País de Cazarabet

 

Km. 1

 

 

                       

SUMARIO:

- Un microrrelato que desembarca en el Km.1

- Las resacas del San Antón

- Compartimos nuestro tiempo de lectura con Fernando Berlín

- Tras los pasos... nos acercamos al acueducto de Castellote

- Las Guerras Carlistas en el País de Cazarabet

- El tesoro que es la Ermita del Pilar en Andorra

- Dos Torres de Mercader nos abre las puertas de su escuela museo

- Aproximación a las dolinas y simas de La Ginebrosa

- Nuestra imagen se pone el mono y el casco de la mina

 

 

 

Información turística del País de Cazarabet:

Tlfs.  978 849970  -  696 942359

 

 


 

 

Microrrelato

 

Km. 1

 

Era nuestro primer paso hacia el País de Cazarabet y a éste, si deseábamos llegar al final, le debíamos añadir muchos más …no sabíamos a qué acompañantes nos encontraríamos por el leal camino…¿duendes?,¿ Bilbo´s Bolson´s?, ¿acaso era yo Frodo y no lo sabía?... puede que salir de este pueblo,  Mas de las Matas sea la primera de las determinaciones… hay algo de mágico en él,  está poblado por acequias de un líquido incoloro e insípido con aires de un señorío recóndito….los primeros pasos escuecen, pero hay que ir a Cazarabet… Serán pasos seguros y firmes…con una cotidianidad que delatan las intenciones de viajar poco a poco, paso a paso. Pasamos de la cola al principio y cuando estamos disfrutando de saborear los primeros ramalazos de fría brisa… una  voz nos hace volvernos, primero con la mirada y luego con la imagen. Atrás, entre las gentes y sus pasos, entre los chopos de la ribera del Guadalope… desandamos nuestro primer paso para ayudar a darlo a los que, sólo quizás, tengan el miedo cotidiano a seguir adelante con su primer paso. Pero ¿quiénes serán los que articulan esta voz?

 


 

 

Evento

 

LAS RESACAS DE SAN ANTÓN

 

Los San Antones son una diada tan celebrada en nuestras tierras que cuando se les echa el cierre y se dice aquello de: “hasta el año que viene si Dios quiere...”, los pueblos con las alegrías desgarbadas por las fiestas, quedan un poco quietos...las fiestas que vienen después del San Antón ya no se guardan, ni aún en el presente y en el futuro más inmediato,  en nuestro recuerdo. El resto de días emblemáticos del calendario hasta la Semana Santa quedan como adormecidos y eclipsados. Desde esta columna trataremos de repasar estas fiestas remontándonos en el tiempo y rebotando en él…aunque son  las fiestas de invierno las que tienen un carácter más local íntimo celebrándose con  mayor intensidad  y presentando los actos con más tradición  histórica normalmente vinculados a sus patrones. Celebraciones como las de San Antonio Abad (San Antón), en Valdealgorfa, la Ginebrosa, Berge, Mas de las Matas, La Mata, Valmuel...  las de San Sebastián, en Castelserás y Alcorisa; Santa Águeda en La Cañada de Verich y en Los Olmos; conversión de San Pablo, en Foz Calanda... donde el fuego es el elemento central.

Chicotén, un libro-CD coordinado por F Javier Sáenz, nos aproxima con música, fotos y textos a la fiesta en Aragón.

 

Antes de Semana Santa (con la alabada Ruta del Tambor y del Bombo  en Alcañiz, Alcorisa y Calanda),  viene la Cuaresma y antes de la Cuaresma hay que exaltar todas las artes y divinidades libertarias  que llevamos dentro. Las fronteras de País de Cazarabet tienen muchas manifestaciones que ensalzan estos días en los que la libertad se mezcla con la locura y con la exteriorización más alegre... muchas veces estas exaltaciones nos llegan fruto de tiempos y días sucesivos en los que ésta se prohíbe más o menos directamente.

 

Empezaremos  con la fiesta típica del “choricer”  que se celebra el Jueves Lardero en la mayor parte de los pueblos del Bajo Aragón. Este día, por la tarde, las cuadrillas de adolescentes con pan, chorizo o longaniza y una mandarina se alejan fuera de las poblaciones para merendar en el campo. El choricer, por su vinculación con el Carnaval, ha participado siempre de uno de sus rasgos principales, el de la exaltación de lo carnal, tanto en su vertiente culinaria como sexual.

La Fresneda también se refleja en las botargas, conociéndose como "els diablets".

 

Hablando del Carnaval: una de las consecuencias de la Guerra Civil fue la prohibición del Carnaval  y de las formas tradicionales de celebrarlo, sobre todo en lo relativo a máscaras y disfraces. La celebración y fiesta invernal del Carnaval desapareció, excepto en unos pocos lugares en los que esta fiesta se consideró como fiesta local de invierno. Aún así en unos lugares y en otros, el Carnaval, fue una fiesta celebrada sólo por la los niños y niñas fácilmente susceptibles a ser vigilados y guiados. Vinculada con la recta final del Carnaval y a pocos días del comienzo de la Cuaresma nos encontramos con niños, “la azuletada” de Villafranca del Campo y “el choricer” (de que ya hemos hablado anteriormente). En la azuletada los niños  se hacían con polvos de azulete y se lo tiraban de unos a otros, cual “pitufos” fueran...y no se aconseja que alguien pase por sus zona en ese día.

 

Otra tradición del invierno vestido de fiesta son las “botargas” de Cuevas de Almudén e Hinojosa de Jarque, con sus vistosos trajes y con su implicación, escenificada en la fiesta.

 

En la primera localidad, la botarga forma parte de la celebración de San Antón (estamos dando un salto pretérito en el tiempo), aunque por razones de cuantía de público, la celebración "sanantonera” se ha trasladado al  día de Reyes. La  botarga de Cuevas de Almudén es el personaje central de “la llega” que visita las casas para hacer acopio de todo aquello que se implique en la fiesta, a la “botarga” le acompaña un gentío de gentes disfrazadas realizando un anticipo de lo que, en unos días, será el Carnaval. Un dato curioso en esta población es la forma en que se anuncian los pasacalles: el sonido de una caracola marina rompe el sosiego dejando paso al pasacalle más musical...se dice que la caracola llegó de América en el siglo pasado.

 

En Hinojosa de Jarque la tradicional botarga interviene en la fiesta de San Blas, éste es el abogado de los males de garganta. La botarga de Hinojosa es juguetona y con los niños juega a hacerles “miedo” para reír, después. Los adultos no se libran de esta traviesa “botarga” siendo objeto de las más originales bromas...pero este elemento imprescindible en el San Blas de Hinojosa de Jarque guía la correspondiente “plega” y preside “el trance” o subasta posterior de todo lo recogido.

Botarga típica de nuestras tierras. Componente esencial para la celebración de muchas fiestas invernales.

 

Después "llega”, por estas tierras, la celebración de Santa Águeda...fiesta que ha estado arraigada sobretodo en el Bajo Aragón. El propio Caro Baroja, tomando la noticia de Miguel Arnaudas, escribe “en Alcañiz, el día de Santa Águeda es costumbre, como en otros lugares de la región, que las mujeres vayan a merendar a las afueras, y al regreso, en animados grupos, canten una canción a la que aplican diferentes coplas de carácter más o menos pícaro”. Los tiempos han cambiado, pero todavía son los colectivos de mujeres las que, casi privatizan la celebración de este día Eso sí, la celebración se ha revitalizado y se ha extendido para dar lugar a un abanico de celebraciones, casi siempre, organizadas por alguna asociación de amas de casa. Los actos también han cobrado vitalidad y vida incluyendo la suelta de vaquillas. En Calaceite, Cretas, y en algunos otros pueblos del Matarraña, desde hace unos años se nombra un ayuntamiento constituido sólo por mujeres que sustituye, de manera simbólica, a la corporación municipal elegida en las urnas. Cada nueva alcaldesa, en su primer acto de gobierno, lee desde las ventanas de la casa consistorial el bando en el que se especifican las normas por las que se regirá la población durante ese día, sobre todo en lo que se refiere a la relación entre los dos sexos.

 

San Blas y los Despertadores.

 

En la comarca del Bajo Aragón donde la climatología es más benigna, son frecuentes las figuras de los “despertadores”, “rosarieros” o “auroros”, que con sus rezos y cantos callejeros, al amanecer, convocan a la gente a los primeros oficios religiosos de los días más señalados. Aunque por su tradición y por las piezas que cantan los más conocidos son los de Híjar, los despertadores de Torrecilla de Alcañiz, cuyo día grande es San Blas, quizá son los más espectaculares de todos, ya que inmediatamente después de finalizar su canto (en cada uno de los lugares de costumbre), el grupo de jóvenes con escopetas dispara al aire provocando un atronador estampido que retumba entre las calles todavía vacías.

 


 

 

Edición

 

NOS ACERCAMOS A UN VALOR PERIODÍSTICO VINCULADO A PAÍS DE CAZARABET

 

Fernando Berlín es un joven periodista que, además de crear la primera radio digital de España también  es un firme colaborador del programa Hoy por Hoy de la Cadena Ser; programa, por su parte que lleva muchos años siendo líder en su franja horaria.

 

Berlín, es un periodista comprometido con su trabajo, con el rigor y con la profesionalidad que infiere e impregna  su día a día particular... aún así, este joven que tiene firmes vínculos con el vecino pueblo de Castellote, nos ha concedido unos minutos de su tiempo para hablar de su libro Héroes de los dos bandos que ha sido un éxito más allá de las ventas, dejando muy buen sabor de boca entre la comunidad lectora.

 

Berlín ha contado unas historias tan humanas como emocionantes en el corazón de una  guerra. Contienda civil  que durante tres años asoló tierras, enterró ilusiones, rompió vidas y afectó con una intensa y larga amnesia a muchas personas que, aún hoy, siguen derramando silencios que afectan, con falta de interés, a los jóvenes.

 

Con Fernando Berlín hablaremos más allá del libro porque el libro, simplemente, habla por sí sólo. Les animamos a que se hagan con él y a que  lo disfruten.

Fernando Berlín ha conseguido hacerse un hueco en el panorama periodístico y afianzarse, seriamente, en el mundo editorial.

 

 

- ¿Te encontraste con algún silencio cuando los familiares  o alguien relacionado, directa o indirectamente,  con la historia te narraban lo ocurrido?

 

- Si, sucedió en algunas de las historias. Es sorprendente que ocurra en relatos como estos pues estamos hablando de casos de personas que ayudaron a otros ciudadanos durante la guerra. Pero existe un silencio total sobre nuestro pasado. Es algo impensable en países como Argentina o Alemania y sin embargo aquí, todavía, hay un gran temor a hablar de nuestra historia. Mucha gente prefiere mirar para otro lado.

 

- Fernando, ¿por qué esta iniciativa literaria? ¿Es una manera más de contribuir a recuperar la memoria histórica?

 

- Una parte sí, pero no es la pretensión principal. El libro pretende hacer reflexionar sobre la bondad, la maldad...las heroicidades.

Por otra parte, desde luego, en este país  tenemos una enorme deuda con nuestra historia y con nuestro pasado pero no sólo con eso, sino con la democracia. A la vista está que no todos los que se apuntan hoy como demócratas lo son. Hay que recuperar la esencia democrática y para eso debemos ser justos con la interpretación de la historia. El daño que hizo la dictadura es enorme y hay que ser rotundo condenando el golpe militar, como cualquier acción militar. Sin embargo creo que la historia nos enseña que, a menudo, las líneas que superan la maldad de la bondad son muy difusas...

Es decir que la iniciativa, tanto en Internet, en la radio, como en el libro, claro que querían recuperar nuestra memoria, pero también querían mostrar un perfil muy conciliador del misma y profundamente democrático.

 Nuestros protagonistas fueron héroes, desde una perspectiva humana -salvaron vidas-, y sin embargo...traicionaron a sus propios bandos -al republicano y al sublevado- pues ayudaron a gente del bando de enfrente...es paradójico ¿no?

 

- ¿Alguna de las historias, que aparecen en el libro,  te sorprendió de una manera especial? Cuenta.

 

- Me impactó mucho una de ellas. Está protagonizada por un republicano, Quico Solano, un muchacho que llegó a ser alcalde y que creía en un  mundo más pequeño, ¡en el año 36! , más justo y más solidario...fue perseguido sin ninguna razón y cuando estaban apunto de matarle, fue salvado por un compañero del ayuntamiento que tenía vínculos con Falange. Aquel relato describe muy bien lo que se estaba rompiendo en España. Antes habían sido buenos vecinos... ¿por qué debían de dejar de serlo? ¿Quien les empujaba a ello?


 Pero en realidad lo más enriquecedor ha sido el trato con los hijos y los nietos de los protagonistas. Ellos parecen haber heredado el sentimiento de solidaridad y justicia que emplearon sus padres y sus abuelos. Honran su memoria dejándonos conocer aquellos valientes gestos.

 

Portada del libro de Fernando Berlín, con el prólogo de José Saramago y el epílogo de Iñaki Gabilondo.

- ¿Hay material para un nuevo proyecto? ¿Nos puedes adelantar algo?

 

- Hemos recopilado muchas historias y todavía las seguimos recogiendo en radiocable.com. Sin embargo, creo que no hay lugar para un nuevo libro. En este se recoge doce casos que resumen muchos otros, y en Internet los publicamos todos. El libro pretendía ser una muestra que dijera: "lo veis, fuimos unos cuantos los que no miramos a otro lado"...pero tampoco nos gustaría convertir esto en un proceso industrial...

 

- Como ciudadano, como periodista y como persona que ha trabajado en un libro que se ha acercado a las víctimas y protagonistas del acontecimiento dramático más importante de nuestra historia…seguramente que habrás analizado el proyecto de ley de la memoria histórica. ¿Qué opinión te merece?

 

- Bien, es un asunto complejo, como sabéis. Las asociaciones protestan porque dicen que la ley se ha quedado en una mera declaración de intenciones, pero poco práctica, poco valiente. Estoy de acuerdo en que Chile, Argentina o incluso países europeos como Alemania han sabido hacer frente a su historia de forma mucho más racional y democrática que España. Cuando cuentas en esos países que en España sigue habiendo gente en las cunetas, o que en las rotondas hay estatuas del dictador, no dan crédito.

Eso, seguramente, les ha ayudado a construir una democracia más sólida. Y en esto creo que se debe ser claro: hay leyes internacionales que en España se violaron sistemáticamente durante años, como ha denunciado Amnistía Internacional. Y la ley hay que cumplirla y el daño deshacerlo.

Sin embargo, en mi opinión, esta ley es un primer paso que acredita unas intenciones y unos valores. Quizá en el futuro se puedan dar otros pasos, avanzar más...Hoy con el país que tenemos, y la escasa cultura democrática que está demostrando la oposición en este tema...parece difícil poder hacerlo.

 

- Hay muchos libros editados sobre la guerra y la posguerra…pero seguro que aún quedan interrogantes sobre de temas que no se han tratado o sobre los que se ha escrito aquello que, en realidad, no ocurrió. ¿Sobre qué te gustaría escribir si tuvieras oportunidad?

 

- Me interesa mucho todo aquello que tiene que ver con la condición humana pero no necesariamente en un periodo bélico. La historia nos enseña que no debemos perder la esperanza en la humanidad. Cuando todo parece perdido aparece alguien y traiciona a la maldad de forma excepcional.

Esas son las historias que me gustan, las más sencillas, pequeñas, pero que tienen una gran carga de profundidad moral. Esas historias nos rodean.

 

- El Sueño Igualitario es una publicación electrónica que nace desde el corazón de Teruel…nos preguntamos si tu que, además,  estás vinculado a estas tierras, ¿has investigado o piensas investigar sobre el papel que tuvo en la guerra civil?

 

- Bueno en el libro hay varios protagonistas aragoneses y algunas de las historias transcurren aquí. La historia guardó para esta región un papel dramático, porque sus tierras padecieron algunas de las batallas más cruentas. Posiblemente por eso, hoy es uno de los lugares de nuestro país donde más paz se respira. El campo necesita serenidad ahora.

 

 

Un comentario sobre el libro.

 

FERNANDO BERLÍN Y SUS HÉROES DE LOS DOS BANDOS.

 

El periodista Fernando Berlín, ha realizado un trabajo periodístico que linda con la literatura y lo ha  hecho publicando un libro que cuenta diversas historias de la guerra civil en la que gentes de ambos bandos olvidan sus ideologías para jugar a favor de la humanidad, la comprensión, el entendimiento, el respeto, la tolerancia o la dignidad… elementos humanos, éstos, que se perdieron en muchos rincones y en muchas calles entre una incomprensión que debía mantenerse , las más de las veces, de forma callada y quieta.

 

Las historias narradas tienen, por las circunstancias, el ingrediente sutil, pero a la vez muy presencial del dramatismo y de la presión social que tanto imperaron en aquella época. Berlín, contando estas historias, se ha acercado a los familiares y personas próximas a los protagonistas y lo ha hecho con sensibilidad, pero captando a la vez, cierto atisbo de “aventuras”cargadas de un lirismo real que nos hacer palidecer y emocionarnos por minutos ,acercándose  a más no poder, a aquellos días que sacudieron las bondades de un pueblo.

 

Las historias, por su parte, transcurren en  diferentes puntos de la geografía del Estado Español mostrando y demostrando como fue el dramatismo salvaje de la contienda y de la retaguardia, social y militar, de la contienda.

 

La iniciativa, que fue radiofónica (Berlín es colaborador de la SER), nació a mediados del 2005 con la pretensión de contribuir a recuperar la memoria histórica, pero partiendo desde la conciliación más constructiva. Esta fue la razón por la que se lanzaron a investigar y a atesorarse de testigos y narraciones de personas que protegieron a otras que estaban en el otro bando. Berlín, además del valioso trampolín que es la SER, también actuó desde radiocable.com . La respuesta fue muy buena deparándoles buenas y gratas sorpresas. El libro quiere ser un incentivo para que el resto de ciudadanos reconozcamos el valor que le pusieron unos pocos para salvar a otros pocos, aunque eso comportase un serio riesgo… quizás hayan llegado los días en que, después del merecido reconocimiento, llegue la gratitud más sincera.

 


 

 

Tras los pasos

 

DE CAMINO AL ACUEDUCTO DE CASTELLOTE

 

Este acueducto es conocido, y reconocido, en Castellote, como el puente de los Gigantes, pero verdaderamente es un acueducto dado que, llevaba agua, por su canalización, a la villa de Castellote. Hoy, los tiempos modernos han dejado paso  a otros medios, dejando en el pretérito estas prácticas ancestrales.

El acueducto también es conocido como el puente de los gigantes.

 

Llegar desde Castellote al Puente de los Gigantes significa, hoy, dar un paseo desde el corazón de esta Villa y por sus arterias que nos acompañan en un recorrido de carácter histórico y patrimonial.

 

Por ejemplo, podemos partir desde la Plaza del Caballón, en la boca del túnel y tomar una calle ascendente empedrada  y deseosamente engrescada con la cuesta. El camino discurre pasando junto a  edificios civiles llegando  hasta el viejo Hospital. Se aconseja, entonces, continuar hasta la Iglesia parroquial y darnos la vuelta por la calle empedrada hasta la calle alta de San Pedro. El recorrido se aconseja que  continúe por una ancha calzada empedrada que asciende hacia la derecha, como a media altura. En este punto se empiezan a tener unas maravillosas vistas sobre el casco urbano  de Castellote... nos place tanto este tramo de recorrido que, sin darnos cuenta, nos encontramos en un collado situado en la vertical del túnel; hay aquí una excelente panorámica sobre la ermita del Llovedor.
 

Debemos pasar a la vertiente norte del collado y retomar el camino hacia la izquierda que llaneando, a media ladera, que nos conduce al barranco del Llovedor. Con poco recorrido llegamos al acueducto, puente de los Gigantes… una construcción de unos diez metros de alto. En esta zona podremos ver unos bancales  muy reducidos situados en una vaguada colgada sobre la ermita; se pueden contemplar, todavía,  los restos de empedrado y de la canalización de agua; también un peirón, un acueducto y los arcos que sustentan la acequia más allá de este. Desde aquí también se puede tomar una senda borrosa que, desde el barranco…más allá del acueducto asciende hasta el castillo.

 


 

 

Historia

 

RECUERDOS DE LAS GUERRAS CARLISTAS EN EL PAÍS DE CAZARABET

 

País de Cazarabet tiene unas tierras muy especiales que comprenden aparte de sus fronteras  un viaje constante entre los pueblos y villas del Bajo Aragón y del maestrazgo. Dos de las villas de estas respectivas comarcas del sureste Aragonés fueron enclaves de los dos bandos que protagonizaron la I Guerra Carlista.

Ramón Cabrera, conocido como "el Tigre del Maestrazgo".

 

En esta primera contienda hay un personaje que resalta y que, aún hoy, se recuerda por encima de cualquier otro…. hablamos del General de la causa Carlista Ramón Cabrera al que los tiempos y las causas apodaron como “el Tigre del Maestrazgo” que plantó su cuartel general en la villa de Morella y teniendo como enclave básico , entre otros, a Cantavieja… Mucha gente desconoce quien fue el otro general que plantó cara al carlismo del Maestrazgo y que , a la sazón, ayudó a vencer a los liberales . Se trata del general Espartero que tuvo su cuartel general en la villa de Mas de las Matas, ahora en la comarca aragonesa del Bajo Aragón.

 

De todas formas en el Maestrazgo a quien se recuerda de forma casi recurrente por sus andanzas fue a Cabrera que, desde Cantavieja, se lo puso muy difícil a la causa liberal, pero ¿quién era Ramón Cabrera?; ¿cómo se desarrollaron en conjunto la guerra carlista?; ¿qué personalidad ayudó a derrotarle en estas tierras que él llegó a considerar  bajo su dominio?

 

 

Las Guerras Carlistas desde el Maestrazgo...

 

Las tierras del Maestrazgo son conocidas en todas partes por las guerras carlistas. Sus montañas fueron, desde el momento en que estalla la insurrección, refugio de los rebeldes. Pronto los Ayuntamientos dejaron de resistir, ya que las autoridades gubernamentales liberales (partidarios de la reina Maria Cristina) eran ineficaces ante los cuantiosos y muy regulares ataques carlistas (partidarios del pretendiente don Carlos). Cantavieja se convirtió en un baluarte fortificado y en un elemento que valía su peso en oro en la estrategia militar. Su general Ramón Cabrera, también conocido como el Tigre del Maestrazgo, todavía se recuerda hoy de una forma casi mítica como un guerrero feroz, persistente, atrevido y como buen estratega... aunque de nada sirvieron esas cualidades ante la ofensiva liberal de 1840 que terminó con el poder carlista.

César Alcalá analizó las Guerras Carlistas.

 

En Cantavieja el paso organizador de Ramón Cabrera llevó una reorganización más allá de los ejércitos dejando paso a un funcionamiento indispensable de los recursos de la administración, almacenes de víveres, prisión o hasta la edición de un periódico. No sólo Cantavieja fue protagonista también lo fueron Mirambel (con su Junta Carlista) o Morella con su conquista llena de leyenda.

 

Treinta años después los carlistas se levantan, otra vez, en armas, esta vez  a favor de Carlos VII y Cantavieja vuelve a ser el fuerte del carlismo aragonés y valenciano. Esta vez también le toca ceder, en 1875, aunque después de resistir un serio y asfixiante asedio.

 

La tercera guerra Carlista en 1872  vuelve a reavivar rencillas en el Maestrazgo y Cantavieja vuelve a convertirse en 1873 en la capital carlista por excelencia, pero dos años más tarde las tropas liberales a manos del general Jovellar vuelven a entrar victoriosas en Cantavieja. Con el siglo XIX el Maestrazgo perdió varias oportunidades de progreso económico fruto de las sucesivas guerras y de sus nefastas consecuencias

 

 

Ramón Cabrera.

La figura de Cabrera ha sido objeto de muchas investigaciones.

Ramón Cabrera nació en Tortosa, capital del tramo bajo del Ebro y centro religioso de la zona; trabajó en el comercio de cabotaje y como capitán en la marina mercante. Este tortosino fue confiado a los Trinitarios para que realizase los estudios eclesiásticos, pero Cabrera abandonó el Seminario de su ciudad para trasladarse y presentarse al coronel Barón de Hervés que estaba apostado en Morella….primero este militar conoce la derrota y el fusilamiento del propio Hervés, pero lejos de acobardarse por ello  se conjuga como uno de los mejores hombres destacando por sus dotes militares; pronto Carlos V le nombra Jefe de sus Ejércitos en Aragón y Valencia. Muy poco después la madre de Cabrera es fusilada en represalia por la muerte de los alcaldes cristinos de Valdealgorfa y Torrevelilla. Cabrera vence en Maella y su sombra empieza a ser ,verdaderamente, temida.

Cabrera organizó un pequeño estado con capital en Morella que fue el centro de la actividad carlista, con servicios en Cantavieja, Mirambel y Beceite.

En 1839, el Tigre del Maestrazgo, no aceptó el convenio de Vergara y se retiró con su ejército al norte de Cataluña, pasando a Francia en julio de 1840, hecho que dio fin a la guerra de los Siete Años, o primera guerra carlista.

 

El general Espartero.

 

Baldomero Espartero era el menor de ocho hermanos, su familia era humilde, su padre era carretero y un hacendista  cuyos negocios habían ido a menos. La familia tenía una gran tradición religiosa; así tres de sus hermanos fueron religiosos y una hermana, monja. Este mismo futuro le esperaba a él si no hubiese estallado la Guerra de la Independencia que, a muy temprana edad, ya le llevó a los campos de batalla. Ya oficial marchó a Perú donde entró en batalla en las guerras coloniales.

 

Espartero fue el líder liberal. Montó su cuartel general en Mas de las Matas.

En Cádiz Espartero vivió el nacimiento del liberalismo y éste se convirtió en una causa que no abandonaría jamás. Cuentan que era de carácter y de trato duro característica que, según explican los expertos en su figura, le llevó a estar combatiendo, siempre, desde la primera línea. De esta forma, Espartero, fue herido unas ocho veces. Se le acusa de ser un militar que cometió excesos dado su alto grado de exigencia. de regreso en la península hubo de desempeñar funciones burocráticas y destinos menores, lo que le irritaba; más  tarde fue nombrado Comandante de armas y presidente de la Junta de Agravios de Logroño y después se le destinó al Regimiento de Soria destacado en Barcelona primero, y en Palma de Mallorca  más tarde.

 

Los acontecimientos  le llevaron, aquí, a participar muy activamente en la I Guerra Carlista luchando, primero en el frente norte. De estas tierras de País de Cazarabet formó parte de las partidas que combatieron con mayor rigor a los carlistas, bajo el mando de Cabrera. Espartero  ubicó su cuartel general en Mas de las Matas y estando en esta villa  edita el manifiesto de Mas de las Matas, una especie de ideario sobre la situación política española en ese momento.

 

En otro orden de cosas, cabe decir que a Espartero, como político se le tildó, siempre, de radical.

 

 

Las fronteras de País de Cazarabet te acercan a Cabrera y a las guerras carlistas.

 

La exposición sobre Cabrera y las guerras carlistas en Morella.

 

La Villa de Morella ha organizado en la Sala de Justicia de su Ayuntamiento una exposición sobre Cabrera y las guerras carlistas…esta exposición tuvo lugar hasta el domingo 21 de Enero  mostrando, sobretodo, la cara  menos conocida del general Cabrera al que el comisario de la exposición  calificó “como el personaje más difamado del siglo XIX”...

 

Josep Mª Llasat (comisario) nos explicó en qué consistió esta exposición: “no es una biografía, es una especie de flash de documentos que descubre facetas inéditas  del personaje”.

 

El Bicentenario de Cabrera se celebró en Morella con una exposición.

La exposición ha incidido, mayoritariamente, según nos explicaba Joseph Mª Llasat  en la primera guerra carlista que definió “como una gran revuelta popular en contra de un gobierno que tomó unas decisiones equivocadas que acabaron por empobrecer  al campesino y jornalero…la desamortización de la Iglesia también tuvo su importancia en el alzamiento…en fin, en la exposición podemos consultar cuáles fueron las causas que desembocaron en la I guerra carlista.

 

¿Cómo ve este estudioso de Cabrera y de las guerras carlistas al general Cabrera? “Cabrera destacó por montar un ejército popular , un ejército de campesinos(pero detrás tenía a la gente del país que le apoyaba), empezó su “aventura militar” con  nueve hombres y terminó  con 23.000; fue valiente, rozando lo temerario y un buen estratega que supo mandar, primero a un ejército de guerrilleros y, después a un ejército potente como general….la victoria en Maella frente al general Pardiñas con su Regimiento del Ramillete( lo mejor del ejército de la reina) es histórica. Una batalla de 5000 hombres frente a otros 5000. En el bando liberal murieron 1000 hombres, entre ellos el propio Pardiñas, y se hicieron 2000 prisioneros…y la conquista de Morella fue una acción que hoy se calificaría como “golpe de mano” llevada a cabo por grupos comandos….sin duda el mejor general en aquellos tiempos…”

 

País de Cazarabet está en Morella así que se pregunta sobre la reconquista liberal: “La caída de Morella sólo se produjo cuando la desproporción, en el número de hombres, fue desmesurada. Los carlistas defendían su posición con 20.000 hombres mientras que los liberales atacaron con 100.000 hombres a las órdenes de Espartero… Cabrera se encontraba recuperándose de unas fiebres tifoideas, desde Enero, y en Mayo (cuando se produjo la toma liberal de Morella) todavía no estaba en condiciones de luchar…”

Inglaterra fue el destino final de Ramón Cabrera.

 

En la exposición se pueden observar documentos muy interesantes como el de Espartero donde, él mismo, explica como tomó Morella… apuntando con cañones al Castillo y con morteros a las casas… Según nos explica el comisario de la exposición: “no apuntó a las murallas… hoy en día esa acción sería calificada de crimen de guerra…”. En esta muestra también se puede ver el calzado que utilizaba el ejército carlista al mando de Cabrera, unas alpargatas con suela hecha de madera de higuera. Pero detrás de la figura de Cabrera se esculpe un calificativo: el  de sanguinario. Aunque Josep  Mª Llasat ofrece un matiz: “yo he estudiado aquellos escrito por los historiadores liberales i sobretodo me he preguntado cómo ellos documentaban la espiral sanguinaria… todos convergen en que los primeros que la iniciaron fueron los propios liberales… reconocen, estos estudiosos, que en un principio Cabrera con los presos se llevaba bien mientras que la consigna liberal fue la del exterminio guerrillero… al final, también Cabrera, entró en la espiral de violencia”.

 

Otras cosas que también se puede ver en la exposición es una pistola del capitán de la 1ª compañía al mando de Cabrera; un documento inédito fue el que  Cabrera firmó ya en Francia, en el exilio, y en el que se demuestra que este general organizó una especie de lotería o subasta  para recaudar fondos para los refugiados .Aquello que subastaban eran el caballo y el carruaje del propio Cabrera; pero hay más como el hecho de que Cabrera montase un comercio ola demostración de que en 1838 el Sexeni fue presidido por él.

 

 

El Museo de las Guerras Carlistas en Cantavieja.

 

La Villa de Cantavieja tiene un museo dedicado a las guerras carlistas. La pretensión del museo es acercarnos a aquellos tiempos de lucha encarnizada en los que, desde un primer momento, las montañas del Maestrazgo se convirtieron en refugio carlista y en tormento de los liberales. Así es casi imperdonable hablar de Carlismo y no hacerlo del Maestrazgo y en el Maestrazgo turolense si hay un enclave carlista por excelencia este es Cantavieja  con la figura del general Cabrera.

 

Cantavieja alberga un museo sobre las Guerras Carlistas.

En  el Museo de las Guerras Carlistas nos encontraremos con diferentes maneras de acercarnos a este conflicto acercándonos primero a los profundos cambios del siglo XIX a nivel europeo y así va acercándose a la situación del Estado Español y, ya más concretamente,   al Maestrazgo. Se detiene muy profundamente en la I guerra carlista en cuyo marco destacó Cabrera.

 

En el Museo de las guerras carlistas se explica la situación social que en aquel momento había en España y cómo evolucionó en el tiempo de guerra; se aproxima también a la postura del clero; a la opinión pública y al efecto contrastado de la violencia que acompañaba al conflicto…

 

Los escenarios de la guerra en el Maestrazgo son analizados en el Museo de Cantavieja, esto nos permite acercarnos al espacio físico y geográfico de estas tierras y así entender mejor el desarrollo de estrategias, batallas…

 

Otro aspecto analizado es cómo se refleja el conflicto carlista en los libros desde los escritos por viajeros y personas de paso a los escritos por analistas de la historia o historiadores. Dentro de este monográfico que forma parte de la exposición también se analizan todos los estilos literarios que han tratado el tema de las guerras carlistas: desde los géneros más literarios hasta los ensayos y las biografías.

 

El Museo ofrece, además, la posibilidad de visionar el audiovisual "El Maestrazgo en tiempos de cambio". En Cantavieja, en este museo dedicado a las guerras carlistas, también se pueden contemplar maquetas, armas, grabados, uniformes, prensa de la época, reproducciones y facsímiles, libros, objetos contemporáneos…

 

El servicio de consultas del museo consiste en un fondo bibliográfico y de la aglutinación de diversa documentación que nos aproxima a las guerras civiles del XIX.

 

José Luís Cano, profesor de dibujo e ilustrador en cómic (sobretodo de dibujo histórico), elaboró un auca sobre la vida de Ramón Cabrera que nos desvela detalles que contrastan con los que se nos explicaba en la exposición de Morella. Por ejemplo podemos ver y leer cosas como: que era un aficionado al cinquillo; que fue consiguiendo su poder traicionando a Carnicer; que era un asesino y que fusilaba a alcaldes para demostrar quien ganaba; también confirma que fue nombrado Conde de Morella o que sus prisioneros presas del hambre se refugiaron en el canibalismo.

 

Estos aspectos y otros muchos aspectos los podemos ver visitando Cantavieja y su Museo de las guerras carlistas que se encuentra en la calle Mayor,15 de esta localidad del Maestrazgo de Teruel.

 

Para más información: 964 -185414  mgcc@cantavieja.es

 


 

 

Arte

 

LA ERMITA DE NUESTRA SEÑORA DEL PILAR EN ANDORRA

 

Una de las joyas arquitectónicas de Andorra y de toda la comarca de Sierra de Arcos es la Ermita del Pilar, es éste, además, un Monumento Histórico Artístico. Su construcción es de piedra de sillería con una nave de forma rectangular  y con cabecera sin ábside. La nave central de esta edificación gótica se data del siglo XIV y se levantó al ser destruida, por un incendio, un edificio, de carácter religioso y románico. Los laterales fueron añadiéndose en años sucesivos y están compuestos por capillas. La portada de acceso al interior de la Ermita es muy sobria, sin estridencias con arquivoltas de medio punto que se apoyan sobre dos finos baquetones abiertos en el mismo muro. Nuevos añadidos se llevaron a cabo hacia la segunda mitad del siglo XV, durante el pontificado del arzobispo zaragozano don Dalmau de Mur. La Ermita, ya en honor a la Virgen del Pilar, se desmanteló  en 1936, perdiéndose sus notables retablos góticos.

La Ermita del Pilar en Andorra simboliza el paso del gótico por estas tierras.

 

Esta Ermita, antaño, y en su entorno albergaba un cementerio... hoy hay un parque que ofrece unas muy buenas panorámicas de la ciudad de Andorra... Su situación se ubicaba en lo más alto del cerro que domina la población, junto a los restos de la fortificación que sirvió de defensa a esta población. En un primer tiempo se rendía  advocación a Santa María Magdalena, pero desde principios del siglo XVII se dedicó a Nuestra Señora del Pilar.

 

En Aragón (también en  Cataluña y en el País Valenciano), existe, en estos siglos y dentro de esta disciplina artística, una determinada tipología de iglesia rural; tipología que, por su parte, está muy extendida. Las construcciones religiosas, en estas tres regiones, suelen ser de carácter gótico, pertenecientes a la segunda mitad del siglo XIII y comienzos del XIV. Es un gótico, si cabe, más sencillo si se le compara con otras edificaciones del gótico. No es de extrañar en estas construcciones  observar la conservación de pinturas murales que, según los expertos, son muy interesantes.

 

Estas iglesias o ermitas están constituidas por una sencillísima planta completamente rectangular  y sin cabecera... (La Ermita de Nuestra señora de Andorra obedece a esta tendencia) y con portada sencilla adornada por arquivoltas de medio punto con el interior de arcos transversales de perfil apuntado a modo de diafragma soportando techumbres de madera. Son iglesias de tradición románica que incorporan la novedad del sistema de arcos apuntados heredado de ciertas construcciones cistercienses.

 


 

 

Entérate

 

PAÍS DE CAZARABET SE ACERCA A UNA ANTIGUA ESCUELA.

 

En Dos Torres de Mercader la nostalgia huele a tiza y lápiz.

 

En la localidad de Dos Torres de Mercader hay acondicionada una aula escolar que nos remonta a años pretéritos de la enseñanza. Esta aula está abierta a todo aquel que se quiera acercar. Desde estas letras del boletín País de Cazarabet os animamos a ello , la visita a todos nos remonta a tiempos que olían a lápiz, a tintero, a tiza… La escuela se encuentra ubicada, hoy como ayer,  en el primer piso de la Casa Consistorial porticada y con el típico trinquete. En la fachada del mismo , justo encima de la confluencia de los dos arcos se ubicaron el yugo y las flechas… ahora se encuentran tirados en una habitación del mismo caserío, mezclados entre el polvo y las telarañas que simbolizan el paso inexcusable del tiempo.

El aula restaurada y acondicionada es testimonio de lo que fue en tiempos pretéritos la escuela de Dos Torres.

 

En los tiempos más pretéritos había dos clases: una para los niños y otra para las niñas. Después los niños y las niñas pasaron a habitar una misma habitación con los mismos  antiguos pupitres que, muy posiblemente, habían sido utilizados por sus progenitores.

 

En nuestra visita, acompañados por Encarna Espada —el “alma mater” de la restauración— pudimos ver que los pupitres de madera seguían mirando a una pizarra pintada de un verde decaído, el borrador, descansa, todavía hoy, cargado de polvo; las tizas están paradas… esperan la caricia entre los dedos de maestros y alumnos. El aula estaba acondicionada por  elementos comunes a cualquier escuela: el mapa colgado en la pared, la foto del General Franco, la mesa presidencial para los maestros, la cruz debidamente ubicada encima de la pizarra…

 

El aula de Dos Torres es reducida, pero aún así es fría… nos cuenta Encarna Espada que antes se disponía de una estufa que calentaba a todos y a todo. Los padres eran los encargados, por turnos,  de traer la leña y ésta  se materializaba en forma de calor, encendiéndose la estufa gracias al puntual empeño de los alumnos, que le prendían fuego un rato antes de que entraran en clase el resto de compañeros. Esta tarea también se alternaba. Aquello que no se alternaba era la limpieza de las aulas,  ésta se  llevaba a cabo por las alumnas todos los sábados por la mañana.

 

En Dos Torres se incentivaba vivamente la lectura, así que se guardó un rincón para ello: una cálida alfombra en el suelo, una mesilla redonda, un par de sillas… esto formaba el rincón de lectura. Después, no faltaban,  los típicos  murales colgados de las paredes, un mueble-estantería con el globo terráqueo siempre presente.

 

Encarna se entusiasma enseñándolo todo y mira cada uno de estos rincones con una añoranza casi  quebradiza.  Se adentra en el aula con un aire transparente, hablamos del curso que debió empezar y que no empezó: “estuvimos medio curso sin clases, pasábamos muchas horas en la calle o acompañábamos a nuestros padres en las tareas del campo… recuerdo, vagamente, que un cura bajaba de un pueblo cercano unos dos días a  la semana y nos daba clases… en Teruel me incorporé en febrero para cursar 5º de EGB”.

En la restauración de la clase no falta ni el más mínimo detalle.

 

Los que lo pasaron peor fueron los padres que lucharon para que la escuela se mantuviese abierta y para no tener que ver como sus hijos e hijas marchaban a otro pueblo o a Teruel a una edad demasiado temprana, pero Encarna nos dice: “por mi parte, no me arrepiento en absoluto de haber ido a Teruel… Se nos atendió muy bien en aquella escuela hogar… había un gran equipo, tanto de profesores como de educadores. En un principio, en Teruel, también se nos hizo difícil, pero pronto pasó, enseguida haces amistad y como hay muchos más niños y niñas es mejor… puedes hacer más cosas, más amistades. En clase la relación que manteníamos con los maestros era  más cordial y es que éramos muchos menos alumnos, en Teruel era imposible tener la misma relación, tan intensa, pero allí aprendimos cosas distintas como la convivencia y el estar bajo unas normas…”. Levanta los ojos y mira por la ventana la plaza del pueblo… una plaza muy silenciosa y demasiado sosegada, sonríe y la nostalgia vuelve a sus ojos.”Lo malo de todo esto del cierre fue que  en Dos Torres y en otros pequeños pueblos de Teruel se perdieron los juegos, las risas de sus niños y niñas por las calles. Cerrar las puertas de una escuela es condenar a que un pueblo entre en tristeza”.

 

Padres, alumnos, escuela y… faltan los maestros. La última maestra que ejerció el arte de la enseñanza en Dos Torres de Mercader fue Doña Paquita Pleite una extremeña que proveniente de un pueblo, también pequeño, entendió cual era la idiosincrasia de este pueblo. “Estuvo muy a gusto, estaba contenta  y prueba de ello es que estuvo aquí tres años… los últimos tres años…”

 

Nos preguntamos qué diferencias había entre su experiencia escolar en Dos Torres y en Teruel. “En el pueblo había más contacto entre el maestro y los padres, pero es lógico ya que  Dos Torres es  un pueblo pequeño  y, unos y otros, se veían la mayoría de los días y podían hablar siempre que quisieran….estando en Teruel eso no se daba, pero seguía habiendo mucho contacto…los maestros, en Teruel, estaban muy encima de nosotros y en el hogar estábamos, a la vez, muy bien atendidos…”

 

Un mapa mundi de los años 70 nos recuerda como eran las clases de Ciencias Sociales en

aquella época.

De los compañeros de Encarna en el último curso 1973-74 no queda nadie de vecino en Dos Torres, la propia Encarna vive y trabaja en Castellote, dos hermanos Miguel Ángel y Rosa Maria viven en Mas de las Matas y así sucesivamente. Las distancias, a veces, sobretodo cuando se trata de niños de corta edad se convierten en un factor importante que condiciona el distanciamiento con el pueblo y con sus gentes, haciendo que éste sea el inicio de marchar a poblar otros rincones geográficos. “nosotros  podíamos estar perfectamente sin venir a Dos Torres un mes y medio… sólo veníamos para los puentes. Eso sí, nuestros padres podían venir algunos días sueltos…”.

 

Nos gusta cómo recuerda Encarna aquellos años, nos interesamos, ahora, por las actividades fuera del aula “salíamos a dibujar, con el buen tiempo y otra actividad que recuerdo en  el exterior es  aprender a bailar jota, esto nos lo enseñó Dña Paquita… pero no recuerdo ni festivales de fin de curso, ni escenificaciones de belenes, ni cosas especiales… en el recreo jugábamos mucho al fútbol, al típico “Churro” , al  que creo que habrán jugado todos los niños, al escondite, a saltar con la cuerda y a un juego especial de escondite llamado los “Tres Navíos”… la verdad es que nos lo pasábamos muy bien”.

 

Los maestros se hospedaban en  diferentes casas de vecinos del pueblo, compartiendo mesa, mantel, charlas y palpando las preocupaciones, alegrías y tristeza de un pueblo, pequeño, que empezaba a dar síntomas de despoblación. Esta convivencia fortalecía los lazos con la familia, con el resto de vecinos… con el pueblo. No han sido pocos los vecinos que han vuelto sus pasos, en años sucesivos, a este pueblo de la comarca del Maestrazgo… una visita para revivir andanzas, recuerdos y aquellos años en los que la enseñanza era más próxima.

 

País de Cazarabet habla con la última maestra de Dos Torres que nos cuenta, muy amablemente, su experiencia: “vine asustadísima porque los que habían estado por estas tierras por la guerra, me explicaban que aquí hacía mucho frío y había pobreza… bueno, cuando iba por Toledo y por ahí: yo decía que ni tanta pobreza ni tanto frío….mira, hasta Navidad se estaba ideal, iba hasta sin abrigo, pero luego ya hacía más frío…”. Nos preguntamos qué recuerdo le queda después de aquel primer sentimiento asustadizo: “Yo recuerdo a Teruel con muchísimo cariño. Estuve muy bien  en Dos Torres, tan sólo éramos 64 habitantes, contándome a mí. Y aquello era un espacio de paz y tranquilidad.  Además con las dos maestras: la de Ladruñán y la de Las Cuevas… nos portábamos muy bien…”

El aula desde la ventana que daba

a la plaza de Dos Torres.

 

Los alumnos la recuerdan a ella y ella recuerda a los alumnos: “Recuerdo que había muy pocos alumnos, unos ocho y se portaban muy bien, tenían sus diferencias…pero se portaban muy bien. Eran un grupo muy unido dentro y fuera de la escuela… ten en cuenta que o estaban  juntos en el juego o no podían jugar… Académicamente no tenían problemas. En fin, eran muy majos. Después con los padres la relación era muy buena, además nos veíamos todos los días”.

 

Hablamos del adiós con Encarna ”fue muy triste y muy difícil de llevar por parte, sobretodo,  de nuestros padres… en un principio en Teruel también se nos hizo difícil, pero pronto pasó,  enseguida haces amistad y como hay muchos más niños y niñas es mejor… puedes hacer más cosas, más amistades”.

 

Con el tiempo, el yugo y las flechas, se bajaron de la fachada, el aula pasó a ser bar y las mesas, muebles y pupitres pasaron a ser habitantes del polvo en el granero.

 

Encarna Espada, ya como alcaldesa de la pedanía de Dos Torres (dependiente de Castellote),  aprovechó la tesitura para pedir que le ayudaran en la restauración de un aula que recordaría a la antigua aula de Dos Torres. “la verdad es que me daba mucha lástima ver los pupitres por el granero con el resto de material… todo lleno de polvo… decidí mirar de limpiarlo, adecentarlo y restaurar lo que era la antigua aula… la que conocí yo y guardaba en el recuerdo. El Ayuntamiento de Castellote pagó el material y yo me apañé con todo lo demás…”.

 

Nos trasladamos, si cabe, a un tiempo más presente y encontramos a nuestra interlocutora trabajando en la hostelería confeccionando un gran abanico de postres  que atraen a no pocos laminosos, acabando de arreglar su casa de Castellote y bajando al menos un día a la semana a visitar a sus padres  dando un buen paseo por Dos Torres… por aquellas calles que la vieron crecer, y por donde jugaban llenando el silencio de gritos de juego… Es esto la vida, en definitiva de niños y niñas en un pueblo… son el futuro, pero son la alegría del presente y si no hay chavales un pueblo pierde algo más que su futuro.

 


 

 

Espeleo

 

APROXIMACIÓN A LAS DOLINAS Y SIMAS DE LA GINEBROSA

 

El inventario-catálogo de la zona de la Encomienda de Castellote se está ultimando gracias a la creación del grupo de Espeleología 8.

 

El recién formado Club de Espeleológico Ocho de Mas de las Matas está ultimando y “puliendo” el que será un catálogo de simas y cuevas de la antigua Encomienda de Castellote (ámbito donde el Grupo de Estudios Masinos desarrolla su actividad desde el año 1978).

 

Recordemos que el Club de Espeleología Ocho está integrado dentro de esta dinámica entidad.

Situación geográfica de la zona, término de La Ginebrosa en donde se encuentran las dos dolinas y las dos simas.

 

Inventario y actividad espeleológica.

 

El inventario-catálogo se inició hace años por los dos miembros del club vinculados al mundo de la espeleología (Eduardo y Joaquín Mir). Éstos al no conseguir formar un grupo estable dedicado a esta actividad, con conocimientos mínimos tanto  técnicos como deportivos que posibilitaran efectuar las exploraciones con seguridad, fueron retrasando la conclusión del mismo. Ahora, admiten que con la  creación del CE8 se han animado, todos juntos, para seguir adelante y concluir este catálogo.

 

En los años 80 se efectuaron exploraciones de cavidades existentes en la  zona con el Grupo de Espeleología de Alcorisa, el Grupo de Espeleología de Teruel o ayudados por  aficionados a la naturaleza.

 

A lo largo de los noventa se mantiene la añoranza por esta práctica que une naturaleza y deporte y se llevan a cabo charlas de divulgación en los colegios de la zona y visitas a cavidades de poca dificultad con miembros del GEMA.

 

En la presente década se ha incrementado, algo más, la actividad; iniciándose las primeras recopilaciones de datos, croquis topográficos y reportajes fotográficos. Más recientemente, cabe destacar la colaboración con el equipo de Área, SL., que por encargo de la DGA efectuó un trabajo de  seguimiento de refugios  para los murciélagos en la provincia de Teruel.

 

La dolina grande es un ejemplo claro de estos fenómenos geológicos.

Nos desplazamos hoy con estos espeleólogos, integrantes del CE8, a una de las zonas de nuestro particular País de Cazarabet, justo en el término municipal de La Ginebrosa, en la partida reconocida como “las masadetas”, cuya referencia puede ser el Puente del Arenal con el Bergantes pausado desfilando entre sus ojos.

 

Allí nos encontramos muy cerca unos elementos de otros, con varias dolinas (una mayor y otra menor) y con dos simas (también diferenciadas por su tamaño).

 

Para los que somos casi huérfanos en estas nomenclaturas, utilizadas en el día a día de la espeleología,  recordaremos que una dolina es  un tipo especial de depresión geológica característica de los relieves kársticos y una sima es una cavidad que se abre al exterior mediante un pozo, o una boca que se conduce de forma vertical. Una sima es el resultado de un proceso erosivo kárstico en una roca calcárea...de todas formas también puede ser resultado del derrumbe de un techo de una cavidad en la que el agua se infiltra en cavidades inferiores...muchas simas son el resultado de la degeneración de una dolina. Así se entiende que en donde se encuentre dolinas pueden verse simas y a viceversa.

 

La sima grande de La Ginebrosa impresiona desde todos los ángulos.

Son muchos los espeleólogos que se acercan a explorar esta cavidad.

La simeta o sima pequeña de La Ginebrosa atrae la atención de no pocos curiosos.

 


 

 

La foto

 

POZO SAN JUAN

 

El castillete de Pozo San Juan es el símbolo y escaparate principal del Parque Tecnológico Minero de Andorra... una especie de tarjeta de presentación para el resto de Parques Tecnológicos, sobretodo aquellos dedicados a la minería y una garantía para Andorra. El castillete es una estructura de hierro de 44 metros de altura, que se encuentra colocada sobre el pozo de acceso a la mina. Los castilletes funcionan mediante un sistema de poleas con el fin de subir y bajar a los mineros y diversos materiales. Sin embargo, en el caso del pozo de San Juan, este castillete nunca llegó a emplearse, debido a que la mina nunca fue explotada, aunque el castillete se utilizó como pozo de agua.

 

La rehabilitación del castillete del pozo de San Juan ha consistido en la limpieza de la estructura con un chorro de arena y en dar una mano de pintura a la estructura a base de antioxidante.

 


 

Redacción:

Sussanna Anglés Querol  /  Javier Díaz Soro