Cazarabet conversa con... Roberto
Malo, autor de “La marea del despertar” (Prensas de la Universidad de Zaragoza)
Roberto Malo nos embriaga con una literatura
sutil desde un mundo que se sumerge en lo onírico.
El libro forma parte de la colección
de literatura de Prensas de la Universidad de Zaragoza.
Destaca la portada desde el trazo de
David Guirao.
Roberto Malo tiene cara y mirada
desde el adentro de travieso, de “u poco pillo” y de saber, siempre, lo que nos
hace falta…quizás ¿soñar y ser soñados?, acaso ¿fabricar sueños casi a medida
como un sastre, de manera artesanal hace trajes?
Se le nota como a pocos que es un
contador de cuentos sublime…
Y esta novela de Roberto Malo, nos
cuenta:
Jesús, un joven músico, descubre para su sorpresa que tiene
la facultad de ir al mundo de los sueños con las mismas ropas con las que se ha
acostado en la realidad. De semejante forma, pronto se dará cuenta de que si se
adormece en nuestro mundo con cualquier tipo de objeto irá con él al universo
onírico; e incluso puede traerse de vuelta algo del ensueño… Como la curiosidad
mató al gato, Jesús empezará a experimentar con los límites de su insólita
capacidad, viéndose envuelto en las situaciones más delirantes, peligrosas y
divertidas que se pudiera imaginar.
La marea del despertar
es una novela de fantasía y humor subyugantes, sembrada de imágenes fascinantes
y situaciones surrealistas, donde el lirismo de Roberto Malo brilla en todo su
esplendor
El autor, Roberto Malo:
Roberto Malo (Zaragoza, 1970) es
escritor y cuentacuentos. Ha publicado cerca de cincuenta libros. De relatos
(Malos sueños, La luz del diablo, La sonrisa del león, Los soñadores),
novelas (Maldita novela, Asesinato en el club nudista, El último concierto
de David Salas, El rayo rojo), cómics (Veo por ti, Los guionistas, Supermala, La revelación, Ventanas, El contador de
personas), de columnas (Malas firmas, Mala temporada, Malas ideas),
libros infantiles (Tanga y el gran leopardo, La madre del héroe, El príncipe
que cruzó allende los mares, Abaskhia, Leo Circus, Las fiestas del Pilar), entre otros muchos. Su
obra ha sido traducida al francés, portugués, polaco, catalán, gallego y
alemán.
Cazarabet conversa con Roberto Malo:
-Roberto, por favor explícanos el porqué de esta narración
onírica…
-El mundo de los sueños siempre me ha
fascinado, desde niño, así que estaba claro que en algún momento tendría que
escribir una novela onírica; "La marea del despertar" es el resultado
de esa fascinación.
-¿Cuántos minutos al despertador le has restado para darle
forma al compás que debía seguir o no el protagonista Jesús…?
-Jesús lleva muy bien el compás, ya
que es músico de jazz, y es el perfecto alter ego para vivir todo tipo de
aventuras en el mundo de Morfeo. El despertador, por cierto, es un gran
invento. Muchos minutos muy bien invertidos, sin duda.
-Entrar en mundo de los sueños es
algo que no pocas veces hemos querido hacer, ¿verdad?, aunque sea de manera
inconsciente… ¿viene de ahí tu idea?
-La idea de "La marea del
despertar" viene de un cuento mío anterior, titulado "La
fiesta", que aparecía en mi antología "La luz del diablo". Es un
cuento onírico en el que el protagonista va descalzo en el sueño, algo muy recurrente
en mis sueños. Un día, pensando en una explicación, me dio por reflexionar que
como en la cama estaba descalzo, tenía sentido que en sueños fuera igual. Y
rizando el rizo, pensé que sería muy divertido idear un personaje que fuera a
los sueños tal y como se encuentra en la cama. Si está en pijama, va en pijama;
si está desnudo, va desnudo. ¿Y si lleva una cámara de fotos a los sueños? Esta
idea peregrina me daba mucho juego. Así que "La marea del despertar"
surgió del relato "La fiesta", que es lo que yo denomino un cuento
germen, un cuento que origina otra historia. Tengo muchos así.
-Pero si además te vas con lo puesto
y te puedes llevar objetos y hasta traer… es ya como cerrar el círculo… Aunque
todo ese círculo siempre puede tener sus lugares frágiles, ¿verdad?
-Así es, el llevar y traer objetos
de los sueños es algo fantástico, casi mágico. Sin embargo, todo sueño tiene
también sus peligros. A veces, soñar es peligroso. Hay que ir con
cuidado.
-De todas formas, creo, todo lo que
tú nos has ido escribiendo, mostrando ha estado ligado de alguna manera desde
tu imaginación más desbordante en todos los libros que has ido escribiendo y es
que un escritor—por mucho que se diferencien sus obras—no deja de escribir,
nunca la misma obra…
-Todos los autores tenemos unos
temas, unas obsesiones, que seguramente -inconscientemente- se van repitiendo.
Los sueños, nunca lo he ocultado, es una temática que aparece en muchas de mis
historias. Por ejemplo, en mi primera novela, "Maldita novela", había
un personaje que escribía un diario de sueños.
-Creo que puedo incluir, aquí, a los libros
infantiles porque, normalmente todo artista…y a ti te veo como artista de las
palabras no deja de ser, siempre, un niño, ¿verdad? y es desde ahí que crece y
forma su imaginación…
-Los escritores seguimos siendo
niños. No dejamos de jugar, de imaginar, de soñar. Los creadores, en general,
no hemos dejado del todo el territorio de la infancia.
-Bueno siendo de Aragón no podías por menos que verte
sumergido en el mundo de las cavilaciones, de los sueños. De esta niebla o
viento de cierzo, según se mire lleno de bancos o rachas surrealistas y a ello
se ve “como sometido” nuestro amigo Jesús…
-El surrealismo es algo que
entendemos muy bien en Aragón. De hecho, tenemos grandes surrealistas ilustres
en esta tierra. No sé si será por el cierzo o por la niebla, pero así es.
-¿Crees que cuando nos sumergimos entre las sábanas a dormir
algunas veces lo hacemos con la intención de meternos en sueños determinados o
que caemos en ellos fruto de nuestras obsesiones?
-De joven era capaz de soñar con lo
que quería soñar. Con personas determinadas, con ciudades determinadas... El
poder de la sugestión es tremendo. Ahora ya, que tengo una edad, me dejo
sorprender, me dejo llevar. Me encanta soñar, en cualquier caso. Hay gente que
piensa que soñar es perder el tiempo, vivir menos. No opino igual. Soñar es
maravilloso. Y necesario para el cuerpo y la mente.
-¿Te ha sido difícil retratar a ese Jesús que viaja por sus
sueños casi queriéndolos dominar?; ¿por qué el ser humano quiere siempre
controlarlo todo...no nos damos cuenta que somos presos de esto?
-Quería que Jesús no se me pareciese
mucho, no identificarme demasiado con él. Sin embargo, sus actos y motivaciones
son muy humanos y comprensibles. Todos podemos caer sin darnos cuenta.
-Jesús, aquí puede que se encuentre
en la frágil línea de la libertad porque sí se puede llevar algo al sueño y se
lo puede traer, pero al mismo tiempo, o a mí me da la impresión, va entrando en
un bucle que lo coarta, ¿no?
-Se mete en una espiral peligrosa,
en la que cada vez la apuesta es más alta. El sueño puede convertirse en
pesadilla.
-Amigo Roberto, eres muy prolífico,
pero te has mostrado, a la vez, polifacético en tus historias y demás y en cómo
las muestras y demuestras, escribiéndolas…todo tiene como un sentido humanista
que luego se ve impregnado en las propias historias, ¿lo ves así también?
-Me gusta eso que comentas, que mis
obras tienen "como un sentido humanista". Me encantaría ser un
escritor humanista.
-¿Es
acertada si lo reflexionamos bien, lo de titularlo “la marea del despertar”
porque para despertarnos, como nos solemos acostumbrar a una hora
determinada... nuestro cuerpo lo hace a modo de mareas… a veces ésta sube y nos
coge como menos adormecidos y con los pies mojados, con más energía y a veces
con la marea baja... dormidos profundamente y casi jugando con la luna...?
-"La marea del despertar"
es un título que me gusta mucho. Suelo bromear diciendo: si el título es bueno,
la historia es buena. Y en esta novela creo que es el título acertado. La marea
a veces trae o se lleva cosas, según suba o baje, y aquí es lo que le sucede
literalmente al protagonista en su loca aventura.
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Cazarabet
Mas de las Matas
(Teruel)