Cazarabet conversa con...   Rafael Bueno Novoa, editor de la revista literaria Aguamarina

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La revista Aguamarina llegó a mí no recuerdo exactamente en qué circunstancias, pero en aquellos años en los que escribía o empezaba a pasar de las crónicas de mi pueblo y a profundizar, sobre todo en la poesía y la información cultural de literatura y cine. Empecé a colaborar con la revista y con el buen hacer de Rafael Bueno Novoa que, con el tiempo, puedo decir que ha pasado a ser un amigo de las letras y de la vida en la distancia de las tierras verdes de Leioa. Estas revistas resisten a golpe de timón…del timón del esfuerzo de Rafael que iba desde la confección de sus poemas, a la selección de los que le llegaban, el poner orden, la maquetación y la financiación…todo, en estos largos años, día a día salió de él …sigue haciéndolo, aunque, como leerán, dice que cada día le cuesta más, pero ahí que está: “pico y pala; pico y pala”. No he dejado, aún no participando con mis poemas, de recibir la revista que suelo depositar en la Biblioteca de Mas de las Matas para que la gente la pueda disfrutar y compartir y no sé, quizás, alguien se enamore de la literatura y empiece a pasar de la lectura a escribir poemas, relatos. y a alimentar proyectos que, quizás les parezcan románticos, pero que son la forja del todo, del todo de la literatura. Esto es Aguamarina.

Les dejamos la entrevista que mantuvimos hace unos días con Rafael, ejemplo de difusor cultural, de hombre de letras y con unos valores humanos que ejemplifican lo mejor de lo mejor….

 

 

 

 

Cazarabet conversa con Rafael Bueno Novoa:

 

-Rafael, por favor, háblanos del por qué, de la idiosincrasia y de la razón de ser de Aguamarina...

 Supongo que te referirás al porqué de la existencia de Aguamarina, y cuál fue la idea de su creación. Si es así, te comentó que la idea de editar la susodicha revista nació cuando me llegó a mi domicilio, allá por el lejano año de 1991 una revista de edición sencilla, Solera era su nombre, y estaba elaborada con las antiguas máquinas de escribir: La Olivetti de siempre. Pues bien, de ipso facto me vino la idea de que yo también podía publicar una revista de idéntico formato por lo fácil de la edición que presentaba. Y como andaba ya metido de lleno en ese “submundo” de la literatura, razón por la cual conocía a autores que se movían en parecidas directrices literarias, estaba convencido de que estarían dispuestos a participar en esta aventura editorial y literaria. Así que no me lo pensé dos veces y en abril de 1991, o sea el siglo pasado, edité el primer número y hasta hoy, que hay continuamos contra viento y marea editando y distribuyendo la revista cada dos meses. También quiero comentar que la revista la confeccioné, aparte de compartir las inquietudes literarias de los autores que habitan las catacumbas de la Literatura, también para estar en contacto epistolar con amigos y autores, por entonces no existía la comunicación a través de las redes sociales. Es relacionarse con otras personas muchos años atrás normalmente se hacía a través de correo postal, el que por cierto lamentablemente va quedando en desuso.  

-¿Por cierto, por qué Aguamarina? ¿por qué le pones ese nombre?

- El nombre guarda relación con la publicidad que se recibe en los buzones domiciliarios. No recuerdo ahora que producto promocionaba, pero si que en esa publicidad se encontraba la palabra Aguamarina, y me gustó mucho. Y como por entonces andaba con la idea de crear una revista, pues de ipso facto pensé que ese nombre sería perfecto. Y así lo hice, después leí que la palabra Aguamarina está vinculada a una piedra preciosa muy popular y apreciada por su color azul verdoso transparente, que evoca belleza. Con lo cual me parece muy sugerente el nombre.

-¿Qué hace que un tipo como tú, al que presumo tranquilo, se meta en esto de la edición de una revista literaria para dar a conocer plumas desconocidas con sus poemas, relatos .

 Bueno, tranquilo, tranquilo, no es que sea en excesivo, porque tengo mis prontos como todo el mundo, pero bueno, tengo tendencia a ser una persona tranquila, evitando en lo posible ponerme nervioso debido a las circunstancias.  Y lo de meterme a la edición de la revista y dar a conocer plumas desconocidas de otros autores, yo creo que queda expuesta en la respuesta que di en la primera pregunta que me hiciste.  Bueno es mi opinión, subjetiva por supuesto, pero otra exposición distinta no encuentro. Como te indico arriba, todo parte de la premisa de compartir inquietudes literarias a fin de enriquecerse intelectualmente con ese intercambio literario.

-La estructura de la revista, en estos 33 años, ha cambiado poco, ¿verdad?

Vamos a ver, algún cambio sí que ha experimentado por simple evolución; cierto que no mucho, pero desde luego su la manera de confeccionarla creo que bastante se ha modificado. Los primeros números fueron elaborados a base de aquellas antiguas máquinas de escribir en la línea Olivetti, auténticas reliquias que ya han desaparecido. Como puedes imaginarte su procesado era muy artesanalmente. Utilizaba el típex de continuo a fin de eliminar cuanto creía erróneo. Otra utilización básica y constante eran las letras autoadhesivas para poner títulos o frases que resaltaran. Los diseños, dibujos, e imágenes, etc. eran pegados con pegamento en la portada y en las páginas interiores.  Con el tiempo y su evolución la antigua máquina de escribir dio paso al ordenador. Y obviamente su tecnología a través del sistema o programa Word posibilitó elaborar una revista cuyo formato de presentación es de mayor y notoria calidad editorial. Y ahí seguimos hasta el momento utilizando todas las herramientas posibles que Word me ofrece para preparar nuevo número. La forma de distribución, así como de financiación no ha variado en absoluto. Se mantienen ambas como en el principio.

-¿Cómo la pensaste y cómo la has ido adaptando a los diferentes tiempos porque los poemas, los relatos y las reflexiones bien que han ido cambiando en estos años…?

.- Cierto  que los textos literarios en sus diferentes estilos han ido cambiando  por que necesariamente   se deben adecuar a las circunstancias actuales. Es evidente, que los autores han evolucionado en su forma de opinar, pensar, escribir, etc., todo acorde con el momento. Aún con toda esa evolución y ese cambio literario, Aguamarina mantiene su línea y persigue sus objetivos literarios como en el principio y se va adaptando progresivamente a esos cambios, dentro de sus posibilidades y directrices, sin que esta circunstancia afecte para nada su esencia primigenia.

-En lo personal cultivas la poesía, el relato y a Ese modo de saludo” mucho la reflexión, pero ¿con qué género y con los años te vas sintiendo más tú mismo?

Efectivamente cultivo, con mayor o menor suerte, los géneros literarios que citas. Aunque es en la poesía donde más cómodo me siento desarrollando mi creatividad literaria   y también, en mi opinión, es donde radica con mayor fuerza creativa y mayor intensidad todo cuanto quiero o necesito expresar. Por lo cual, me considero esencialmente poeta, bueno, digamos “aprendiz de poeta”. Por qué bajo mi punto de vista escribir poesía es un aprendizaje constante. 

-¿Cómo se alimenta literariamente Aguamarina?

.- Supongo que querrás saber cómo  llegan los textos para ser publicados en la revista. Básicamente los textos, en su mayoría, me llegan a través del correo postal porque sus autores así me los hacen llegar. Y es que, en esencia, Aguamarina está vinculada al correo tradicional, es su leitmotiv. Todos los textos o trabajos recibidos quedan archivados y los voy seleccionando en su momento para aparecer publicados. Últimamente utilizo con bastante frecuencia textos seleccionados en las páginas culturales o literarias de Internet. Antes de ser publicados, acostumbro a pedir permiso a su autor, y si no hay inconveniencia alguna aparecen publicados en Aguamarina. Por el correo eléctrico, me suele llegar de vez en cuando alguna colaboración, pero es un medio que no utilizo mucho para este fin.

-¿Y en lo económico?

En lo económico se nutre a base de autofinanciación porque son los lectores y colaboradores de la revista los que voluntariamente aportan su ayuda económica para que Aguamarina continúe “navegando” en su singladura editorial.  Bajo esta premisa nació en lo referente a su financiación. Y en la actualidad sigue vigente esta forma. Desde luego que tan mal no ha debido ir porque he conseguido mantenerse a flote ininterrumpidamente durante 33 años. La verdad es que nunca me he planteado financiarla de otra forma porque las ayudas oficiales o subvenciones iban a condicionar la línea editorial de la revista que siempre he querido que fuera plural e independiente. Es obvio que con ayudas oficiales el formato elevaría a gran nivel y calidad su forma de presentación cara al lector, pero aparte de que llevaría mucho más tiempo y dedicación, tengo mis dudas si satisfactoriamente compensaría tanto esfuerzo. Está claro que tendría efectos nada satisfactorios en su línea editorial y por esa razón renuncio a cualquier ayuda oficial y me quedo con la humildad y la sencillez que manifiesta su presentación editorial ante sus lectores.  Así que de la autogestión seguirá nutriéndose.   

-¿Cómo te las arreglas con la distribución?

.- Pues a base del correo tradicional, el de toda la vida: sobre y sello. Lleva su tiempo el escribir direcciones, introducirlas dentro del sobre y escribir alguna que otra misiva que me envía porque hay que ser atento con quienes contactan epistolarmente contigo. Aunque esto de las misivas escritas a mano o a través del teclado del ordenador a día de hoy está resultando un tanto anacrónico debido a la comunicación digital. Pero bueno, anacrónico o no, todavía estamos por ahí algunos “románticos” que nos negamos a ver desaparecer el correo tradicional y continuamos apostando por él.

-Hubo un “boom” de revistas como Aguamarina, pero ahora hay menos…pocas han resistido a la perseverancia, el paso del tiempo, la constancia cada “X” tiempo, la presión económica, el paso a lo digital y a la falta de lectores… ¿verdad?; ¿cuál es el secreto de tu éxito de 33 años?

.- Pues sí que hubo tiempo atrás ese “boom” que indicas, pero progresivamente ese “boom” se ha ido desinflando y como acertadamente comentas, la perseverancia y la constancia se han ido diluyendo y en su paulatina disolución han ido desapareciendo un cuantioso número de revistas, las cuales  se editaban un tanto en la línea “Underground  la mayoría. Algunas publicaciones que estaban subvencionadas, tenían su “pedigrí” editorial, pero mantenerlas a flote suponía auténtica tarea de titanes, de ahí su desaparición.    Luego también está el poder omnímodo de Internet que literalmente todo lo absorbe por la facilidad y las grandes posibilidades que brinda para que edites revistas digitales y estés en permanente contacto literario en la infinidad de páginas culturales que hay dentro de la red. Con lo cual es un auténtico milagro el que aún perseveremos en este submundillo de las revistas literarias editadas en formato papel unas pocas personas, peleando editorialmente contra viento y marea, porque el Hándicap que existe en cada número que tratas de publicar es gigantesco. ¿Me preguntas que cual es el secreto de estos 33 años publicado Aguamarina de continuo? Yo es que no veo secreto alguno, posiblemente la perseverancia, constancia e ilusión que sigan vigentes, no sé si pueden   considerarse como secreto.  Aunque resulta palmario que después de tantos años al pie del cañón editorial no se ha gastado lo suficiente esa energía que me impulsa a seguir. Yo personalmente que suelo agobiarme cuando llevo mucho tiempo desarrollando una actividad, y suelo abandonarla por esta razón. Como se ve, en esta ocasión no ha sido así, por ende, ahí seguimos. Aunque uno es consciente de que ya no tiene las motivaciones, las fuerzas y las ganas de continuar como tiempo atrás. 

-¿Cómo ves desde esta humilde, pero muy digna publicación, el mundo editorial?

La verdad es que el asunto sobre el mundo editorial a mayor nivel me queda muy lejos. Esa lejanía radica en que estoy totalmente desconectado de las editoriales. Hace ya alrededor de 20 años que edité mi último libro y digamos que no resultó una experiencia gratificante, lo cual decidí no volver a publicar más. Obviamente, la edición del libro tuve que costearla yo personalmente, ya que las editoriales, pongamos de menos prestigio, no arriesgan a publicar gratuitamente a escritores o poetas desconocidos. Supongo que las editoriales de renombre tampoco lo harán porque son algo así como industrias del libro, y están para recoger beneficio lucrativo, no para exponerse a pérdidas. Tampoco he sido de los que he ido mendigando de editorial en editorial con borradores para ver si tenía suerte de que los supervisores apreciaran que mi borrado tenía   la suficiente calidad literaria para ser publicado. Siempre he ido directo a la autofinanciación. Lo que sucede que, de este modo, tienes tú personalmente que encargarte de la distribución del libro, siempre a través de correo postal, o si tienes suerte y contactos, hacer alguna presentación del mismo. Al final, ni recuperas todo el dinero gastado. Pero bueno, a priori esta circunstancia es lo de menos porque sabes a que te expones y los riesgos que corres con la autoedición. Después de todo, la satisfacción de verlo publicado compensa en parte. Lo que pasa es que todo este proceso   desmoraliza bastante. Y para nada me apetece mucho enfrascarme en estos menesteres, si nos es por imperiosa obligación, o necesidad.  De ahí todos estos años sin publicar libro alguno.

-Muchos libros se editan al día para, digamos, “pocos lectores” ….

.-  Pues sí, eso es lo que acostumbro a leer en los diferentes medios de comunicación, el elevado número  de libros que se publican para las cifras reducidas de lectores que los leen. No te sabría decir con seguridad el por qué. Quizá es porque muchas personas prefieren emplear su tiempo libre en otros entretenimientos que no son la lectura, como pasear, descansar o ver series o películas. Pero la negativa de estas personas ante la lectura, no es óbice para que los autores y las editoriales limiten su proceso creativo o editorial. De ahí que se de esa contradicción.

-¿Te has encontrado en estos 33 años con gente que conociste en Aguamarina y que se han ido abriendo camino en el mundo de las letras?

.-  Algún autor que estuvo en los comienzos de la revista, sí que ha logrado algunos éxitos, en lo concerniente a conseguir galardones literarios, o colaborar con otras publicaciones, en formato papel o digital,  de mayor enjundia literaria, o cultural. Pero si te soy sincero, se cuentan con los dedos de una mano quien se ha abierto un excelente camino en el mundo de las letras y que haya estado en contacto o colaborado con Aguamarina.

-¿Tú cómo empezaste como escritor?

.- Casi ni lo recuerdo. Imagino que en el colegio hice mis primeros pinitos. Desde luego que algunos versos sí que escribí por aquella época. Influenciados por el romanticismo de Bécquer. Luego me familiaricé con los poetas de la generación del 27, que fue por los lejanos y juveniles años de la transición, y me inspiraba en ellos para escribir mis “poemas protestas” o reivindicativos. Y luego adaptándote a la situación social, a la personal, bajo esta premisa, leyendo cuanto estimaba oportuno, continúe escribiendo. Y hasta ahora, escribiendo cuando el momento o la situación lo requieren. Y batallando contra el vértigo del papel en blanco o incentivando a las musas para que aparezca. Pero las condenadas pasan con frecuencia de mí.

-¿Cómo es tu metodología de trabajo?

No tengo un método específico, digamos.  Tampoco horario ni lugar idóneo para escribir. Todo queda a la improvisación. Cuando surge alguna idea creativa en la mente, a veces de ipso facto trato de darle forma. Una vez puesto el borrador, lo retoco cientos de veces, lo modifico de continuo, vamos que en alguna ocasión ni se parece al original. Me cuesta un mundo los acabados, porque nunca parece que estoy satisfecho con lo escrito. Y eso al final es que resulta agobiante. Pero siempre lo dejo acabado a mi gusto personal, el problema surge después cuando los lectores lo tengan que valorar.

-Me imagino, porqué te conozco un poco, que escribes por placer porque te alimenta…pero tú vives y has vivido de otra cosa, coméntanos…

Efectivamente escribo por placer, siempre desde la íntima soledad, pero soy de los que cree que escribir es un placer solitario que sólo puede alcanzar el clímax compartiéndose. De ahí la razón por lo que publico. Bueno, también escribo, en especial poesía con el fin de aliviar conflictos internos porque tengo mucha tendencia a autoprovocarlos.  Nunca he tenido ni la suerte, ni el talento de poder vivir de la escritura.  Lo mío ha sido todo vocacional. Si que he vivido de otra actividad laboral, o actividades, varias. Porque siempre me agobiaba el permanecer en el mismo trabajo por mucho tiempo, de ahí el motivo por el que he ido “dando tumbos” de empleo en empleo. Por esta razón he tenido me he visto obligado a engrosar la lista del paro. Hoy en día estoy jubilado. Y uno va sobreviviendo con la ínfima pensión que recibes del Gobierno. Lo normal entre la mayoría de los jubilados de este atribulado país.

-Todo esto de Aguamarina es un entretenimiento, pero también un sacrificio, ¿no?;qué te supones?

-. Pongamos que estás en lo cierto, y que se trata en parte de un entretenimiento, porque es obvio que uno se recrea seleccionando los trabajos recibidos, elaborando la revista a través del ordenador, distribuyéndola y demás parafernalia porque es una forma de estar en contacto epistolar y cultural con quienes nos movemos por las catacumbas de la literatura. Otra cosa que estás en lo cierto es lo de que supone también un sacrificio, en especial el económico porque siempre resulta un condicionante a la hora de elaborar y distribuir nuevo número. Luego también representa en menor medida su sacrificio el tiempo de dedicación que necesita. Porque te creas una obligación publicar la revista y quieras que no también esto representa su particular sacrificio.  Pero bueno, al final compensa el supuesto sacrificio cuando ves cumplido satisfactoriamente el objetivo.

-Pero como escritor aprenderás, te sociabilizarás y comunicarás con gente que tiene tus mismas “ansiedades” y eso es positivo… ¿qué nos puedes reflexionar?

.- Eso es lo que indico arriba, cuando digo que me relaciono con los escritores que habitamos el submundo literario. Que evidentemente tiene idénticas ansiedades a las mías, lo mismo que inquietudes. Y por supuesto que ese “interactuar” a través de las misivas, intelectualmente resulta bastante enriquecedor. De ahí la razón porque la que uno aprende, porque la actividad literaria es un aprendizaje constante, y si cuentas con factores externos que sirven como ayuda, el final todo resulta altamente positivo.

-El secreto para escribir siempre se ha dicho que es leer, leer y volver a leer, pero, también yo remarcaría que escuchar y escuchar desde la palabra, la conversación y el nutrido silencio…

. Estoy muy de acuerdo en lo referente a que leer y leer, y volver a hacerlo, es el secreto para escribir y en buena medida lograr el dominio de la palabra. Bajo mi punto de vista, la mejor escuela para un escritor es la lectura. Leer siempre debiera ir un paso adelante que escribir. Ayuda a comprender mejor los textos, así como al manejo del léxico y la gramática.  Los consejos que suelen dar los autores consagrados a los jóvenes que empiezan a escribir es que lean mucho. Y resulta un axioma sus consejos por razones obvias. Escuchar por supuesto que también es importante, puede que con parecidas connotaciones que la lectura. Todo es cuestión de ir asimilando todo ese aprendizaje que te llega a través de la voz y la lectura y luego a la hora de ponerte a escribir utilizar todo cuanto mejor se adapte a esa idea creativa que quieres darle forma literaria. Los de escribir a través del nutrido silencio como indicas, yo simplemente tomo como referencia ese famoso proverbio árabe que dice: “si lo que tienes que decir no es más bello que silencio, cállate”.

-¿Cómo ves el “fenómeno de las autoediciones “ o de esas editoriales que editan lo que quieres que te editen sin filtros…?

.- Sobre el tema de las editoriales, las autoediciones y todo lo relacionado con este asunto, ando bastante perdido.  Desconozco en este momento   todo lo que se mueve alrededor de esta cuestión. Hace años que estoy alejado completamente del panorama editorial. No me seduce en absoluto publicar un libro, en mi caso poemario.   Con lo cual no podría darte una opinión de peso, ni coherente, porque estoy al margen de la realidad editorial como te comento. Mi visión al respecto carecería de importancia. 

-Lo anterior choca radicalmente con las grandes editoriales, los grandes grupos que se comen a los pequeños de una manera bestial…sin dejarles apenas aire…¿lo ves así?

.- No me voy a retirar en lo mismo. Creo que la anterior respuesta puede adaptarse perfectamente a esta pregunta. Aunque ese comentario que haces de que los grandes grupos se comen a los pequeños de una manera bestial, hasta dejarlos asfixiados, a mi juicio yo creo que este proceder se da forma generalizada en todos los ámbitos de la sociedad. Por lo tanto, no sólo abarca el panorama de las editoriales.  Por ahí circula ese dicho popular que dice que “el pez grande se come al pequeño”. Y como el abusar de su esfuerzo y su poder es una constante en esta sociedad tan competida fruto del capitalismo depredador que sufrimos, razón por la cual se dan todas esas injusticias entre aquello catalogado como grande en comparación con quien por desgracia ostenta el rango menor. 

-Bien, dinos cómo ves el futuro de Aguamarina y lo más importante cómo te ves a tú

-Sintiéndolo mucho, me temo que el futuro de Aguamarina se presenta muy sombrío. No ya por las motivaciones que se van debilitando o gastando con el tiempo, sino porque ha surgido un imprevisto negativo que va a hacer que resulte bastante   complicado su continuidad. Vamos a ver como fluye la situación, si es viable o no seguir. De momento toca esperar, Al menos en el año en curso se mantendrá su edición. ¿Cómo me veo yo ante el futuro? La verdad que andamos bastante distanciados la versión optimista y yo, con lo cual, nada halagüeño   se presenta el futuro.  Tampoco el presente digamos que es un Carpe Diem, constante. Pero bueno, tampoco es cuestión de hacer un drama de todo ello porque también surgen momentos y situaciones agradables que hacen que te sientas feliz en parte, y sientes que vivir sigue siendo una experiencia única e irrepetible.  En fin; que estamos condicionados por las circunstancias, con lo cual ellas son quienes dictaminan como nos irá en un futuro; o cómo podemos vivir el presente. Supongo que también la salud jugará un papel determinante y esencial a la hora de cómo podemos sentirnos física y mentalmente. Si ésta hace que perdamos calidad de vida, como te puedes imaginar afectará el estado anímico y hará que todo fluya de manera negativa tanto en el presente cono en el futuro, por muy optimistas que tratemos de ser.

 

Cazarabet con su test rápido:

¿Qué encuentras en la literatura que no encuentres no sé, por ejemplo, en hacer ganchillo, jugar al voleibol…?

.- Supongo que encuentro algo que intrínsicamente me llene más que esas dos actividades que nombras, las cuales por cierto no tengo ni idea como se practican.

¿Quién te enseñó a leer?

.- Creo recordar que fue mi primera maestra, Doña Emilia Díaz Morán. En las clases de párvulos.

¿Recuerdas sobre qué escribiste una primera vez?

.- Ni idea. Mi mente hasta ese lugar tan remoto en la memoria y en el tiempo no llega.

¿Qué te lleva a volcarte en la literatura tanto como lector como creador?

La vocación de escribir, así como la necesidad de aliviar conflictos internos a través del poema.

¿Qué lecturas primeras encuentras en tu infancia o desde que tienes consciencia de recordar y quién recuerdas que te leía?

Si no recuerdo mal, creo que fueron aquellos cuentos escritos por los hermanos Grimm y por Andersen mis primeras lecturas de la infancia, y no tengo memoria de que me los leyera alguien, yo mismo acometí su lectura cuando aprendí a leer

Un Libro o varios.

“Platero y yo”; “Romancero gitano”; El camino” ….

Un escritor/a o varios

- Miguel Delibes, Rosa Montero, Antonio Gala….

Un libro de poesía. o varios

  “Campos de Castilla” (Machado)…” Vientos del pueblo”. (Miguel Hernández)

Un/a poeta. o varios

Lorca, Machado, Luis García Pérez…

Un libro de cabecera.

- (Nunca he sido de libro de cabecera, razón por la que no te nombro ninguno)

Tu libro o libros preferidos.

- Creo que los indicados arriba podían entrar dentro de mis preferencias.

Un libro que nos aconsejarías si somos lectores poco dados a la poesía para adentrarnos más en este género.

– Cualquiera escrito por los autores de la Generación de 27.

Una narrativa que acaba acercándote a la poesía.

– Podía ser perfectamente el de “Platero y yo” de Juan R. Jiménez.

Y uno de poesía que acaba invitándonos a la narrativa.

- Supongo que alguno escrito en prosa poética, pero ahora no me viene ninguno a la memoria, lo siento.

¿Dentro de la historia en el devenir de los tiempos qué etapa u etapas han marcado un antes y un después en la poesía?

-Supongo que la poesía escrita en los tiempos de la antigua Grecia, como fue la Odisea, y demás epopeyas griegas, marcaron ese antes y después de la Poesía. Un después que podría abarcar desde el siglo de oro hasta la Generación del 27.

-¿Y en la narrativa?

-Yo opino que   Cervantes con su universal obra de “El Quijote”, marco claramente un antes en narrativa y si olvidarnos del autor inglés Shakespeare cuya ingente obra puede estar a la altura del autor español. Luego hay un después muy amplio en narrativo que se ha ido sucediendo a través de los siglos hasta nuestros días...

La poesía la degustas con y cómo…

-La degusto en soledad, y si acaso pongo música de fondo.

Y cómo degustas la narrativa

-En la misma situación que lo anterior comentado.

¿Qué horas sueles utilizar para componer/escribir poesía?

-No tengo hora ni día concreto. Cuando el momento y la necesidad lo requieren surge la necesidad de escribir, sin más.

¿Y para la narrativa?

-No soy muy asiduo en escribir narrativa, pero cuando lo hago fluye en parecidas circunstancias que en Poesía. Aunque antes de ponerme a escribir, alguna idea preconcebida de antemano sí que trato de darle forma literaria.

La acompañas con algo de fondo: música, el eco del silencio, los sonidos del día allá donde estés…

-Ya te comento que de fondo siempre suena música normalmente clásica, pero también de vez en cuando Jazz.

A qué escritor, poeta, ensayista, dramaturgo te hubiese gustado conocer...

-Nunca me he planteado esa idea. Tampoco es que me fascinen en demasía los mitos. Pero algún ilustre poeta del panorama literario español sí que hubiera sido interesante haber tenido una charla con él.

Y con cuál te hubiese gustado trabajar...

-No creo que estuviera a la altura de trabajar con alguno de estos insignes escritores, más bien aprender de sus enseñanzas o de su obra.

Te gusta que las novelas, narraciones se lleven al cine o se adapten para series y demás…

-Generalmente sí que me gustan, porque resulta interesante el que alguna de las obras que has leído las lleven al cine. De esta manera puedes ver y escuchar a aquellos personajes que has estado familiarizado con ellos durante la lectura de la novela. Aunque muchas veces te decepciona la adaptación porque o bien los guionista o directores lo cambian o modifican tanto que se parecen muy poco   los personajes del libro a los del cine.

 

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Mas de las Matas (Teruel)

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