Cazarabet conversa con...   Rosaura Albero, secretaria de redacción de la revista de cultura “Turolenses” (Instituto de Estudios Turolenses)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Conversar con Rosaura Albero siempre es fácil, aunque sea hacerlo desde la distancia que alberga el recorrido geográfico entre Teruel capital y Mas de las Matas, este pueblo de “la cubeta del Guadalope”?. Es una persona afable y amable en el trato, minuciosa en el trabajo y entregada a él desde el Instituto de Estudios Turolenses …lo que significa estar entregada a estas tierras, Teruel. Desde la revista Turolenses que, este pasado año cumplió diez años, y como secretaria de la redacción ella y el equipo más inmediato de Turolenses, consejo de redacción y demás colaboradores consiguen que Teruel, poco a poco, gota a gota, se vaya dando a conocer, como el abuelo orgulloso que enseña los álbumes de fotos a sus nietos, ese Teruel más allá del Teruel que todas y todos más conocemos poque, simplemente, tiene más trascendencia en el día a día. Es el Teruel que acaba de completar el latido más allá de lo que es más conocido…es la esencia del Teruel más auténtico… el que alberga lo más bello y lo no tan bello, pero lo que es imprescindible para conocernos nosotros mismos mejor: cómo fuimos, somos y seremos. Turolenses nos ayuda a entendernos mejor, a conocernos y a saber de nosotros, tan solo así podremos hacer de esta tierra nuestro lugar en el mundo y esperamos que el de las generaciones que heredarán lo que les dejemos, aunque la tierra no sea de nadie…

 

 

 

Cazarabet conversa con Rosaura Albero:

-¿Qué es y cómo fue la génesis y la razón de ser, estar y existir de la revista TUROLENSES?, ¿qué tiempo lleva entre nosotros?

-TUROLENSES surgió a raíz de una reunión de los centros de estudios locales de la provincia con el Instituto de Estudios Turolenses, en la que se propusieron actividades conjuntas para llevar adelante. La publicación común de una revista de cultura sobre nuestra provincia que, además, se distribuyera entre los casi 3.000 socios de los centros se hizo realidad hace ahora diez años.

-¿Qué misión tienes tú dentro de esta publicación?

-Soy la secretaria de redacción. Mi trabajo es de coordinación: control de entrega de los contenidos de las secciones de la revista en el plazo previsto, revisar los originales para que cumplan con la extensión solicitada y búsqueda, digitalización y tratamiento de las fotografías, en los casos que es necesario. Y también, como los demás miembros del consejo de redacción, realizar propuestas de temas de interés que pueden ser tratados en la revista. Por supuesto, las tareas de corrección de originales se realizan también en el IET.

-¿Cómo se la presentarías al público lector turolense? ¿Se la presentarías de igual forma y manera a los que no son de Teruel? ¿Y a los aragoneses que no son de Teruel y que, a menudo, desconocen esta provincia tan formidable y que es todo un abanico para gustos, maneras de ser, vivir y convivir?

-Si eres de Teruel y quieres saber más de tu tierra; si eres de fuera y te interesa descubrir esta provincia, TUROLENSES te acompañará de manera amena y rigurosa en esta aventura.

-¿Qué tiene de particular TUROLENSES? ¿Se quiere que sea una revista popular que no populista; al alcance de todos y de todas y que toque temáticas atractivas a un amplio abanico de sensibilidades lectoras?

-Se quiere dar a conocer más y mejor la provincia a la gente de la calle, a la sociedad en su conjunto. Por eso tienen cabida en ella todos los temas, algunos, incluso, no muy tratados hasta ahora pero que hemos creído interesantes (me vienen a la memoria los dosieres dedicados al diseño gráfico y a los tópicos turolenses, por ejemplo) y otros muy poco conocidos por el gran público. Se busca un equilibrio entre el contenido y la ilustración, no es una revista de imágenes a la que acompaña un pequeño texto, y que no pierda nunca el interés para el lector, por eso es muy variada.

Sí hay que destacar otra característica única de TUROLENSES: su portada. En ella no se avanzan los contenidos que podemos encontrar en el interior. Se reproduce la obra del artista completa, por lo que puede disfrutarse en su totalidad. Las cubiertas de la revista son auténticas obras de arte.

-¿Qué apartados tiene fijos TUROLENSES y con qué contenidos puede jugar con mayor flexibilidad? ¿Por qué apartados hay una particular sensibilidad desde la redacción?

-Si se revisa el índice vemos que la revista se estructura en secciones fijas. En la dedicada a «Museos y centros de interpretación» se dará siempre noticia de museos y espacios expositivos presentes en la provincia, o en «Entrevista» se charlará con turolenses destacados. Es en «Miscelánea», «Artículos» y «Dosier» donde existen, tal vez, más posibilidades de jugar con los contenidos, pero se cuidan con el mismo interés todos los apartados, también el de reseña de publicaciones. TUROLENSES lleva detrás mucho trabajo minucioso para que el resultado sea el mejor posible y resulte interesante para todo el que la tenga entre sus manos.

Cualquier tema sobre la provincia de Teruel en cualquiera de las ramas de las ciencias y humanidades tiene cabida en la revista, por eso el apartado de «Artículos» es el más amplio, con un total de diecisiete páginas. Lo que define a Teruel es la riqueza de su conjunto e intentamos cubrir  todos los campos equilibradamente.

-La fotografía, en la publicación, tiene mucho atractivo; los mapas para las rutas y la cuidada edición presentando artículos y reportajes es algo que, aunque no lo parezca, ayuda a la lectura y la incentiva…

-TUROLENSES es una revista muy ilustrada y no solo por hacerla más estéticamente atrayente, o para «aligerar» o «facilitar» su lectura, sino porque la imagen complementa y enriquece al texto. Se intenta que haya un equilibrio, como ya he comentado, entre un contenido interesante para el lector, riguroso, documentado y a la vez divulgativo, y unas ilustraciones que lo refuercen. En cuanto a la cuidada edición, es un signo de identidad de todas las publicaciones del Instituto de Estudios Turolenses.

-Sale cada cuatro meses, aunque sin una periodicidad muy establecida, ¿de qué depende?

-Depende de varios factores. Es verdad que algunos años solo han aparecido dos números. Es muy importante la entrega de los originales en plazo y completos, algo que se cumple de manera irregular y hace que se demore su salida. La regularidad es uno de los retos permanentes que tenemos.

-¿Qué finalidades tiene y ya se ven cumplidas y con qué otras os toca bregar en el día a día porque, por lo que sea, se os resisten más?

-Nos gustaría que TUROLENSES fuese más conocida en la provincia y fuera de ella, multiplicar sus lectores. Es un «producto de calidad» que merece ser disfrutado por cuantas más personas mejor. Una herramienta para conocer Teruel en profundidad con un formato sencillo y original.

-Es una publicación en papel que funciona por lo que puedo ver muy bien, ¿a qué piensas se debe el «secreto de su éxito»?

-El otro día, un lector nos envió un correo electrónico en el que nos avisaba de un dato incorrecto que se había publicado. Nos sorprendió muy gratamente que la revista se leyera con tanto detenimiento. Al agradecerle su corrección (en realidad una errata) nos respondió: «Es una revista estupenda».

En primer lugar, su estructura estuvo muy pensada, al igual que su maquetación, que la hace sin duda muy atractiva. Por otra parte, en cada número se intenta que los temas estén equilibrados, sean variados, que los artículos no sobrepasen, en general, las cuatro páginas y no se hagan pesados… Todo ello le da un aire fresco, un ritmo alegre que no cansa al lector.

-Porque Teruel y las particularidades turolenses tienen mucho más que decir de lo que de entrada parece ¿no?; ¿es como una pequeña joya que encierra otras muchas aquí escondidas entre esta España que se fue y se sigue despoblando?

-Teruel, gracias a Dios, ya es conocida por la población española más allá de las temperaturas mínimas y su poca población. Todo el mundo ha oído hablar de los Amantes de Teruel o del jamón de Teruel (más ahora tras el anuncio televisivo navideño), de Dinópolis o de la sierra de Albarracín. Y si vas de viaje y dices que eres de Teruel te contestan siempre con la misma exclamación: «Ah, ¡Teruel existe!». Pero la provincia es mucho más y TUROLENSES quiere mostrarlo.

-Cada número requiere de mucha minuciosidad, de mucha dedicación, esfuerzo y una buena dosis de «mimo y cariño»…

-La ilusión que empuja desde sus inicios a este proyecto cultural hace que se trabajen las horas que hagan falta para conseguir la máxima calidad. Lo que importa es que el resultado final sea el mejor posible.

-Una revista que, ya de entrada, quiere llegar a todos los públicos y lo demuestra con ese precio que podríamos mencionar como módico, tan solo dos euros…

-El Instituto de Estudios Turolenses, al ser un organismo autónomo de la Diputación Provincial de Teruel, no tiene afán de lucro, por lo que sus publicaciones tienen precios muy bajos para ser totalmente accesibles a cuantos lectores estén interesados.

-¿Te has sorprendido como coordinadora de TUROLENSES de todo lo que es, fue y será Teruel?

-Primero querría decir que yo soy un activo más en la revista, que no sería posible sin un equipazo, dirigido por Javier Alquézar, exdirector del Centro de Estudios Locales de Andorra, que trabaja con enorme ilusión en este proyecto editorial de Teruel, desde Teruel y para Teruel y todos aquellos que aman la provincia. En la actualidad el consejo de redacción está compuesto, además de por Javier, por Josefina Lerma, nuestra subdirectora, Fernando Burillo, Carlos Casas, Antonio Losantos, Antonio Pérez, Francisco Javier Sáenz, José Luis Simón y Ernesto Utrillas, además de un amplio consejo asesor. Sin su entera y generosa dedicación y la de tantas personas que nos presentan artículos para su posible publicación, sin olvidar la colaboración de muchas otras a las que encargamos aportaciones concretas, TUROLENSES no se hubiera consolidado.

Y todos descubrimos en cada número cosas nuevas de Teruel, artistas nuevos de ayer y de hoy, escritoras y escritores nuevos o que pasaron por Teruel y dejaron constancia de su experiencia en sus escritos, lugares nuevos a los que dirigirnos... Cada revista es una sorpresa visual y de contenidos.

-¿Qué hitos os ponéis desde lo personal a lo global dentro de TUROLENSES? No sé, quizás nuevos apartados, potenciar otros, dar algunas prioridades…

-La revista, como cualquier proyecto cultural, no está cerrada a nada, tampoco a los cambios para su mejora, pero en este momento nuestros principales retos son: consolidar su periodicidad y darla a conocer mucho más. Te he comentado que es leída por casi 3.000 personas de la provincia, socias de los centros de estudios que la reciben gratuitamente, pero nos gustaría que tuviera mucho mayor eco en la sociedad turolense, por eso desde el principio se vende en quioscos, algo que podría extenderse, se me ocurre, a oficinas de turismo, por ejemplo. Ahí estamos trabajando. Porque TUROLENSES es una revista con ambición de permanencia y de futuro.

 

 

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Cazarabet

Mas de las Matas (Teruel)

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