Cazarabet conversa con...   Loreto Urraca, Juanarete y Manuel Granell, sobre el libro “Plomo y gualda. Entierro mexicano de Azaña en Francia” (GP Ediciones)

 

 

 

 

 

 

 


Juanarete y Manuel Granell editan un cómic con el prólogo de Loreto Urraca que narra, además del exilio republicano en cómo fue el entierro mexicano de Azaña en Francia.
La sinopsis de este libro: La muerte de Azaña ofrece clases magistrales sobre el comportamiento humano. Desde el nefasto trato de Petain a las y los refugiados españoles, a la valentía de la legación mexicana en Francia.

Los autores: Juanarete y Manuel Granell

Juanarete:
Juan Pérez. (Zaragoza, 1967).
Guionista de tebeos.
Premio Tran al mejor guion de cómic aragonés, 2020. Por Frontera de Ordesa. Red de evasión Ponzán. Dibujo de David Tapia.
Premio al mejor guion aragonés del Salón del Cómic de Zaragoza 2022. Por La Pitillera Húngara. Una historia de las Brigadas Internacionales. Dibujo de Juanfer Briones.
Sus guiones hablan de memoria democrática y justicia social, y quedan respaldados por un profundo rigor documental.
Solo leer historietas supera el placer de escribirlas.
Ha publicado, entre otros:
Plomo y Gualda. Entierro mexicano de Azaña en Francia. GP ediciones. 2023. Dibujo de Manuel Granell.
Hijos de la Noche. Para el álbum colaborativo «Historias del Universo 36». Editado por Carmona en Viñetas. 2022. Dibujo de Chesús Calvo.
La Pitillera Húngara. Una historia de las Brigadas Internacionales. GP ediciones. 2022.  Dibujo de Juanfer Briones.
OSTA Publicado por la Organización Sindical de Trabajadores de Aragón. 2021. Dibujo de Óscar Sanz.
Frontera de Ordesa. Red de Evasión Ponzán. GP ediciones. 2020. Dibujo de David Tapia.
Pepe Buenaventura Durruti. GP ediciones. 2019. Dibujo de Carlos Azagra y color de Encarna Revuelta.
La Bondad y la Ira. Últimas horas de Ramón Acín. GP ediciones. 20l6. Dibujo de Daniel Viñuales.

Manuel Granell
(Valencia, 1954). Se inicia publicando en la revista de terror SOS de Editorial valenciana. Más tarde dibuja historietas para revistas italianas como Bliz o Albo. Con el dibujante Paco Giménez publica cómic erótico también para editoriales italianas, y haciendo los lápices para una Biblia en cómic para Editorial Cedro.
Posteriormente, se dedica a la ilustración infantil para diversas editoriales como Anaya, Bromera, Bullent, Gregal...
Trabaja en editoriales como director artístico y diseñando publicaciones. Durante treinta años ha sido jefe de publicaciones del IVAM, Institut Valencià d’Art Modern, donde ha diseñado cientos de catálogos, carteles y demás materiales del museo. Nunca ha dejado de dibujar. Ha realizado diversas exposiciones de pinturas y dibujos. La inclinación por el noveno arte volvió a prender en 2013, cuando publica No volverán, una historieta breve sobre el campo de refugiados republicanos de Vernet d’Ariège, en Francia. En 2022 dibuja Cava y calla. Marcelo Usabiaga, luchador antifascista (Desfiladero ediciones), con guion de Pepe Gálvez y la colaboración de Sento Llobell. Plomo y gualda. Entierro mexicano de Azaña en Francia, es su primera colaboración con el guionista Juanarete. Algunas páginas de esta obra han estado expuestas en la exposición L’exili del 1939 al cómic en el MUME, Museu Memorial de l’Exili.
El prólogo lo realiza la pluma de una valiente, Loreto Urraca, la nieta del espía y policía en Francia, “el cazador de republicanos y rojos” que fue Pedro Urraca Rendueles—aquí les dejamos un enlace de la entrevista que mantuvimos con ella a raíz de su narrativa ENTRE HIENAS en la que cuenta las andanzas de los republicanos y gente de izquierdas que trataban de escapar de las fauces falangistas y franquistas en tiempos que se fueron tornando muy turbios en el exilio francés, aquí el enlace de la entrevista http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/entrehienas.htm  .

 

 

 

 

Cazarabet conversa con Loreto Urraca:
 
-Loreto, ¿cómo es que escribes el prólogo de este cómic Plomo y Gualda que edita GP con el texto de Juanarete y los dibujos de Manuel Granell?
 
-Me contactó Manuel a través de Anacleto Ferrer, que acababa de invitarme a dar una conferencia en el curso de verano de la universidad de Valencia sobre Posmemoria del franquismo y la transición.
Me propuso escribir el prólogo y lo considero un honor, porque entrego a Juan y Manuel el testigo de la divulgación de la historia del exilio republicano que inicié con mi novela Entre hienas. Con Plomo y gualda ellos contribuyen a darlo a conocer en formato de novela gráfica y alcanzan a otro público.
 
-¿Quieres poner a tu abuelo en su sitio como lo que verdaderamente fue un “cazador de republicanos e izquierdistas en la ratonera en la que se convirtió Francia”?
 
-Sí claro, mi objetivo sigue siendo poner a mi abuelo en su sitio. Fue un fascista fanático que no dudó en conducir a la muerte a quienes tenían ideas diferentes, un victimario. Pero a Pedro Urraca hay que utilizarlo como un medio para conocer en profundidad la magnitud de la represión franquista y divulgar las historias de sus víctimas.
 
-La pregunta es un poco delicada, pero debo hacértela: ¿quieres hacerles justicia, a tu manera entiéndeme, a todos los republicanos delatados y entregados por tu abuelo sabiendo como sabes que fueron asesinados por el régimen franquista, pero sin olvidarnos de los que fueron interrogados, torturados y pasaron años y años de presidio y todo tipo de privatizaciones y demás…?
 
-Para hacer realmente justicia a las víctimas no basta con divulgar, eso es solo reconocimiento, pero yo contribuyo como puedo, dando a conocer lo que sé y denunciando la actuación de Pedro Urraca, que es la figura que me introdujo a la recuperación de la memoria histórica. Por eso me centro más en el exilio que transitó por Francia antes de llegar a América, más particularmente a México.
 
-¿Qué pensabas mientras escribías el prólogo de este libro que narra el periplo en el exilio de Manuel Azaña ,presidente de la II República durante la Guerra Civil Española y que termina  con su muerte en Montauban?
 
-Para el prólogo se me ocurrió imaginar qué opinión tenía Pedro Urraca, que era un simple policía, de Manuel Azaña, nada menos que el presidente de la República, y cómo se sentía estando tan cerca de su presa. Lamentablemente, no encuentro ningún indicio que me haga creer que sentía por él algún respeto por ser el jefe del Estado, ni un ápice de compasión por un moribundo. Y creo que es el reflejo de la prepotencia y de la crueldad del propio Franco y de los franquistas en general.

 

Fotografía de Josep Vicent Rodríguez


 
-Sabiendo cómo tu abuelo iba delatando a unos y a otros desde Companys a Zugazagoitia, pasando por muchos otros…crees que Manuel Azaña si no hubiese muerto aquejado por sus enfermedades, protegido por el embajador de México en Francia Ignacio Rodríguez Taboada en aquel hotel que protegió bajo bandera mexicana, hubiese caído en manos de tu abuelo de que con la convivencia con la policía colaboracionista francesa, de los nazis y del espionaje franquista -falangista lo hubiesen entregado a un “juicio” franquista que, muy posiblemente, le hubiese conducido a la muerte?
 
-Estoy convencida de que si Azaña no hubiera logrado escapar dos días antes de que la Gestapo y la policía franquista se presentaran en su domicilio de Pyla-sur-Mer, hubiera sido conducido a España, como lo fue su cuñado Cipriano de Rivas Cheriff.
Es significativo que el día de aquel arresto es el 9 de julio de 1940, durante las 24 horas en que en Francia no existe un gobierno como tal, porque se ha firmado la capitulación, pero el mariscal Philippe Pétain no ha sido aún nombrado jefe del nuevo Estado francés. Pyla-sur-Mer, cerca de Burdeos, quedaba en la Francia ocupada por los nazis y tras el registro, dejaron confinados en la casa a las mujeres y los niños, y se incautaron de la documentación personal del presidente.
A Cipriano de Rivas, terminaron conmutándole la pena de muerte inicial. Qué le hubiera ocurrido a Azaña si le llegan a traer a España, ya es historia-ficción, pero el hecho en sí hubiera provocado un pulso entre el régimen franquista y otros estados, incluido el Vaticano.
 
-Loreto, testimonios como el tuyo son imprescindibles para construir aquello de la “reconciliación”, después de una guerra dentro de un mismo territorio…amiga, ¿hasta qué punto eres consciente de este ejercicio generoso por tu parte y lleno de no sé, no te molestes, como empecinamiento por limpiar a las generaciones que fueron detrás de tu nombre…no sé, que no todos los herederos de Pedro Urracas sean vistos como “cómplices” de lo que él fue?
 
-Afortunadamente, no soy el único caso de descendiente de victimario que denuncia a su pariente. En 2017 surgió en Argentina el colectivo Historias desobedientes, iniciado por hijas de genocidas cumpliendo condena a cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad. El grupo se ha ido ampliando a otros nexos familiares y el lema ahora es Familiares de genocidas por la Memoria, la Verdad y la Justicia. También se está extendiendo, primero a otros países del Cono sur y ha llegado hasta aquí. Todavía no somos muchos integrantes, pero el interés crece, lo que demuestra que no todos los descendientes de perpetradores somos cómplices de ese fanatismo totalitario que no duda en aniquilar al contrario.
La situación en España es diferente, porque hemos perdido mucho tiempo. Como sociedad no nos hemos atrevido a enfrentar nuestro pasado y ya es imposible restituir a las víctimas o a sus descendientes directos, pero al menos, hay que tratar de hacer público el reconocimiento.
 
-¿Te avergüenzas respecto a la conducta de tu abuelo, qué sentimiento albergas acerca de lo que hizo porque me temo que es una losa que os sigue/te sigue de por vida?
 
-Claro que me avergüenzo, pero el proceso de desafiliación que inicié hace años para despojarme de su legado maldito ha resultado ser una catarsis. He salido fortalecida porque me ha reafirmado en mis convicciones.
El vínculo de sangre es un lastre que tenemos que aceptar y llevarlo siempre a cuestas, pero no tenemos que sentirnos culpables de lo que hicieron nuestros familiares. Somos desobedientes y como tal, desobedecemos su mandato de silencio, les denunciamos y les repudiamos.
Emocionalmente, para mí ha sido más fácil romper ese vínculo, porque apenas conocí a mi abuelo y por eso, admiro la entereza de mis compañeros de segunda generación que se han enfrentado a sus padres genocidas, renunciando al amor filial que les unía hasta que se dieron cuenta de que eran criminales.
 
- Loreto, respecto a Manuel Azaña, ¿qué opinión te merece?, seguramente que por todo lo ha pasado que lo conoces de una manera que no lo conocemos el resto o al menos lo sientes de una manera que no sentimos ni nos hagamos una idea los demás?
 
-Me alegro que Plomo y gualda se centre en la figura del presidente de la República, porque es el símbolo de la legalidad del Estado democrático vigente en aquel momento. A pesar de la importancia de su cargo, de su valor como político y como autor literario, y de su integridad, el contexto en el que es perseguido por Pedro Urraca, protegido por el embajador Luis Rodríguez y enterrado con la bandera mexicana es muy poco conocido. Otros dirigentes políticos han tenido al menos la suerte de que sus seguidores se encargan de mantener viva su memoria, de forma muy mediática en algunas ocasiones.
 
-La República y los republicanos, nunca deberíamos olvidar el acogimiento de México…¿no?, sin embargo, la memoria en algunos es harto frágil…
 
-El presidente mexicano Lázaro Cárdenas, envió a Luis Rodríguez como ministro plenipotenciario para negociar con el presidente francés Philippe Pétain la evacuación a México de los republicanos. México fue el país que más se involucró en ayudar a los exilados y llegó a acoger a unas 100.000 personas.
Es importante recordar este acto de generosidad por parte de un gobierno. Desde entonces España está en deuda con México, pero debería también hacernos reflexionar sobre nuestro comportamiento con los flujos de exiliados actuales sean políticos, económicos o incluso climáticos. ¿Qué país ha acogido de una forma tan proactiva y por iniciativa propia a migrantes?

 

 

 

Cazarabet conversa con Juanarete y Manuel Granell:

-Amigos ¿qué es lo que os motivó a escribir sobre los últimos tiempos del presidente Azaña, tomando como hilo conductor su periplo por el exilio?
J. Además de poder sumergirnos en su historia y contarla, el periplo del presidente resulta fundamental para datar el contexto y poder introducir otras subtramas y distintos personajes. Desde que Azaña cruza la frontera hasta que fallece en Montauban, trascurren 21 meses. En todo ese tiempo suceden una gran cantidad de hechos tanto en su entorno, en Francia, y en general en toda Europa. Desde la persecución de la falange exterior a cualificados republicanos, a la terrible situación de los refugiados comunes. Desde el inicio de la Guerra Mundial, hasta la caída de Francia, el armisticio y el gobierno de Vichy.

-¿Qué pretendíais con este cómic?
J. Lo que queríamos es mostrar la terrible situación de las refugiadas y refugiados republicanos en Francia. El desprecio con que el gobierno francés los trató. La persecución de los vencedores de la guerra española a cualificados exiliados más allá de la frontera pirenaica. Y el amparo y la defensa que los Estados Unidos de México les otorgó a todos ellos.
M. Desde que leí el guion quedé fascinado y muy emocionado con la idea. Había leído el libro de Loreto Urraca y me entusiasmó la idea de poder trabajar en un tebeo donde aparece su, como ella dice, “infame abuelo”.

- ¿Cómo os las habéis apañado al ser uno de vosotros: Juanarete el encargado del texto y Manuel Granell el encargado de los dibujos del cómic el trabajar para conseguir un trabajo en conjunto tan bien conjuntado? ¿cuál ha sido vuestra metodología de trabajo?
J. Para esta ocasión escribí un guion por escenas, que incluía la descripción de secuencias, personajes y los diálogos y textos que aparecen en el resultado final. Este método de trabajo es muy colaborativo. Manuel proponía la partición de páginas y de viñetas y más tarde, los dos las estudiábamos.
Manuel es valenciano y yo de Zaragoza, así que cada cierto tiempo quedábamos a mitad de camino, en Teruel. Los dos amamos la ciudad del Torico y su provincia, y además de disfrutar de su hospitalidad, nos ha servido de cuartel general para realizar el tebeo. El título del cómic es Plomo y Gualda, pero bien pudiera haberse llamado Mudéjar, como la carretera que nos une a ambos, con el esfuerzo y el trabajo realizado en el nexo de unión turolense.
M.  Desde el principio del proceso nos hemos entendido. Hemos trabajado como un equipo, tenemos un objetivo común y nos entusiasma, aceptamos sugerencias del otro y respetamos el Trabajo de cada uno.
Hemos trabajado muy a gusto.  


- Amigos, ¿cómo ha sido el proceso de documentación, investigación, lecturas de libros... para la elaboración del libro?
J. Yo diferencio entre las lecturas que me han servido de inspiración, y las que me han facilitado los datos y la fiabilidad:
«Ballet de Sangre, la Caída de Francia, (Nigromante), Luis I. Rodríguez. Y «Entre Hienas», (Funambulista), Loreto Urraca. Me han servido de inspiración y para conseguir el contexto necesario.
Y la mayoría de la documentación la adquirí de «Vida y Tiempo de Manuel Azaña, 1880-1946». (Taurus), Santos Juliá. Y de «Misión de Luis I. Rodríguez en Francia», (Colegio de México). Una recopilación de cartas y escritos de Luis I. Rodríguez.
M. Una de las fases del proceso que más me gusta es la de documentación. Siempre me ha interesado la historia de esa época y he acumulado gran cantidad de libros, revistas, imágenes… Disfruto buscando, indagando. Hoy, además, tenemos internet. Trato de ser lo más fiel posible a la época que estoy.

 

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