos pobladores y ha charrado con ellos.
¡Hay señales de vida!

Sobre el libro En el país de los cucutes. Un viaje a pie por los Monegros.

En el país de los cucutes. Un viaje a pie por los Monegros... ¿Por los Monegros? Sí; ahora que ir a Venecia es ya una horterada, que en el Camino de Santiago dan el número como en las carnicerías..., o que se nos ha olvidado de qué pueblo eran nuestros abuelos, se impone, como siempre, hacer camino al andar, renovar el sentido del verso machadiano..., darle la vuelta a todo eso del viajar...

montesuniversales.jpgDecía también aquel intelectual de vuelta de todo (¿todo?, ¿no será mucho?) que el único viaje que le apetecía hacer era recorrer con un amigo las gasolineras de una carretera secundaria...

Y es en ese sentido y con ese espíritu, con el que surge la idea de caminar, acompañado de otros seres esteparios, por un paisaje (¿Parque Natural ya!), mil memorias históricas y un árbol genealógico.

Por todo ello, este viaje por los Monegros es, además de una puesta en valor (aunque eso lo dejaremos para los profesionales del turismo), un grito de socorro y una reivindicación. También una carta de amor.

Pero... ¡Mira! Acaba de pasar volando un cucute (tú puede que lo llames burbute... o abubilla)... Allí, por donde rueda aquella capitana... y nos pide que la sigamos... ¡se ha metido dentro del libro!

El autor, Javier Arruga:

Javier Arruga (Perdiguera, Zaragoza, 1970) es profesor de Lengua y literatura, antropólogo y homo activens. Está casado, tiene dos hijos y actualmente, tras haber vivido en diferentes periodos en EE UU, Reino Unido, Francia, Japón, Madrid o Barcelona, donde ha desarrollado diversas ocupaciones, reside de nuevo (heureux qui comme Ulysse), entre Zaragoza y Perdiguera. 

Además de los títulos que componen la Trilogía Aragonesa: En el país de los cucutes. Un viaje a pie por los Monegros (Mira Editores, 2010), Primavera en la Guarguera. Un viaje a pie por el Pirineo aniquilado (Premio Félix de Azara de la Diputación Provincial de Huesca, 2012, Mira Editores, 2012) y Montes Universales, gentes universales. Un viaje a pie por Teruel resiste (Mira Editores, 2018), ha publicado De la montaña y el amor (Premio Desnivel de Literatura de Montaña, Viajes y Aventura, Desnivel Ediciones, 2012) y Me comí su corazón. Crónica sentimental del maquis (Mira Editores, 2017). También es autor de otros libros pendientes de ser editados: Turno de tarde; Help. Diario poliédrico, evanescente y ventrílocuo de un profesor (de) Español en los USA y La balada de Nuevo México.

 

 

Cazarabet conversa con Javier Arruga:

montesuniversales.jpgJavier, ¿cómo estás? Nos volvemos a encontrar en el Cazarabet conversa con después de haber estado contigo y con la novela Me comí su corazón….

-Sí, sigo dando guerra. Esta vez una guerra que recuerda a esas fotos de la revolución de los  claveles, porque vengo con un viaje a pie que, aunque no inocente, realicé cuando florecían los ababoles por las alturas de los Montes Universales.

-Ahora nos ofreces un paseo por la zona de los Montes Universales, ¿qué fue lo que te llevó allí y no a cualquier otro lugar de Aragón, de Teruel provincia…?

-Tras escribir En el país de los cucutes… o tal vez durante, ya hace mucho tiempo y estos detalles se olvidan, concebí la idea de una trilogía. Seguramente me contagié porque en ese momento todo eran trilogías a mi alrededor, desde Crepúsculo hasta Millenium. Entonces pensé en elegir una zona de cada provincia que, por tener una especial personalidad, me sirviera de metáfora para el conjunto. Los nombres también influyeron, por supuesto, sobre todo en el  caso del libro sobre Huesca y la Guarguera, que titulé Primavera en la Guarguera. En el caso de los Montes Universales, fue la magia de esas dos palabras, tan maravillosas combinadas, que me parece mentira que existan. Pero he de explicar que si bien el viaje a pie atraviesa los Montes Universales, pues camino de Libros a Ojos Negros, en el libro incluyo un viaje en coche desde el Matarranya, que es donde empiezo, hasta Libros pasando por el Maestrazgo y otros lugares. Este doble viaje me ha permitido cubrir más territorio.

-Qué pretendes con este libro que va “de paseo” por los Montes Universales, pero que camina, poco a poco, por los sentires, haceres y quehaceres de sus gentes?

-Mira, yo creo que en la vida no hacemos nada por un solo motivo, pero si tuviera que elegir uno para explicar por qué escribí Montes Universales gentes universales, te diré que, como todo lo que escribo, lo hice para dar rienda suelta a mi voz. Esta motivación se la debo a una colega escritora de Mira, Teresa Sopeña, quien me animó a expresar mi propia voz, a expresarme con mi propia voz. Y eso es lo que he hecho. También, por convicción, porque me parece una urgencia literaria describir el paisaje de Teruel, que es fascinante y rocosamente poderoso como pocos. Y de las gentes…

-Las gentes son el activo, el principal,  de todo territorio…y aquí hay “punto y aparte”…porque en esta trilogía tuyo sin las gentes tus libros, éstos de paseos y conversaciones versus encuentros, no serían nada o casi nada…no tendrían ese latido especial…¿qué nos puedes explicar?

-Tienes razón. Fíjate que en Montes Universales gentes universales, rindo homenaje a la palabra escrita y en concreto a los libros…. el viaje, ya te he dicho, va, no por casualidad, de Libros a Ojos Negros; pero, sin dejar de venerarla, la palabra escrita, impresa, soy un amante de la oralidad, de algunas oralidades. Tal vez porque me fascina la idea del etnólogo que graba las conversaciones y los sonidos al estilo Alan Lomax. Además, lo he contado muchas veces, desde joven, gracias a un póster de la Federación de Montaña,  aprendí que las montañas no estaban solas, que había que conocer a sus gentes. Por eso creo que deben ser parte consustancial del paisaje… y porque, además, creo que, modestamente, se me da bien captar esos diálogos.

-Bien, ¿qué te has encontrado de “diferente” y “diferencial”  en la zona de los “Montes Universales”?

-Pues precisamente lo que quiero contar con el título y que, créeme, no era parte de un programa, es que los hombres y mujeres somos universales y únicos como especie. Aunque, no te negaré que, en los Montes Universales, ese rasgo de gente de última frontera está particularmente acusado.

montesuniversales4.JPG-Hay una documentación previa al viaje, imagino una planificación del mismo, ¿no?; ¿cómo te lo haces y lo vas trabajando?

-Pues la planificación y documentación no son tanto anteriores como posteriores. Yo tengo intuiciones y me gusta no adulterarlas mucho, pero, como sabes, los libros, y no menos los de viajes, desde luego, necesitan mucha cocina, y esa cocina se consigue con documentación. También hay que decir que mucha información mata lo que de personal puede tener un texto, así que hay que andarse con cuidado. Pero sí, el esquema es una idea de partida, luego tomar muchas notas, y después, tras documentarte no poco, darle forma literaria a todas esas anotaciones.

-Después, allí en la marcha y sobre la marcha, ¿cómo lo sientes?, ¿cómo lo vives?, me da que como los viajes son bastante de hacer frente a imprevistos…hay que saber y aprender a improvisar, ¿no?; ¿cómo te acomodas a ello?

-En el viaje, más allá de una hoja de ruta, que no es algo imperativo o inamovible además, lo fundamental es caminar y pensar, que son dos enormes placeres para mí y que, en combinación, me resultan casi imprescindibles.  Por eso, por ese disfrute, estoy muy creativo y perceptivo, por lo que mi cerebro es una máquina de generar ideas que transcribo en cuanto puedo. Lo demás, intendencia incluida, créeme, es accesorio, irrelevante en comparación.

-Cada “viaje”, ¿te cambia como persona? ;  ¿qué cambios observaste y qué cambias te han hecho notar las personas que te conocen y que pueden contrastar al Javier que se va y al que vuelve?

-No lo sé. Deberías preguntárselo a otros; aunque ayer, una grafóloga, viendo mi firma, me dijo que me ocultaba. Es curioso, de todas maneras, que yo me he hecho esa pregunta al terminar la trilogía. Y la respuesta, una respuesta, pues también hay muchas, es  que los lectores que me conocen me ven en cada pasaje. De eso sí que te puedo decir que me han hablado más que de los cambios o evolución que he podido sufrir. Y personalmente, por serte sincero, el único cambio sustancial que he notado en mi vida, fue cuando murió mi madre y ahora, que me he relajado un poco, seguramente porque me he hecho ya mayor.

-Pero todos los viajes tienes como unas pretensiones, como unas casillas donde ir poniendo crucecitas, como algunas cosas que hacer, sí o sí, ¿verdad?, ¿cómo y de qué manera?

-Hombre. Tenía muchas ganas de terminar la trilogía, así, en conjunto. Luego, pues surgieron los maquis, las masadas, las pinturas rupestres, la piedra seca… inventariar todo eso si que era como una lista de tareas, una lista de tareas que enmarco en lo que es una especie de levantamiento de acta de la desaparición de un modo de vida tradicional…. No quiero hablar del fin del mundo rural, pero hay una parte, un algo, que siempre está muriendo.

-Es este un libro de viajes, ¿cómo te sientes dentro de la literatura de viajes cuando por ejemplo lo compaginas con la narrativa, la novela de ficción que mira, por ejemplo, a hechos históricos…?

-Lo que siento es pena porque se considere un  género menor, cuando el libro de viajes, el dietario, es la esencia de la literatura, mucho más que la narrativa o la ficción, a mi entender.  O por lo menos, a mí, se me ajusta como un guante, y si no fuera porque hay que “probar” que sabes hacer otra cosa, no saldría de ahí, de los dietarios. De verdad, me gusta más escribir sobre un viaje y lo que suscita en la mente, que el viaje en sí, que ya es decir.

montesuniversales6.JPG-En los viajes debes de inspirarte para esas narraciones y novelas son como alimento para tus “neuronas creativas”, ¿verdad?, ¿qué nos puedes decir?

-Eso es lo que te comentaba antes. Yo creo que ese proceso sucede cuando por fin abandonas el móvil y los afanes diarios y dejas a tu mente como a un perro suelto por el parque. Es imposible describir las sinapsis que se forman. ¡Es maravilloso! Y te sientes tan vivo, por fin… viviendo esas sensaciones que conoces pero que mantienes estabuladas... y lo peor es que las mantienes amordazadas para que no te molesten, para que tu vidita no salte por los aires… bueno, eso es muy literario, siendo más sinceros, la verdad es que no salen a pasear porque están dormidas…. Bueno, ¡estamos dormidos!

-¿Todos los senderos guardan tantas historias como personas los pasean?...la labor de encontrar aquellas “más interesantes” tiene que ser muy trabajosa, ¿no?. ¿Puedes llegar a agobiarte un poco? O el propio viaje te impide cualquier agobio?

-Totalmente, totalmente. Muy bien visto. Creo que en un momento del libro lo expreso, eso precisamente, mi afán por encontrar unas historias determinadas, un tipo de personaje determinado. Sí, porque yo me fío de mi mismo y puedo llenar cuartillas  y cuartillas, pero totalmente de acuerdo, necesito a la gente, historias…  También te diré que si no las encuentro, voy en su busca o, siento decirlo, me las invento. Pero sí, no se percibe el estrés creativo, pero es muy intenso.

-Bueno, seguramente que ya estás metido en algún otro u otros proyectos, ¿cómo es; qué nos puedes contar?

-Ya sabes que un creador tiene más proyectos y sueños que tiempo y realidades. Sí, tengo varios muy diferentes, solo que, ahora, los tengo aparcado por razones familiares. Así que a ver si les puedo ir dando salida, porque me empiezo a agobiar…

-Por último, amigo, antes de que nos despidamos…¿cómo te lo haces para ir escribiendo lo que vas viviendo…cuando finalizas la jornada te vas poniendo al día y tomando notas, escribiendo alguna narración?, teniendo en cuenta que debes ir planificando la jornada que sigue….

-Procuro no dejar las cosas para el día siguiente, porque el grueso sí que se recuerda, pero los matices poéticos no; de modo que voy escribiendo a lo largo del día y, sobre todo, por la noche. Aunque claro, el trabajo de campo no es una oficina y hay un sinfín de imponderables, de manera que, en la reescritura, meses después, me veo obligado a recrear mucho, muchísimo.

-Javier, ya la última, ¿cómo es trabajar con Mira Editores?

-Lo primero es que, en una metáfora que se me ocurrió en una presentación, para un autor, encontrar una editorial que confíe en él, es como que a un náufrago lo vengan a rescatar. Y ya rescatado, pues te diré que es un placer, un placer muy profesional, pues, pese a los pocos medios y el escaso personal que se puede permitir por ser local y por estar el sector del libro  como está, todo el mundo hace muy bien su trabajo, desde Berta, al corrector, pasando por las de maquetación. Es un pequeño relojito artesano que produce algo tan hermoso como el tiempo, el libro, un invento que, curiosamente, es capaz de parar el tiempo.

 

_____________________________________________________________________

Cazarabet

c/ Santa Lucía, 53

44564 - Mas de las Matas (Teruel)

Tlfs. 978849970 - 686110069

http://www.cazarabet.com

libreria@cazarabet.com