Cazarabet conversa con... Wenceslao Varona López,
autor “El bálsamo del agua clara” (Prames)
Del autor de El
bálsamo del agua oscura, Wenceslao Varona López--- Premio de Novela Corta
Maestrazgo 2015-2016--, llegamos ahora, a la lectura con El bálsamo del agua
clara.
Forma parte de la
colección Revirol de Prames.
En esta colección
se guardan, yá, libros tan sugerentes como “Cuento de Navidad” de varios
autores; “Aragón misterioso” de Javier Casasús Latorre; “Los colmillos de
Dios”, también de Javier Casasús; “Valdeambre” de
Juan José Ramos Antón y otro de Javier Casasús, “El refugio del alma”.
La sinopsis del
libro:
Algunos,
ni muchos ni pocos, han oído hablar de las aventuras vividas por don Quijote y
Sancho Panza por tierras del Maestrazgo de Teruel, recogidas en un delicioso
volumen bajo el título de El bálsamo del agua oscura. Menos aún son los
que conocen, por diferentes fuentes, las que siguieron a continuación,
afrontados a magos y hechiceras, dragones, muchos dragones, y bellacos de
diverso pelaje, que les llevaron por los pueblos de Mirambel, La Cuba, La
Iglesuela del Cid, Casas de San Juan, Cantavieja, Fortanete, Villarluengo,
Cañada de Benatanduz, Pitarque, Villarroya de los
Pinares, Allepuz, Miravete de la Sierra… y que han sido recopiladas en este
libro que tienes entre las manos, titulado El bálsamo del agua clara,
igual que a la noche le sigue el día.
La
pluma y el autor: Wenceslao Varona
López: es doctor en
Medicina, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública en el Hospital
Royo Villanova de Zaragoza. Nació en Zaragoza y es hijo y sobrino de maestros.
Aprendió a leer en casa, donde creció rodeado de libros, y quizá el primero que
leyó completo fue un «Quijote infantil» con el que todos los hermanos hicieron
sus pinitos como lectores, y sin que terminase de creerse que Don Quijote y
Sancho no existiesen realmente.
Cazarabet conversa con
Wenceslao Varona López:
-
Amigo Wenceslao, si nos tuvieses que presentar tu libro, ¿cómo lo harías?
-Es un libro de aventuras
por el Maestrazgo: don Quijote, jinete de su caballo –de su rocín–; Sancho,
encima de su borrico; y yo, detrás de ellos, montado en un lapicero.
- Los libros de caballerías como los
concebía Cervantes, en la perspectiva lectora de hoy ¿son como crónicas de
viajes en las que las vicisitudes juegan con la fantasía?
-Lo digo con toda
seriedad: los libros de caballerías al modo cervantino son libros de
caballerías renovados, es decir, novelas, tal y como hoy las concebimos.
- Si lo llevamos al cine, ¿lo podemos
traducir como una “road movie”?
-El lenguaje literario y
el cinematográfico son complementarios, pero radicalmente distintos. Una buena
novela buscará estimular la imaginación y atraer el interés del lector con
palabras, solamente con palabras, que es de lo único de lo que están hechas las
novelas, mientras que una película de carretera o “road
movie” es imágenes en movimiento, y con ellas –y
música y también palabras, es cierto–, busca atraer el interés y estimular la
imaginación del espectador. Hasta tal punto son expresiones artísticas
distintas que, por ejemplo, hay películas mudas sobre viajes aventureros, es
decir, sin una sola palabra.
- Y menos mal que está esta
imaginación detrás de cada recodo del camino, de la senda al vislumbrar un
pueblo, aldea para adentrarnos en ellos, ¿no?
-Menos mal que está la
imaginación detrás de cada recodo… de la vida. La imaginación, además de
divertida y entretenida, es sanadora, es uno de nuestros medicamentos para
hacer digeribles las amarguras de la vida.
- Lo digo porque, de otra manera, los
territorios, las tierras se presentan siguiendo un guion muy parecido…
-Quiero creer que puede haber
tantas maneras de mostrar un territorio como descripciones lo acaben mostrando.
En el caso del Maestrazgo, tan mágico y misterioso, el surrealismo se impone.
- Tus relaciones de relatos como de
viajes –no es un libro de relatos, pero casi se puede leer como tal– son eso:
literatura y amor a ella, un homenaje a un libro que debió entre conmoverte y
enamorarte, El Quijote y un juego de crónicas de viaje, ¿no?, todo metido
dentro de una coctelera y mezclado o revuelto.
-Mi primer libro fue un
Quijote infantil, desde entonces sus personajes forman parte privilegiada del
relato de mi vida, no quiero ni puedo dejarlos de lado, de hecho, para no pocos
son más reales que muchas personas de carne y hueso.
- Eso sí, con cierta buena dosis de
humor, ¿verdad?
-Es mucho más que un
libro de humor, pero también es un libro de humor. Casi lo dice el refrán: “por
el humor se sabe dónde está el fuego”.
- Y
el humor sin omitir, nunca, el diálogo más sugerente y el más profundo con sus
trazos filosóficos de dar y darte que pensar, ¿cómo lo ves?
-Es que el humor en
plenitud es así, mucho más que humor.
- Yo recuerdo que me compré El
Quijote y lo fui leyendo en los veranos y a veces al azar me abría el libro y
buscaba un comienzo y no sé, como que me daba igual, me enganchaba y me reía,
me reía muchísimo… Cervantes, y creo que ha dejado escuela, sabía darle un
sentido del humor diferente y diferencial a todo, ¿verdad?
-Cervantes es una
magnífica prueba de que sin humor la vida se destiñe, palidece. Las mejores
pastillas para suplementar la vida malhumorada o deshumorada
no se compran en la farmacia, sino en la librería. Regala libros de humor y te
querrán más, te desaparecerá el acné y también la caries, tendrás mejor tipo y
hasta te subirán el sueldo, prometido.
- Los personajes tuyos tienen un peso
más que especial, son los protagonistas, pero el marco y el escenario es que
tienen tanta fuerza que es como un personaje más, ¿cómo lo ves?
-El paisaje y el
paisanaje dan sentido a los protagonistas y sus aventuras, les otorgan
profundidad, los explican y los justifican. Sin paisaje los relatos se mustian,
pierden verosimilitud, y el paisanaje –el conjunto de personajes que rodean a
los protagonistas– les da vida y emociones. Me lo he pasado muy bien
recogiéndolos en distintos rincones del Maestrazgo y de mi vida.
- Me recuerda así de pronto, desde el
cine: la película de “Dersu Uzala”, “Las
aventuras de Jeremiah Johnson” o sin ir más lejos, en literatura, mira estoy
leyendo el libro de Cercas—creo que es el último--- “El loco de Dios en el fin
del mundo”… Coméntanos, por favor, teniendo en cuenta
que no estoy comparando porque las comparaciones son odiosas…pero, aun
partiendo de propuestas tan diferentes, hay puntos de convergencia importantes,
¿no?
-No he leído todavía el
de Cercas. De las dos películas que me refieres, y las dos me encantan, aprecio
más puntos de encuentro con Dersu Uzala: la amistad entre dos personajes en mitad de una
naturaleza sobrecogedora que cada uno de ellos vive de manera distinta pero
complementaria, mejorándose mutuamente, evidenciando que vivir enseña a vivir.
Aparte del diferente lenguaje artístico, en don Quijote hay, además, una
firmísima voluntad de imaginarse la realidad como le apetece, pues, como el
personaje dice, “yo sé quién soy”.
- Es éste un libro, otro, como el de
“El bálsamo del agua oscura”, en el que sumergirse bien en el Maestrazgo sin
salir de casa o mejor saliendo con el libro de acompañante –aunque una cosa no
quita de otra–….
-Visitar lugares
maravillosos desde el sillón sólo está al alcance de los afortunados que
aciertan eligiendo los libros adecuados…
- Las
personas que asoman y los diálogos se siguen hoy como una especie de viaje
dentro del propio viaje, ¿verdad?
-Cada viaje exterior es
una oportunidad para un viaje interior, y los diálogos son una de las mejores
maneras de mostrar este viaje íntimo.
- Amigo ¿te documentas desde el “ir,
sentir, impregnarte” de estos lugares tan preciosos como enigmáticos del
Maestrazgo o cómo lo has hecho?
-Me documento
abundantemente, he leído sobre el Maestrazgo más horas que las que he empleado
escribiendo estos dos libros –así fue como hace años conocí a Cazarabet y sus
actividades–, pero aún he dedicado más tiempo a recorrer sus rincones. Todos
los paisajes que he descrito en las dos novelas los he visitado varias veces, y
una parte de ellos los he escrito en los mismos lugares donde he ubicado la
trama.
- Son libros en los que todos los
sentidos del escritor deben de estar allí, ¿no?
-En todos los lugares
puedes encontrar sonidos, olores, tactos y sabores más allá de imágenes, a las
que completan y adornan.
- Y en cada esquina, cada pueblo,
cada diálogo te imagino impregnándote de los lugares para después alimentarte
de ellos, ¿no? Alimentarte y desde tu metabolismo interior nos los ofreces casi
como, eso, una ofrenda…
-Lo cierto es que el
mismo Maestrazgo y sus rincones me han dictado esta novela y la anterior. Puedo
señalar con exactitud dónde me he encontrado con las diferentes historias. Por
ejemplo, el episodio del nacimiento del río Pitarque me lo contó… el nacimiento
del río Pitarque.
Durante este verano he
podido revivir esta sensación de descubrimiento en cinco ocasiones. En agosto
he presentado mis libros en cinco poblaciones del Maestrazgo histórico, y cada
uno de esos lugares y sus gentes me ha reactivado las sensaciones y las emociones
que me provocaron cuando las conocí y las maneras en que me “dictaron” las
tramas de los episodios que tenían lugar en ellos, me resulta difícil
explicarlo con otras palabras. Ojalá surja la oportunidad de presentar El bálsamo del agua clara y su antecesor,
El bálsamo del agua oscura, en más
lugares de este territorio mágico, me encantaría.
- Lo de las andanzas de Don Quijote y
Sancho Panza por tierras del Maestrazgo es algo más que constatado y que nos
enriquece… a ti, amigo, ¿te dará para más desde otras perspectivas?
-Una dama me enseñó a
amar el Maestrazgo para siempre, y cuando me encontré en el museo de Molinos
con el busto en hierro de El último
suspiro de don Quijote –una de las esculturas que más me ha emocionado en
mi vida, obra del aragonés Eleuterio Blasco Ferrer, sin duda uno de los grandes
escultores europeos del siglo XX– supe que tenía que hacer este viaje con el
caballero y su escudero. Nunca me he arrepentido.
Me preguntas si me dará
para más desde otras perspectivas. Vaya, ¿por qué no seguir viajando en tan
buena compañía? El tiempo lo dirá…
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Cazarabet
Mas de las Matas
(Teruel)