Cazarabet conversa con... Dave Langlois, autor de “La prueba de fuego” (Tundra)
Un libro,
una novela sobre la naturaleza de editorial Tundra en el que, los protagonistas
son los fuegos e incendios, desde la creatividad de Dave
Langlois
El escritor
pone los puntos sobre las “íes” y lo hace desde la colección Novelas
de la Naturaleza…por supuesto utilizando el género de la novela.
Esta novela
forma parte de la trilogía de la que, ya, conocemos: La presa de hoy y La primavera del Soco.
Vamos a ver
de qué van estas dos otras novelas:
La presa
del día: Cuando destruyen con impunidad lo que más quieres, lo que tienes por
más bello en este mundo, cuando el desamparo llega a ser insoportable, tu
manera de ver la vida y la muerte puede cambiar dramáticamente. Pete Fled y su mujer están encantados con el nuevo trabajo de
aquel como guarda de una reserva de naturaleza. Pero pronto descubren que la
protección del medioambiente hoy en día puede suponer un choque brutal contra
turbios intereses dispuestos a herir, perjurar, incendiar, violar y matar. Al
final, con todo perdido, Pete decide enfrentarse a ellos con sus propias armas.
La
primavera del Soco: Antaño, uno de los elementos básicos de nuestra cultura era
una apreciación fina de los cantos de las aves. Hoy no. Todo lo contrario.
Soco, una chica de 17 años que vive en una gran ciudad, descubre que su afición
presenta más problemas para su familia que las monomanías de sus siete hermanos
(fútbol, Ironman, tenis, piano, poesía, idiomas y
droga). Por culpa de ello, pasa un tiempo viviendo en la calle y buscándose la
vida de una manera sumamente heterodoxa y escabrosa, hasta encontrar por fin un
alma gemela en el sitio menos esperado. Se enfrenta también a un dilema final.
Tiene que elegir entre estudiar, con mucho esfuerzo y poco lucro, la belleza
del mundo que más le fascina, los cantos de las aves, o explotar, con poco
esfuerzo y mucho lucro, la belleza del mundo que menos le interesa: la suya
propia.
La sinopsis
del libro sobre el que nos fijamos hoy, La prueba del fuego : En opinión
de Carlos, guía ornitológico en la Cornisa Cantábrica, los incendios que asolan
su zona cada dos por tres con casi total impunidad, son el terrorismo más vil
de hoy en día. Desastrosos, subestimados, consentidos… ¿Quiénes son los
culpables? ¿Cuáles son sus motivos? ¿Cómo justifican sus atentados ante sí
mismos? ¿Es gente normal que ves por la calle cada día, sin sospecharlo?
Y,
sobre todo, ¿qué haces cuando un incendiario te toca aún más de cerca que un
vecino cualquiera, mucho más de cerca?
El autor, Dave Langlois: Autor, traductor,
ciclista y escuchador/observador de aves, a veces todo a la vez para ahorrar
tiempo, Dave Langlois, con
su musa y correctora Bego, vive nueve meses en La
Vera (Extremadura) y tres en Asturias, escribiendo, pedaleando y
escuchando/observando a tope en los dos sitios. También, más tristemente, ha
vivido diez años en Madrid. Su novela La presa de hoy (Tundra Ediciones, 2016),
una tragedia, estaba ambientada más o menos en La Vera; esta otra, una parodia,
en la Gran Ciudad; y la próxima, de categoría por determinar, en la Cordillera
Cantábrica. Su propósito, con esta trilogía, es ensalzar la belleza natural
ante la que tantos viven de espaldas hoy en día, pues cree que esto explica los
muchos despropósitos medioambientales de la sociedad contemporánea.
Cazarabet
ya ha conversado anteriormente con Dave sobre los dos
libros de los que os hablábamos anteriormente:
http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/davelanglois.htm
Cazarabet conversa con Dave
Langlois:
-Amigo, ¿qué te ha llevado a escribir esta novela
en el que pones la mirada sobre el problema de los incendios y del fuego?
-Sobre todo la experiencia en nuestras
propias carnes de ver cada año en Asturias (veraneamos en Arriondas)
los terribles estragos de los incendios provocados, la inmunidad de los
autores, el consentimiento de los vecinos, el beneplácito de nuestros gobernantes…
Dicen en Asturias que si se dan “los tres 30s” (30 grados, viento sur de más de
30k por hora, humedad de menos de 30%), incendio seguro. Es un decir pero casi
es así. Además, muchos de los incendios en la Cornisa Cantábrica ocurren en
plena época de cría. Así que se puede decir que hacen aún más daño que los
incendios en los sitios más mediterráneos del país, donde los incendios suelen
ocurrir más tarde en el año.
-Pero ¿“son un problema por sí solos” o algo más
que intencionado y premeditado? o claro, inevitablemente son las dos cosas
porque si es intencionado y premeditado no deja de ser un problema…
Las cifras son claras. Un 85% de los incendios en
la Cornisa Cantábrica son provocados y de esos 68% son por regeneración de
pasto. Estas cifras vienen de Seprona, de la fiscalía
especial de Medio Ambiente y, sobre todo, de las Brigadas de Investigación de
Incendios Forestales (BRIPAS). ¿Ha sido por eso que BRIPAS ha sido
desautorizado? Antes dependía de la fiscalía y como agente de la autoridad
tenía competencia para investigar sospechosos por su
cuenta. Ahora depende de los políticos y solamente puede actuar bajo su
mandato. ¿Quién no quiere que estas cifras tan claras salgan a la luz?
-¿Qué
pretendías, amigo, con este libro?
-Como con mis tres libros, La Presa de
Hoy, La Primavera de Soco y esta última, La Prueba de Fuego, quiero resaltar la
belleza e importancia de la naturaleza de España, las amenazas que la acechan y
la importancia de divulgar y protegerla. En la Prueba de Fuego en particular,
quiero poner el foco en los efectos devastadores del terrorismo de fuego sobre
la naturaleza y las personas.
-Y ¿a
quién crees que va como destinado? ¿A quién crees que puede gustar más este
libro?
-Cualquier persona que tenga un interés
coherente en la naturaleza y la belleza del mundo natural que nos rodea. No
tienen que ser naturalistas expertos, desde luego. También a quienes les guste
una trama intrigante y un desarrollo de los personajes que hace que te
identifiques con ellos y pienses sobre los dilemas que impone esta terrible
lacra de los incendios forestales.
-Este
libro tomando el pulso al personaje, ¿habla sobre todo de “la culpa” o de “cómo
camuflar las motivaciones” que lleva a que ardan y ardan montes?
Creo que el interés particular de la
trama de esta novela es que el culpable le toca mucho más de cerca al
protagonista de lo que jamás hubiera pensado. Le pone en un dilema terrible. Es
una novela; tiene sus propias reglas de narración, etc. Esto significa que he
tenido que meterme en la piel de un terrorista, hacer que sea un personaje
creíble y no un títere de la historia o una caricatura de la maldad. Todo un
reto de la narración que me ha desafiado como nunca.
-¿Los
incendios y los fuegos, son un negocio?, ¿para quién?... ¿de alguna manera
“somos cómplices todos”: por acción, omisión, callar ante las evidencias, dejar
hacer…?
-Una novela como esta no es un
reportaje. Retratar el negocio del fuego supondría una tarea periodística de
mucha tela. No es su cometido. Una novela tiene otras maneras de enfocar el
problema según las reglas de la ficción, sin pretender lograr un documento
forense que diagnostique la situación para siempre. La “verdad” sale poco a
poco de los diálogos y los sucesos. Eso sí, lo consentidos que son los
incendios es un tema importante de la historia. Creo que esto sí es el cometido
de la ficción, es decir, inventar una situación plausible (en términos
narrativos) que haga pensar sobre la situación de una manera nueva. Hay que
denunciar con intriga, sorpresa y despiste.
-¿Qué papel juega aquí la hipocresía del ser humano
y esto que se dice tanto: “ande yo caliente…”?
-Pues sí, o como se dice en inglés “áter off a duck’s back”.
En francés: “Après moi le déluge”. Hipocresía, comodidad, conformismo, miedo, incoherencia,
insinceridad… son todas cualidades contra las que lucha esta novela utilizando
las reglas de la literatura.
-Si te parece, amigo Dave,
me gustaría tomarte el pulso en otras cosas como escritor que, a la vez,
divulga, amigo, ¿Qué es para ti la narración? y ¿ cómo definirías estos
ejercicios narrativos, como las novelas que escribes?
Para mí la narración es una manera
ordenada de analizar el caos que nos rodea, para cristalizar un sentido que
anda difuminado en la realidad. Como decía el autor John Barth:
“La realidad es un lugar agradable de visitar, pero a nadie le gustaría vivir
en ella.” Con esto, entiendo, ha querido decir que la ficción tiene que buscar
otras reglas para describir y explicar nuestro mundo. Para mí, una de las
peores noticias al principio de una película es esto de “Basada en una historia
real”. Mal comienzo. ¡Coño! ¡La realidad
está mal escrita! Yo diría incluso que “historia real” es un oxímoron. Si es
una historia, con su propia lógica narrativa, no es real; si es real, no es una
historia; es una secuencia de eventos sin interés literario. Una historia como
la que narro podría pasar; por suerte, nunca ha pasado que yo sepa… Las cosas
que pasan de verdad, para los periódicos.
-En tus creaciones ¿qué papel quieres
darles a los personajes…? ¸ ¿prioritario frente a la trama y al
escenario?, aunque creo que los escenarios los dominas porque los conoces y las
tramas las vives, ¿no?, además aquí diría que todo gira en torno al fuego y a
sus tramas…
El papel que quiero dar a los personajes
es el de vivir con luz propia. Hay que darles rienda suelta. Te tienen que
sorprender, retar tus intentos de retratarlos. Si no, son marionetas de la
trama. El escenario es importante pero no primordial, digo yo, como era para
Hardy, por ejemplo. Los personajes y la trama tienen que influirse mutuamente,
crecer juntos. Esto puede pasar solamente con personajes libres, que
desarrollan durante la historia. En esta historia todos los personajes se
desarrollan pero sobre todo el niño autista Felipe con síndrome de sabio, y más
que desarrollo propio es un efecto de que los otros dejen de subestimarlo. Y,
curiosamente, la persona que ve su potencial es la más indicada, a priori.
Personas autistas como Greta Thunberg, Chris Packham, han dicho que su condición les ha ayudado a
descartar todas las mentiras y sacar lo esencial de una situación, y este tema
me interesa mucho. Una parte intrínseca tanto de los personajes como de la
trama, por supuesto, es el dialogo. Tanto más de la trama que se pueda narrar por
el diálogo, evitando así el “narrador omnisciente”, cuanto mejor. Pero hay que
tener cuidado en no sobrecargar el diálogo con material narrativo del que los
personajes tenían que tener entendidos entre ellos sin hablar de ello en voz
alta. Es un acto de equilibrio.
-¿Te es, amigo, difícil
“tejer” a los personajes?
-Otra vez, tienes que darles vida
propia y luego ver como se interrelacionan por su propia cuenta. No puedes
esforzarles a actuar de una manera particular, el uno con otro. Si van actuando
con lógica dentro de la narrativa, el “tejido” se hace solo.
-El papel de la trama siempre es el
eje sobre el que gira todo lo demás---hasta la paciencia, satisfacciones e
insatisfacciones del escritor o escritora--, pero a veces la ósmosis entre
personajes y trama es tan fuerte que interaccionan de una manera que ya nos es
“como familiar”, ¿no?…
-Casi no se puede separar personajes y
trama, digo yo. Los personajes solamente viven dentro de la trama y la trama
coge su sentido por lo que hacen los personajes. Si tienes clara la historia
que quieres contar pero también dejas libertad para que los personajes lo vivan
de su propia manera, luego los personajes son creíbles (dentro de las reglas de
la narrativa) y la trama tiene su lógica. Es otro acto de equilibrio continuo.
-Finaliza, aquí la trilogía con La presa del
día y La primavera del Soco y esta nueva entrega La prueba
del fuego, ¿no?; ¿qué balance nos puedes hacer?
-Por ahora sí. La próxima obra va a
ser un libro de no ficción sobre los cantos de las aves. Con estas tres novelas
he querido explorar tres temas diferentes dentro de este afán general de hablar
de la conservación en España: la caza en la España profunda; la indiferencia en
la gran ciudad y ahora el incendiarismo en la Cornisa
Cantábrica. Obviamente hay muchos más asuntos importantes dentro de la panorama
de amenazas ahora asolando a la naturaleza española: electrocuciones en torres
de luz; muertos por aerogeneradores; pesticidas y herbicidas; desbroces y
tallas a destiempo (las madereras de Asturias tallan y sacan los eucaliptos en
plena época de cría), etc, pero no veo ahora un tema
novelístico. Quizás en el futuro.
-Te considero un “amante de la
naturaleza”, y “un activista” a tu manera y forma…un activista que ha tomado la
pluma y que a su manera denuncia y señala aquello que le resulta
incómodo---por decirlo de algún modo--, pero ¿lo ve la gente?, ¿entendemos lo
que leemos y lo que se nos quiere decir?... ¿ves tu trabajo y esfuerzo, al
menos, un poco compensados?
Buena pregunta. Quizás estamos “predicando a
los conversos” en el sentido de que la mayoría de gente que lee mis novelas ya
piensa más o menos igual que yo. Por eso pongo tanto énfasis en que las dos
novelas no cómicas funcionen como “thrillers” que enganchen al lector, para
intentar así llegar a un público más amplio e implicar a ellos en la lucha en
pro de la naturaleza. Pero esto no es nada fácil con toda la oferta de libros
que hay hoy en día.
-¿La gente es consciente de lo que
pasa y de lo que se le está haciendo al planeta, bosques, aguas,
animales…porque lo que sobra es información y todos hemos visto cosas
abominables, pero las reacciones son, siempre, tardías, lentas, nunca
suficientes?
-Pregunta a Greta… Lo que veo yo es
que el negocio sigue primando sobre el medioambiente, y para que esto cambie
hay que revolucionar por completo nuestro estilo de vida, poniendo el objetivo
no en el crecimiento económico sino en el bienestar social. Que yo sepa el
primer país que ha puesto esto como su lema es Nueva Zelanda. Bienestar social,
bien enfocado, es impensable sin un respeto por la naturaleza y un disfrute
responsable de todas sus bellezas. El negocio buscando ganancias rápidas es
antagonista a la naturaleza, siempre.
-Amigo Dave,
¿qué te supone a ti el proceso de documentación en cuanto que te pones a
escribir novelas?, ¿cómo ha sido en este caso…?
-Poco. Ya sabes…la realidad… No me
mola. Todos estos libros tan pesadamente documentados de espías y crimen
financiero y tal me aburren como una ostra. Pregunté a mi amigo Santi Villa de Spainbirds sobre la vida de un guía ornitológico, como es
el protagonista, y otros amigos Juan Fernández Elipe
y Paula Machín sobre la vida de una investigadora de limícolas en la tundra,
como es la protagonista. Y David Álvarez, también de Tundra, me ayudo con los
chanchullos de los gobiernos para favorecer a los incendiarios. Pero no sé nada
de niños autistas, por ejemplo. Preferí construir su vida a base de mis propias
experiencias, la imaginación y la intuición. Ya sabes, lo que pasa de verdad,
para los periódicos.
-¿Y cómo es, luego, el hecho de
ponerte a trabajar… cómo es la metodología de trabajo a la que recurres?
-Disciplinada. Hay que compaginarlo
con mi manera principal de ganar los garbanzos, la traducción, pero intento
dedicar las mejores horas de cada día, las primeras (menos en la primavera,
claro), a la tarea de mirar a la página en blanco y esperar a que los
personajes empiecen a dialogar y reaccionar entre ellos.
-Amigo Dave,
¿nos puedes dar alguna pista sobre lo que estás trabajando en la actualidad?
-Acabo de terminar, también para
Tundra, un libro sobre los cantos de las aves. Se llamará “Los Cantos de las
Aves. Un Orfeón Olvidado”. La primera parte trata de la importancia histórica
de los cantos en nuestra cultura y la poca importancia que se les da hoy en día (enlazando así con el
tema de La Primavera de Soco y la displicencia de la sociedad de hoy en día
hacia este milagro cotidiano que nos rodea durante 3 ó 4 meses de cada año). La
segunda parte del libro investiga por qué cantan las aves, por qué al amanecer,
por qué algunas especies por la noche, por qué han llegado a ser tan sumamente
complejos, por qué imitan, etc. La última parte, desarrollando algunos temas de
la segunda parte, es un Top Twenty de los que considero los veinte mejores cantores
de España. Es un intento de reavivar un sentido de admiración, fascinación y
embelesamiento por la increíble complejidad y belleza de los cantos, el origen
de toda nuestra música.
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