Cazarabet conversa con...   Twiggy Hirota, Alfonso Domingo, Andrés Linares y Daniel Quiñones, coautores de la película colectiva sobre el 15M, “Dormíamos, despertamos”

 

 

 

 

 

 

 

 

Entrevista mirando al 15 M y a aquel mundo que estaba dormido y despertó…

Conversamos con el que, en aquella primavera, fuese director, guionista y realizador del documental Dormíamos, despertábamos, Alfonso Domingo y con otros participantes activos en el documental, siendo coautores: Twiggy Hirota, Daniel Quiñones y Andrés Linares.

 

 

 

 

 

 

Cazarabet conversa con Twiggy Hirota, Alfonso Domingo, Andrés Linares y Daniel Quiñones:

 

-Amigos, han pasado más de trece años desde aquel movimiento que en torno a la movilización que pretendió y en cierta manera consiguió cambiar algunas cosas haciéndose hizo oír plantando cara al poder tal como lo conocemos; mirándolo en perspectiva ¿cómo lo veis ahora? ¿¿qué se consiguió: sí o sí?

-Más bien poco se consiguió. Se agitaron conciencias, salieron nuevos políticos, pero en el fondo, los resultados, a mi modo de ver, son pobres. El sistema acabó engullendo un movimiento espontáneo, transversal y fresco. No hay que olvidar que la derecha ganó las siguientes elecciones.  

-¿Generó  este movimiento un efecto rebote de la masa social más retrograda que abraza  a las posiciones más ultraderechistas?, tardaron un poco, pero fue surgiendo este efecto..

-En efecto, así pasó. En la propia virtud del movimiento estaba, en el fondo, su condena. Estuvo bien mientras duró, podemos decir 

-Realizasteis en torno a la ilusión que nos despertó el 15M un documental, ¿qué supuso aquella experiencia? ¿Qué preguntas que no os hicisteis y que no trasladasteis al documental haríais ahora…?

-Bueno, fue un año de trabajo, que hizo que cuatro creadores trabajáramos juntos en él. Había diferentes miradas, perspectivas, pero todo teníamos la mayor disposición y las ganas de reflejar lo que estaba pasando. La pregunta, quizá, en ese momento, era intentar averiguar a dónde llevaba el 15-M, aparte de la legítima protesta ante un sistema injusto. Pero no intentábamos trasladar nuestras preocupaciones, sino reflejar la de las personas que estaban en ese empeño. 

-Muchos de estos jóvenes que hoy todavía lo tienen peor que muchos de los que, jóvenes o no, se manifestaban o acampaban en las plazas eran entonces unos chavales ¿creéis que se les ha transmitido bien la esencia del mensaje del 15M?, ¿o ni si quiera lo conocen?

-En este sistema, el capitalismo y las redes sociales lo fagocitan todo a una gran velocidad. El mensaje del 15M era simple, era un mensaje de cambio, sin banderas, de trasformación, de conciencia, de tomar las riendas, de responsabilidad, de aviso a la sociedad. Cada uno tiene una conclusión de qué es lo que pasó, por qué se difuminó.

-¿Nos podéis hablar “de esa esencia” del 15 M? Porque vosotros con la realización del documental la debisteis captar de manera diferente, por ejemplo, a la mía…

-No tiene mucho misterio, como te digo. Había que parar, reflexionar, discutir, consensuar, buscar alternativas, maneras nuevas de hacer las cosas, rechazo a lo que había y acción, actuación. Cambio de paradigmas vitales. 

-¿Se diluyó el 15M a medida que fue emergiendo desde las calles, las movilizaciones y las acampadas nuevas maneras de concebir y de hacer política…o lo diluyeron?

-Hubo un poco de todo. Acabó por acciones de fuera y, sobre todo, de dentro. Gente que aprovechó para emerger e incorporarse a la política. El tema del ego y el poder, siempre presente en el ser humano. Nada nuevo bajo el sol.

-¿Hasta qué punto el despertar con el 15 M alimentó a esas nuevas maneras de hacer política y más concretamente a Podemos que ha pasado, casi, como un espejismo..?

-Bueno, ahí yo tengo mi reflexión personal. Podemos me ha decepcionado, como lo ha hecho también Sumar. Jugar a la política es lo que tiene. Obtienes algunas cosas, pero pierdes más, y sobre todo, si tenías algún aire revolucionario, ansias de cambiar todo radicalmente, se quedó por el camino. Podemos ha acabado en una posición de casi irrelevancia, porque en el fondo, ha repetido los defectos de los marxistas programáticos. Y no hablemos luego del ego de sus dirigentes, la incapacidad de asumir errores. Penoso.

-Pero con la política hemos topado, ¿terminó aquí el despertar? Enlazo con lo anterior: a medida que la formación Podemos fue cogiendo aire y representación… los otros partidos, los de siempre, tomaron miedo de su crecimiento y empezaron noticias que han terminado en juicio y en nada…

-No sé muy bien a lo que te refieres con esa pregunta. Si dieron un poco de miedo al principio, pronto se disipó, al final eran lo mismo que otros de izquierda, o que otros de otros partidos. También hay que reseñar, y eso es cierto, que lo que se le ha hecho a Podemos es de juzgado de guardia. La presión contra ellos ha sido enorme, el acoso mediático de los medios de derechas, los jueces, otros partidos. Pero es lo que hay en la arena política, ese fango está, estará siempre ahí.

-Pero también, de alguna manera, quizás con la prepotencia que da la ingenuidad Podemos se fue inmolando, ¿cómo lo veis?, con sus personalismos y demás… venga, que no querían ser un partido piramidal y, de alguna manera, maquillado, terminó siéndolo, ¿no?

-Creo que lo he dicho más o menos antes. Cometieron muchos errores y fueron quedándose solos, apartando la cúpula a los que no pensaban como ellos, hubo intrigas, escisiones. Lo de siempre. 

-Y mientras la gente de las marchas, de las acampadas, de las mareas…fue desertando de la movilización y, también, quizás de una manera de retornar a mirar a los políticos de otra forma y manera, ¿es así?

-Más o menos

-Algunas veces la impotencia ante lo que ves en nuestros representantes me han hecho pensar que algunos, me refiero a Podemos, aparecieron como “marca blanca” de los partidos de siempre de la izquierda: PSOE, IU… --tal como se ha ideado con la derecha con Vox o ideó el capital Ibex con Ciudadanos---.

-Creo que el tema es complejo y aunque puede pensarse eso, yo creo que fueron otros los factores- Había hartazgo, desconexión de la gente, desconfianza en la política, y el 15M y los primeros momentos de las mareas, de las marchas, de las asambleas ciudadanas nos dieron un poco de esperanza. Pero la vida siempre pasa por encima.

-Nos apadrinaron en aquellas ilusiones de cambiar, de manera indignada y constructiva, Hessel, Sampedro. Pero ¿falló algo?, ¿qué?, porque hoy veo a una juventud y a los que estuvimos alrededor del 15M “adormilados” en cierta manera, cansados y entre esos muchos jóvenes es donde más ha encontrado la   ultraderecha con su particular caldo de cultivo…

-Tal vez son ciclos, tal vez en el fondo, nos merezcamos la extinción a la que parece que vamos abocados con el auge de la extrema derecha, las guerras, etc. Hay que tener mucha fe en el ser humano para pensar que esto va a acabar bien. Es un fracaso de la especie, y por supuesto, una falta de ideas y de propuesta de la izquierda, que ha comprado el capitalismo y ha abrazado la socialdemocracia. Y es que ni siquiera hay socialdemocracia, cada vez hay más neoliberalismo, individualismo feroz, el dios dinero, en fin…

-La crisis de la vivienda—imposible alquilar, hipotecarse, emanciparse…--, la de la sanidad—imposible que te atiendan con cierta dignidad y mientras ves más publicidad que nunca de aseguradoras y más profesionales que se van a la privada--, educación—increíble querer ser un país igual e igualitario cuando desde la base que es la educación ya unos van a una privada, concertada y otros a la pública--… No hemos avanzado nada, ¿no? y encima el miedo nos ha vuelto “como más individualistas”, ¿qué pensáis?

-Soy bastante pesimista. Siempre he sido partidario de lo comunal, de lo colectivo, de trabajar en comandita. Creo que lo peor es que se ha perdido el discurso de que otro mundo no competitivo es posible, que hay que compartir. Muy pocos renuncian a sus privilegios, al consumo. Te puedo asegurar que yo soy muy austero, que apenas gasto en ropa, en objetos inútiles. Pero hay que decrecer y la sociedad, en general, no está por la labor. Ni siquiera ante el abismo reaccionaremos. Tengo la sensación de que todo puede ser mucho peor, lo siento por los que vienen, por los jóvenes. Ellos tienen que reaccionar, muy pocos lo hacen. Y como digo, el pensamiento de las llamadas izquierdas, de las fuerzas progresistas, no ha evolucionado mucho, no hay alternativas. Se ha abandonado la educación, los valores de la comunidad. Que el universo nos pille confesados. Yo me refugio en mi creación, en mi memoria, en mi literatura. Es mi única manera, hoy, de enfrentar el mundo. Creer en el amor, la amistad, el humor y el arte. Poco más hay.  

 

 

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Cazarabet

Mas de las Matas (Teruel)

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