Cazarabet conversa con... José Miguel Viñas, autor de “Los cielos retratados. Viaje a través del tiempo y el clima en la pintura” (Crítica)  

 

 

 

 

 

 

 

 

Hablamos y conversamos de meteorología con….

José Miguel Viñas, autor del libro recién editado “Los cielos retratados: viaje a través del tiempo y del clima en la pintura” (Ares y Mares) de Crítica, así como autor de otros libros, director de divulgaciones, como las que encontramos en su web, https://www.divulgameteo.es/ ; además de colaborador en otros medios.

José Miguel Viñas, autor de Los cielos retratados sensacional libro, exquisito en su contenido y continente editado por crítica.

Otros de sus libros son: Conocer la Meteorología: Diccionario ilustrado del tiempo y el clima de Libros Singulares; El tiempo: todo lo que te gustaría saber sobre los fenómenos meteorológicos de Shackleton Discobery y Nuestro reto climático, todavía estamos a tiempo de saldar nuestra deuda con el mundo y construir un mundo mejor de Alfabeto.

La sinopsis del libro, Un paseo meteorológico a través de las pinturas de los cielos más representativas:

¿Por qué las nubes más abundantes en los cuadros son las típicas de algodón? ¿Han tenido alguna influencia las erupciones volcánicas en las pinturas de Turner, Van Gogh o Munch? ¿Qué secretos encierran los llamativos cielos velazqueños? ¿Cómo han pintado el viento los grandes maestros a lo largo de la historia? ¿Son las pinturas una fuente de información climática? La respuesta a estas y otras muchas cuestiones las encontrará en Los cielos retratados, un original y sugerente recorrido por la pintura universal, con la meteorología como hilo conductor.

El autor, José Miguel Viñas:

José Miguel Viñas es físico y trabaja como meteorólogo en Meteored. Tiene una larga trayectoria como divulgador de las ciencias atmosféricas en medios de comunicación y a través de sus libros, artículos, conferencias y su página web (www.divulgameteo.es). Desde hace veinte años, es colaborador de Radio Nacional, junto a Pepa Fernández, y, desde 2020, también es el hombre del tiempo de Agropopular, el programa de información agraria en COPE, dirigido por César Lumbreras. En televisión participa en programas como “La aventura del saber” y “Órbita Laika”, ambos en La 2 (TVE). Es uno de los socios fundadores de ACOMET (Asociación de Comunicadores de Meteorología).

 

 

 

 

Cazarabet conversa con José Miguel Viñas:

- José Miguel, ¿cuándo empezaste a sentir el gusanillo por saber lo que “se cocía” allí arriba y se servía aquí abajo?

-Mi interés por la Meteorología no fue muy precoz, aunque desde joven me sentí atraído por la Naturaleza y la ciencia, en particular la Astronomía. Fue ya durante mi etapa universitaria, a mitad de la carrera de Físicas, cuando empecé a interesarme por el medio atmosférico y vi en ello una posible salida profesional. Me enganchó desde el primer momento entender el comportamiento meteorológico.

- ¿Qué te ha llevado, ahora, a escribirnos este libro tan atractivo –Los cielos retratados– que se acerca a la meteorología con la observación de las nubes mediante la contemplación del arte pictórico?

-El libro resume algunos de los asuntos que he ido investigando en los últimos 15 años, que fue cuando comencé a mirar los cuadros con ojos de meteorólogo. Lo que empecé a descubrir fue fascinante, superando todas mis expectativas iniciales. La cosa no queda solo en una descripción detallada de las nubes que aparecen en multitud de pinturas; el tema da para mucho más, con interesantísimas conexiones también con el clima de otras épocas.

- ¿Según forma y aspecto de las nubes puede predecirse si hará viento, si lloverá, si las nieblas nos poblarán o si nos “atraparán” otros fenómenos…?

-La observación atenta de las nubes (tanto sus formas como su evolución) arroja muchas pistas sobre el tiempo venidero a escala local y a corto plazo. Esto es algo que conoce bien la gente del campo desde antaño. Muchos refranes meteorológicos están basados justamente en dichas circunstancias. Lo único que es insalvable son las predicciones meteorológicas a largo plazo, ni por métodos tradicionales, ni por el método científico.

- ¿Desde cuándo los cielos, con sus nubes, son los protagonistas, además de para los que las interpretan junto a otros factores para predecir el tiempo, para además captar la atención de pintores y fotógrafos?

-El cielo y todo lo que acontece en él –tanto de día como de noche– interesa a los seres humanos desde nuestros orígenes. Ha sido uno de los grandes impulsores de nuestra propia evolución como especie. Desde la prehistoria, los artistas han puesto en él su foco de atención. Antes de que los paisajes tuvieran relevancia en la pintura, se empezó a pintar los cielos en las representaciones de temática religiosa, donde los artistas pronto dieron muestra de su buen hacer. A partir del siglo XV los cielos retratados comienzan a cobrar relevancia en los frescos, tablas y lienzos. A partir del siglo XIX, con la llegada de la fotografía no faltan tampoco los fotógrafos que apuntan sus cámaras hacia el cielo y las llamativas nubes.

- Desde hace unos años, creo, que hay un salto cuantitativo y cualitativo en fijarse en el cielo, fotografiarlo, mostrarlo y sobre todo compartirlo –porque está la facilidad de hacerlo– con las redes sociales, ¿verdad? Algo de bueno deben tener éstas, ¿no?

-Los móviles con cámara son en gran parte responsables de que ahora haya tantas fotografías circulando, compartidas con muchas personas de forma inmediata gracias a las redes sociales, tal y como apuntas. La tecnología es lo que ha propiciado ese salto.

-¿Cuándo podemos decir, con certeza, que hubo un momento y a partir del cual los pintores se fijan más en la importancia de retratar, pintando, a los cielos con todas sus consecuencias?

-Ciñéndonos a la pintura europea, en el siglo XIV pintores como Giotto contribuyeron a ello, si bien fue a lo largo del XV gracias a otros artistas, como Giorgione o Patinir, quienes elevaron a categoría pictóricas los paisajes, cielos incluidos.

-¿Por qué los pintores pretendían incorporar a las nubes como una parte activa más del paisaje?

-Porque son el elemento más llamativo de los mismos. Sin nubes, el cielo pierde la gracia, dicho en lenguaje llano. Las nubes permitieron, además, situar a las deidades que tienen justamente su morada en el cielo. Dioses, santos, ángeles… son situados con frecuencia sobre blancos edredrones nubosos.

- Llevas en tu último libro –Los cielos retratados– muchos museos visitados, muchos cuadros observados donde el cielo no es “algo más”, como secundario o terciario; es algo muy importante con tiempo y forma, ¿verdad? ¿Crees que se documentaban los pintores sobre los cielos que retrataban?

-Cuando uno se fija en los cielos retratados en los cuadros se da cuenta al momento que los pintores eran, en su mayoría, unos finos observadores de todo lo que acontece en la atmosfera. No es sencillo trasladar a la pintura los distintos elementos atmosféricos. La luz va cambiando en todo momento, lo mismo que las nubes. La solución pasa por tener interiorizadas las nubes, su aspecto, textura, tonalidades… y trasladarlo a las obras. En el caso de los impresionistas y algunos pintores románticos, se esmeraban por captarlas al natural, empleando en ello poco tiempo.

- ¿Por qué cuestan tanto de identificar o saber qué tipo de nube es una? ¿cuál es la otra…? La verdad es que entre cirros, cúmulos y estratos y todas las ramificaciones e intercomunicaciones, por decirlo de alguna forma, de unas con otras, es muy difícil…

-Tiene su complejidad, sí, porque no hay dos nubes exactamente iguales. La clasificación de las nubes no sentó sus bases hasta principios del siglo XIX. Identificar las tres formas básicas que pueden adoptar las nubes (estratiformes, cumuliformes y cirriformes) no es complicado. Sí que requiere algo más de entrenamiento discernir las distintas combinaciones que pueden darse entre ellas, de donde resultan diez géneros nubosos y un número significativamente mayor de especies, variedades, nubes anexas y singulares.

- Hoy se cuenta con más instrumentos y con más tecnologías, con más comunicación de unos con otros—me refiero a que hay comunicación entre los que os dedicáis a dar el tiempo, aún sin querer y, además, se cuenta con modelos de predicción que te dicen lo qué está pasando en el sureste asiático o que predicen con más antelación ciertos acontecimientos. Aún con esto: ¿cada vez la predicción del tiempo es más difícil porque, además, todos los factores se retroalimentan…ellos mismos se han vuelto como muy volátiles y predecir es más difícil porque se depende de la sombra alargada que genera el cambio climático?

-El marco climático actual está poniendo a prueba los modelos de predicción, ya que cada vez son más frecuentes los episodios de rango extraordinario, para los que los modelos no están bien entrenados. A pesar de ello, las predicciones meteorológicas, tanto a corto como a medio plazo, tienen un alto nivel de confianza. Es en los fenómenos extremos de pequeña escala y en las rarezas donde queda todavía un amplio margen de mejora.

- Fenómenos tan trágicos como las danas –como la que afectó a L’Horta Sud de València este año pasado– pueden predecirse en parte, ¿no? ; o sea se puede ver por los mapas, temperaturas del mar versus la de la atmósfera y otros factores como fue el caso del viento de levante o la orografía del lugar donde cayeron las mayores precipitaciones, que iba a “formarse” una buena y que bajarían barrancos, barranquizos, crecerían ríos, riachuelos, arroyos, ramblas, pero claro si la acción del hombre lo ha cimentado todo hasta algunos tramos de los cursos del agua, o lo ha querido domesticar a la naturaleza, pues las predicciones se quedan solamente en eso, en predicciones, en nada más…

-La predicción meteorológica es solo un eslabón de la cadena de la alerta temprana. En España se estima que hay 3 millones de personas que viven en zonas inundables. Eso va a seguir siendo así, salvo en algunos casos en que haya zonas que finalmente se abandonen. Aparte de no permitir la construcción de viviendas e infraestructuras en zonas vulnerables a una inundación, tenemos que conseguir mejorar los sistemas de avisos a la población de los riesgos hidrometeorológicos. Está en juego la vida de muchas personas. No podemos permitirnos que se repita una tragedia humana de la magnitud que tuvo la de Valencia del 29 de octubre de 2024.

- ¿Los meteorólogos os sentís un poco frustrados por la acción de los que “nos gestionan”? Todo lo más, podéis llamar a la prevención dando los partes, dando consejos como los médicos te pueden decir “oiga usted no fume, no coma tanto ‘X’ (lo que sea), no beba por costumbre…”

-Sí que se tiene esa frustración (al menos yo; en primera persona). Tenemos unas herramientas de predicción muy buenas, más que suficientes para elaborar pronósticos y avisos meteorológicos útiles para prevenir a la población de riesgos de naturaleza meteorológica. Se tiene la sensación de que no se aprovechan las potencialidades de la ciencia meteorológica actual.

- El cambio climático, amigo, ¿en qué ha ido afectando paulatinamente a todos los factores que interaccionan para realizar una buena predicción temporal?

-Tal y como comenté con anterioridad, lo más llamativo son las situaciones fuera de rango que está empezando a producir, lo que va a exigir mayores esfuerzos para comprender que está ocurriendo en el sistema climático, con la vista puesta en una óptima simulación de los procesos que actúan en el mismo y que se manifiestan en el comportamiento meteorológico.

- Pero una cosa creo que es muy cierta…todo esto del cambio climático y de sus consecuencias: directas e indirectas; de las que podemos ver y de las que no podemos ver, de las que sentimos y de las que no…van mucho más aprisa de lo que se predecía por parte de meteorólogos, geógrafos, geólogos, físicos, ambientólogos, biólogos, científicos que tengan a ver con la energía, residuos…

-El calentamiento global y los impactos asociados a él se está acelerando. Hasta hace unos pocos años los modelos climáticos iban marcando, dentro de su rango de predictibilidad (establecido por los distintos modelos que hay), la evolución de la temperatura observada, pero se produjo un salto (en gran medida impulsado por el calentamiento oceánico) que nos está llevando por una senda que se está situado fuera de ese rango que agrupa las proyecciones de los distintos modelos. Este comportamiento no invita al optimismo, ya que nos está llevando con más rapidez de lo que se pensaba al famoso grado y medio, lo que implica un aumento de la magnitud de los fenómenos extremos ligados a la subida de la temperatura.

- Porque estamos siendo víctimas, ya, de consecuencias plenas del cambio climático, ¿verdad? ¿Y esas consecuencias todavía se pueden acelerar más?

-Todo indica que sí, que lo que estamos ya observando es la punta del iceberg de lo que puede pasar. El problema de esa aceleración es que nos pone difícil la capacidad de adaptarnos, a nosotros y al resto de seres vivos que habitamos la Tierra.

-¿En qué época del año, o es indiferente, hacer predicciones es más difícil porque las variables son, como diría, más indómitas?

-En cualquier época del año la predictibilidad de una determinada situación meteorológica puede ser baja, pero habitualmente es en primavera y también al final del verano y principios del otoño, cuando se suelen dar situaciones más difíciles de predecir.

- Soy muy “ceniza” y digo que esto no hay quien lo pare y que sí que hay que apostar por lo renovable porque las energías renovables no sumarán más leña al temido cambio climático y debemos apostar por ellas, pero que también tienen su contestación :porque sí ,renovables ,sí, pero no de esta forma…y se lo dirán, esto mismo, aquellos que ven que sus tierras previamente despobladas y ahora son esquilmadas con planes enormes que les roban el paisaje con las extensas instalaciones eólicas, campos fotovoltaicos, extracciones de arcillas, que no tendrá nada que ver ,me dirás, pero en los últimos años todo se ha juntado en algunas de nuestras comarcas de una provincia ya de por sí expoliada de gentes y que ve cómo ahora se la puebla de Líneas de Alta Tensión, de muy alta tensión y súmale esto que te decía…

-Se habla mucho de energías limpias (las renovables), pro no tanto de transformar profundamente nuestra sociedad y reducir de forma importante la demanda energética. Ahí es donde está la clave del asunto. Si pretendemos mantener el mismo modo de vida, no habrá una solución mágica para mitigar el cambio climático. Seguiremos en un mundo insostenible, que irremediable conlleva un riesgo alto de colapso de la sociedad que hemos construido.

- Las grandes potencias mundiales con sus magnates que, “erre que erre”, están apostando por lo que nos sigue afectando las no renovables… ya lo dijo Trump en su discurso de toma de posesión “perforaremos, perforaremos y perforaremos” …

-Ese camino nos conduce a los peores escenarios que plantean las proyecciones climáticas. No será fácil vivir (sobrevivir en muchos casos) en un mundo así. Las consecuencias traumáticas para muchos millones de personas en todo el mundo. Es una pena que habiendo adquirido el conocimiento que tenemos del clima terrestre y del cambio climático que está en marcha, no seamos capaces de llevar a cabo una acción climática, de acuerdo a los dictados de la ciencia. No hacemos uso colectivo de la racionalidad, que es lo que nos diferencia del resto de especies animales.

 

 

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