Cazarabet conversa con... Javier Fernández López, autor de “Yo
soy Efe Efe”
(Mira)
Javier
Fernández López vuelve más que nunca a
la narrativa ---lo de “más que nunca” es por la energía que imprime en la narrativa--con
esta novela histórica sobre un período histórico que a nuestro autor se le da
bien de describir porque la vivió en plenitud de facultades y por su trabajo
como militar y docente en derecho….
Francisco
Franco se convierte en el eje humano o en uno de los ejes humanos históricos de
esta nueva historia desde la pluma narrativa de Javier Fernández.
La
lectura de Fernández López se suele caracterizar por ser ágil, directa y muy
llevadera…te invita a leer una historia y no es nada pretencioso en la pluma.
Pero,
amig@s de qué va el libro: El general Francisco
Franco los españoles lo conocemos bien, al menos los que tenemos una edad y
quienes se han interesado por nuestra historia del siglo XX. Tras la Guerra
Civil (1936-1939), en la que fue protagonista principal, gobernó nuestros
destinos durante casi cuarenta años, de forma dictatorial, apoyándose en los
vencedores de aquella contienda.
¿Hubo un Franco antes de ser Franco? Por supuesto que sí. Y debería ser
conocido. Sus actos, a lo largo de su gobierno, no surgieron de la nada, ni de
un momento de inspiración divina. Durante años fue fraguándose una personalidad
y asimilando unas ideas que, llegado el caso, puso en marcha.
Primo de Rivera y Sanjurjo, generales como él, con vocación política, como él,
influyeron mucho en su desarrollo militar y, sobre todo, social y político. Un
triunvirato castrense que, para nuestra desgracia, ha pesado demasiado en todos
los españoles. ¿Cómo se conocieron?, ¿cuándo se trataron?, ¿qué tiene que ver
Zaragoza en esa relación?
Ramón Serrano Súñer, posteriormente cuñado, antes
abogado del Estado, persona de enorme influencia en los primeros años de
Gobiernos posteriores a la finalización de la Guerra Civil, ¿cómo conoció al
futuro dictador? ¿Primero fue Zita o fue a la
inversa?
¿Y los alemanes? Las relaciones, magníficas, por cierto, que mantuvo el general
con la colonia germana en Zaragoza, ¿tuvieron influencia en el futuro? ¿Tuvo
Hitler conocimiento de la existencia de un ambicioso general español gracias a
estos alemanes?
La Academia General Militar es una institución castrense de larga tradición y,
hoy, de gran prestigio. De 1928 a 1931 fue dirigida por el general Franco, que
no tenía experiencia alguna en la docencia. ¿Fue un capricho del dictador Primo
de Rivera o, por el contrario, una jugada premeditada?
Todo esto y mucho más se revela a lo largo de Yo soy Efe Efe,
novela de lectura entretenida y apasionante, sin olvidar por ello el rigor
histórico. Los avatares del dictador antes de serlo, sus colaboradores, las
autoridades que lo halagaron y lo frecuentaron. Algunos de los hechos que usted
debería conocer del general Franco y nunca le contaron.
El
autor, Javier Fernández López: dedica parte de su tiempo a dos de sus pasiones:
escribir y dar clases .La milicia y la enseñanza han sido los dos ejes de su
larga trayectoria profesional, llegando a impartir en un mismo curso la misma
asignatura, Derecho Constitucional Español, en la Academia General Militar y en
la Facultad de Derecho de Zaragoza. Su paso por la política, como delegado del
Gobierno de España en Aragón (2004-2012), fue una etapa importante en su vida.
Asimismo, le gusta recordar su actividad en el Centro de Estudios Políticos y
Constitucionales Lucas Mallada, en el Centro UNESCO Aragón y en la Fundación
María Domínguez. Es socio fundador de la Asociación de Historiadores Militares
y, en la actualidad, es el presidente de la Asociación Aragonesa de Escritores.
Ha participado en dieciséis libros, la mayoría de autoría individual, entre los
que destacan los ensayos: El rey y otros militares; Sabino Fernández Campo, un
hombre de Estado; Diecisiete horas y media, el enigma del 23-F; Militares
contra el Estado; General Vicente Rojo, mi verdad; Militares contra Franco,
historia de la Unión Militar Democrática; De Fernando VII a Felipe VI a través
del constitucionalismo histórico español; y las novelas La amante del general y
Aragón en guerra. Y de próxima publicación, Mi abuelo.
Nuestro
autor ha estado ya con nosotros:
http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/aragonenguerra.htm
Cazarabet conversa
con Javier Fernández López:
-Amigo, ¿qué te ha
llevado a escribir esta obra narrativa?, ¿Cómo la definirías?
-Aunque
parezca un tópico, cada escritor lo hace para él. Es una necesidad interior,
algo que te llama, y cuando has conseguido plasmarlo en unas cuantas páginas es
cuando ves un posible libro. Así que las razones para escribir esta novela son
esas, es una idea que me ha ido rondando por la cabeza durante mucho tiempo y,
al final, ha surgido YO SOY EFE EFE. Profundizando
algo más debo deciros que es un tema muy recurrente en mis libros. Son ya
muchos los que llevo escritos, 13, y tanto los de ensayo, la mayoría, como
ahora las novelas se centran en lo militar, en los campos histórico y
constitucional. Y Franco está ahí, lo ha estado y, me temo, lo seguirá estando
muchos años, así que no he sido nada original. Hay muchas páginas escritas
sobre él y la etapa que protagonizó y la idea de centrarme en esos años,
1928-1931, es antigua en mí. Creo que era una historia que necesariamente tenía
que escribir. Franco, Zaragoza, la Academia General Militar, partes importantes
de mi vida.
-¿Qué
es para ti, amigo Javier, la narración?;
qué es para ti ejercer el bello arte de la creación literaria?
-Escribir
es una afición. Hay a quien le gusta el cine o hacer deporte. A mí me gusta
escribir. Desde niño. No creo que sea el lugar adecuado para contar mi vida,
pero la clave está ahí, en aquellos años en los que unos maestros trataban de
enseñarnos todo lo necesario para la vida. Y uno de ellos nos pedía que
escribiésemos redacciones y, a veces, hacía unos pequeños concursos y comencé a
destacar en ellos. Si haces algo que te gusta y además te lo elogian, pues se
acrecienta tu interés, así de sencillo. Y leer, claro. Todo escritor es un gran
lector, y yo tuve la suerte de aficionarme a leer. Ahí está el comienzo de mi
escritura. Luego está el entorno, claro, y mis años de formación universitaria,
especialmente preparando un doctorado, me enseñaron a investigar y me ayudaron
a tener que pulir mi escritura y a someterla a juicios ajenos. Y cuando vi mi
primer libro editado tuve tal subidón de adrenalina
que me dije: a por el segundo. Y después, el tercero, y así hasta hoy.
-En
tus creaciones ¿qué papel quieres darles a los personajes ?—por ejemplo, aquí
con Franco, Ramón Serrano Súñer, Primo de Rivera,
Sanjurjo--…¿prioritario frente a la trama y al
escenario?
-Esta
pregunta es interesantísima, personajes o trama. Cada escritor elige un camino
y no siempre es fácil hacerlo. Supongo que la mayoría a los que les hayas hecho
esta pregunta te contestarán que todos aspiramos al equilibrio. Solo personajes
o solo trama no suelen llevar a un buen final. Y quien tiene que juzgar es el
lector y seguro que habrá distintas opiniones.
-¿Te
ha sido difícil mirar a estos personajes
o te has manejado bien?
-Hablando
de personajes, sí, claro, los hay muy potentes, y trabajar con ellos no es nada
fácil. Una novela que sea de ficción absoluta solo tiene que convencer a sus
lectores, pero una con personajes históricos tiene que ser fiel al conocimiento
que se tiene de ellos en las investigaciones científicas y, además, tratar de
dotarlo de credibilidad en la narración. Creo que no se enfadará nadie si digo
que es más complicado hilar un relato verosímil con personajes tan conocidos
como Franco.
-La
trama en tus últimos libros haces que te la marquen ciertos acontecimientos
históricos y la influencia e interacción de personajes.....
-Ya
lo he dicho antes, solo escribo de un tema, lo militar, y lo hago por dos
motivos: primero, soy parte de él, lo conozco desde dentro y creo que puedo
aportar algo a su conocimiento; y, segundo, en la historia de España, del XIX
en adelante, ha tenido un protagonismo enorme, y lamentable; lo político ha
sido militar, una gran anomalía, y no creo que sepamos lo suficiente sobre las
razones de que haya sido así.
-Porque
parece que el papel de la trama siempre es el eje sobre el que gira todo lo
demás---hasta la paciencia, satisfacciones e insatisfacciones del escritor --,
pero la ósmosis entre personajes y trama es tan fuerte que interaccionan de una
manera muy especial como es el caso creo de YO SOY EFE EFE…
-Me
pides que vuelva un poco sobre la relación entre personajes y trama. Creo que
en esta clase de novelas históricas la documentación, el estudio, te llevan a
los personajes, y tu imaginación pone la trama. Conforme vas avanzando en el
relato vas corrigiendo el peso de unos y otra, y es en las correcciones finales
cuando terminas de compensar los dos campos, de encontrar el equilibrio. Yo así
lo hago.
-Leyendo
tu libro Javier me pregunto si, así de primeras, las españolas y los españoles
saben de su historia más reciente…. A veces da que dudar, no sé si me entiendes..
-Difícil
pregunta. Para un obseso de la historia, como soy, siempre te contestaré que
sabemos poco. Por el contrario, hay personas que creen que tenemos un exceso de
libros sobre nuestro pasado. Y la conocemos mal, es uno más de los problemas
heredados, durante el franquismo se enseñaba una historia muy sectaria, nada
científica, y no hemos sabido corregir esa deriva. Incluso te diría que ante la
dicotomía entre enseñar historia y otras materias se opta
por matemáticas o inglés creyendo que serán más útiles para el futuro de los
alumnos. Es un tema muy difícil de resolver. Lo que sí me permito añadir es que
las novelas pueden ser muy útiles para aprender historia, las buenas y rigurosas,
por supuesto, pero no debemos pensar que solo los grandes libros académicos
enseñan. Una novela puede hacer amena la lectura y, por tanto, el aprendizaje.
-Porque tú qué
consideras que es conocer bien la historia o a los personajes más
destacados---para bien o para mal—intervienen o forman parte de la trama de
tramas de la historia
-Llegar
a conocer la historia exige años y estudio, lo que no todo el mundo tiene.
Deberíamos aspirar a que cualquier alumno al acabar la enseñanza obligatoria
tuviese unos conocimientos básicos, pero de verdad, sin utilizar esos
argumentos tan lamentables de no explicar el franquismo ya que está a final de
curso y no hay tiempo para ello. Y, puestos a pedir, todas las personas
deberían leer algún libro sobre la historia reciente de España.
-Yo sé
que tú, porque te conozco un poco como persona ---más te conozco como lectora--
y sé de tu trayectoria….que sí que sabes
cómo ha sido el devenir de la historia y cómo les ha ido a los diferentes
personajes….pero a veces tampoco es sencillo adentrarse en las entrañas de la
historia, aún siendo reciente….
-Para
conocer bien nuestro pasado más próximo hay un problema de difícil solución, la
contaminación política. En nuestro país la derecha sigue teniendo pendiente
romper con ese pasado. Hoy el porcentaje de alemanes que defienden a Hitler es
muy bajo. Lamentablemente en España no ocurre lo mismo respecto de Franco. Que
un partido político tenga 52 parlamentarios en el Congreso de los Diputados
defendiendo el franquismo es terrible.
-O
quizás es precisamente por ello…”por ser reciente...”, a veces es más fácil de
saber y entender reflexionando de hechos acaecidos hace cinco siglos que de
hechos de los últimos dos siglos…
-Enlazando
con la respuesta anterior, los personajes que desfilan por mi novela son
conocidos, no todos claro, la trama hay que completarla con ficticios. Yo
aspiro a añadir algo sobre ellos que aporte algo nuevo a quien lea la novela.
Por citar un ejemplo: hace poco que se retiró a una calle de Zaragoza el nombre
de general Sueiro. Muchas personas no saben quién
era, la razón por la que tenía esa calle y los motivos por los que se sacó del
callejero de la capital aragonesa. Leyendo mi novela
sabrán quien era Álvaro Sueiro y la gran relación que
tuvo con Franco.
-Creo
y, creo que es bueno, que en tu manera de escribir nunca dejas, por encima de
todo, de “querer transmitir, enseñar”, eres muy docente… ¿no?
-Me
agrada mucho que me plantees este tema, el de la docencia. No quiero presumir,
pero es algo que suelo escuchar, es que usted es muy didáctico. Me esfuerzo por
ello. He hecho muchas cosas en mi vida y en varias de ellas la formación ha
estado presente. Y si tuviera que elegir solo una, algo a lo que dedicarme,
sería la docencia. Me entusiasma. Cuando, pasados los años, me encuentro con
alguien a quien no reconozco y me dice que fue alumno mío, el corazón se me
acelera. Haber podido influir en la vida de alguien transmitiéndole algún
conocimiento o reflexión es maravilloso. Y cuando escribo lo tengo muy
presente, quiero transmitir, que quien lea se quede con algo de lo que le estoy
contando. En las últimas correcciones antes de publicar un texto lo que más
corrijo es esto, párrafos que no están suficientemente claros, o en los que
creo ver alguna posible confusión. Fuera. Claridad, lectura fácil, es una de
mis obsesiones.
-Amigo
también eres militar…algunos militares se han movido mucho en los últimos
tiempos con mensajes que yo no sé muy bien cómo calificarlos porque me parecen
muy lamentables….lo de los 26 millones de muertos, lo de la cercanía a ideas
absolutistas, prejuicios, bulos…Creo, que la clave está, como todo en la vida,
en la educación…En este país, en la historia reciente, se está educando bien a
los miembros de las Fuerzas Armadas y de Orden Público o hay lagunas, grandes o
no, que deberían de intentar remediarse?. En todo caso, ¿cómo y de qué manera
debe hacerse?. ¿Lo tienes como presente esto a la hora
de ponerte frente a la página en blanco? ---folio a pluma o máquina de escribir
o ordenador—
-Entramos
en un asunto muy delicado. La Academia General Militar es protagonista de mi
novela y la pregunta sobre los actuales alumnos es obligatoria. Y más cuando
recientemente ha habido unas lamentables actuaciones de unos militares
retirados que han aterrorizado a una buena parte de la opinión pública. Creo
que conozco bien ese centro. He sido alumno y profesor en él. Y llevo muchos
años estudiando a militares que han pasado por allí. En resumen: tengo una
opinión un poco más fundada sobre el tema que muchas de las que se han
expresado en estas fechas. Y no veo motivo alguno de preocupación. Allí no se
les adoctrina, afortunadamente esa época ya pasó, se les forma en las materias
que les son necesarias para desempeñarse en el futuro como oficiales. Y si nos
fijamos en los resultados, misiones de paz principalmente, los organismos
internacionales, con la ONU a la cabeza, suelen emitir informes muy positivos
sobre su labor. En la esfera privada piensan y votan como los demás. Se suele
decir que hay muchos seguidores de VOX. Y yo añado, lamentablemente también hay
muchos médicos, y taxistas, que votan a ese partido. Sería estadísticamente
imposible que no los hubiera. El que unos jubilados dijeran disparates está
mal, muy mal, pero no podemos extrapolar esas afirmaciones al resto de
militares. Créanme, en la AGM se imparte una magnífica formación, muy
profesional.
-Hay que aprender todas y todos, como ciudadanas y ciudadanos, a
enfrentarnos más a maneras de pensar diferentes a la nuestra y dónde está esa
finísima línea roja que nunca o casi nunca deberíamos cruzar?—cuidado creo que
la tolerancia es imprescindible, pero lo de saber ver la línea roja tanto o
más, pero reflexiónanos, amigo…---
-Aunque
se aleja algo del tema no quiero dejar de contestar a lo que me planteas. El diferente,
el otro. Solo se me ocurre recordar una frase muy afortunada de Ralf Dahrendorf: “la democracia
es la convivencia en el conflicto”. Si supiéramos asumir eso, tendríamos mucho
camino andado. Hay conflicto, somos conflictivos, está en la condición humana.
Lo sabemos, está ahí, y tenemos que asumirlo, aceptarlo, y adquirir el
compromiso de convivir. Así de sencillo, de escribir, aunque la experiencia nos
dice que no tanto para cumplirlo. Todos conocemos a personas que no están
dispuestas a hacerlo. Y ahí ya no sé qué decir ni se me ocurre como intentar
dialogar con ellas. El que ve la vida como un “ellos o nosotros” me plantea
muchos problemas. Si alguno de los que así piensan leyese mi novela, lo que no
creo que hagan, pensaría que no es verdad lo que explico. Y con esa respuesta
se quedan tan tranquilos. Quienes no pensamos como ellos mentimos, así lo
resumen todo.
-Como
escritor no te vas por las ramas: eres directo, llano con la narrativa, fácil
de leer…te divierte contar cosas que has vivido más o menos directamente,
¿verdad? ,¿Cómo lo haces?
-Volvemos
a la novela, al estilo en este caso. Todo escritor cuando aborda el comienzo de
una obra tiene que decidir, además del argumento, claro, el método discursivo
que quiere utilizar. Narrador en primera persona o en tercera. Muchos diálogos
o pocos. Sobreexposición del protagonista o reparto de papeles. Todo eso tiene
importancia en el resultado final. Y, por supuesto, la forma de escribir de
cada uno. Yo aspiro a que todos los que lean esta novela digan que ha sido muy
fácil de leer y que en dos sentadas la han acabado. Y que les han quedado ganas
de volver a leerla, entera o algún capítulo. Los comentarios que me están
llegando, de lectores, son en ese sentido. Y me agrada mucho.
-¿La
documentación, la lectura de libros, la puesta al día…es una de las claves para
completar la pregunta anterior?.- Cómo ha sido este
proceso, el de la documentación, para con Yo soy EFE EFE?
-Otro
aspecto importante en una novela histórica: la documentación. Importantísima. El
relato lo pone el autor, pero los personajes y los episodios son reales. Y ahí
no caben invenciones, hay que dedicar muchas horas a leer, a rebuscar, hay que
encontrar credibilidad, lo que no es fácil. Como yo solo escribo de asuntos que
conozco bien por haberlos estudiado durante años, ya tengo ahorrado un buen
trabajo, pero un mínimo de un año anotando datos y confrontando diferentes
libros no me lo quita nadie.
-Y luego, ¿cómo
trabajas?, ¿cómo es tu método…ya sabes que “cada maestrillo tiene su librillo”?
-Aunque
es una frase conocida, yo se la oí a Ramón Acín, y
quiero citar su nombre porque es un buen amigo y gran escritor. Hay dos formas
de escribir una novela: con brújula o con plano. O lo que es lo mismo, unos
autores lo planifican todo, como en un plano, y otros van escribiendo sobre la
marcha, como con una brújula. Yo soy de los primeros, pero debo confesar que
conforme va avanzando la escritura siempre surge algún cambio en lo previsto.
Hay personajes que los has dibujado de una forma, pero conforme avanza la
narración van ganado protagonismo o al contrario.
-¿Cómo
ha sido editar con Mira?, bueno, siempre eliges—creo recordar—un sello aragonés
y eso está muy bien…
-La
editorial, muy importante en cada libro. Citas a Editorial Mira, la de esta novela,
con la que ya he trabajado antes. Nadie lo hace solo con una única editorial,
aunque suele haber una con la que se trabaja más. En mi caso es esta, con sede
en Zaragoza y con una buena distribución. Además, tengo muy buena relación, y
antigua, con Joaquín Casanova, el fundador, ya jubilado, al que le debemos
reconocer el gran trabajo que ha hecho en este campo en los últimos años. Creo
que Aragón tiene buenas editoriales, de pequeño o mediano tamaño, lo que nos
ayuda mucho a los escritores. En otras zonas de España es mucho más complicado
publicar.
-¿Escribiendo
qué tratas de decirnos que, entre otras cosas, hay que apostar por lo nuestro y
por la comunicación, por contar lo que fue para saber lo que hay y esperar más
preparados lo que vendrá?
-Para
ir terminando me preguntas sobre mi mensaje, ¿qué quiero decir? Supongo que
cada escritor tiene en su cabeza algunas obsesiones que van marcando su obra.
Yo llevo ya muchos libros y artículos publicados y el hilo conductor, ya lo he
dicho antes, es España, su historia, en general, y constitucional en
particular, y siempre con la misma idea fuerza: lo militar. En esta novela me
fijo en un personaje, Franco, en una ciudad, Zaragoza, y en unos años, 1928 a
1931, pero no solo. Hay todo un trasfondo, los años previos a la llegada de la
Segunda República, el militarismo, y unos personajes que a muchos sonarán y que
aquí podrán conocer mejor. Y otros más desconocidos, como los alemanes llegados
en 1916, que jugaron un papel de cierto peso en aquellos, y en posteriores,
años. Tú lo has dicho antes, mi obsesión por enseñar, por intentarlo, y de
forma amena. Ahí está el mensaje.
-Javier,
¿seguro que ya estás metido en otra historia narrativa…nos puedes dar alguna
pista?
-Bien
sabes que tengo una nueva en marcha, siempre la hay. Tengo verdadera pasión por
escribir y siempre lo estoy haciendo. Luego una parte se va a la papelera y
otra termina cuajando. Ahora tengo muy avanzada una novela que me está gustando
mucho, trata de un abuelo (yo ya lo soy) y un nieto, y de una pandilla de
jóvenes adolescentes que van descubriendo la vida. Y en unos años, 1973-1975,
en los que tantas cosas están comenzando a cambiar en España. Y descubren,
también, el pasado, esa guerra civil de la que solo han oído hablar en
conversaciones a media voz de los mayores. Cuando la publique espero hablar de
ella con vosotros.
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