Evento

Los vínculos entre Aragón y Cataluña: Amar en tiempos revueltos

 

En esta parada en el “evento” del Km. 36 nos queremos parar en los hilos que unen a comunidades vecinas, tomando el pulso de lo que acontece a la vecindad y a los hilos que unen a Catalunya con Aragón y a Aragón con Catalunya.

Establecer vecindad entre Aragón y Catalunya, se puede hacer de muchas maneras, pero hoy buscamos esos lazos gracias a un conjunto de firmas y de reflexiones que se unen formando un libro, Tejidos de vecindad, todo está está coordinado por Alberto Sabio.

 



TEJIDOS-(5).jpgCazarabet conversa con...   Alberto Sabio Alcutén, coordinador del libro “Tejidos de vecindad. Los vínculos históricos entre Aragón y Cataluña, siglos XVIII-XX” (Institución Fernando el Católico)

 

 

 

 

 

 

 

Un libro que desvela y refleja las relaciones entre Aragón y Catalunya entre los siglos XVIII y XX.

El libro es un libro de muchas plumas y reflexiones, coordinado por Alberto Sabio.

El libro tiene como dos partes: Los vínculos económicos y sociales y una segunda parte dedicada a los vínculos políticos y culturales.

Lo que nos dice el libro:

Las plumas que integran el libro: Jaume Torras Elías, nos escribe acerca de El encaje de Aragón en la escena catalana durante la Edad Moderna; María José Villalba, lo hace sobre la Micromovilidad  sin fronteras. Movimiento de población entre Aragón y Catalunya en época moderna (siglos XVI y XVIII); José Ignacio Gómez Zorraquino lo hace sobre Los anhelos y desvelos de los aragoneses en los siglos XVI y XVII: el Ebro y el Mediterráneo; Marc Prat escribe sobre el Caso Fortea : lana aragonesa y tejidos catalanes; Vicente Pinilla y Javier Silvestre escriben sobre La emigración de aragoneses a Cataluña: desde la Revolución Industrial a nuestros días; Luis Gonzalo Zubero y Vicente Pinilla—que repite—también reflexionan sobre Las relaciones comerciales contemporáneos de Aragón con Cataluña: de la complementariedad al modelo intraindustrial; Carlos Sudriá nos escribe indagando sobre Las transferencias de energía eléctrica entre Aragón y Catalunya en el segundo tercio del siglo XX; Àlex Martín Sanz ha colaborado en esta “obra coral” con la reflexión La Casa de Aragón en Barcelona : el asociacionismo de la migración aragonesa en la Edad Contemporánea; José Javier Rueda se sumerge y nos sumerge en El proceso secesionista en Cataluña y algunos de sus efectos económicos vistos desde Aragón y esta primera parte, la dedicada a los vínculos económicos y sociales termina con la pluma de Josep Borrell que escribe titulando su reflexión Entre dos Nogueras.

La segunda parte que , como hemos dicho, va dedicada  a los Vínculos políticos y culturales cuenta, también, con una buena “dosis” de plumas que nos van dejando “sus sentires”: Eliseo Serrano Martín nos habla de Intercambios culturales en el siglo XVIII entre Aragón y Cataluña y pensamiento político austracista; Antonio Peiró Arroyo nos enseña con su pluma  a La actitud política de los aragoneses en Cataluña durante la Segunda República; Carlos Serrano Lacarra escribe también aquí  sobre Cataluña y lo catalán desde el aragonesismo del siglo XX; el propio coordinador de este libro escribe : De López Raimundo a Comín: integración social y liderazgos aragoneses durante la transición en Catalunya; Joaquín Parellada  y Fernando Valls lo hace sobre :Los Blecua, dos generaciones de aragoneses en Cataluña; Ignacio Peiró Martín reflexiona y escribe sobre Cultura e Historia en Aragón y Cataluña(precipitado de diálogos y amistades, rechazos y desencuentros) ; Manuel García Guatas escribe sobre Barcelona como meta(Artistas aragoneses en la encrucijada catalana); Javier Sebastián  se adentra en : Algunos escritores Aragoneses en Cataluña; la pluma de Ramón Acín se adentra en Moncada y su universo creativo; Vichy Calavia nos acerca a Los vínculos cinematográficos de Aragón con Cataluña(del pionero Segundo de Chomón a Luis Buñuel y Antonio Maenza. Conexión Pere Portabella); Luis Antonio González Martín  nos escribe sobre Músicos de nostra terra; Matías Uribe lo hace también sobre música, pero desde la perspectiva de: La héjira de los músicos populares aragoneses a Cataluña entre 1960 y 2016 (Asentamientos, grabaciones, conciertos, discos y flujos recíprocos) ;Javier Giralt Latorre escribe sobre : La franja de Aragón. Un vínculo lingüístico indefectible con Cataluña. Finalmente Inmaculada Real López nos adentrará en: Escenarios artísticos de Aragón y Cataluña (Paralelismo y confluencias en los espacios territoriales y lugares transfronterizos)

 

 

Cazarabet conversa con Alberto Sabio:

TEJIDOS (4).jpg-Alberto, cuéntanos, ¿qué es lo que os llevó  a “pensar” este “magno” libro sobre los vínculos entre Catalunya y Aragón, o viceversa? En otras palabras: ¿qué os inspiró?

-Pensábamos que, más allá del recalentamiento político y de la polvareda de estos meses atrás (o ya años…), frente a determinados delirios y mitos, un buen antídoto, aunque fuese modesto,  podía ser el trabajo de los historiadores, de ahí que apostemos en el libro por el enfriamiento histórico, por ver las cosas con perspectiva. Porque la perspectiva histórica ayuda a conocernos mejor y a crear espacios compartidos, a no practicar la ignorancia recíproca, origen de no pocas actitudes chauvinistas y de relatos nacionales construidos ad hoc para satisfacer los propósitos del presente. En otras palabras, subrayamos la necesidad “pensar históricamente”, como indicaba Pierre Vilar. Hacemos nuestra su afirmación para analizar las relaciones recíprocas entre Aragón y Cataluña desde las perspectivas de la historia, la economía y la cultura compartidas en un tracto cronológico que abarca desde el siglo XVIII hasta finales del siglo XX. Tres siglos de una historia compleja que no puede resumirse con simpleza en esa idea de España contra Cataluña, de Cataluña contra Aragón, o viceversa.

- Vínculos que como habéis titulado son “Tejidos de vecindad”….hay mucho, nunca mejor dicho, “de tejido” entre esta sociedad y la catalana, ¿no?; ¿somos algo más que vecinos?; ¿dirías que nos unen muchas más cosas que con el resto de tierras fronterizas?

-Para empezar, más de medio millón de aragoneses emigraron a Cataluña en un siglo, entre 1880 y 1980. Y hoy, en pleno siglo XXI, ninguna autonomía española compra tanto en otra como la aragonesa en la catalana. Hubo, desde luego, vínculos con otros territorios pero con Cataluña priman las complementariedades históricas y las amplias influencias habidas con esas “tierras al Este” a las que se refiere la canción de José Antonio Labordeta y desde donde llegaron a menudo aires de renovación. Eso sí, no podemos ser ingenuos ni rehuir las fricciones habidas en el camino. Es ineludible que la convivencia vaya salpicada en ocasiones de conflictos, como suele ocurrir entre viejos vecinos de territorios colindantes; pero, como hicieron nuestros antepasados, hemos de encontrar vías de colaboración y caminos que aviven diálogos cuando bajen los decibelios políticos y los discursos que se retroalimentan.

-Amigo Alberto, coordinas el libro de artículos, reflexiones varias de muchas plumas:¿cómo ha sido coordinar todo este inmenso trabajo?; ¿cómo ha sido coordinar las diferentes plumas?; ellos o o ellas elegían los temas a tratar y a escribir?

-En el libro participamos profesores y expertos tanto aragoneses como catalanes y nos hemos afanado en realizar un uso de la historia avalado por fuentes documentales y sin convertirla en arma arrojadiza. El lector juzgará si lo hemos conseguido. Todos los autores tienen una obra detrás que respalda lo que han escrito en cada capítulo. Nos interesaba mucho que hubiese presencia de los dos territorios y quiero agradecer muy especialmente la participación de especialistas catalanes. En la coordinación nos ha ayudado la Institución Fernando el Católico.

-Vamos a “hacerle un guiño” a la persona que ha coordinado “lo gráfico” y “lo documental” del libro, indispensable e imprescindible el intenso trabajo de Víctor Lahuerta, ¿no?…

-Aparte de los contenidos, el libro es en sí mismo una obra de arte. Y ello se lo debemos a la maestría, destreza y profesionalidad de Víctor Lahuerta, que trabaja con la meticulosidad de los antiguos orfebres. Hay fotografías espectaculares, algunas de ellas inéditas, así como un esfuerzo buscado por insertarlas en la página exacta donde refuercen los contenidos temáticos. Por otro lado, el material gráfico resultaba imprescindible para subrayar el territorio común de las artes plásticas entre Aragón y Cataluña, es decir, el lema “Barcelona como meta”, que estuvo en la cabeza de muchos pintores y escultores aragoneses durante los siglos XIX y XX.

TEJIDOS (1).jpg-Estos “Tejidos de vecindad”, querido amigo, ¿han ido variando y evolucionando  a lo largo de los años?

-Opera como ejemplo de esas relaciones cambiantes, pero siempre intensas, lo sucedido con los vínculos universitarios y académicos. Verás, hasta su clausura en 1707, el Studium Generalis ilerdense fue polo de atracción de estudiantes del viejo Reino de Aragón. Personajes tan renombrados como José de Calasanz o Pedro Cerbuna, fundador de la Universidad de Zaragoza, recalaron en las aulas de Lérida. Y, a la inversa, durante el siglo XVIII y primer tercio del XIX, la Universidad de Huesca registró una importante afluencia de alumnos catalanes. La circulación del talento no cesó en las décadas siguientes, con profesores y estudiosos que transitaban desde Aragón a Cataluña, o viceversa. Así, muchos catedráticos aragoneses ejercieron en Barcelona (Castro y Calvo, Odón de Buén, Sánchez Sarto) o desempeñaron su labor en Zaragoza para después trasladarse a Barcelona, como Vicens Vives o Fabián Estapé. Hemos de recordar también al Rector Badía Margarit, estudioso del catalán en la parte oriental de Aragón o, más cercano a nosotros en el tiempo, al periodista Joaquim Ibarz, nacido en Zaidín (Huesca) y corresponsal de La Vanguardia en América Latina durante 25 años, quien tanto escribiese contra el intento de construir una central nuclear en Chalamera, pero también en Ascó o en Lemóniz. Los Blecua encarnan dos generaciones muy brillantes de aragoneses en Cataluña, sin que podamos pasar por alto a otros estudiosos catalanes que han analizado Aragón, como Víctor Balaguer, Ramón d´Abadal y sus estudios sobre la expedición de Carlomagno a Zaragoza, Bosch Gimpera y sus excavaciones de cerámica ibérica en Calaceite, Feliu y sus escritos sobre “La Dolores”… El propio Ramón y Cajal subrayó, en cita autobiográfica, sus éxitos investigadores en la Cátedra de Histología de Barcelona.

-Me da que entre Aragón y Cataluña ha habido siempre una especie de ósmosis constante, pero mucho más en lo humano que en otra cosa  la gente se ha movido mucho de aquí para allá y en el viaje de retorno más o menos permanente…..- Además el que va y viene deja “huella”…

-La circulación del talento, por fortuna, no conoce fronteras. Desde Javier Tomeo a Ignacio Martínez de Pisón, desde José María Latorre a Carlos Castán y Javier Sebastián, la importancia de los escritores aragoneses en Cataluña ha sido y es evidente. Especial relevancia concedemos en el libro a un autor de frontera, integrador y tolerante, como Jesús Moncada, exponente máximo de esa dualidad catalano-aragonesa llevada a la excelencia desde Mequinenza, “esa isla proletaria en medio de un mundo agrario” tan bien trazada en Camí de sirga. Mocada se refugiaba en su silencio y, como ha indicado Ramón Acín, “propendía a una ocultación casi espartana, dando la callada por respuesta en el guirigay de la olla de grillos que, muchas veces, parece ser la literatura”. No menos relevante fue la héjira de los músicos populares aragoneses hacia Barcelona a partir de 1960. Los primeros rockers de Zaragoza, pioneros en España merced a las influencias musicales que llegaban desde la base americana, emprendieron el camino hacia Barcelona, centro neurálgico entonces de la industria musical y discográfica española. Y lo mismo hicieron algunas cantantes femeninas, esas chicas ye-yés “con el pelo alborotado y las medias de color”, o Elia Fleta, hija del gran tenor, a quien el investigador Matías Uribe describe como “la primera dama del jazz en España”.

Los cantautores aragoneses tuvieron también fuertes nexos con Cataluña. El propio Joan Manuel Serrat, de madre belchitana, “hija del viento seco y de una tierra enjuta”, como canta en Canción de cuna, siempre se ha sentido muy cerca de Aragón. En realidad, el trasiego de músicos entre Aragón y Cataluña se había iniciado mucho antes, incluso siglos atrás: por ambos territorios circularon compositores, cantores, instrumentistas y constructores de instrumentos. Sin ir más lejos, todo un elenco de músicos catalanes ejercieron su actividad en iglesias y catedrales aragonesas, también en bandas musicales y, más tarde, en la Sociedad Filarmónica de Zaragoza.

Y qué decir de los vínculos cinematográficos de Aragón con Cataluña, que se trazan ya desde el pionero Segundo de Chomón para seguir después con Luis Buñuel, Antonio Maenza y la “conexión” Pere Portabella. Sorprende la fecundidad de esos nexos entre los soñadores de imágenes en movimiento. El turolense Segundo de Chomón, iniciador mundial del cine de animación y de los trucajes, se instaló en Barcelona en 1902. Allí comercializa el sistema de coloreado y perfecciona diversas técnicas, como el uso del travelling, además de filmar vistas de Barcelona o de Montserrat. Años más tarde, la Guerra Civil llevaría a varios cineastas aragoneses a Barcelona. Fue el caso de Antonio Sau quien, bajo los auspicios de la CNT, guionizó y dirigió la película Aurora de Esperanza (1937), “un cine de reivindicación social influenciado por la escuela soviética de Serguéi Eisenstein y Vsévolod Pudovkin”, como ha señalado Vicky Calavia. Desde luego no podía faltar la especial relación de Luis Buñuel con Cataluña, de la mano no tanto de Dalí sino sobre todo de Portabella, el productor de Viridiana (1961), con guión del oscense Julio Alejandro. En sentido inverso, resulta innegable el fuerte nexo del barcelonés Bigas Luna con Aragón, tanto por motivos familiares como cinematográficos  -quién no recuerda Jamón, jamón (1991), rodada en plenos Monegros- y, en general, sociales, pues Bigas inspiró la reconversión del viejo café cantante El Plata y, palabras mayores si hablamos de arraigadas tradiciones, acertó a cambiar el lugar de la ofrenda de flores a la Virgen del Pilar. Ahí es nada.

TEJIDOS (2).jpg-Y la Cordillera Pirenaica, creo, que es y ha sido como un lazo inquebrantable de unión…con respecto a Catalunya, pero también, amigo, creo que a la Francia transpirenaica… ¿cómo lo ves?

-Precisamente el Pirineo, pero también las sierras ibéricas, quedó plasmado en el objetivo de los fotógrafos del Centro Excursionista de Cataluña. Llevaron sus pesados aparatos fotográficos, transportados a lomos de caballerías, a las cumbres pirenaicas. La primera excursión a tierras aragonesas tuvo lugar, según Josefina Roma, en 1876 para ascender el Pico Gallinero; en 1879 haría lo propio Maurici Gourdon con el Aneto. Fotógrafos como Juli Soler Santaló tenían un indudable interés etnográfico por los paisajes aragoneses y Albert Oliveras retrató Ordesa, Benasque, la Virgen de la Peña, el esquí, Panticosa, Pineta, Bielsa o Broto, pero también Valderrobres o los puertos de Beceite. Hoy se conservan negativos, positivos o tomas estereoscópicas de más de 180 municipios de Aragón. No demasiado conocidas, estas fotografías forman parte fundamental del patrimonio cultural aragonés.

-Eso es como el “efecto Ebro”. No sé si valoramos lo que ha unido y une este río…no sé si, verdaderamente, somos conscientes…

-Tienes toda la razón. Con el Ebro de por medio, Aragón fue ciertamente relevante en la especialización textil catalana, como Cataluña lo fue en la orientación agropecuaria aragonesa. A este respecto, la construcción del Canal Imperial de Aragón facilitó el transporte de cereales a partir del inicio de su navegación en febrero de 1789. Tampoco faltaron planteamientos, durante la década de 1850, en un contexto de fuerte crecimiento de la demanda de grano, para que el Ebro fuese canalizado, propuesta que acabó desestimada ante la inexorable competencia del naciente ferrocarril. Con posterioridad, Cataluña se benefició muy notablemente de la articulación de un mercado interior español, un mercado casi catorce veces mayor que el catalán y sometido a un severo proteccionismo comercial e industrial en favor de los intereses de la burguesía catalana. Es cierto que el proteccionismo no fue un hecho único de España, pero fue en nuestro país donde las barreras aduaneras alcanzaron niveles más elevados, en buena medida como resultado de la alianza entre cerealistas castellanos, textiles catalanes y siderúrgicos vascos. Pocas razones para el victimismo tiene en este punto el nacionalismo catalán. Es más, los independentistas actuales, cuando observan la alta dependencia de las exportaciones catalanas del mercado del resto de España, responsabilizan a una legislación muy restrictiva y al Gobierno español de una situación que, en todo caso, fueron sus antepasados (sus padres, sus abuelos, sus bisabuelos…) quienes construyeron para garantizar su desarrollo económico.

TEJIDOS (3).jpg-Este “trasvase”, ahora me refiero al humano, viene ya, en todos los planos, desde seguro, y al menos, la Edad Moderna…

Sí, hasta el siglo XVIII se produjo entre Aragón y Cataluña una “micromovilidad sin fronteras”, lenta y gradual, con predominio de artesanos y de campesinos, y con importancia destacadísima de los desplazamientos de corta y media distancia, influidos por las redes familiares, la estacionalidad de las tareas o por los propios límites de las economías campesinas. Esa “diáspora mercantil” se incrementará notablemente en el siglo XIX, tras la crisis del Antiguo Régimen y con la consolidación del Estado liberal. No parece que la llegada de estos catalanes provocase reacciones de rechazo especialmente reseñables, tal vez porque sus negocios no entraban en conflicto ni en competencia con los sectores mercantiles locales previamente establecidos en esas regiones o comarcas.

-En este “tejido de relaciones”, en todos los “campos” y en todas y cada una de las perspectivas. ¿Cómo ha ido evolucionando?....

-Hasta la propia conciencia aragonesista debe mucho a personalidades como Gaspar Torrente o Julio Calvo Alfaro, ambos emigrantes en Barcelona, y a la revista El Ebro, publicada en la Ciudad Condal a partir de 1917. Ha de subrayarse también la importancia de personajes aragoneses en la Cataluña de la década de 1920, como Sánchez Sarto, Minguijón, Giménez Soler, Pío Zabala o Ibarra, varios de ellos en la editorial Labor. Y, ya durante la Segunda República, no por casualidad el Centro Obrero Aragonés de Barcelona alcanzó los 3.500 asociados en diciembre de 1931. Formaban parte de él, o se sentían cercanos, personajes como Joaquín Maurín, Ángel Samblancat o Felipe Aláiz. Las organizaciones de emigrantes incidieron en el debate autonomista aragonés, hasta culminar en el Congreso de Caspe de mayo de 1936. Luego llegó la guerra y lo cambió todo. A estas gentes les esperaba el exilio, la represión o la adaptación (más o menos acomodaticia) al nuevo régimen franquista.

-No sé entre Aragón Y Catalunya hay mucha relación socio económica…en los últimos años, aún con la dichosa crisis, ha ido a más;  la ha sufrido también…

-Cataluña es hoy, con gran diferencia, el principal mercado exterior de Aragón y, desde finales del siglo XX, Aragón ha pasado a ser el principal destino de las exportaciones catalanas, tras Francia. Y, por mucho que se empeñen en negarlo, una frontera política, sobre todo si en un lado se estuviese en la Unión Europea y en otro no, es un poderoso desincentivo a los intercambios. Por tanto, nada de lo que suceda en Cataluña le resulta ajeno a los aragoneses... El Aragón del siglo XXI, con Cataluña cerca en todos los sentidos, tiene más posibilidades de robustecerse desde un aragonesismo que enaltece lo propio que vale la pena, que es mucho, y no precisamente por ser propio, pero al mismo tiempo defiende la necesidad de vigilar un trato equitativo entre territorios. Los aragoneses estamos muy interesados en este proceso, como demuestra la dilatada interacción histórica que subraya este libro.

 

 

 

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Tejidos de vecindad. Los vínculos históricos entre Aragón y Cataluña, siglos XVIII-XX. Alberto Sabio Alcutén (coord.)   
555 páginas        23,5 x 28,5 cms.
25 euros
Institución Fernando el Católico



 

CONTENIDO:   

Alberto Sabio Alcutén, "Introducción", pp. 12-51.

1. VÍNCULOS ECONÓMICOS Y SOCIALES:

- Jaume Torras Elias, "El encaje de Aragón en la economía catalana durante la Edad Moderna", pp. 52-69;

- María José Vilalta, "Micromovilidad sin fronteras. Movimientos de población entre Aragón y Cataluña en la época moderna (siglos XVI-XVIII), pp. 70-85;

- José Ignacio Gómez Zorraquino, "Anhelos y desvelos de los aragoneses en los siglos XVII y XVIII: el Ebro y el Mediterráneo", pp. 86-107;

- Marc Prat, "Casa Fortea: lana aragonesa y tejidos catalanes", pp. 108-131;

- Vicente Pinilla y Javier Silvestre, "La emigración aragonesa a Cataluña: desde la Revolución Industrial a nuestros días", pp. 132-149;

- Luis Germán Zubero y Vicente Pinilla, Las relaciones comerciales contemporáneas de Aragón con Cataluña: de la complementariedad al modelo intraindustrial", pp.150-173;

- Carles Sudriá, "Las transferencias de energía eléctrica entre Aragón y Cataluña en el segundo tercio del siglo XX", pp. 174-193;

- Alex Martín Sanza, "Las Casas de Aragón en Barcelona: el asociacionismo de la migración aragonesa en la Edad Contemporánea", pp. 194-219;

- José Javier Rueda, "El proceso secesionista en Cataluña y algunos de sus efectos económicos vistos desde Aragón", pp. 220-239;

- Josep Borrell Fontelles, "Entre dos Nogueras", pp. 240-251.

2. VÍNCULOS POLÍTICOS Y CULTURALES:

- Eliseo Serrano Martín, "Intercambios culturales en el siglo XVIII entre Aragón y Cataluña y pensamiento político austracista", pp. 252-265;

- Antonio Peiró Arroyo, "La actividad política de los aragoneses en Cataluña durante la Segunda República", pp. 266-291;

- Carlos Serrano Lacarra, "Cataluña y lo catalán desde el aragonesismo del siglo XX", pp. 292-321;

- Alberto Sabio Alcutén, "De López Raimundo a Comín: integración social y liderazgos aragoneses durante la Transición en Cataluña", pp. 322-343;

- Joaquín Parellada y Fernando Valls, "Los Blecua, dos generaciones de aragoneses en Cataluña", pp. 344-361;

- Ignacio Peiró Martín, "Cultura e Historia en Aragón y Cataluña (precipitado de diálogos y amistades, rechazos y desencuentros)", pp. 362-387;

- Manuel García Guatas, "Barcelona como meta. Artistas aragoneses en la encrucijada catalana", pp. 388-409;

- Javier Sebastián, "Algunos escritores aragoneses en Cataluña", pp. 410-425;

- Ramón Acín, "Moncada y su universo creativo", pp. 426-449;

- Vicky Calavia, "Los vínculos cinematográficos de Aragón con Cataluña. Del pionero Segundo de Chomón a Luis Buñuel y Antonio Maenza. Conexión Pere Portabella", pp. 450-471;

- Luis Antonio González Marín, "Músicos de nostra terra", pp. 472-487;

- Matías Uribe, "La héjira de los músicos populares aragoneses a Cataluña entre 1960 y 2016. Asentamientos, grabaciones, conciertos, discos y flujos recíprocos", pp. 488-507;

- Javier Giralt Latorre, "La Franja de Aragón: un vínculo lingüístico indefectible con Cataluña", pp. 508-527;

- Inmaculada Real López, "Escenarios artísticos de Aragón y Cataluña. Paralelismos y confluencias en los espacios territoriales y lugares transfronterizos", pp. 528-555.

 

 

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