Raül González Devís analiza y
profundiza en cómo y de qué manera el PCE apostó por las armas…en este caso el
autor se fija, investigando, a la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón.
El libro, editado por Onada se
encuentra dentro de la colección Biblioteca de Barcella, sèrie minor 9.
La
sinopsis del libro: ste libro se sitúa en los terribles años cuarenta del siglo
XX y se adentra en la gestación y desarrollo de la resistencia armada antifranquista
impulsada por el Partido Comunista de España (PCE). Analiza su agrupación
insignia, la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón, y pone el foco en
aspectos poco analizados hasta ahora de su combate contra la dictadura. A lo
largo de sus seis capítulos se abordan los vaivenes de la política del PCE y su
relación con la Agrupación, los intentos comunistas de controlar las unidades
guerrilleras, su composición interna y se pone luz sobre las hiperbolizadas
tensiones entre comunistas y cenetistas.
Enmarcando
el fenómeno en el contexto internacional del momento, se analiza la práctica
política y operacional de la Agrupación, el esfuerzo propagandístico para
atraer a sectores populares y se desarrollan los factores que explican su
declive: junto con la represión, el insuficiente apoyo popular o las carencias
logísticas, sobresale el análisis de las fricciones internas de la Agrupación,
particularmente de las deserciones y de los ajusticiamientos.
La
obra, lejos de la simplificación o del carácter puramente descriptivo, pretende
comprender un fenómeno poliédrico (tan criminalizado como idealizado), así como
rescatar a sus protagonistas. Historias repletas de esperanzas, sacrificios y
dolor que se desarrollan en las cárceles, en el exilio y en la clandestinidad
de los campamentos guerrilleros. Vivencias dramáticas y llenas de penalidades
de unos hombres y mujeres que hicieron de la lucha contra la dictadura su
proyecto vital.
El autor, Raül González Devís: (Castelló de la Plana, 1981) és professor de
Geografia i Història i doctor per la Universitat Rovira i Virgili.
Especialitzat en la resistència armada antifranquista i en processos de
violència política, les seves línies de recerca l’han portat des de la
dictadura de Primo de Rivera al franquisme; també ha treballat sobre la
didàctica i l’ensenyament de la història, així com en estudis locals i
comarcals centrats en les comarques del nord del País Valencià. És autor del
llibre Tragèdies Silenciades. Repressió franquista i maquis en les comarques
del nord del País Valencià, així com de diferents articles i col·laboracions en
obres col·lectives.
http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/maquisimasovers.htm
http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/tragedies.htm
Cazarabet conversa con Raül González Devís:
-Raül ¿por qué le dedicas un libro a la Agrupación
Guerrillera de Levante y Aragón?
-Hace años que llevo investigando
diferentes aspectos de la resistencia armada antifranquista y, particularmente,
de la AGLA; y durante ese proceso de lecturas, búsqueda de documentación y de
fuentes, constaté que la proliferación bibliográfica que se produjo
especialmente desde el 2000 no ha cubierto ciertos “vacíos historiográficos”:
es decir, aún hay mucho que investigar y que aportar a lo que se ha publicado.
Y, en este sentido, mientras hay abundancia de libros que se dedican a enumerar
o describir hechos, acciones o personajes (con más o menos rigor) brilla la
ausencia de análisis más interpretativos, cualitativos, cuantitativos e incluso
comparativos de la AGLA. Esto, junto la ausencia de análisis pormenorizados
sobre el fundamental papel del PCE en la resistencia armada antifranquista, me
impelió a realizar una publicación en esa línea.
-Pero, quizás, tu investigación tiene un matiz de matices, te centras mucho
en las relaciones del PCE y el que los guerrilleros eran “brazo armado
del PCE” en España, ¿no?...esta relación está muy presente en el libro, ¿no?;
.Se veía esto, lo de estar desde aquí los guerrilleros pasando toda clase de
penurias, un poco discordante al permanecer toda la cúpula del PCE
en el exilio e imponiendo sus criterios…
-Así es. Creo que es la principal
aportación del libro: como se fraguó, se materializó, se desarrolló y acabó el
proyecto armado del PCE, con su agrupación “insignia”, la Agrupación Guerrillera
de Levante y Aragón. No solo se incorpora como se bailó al son de los vaivenes
de las diferentes tácticas del Partido ( también dependientes de las
directrices de Moscú, variables según el desarrollo de la Segunda Guerra
Mundial y el contexto internacional), sino que se analizan otros aspectos como
la creación, desarrollo y decadencia de la AGLA; se expone el intento de
controlar (y hegemonizar) las diferentes unidades guerrilleras, el discurso y
la propaganda utilizada o como se intentó revertir la debilidad guerrillera
fortaleciendo el papel del Partido (con más cuadros, reuniones, lecturas o
creando consejos de resistencia). Justamente, el progresivo aumento de la
distancia entre el discurso utilizado (en Mundo Obrero, en la REI, en manifiestos
o en otros órganos de propaganda) o las directrices dadas, y la situación
vivida por los guerrilleros aumentó las discordias, la desconfianza y el
alejamiento entre guerrilleros y dirección del Partido. No hay que perder de
vista que mientras los órganos del PCE aún derramaban una visión idílica de la
agrupación guerrillera, con “héroes” que golpeaban con fuerza un régimen
prácticamente en descomposición, los guerrilleros, sin casi capacidad
operativa, se dedicaban fundamentalmente a sobrevivir. El intento de crear
altas expectativas para fortalecer la moral propia acabaría pasando factura.
Por otra parte, las directrices (como la del llamado “cambio de táctica” de
1949) también resultaron poco comprensibles e incluso confusas: en un momento
en que los guerrilleros tenían graves problemas financieros, logísticos y
estaban atrozmente perseguidos por la Guardia Civil, se tenían que convertir en
instructores políticos e incluso en infiltrarse en las organizaciones
verticales del franquismo. Todo ello, junto con el abuso “ajusticiador”,
aumentó las deserciones y la desconfianza hacia unos dirigentes que no eran tan
infalibles como podía parecer.
-¿Ser
guerrillero en la España de Franco inexorablemente era “ser
comunista” o no tenía porqué…?-Pero sí que es verdad que quien dominaba al
movimiento guerrillero era el partido, ¿no?
-Aunque no se puede entender la
formalización de las agrupaciones guerrilleras sin el PCE, no todos los
guerrilleros eran militantes. De hecho, los militantes comunistas eran una
porción minoritaria en el total de la Agrupación, especialmente a partir de la
progresiva incorporación de “autóctonos”. Y aunque los fieles al Partido
controlaron el Estado Mayor y los sectores, a partir de 1948 también hubo jefes
de batallones y de compañías que no eran comunistas y que podían ser bien
valorados por su mayor capacidad de crear redes de apoyo en la zona o por su
mayor conocimiento del territorio (como Cinctorrà o Pepito de
Mosqueruela). Dicho esto, era el Partido (mediante el núcleo dirigente de Francia
o el Comité Regional de Levante) quién daba las directrices, implementaba las
tácticas, enviaba cuadros y armas o decidía la retirada y evacuación de los
últimos guerrilleros.
-¿Y cómo influía que la dirección del partido estuviese instalada en el
exilio fuera de España?-¿Se tomaban decisiones sin saber muy bien lo que pasaba
y cuál era la realidad social…?
-Uno de los primeros problemas que tuvo
que afrontar la reorganización del PCE después de la Guerra de España fue el
exilio y la dispersión de los dirigentes. Junto con la falta de planificación
previa y, sobre todo, las tremendas y duras condiciones de represión y
clandestinidad, constituyeron los obstáculos principales de la reorganización interna
de un Partido que, no olvidemos, superó los 300 mil militantes durante la
guerra. Y durante el desarrollo de la resistencia armada en el interior, el
exilio y la dispersión de dirigentes limitó la
comunicación e implicó la tardía y lenta recepción de órdenes y recursos
(humanos y materiales). Además, desde el exilio se realizaron análisis (también
a partir de informes de guerrilleros, jefes de unidades o enlaces como Ibañez,
generalmente fieles militantes) sobre la situación de las unidades y, con ello,
se implementaron nuevas órdenes. Posiblemente, algunas decisiones no fueron
exitosas por no realizar un análisis, más contrastado o riguroso, de la
situación que se vivía, por sobrevalorar el voluntarismo o la misma capacidad
de acción de un partido considerado como la receta para revertir la debilidad
militar y política de la Agrupación. Se cayó demasiado en una excesiva
autocomplacencia de Partido y se confió ciegamente en la infalibilidad de unos
dirigentes que eran objeto de culto. Por otra parte, y respecto a la dilatación
de la resistencia armada, tampoco hay que perder de vista que las dinámicas de
lucha armada son difíciles de romperse y no es nada fácil, por lo que ha
comportado y comporta, decidir el final de la opción armada. No era fácil asumir,
después de los sacrificios realizados, de las pérdidas humanas, de los recursos
materiales, que las agrupaciones pasaran a mejor vida; y tampoco convencer a
guerrilleros que habían dejado todo por la lucha armada política y que habían
visto como morían centenares de compañeros
-No es el primer libro sobre el maquis o los guerrilleros del AGLA ---ni
será el último, seguro..-- ,pero dinos, amigo, ¿qué
aporta este libro de diferente y diferencial a los estudios e investigaciones
sobre la guerrilla en el Levante y Aragón?.- Y al
movimiento guerrillero y antifranquista en general…
-Aporta, como he comentado antes, el
análisis detallado del papel del PCE en la resistencia armada contra Franco y
particularmente su imbricación con la Agrupación Guerrillera de Levante y
Aragón. Por otra parte, presenta una radiografía cualitativa y cuantitativa de
la AGLA con nuevas aportaciones a los estudios previos: hay gráficas,
estadísticas diversas o ciertas comparaciones que permiten elaborar nuevas
interpretaciones; también se desarrolla un análisis del liderazgo, de la
evolución numérica de guerrilleros, de las deficientes condiciones logísticas y
de armamento, de los perfiles guerrilleros, de la tipología de acciones, del
discurso y de la propaganda utilizados, de los intentos de controlar las
unidades guerrilleras por parte del PCE o de los factores (externos e internos,
como los ajusticiamientos) que fundamentan el declive de la agrupación, etc...
-Pero sí que lo encaras o retomas las investigaciones
de manera diferente, ¿no?, coméntanos….- ¿Cuáles eran tus prioridades y qué
querías, sí o sí, aportar?
-Sí, como investigador siempre planteo
que la futura publicación sea una aportación a los estudios y bibliografía
previa. Esa es la base del progreso del conocimiento histórico y lo que hace
que tu obra pueda ser una verdadera aportación. Y yo, como he comentado antes,
quería analizar pormenorizadamente el papel del PCE en la resistencia armada,
con sus luces y sombras; y su agrupación insignia, la AGLA. Todo ello
coincidiendo con el centenario de la fundación del Partido.
-Dispersos, clandestinos, emboscados, escondidos…pero todos con la
intención de derrocar a un régimen al que no pudieron
vencer…¿por qué?.- En parte, al “stablisment” de los
países europeos, de los Estados Unidos y otros ya les iba bien que España fuese
una dictadura con muchas necesidades y con una posición geoestratégica
fundamental a la que mejor ayudar, para manipularla mejor, con una dictadura
que no ayudando a restaurar la II República?;¿o también pesaba el miedo al
comunismo?
-A nivel diplomático, es obvio que las
potencias occidentales volvieron a dar la espalda a los demócratas y
republicanos españoles. El anticomunismo fue el nexo de unión entre las
potencias capitalistas y la dictadura de Franco, especialmente desde el 1947,
con el inicio de la Guerra Fría. Tampoco podemos perder de vista que los
ministros comunistas (a pesar de la fortaleza militante y del fundamental papel
jugado por los comunistas en la resistencia antifascista de la II Guerra Mundial)
fueron apartados de los gobiernos de Francia o Italia. Por otra parte, España
tampoco formaba parte de las prioridades externas de la URSS. El factor
internacional fue determinante, pero no podemos perder de vista otros factores
para entender la derrota: la intensa represión, el insuficiente apoyo popular,
las carencias logísticas o de armamento, los problemas de recluta, la
inestabilidad numérica y de liderazgo o las fricciones internas (con múltiples
deserciones y ajusticiamientos). Justamente, todo ello se desarrolla en el
último capítulo del libro.
-Entre otras cosas, me da que el mundo, Europa y España en particular
estaban cansados de tanta guerra….(Porque las guerras te pueden vencer por
muchos lados…el moral, el psicológico..)…las luchas no
se pueden ganar estando agotados…
-Sí, el cansancio es uno de los factores
que puede explicar la insuficiente implicación y apoyo de la población a la
lucha guerrillera: no solo para crear redes de colaboración con los
guerrilleros, sino también la misma incorporación a filas guerrilleras de
personas que podían reunir perfil político para ello (militantes,
represaliados, simpatizantes…). A nivel internacional puede que haya que
relativizarlo: no olvidemos la guerra en Grecia (donde hubo un conflicto civil
entre 1946 y 1949 que enfrentó a las fuerzas comunistas -destacados en la lucha
contra los nazis en la IIGM- contra las fuerzas monárquicas apoyadas por EEUU y
el Reino Unido) y el inicio de la Guerra Fría, con la carrera armamentística y
otros enfrentamientos indirectos de las principales potencias, como China,
Corea, etc..
-¿Tan
difícil es pasar de la guerra—bien de la de España o recordemos que muchos
venían de la II Guerra Mundial donde habían ayudado a derrocar al nazismo y al
fascismo en Europa--- a la clandestinidad?; .-¿Cómo
era “de difícil”?;¿Con que dificultades se encontraban?
-Era enormemente complicado: pasar de un
partido de masas, con más de 300 mil afiliados, a la clandestinidad franquista
no es asunto fácil. A las dificultades de la propia vida clandestina, derivadas
de la intensa represión y de la persecución, se añaden otras, como el exilio y
dispersión de dirigentes, la falta de planificación, la ausencia de
comunicación fluida o también que gran parte de los militantes que quedaron en
el interior tenían escasa experiencia. La clandestinidad implicaba asumir
estrictas condiciones de seguridad que dificultaban el contacto, la
comunicación y la labor política. Y las reiteradas desarticulaciones de núcleos
y de Comité Regional del Partido exigía constantes reorganizaciones que no eran
fáciles de realizar.
-¿Cómo se reorganiza todo, teniendo en cuenta que el PCE estaba en el
exilio?; ¿Qué discrepancias aparecen siempre y cuáles perduran durante los años
de lucha guerrillera, llegando a enconarse…?
-La reorganización interna era
bastamente costosa: mientras los dirigentes estaban en el exilio, los
militantes o simpatizantes habían muerto o estaban en el exilio, cárcel o, en
el mejor de los casos, escondidos en la clandestinidad. Por esto, la reorganización
partió fundamentalmente de campos de concentración (como el de Albatera) o
cárceles, donde se pudo concentrar una gran parte de la militancia;
particularmente, la cárcel de San Miguel de los Reyes tuvo una activa vida
política. El voluntarismo, el sacrificio y los riesgos marcaron los intentos
reorganizadores. Las dificultades se visualizan con las constantes
desarticulaciones de los núcleos del Partido, particularmente, el Comité
Regional. El contacto con el exilio, ya sea entre los comités o la propia
Agrupación guerrillera, se efectuaba mediante enlaces e incluso radio
Pirenaica. Por ello, la comunicación distó mucho de ser fluida o rápida.
-Además, es de suponer que las relaciones con los anarquistas y los grupos
de acción libertarios eran muy, muy tensas, ¿no?; ¿qué nos puedes comentar?
-Sobre ello, además de dedicar parte de
un capítulo a la oposición libertaria y a los grupos de acción libertarios, en
otro capítulo abordo como se integraron los (no pocos) cenetistas en la
Agrupación. Y respecto esto, intento matizar las clásicamente magnificadas
fricciones entre cenetistas y comunistas: las tensiones que se generaron no
siempre (ni de manera principal) tuvieron como origen las diferencias
ideológicas o de adscripción política. Aunque sí es cierto que gran parte de
cenetistas desertaron, ni fueron los únicos, ni fue exclusivamente por ser
objeto de especial persecución. Además, hubo cenetistas (como Chaval, Manco
de la Pesquera, etc..) que fueron guerrilleros
destacados. La base de las tensiones y de las fricciones internas derivaron más de la incomprensión de las órdenes, de la
desconfianza hacia el análisis y tácticas de la dirección, los enfrentamientos
personales o por ciertos liderazgos negativos.
-Háblanos un poco de la iniciativa del sargento Fabra…
-El sargento Carlos Fabra, como bien
explicó José Antonio Vidal Castaño en su tesis doctoral, fue un sargento
decisivo para abortar el golpe de estado en el batallón de Zapadores Minadores
del acuartelamiento de Paterna. Después de la guerra, se exilió a Francia,
donde tuvo que ocultarse por el sometimiento de los nazis: Después de
permanecer cautivo en Le Vernet, se afilió a Izquierda Republicana, el 14 de
abril de 1945 en Carcasona. Y, poco más tarde, elaboró un proyecto guerrillero
que consistía en la entrada de pequeños grupos armados, complementarios a los
núcleos ya existentes, en vistas a un deseado apoyo internacional y una
cobertura económica del Gobierno republicano del exilio. No obstante, aunque
realizó viajes al interior y sondeó el apoyo del gobierno republicano en el
exilio y de personalidades de Izquierda Republicana, el proyecto no cuajó.
-¿Qué perfil presentaban los primeros guerrilleros en sus primeros días y
cómo fue evolucionando este perfil?
-La Agrupación Guerrillera de Levante
fue el resultado de una triple confluencia: guerrilleros llegados del exilio
francés, muchos de ellos militantes del PCE y con experiencia en la resistencia
antinazi; hombres provenientes de la guerrilla urbana de València (también
comunistas) y personas provenientes de las comarcas donde se asentó la
agrupación y que eran izquierdistas represaliados o escapados de las cárceles
franquistas, algunos de los cuáles previamente organizados en partidas
guerrilleras. Aunque inicialmente los llegados de Francia y/o militantes
comunistas fueron una porción más destacada, progresivamente la creciente
incorporación de autóctonos hizo que tanto los “franceses”, como los comunistas
no fueran mayoritarios. Eso sí, tanto el Estado Mayor como las principales
unidades fueron liderados por hombres (comunistas) de la confianza del Partido;
eso sí, la proliferación de autóctonos y su importante papel a la hora de
articular redes de apoyo hizo que algunas unidades (batallones, compañías e
incluso sectores) pasaran a ser dirigidas por -¿Qué retrato tendríamos de los últimos
guerrilleros?-¿Entre ellos hubo sus más y sus menos, a veces más que serios… fruto
de la injerencia del PCE desde el exterior?
-Los últimos guerrilleros eran pocos,
muchos autóctonos, y se dedicaron prácticamente a sobrevivir en unas
condiciones penosas. Perseguidos, reprimidos, hambrientos y con cada vez menos
apoyo social. Y con relevantes conflictos internos, múltiples deserciones y con
no pocos ajusticiamientos. Una gran parte de estos se “fundamentaron en las
acusaciones de “provocación y desmoralización”, que solía ser el eufemismo para
referirse a las discrepancias (también desobediencias) con las directrices
marcadas, con los jefes guerrilleros, a la desconfianza hacia las órdenes del
Partido. No se supo gestionar bien la heterogeneidad interna, ni tampoco el
Partido supo hegemonizarse en las unidades guerrilleras. La propaganda, el
discurso consistente en que el Partido siempre tenía razón y en la
infalibilidad de los dirigentes, alejaría cada vez más, a muchos guerrilleros
del Partido, ya que ellos evidenciaban, en sus propias carnes, la distancia
entre la realidad y lo que se decía.
-El AGLA agrupa las acciones de Levante y Aragón, mucho territorio por
cubrir y por ir tomando el pulso a las autoridades…pero fueron de los
guerrilleros que sí que pusieron en jaque a la dictadura o al orden que esta
quería imponer…-¿La llegada del general Pizarro marca un antes y un después
para el AGLA?…
-Sí, fue un factor destacado. Justo
antes de su llegada, en la primavera de 1947 tuvo lugar la espiral operativa
más importante de la Agrupación, con numerosas y variadas acciones. La llegada
de general Pizarro a la 5ª zona de la Guardia Civil intensificó la represión
mediante la mayor dotación y coordinación de fuerzas y la aplicación de
procedimientos brutales, con el objeto de acabar con las partidas y de atajar
cualquier atisbo de colaboración social con ellas. Fue a partir de finales de
1947 cuando la Agrupación (a pesar de crearse el sector 23) entraría en una
decadencia progresiva hasta su disolución.
-¿Por qué?; ¿Qué medidas se van tomando para mitigar
los latigazos guerrilleros?
-Hubo variadas y contundentes medidas:
la generalización de Ley de Fugas para justificar muertes premeditadas (a guerrilleros
y, fundamentalmente, supuestos colaboradores), evacuación de masías,
perfeccionamiento de los servicios de contrainformación (SIGC), contrapartidas (unidades de guardias de
paisano, que se hacían pasar por guerrilleros para obtener información y crear
confusión), detenciones (y muertes) masivas de masoveros, mayor coordinación de
unidades de la Benemérita, etc. … Todo ello,
incentivado con el sistema de sanciones y de premios dentro del cuerpo de la
Guardia Civil al efecto de aumentar la intensidad y la brutalidad de la
contrainsurgencia.
-¿Nos puedes hablar del papel de las mujeres dentro del AGLA?
-La mujeres tuvieron un papel destacado
a la hora de tejer redes de colaboración ejercer de enlaces, de correos o otras
labores de ayuda a las partidas. Fueron un sostén fundamental en el apoyo y
colaboración de las partidas. Y dentro de la agrupación hubo seis mujeres que
estuvieron en campamentos guerrilleros, básicamente para huir de las arpas de
la Guardia Civil por ser enlaces y colaboradoras. En su estancia en campamentos
no llegaron a actuar como plenos guerrilleros, ya que ciertas funciones
(operativas, guardias, etc.) no las asumieron. Aunque se politizaron y
participaron de charlas políticas, se dedicaron básicamente a labores
domésticas.
-Raül, ¿cómo ha sido, en este caso, el proceso de investigación,
de búsqueda, cotejar datos …todo lo que te lleva a
tener una documentación, firme y minuciosa, con la poder llevar a cabo un
trabajo como el presente?
-Es un proceso de años de lecturas, de
análisis de estudios previos, de búsqueda y consulta de archivos, de fuentes
orales y entrevistas, de análisis y contraste de la información, de viajes, de
horas de encierro en el despacho leyendo, escribiendo, analizando. Visitas al
Archivo del PCE, al militar de València, de Zaragoza, al Archivo General e
Histórico de la Defensa de Madrid, al Archivo de la Guardia Civil, a varios
archivos provinciales (básicamente el de Castelló y el de Teruel), solicitudes
virtuales, etc…. En todo caso, es un esfuerzo que, independientemente de la
acogida del libro, se ve recompensado por el mismo aprendizaje del proceso.
-¿Sigues una metodología marcada y/o trabajas sobre un guión de temas a
tratar o preguntas a las que debes buscar respuesta?
-En todos los libros que he publicado
siempre he partido de ideas bastante claras respecto lo que quería y planeaba
realizar; al mismo tiempo, en cualquier investigación, siempre van saliendo
hilos para hilvanar con los que puedes empezar un nuevo proceso. En mi primer
libro (Tragèdies silenciades: repressió franquista i maquis a les comarques
del nord del País Valencià) intenté dar a conocer microhistorias mediante
un proceso investigador bastante detectivesco para analizar las formas y los
métodos de la represión antiguerrillera con el objeto de cubrir cierto vacío
historiográfico, tanto por lo que respecta a la divulgación (rigurosa y
contrastada) de dichas microhistorias como por lo que respecta a las formas y
peculiaridades de la represión antiguerrillera; el segundo libro (Maquis i
masovers), publicado después de mi tesis doctoral, pretendía aproximarse al
fenómeno de la resistencia armada desde un análisis exhaustivo de los perfiles
guerrilleros y del papel de la sociedad civil en la lucha armada, objeto de
análisis bastante innovador en el territorio de la AGLA. Y sobre Guerrilleros y
comunistas, el enfoque y el ámbito del libro lo tenía bastante claro desde que
acabé Maquis i masovers ya que aún estaba por hacerse un enfoque desde
la perspectiva (compleja) del centenario Partido que impulsó y desarrolló la
resistencia armada, con sus luces y también sombras.
-Pues la verdad es que después de
publicar Guerrilleros y comunistas y completar la trilogía guerrillera (Tragèdies
silenciades, Maquis i masovers i Guerrilleros y comunistas), me he dado un
tiempo de descanso, de stand by a nivel investigador, también forzado
por la reciente paternidad y las obligaciones laborales. Por otra parte,
respecto la editorial, el libro ha sido publicado por Onada (y el Instituto de
Estudios turolenses), una editorial que ya publicó Maquis i masovers, y
de la que he valorado su predisposición, seriedad y rapidez.
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