Cazarabet conversa con...   Renato Simoni, coautor de “El ferrocarril de la Val de Zafán. Historia, vivencias y recuerdos de la estación de Cretas (1882-1973)” (autoedición)

 

 

 

 

 

 

 

El ferrocarril de la Val de Zafán. Historia, vivencias y recuerdos de la estación de Cretas (1882-1973)

El índice del libro:

Prólogos................................................................................................ 7
Introducción....................................................................................... 11
I. Descripción de la linea y las estaciones de los pueblos
del Matarraña. Eduard Martínez y Jesús Martínez ......................... 15
1. Descripción de la línea de ferrocarril
entre la Puebla de Híjar y Tortosa, conocida también
como la Val de Zafán o Sarmentero ......................................... 17
2. Las estaciones y sus edificios ................................................... 19
II. El calvario del ferrocarril de Val de Zafán a Sant Carles
de la Ràpita. Renato Simoni ............................................................ 37
1. Una larga gestación .................................................................. 39
1.1. Algunas características del ferrocarril en España
(1850-1914)......................................................................39
1.2. El ferrocarril en dos regiones lindantes:
Aragón y Cataluña ............................................................43
1.3. La línea de Val de Zafán, parada en Alcañiz ......................46
2. Argumentaciones que vienen de lejos:
las presiones de Tarragona y Tortosa ........................................ 48
3. 1922, un año decisivo para El Bajo Aragón
y Matarraña turolenses............................................................. 50
4. La lucha por el “mejor trayecto”............................................... 57
5. La política ferroviaria bajo la dictadura de Miguel Primo de
Rivera (1923-1930) .................................................................. 62
5.1. La aceleración de las obras en la segunda mitad
de los años veinte ............................................................63
5.2. Cretas consigue obtener su estación ...............................67

6. La crisis de los años treinta y las dudas ................................... 69
7. Las duras condiciones de trabajo ............................................. 73
7.1. Una elevada siniestralidad laboral ....................................73
7.2. De la reyerta individual a la lucha sindical.......................76
8. La conclusión de las obras. La aceleración a causa de la
batalla del Ebro y el trabajo de los prisioneros (1938-1942) ... 82
9. Una compleja inauguración de la línea hasta Tortosa .............. 86
10. Algunas consideraciones finales ............................................. 88
III. Las grandes expectativas del ferrocarril de la Val de Zafán
y su incidencia en la vida de los habitantes de Cretas durante
el siglo XX. Juan Luis Camps, Jesús Martínez,
Eduard Martínez, Camil Piera y Renato Simoni ........................... 93
Introducción ................................................................................95
1. 1900-1910. La esperanza del nuevo siglo ................................. 96
2. 1911-1920. Propuestas políticas sobre las
comunicaciones comarcales y regionales.
Construcción de nuevas carreteras ......................................... 99
3. Años 20. La construcción de la vía del tren a su paso
por Cretas .............................................................................. 103
3.1. El tramo del ferrocarril en servicio entre
La Puebla de Híjar y Alcañiz ..........................................105
3.2. El tramo del ferrocarril en construcción de Torre del
Compte a Cretas y de Cretas a Lledó .............................106
4. Años 30. El ferrocarril y la Guerra Civil: la aceleración de su
construcción a causa la batalla del Ebro ................................ 112
4.1. La II República ...............................................................115
4.2. La Guerra Civil de 1936...................................................116
4.3. La Batalla del Ebro ...........................................................118
4.4. Los batallones de trabajadores ........................................120
5. Años 40. La posguerra: tren, transporte de productos
mineros, estraperlo y maquis ................................................. 122
5.1. Un duro decenio ............................................................122

5.2. El maquis ........................................................................126
5.3. La conexión de Cretas con tren a Tortosa, Alcañiz
y Zaragoza se hace realidad ...........................................128
5.4. La estación de Cretas .....................................................130
5.5. Transporte de carbón, tierra refractaria
y corteza de pino ...........................................................132
5.6. El estraperlo y el racionamiento ....................................134
5.7. Personal de la estación...................................................137
5.8. Accidentes documentados del personal
del ferrocarril .................................................................141
6. Años 50. Época dorada de la estación de Cretas .................... 144
6.1. El tren en el aprovisionamiento del comercio
y de los artesanos locales ...............................................146
6.2. El recadero a la estación ................................................151
6.3. Personajes singulares que pasaban por la estación
de Cretas ........................................................................152
6.4. La gran helada de 1956 ..................................................153
6.5. Personal de la estación...................................................156
6.6. Recuerdos familiares de Jesús Martínez:
Mis vivencias en la estación de Cretas ........................156
6.7. Horarios y funcionamiento ............................................166
7. Años 60. Nubarrones sobre la línea de Val de Zafán .............. 169
7 1. Desprendimientos de tierras y rocas sobre
la vía del tren .................................................................172
7.2. El tejido industrial de Cretas y la comarca del
Matarraña en relación con la utilización del tren...........173
7.3. Personal de la estación...................................................175
7.4. Horarios y funcionamiento del servicio de tren ...........175
8. Años 70. Cretas y la comarca del Matarraña
pierden el tren del ferrocarril ..........................................................187
9.1. Desmantelamiento de los raíles .....................................188
10. Década 1991-2000. La esperanza de la Vía Verde ................. 189
IV. Testimonios, anécdotas y recuerdos. Juan Luis Camps ................ 193
V. Material a motor y remolcado del ferrocarril de la Val de Zafán.
Profesionales responsables. Jesús Martínez, Juan Luis Camps
y Camil Piera ............................................................................... 209
1. Modelos de locomotoras a vapor........................................... 211
1.1. Tipos locomotoras desde el inicio (1895) hasta
la Guerra Civil de 1936 ..................................................211
1.2. Locomotoras que circularon desde que RENFE
se hizo cargo de la explotación .....................................217
2. Los autovías y automotores térmicos (Gasolina y Diésel)..... 220
3. Los ferrobuses........................................................................ 223
4. El material remolcado ............................................................ 224
5. Profesionales responsables .................................................... 226
Bibliografía y archivos ...................................................................... 229
Agradecimientos ...............................................................................232

 

El prólogo a manera de presentación del libro aquí en Cazarabet:

Fue en el año 2000 cuando el azar me llevó a Cretas, un pequeño y encantador pueblo de la comarca de Matarraña, mientras me disponía a descubrir los encantos de la Vía Verde de la Terra Alta. Sin saberlo, aquel viaje marcaría un punto de inflexión en mi vida y me sumergiría en la apasionante historia que se ocultaba tras los muros derruidos de una antigua estación de ferrocarril.

El destino me guió hasta aquel rincón olvidado del tiempo, donde la estación de Cretas se erigía como un testigo silencioso de un pasado activo y lleno de vida. Entre sus ruinas se escondían innumerables historias, sus paredes parecían susurrar al viento los ecos de antiguos viajes, emociones y vivencias de aquellos que alguna vez transitaron por sus vías.

Este año se conmemora el 50 aniversario del cierre de la línea del ferrocarril de la Val de Zafán. Ha llegado el momento de rescatar del olvido la memoria de la breve pero intensa historia de este entrañable ferrocarril que surcó los campos de Cretas y su comarca.

Un grupo de cinco entusiastas de la historia de esta peculiar línea ferroviaria nos hemos unido para llevar a cabo esta tarea. Con la pasión que solo los amantes de los relatos olvidados pueden comprender, nos hemos puesto manos a la obra para recopilar y reconstruir las piezas dispersas del pasado, para dar voz a las vivencias que se esconden tras los recuerdos de aquellos tiempos.

A través de viejos documentos, testimonios de aquellos que aún recuerdan y fotografías amarillentas, hemos logrado desentrañar los secretos y desvelar las sorpresas que aguardaban tras el velo del tiempo. Con cada descubrimiento, nuestra conexión con el pasado se ha fortalecido, y cada historia desenterrada nos ha sumergido en un fascinante viaje hacia una época en la que el ferrocarril era la arteria vital de estas tierras. Este libro, El Ferrocarril de la Val de Zafán: Historia, Vivencias y Recuerdos de la Estación de Cretas, es el resultado de nuestra labor de preservar y compartir esta memoria colectiva. A través de sus páginas, invitamos a quien lo lea a embarcarse en un trayecto apasionante, en el cual descubrirán las estaciones que cobraron vida con cada llegada y partida, y los paisajes que se transformaron al paso del tren. Esperamos que este relato sea una ventana al pasado, un viaje en el tiempo que permita honrar a aquellos que dieron vida a esta línea ferroviaria y que, gracias a su esfuerzo, quedaron grabados en la historia de este pueblo y sus alrededores. Que las palabras aquí escritas sean un tributo a la nostalgia y a la perseverancia de quienes luchan por mantener vivas las huellas de nuestro legado. Bienvenidos al tren de la historia, preparaos para adentraros en las páginas de este libro y acompañarnos en un recorrido emocional que nos llevará a través del fascinante ferrocarril de la Val de Zafán, desenterrando una historia que merece ser recordada y compartida por generaciones venideras.

Eduard Martínez Hernández. Presidente de la Associació per la Preservació de la Colònia Ferroviària de Sant Vicenç de Calders

 

Mi primer recuerdo de la línea de la Val de Zafán se remonta en el año 1981, yo contaba con apenas 5 años de edad, mi padre me llevaba de visita al ferrocarril Andorra-Escatrón, que por aquel entonces era el único ferrocarril de ancho ibérico con tracción vapor, cuando detuvo el coche en una estación abandonada y nos dispusimos a inspeccionarla: era la estación de Valjunquera. De allí conservo un par de tirafondos con la sigla ‘N’. Unos kilómetros más adelante paramos en Alcañiz, donde recuerdo que, entre las vías de la estación, pastaba plácidamente un rebaño de ovejas. Me pareció una estación inmensa, desolada. Recuerdo entrar en los talleres donde se mantenían aun herramientas, útiles aceiteras... Creo que la impresión que experimenté aquel día marcó mi relación con esta singular línea y despertó en mí una especial atracción por las líneas abandonadas. Años más tarde tuve ocasión de visitarla con más detenimiento y recuerdo con tristeza leer en el anuario de 1985 de RENFE el inicio del levante de la línea que se perpetraría de forma generalizada en 1995 y del que tuve la oportunidad de salvar un disco de entrada de la estación de Xerta, junto con la palanca de accionamiento del disco, encontrada casi sepultada por un desprendimiento en Benifallet, y más de una veintena de poleas de transmisión funicular recuperadas dentro de los túneles de salida de Benifallet. Todo este material, después de una completa restauración que efectué en mis ratos libres, fue instalado en 1998 de manera funcional en el ferrocarril Transbancal en la Vilella Baixa. Poco tiempo después, en 2001, iniciaría mi singladura con lo que hoy es el Museu del Ferrocarril a Móra la Nova, donde el papel de la línea de la Val de Zafán está muy presente y donde esperamos que pronto podamos reconstruir el automotor ABJ2 9304 como uno de los principales protagonistas que rodaron por la línea.

No me cabe más que felicitar a los autores del libro por haber tenido el interés, paciencia y tesón para recopilar la documentación, procesarla y convertirla en este estupendo libro, un libro que llena el gran vacío editorial que existía sobre esta línea, por la que muy pocos parecen haberse interesado en escribir y que esconde, en su turbulenta historia, miles de historias humanas que se sacrificaron por un ferrocarril del que hoy solo sabemos aprovechar una triste vía cicloturista. En un mundo más civilizado, hoy tendríamos un magnífico ferrocarril histórico en funcionamiento, quien sabe cuántos años y cuántas mentalidades se tendrán que cambiar para que, tal vez un día, una parte del ferrocarril de la Val de Zafán pueda resucitar.

Jordi Sasplugas. Director del Museu del Ferrocarril de Móra la Nova.

 

 

Con la introducción te puedes hacer una idea más pormenorizada del contenido del libro, más allá del índice y de los dos prólogos porque ya ahonda más específicamente en los contenidos: Este año se cumplen cincuenta desde el último viaje de pasajeros de los trenes de la Val de Zafán, ferrocarril también conocido como el “Sarmentero”. Concretamente, fue el 17 de septiembre de 1973 cuando subieron al tren, en la estación de Cretas, los últimos pasajeros. La decisión política para la construcción de toda la infraestructura se remonta a finales del siglo XIX cuando se decidió conectar Aragón, desde la Puebla de Híjar con el puerto de Sant Carles de la Ràpita. Finalmente, el tren no llegó a la hoy población de La Ràpita, teniendo su punto final en Tortosa. La construcción, que se realizó por tramos, tuvo numerosos problemas de financiación y de ejecución, de tal manera que tuvieron que ser las necesidades militares de la Guerra Civil española del 1936 las causantes de que el tren llegase definitivamente a Tortosa. ¿Cuál era el objetivo de esta línea de ferrocarril? Evidentemente la conexión de Aragón a un puerto marítimo del mar Mediterráneo para posibilitar el traslado de viajeros, la salida de la producción minera de Teruel y facilitar la exportación de diferentes productos de la región. Faltaba decidir el trayecto definitivo de la línea hacia el Mediterráneo, ya que en la primera mitad de los años veinte estaban abiertas al menos dos alternativas. La primera, desde Alcañiz, tenía que pasar por Calaceite-Batea-Gandesa-Tarragona y la segunda bajaría por Valderrobres-Cretas-Lledó-Horta de Sant Joan-Prat de Comte-Bot-El Pinell- Xerta-Tortosa a Sant Carles de la Ràpita. Un intenso debate —que aquí se ha estudiado— se desarrolló entre las autoridades políticas y por fin se impuso esa última opción. En la segunda mitad del decenio, bajo la dictadura de Primo de Rivera, las obras tuvieron un gran impulso, para luego estancarse con la crisis económica de los años treinta. Una gran cantidad de mano de obra (portuguesa, andaluza y de los pueblos lindantes) se concentró sobre todo en el tramo más difícil, entre Horta de Sant Joan y Xerta. Una elevada conflictividad social y numerosos accidentes de trabajo (con al menos ocho muertos y muchos heridos), caracterizaron, desde el punto de vista social, aquel período. Cretas aprovechó este gran proyecto de diferentes maneras. Así la construcción en los años veinte, en que cientos de personas trabajaron en los tramos de la Torre del Compte a Cretas, y desde Cretas al rio Algars, significó una gran aportación económica para los vecinos de nuestro pueblo. En esta década hay que recordar la gran sequía que nos afectó durante varios años, mucho más aguda y catastrófica que la actual (2023). Todo el pueblo se benefició de una manera u otra de la construcción de la vía a falta de los ingresos agrícolas. En la Guerra Civil, durante la batalla del Ebro (1938), la aceleración de las obras facilitó el transporte de soldados hacia el frente, heridos hacia la retaguardia y muchísimo material militar. En Cretas se atendían en la estación a los heridos por las chicas y señoras del Auxilio Social. Acabada la contienda, en Cretas se encontraba la comandancia del Batallón de trabajadores (prisioneros de guerra) número 66, encargada de acabar parte de la infraestructura del ferrocarril. En los años cuarenta, la estación de Cretas destacó por ser el punto de embarque de la producción de carbón y arcillas de las minas de Beceite y otros pueblos de la Sierra. También de la producción maderera de los puertos. Durante esta década y la siguiente la estación era el punto de llegada de los viajeros con destino al pueblo y también a los pueblos próximos como Calaceite, Valderrobres, Beceite y aún Peñarroya de Tastavins, conectados con pequeños autobuses. Los años cincuenta marcaron el auge del transporte de mercancías y viajeros. El tren, con su periodicidad y capacidad, era muy ventajoso respecto a los otros medios de comunicación y transporte, especialmente para los vecinos de Cretas que contaban con una estación relativamente cercana al pueblo. En la segunda mitad de los años sesenta, con la llegada progresiva de coches y camiones y la mejora en la línea de autobuses, la función del ferrocarril fue perdiendo usuarios hasta que el 17 de septiembre de 1973 se cerró la línea. Todos añoramos el servicio del tren y nos cuesta entender la visión política que determinó su cierre. Dicho esto, a todos también nos consuela ver la estación de Cretas perfectamente restaurada y la línea del Val de Zafán convertida en una Vía Verde con muchas posibilidades turísticas, económicas y sociales. El trabajo, estructurado en capítulos, se inicia con fotografías y una breve descripción de las estaciones de la Comarca del Matarraña. A continuación, el trabajo trata de la construcción de la línea, de los recuerdos y vivencias de sus usuarios y de la importancia económica de la estación de Cretas en tanto funcionó. Finalmente, detalles y fotografías de los diferentes trenes que dieron el servicio. Se acompaña todo el relato con una información mínima sobre el pueblo, que entendemos suficiente, para conocer su contexto histórico y temporal durante el siglo XX.

Los autores:

Juan Luis Camps Juan (1954, Cretas). Licenciado en Ciencias del Trabajo, Diplomado en Dirección y Administración de Hospitales (EADA). Su producción historiográfica sobre la Villa de Cretas /Queretes comprende dos libros en solitario y tres más en colaboración con otros autores.

Jesús Martínez Curto (1952, Tortosa). Estudios de Ingeniería Técnica Aeronáutica y Delineante Industrial. Autor del libro Darrere el Medjerda y de Mis queridas estaciones, libro de carácter íntimo y familiar sobre sus vivencias en la línea de Val de Zafán y la degradación de sus estaciones.

Camil Piera Aliaga (1948, Barcelona). Diplomado Bancario por el Instituto Bancario de Barcelona. Miembro de la primera junta de socios del recordado Josep M. Sasplugas en la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Barcelona.

Eduard Martínez Hernández (1972, Vacarisses). Animador Sociocultural. Trabaja como maestro de taller en una escuela
de educación especial. Hijo y nieto de ferroviarios, es aficionado a coleccionar objetos y documentos relacionados con el ferrocarril. Como divulgador del mundo ferroviario ha escrito el libro, Vacarisses: un poble amb dues estacions de ferrocarril. Presidente de la Associació per la Preservació de la Colònia Ferroviària de Sant Vicenç de Calders.

Renato Simoni (1949, Degersheim, Suiza). Profesor e historiador, casado con Encarnita Riba Muñoz; juntos han publicado Queretes. La col·lectivització d’un poble aragonés durant la Guerra Civil (1936-1938), Calaceit, ASCUMA, 2013.ta con una colección de más de

 

Una referencia en los medios de comunicación:

L'Alberg Comarcal de Queretes acull diferents activitats per recordar els 50 anys del tancament de la via del tren | Matarranya Media

 Y

 

 

Cazarabet conversa con Renato Simoni:

-Renato, ¿cómo es que os animáis y por qué a escribir este libro que trata de la historia de la línea de ferrocarril de la Val de Zafán?, línea que pretendía comunicar la Puebla de Híjar—lugar de origen, en Aragón y en la provincia de Teruel—con Sant Carles de la Ràpita en tierras del sur de Tarragona, aunque la línea nunca llegó allí quedándose en Tortosa a orillas del Ebro. ¿Qué incentivos os llevaron a ello?

 -En esta publicación de cinco amigos que tienen en común una estrecha relación con Cretas se suman diferentes experiencias de vida, formaciones profesionales, sensibilidades, pero también el amor por este rincón del Matarraña, su gente y su territorio. Juan Luis Camps es desde hace años el principal animador cultural en el pueblo y más ahora que puede gozar de su jubilación; Jesús Martínez es hijo del que fue jefe de estación y allí tiene una inolvidable experiencia de vida con su familia; Eduard Martínez, también hijo de ferroviarios, en sus ratos libres anima la Associació per la Preservació de la Colònia Ferroviària de Sant Vicenç de Calders; Camil Piera es un apasionado y profundo conocedor de los aspectos técnicos del fascinante universo del tren. Yo mismo tengo descendencia ferroviaria: mi abuelo, empleado en la Compañía suiza de ferrocarriles, murió durante gripe de 1918 (“la española”) y mi abuela, viuda a los 26 años, se pasó la vida como guardabarreras, para mantener a sus dos hijos.

Casi todos los coautores participamos hace unos diez años a las Jornadas sobre la guerra del 36 en Cretas. Tren, estraperlo y maquis. El año pasado nos decidimos a reemprender la faena ya que el 17 de septiembre de 2013 recurría el 50° aniversario del cierre de la línea. Lo queríamos subrayar con un encuentro público en la estación y con una obra que reuniese recuerdos y reflexiones. Y ha podido ser con la autoedición de El ferrocarril de la Val de Zafán. Historias, vivencias y recuerdos de la estación de Cretas (1882-1973) que se acabó de imprimir justo el día del aniversario. Una obra estructurada gráficamente por el estudio de Carles Terès, otro cretense, que con su mujer Celia Antolín siempre nos ha ayudado generosamente: una tarea fundamental para elaborar una compleja publicación conmemorativa con muchas ilustraciones como esta.

 -¿Cómo ha sido el proceso de investigación, búsqueda de datos, fuentes, entrevistas y demás…? ¿Cómo se le pone orden a esto después? ¿y cómo ha sido coordinarse en este trabajo de investigación, porque hay que tener en cuenta que sois cinco plumas?

-A nuestro esfuerzo se han unido decenas de cretenses con sus aportaciones: objetos, documentos y sobre todo sus recuerdos, así que la publicación que presentamos es una obra colectiva y polifónica. El libro está estructurado en cinco secciones.

En la primera se describe la línea entre la Puebla de Híjar y Tortosa y en detalle las estaciones del Matarraña con sus edificios anexos. La segunda sigue la construcción de nuestro Sarmentero en el contexto nacional y regional desde los últimos decenios del siglo XIX hasta la inauguración oficial de la línea el 10 de septiembre de 1941 en Tortosa.

En la tercera parte se privilegia la relación del ferrocarril con la vida cotidiana de los habitantes de Cretas durante el siglo XX, decenio por decenio. Particularmente dramática me parece la inmediata posguerra, años de penuria, estraperlo, maquis, la gran helada de los olivos de 1956 y la masiva emigración.

Relatos personales, anécdotas y conmovedores recuerdos se concentran en la cuarta sección, mientras en la parte conclusiva se examinan los aspectos más técnicos, que tanto les gustan a los aficionados del ferrocarril: material a motor y remolcado, con muchas fotografías.

Coordinar aportaciones tan diferentes no era una tarea sencilla. Un plan de trabajo coherente concordado de antemano y el respeto de las consignas han facilitado la redacción de una obra que se presenta atractiva y rica de información, sin caer en un fácil sentimentalismo o en una reconstrucción fragmentada y anecdótica. La conclusión de la tarea ha sido para los autores un momento emocionante, celebrado íntimamente con una magnífica comida en la restructurada estación del ferrocarril, que aprovechamos para organizar la presentación del libro y la fiesta del 1° de octubre destinados a los habitantes de Cretas y de la Comarca.

 -¿Qué lugar ocupa en esta línea Queretes/Cretas? -Al elegirse la segunda opción y verse Cretas/Queretes como pueblo directamente involucrado ¿qué supone socioeconómicamente hablando para esta población turolense? ¿En la guerra destacaríais en algo esta línea que nos puede llamar la atención porque las estaciones y los trenes son objetivos, refugios…?  -En el devenir de la historia mientras funcionó el trazado, ¿en qué acontecimientos más importantes se vio envuelto el ferrocarril de la Val de Zafán?

-Cretas, una vez confirmada la asignación de su estación en 1926, gracias también a las buenas relaciones en Madrid de su torero Nicanor Villalta, tuvo particular importancia sobre todo en la fase final de la Guerra Civil. Recordamos que el pueblo fue ocupado por las tropas franquistas e italianas en abril de 1938 y que la batalla del Ebro duró desde el 25 de julio a principio de noviembre del mismo año. Las exigencias militares de los nacionalistas aceleraron la puesta en marcha del tramo ferroviario hasta Bot, empleando para completar la construcción línea sobre todo Batallones de trabajadores formados por presos del ejército republicano. Un panel explicativo de Memorial Democràtic sobre este asunto se encuentra en la estación de Xerta.

La parada de Cretas fue un punto neurálgico de interés militar para el transporte de material bélico destinado al frente y, en el sentido contrario, para la evacuación de víctimas de la batalla. Conviene también recordar que los túneles entre Bot y El Pinell de Brai fueron empleados por los dos ejércitos en lucha para asistir a los heridos con equipos quirúrgicos.

Un segundo momento importante, esta vez desde el punto de vista económico, fue para la estación de Cretas el durísimo y largo periodo de la autarquía entre los años Cuarenta y Cincuenta. Allí se cargaban productos minerales (carbón, tierra refractaría) y agrícolas destinados a Cataluña, acompañados de difusas e ingeniosas prácticas de estraperlo, que resultan bien documentadas en las entrevistas.

Los años Cuarenta también fueron marcados por la acción de los maquis y el ferrocarril sufrió algunos ataques guerrilleros espectaculares, los más conocidos en 1947, en la estación de Valdeltormo y en la entrada del viaducto del Matarraña en Torre del Compte.

Con la terrible helada de 1956 el tren sirvió también en Cretas para la exportación de grandes cantidades de leña de los olivos cortados y la emigración de muchos jóvenes labradores en busca de trabajo hacia Cataluña.

 -En principio se barajaban dos alternativas: La primera, desde Alcañiz, pasando por Calaceite-Batea-Gandesa-Tarragona y la segunda por Valderrobres-Cretas-Lledó-Horta de Sant Joan-Prat de Comte-Bot-El Pinell- Xerta-Tortosa a Sant Carles de la Ràpita para comunicar con el Mediterráneo  -¿Por qué se elige el segundo trazado y en qué punto se levanta más el debate entre las dos opciones?

-El acceso de Aragón al Mediterráneo fue el argumento príncipe para impulsar la construcción de la línea del Val de Zafán. Un largo debate político se desarrolló sobre el “mejor trayecto”, desde finales del siglo XIX hasta la dictadura de Primo de Rivera. Las obras de la línea de La Puebla de Hijar hacia el Mediterráneo estaba parada en Alcañiz desde 1895: ¿cómo reemprenderlas y cuál era el trayecto más interesante para llegar al litoral?

Dos opciones, que se han estudiado aquí detalladamente, se enfrentaron en forma áspera entre hombres políticos y de cultura.

Una primera solución, defendida entre otros por el diputado de Valderrobres-Castellote Carles Montañés y Criquillión privilegiaba el trayecto Alcañiz-Valderrobres-Tortosa para acceder al puerto de Sant Carles de la Ràpita. Una segunda posibilidad desde Alcañiz hacia Calaceite-Gandesa-Tarragona era perorada por el exponente republicano de Gandesa Joan Caballé Goyeneche, que había logrado la construcción del puente de Mora en 1918. 

Analizando el debate y las relaciones de fuerzas entre las dos alternativas, bastante equilibradas, tenemos la impresión que en favor de la victoria de la primera opción pesaron sobre todo Zaragoza y Alcañiz: las “fuerzas vivas” de la ciudad bajoaragonesa temían que manteniendo abiertas más opciones se habría continuado a paralizar la necesaria prolongación de la obra, con el riesgo de suprimirla definitivamente.

 -¿El trazado se ideó para el transporte de pasajeros y de mercancías, pero pensando sobre todo en el potencial que tenía el carbón de cara a darle salida desde el puerto de Sant Carles de la Ràpita?-Al no llegar el trazado ferroviario a Sant Carles, de entrada, ¿se queda el proceso como un poco parado y se pierde como fuelle en su continuidad porque lo bueno hubiese sido que hubiese llegado al mar y no quedarse a escasos kilómetros…qué potencial de “productividad” pierde la línea?-¿Por qué se detiene la línea en Tortosa?

-En 1941 se logró inaugurar nuestra línea hasta Tortosa y faltaba completar su prolongación hasta el mencionado puerto, que sorprendentemente nunca se realizó, no obstante, las promesas hechas y la importancia atribuida a Sant Carles para obtener la financiación de este trayecto. Había, es cierto, un problema de desarrollo del puerto, que sus adversarios tarraconenses aprovechaban para descalificar definiéndolo “un proyecto anémico, nacido muerto, para una zona aguanosa y pobre”. Pero no había ninguna dificultad técnica insuperable para la conexión Tortosa-La Ràpita. El problema parece haber sido político y la falta de solución queda para nosotros bastante sorprendente y enigmática, ya que la conexión al puerto quedó aparentemente al orden del día durante 50 años.

.-La historia y lo que podríamos denominar “revolución del transporte por carretera”, ¿le pasa por encima al ferrocarril y a ese aire siempre entre romántico y lleno de cierta tranquilidad y quietud que rodea a este medio de transporte? ¿Con qué obstáculos se encontró la construcción de esta línea? ---me refiero a todo el trazado---.

-A dificultar la construcción de las líneas durante este periodo jugaron factores generales y coyunturales, que determinaron la interrupción de numerosas obras (pensamos a la Alcañiz-Teruel) o la brevedad y precariedad de sus vidas: en el caso del Ferrocarril del Val de Zafán se emplearon 60 años para acabar la línea (hasta Tortosa) que se aprovechó sólo 30 años (1942-1973).

“Los transportes de poco servirán si no hay productos que transportar” advertía el ingeniero Martínez Alcíbar ya en 1864 y esta sencilla reflexión valdría más tarde también para nuestra línea.

El Sarmentero non supo atraer, como se vaticinaba, el transporte de los productos aragoneses destinados a la exportación y la competencia de otros vectores le dieron el golpe final. Desde los años Cuarenta la motorización privada evidenció los rígidos límites de una línea ferroviaria que solo lindaba marginalmente los pueblos, a muchos kilómetros de distancia sus centros productivos, más fácilmente y capilarmente asequibles con un camión hasta sus corazones, eliminando la incómoda etapa intermedia de carga y descarga a las estaciones del tren.

Para desplazar las personas ya existían desde 1915 los autobuses de la compañía HIFE y en los años ’60 el coche empezaba a ser un sueño asequible para las familias de la clase media.

Nuestro Val de Zafán además tenía, desde su origen, algunos problemas específicos: una geología y un itinerario difíciles con trayectos y pendientes problemáticos que podemos apreciar hoy en día en toda su belleza caminando por la vía verde; sufría la ausencia de conexiones externas (por ejemplo, con la auspiciada Saint-Girons-Lleida-Gandesa-Mediterráneo) y la falta de una posible reconversión eléctrica, opciones auspiciadas por el ingeniero Carles Montañés ya en 1925. 

Los efectos de la Gran Crisis económica y financiera de los años Treinta obligaron el Estado a seleccionar drásticamente entre sus 27 líneas ferroviarias en construcción, y también el Sarmentero padeció una dura podadura de sus recursos durante la República.

En los años Sesenta el Banco Mundial impuso al gobierno español una severa restructuración financiera y recortes de sus servicios públicos: fue el acto final también para nuestro ferrocarril.

-También había mucha conflictividad laboral que afectó a la construcción del trazado….

-El otro tema privilegiado en la investigación, como es frecuente en mis trabajos, ha sido la historia social de los trabajadores en el sentido más amplio, una realidad muy heterogénea y compleja.  El momento álgido se sitúa entre la eufórica expansión de los años Veinte y la crisis de los años Treinta que ralentiza o paraliza las obras ferroviarias en construcción.

Recuerdo que Bautista Albesa, el más famoso guerrillero de nuestra Comarca, cuando nos contaba sus primeras luchas sociales nos hablaba de su vida como muy joven peón en las obras del ferrocarril, antes de emigrar y madurar su formación anarcosindicalista en Barcelona. Efectivamente en estos años la construcción del Val de Zafán fue un laboratorio de mano de obra, con la participación de varias componentes: los hombres de los pueblos lindantes que volvían a sus tierras cuando los necesitaban en casa o ya no soportaban más los elevados riesgos de aquel trabajo peligroso e inseguro, los portugueses protagonistas de algunas violentas reyertas tradicionales contra los capataces (también en Cretas) y los peones andaluces que los substituyeron sobre todo en la construcción del tramo inferior de la línea, entre Bot y Xerta. Estos últimos protagonizaron la formación de un moderno sindicado anarcosindicalista y nos ofrecen visibilidad sobre sus condiciones de trabajo, sus reivindicaciones, la formación de una moderna conciencia de clase y el arraigo de sindicatos, sobre todo cenetistas, en el Baix Ebre durante la República.

Los peligrosos trabajos en este tramo catalán, el más accidentado, también cobraron sus víctimas: hubo muchos accidentes debidos a explosiones en los numerosos túneles y al menos 8 muertos en pocos años a los que hemos intentado restituir una identidad para sacarlos del olvido.

A estos trabajadores, como he anticipado, en los últimos meses de la guerra y en la inmediata posguerra se añadieron en nuestra zona batallones de cautivos políticos, en condiciones aún peores. Conocemos su presencia gracias a los estudios de Fernando Mendiola Gonzalo y a la narración de las vivencias de algunos prisioneros de estas formaciones: Batallones de Trabajadores y Batallones Disciplinarios de Soldados Trabajadores.

-¿Qué camino  hay entre la pérdida de la línea de la Val de Zafán a lo que ahora es la línea verde de la Val de Zafán?

-La antigua estación de Cretas con sus construcciones anexas ha tenido la suerte de ser transformada en albergue, en un envidiable paisaje con Els Ports como tela de fondo. La conversión del trazado ferroviario en vía verde representa una oportunidad que se abre hoy como forma de turismo sano, familiar, de impacto ligero y compatible con un extraordinario patrimonio natural. A ver si sabemos aprovechar por tercera vez nuestra línea del Val de Zafán: una primera vez lo fue como ocasión de trabajo para su construcción, sucesivamente durante más de treinta años como medio de transporte público y ahora como espacio privilegiado de cultura y turismo salubre. 

- Dos palabras sobre las fuentes y los estudios consultados para este trabajo.

-Los archivos siempre son el fundamento de la investigación: en nuestro caso lo han sido los archivos de instituciones ferroviarias y privados, el Archivo histórico de la Provincia de Teruel, del Municipio de Alcañiz y de la Comarca de Tortosa, las hemerotecas de la prensa en gran parte accesibles online, las entrevistas a numerosos testigos. Bastantes obras, mencionadas en la bibliografía, integran nuestro relato: en especial modo, para nuestra línea, han sido útiles los estudios de J. A. Moreno i Guallar y la apreciada Historia del Ferrocarril de Val de Zafán de J. C. Juárez Giménez, una obra que bien se complementa con la nuestra y que también se ha publicado en ocasión de los 50 años del cierre de la línea.

 

Estación de Cretas/Queretes década de los años 50. Fondo fotográfico del Museu del Ferrocarril de Catalunya. FFE.

 

 

 

 

Ambiente en la Estación de Cretas/Queretes. Archivo Histórico Cretas

 

 

Nubarrones sobre la estación de Cretas/Queretes. Archivo Nacional del Ferrocarril. Madrid.

 

 

Estación albergue comarcal. Archivo J. L. Camps

 

 

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