Un ejercicio de memoria histórica con Avelino Zapater

Sussanna Anglés

 

 

Avelino nos recibe en su casa cuando ya estaba ultimando la venta de un elegante y laminero bote de miel y es que Avelino, nuestro anfitrión , en esta decadente tarde de otoño es apicultor...lo que nos dice que tiene algo de especial. Se mueve despacio, sin prisas, pero sin pausas...tiene las manos cansadas de esas de trabajo y más trabajo, aunque es, aún con la edad, una persona que denota destreza y que se explica muy bien...en estos momentos está terminando sus memorias con la ayuda de su yerno.

 

Avelino nos habla de su padre, entre otras muchas cosas. Dice de éste  estuvo muy influenciado por Macario Royo que fue un referente en la iniciación del ideario anarquista en muchos masinos y masinas. Macario y su padre eran amigos, más o menos, de la misma edad.

 

Blas Zapater, el padre de Avelino, pertenecía a la “Cuadrilla de la Vaca”; nos explica Avelino: “eran un grupo de amigos que hacían comunidad y compraron una vaca para todos que la alimentaban entre todos....se repartían la leche”.

 

Macario , nos informa Avelino, trabajó en la fábrica de lentes; luego marchó a Barcelona y a Francia donde abrazó al anarquismo... volver a Mas de las Matas, donde propaga esas ideas. Avelino, recuerda y destaca la facilidad de palabra que tenía Macario Royo, su poder de convicción.

 

Todos los de la “Cuadrilla de la Vaca” entran en el ideal anarquista. Avelino nos habla de su familia y nos revela que su abuelo, Mariano Zapater,  del que tiene pocos recuerdos, pero sabe que no era masino; provenía  de una masía, La Tornera, de Las Parras y que su abuela provenía de Zorita. Al final vendieron la masía y se vinieron a Mas de las Matas.

 

De su abuelo recuerda una anécdota: “estaba harto de que los pájaros le picasen lo que tenía en el huerto, así que puso un espantapájaros para asustar y ahuyentar a los pájaros....pero al cabo de unos días en uno de los bolsillos del espantapájaros se había formado un nido.....”. Avelino lo recuerda con una mezcla de emoción, contenida en los ojos y una sonrisa un tanto pícara.

 

La madre de Avelino, como su familia, no tenía determinación política. ”Nunca demostraban nada ni a un lado ni a otro...no eran políticos.”

 

El padre de Avelino, Blas Zapater, según nos cuenta, recibía en casa el periódico de la FAI, El Gallo Luchador. Y es que antes de la guerra Blas Zapater ya estaba afiliado a la FAI y eso que, según recuerda Avelino, tenían que pasar una especie de selección  para entrar en la FAI.

 

Macario Royo, que según Avelino “tenía mucha influencia”, en mi pueblo dirían que “tiene la mano larga en el sindicato” consiguió que mucha gente del Mas se afiliase  a la CNT.

 

Mientras tanto, en el Centro Republicano, según recuerda con rotundidad Avelino, se leía La Solidaridad Obrera.

 

Cuenta que los que no entraron en la CNT eran socialistas (radical socialistas) y republicanos que, con el tiempo, se trasladaron al bar de Luis y Francisco Prats (que eran familia de Los Mielgas). Este bar se encontraba en una especie de entresuelo.

 

Avelino también ha llevado una vida  activa, tanto con sus colmenas como con otros trabajos, nos recuerda, ahora, el que desempeñó en la fábrica de lentes haciendo curvaturas.

 

Hablamos del Centro Republicano, nos hace una especie de “croquis decorativo” rápido y nos explica: “recuerdo que el Centro Republicano lo llevaba el tío Virgós que era anarquista.

 

Avelino fue a la escuela de párvulos y con ocho años a la escuela del maestro D. Anacleto. Un buen maestro con el que estuvo alrededor de dos años, lo recuerda con una sincera y frágil sonrisa como una muy buena persona, pero que tenía que bregar con un centenar de chavales en una aula. Avelino  no fue  más tiempo porque enseguida entró en la escuela racionalista con maestros como Antonio, otro que llamaban “el peseta”....pero con el movimiento del 33 cerraron la escuela racionalista de Mas de las Matas que ya nunca se volvió a abrir como tal; Avelino sentencia "claro; tampoco antes de la República hubo escuela racionalista”.

 

Avelino fue un buen estudiante, todavía recuerda los libros; “aquellas enciclopedias Dalmau y el trato con el maestro, hablabas de tú a tú con el maestro. Éramos entre chicos y chicas, íbamos juntos, unos treinta Y  el maestro era uno más....allí descubrí unos libros preciosos...” . Avelino cierra los ojos como si los pudiese ver, “recuerdo algunos que los escribió el padre de Federica Montseny que firmaba con el pseudónimo de Federico Urales".

El funcionamiento de la colectividad en Mas de las Matas era aparte de los consejos locales y los comarcales y Blas Zapater tenía responsabilidades en la colectividad masina.

 

El Concejo Local se reunía en la Casa del Tío Cipriano y hasta Avelino, muy jovencito, hacía funciones de “secretario”, ya que sabía escribir a máquina.

 

No recuerda que en Mas de las Matas hubiese ningún retén de tropas durante la guerra, aunque al principio sí que se organizó una milicia.

 

El alcalde Ejarque, al que mató “el Copas” (luego fusilado no sin antes recibir golpes) era natural de Santolea. Un tipo, según nos cuenta Avelino, con mucha formación que estaba bien visto y bien considerado. Era el presidente del Comité Antifascista y había estado en Rusia; de filiación comunista y se había bajado a vivir a Mas de las Matas al casarse con una chica de aquí.

 

El Comité Antifascista estaba formado por todos los grupos de izquierdas. Avelino se emociona e insiste diciendo que Ejarque era una persona muy bien visto en Mas de las Matas.

 

“Donde está la casa con la exposición de muebles del Pérez, allí en el entresuelo estaba el bar Pancanas, donde también se fabricaban gaseosas....allí en las escaleras, cuando iba a tomar el café Ejarque, el Copas lo acuchilló....luego a éste lo ejecutaron el plaza...parece que atado de pies y manos....la mujer de Ejarque se quedó a vivir en Mas de las Matas, pero cayó gravemente enferma y murió poco después, se llamaba Carmen.....”

 

Le preguntamos por la Revista Blanca. Nos dice que recuerda haberla visto en la escuela y en el café.

Volvemos al Centro Republicano y a la marcha de los republicanos,” se marcharon antes de la revolución y se instalaron en el bar encima del antiguo matadero.....no recuerdo que hubiesen tensiones, simplemente se fueron...estaban separados, pero en la necesidad, juntos....parece que con los anarquistas los republicanos estaban incómodos....”.

 

Una vez fracasada la revolución del 33, Blas Zapater cumple pena de prisión en el penal de El Dueso, Santoña y lo hace con 14 masinos más....esto hasta el indulto que llegó cuando el Frente Popular ganó las elecciones. En El Dueso había muchos más presos y de muchas partes del Estado Español, pero de esta zona, Avelino, recuerda especialmente a los de Valderrobres.

 

Avelino no se acuerda del cargo de Blas Zapater, su padre, antes de la revolución del 33, cree que no tenía ningún cargo en especial porque él era muy joven, pero si nos aclara que siempre ha sabido que Joaquín Zurita era el secretario del sindicato.

 

Con la victoria del Frente Popular se estrenan las escuelas nuevas, con cuarenta niños por clase, tres maestros y tres maestras. Explica Avelino ”....con eso ya no hizo falta escuela racionalista porque con la que había y con las condiciones ya no había necesidad.”

 

Estalla la Guerra Civil y en Mas de las Matas ya hay más de un referente, ya no era sólo Macario Royo. Estaba también Serafín Adell, “el cabecilla, un hombre muy instruido e inteligente....”

 

Macario Royo pasó a tener un cargo importante en el comité nacional de la CNT y aquí nos desvela:” gracias a él vino a dar un mitin al Mas Federica Montseny, que yo recuerde vino sola con un chófer y no creo que fuese ministra, pero no lo recuerdo con seguridad....dio el mitin en la puerta del Centro Republicano, en un entablado....todas las calles que daban allí y la pequeña explanada estaban repletas de gentes del pueblo y de los demás pueblos...las calles estaban abarrotadas.....” Avelino se emociona, los ojos se le iluminan. “Daba gusto oírla con sus gafas de sol...fue largo....hubo muchos aplausos....creo que sería a media mañana.....tenía una gran oratoria y la gente se iba convencida....”.

 

Blas Zapater se tuvo que hacer cargo de todo cuando marcharon dos camiones de gentes, entre ellos Serafín Adell, al frente  como voluntarios. “Tiraron del camión a mi padre y le pidieron que se quedase en el pueblo para que organizase...pero los mejores, los más formados e inteligentes,  marcharon al frente”.

 

En el comité habían cinco o seis personas,” mi padre era el  presidente del comité, delegado comarcal y delegado en el Consejo de Aragón de Caspe.....iba y venía mucho....”.

 

Avelino no reconoce el papel de republicanos y radical socialistas en el comité. “Sólo eran anarquistas”.