Cazarabet conversa con...   Alonso de la Torre, autor de la trilogia “El peluquero  de Franco” (La Moderna)

 

 

 

 

 

 

 

 

Una obra excelente, una trilogía que edita la editorial cacereña La Moderna, desde la pluma de Alonso de la Torre.

En nuestras manos tenemos las dos primeras partes:  Nunca te fíes de un militar gallego y El general se pone nervioso.

La sinopsis de Nunca te fíes de un militar gallego:

Cáceres, últimos días de agosto de 1936. El Ejército de África avanza imparable hacia Madrid y el general Francisco Franco instala su Estado Mayor en la ciudad extremeña, que lo recibe con las terrazas y las cafeterías llenas, como ajena a la guerra que asola el resto de España. Al menos, hasta que empiezan a sucederse las sentencias de muerte y los fusilamientos. Tras cruzar las líneas enemigas, a Cáceres llegará también Teresa, una espía republicana en una arriesgada misión encubierta que pronto se verá envuelta en un triángulo amoroso (¿o era un cuadrado?) formado por un atractivo camarero, un aviador italiano y Rafael, un periodista algo soñador obligado a huir de Madrid que tratará de mantenerse neutral hasta que la Historia (o el amor) se lo lleven por delante. ¿Qué traman los emisarios de Hitler y Mussolini en una tranquila ciudad de provincias? ¿Qué potencias extranjeras podrían estar quebrantando el Pacto de No Intervención? ¿Logrará Antonia, un ama de llaves de armas tomar, mantener a raya a los militares que han ocupado su palacio?

La sinopsis de El general se pone nervioso:

Cáceres, primeros días de septiembre de 1936. El Estado Mayor de Franco, establecido en la ciudad extremeña desde finales de agosto, se debate entre marchar directamente hacia Madrid o dar un rodeo para liberar el Alcázar de Toledo. Mientras tanto, la aviación republicana ha detenido el vertiginoso avance del Ejército de África en el frente de Talavera, pero Hitler y Mussolini han enviado a los sublevados un escuadrón de aviones que podría acelerar el desenlace de la guerra. Teresa, espía al servicio de la República, tratará de reunir pruebas que demuestren que las potencias del Eje están quebrantando el Pacto de No Intervención mientras lucha con todas sus fuerzas por que el amor romántico no interfiera en su cada vez más arriesgada misión encubierta tras las líneas enemigas. Alianzas, traiciones, agentes dobles y siniestros oficiales de las SS se dan cita en este segundo volumen de una trilogía que combina diálogos de una agilidad que sabe a cine clásico con una atención neorrealista por una tranquila ciudad de provincias que, de la noche a la mañana, se ha visto transformada.

 

 

El autor, Alfonso de la Torre:

Cáceres, 1957 ha desarrollado su vida como articulista, escritor y profesor entre Galicia y Extremadura. Ha enseñado Lengua y Literatura en institutos de Vilagarcía de Arousa y Arroyo de la Luz y dirige la Escuela Superior de Arte Dramático de Extremadura desde su creación en 2009. Colabora en prensa escrita desde 1986 en diferentes periódicos extremeños y gallegos. Actualmente, escribe la contraportada del diario HOY de lunes a sábado y la contraportada de la edición de Arousa de La Voz de Galicia los domingos. En el suplemento dominical El Semanal, publicó una serie de reportajes sobre narcotráfico en los años duros, cuando la sociedad gallega empezaba a tomar conciencia del problema. Ha sido presentador y colaborador en varios programas de televisión y ha publicado dos libros en lengua gallega sobre géneros periodísticos y varios libros en castellano sobre la Raya y Extremadura. En 2019, La Moderna publicó su primera novela, Expediente Ojos de Orgasmo, una aproximación al impacto del narco en el mundo de las mariscadoras de la ría de Arousa, y en 2020 apareció el primer volumen de su trilogía El peluquero de Franco, su proyecto narrativo más ambicioso hasta la fecha.

 

 

 

Cazarabet conversa con Alonso de la Torre:

-Alonso, ¿desde qué necesidad sale el escribir “El peluquero de Franco”?

-Soy de Cáceres y estudié en un colegio que estaba en la parte monumental de la ciudad. De niño, jugábamos entre los palacios, casas fuertes, iglesias y plazas de la ciudad medieval y renacentista y entre esos palacios estaba el de los Golfines de Arriba, en cuya fachada, una placa recordaba que, estando alojado en ese palacio, donde tenía su cuartel general, Francisco Franco fue nombrado Jefe del Estado, Generalísimo y Caudillo. Esto era muy conocido en Cáceres, pero se sabía muy poco sobre lo que sucedió en la ciudad durante los casi 40 días que el Estado Mayor del ejército de África estuvo en la ciudad. Cáceres fue entre el 26 de agosto y el 3 de octubre de 1936 una capital de provincia donde se estaba decidiendo la historia. Alrededor de Franco y sus generales, se movían enviados de Hitler y Mussolini, militares irlandeses, periodistas de medios europeos… Se estaba decidiendo el futuro de España y del mundo y eso no se contaba en ningún sitio salvo en algunos blogs, algunas revistas, pero todo muy disperso. En los libros sobre la Guerra Civil, la estancia de Franco y su “corte” en Cáceres se solía despachar en un par de líneas y yo sospechaba que había mucho más. Y claro que había. Tras dedicar un tiempo a documentarme, consideré que ya tenía todo el material posible sobre esos 39 días. Tenía claro que la manera de profundizar en ese periodo era novelarlo y, desde luego, sentía la necesidad de contar un periodo clave en la historia de mi ciudad para que se conociera en Cáceres, pero con un reto más importante: que cualquier lector de cualquier lugar disfrutara con la lectura de las tres novelas. 

-¿Por favor, explícales a nuestros lectores el porqué del título?

-La trilogía se titula “El peluquero de Franco” porque el hilo conductor de las tres novelas es precisamente la llegada de un peluquero, cada mañana a las siete, al palacio de Los Golfines de Arriba para afeitar y también cortar el pelo a Franco. Los capítulos comienzan con la llegada del peluquero al palacio y esto es algo que ocurrió así. Juanito Barra, un peluquero y barbero cacereño, fue contratado para que atendiera al general durante su estancia en Cáceres. Ese peluquero, que en la novela se llama Paquito Mena, tenía una peluquería en la principal calle comercial de Cáceres y era muy popular.

-¿Por qué la estructuras como una trilogía? y dentro de la trilogía, ¿ cómo lo percibes tú mismo  la historia en conjunto y parte a parte—libro a libro—?

-La trilogía fue una necesidad editorial. Desde el principio supe que contar bien la historia iba a irse más allá de las 1.500 páginas (han salido 1.700) y una novela tan larga era un empeño imposible así que decidí dividirla en tres partes. El criterio para la división es meramente cuantitativo: 39 días entre tres libros. Eso sí, he procurado que cada novela se pueda leer independientemente de la otra y también coinciden los tres periodos novelados con tres etapas de la estancia de Franco en Cáceres: la primera es asentarse en la ciudad mientras el ejército de África avanza rápidamente hacia Madrid, llegando a Talavera; la segunda novela el frenazo que sufren las tropas de Franco entre Talavera y Maqueda, al tiempo que va fraguando la idea de aspirar a ser la máxima autoridad política y militar del Alzamiento y la tercera es ya el avance hacia Toledo y la toma del Alcázar, el nombramiento de Franco como Generalísimo y Caudillo y la marcha del Estado Mayor a Salamanca 

-¿La trilogía narra la guerra en y desde  “provincias” de Cáceres como desde diferentes perspectivas?

-Cuenta la vida cotidiana en una ciudad a la que la guerra ha traído vida ambiente, cafés llenos, visitantes ilustres, negocios, tropas acuarteladas y dinero, pero también una incipiente represión que, con Franco ya en Salamanca, será más cruel y devastadora. Por otro lado, está la parte militar con sus estrategias y decisiones y también está la parte política, con la pugna entre Mola, Queipo y Franco por alcanzar el poder y cómo desde Cáceres se organizan campañas de apoyo a Franco y desprestigio de los otros aspirantes. Finalmente, hay una serie de personajes ficticios y reales que se mueven alrededor del palacio y del Estado Mayor, siendo ellos el centro de la trama y los que más han llegado a los lectores. 

-Cuando se habla de la represión en Extremadura…enseguida se piensa en Badajoz y en sus pueblos…sí, luego se vuelve la mirada a Cáceres, pero como “de segundas”… ¿qué nos puedes comentar?

-En Cáceres, durante la estancia de Franco, son encarcelados bastantes “desafectos”, se celebran algunos juicios sumarísimos y un fusilamiento colectivo, que se describe en la novela y, me cuentan algunos lectores, les ha hecho llorar. También es en Cáceres donde empieza a aplicarse la estrategia de garrote y prensa, juzgar con publicidad y fusilar con luz y taquígrafos para que los castigos sean ejemplarizantes y no paseos nocturnos que no iban más allá de los comentarios en voz baja y no trascendían lo suficiente. 

-La primera parte: “No te fíes de un militar gallego”… la cogí como con el prejuicio…”claro desde Cáceres  conocen más a los gallegos”…¿el título nace un poco por aquí?

-Soy de Cáceres, pero he vivido 20 años en Galicia. Escribo diariamente una página en la prensa extremeña, en la contraportada del diario HOY, pero también escribo una contraportada dominical en La Voz de Galicia. Desde el 2 de enero de 2023, publico una columna en la última página los lunes y los jueves en los 11 periódicos regionales del grupo Vocento. Pero centrándome en la pregunta, vivir y trabajar como periodista y como profesor 20 años en Galicia (1981-2001) y otros 20 en Cáceres (2001-2022) hace que me sienta tan gallego como extremeño y viceversa y que disfrute jugando con algunas peculiaridades gastronómicas, sociales y hasta con el humor de ambas regiones. A partir de ahí, la llegada de un grupo de gallegos (Franco, su hermano, su primo y Millán Astray) al palacio y el choque de hábitos, gustos culinarios, etcétera, más otras vicisitudes anecdóticas, me dieron juego y me sentí muy cómodo al enfrentar ambos mundos, que también se enfrentan dentro de mí. Por ejemplo: artículos con mucha ironía son perfectamente comprendidos por los lectores de La Voz de Galicia, pero los lectores de HOY no pillan algunas claves irónicas. 

-En las dos novelas, donde hay mucha narrativa, pesan muchísimo los personajes…es una obra coral, ¿no? ¿Tiene sobre todo la primera parte más dominancia la perseverancia de los personajes por encima de la trama y del escenario?

-Los personajes acabaron adueñándose de la novela. Antonia, el ama de llaves del palacio, iba a ser un personaje secundario sin demasiado protagonismo, pero fue creciendo y cada vez que aparecía, la novela se tornaba más estimulante. Antonia acabó adueñándose del protagonismo y los lectores me piden que, por favor, no la mate en el tercer libro. Además, en el segundo libro, con el ejército de Franco detenido en Talavera e incapaz de avanzar y las dudas en la Junta militar golpista sobre cómo organizar el mando, la acción es poca y son los personajes populares de la ciudad y del entorno del palacio de Los Golfines los que se convierten en el eje de la trama.

-Pero está la guerra, la estrategia—sobre todo en la segunda parte, El General se pone nervioso—donde está la guerra detrás de las trincheras donde el espionaje, las alianzas, el juego de traiciones, agentes dobles…--juega un papel más que importante y trascendente dentro de tu trama---ya en la primera parte--, pero diría que en la segunda es más fuerte ¿no?

-La primera parte es más de avance imparable del ejército expedicionario hacia Madrid sin encontrar resistencia. Pero en la segunda parte, el gobierno republicano de Giralt ha dimitido, Largo Caballero es el nuevo presidente del gobierno, el ejército republicano se ha organizado mínimamente, la resistencia es mayor en la zona de Talavera y son dos semanas en las que se preparan las estrategias políticas, de armamento, de ayuda militar italiana y alemana, de denuncias republicanas ante el Tratado de No intervención de esta ayuda, etcétera. Son dos semanas de impasse, de contactos, de preparativos para tomar Toledo y el Alcázar, encumbrar a Franco, recibir la ayuda alemana, que llegará a Cáceres cuando Franco ya esté en Salamanca, convirtiendo dos castillos cercanos a la ciudad en la primera base de la legión Cóndor, y, finalmente, intentar desenmascarar esa ayuda nazi por parte de la República.

-En la novela y la narrativa yo como simple, humilde lectora percibo como tres ejes o vértices de un triángulo: los personajes, la trama y el o los escenarios… ¿qué vértice o eje predomina en tu narrativa novelada por encima de los otros y por qué?

-Los escenarios son muy importantes en los primeros capítulos del libro, esa ciudad tranquila y calurosa que de pronto se ve agitada por la llegada de los militares. La trama tiene una parte real e histórica y otra parte verosímil, pero que bien he tenido que imaginar con datos, bien he inventado para que la novela atrapara al lector, que es lo que busco casi desesperadamente en todo lo que escribo, sean novelas, libros de viajes, reportajes, entrevistas o columnas periodísticas. Pero creo que son los personajes los que hacen avanzar todo lo demás a través del diálogo y de sus singularidades y vicisitudes.

-De estos ejes los personajes por directa o indirectamente conocerlos y conocer a “tu gente”, ¿es lo que más fácil te ha sido de “retratar para la trilogía?

-En principio, era más fácil retratar a un aguador, a un pastor, a un entrenador de gallos, a un aristócrata cacereño o a una cocinera que a un general, pero a medida que la novela avanzaba, me iba sumergiendo en las biografías y las vidas de Millán Astray, del hermano de Franco, del propio general Franco o de su mujer y me sentía tan a gusto retratándolos, haciéndolos hablar y actuar que acabaron siendo personajes “fáciles”. Esto es como la mística o el amor: pasas las vías purgativa e iluminativa, llegas a la vía unitiva, estás dentro de cada personaje y los retratos, las acciones y los diálogos fluyen solos.

-De todas formas, escribir desde y de tu tierra también debe de haber sido relativamente fácil, pero solamente solo desde alguna perspectiva porque debe de haberte puesto como en un brete …es acercarse mucho, casi palpando, una situación de situaciones…

-Es que llevo escribiendo diariamente columnas y crónicas sobre los lugares donde vivo desde el año 1986. Nada me gusta más que intentar trascender lo local para llegar a lo global o a lo universal, es como un reto diario durante casi 40 años y, la verdad, no me supone ningún esfuerzo ni me pone en ninguna situación. Es como si no hiciera otra cosa, es lo natural, lo habitual, lo de todos los días… 

-¿Cómo consigues que los personajes agilicen su diálogo de manera tan natural…?

-En mi primera novela, “Expediente Ojos de Orgasmo”, sobre el narcotráfico en Galicia, escrita en 1998, pero publicada hace cuatro años, los diálogos no son tan importantes ni me sentía yo demasiado seguro al escribirlos. Pero en 2009 sucedió algo trascendente: empecé a dirigir la Escuela Superior de Arte Dramático de Extremadura, puesto que sigo desempeñando, el teatro entró a formar parte de mi vida, aunque fuera sobre todo como gestión, y desde entonces imparto la asignatura de Escritura Dramática a los estudiantes de Dirección de Escena. Eso supone un día a día trabajando con la creación de textos teatrales, es decir, trabajando con el diálogo, esencia del lenguaje dramático. Digamos que mi vida profesional consiste en proponer diálogos, leer diálogos, corregir diálogos y así, día tras día, año tras año desde 2009. Lógicamente, he acabado teniendo que controlar los diálogos porque corro el peligro de que las novelas se conviertan en textos teatrales. Digamos que he de luchar contra tres tendencias peligrosas: la de explicar demasiado las cosas, que es propio de los novelistas periodistas; la de aclararlo todo y repetirlo mucho para que se entienda, que es propio de los novelistas docentes; la de dialogar en exceso, que sería propio de los novelistas profesores de Escritura Dramática… Un sinvivir… 

-Alonso, háblanos, por favor, del proceso de investigación, documentación….

-Dediqué las Navidades del 2016 a documentarme a fondo a partir de periódicos, documentos, blogs, libros… Así armé el argumento y la trama vertebral de la novela. Después, a lo largo de estos años, he ido leyendo cuanto salía o encontraba sobre la vida de Franco en todas sus facetas, los primeros meses de la Guerra Civil, los personajes fundamentales de la novela… Luego está el trabajo de investigación oral, fundamental para describir los escenarios de la novela, bar a bar, tienda a tienda, calle a calle, así como muchos personajes reales que aparecen y que hablan y se comportan de manera verosímil, de la manera más próxima a cómo me han contado que fueron.

-¿Cómo te organizas, cuál es tu metodología de trabajo para escribir?

-Mi vida es escribir desde los 28 años. Hay que escribir la contraportada de HOY de lunes a sábado, la contraportada de La Voz de Galicia de los domingos, las columnas de los lunes y los jueves de los 11 diarios de Vocento, diversas colaboraciones esporádicas, algunas conferencias, libros de viajes, uno de ellos se ha metido entre novela y novela de la trilogía, compromisos y la novela… Además, cada semana publico, con seudónimo, una página en HOY de crítica gastronómica de un restaurante extremeño y era inspector de la guía Repsol para la provincia de Cáceres (eso lo he dejado este año porque era demasiado comer). Además, corrijo trabajos de clase, preparo ejercicios de clase y dirijo la ESAD, la Escuela Superior de Arte Dramático de Extremadura y el Teatro Capitol, un teatro con 400 butacas adscrito a la ESAD, pero abierto a espectáculos externos y a toda la ciudadanía. Más cosas: soy miembro de los consorcios del Teatro López de Ayala de Badajoz y del Gran Teatro de Cáceres y miembro de la permanente del Consejo Superior de Enseñanzas Artísticas… En casa, somos dos y preparo el desayuno, cocino algo, hago la compra siempre que puedo, me toca cuidar a mis padres determinados días y mi suegra vive enfrente, a la que también atendemos y come en casa. ¡Ah!, y voy a ser abuelo en mayo. Algo se me queda por ahí… No tengo demasiada o ninguna vida social ni la necesito, la verdad, y me levanto a las seis y cuarto, aunque a las 23:30 estoy dormido. Me podría haber jubilado con la pensión más alta hace seis años, pero no me apetece. Como curiosidad, me falta el brazo derecho, me lo amputaron a la altura casi del hombro a los 20 días de nacer. Cuando presento un libro o doy una conferencia, a los espectadores les interesa sobre todo cómo me organizo, los libros o los artículos les dan lo mismo, prefieren hablar de la parte circense o de cómo hacer muchas cosas a la vez con una sola mano. Yo les cuento anécdotas de "malabarista" y acaban comprando los libros más que nada por ver el resultado de una prestidigitación. ¿Cuál es mi metodología? Bueno, soy virgo y tal vez eso influya en que soy extremadamente organizado. A partir de esas premisas, tengo claro que para escribir hay que ser muy profesional, tener un horario estricto, dedicarle horas y trabajar todos los días. Y no sé cómo lo hago, pero yo creo que casi lo consigo. 

-¿Cómo ha sido trabajar con Editorial La Moderna?

-Me gusta La Moderna, editan muy bien, muy limpio, con mucho rigor… Estoy cómodo con ellos y la verdad es que no siento la necesidad de buscar otro lugar donde publicar. Un libro de viajes que ha salido en una editorial de Sevilla la verdad es que no lo moví yo ni me preocupé de publicarlo. Sinceramente, lo que me gusta de escribir es escribir. Todo lo que viene después lo detesto y me aburre. Con La Moderna estoy cómodo y para mantener mi ritmo de vida, necesito tranquilidad y estar a gusto con el entorno. En ese entorno, La Moderna me parece una editorial acogedora.

 

 

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Mas de las Matas (Teruel)

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