Cazarabet conversa con... Juan Pablo Moreno,
autor de “Muerte en la entrega de premios” (NPQ)
Juan Pablo Moreno
se pone sublime en una novela negra que dice mucho de la condición humana… porque
nos lleva de la mano del misterio a una novela negra como tal.
Lo
que nos dice la editorial: sobre la conjunción del autor con la novela “vibrante novela sobre la
investigación del
fallecimiento de un galardonado al Premio Universo de Novela, cuyo
cuerpo cae desde el techo hasta el escenario
en plena gala. Una impactante muerte repleta de interrogantes y misterio que tratarán de resolver Leo
Grande, escritor y amigo del fallecido y Tina
Iraola, expolicía, detective y finalista del premio(….).En este sentido,
el autor reflexiona acerca de los aspectos más relevan-
tes de su obra así como de sus influencias: «Se trata de un novela
de detectives con un crimen en una habitación cerrada, pero también una
novela negra que sirve de sátira de las grandes
corporaciones mediáticas, en general,
y las grandes editoriales, en particular, especialmente
por lo que respecta a la forma en que se dan los premios literarios. Hay un
antecedente lejano, la novela El premio,
de la serie de Pepe Carvalho de Vázquez-Montalbán, pero han pasado 30 años desde entonces y todo es muy distinto.
Con respecto a novelas más recientes, creo que tanto los personajes
como los giros argumentales son muy poderosos»”
Lo que nos encontramos en el libro:
La novela, «está ambientada en la industria editorial actual,
con sus casi mil sellos editoriales, los más de 90.000
títulos publicados anualmente y la facilidad para editar que ofrece la auto publicación o la coedición. Interesará a las decenas de miles de personas que cada año se lanzan
a la aventura de publicar».
En este aspecto,
resalta también que «son también
elementos funda- mentales
en la novela: la posible “farsa” de los premios literarios, con- cedidos en base a los intereses
de los grandes medios de comunicación,
la influencia de los políticos, la discrepancia sobre cómo considerar la historia y la memoria,
así como la polarización en “dos Españas
enfrentadas”, tan de actualidad, como si no hubieran transcurrido más de ochenta años desde la Guerra y cuarenta desde
la transición».
En definitiva, una novela que, tal y como explica el autor, «toca diversos palos y puede gustar a muy variados lectores por sus elementos de suspense y el desarrollo de una gran historia de amor que finaliza de forma trágica». Asimismo, concluye que, «aunque ya existan ucronías
en las que el bando
republicano gana la Guerra Civil,
es susceptible de reavivar
ese debate aprovechando el entorno de crispación política
actual. Todo ello, unido a la
descripción de los usos de la industria editorial en España, aunque todo sea completamente imaginado, por supuesto, convierte a la novela en una experiencia lectora que gustará
a todo tipo de público,
posibilitando la posterior
boca a oreja e incrementado así su posible
recorrido comercial».
Muerte
en la entrega de premios. Un grito. El estruendo del vidrio al romperse. Una camarera
señala el techo del salón donde se celebra la entrega del Premio Universo de
Novela. Desde lo alto, el cuerpo del galardonado cae sin vida sobre el
escenario, ante la mirada atónita del jurado.
El autor:
Es un ejecutivo de empresas, actividad
que compagina con la escritura. Entre los años 2019 y 2023
publicó una trilogía de intriga ambientada en el mundo de las multinacionales
cuyos títulos forman el estribillo de la célebre canción de los Rolling Stones: No siempre puedes conseguir lo que quieres, Pero si
lo intentas algunas veces y, finalmente, Podrías encontrar lo que necesitas. La primera parte fue finalista
del premio Fernando
Lara en 2014. Su asistencia a la ceremonia de entrega en el Real Alcázar de Sevilla le sirvió de inspiración
para escribir un thriller al estilo de Agatha
Christie que estuviera ambientado en el sector editorial español
en general y en el de los premios literarios en particular. Esa novela es Muerte en la entrega de premios.
Cazarabet
conversa con Juan Pablo Moreno:
-Amigo Juan Pablo, ¿qué es lo que te
llama la atención de la novela de intriga, policíaca para dedicarte a este
género y brindarnos este título Muerte en la entrega de premio?
-Muerte en la
entrega de premios es mi cuarta novela publicada. Anteriormente publiqué una
trilogía de intriga ambientada en el mundo de las multinacionales. Su primera
entrega fue finalista del premio Fernando Lara de novela. Acudir a la ceremonia
de entrega me sirvió de inspiración para escribir esta última.
Soy aficionado a
muchos géneros literarios desde que era niño. La novela negra y el género de
detectives están entre ellos. Muerte en la entrega de premios será la primera
de muchas. La expolicía y detective Tina Iraola, su protagonista, se enfrentará
a muchos más casos en el futuro. Si en este revela la corrupción que pudiera
haber en un sector, el editorial, apenas usado en la ficción dentro de este
género, quizá porque no se muerde la mano que te da de comer, en las siguientes
revelará la suciedad que puede haber en otros muchos ámbitos. Donde hay
intereses económicos, empresariales o políticos hay grandes probabilidades de
que algo se corrompa.
-Ya
el título es toda una declaración de intenciones, ¿lo pretendías?
-Es un homenaje a
las novelas de Agatha Christie, Muerte en el Nilo, por ejemplo. Pero, además,
es un título que produce un impacto inmediato en el lector, llama la atención y
deja claro de qué va la novela sin destripar nada, porque la muerte que se menciona
en él sucede en el primer capítulo.
-Preséntanos,
¿qué es aquello, amigo, que se encontrará la lectora y el lector en Muerte en
la entrega de premios?
-Una novela de
intriga que cumple todos los requisitos que exige el lector de este género. Hay
un crimen en una habitación cerrada que la detective tiene que resolver, muchos
sospechosos con móviles múltiples, giros argumentales poderosos, de los que duelen,
escenas de acción y una resolución satisfactoria tras toda la tensión emocional
acumulada.
Pero también se
encontrará con una sátira de las prácticas más turbias del sector editorial
español en general y de los premios literarios en particular. El lector se
sorprenderá al descubrir cómo pudieran funcionar las empresas que les
proporcionan las historias que les hacen disfrutar.
-De
entrada, “un grito” que lo rompe y lo despierta todo como “a modo interruptor”,
¿verdad?
-Ese grito sucede
al final del primer capítulo, cuando la frase inicial de la novela, “No parecía
que esa entrega de premios fuera a ser diferente a las muchas otras a las que
había asistido anteriormente. No podía haber estado más equivocado”, se hace realidad.
En el primer capítulo se expone la situación de partida, la votación de un
premio literario que es en realidad una farsa.
-Y
a partir de ahí van entrando en acción la trama de tramas y los personajes,
¿no?
-Efectivamente,
la introducción de la novela se limita al primer capítulo, en el segundo ya
empieza el desarrollo. Se van incorporando nuevos elementos poco a poco tanto
de la intriga como de los arcos argumentales de los protagonistas: la detective
Tina Iraola y el escritor y amigo del fallecido Leo Grande.
-El
equilibrio que mantienes es fundamental, ¿no?; pero debe de costar en una
novela tan intensa y en la que debes de mantener la tensión, la atención y
demás, ¿no?
-El equilibrio en
una historia se consigue estructurándola bien. La estructura más simple es la
clásica de introducción, desarrollo y desenlace. En este caso utilizo una más
compleja, pero igualmente eficaz. Tras la introducción del primer capítulo se
produce una acción ascendente hasta el clímax o punto de inflexión, el momento
de mayor tensión de la historia. Luego viene una acción descendente que prepara
al lector para la resolución final, con nuevas sorpresas que hacen que el
lector se replantee todo lo que creía saber de lo que ha ocurrido.
-Y
como imagino en todas las comparecencias ante un premio se despliega un mundo
“semi oculto” de rivalidades, codicias, ambiciones, celos, intrigas….
-Como he dicho
antes, donde hay rivalidades personales, intereses económicos enormes y
objetivos empresariales y políticos es posible que surjan todo tipo de
corruptelas. No tiene por qué pasar en la vida real, o no debería, pero es
posible y en mi ficción sucede.
-Y eso que a mí me soplaron que los
premios, todos, en su gran mayoría se adjudicaban antes de comparecer, no sé si
me entiendes---risas---
-Supongo que no
todos, pero seguramente sí muchos. Tanto dados por instituciones públicas,
claramente politizados, como por corporaciones privadas. La tentación de
influir o incluso manipular el resultado siempre estará presente.
No estoy hablando
en exclusiva de premios literarios. Un ejemplo muy conocido en el mundo del
cine es el óscar a la mejor película de 1990 que ganó Shakespeare in Love, una
película entretenida pero muy inferior a otras nominadas como, por ejemplo,
Salvar al soldado Ryan. Lo interesante de este caso es que ese resultado se
logró tras una campaña de presiones, promesas y supongo que incluso amenazas
del productor Harvey Weinstein, tristemente famoso por múltiples casos de
abusos sexuales.
El premio
Universo de mi novela es uno de esos premios preasignados antes de la pantomima
de la votación. Con esta revelación tampoco destripo nada, se desvela no ya en
el primer capítulo, sino en la primera página de la novela.
-Todo
esto si lo mezclas bien ya tienes el caldo de cultivo para un crimen de
crímenes, ¿no?
-Los sospechosos
son colegas escritores de la víctima por celos y envidias, los que heredarían
el legado del fallecido, inmenso, la editorial misma para ocultar sus prácticas
corruptas, e incluso una organización con objetivos políticos oscuros que no está
dispuesta a seguir las reglas para conseguir sus objetivos.
A lo largo de su
investigación nuestra detective se encuentra con demasiados sospechosos con
móviles poderosos y descubre que, además, todos mienten. Esa complejidad hace
que tarde demasiado en establecer la relación entre ellos.
-Porque
todos los crímenes son como un conjuro de crímenes, ¿verdad?
-Efectivamente.
Se produce un crimen y, en la medida que la investigación avanza, los
criminales tienen que taparlo cometiendo otros crímenes. El primer crimen
conjura los siguientes.
-Tal
como ibas escribiendo la trama, ¿ibas metiendo más ingredientes como
“aderezadores” de la misma?
-Cuando empecé a
escribir la novela tenía clara la premisa de partida, la muerte por un aparente
suicidio del ganador del premio literario de novela más grande del mundo, más
que el Planeta incluso, el punto de inflexión emocional que se produciría transcurridos
dos tercios de la novela y cómo la protagonista resolvería el crimen y haría
que los culpables pagaran por lo que habían hecho.
Lo que no sabía
era quien sería el asesino entre los múltiples sospechosos que había elegido,
ni tampoco cómo se había producido el crimen, un asesinato en una habitación
cerrada.
Iba avanzando
hacia un punto en concreto muy definido, como en un mapa, pero este estaba
incompleto, en él no estaban representadas las dificultades con las que me iba
a encontrar. Los “aderezadores” de la trama fueron surgiendo sobre la marcha,
sorprendiéndome incluso a mí.
-Pesa
mucho la trama, pero en esta novela los personajes tienen una fuerza brutal,
¿no?
-Son fantásticos.
En esto también realizo un homenaje a los clásicos del género. Así como en las
novelas de Sherlock Holmes el narrador es el doctor Watson, o en las novelas de
Poirot suele serlo el teniente Hastings, en Muerte en la entrega de premios la
protagonista es Tina Iraola, expolicía, detective y escritora aficionada, que
acudió como finalista a la entrega de premios del título y presenció como el
ganador moría en un aparente suicidio. Tina no es una mera investigadora, tiene
todo un pasado que se va revelando paulatinamente y un arco argumental muy
fuerte. Se equivoca y paga por ello, pero se levanta del punto más bajo y
continúa con su lucha. Y luego está su coprotagonista, Leo Grande, escritor y
amigo del fallecido, que ejerce de Watson para Tina, narrando la investigación
según se va produciendo. Es Leo quien convence a Tina que su amigo no puede
haberse suicidado como todos los medios oficiales afirman con rotundidad.
Toda la historia
gira alrededor de ellos. La narración en primera persona limita al escritor en
la medida que solo puede usar aquello que su personaje conoce en cada momento,
pero también te permite hacer que el lector se sumerja en su interior para descubrir
lo que siente, sus alegrías y desdichas. No hay ningún medio que supere a la
literatura en ese aspecto.
-Son
como los que tiran de la trama como si arrastrase o tratasen de hacerlo de una
piedra, ¿no?
-La trama de esta
novela supera con creces las capacidades de los protagonistas. Demasiados
intereses, demasiada gente poderosa para que dos, digámoslo así, aficionados
puedan salir sin cicatrices del lío en que se han metido. Más que de una piedra
están tratando de tirar de una montaña.
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Cazarabet
Mas de las Matas
(Teruel)