La foto

Lunas de verano

14408695072_b109e5f8d3_b_full-moon.jpgLas lunas son, todas y en todas las estaciones del año, precisas y extraordinarias, pero puede que la buena temperatura hace que las de verano se puedan disfrutar un poco más ;así que son como mágicas y más si como este año conviven y convergen con el solsticio de verano.

La de este pasado solsticio fue especial porque emergió como muy presencial y nos fue acompañando, además, durante muchas horas como si quisiese dejar algo más que una presencia en forma de espionaje. Así, la luna de verano nos acompañó durante todo el camino desde el pueblo a La Escolana cuando tan solo se vislumbraba un poco porque la luz del día lucía con esplendor;  cruzamos el barranco de San Juan y ya se atisbaba más presencial y mientras serpenteamos por encima del Puente de la FAI ella se mostraba, ya, altiva y desafiante, pero en cuanto llegamos a Santa Bárbara La nueva, ya estaba toda solemne por encima de la atalaya de Castellote, mirándonos y atrayendo, de manera imperativa, nuestra mirada. Era imposible no dirigirnos a ella, mirarla, contemplarla y sentirse atrapados por ella con una especie de iluminación que nos llegaba desde ella. Esto hace que nos sintamos   orgullosos  de pertenecer al planeta Tierra. Un planeta azul que nos brinda la posibilidad de visionar el satélite plateado cada “X” días, pero sintiendo, a la vez, que le debemos mucho al mismo y por diferentes circunstancias.