Microrrelato

El gamusino de Mas de las Matas

 

 

1310931593927448869.jpgDicen las descripciones, incluso en las que van más allá de las enciclopedias de papel, que los gamusinos son unos animales imaginarios que se utilizan para gastar bromas, sobre todo a los que gustan, sea cual sea su afición, en el adentrarse en los caminos, sendas, bosques e intrincados itinerarios que se esparcen por toda nuestra geografía. Lo que no saben los que gastan de estas bromas es que, en realidad, los gamusinos, de una u otra manera, suelen existir. Hay gamusinos que se visten de “cordericos”, los hay que se disfrazan de cabras descaradas y desafiantes, los hay que optan por ser tejones, los hay que son urracas o buitres que te van dibujando redondeles en el aire, los hay con forma de perros perdidos, extraviados y sin razón abandonados por el que debía ser su mejor amigo… hay gamusinos que se arrastran por el suelo y se quedan con la panza pegada al suelo captando todo el calor…

Así que cuando os digan que los “gamusinos” son “una mentira disfrazada de broma”, o “un animal imaginario”… no lo creáis, porque existir, existen y estar entre nosotros, están… El corderico pedía ayuda entre el zarzal que cubría la acequia, paso un caminante y lo rescató, desando su propio camino para encontrar el rebaño y entonces de entre todo el rebaño se acercó una madre que enseguida le mostró las urdes para que el gamusino vestido de cordero pudiese alimentarse. Los demás los rodearon a modo de protección. El perro del rebaño, jamás volvió a ladrar al caminante, seguramente era otro gamusino que tomó buena nota y las urracas le seguían sus pasos sin parar de dar una conversación que nuestro caminante no entendía… El buitre vigilaba y el resto de animales que hemos mencionado esperan ser protagonista, como gamusinos, de otros relatos. Así que no me digan que los gamusinos no existen porque os diré, simplemente, que “no”. La imaginación se alimenta gracias a ellos.