Cazarabet conversa con... Andrea Belenchón, coordinadora de la Olimpiada de Filosofía de Aragón
Nos adentramos en la Olimpiada de Filosofía de Aragón.
http://olimpiadafilosofiaaragon.blogspot.com/
Para el report de filosofía: https://arainfo.org/etica-eso-imprescindible/?fbclid=IwAR1g6ZZGovNe6zIEEAtBulzm8UTIlhshPI-JAeCNVzTJhhVQ_1hwgi0VHps
Cazarabet conversa con Andrea Belenchón,
coordinadora de este evento divulgativo
y docente en Aragón
(Fotografías de Javier Escriche)
Andrea, por favor, ¿nos
puedes explicar qué son las Olimpíadas de Filosofía?
-Las Olimpiadas de Filosofía son un encuentro a nivel autonómico
y nacional, en el que jóvenes procedentes de toda la geografía española se dan
cita para dialogar y pensar acerca de una cuestión con un trasfondo filosófico.
A mi parecer, su objetivo es mostrar que la filosofía no es algo ajeno a
nuestra vida cotidiana, a nuestro mundo y a la situación actual, así, lo hemos
comprobado en esta edición cuyo tema es Fronteras y justicia global. Una
temática presente en nuestra sociedad dado el flujo de inmigración constante.
-¿Quién las pensó o de
quién viene la idea de convocar esos certámenes?
-Miguel Ángel Velasco León fue el impulsor de dicha actividad,
ha sido profesor en el instituto Avempace de
Zaragoza, de hecho, él fue presidente de la Olimpiada nacional hasta hace tres
años. Este, estaba en contacto con compañeros de otras comunidades autónomas y
ellos le pusieron al corriente de que celebraban unas olimpiadas autonómicas.
Así, exportó dicho modelo a Aragón tras constituirse la SAF (Sociedad Aragonesa
de Filosofía).
-¿Desde cuándo se llevan a
cabo en Aragón?
-Esta actividad se inició
en el año 2013 en Aragón. De la misma manera, dicho año se celebró la primera
olimpiada nacional. Por eso, ahora, estamos celebrando el décimo aniversario de
la actividad.
¿Cómo es la estructura de una Olimpiada de Filosofía: quién
puede ir; cómo son las diferentes fases dentro de las Olimpíadas... etc.?
-Con respecto a su organización, te puedo contar que, cada año
se elige una pregunta o tema sobre el que reflexionar, de esta forma, los
alumnos participan en cuatro categorías: ensayo, dilema, vídeo y fotografía. La
prueba de ensayo consiste en argumentar con respecto al tema propuesto. Por
ejemplo, este año se interrogó acerca de si se creía en la posibilidad de un
mundo sin fronteras, y si esto era así, si sería deseable. Por su parte, los
alumnos que participan en dilema tienen que responder a un conflicto de valores
y tomar una decisión, razonando el porqué de esta elección. Finalmente, los
estudiantes de las categorías de fotografía y vídeo plasman en imagen alguna
pregunta suscitada por el tema o narran visualmente una cuestión relacionada
con el tema propuesto.
En todas las modalidades pueden presentarse alumnos comprendidos
entre los cursos de 3º de la eso hasta 2º de bachillerato, a excepción de la
prueba de ensayo y de dilema. La disertación va dirigida exclusivamente a
alumnos de la etapa post obligatoria, y la segunda al alumnado de secundaria.
Esto es así porque el grado de dificultad de la prueba varía, siendo más
complejo el ensayo que el dilema.
Con respecto a las fases, la primera consiste en la presentación
de los trabajos de fotografía y ensayo a nivel autonómico. En las categorías de
dilema y ensayo nos reunimos para hacer una prueba escrita. Posteriormente el
jurado selecciona las obras premiadas, de tal forma que, los ganadores en cada
una de las categorías representan a su comunidad en una Olimpiada nacional,
siendo esta la segunda fase. Independientemente de estas, existe además una
olimpiada internacional en la que concursan estudiantes de todo el mundo. No
obstante, en esta, sólo existe la modalidad de ensayo y la gran diferencia es
que, redactan el ejercicio en un idioma diferente a su lengua materna, siendo
aceptados el inglés, francés, alemán y castellano.
-¿Cuándo se convocan y a
cuántos estudiantes de filosofía se encuentran en este certamen , más o menos
,todos los años...?
-Las fechas de convocatoria suelen ser parecidas en todas las
comunidades autónomas. La cuestión a debatir se propone al inicio del curso
escolar, es decir, en septiembre. De esta forma, los profesores la trabajan con
su alumnado hasta la fecha de celebración de las pruebas, que suele ser a
finales de febrero. Posteriormente, la celebración de la Olimpiada Nacional se
lleva a cabo a finales de abril. Cada año en una comunidad autónoma diferente
que ejerce de anfitriona.
A nivel autonómico y a propósito de la participación, te puedo
decir que, estamos rondando los treinta centros inscritos. Durante la pandemia
el número de institutos participantes descendió levemente, pero nos vamos
recuperando con la vuelta a la presencialidad. Con respecto a los estudiantes
que participan en cada una de las modalidades, el número de participantes
oscila en torno a los 70 o 90 en ensayo, en dilema, alrededor de unos 40,
mientras que, en fotografía, el número de trabajos se mantiene en torno a las
40 obras. Es en la categoría de vídeo dónde los números aumentan cada año.
Hemos pasado de tener unos quince cortometrajes a los 22 que se han presentado
en esta edición.
-¿En qué “estado de salud”
se encuentra la inquietud del conocimiento filosófico de nuestros
jóvenes estudiantes a nivel global?-¿Y en concreto, en Aragón?
-Contrariamente a lo que mucha gente pueda pensar el estado
general no es de apatía. Si se estimula a los jóvenes en seguida estos
responden. Esa es mi impresión general tras lo que he visto en las aulas, la
Olimpiada de Aragón y la Olimpiada Nacional. Cuando se sienten atraídos por una
temática suelen profundizar en ella. Quizás, lo más interesante es que la
filosofía consiste en gran medida en plantearse preguntas y ellos son capaces
de hacer algunas muy interesantes, incluso se plantean nuevas y originales
interrogantes.
-El hecho de que esté instaurado esta especie de “concurso” es
un incentivo para l@s estudiantes de filosofía de
Aragón?
-No sabría qué responderte la verdad, en principio, esa no es
nuestra pretensión desde la organización. Nosotros pensamos en esta actividad
como un punto de encuentro y de diálogo entre iguales, como una manera de
acercar la filosofía a la cotidianeidad. No es nuestra intención fomentar la
competencia entre los participantes o buscar una excelencia. Creo que el
incentivo se encuentra principalmente en los diferentes temas propuestos año
tras año, los cuáles, intentamos que tengan una conexión con la actualidad.
-He hecho mis deberes y me he acercado a los jóvenes de
bachillerato que están con la filosofía y la mayoría, no quiero desilusionarte
para nada, me dicen: “uuufff es un tostonazo”... “no me entra”, “es que no lo entiendo”, “me
gusta ,pero no le puedo”, ¿por qué crees que me dan está
respuesta?;¿por qué cuesta o me da que les cuesta a los estudiantes acercarse a
la filosofía?, quizás también el “foco” debería ponerse, a la vez, en cómo se
acerca la filosofía a esos jóvenes...¿se sabe hacer para que se les despierte
la curiosidad y no se les haga “un tostón”?
-Hace unos años, durante la pandemia participé en un libro: Hoy
es mañana, este consistía en una recopilación de artículos que hablaban
acerca de cómo había afectado la pandemia a diferentes sectores. A mí,
concretamente, se me preguntó por el sistema educativo. Mi impresión era que la
COVID-19 había puesto de manifiesto problemas de base existentes en la
educación, entre ellos, la apatía de los alumnos. Frases como las que citas se
escuchan también a propósito de otras asignaturas. Creo que esto sucede por dos
razones: una, las metodologías están obsoletas, las clases magistrales en las
que el profesor da un discurso y los alumnos toman apuntes no contribuyen a
despertar el interés por el saber, y dos, creo que el contenido que vemos en
las diferentes materias está desconectado de la realidad de los estudiantes y
de su mundo, lo que provoca que este conocimiento se vea como “no
necesario”. En este sentido, creo que
todo el colectivo docente, no sólo los profesores de filosofía, tenemos que hacer
un esfuerzo.
-¿Qué perfil, amiga Andrea,
suelen guardar l@s alumn@s
que “se escogen” o eligen y hacen por ir a una Olimpíada de la Filosofía?
-No creo que podamos establecer un perfil específico, creo que
en esta actividad participan alumnos muy diferentes. No obstante, todos ellos
tienen en común el interés por la filosofía, el querer saber más y un afán por
ponerla en práctica. Estamos muy contentos porque la valoración de los
chavales, sobre todo en la olimpiada nacional ya que conviven durante varios
días, suele ser muy positiva.
-¿Algun@s de ell@s
quieren estudiar filosofía?
-Efectivamente, algunos de ellos quieren estudiar la carrera de
Filosofía, pero no todos. Contrariamente a lo que se pueda pensar, no todos
pertenecen al bachillerato de humanidades ni ciencias sociales, en ese sentido,
contamos con un abanico muy amplio, puesto que la filosofía en sí misma aborda
cuestiones de diversa índole, es transversal.
-¿Cómo han asimilado,
entendido que ,desde los poderes, se juegue con algunas disciplinas como esta
que nos ocupa y haciendo que pase a ser como algo de tercera división cuando el
pensamiento debería de cuidarse como algo delicado y fundamental que es?
-Como puedes imaginarte, una vez que les ha picado el “gusanillo
de la filosofía” no lo llevan nada bien. Especialmente, porque, como te he
dicho, algunos de ellos no pueden cursar filosofía un segundo año estando como
estaban hasta el momento los planes educativos. Filosofía, es una asignatura
obligatoria en nuestra comunidad autónoma en primero de bachillerato
pero no en segundo, a partir del año que viene sí que lo será. No obstante, y
por suerte, aquellos realmente interesados en la materia encuentran maneras de seguir
cuidando ese pensamiento en horas no lectivas. Lo hacen a través de lecturas,
películas, series, actividades culturales… creo que ese es el gran triunfo de
los profesores de filosofía, despertar el interés por la materia más allá de
las clases y lo “obligatorio”.
-Porque si se cultiva bien de ahí nacen gente que escucha y
dialoga y no con l@s que piensan igual...van más allá
y lo hacen con l@s que piensan de manera diferente,
¿no?
-Efectivamente, el diálogo es fundamental en una sociedad como
la nuestra polarizada a nivel político y social, una sociedad en la que cada
vez, por desgracia, cobran más protagonismo los discursos de odio. Frente a
esta circunstancia, se hace más que nunca necesario aprender a escuchar al
otro, llegar a acuerdos, establecer unas bases para que los derechos
fundamentales se respeten y salvaguarden. Solo así, podemos avanzar como
sociedad, y lo que es más importante podemos convivir.
-¿Se asimilan mejor las
pequeñas victorias de la vida y los muchos baches y no pocas derrotas que
cosecharemos...con ciertos conocimientos en torno a la filosofía?
-No creo que la filosofía tenga una labor terapéutica o de cura.
Sin embargo, sí que creo que la filosofía nos ayuda a explicar el mundo, a
entender y conectar fenómenos o acontecimientos, a explicar los porqués, aunque
estas explicaciones no sean las definitivas ni las únicas. En este sentido, yo
la enfoco ejecutando una labor de comprensión de la realidad. Esto, quizás, nos
permitiría anticiparnos a posibles problemas o comprender por qué han sucedido
otros.
-Aunque, a veces, no hace falta haber asistido a ninguna clase
de filosofía para ser una persona que utilice de una manera que haría callar a
más de un@ de es@s que padece de “titulitis” el
pensamiento, la reflexión, el razonamiento, el diálogo...
-Estoy de acuerdo en tu crítica a la titulitis que existe en
nuestro país, hay gente que certifica que ha adquirido ciertos conocimientos,
pero después no los pone en práctica o no sigue trabajándolos. Así mismo, se
limitan a memorizar y reproducir ciertos esquemas para obtener la calificación
deseada y el título correspondiente. No obstante, tampoco podemos ser ingenuos
y pensar que la formación o el saber no son necesarios y que, una persona sin
conocimiento ninguno acerca de un problema o cuestión, puede emitir un juicio
igual de valido que otro individuo que tiene un bagaje previo. Esto no quiere
decir, por otra parte, que para tener conocimiento previo sobre el asunto deba
tener un título que lo acredite. Sin embargo, sí que puede resultar interesante
escucharlo, puede aportar nuevas ideas o puntos de vista.
-¿Cómo crees que debería
de estar dentro de los planes de estudio y desde cuándo debería a empezar a
“darse” y de qué manera?, me da que cuando más pronto empezásemos mejor, como
cualquier otra asignatura...paso a paso. Poco a poco.
-Si nos atenemos a la tradición, una de las cualidades que
diferencia al ser humano del resto de seres es el pensamiento. Una de las
tareas principales de la filosofía es potenciar, cuidar y desarrollar este, por
lo que, si tenemos esto en cuenta, deberíamos introducir la filosofía desde el
inicio puesto que nos ayuda a cultivar lo que nos hace diferentes y únicos.
Quizás, en cursos tempranos no tanto como una asignatura, sino de manera
transversal como ya he dicho. Poco a poco, vamos asistiendo a un creciente
interés de los profesionales de la educación en lo que se conoce como filosofía
para niños, que no es, si no el entrenamiento del pensar desde una edad
temprana. Se tata de enseñar a manejar “nuestra herramienta”, a pensar de
manera crítica, pero también de manera lateral, es decir, de una manera no
habitual que permita aportar otras visiones del mundo fomentando, además, la
creatividad.
Efectivamente, como tú dices, se trata de ir “desde abajo” hacia
arriba, primero enseñando a utilizar el medio para posteriormente aplicarlo.
- Además que el tener más o menos asignaturas no debería
asustarnos en el sentido de tener más que estudiar, más tareas o
deberes...porque una cosa no tiene que ver con la otra y puede darse que no sea
así que lo mejor sea sentarse y empezar a saber escuchar, hablar, guardar
silencio, pensar, hasta aburrirse... ¿qué nos puedes decir?
-Creo que fragmentar o dividir en más asignaturas los planes de
estudio no es la solución. La especialización conduce inexorablemente a la
pérdida de vista del conjunto, al final, tenemos a gente que sabe mucho de algo
muy específico, pero poco de lo general. De esta manera, se dificulta en muchas
ocasiones encontrar soluciones a los problemas o entenderlos en su totalidad,
por eso, creo que deberíamos dar justo el paso contrario “todas las cosas tiene
algo que ver con las demás”.
Sin embargo, sí que coincido contigo en la idea de que es
necesario escucharnos, pensar largo y tendido, necesitamos de esa pausa, es
necesario en el mundo de la aceleración en el que vivimos. Quizás, así,
escucharíamos al otro y podríamos dialogar tal y como he dicho anteriormente.
-Todo siempre mejor razonando que memorizando como un lorito, ¿no?
-Cuando me preguntabas acerca de la titulitis y de la validez de
los interlocutores en filosofía, he mencionado la cuestión de memorizar y
reproducir, pues bien, esta es la forma tradicional y general de proceder de
nuestro sistema educativo, la cual no comparto. El filósofo John Dewey ya
advertía sobre ello, el modelo de clase magistral no funciona si realmente
queremos que el alumnado aprenda. En su lugar, propone lo que se conoce como
aprendizaje significativo, este está basado en la adquisición mediante la
práctica de contenidos teóricos, de esta forma, estos quedan “grabados a fuego”
en nuestra mente. Esto sucede porque somos conscientes de que podemos
aplicarlos a un contexto y así, se genera una experiencia significativa a la
que podemos recurrir en un futuro. Es decir, el aprendizaje es duradero y
“real”.
-Quizás deberíamos acercarnos a la filosofía, si lo hacemos desde
la auto didáctica, haciendo como un listado de necesidades, de cosas que nos
generan contradicciones, frustraciones, que nos agradan, no nos agradan, nos hieren....preguntas que nos hacemos—sean del tipo que
sean---....y desde ahí ir encontrando respuestas desde los primeros pensadores
a los más contemporáneos, ¿no?...¿sería mejor que dar la filosofía de manera
lineal y cronológica---aunque esto se tuviese en cuenta--?
-Yo no hablaría ni de listado, ni de necesidades puesto que cada
individuo puede tener unas distintas. Sin embargo, si
que creo que una buena manera de enseñar y aprender filosofía es a partir de
problemáticas. Existen un conjunto de problemas en el núcleo de la filosofía y
a estos tratan de dar respuesta, de diferentes maneras, los autores a lo largo
de la historia del pensamiento. Esta es la manera que, además, propone el
currículo de la LOMLOE en nuestra asignatura. Es importante examinar los
clásicos, pero también los autores contemporáneos a los que en muchas ocasiones
“no se llega”. Estos ayudan a conectar la filosofía con la actualidad y con el
mundo.
-Amiga Andrea, ¿qué es para ti la filosofía?
-Esa es una pregunta muy difícil de responder para mí. No podría
darte una definición única, de hecho, ni los propios filósofos se han puesto de
acuerdo a propósito de esta cuestión. Si que me gustaría destacar que la
filosofía tiene una importante labor de clarificación de conceptos. Es
importante atender al significado que damos a las palabras. En muchas
ocasiones, los problemas de entendimiento surgen porque estamos dando
diferentes acepciones a un mismo concepto. Por otra parte, la filosofía tiene
una función que para mí es principal ejercer una labor de crítica que motive
una transformación social.
-¿Cómo llegas tú a la
filosofía y de qué manera? ¿qué te apasiona de ella?
-Creo que la gran mayoría de estudiantes de filosofía llegamos a
ella porque ha habido una persona relacionada con este saber que nos ha
impresionado, bien sea un profesor o un autor o autora. En mi caso, fue gracias
a los tres profesores de Filosofía que tuve en el instituto, ellos me
transmitieron su pasión por la filosofía y el interés por esta.
Con respecto a qué me apasiona de ella son muchas las
cuestiones, pero creo que se pueden resumir en una: la amplitud de la filosofía
para explicar todo tipo de fenómenos por muy diferentes en contenido que sean.
Si te paras a pensar, existe filosofía de prácticamente todo, de la música, de
la ciencia, del arte…La filosofía es increíblemente mutable y extensa.
-¿Cómo te acercas a la
filosofía y cómo haces que lo hagan tus alumn@s ?
-Es curioso, porque siempre me acerco a ella partir de elementos
que pueden parecer “no filosóficos” en un primer momento, te pongo un ejemplo
para que se entienda. Puedo estar escuchando una canción, leyendo un libro o
viendo una serie y suceder que se plantee una cuestión o una pregunta. A partir
de este recurso primero, introduzco el problema o la cuestión. Creo que, de
esta manera, todo es mucho más intuitivo y ayuda a una mejor comprensión, esto
es lo que hago en el caso de los alumnos. Con respecto a mí, sucede de manera
parecida, hay algún aspecto que me parece interesante y a partir de ahí,
empiezo a investigar en autores que hayan tratado dicha temática o
problemática. En resumen, parto de un estímulo y de ahí voy hacia los textos.
-¿Intentas que se les
despierte, por encima de todo, toda la curiosidad de curiosidades; cómo lo
haces desde tu propia “hoja de ruta”?
-Por supuesto, la curiosidad es el principal motor de la
sabiduría, es lo que mueve a querer saber más. La filosofía nace del asombro o
de la admiración, para despertarla, me sirvo de la metodología que te acabo de
explicar. Por otra parte, siempre es interesante buscar alguna contradicción o
pregunta que sea difícil de responder, esto despierta el interés de los
alumnos.
-Por cierto, me hablabas de que en Teruel donde vives coordinas
unas sesiones de "cafés filosóficos", ¿en qué consisten"?
-Esta es una
actividad que puso en marcha la SAF en la ciudad de Zaragoza, me pareció una
manera atractiva y distendida de sacar la filosofía a las calles. Unos meses
después de esto, la diputación provincial de Teruel y el Instituto de Estudios
Turolenses se pusieron en contacto conmigo, estaban interesados en llevar a
cabo alguna actividad que estuviese relacionada con la filosofía y les propuse
esta.
-que, una persona
relacionada con el entorno de la filosofía ha reflexionado sobre un tema en
cuestión y quiere trasladar sus inquietudes y conclusiones ante un público. El
punto fuerte de esta actividad consiste en abrir un diálogo con los asistentes,
esto tiene el objetivo de profundizar en el tema o poner en común las
diferentes visiones del mismo. Las temáticas tratadas hasta el momento son
variadas, hemos hablado sobre la felicidad o la muerte, pero también de
feminismo o las “fake news”.
Como siempre digo, me gusta hacer hincapié en la idea de que, la parte
fundamental de este café no es la exposición que hace el ponente o la ponente,
si no el coloquio que se establece con la gente de a pie, puesto que esto saca
a la filosofía de las instituciones y la instala en el mundo de la
cotidianeidad.
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Cazarabet
Mas de las Matas
(Teruel)