Las navidades siempre son especiales, incluso  dejando recuerdos, a menudo inolvidables …las del 37 lo fueron muy en particular para los vecinos y vecinas de Mas de las Matas, porque días antes habían llegado a esta pequeña localidad del Bajo Aragón, en la retaguardia del Frente de Aragón ,unos hombres altos, algunos incluso robustos y muy fuertes, aun habiendo pasado por fatigas, sufrimientos y aún viendo la muerte muy de cerca, demasiado cerca…Eran los Brigadistas Internacionales, voluntarios que venían del extranjero a defender a la República. …por donde iban llamaban la atención eran, valorando el color de su tez,  era casi todos pálidos y hasta un poco rosáceos …claro que estaban un poco ensombrecidos y enmascarados por lo que suele dejar la guerra en los hombres, suciedad por dentro y por fuera de todo lo humano. A estos hombres que, además hablaban muy raro, se les acercaban, de primeras y muy descaradamente, los zagales y hasta algunos mayores, pero sobretodo zagales que pronto se hicieron de entender….Todo eran ocurrencias y risas, la curiosidad les podía  a unos y a otros. Los hombres cargados de ideales que atravesaron el Atlántico, (aquel bravo y vasto gran mar que se estudiaba en el mapa de la escuela masina) o los que cruzaron el Canal de La Mancha para luego atravesar a pie los Pirineos eran jóvenes , idealistas y voluntarios sumergidos en un mundo y en una guerra que les cambió la vida.  La gente masina se sorprendió al ver cómo, de pronto, se instalaron unos 1500 hombres  con una rapidez y una intendencia tan  bien coordinadas: las cocinas humeaban un aroma que abría las tripas demasiado cerradas por aquellos días, frente al molino ; mientras, ellos se aseaban a la intemperie, como si no les importasen las temperaturas….La gente les miraba sorprendida , con los ojos redondos como platos impresionados, porque ,realmente, aquel estaba siendo una antesala de uno de esos  inviernos fatales…. de los crudos de verdad y la gente de la tierra lo notaba, lo sabía…por eso se sorprendía al ver los cuerpos semidescubiertos de aquellos hombres que improvisaban lavabos y que se afeitaban con maestría frente a un espejo un tanto roto y como desafiante a cualquier superstición. Eran los hombres del Batallón Inglés- y los canadienses del Batallón MacKenzie Papineau que pasaron las navidades del 37 en nuestra localidad, un lugar de paso, de descanso, un punto de paz entre batallas y antes de momentos mucho peores (porque de aquí marcharon a la Batalla de Teruel). Estos hombres encontraron aquí en Mas de las Matas, algunos de ellos, su última Navidad y la vivieron de manera inolvidable, quizás sin darse cuenta y también la hicieron vivir, de manera especial, a los masinos y masinas , porque , estos,  les recuerdan, todavía hoy, con una sonrisa….la que despierta la curiosidad y el conocimiento de algo nuevo que viene de lejos, pero que se reencontró aquí en tiempos de guerra , compartiendo unos días de paz.