Tras los pasos

imagen-de-miravete-de-la-si.jpgMiravete de la Sierra, entre las icnitas y el medievo

 

Miravete de la Sierra es una pequeña localidad a pie de la Sierra de Lastra (perteneciente al Sistema Ibérico) en el corazón de la Comarca del Maestrazgo en la provincia de Teruel.

Se encuentra a 1218 metros sobre el nivel del mar; la población tiene un clima seco y frío en invierno y en verano fresco en sus noches.

Es un pueblo muy tranquilo, conocido por un spot publicitario por el “Pueblo en el que no pasa nada”… no es de extrañar con la treintena de habitantes que le rondan en todo el año. 
https://www.youtube.com/watch?v=ZmT9lO4IOVc

Entre sus tierras discurre el río Guadalope en su tramo superior, éste nace en término de la vecina localidad de Villarroya de los Pinares. También tiene como otras localidades vecinas a Aliaga, Allepuz, Camarillas y Jorcas.

Miravete se encuentra muy cerca de la Sierra de Gúdar y abrazada por el Monte de San Cristóbal donde se encuentra una Ermita que lleva este mismo nombre.

El pueblo en su casco viejo se encuentra jalonado de bellos edificios declarados Bien de Interés Cultural y que son un claro ejemplo de entramado y de arquitectura medieval. Las calles de esta localidad obedecen a una cita de calles estrechas y entrecruzadas. La Plaza Mayor (margen izquierda del río Guadalope), antaño presidida por un majestuoso olmo, se encuentra comunicada con el antiguo Arrabal (margen derecha del río Guadalope) por un llamativo, apuesto y elegante puente medieval, es un puente del siglo XVI con un esbelto arco de medio punto, además destaca que “es de gran vuelo y muy rebajado… su suelo está enguijarrado y sirve de acceso a la núcleo central del casco urbano, conformando junto al río, una bella estampa de la localidad”. En el Ayuntamiento se aloja un antiguo trinquete con arcos de medio punto.


 

 

1478c7d5f847957998194dec38c.jpgLa zona perteneciente a la Plaza Mayor es el Barrio de San Cristóbal y todavía hay como un tercer emplazamiento frete a éste y al Arrabal, el encaramado en lo alto de una roca y donde se cree pudo haber un Castillo.

Destacamos o podemos destacar estos edificios: el horno, la casa Cavero, la casa Rectoral o la lonja–trinquete.

La Iglesia Parroquial está dedicada a Nuestra Señora de las Nieves y es un ejemplo de la arquitectura y del arte gótico tardío, con un patio cerrado frente a la fachada principal y claustro con ojivas. En ella encontramos un pasadizo que se desliza hasta la calle del Palillo.

En la entrada del pueblo se encuentra un llamativo y desafiante peirón, dechado en el siglo XVI y que, como todos los peirones sirve para delimitar el término de esta coqueta localidad del Maestrazgo Turolense.

El Ayuntamiento y la Iglesia Parroquial están como hermanadas, conformando un conjunto en forma de “U”, típico de las zonas del Maestrazgo, pero además aquí se puede destacar ese pasadizo que da con la calle del Palillo, lo que aporta al conjunto una evocación entremezclada de misterio, armonía y cierta saciedad desde lo medieval.

Vamos a definir un poco mejor al edificio: “este se compone de dos partes dispuestas en ángulo recto. La fachada, de dos alturas y aspecto sencillo, cuenta con una portada de medio punto en la primera de sus plantas y una ventana con peana y cornisa de teja en la segunda. La fachada del pórtico presenta dos alas: la situada al oeste con tres arcos rebajados sobre columnas cilíndricas y grandes capiteles decorados, y la orientada al norte, con otros dos arcos abiertos, uno de ellos cortado por la torre de la iglesia. El edificio está coronado por un alero de canes en forma de pecho de paloma”.


 

 

7-INM-TER-030-150-001_03M.jpgLas iglesias siempre están situadas en los lugares “centrales” de los pueblos, aquellos que sí o sí son transitados por lugareños y visitantes ésta como decíamos está claramente “hermanada” con el Ayuntamiento, pero este edificio dedicado a Nuestra Señora de las Nieves, que data de 1574, es singular y tiene, como en casi todos los lares, sus particularidades: “es una construcción de estilo gótico-renacentista con sillería y mampostería como principales elementos constructivos. Consta de una única nave de tres tramos cubierta por bóvedas de crucería estrellada y capillas entre contrafuertes. La torre, situada a los pies, consta de un primer cuerpo de planta cuadrada de gran altura y pequeñas troneras de ventilación. Sobre él se erige el cuerpo de campanas, de forma octogonal, con un vano de medio punto en cada cara y capitel cónico. En lo que se refiere a la portada, uno de los elementos más destacables del conjunto, se localiza bajo la torre, en un pasadizo que se prolonga en la lonja de la plaza hacia el exterior, formando un recodo que aporta singularidad a este espacio”.

Del interior destaca su decoración, con toda la iglesia está revestida de estucos y pinturas de comienzos del siglo XIX.

Nos acercamos, ahora, a la parte derecha del río en busca de la Ermita de San Cristóbal y dejamos que nos la describan “voces” más expertas: “se trata de una obra de mampostería de nave única cubierta con bóveda de medio cañón con lunetos. La portada -cerrada con bóveda de crucería, como si se tratase de una iglesia-, parece corresponder a una construcción anterior”.

Acercarse, también a:
https://www.youtube.com/watch?v=CxCsKoXAX4U




 

4_1_6_Miravete-1-1024x685.jpgLa ruta de las icnitas en Miravete de la Sierra.

Las icnitas (huellas de dinosaurios) de Miravete de la Sierra, restauradas en el año 2013 el pasado año por la escuela taller de restauración paleontológica de la Fundación Dinópolis, son visitadas, desde hace dos años.

Todo ello gracias a un sendero acondicionado para acceder a cada una de ellas, realizando un recorrido, inaugurado entre las actividades organizadas en la Semana Europea de los Geoparques 2013.

Para el acondicionamiento se ha tenido que trabajar, sobretodo, en hacer transitable el recorrido, pero también, más que nada en la señalización del lugar en dónde están las icnitas. Además, también se ha instalado un panel explicativo para ayudar a los visitantes a poder interpretar las huellas de estos gigantes, los dinosaurios, habitantes de tiempos remotos. En Miravete de la Sierra el lugar, la roca, que retiene la huella, la incita del dinosaurio, está muy inclinada…y eso facilita la visualización por parte de los visitantes de cada una de las improntas. Estas icnitas pertenecen a saurópodos, dinosaurios cuadrúpedos de gran tamaño, cuello largo, larga cola que poblaron esta zona y que vivieron del Triásico Superior al Cretácico Superior, siendo de alimentación herbívora.

En el lugar se distinguen claramente tanto los pies como las manos, ya que se trata de una acumulación de icnitas, aunque sin rastro aparente. Lo que se conoce como dinoturbación. Son 81 las icnitas que aparecen en dos capas de pisadas, pudiendo tener una edad de más de 145 millones de años. Todas ellas han sido cartografiadas por los investigadores de Dinópolis; los trabajos de restauración de esta acumulación de icnitas, comenzaron en el año 2007 cuando la Fundación Dinópolis recibió el encargo de hacer la parte paleontológica del Plan General de Ordenación Urbana de Miravete de la Sierra, en ese momento se catalogaron varios yacimientos en este municipio del Maestrazgo.


 

 

0_3086_1.JPGEl trabajo de restauración se llevó a cabo en el año 2012, a cargo de la escuela taller de restauración paleontológica, bajo la dirección de Andrés Santos.

Este yacimiento de icnitas está declarado Bien de Interés Cultural por el Gobierno de Aragón.

Pero vayamos un poco, si os parece, por partes:

La icnita es el nombre científico utilizado para nombrar a las huellas fosilizadas de animales como las de los dinosaurios.

En zonas pantanosas o húmedas, las pisadas de grandes dinosaurios, tanto herbívoros como carnívoros, quedaron marcadas, y el paso del tiempo, la desecación y los sedimentos hicieron el resto.

En la Comunidad Autónoma de Aragón se han documentado un total de 15 yacimientos de icnitas de dinosaurios, de los que 13 se sitúan en la provincia de Teruel. Todos ellos han sido declarados recientemente Bien de Interés Cultural, en la categoría de Conjunto de Interés Cultural, Zona Paleontológica. Además, han sido incluidos en el expediente remitido a la UNESCO para la propuesta de inclusión en la lista de Patrimonio Mundial, junto a los yacimientos de icnitas de otras cinco comunidades autónomas españolas: Cataluña, La Rioja, Valencia, Castilla – León y Asturias.

La provincia de Teruel se caracteriza por poseer una gran cantidad y variedad de yacimientos paleontológicos y ya desde hace años su Paleontología es muy conocida dentro y fuera de España. Esta gran riqueza ha motivado el desarrollo de diferentes iniciativas para la difusión de su patrimonio paleontológico, por lo que parece necesario establecer unas pautas comunes para la valoración patrimonial de los yacimientos, teniendo como objetivo principal su conservación y las prioridades de intervención para cada caso. Los yacimientos de icnitas son un caso especial ya que el contenido paleontológico, a diferencia de los de restos directos, permanece en el campo formando parte del entorno natural y cultural que los rodea.


 

 

_deteriorodelaconsolidacinenlashuella21530478_c99524ae.jpgUna de las características más notables de los yacimientos de la provincia de Teruel es su amplio registro temporal, con edades muy diversas y morfologías muy variadas. Se sitúan en sedimentos que comprenden desde el Jurásico Superior (Titónico), Cretácico Inferior (Berriasiense, Hauteriviense, Barremiense) hasta el Cretácico Superior (Cenomaniense); la mayoría de ellos son poco extensos dadas las condiciones de los afloramientos.

Nosotros tenemos mucho más cercano otro afloramiento de icnitas. Se sitúa en Abenfigo, ésta es una pequeña localidad perteneciente al municipio de Castellote en la turolense comarca del Maestrazgo. Ubicado en la vega del Río Guadalope, muy cerca de las lindes con la vecina comarca del Bajo Aragón y con Mas de las Matas.

De camino de Abenfigo a Castellote hay un punto donde se encuentran numerosas huellas de estos animales prehistóricos, por ello, esta zona entra dentro del Parque Temático de Dinópolis.

El de Abenfigo es el yacimiento de icnitas de dinosaurio más moderno de la provincia de Teruel y posee unas 41 huellas tridáctilas sin rastros aparentes. Los caracteres primarios permiten asociarlas al icnogrupo de las icnitas terópodas. El yacimiento puede desaparecer si la erosión es intensa (Meléndez et al., 2002).

En cuanto al saurópodo vamos a destacar algunas características que nos parecen interesantes:

-Eran dinosaurios de enormes proporciones, con un característico cuello largo, una cabeza pequeña, patas gruesas y una cola robusta.

-Los dientes de los saurópodos eran espatulados o lanceolados, por lo que no resultaban efectivos para la masticación. Debido a ello, los saurópodos ingerían piedras denominadas gastrolitos, las cuales facilitaban los procesos de digestión al remoler los vegetales en la molleja

-Los saurópodos eran animales de hábitos gregarios, lo cual se comprueba, según estudiosos e investigaciones, por huellas fósiles agrupadas y por las grandes zonas de nidificación.

 

 

 

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