Cazarabet conversa con... Belén
Bueno Petisme, comisaria de la exposición y el
catálogo “Katia Acín. Gran mujer” (Prensas de la Universidad de Zaragoza)
El catálogo de una
exposición dedicada a Katia Acín nos acerca a una mujer que fue grandes desde
muchas perspectivas y sentidos.
La exposición Katia
Acín. Gran mujer se alojó en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza
organizado por el área de dinamización de cultura de la Universidad con el
cuidado de la comisaria de la exposición, Belén Bueno Petisme.
La exposición se
inauguró a primeros de marzo y ha podido ser visitada hasta el 8 de julio en la
Sala África Ibarra.
Lo que nos dice
la wikipedia de esta mujer artista y, divulgadora y
activista:
https://es.wikipedia.org/wiki/Katia_Ac%C3%ADn_Monr%C3%A1s
La Fundación Ramón y Katia Acín :
https://fundacionacin.org/katia-acin-monras-biografia/
Ramón Acín y Concha Monrás:
https://es.wikipedia.org/wiki/Ram%C3%B3n_Ac%C3%ADn_Aquilu%C3%A9
https://es.wikipedia.org/wiki/Concha_Monr%C3%A1s
Su hermana Sol
Acín:
https://www.zaragoza.es/sede/portal/mujer/sol-acin
https://www.elperiodicodearagon.com/sociedad/2019/05/25/sol-acin-poeta-dia-dejo-46642689.html
La Sala África
Ibarra donde se expone la obra de Katia Acín:
https://www.zaragoza.es/sede/portal/mujer/ibarra-oroz
La hija de Ramón
Acín y de Concha Monrás, junto con su hermana Sol
sufrieron la pérdida de sus padres en los primeros días de la contienda de la
Guerra Civil Española por ser ambos simpatizantes de la idea libertaria.
Tenemos en
nuestras manos el catálogo de la exposición Katia Acín. Gran mujer...porque
Katia Acín, además de “ser mujer” en aquella España en blanco y negro de la
dictadura y de dedicarse a enseñar historia y de ser madre con todo lo que
comportaba...se desligó de todo y de nada, a la vez, para soltarse y a partir
de los sesenta y cinco años convertirse en la artista que había sido siempre...
Este catálogo nos
cuenta, también, la trayectoria artística de Katia Acín...toda una obra gráfica
tan exquisita como conmovedora.
Lo que nos
encontraremos en el libro catálogo, todo sentido, pero, a la vez, sensibilidad:
Katia Acín Monrás (Huesca, 15 de octubre de 1923 - Pamplona, 14 de
diciembre de 2004)1 fue una artista plástica que trabajó el grabado, la pintura
y la escultura. Era hija del humanista, pedagogo y también pintor, Ramón Acín Aquilué, quién le inculcó el gusto por el arte. Pero no
sería hasta el final de su vida cuando decidió desarrollar su actividad
artística.
Crear. sentir y
vivir desde el recuerdo, muchas veces desde la memoria aparentemente soterrada,
pero con fuerza renovadora, casi sanadora, y con la mirada puesta en el
presente desde su particular pasado. Eso es lo que Katia Acín hizo como artista
y como persona comprometida con la historia y consigo misma, con sus propias
vivencias
Katia Acín
dibujaba, y lo hacía desde siempre, existen bocetos, garabatos y bosquejos que
se conservan en viajas libretas y también en sus propios recuerdos, tanto de la
etapa de su niñez como de la etapa adulta. Una vez inmersa en sus estudios
artísticos reglados (una vez ya jubilada de su actividad docente), en los que
habría elegido la especialidad de pintura para licenciarse, se encontrará
finalmente con las técnicas gráficas como la verdadera parcela en la que
desenvolverse como creadora. Katia encontró el grabado y el grabado se encontró
con Katia.
Cazarabet
conversa con Belén Bueno Petisme:
-Amiga Belén, ¿qué nos ofrece esta
exposición en el Paraninfo, Katia Acín. Gran mujer?
-La exposición
muestra parte del trabajo de Katia Acín como grabadora. Una selección de
alrededor de 50 obras en las que se abarcan los principales temas que ella
abordó en su trabajo como artista y que está básicamente centrado en el ser
humano. Recoge además algunas matrices con diferentes técnicas de grabado, que
muestran bien cómo era el Trabajo de Katia, y algún dibujo. Se completa con la
emisión de un vídeo documental titulado La Niña Saltatapias
en el que Katia habla sobre su vida y su llegada a la práctica artística,
filmado en el contexto del colegio mayor donde se alojó cuando comenzó a
estudiar Bellas Artes.
-¿Qué fue lo que desde el Área de Cultura de la
Paraninfo os hizo decidiros por dedicarle un tiempo y un espacio en la Sala
África Ibarra?
-Katia llevaba
tiempo presente en los proyectos a realizar y finalmente se entendió que el
2023, año del centenario de su nacimiento, era la fecha idónea. No podía
tardarse más en reconocer la obra de Katia en la Ciudad de Zaragoza y en el
contexto universitario.
-Belén,
por favor, preséntanos, desde este catálogo expositivo, a la artista global y
diría que andaba cargada con muchas miradas y perspectivas, que era Katia
Acín...
-Katia era una
mujer decidida y alegre, valiente y fuerte. Durante su vida fueron graves y
decisivos algunos acontecimientos como el fusilamiento de sus padres al
comienzo de la guerra en 1936 y, desde ahí, el devenir de su vida hizo que Katia
tuviera que tomar importantes decisiones. Había crecido en un ambiente de
libertad y de cultura y creatividad gracias precisamente a sus padres, Ramón
Acín y Concha Monrás, ambiente que desapareció con
esa guerra y con lo que vino después. Katia estudio letras y se tituló en
Historia finalmente en Zaragoza, formó una gran familia y después ganó plaza de
profesora por oposición. A esta tarea docente dedicó su vida profesional y tras
la jubilación decidió dedicarse a su verdadera vocación, la artística, que
había quedado en pausa tras su infancia y los fatales acontecimientos vividos.
Lo hizo con decisión, con voracidad creativa. Se tituló en pintura
pero se decantó por el grabado para desarrollarse como artista. Encontró en
esta forma de expresión la adecuada para volcar sus inquietudes y en la muestra
se han elegido obras dedicades a la figura femenina, a ella misma como mujer
fuerte que se presenta al público sin ambages; trata también la maternidad
desde lo cotidiano, lo universal y lo trágico en combinación con las
consecuencias de la guerra; trabaja la mitología siempre elegida también en
relación con acontecimientos trascendentes (el viaje, la superación...); y las
relaciones humanas. Trabaja múltiples técnicas de grabado, pero prefiere sin
duda las técnicas directas, especialmente el linograbado y la xilografía. Y en
estas dos técnicas realiza dos de sus principales series: Gran Mujer,
que da título a la exposición y nos muestra el torso desnudo de Katia frente al
espejo, y las “Cajitas”, obras realizadas durante toda su trayectoria como
artista en un especial soporte, unas cajas de madera que un familiar joyero le
facilitaba (eran las cajas en las que este familiar recibía las joyas por
correo) y en las que Katia quería representar la importancia del interior del
ser humano: “lo envuelto” diría ella, no el exterior, no lo que envuelve. Por
supuesto el trabajo de Katia incluyó obras dedicadas a los horrores de la
guerra, algo que ella tenía dentro, hondo en su recuerdo, y que liberó de forma
catártica con la práctica artística.
-Una mujer que inhaló esa vertiente
artística desde su padre, ¿verdad?; aunque en el plano musical le influyó mucho
su madre...
-Sí, su familia
estuvo claramente en el origen de su vocación, y la vida en Huesca, la infancia
libre como decía antes y la educación recibida en casa están en la base de su
personalidad artística y cultural.
-Pero,
¿cómo le llega y se la hace propia... porque tú puedes “heredar” y teniendo
querencia crecer bajo un poco la influencia del padre artista, pero llega un
momento en que se abre la puerta de la jaula y empiezas a volar sola...
-Creo que además
de la enseñanza cultural y artística mamada en casa, aprendió la importancia de
ser fiel a uno mismo, de defender valores como la libertad y la justicia, la
importancia de los ideales también. Katia voló sola desgraciadamente desde muy
temprano, y creo que precisamente, el haber sido privada de ese acompañamiento
que era el de sus padres y de la forma en la que esto sucedió, creó una herida
honda que Katia sanó, no con rancor ni con tristeza, sino con recuerdo, con
trabajo y con decisión. Su familia la recuerda como una mujer alegre, sincera y
honesta, una mujer divertida y llena de vida, con grandes inquietudes
culturales, preocupada por su labor docente y decidida a la hora de poder
formarse como artista. Era algo que había guardado mucho tiempo en su interior
y que afloró con intensidad en la etapa final de su vida.
-Cuando
leo la tragedia que la rodeó desde sus tempranos trece años —con el asesinato
de su padre Ramón Acín y de su madre Concha Monrás
por abrazar las ideas libertarias-- junto con su hermana Sol veo en la
expresión artística algo que fue guardando y como recreando para que, de
repente, saliese una vez seguramente pudo llegar a conciliar la familia, el
trabajo...
-Lo describes muy
bien. Estaba latente en su persona la necesidad de crear y contar, pero nunca
desde el rencor, de ahí la universalidad de su mensaje y la importancia que da
al ser humano por encima de la tragedia. Su familia cuenta cómo se sorprendió
al ver las estampas de Katia dedicades a los horrores de la guerra, nunca
pensaron que esa intensidad pudiera estar guardada en su interior.
-Desde
joven esa “concepción humanista del mundo” la tuvo muy en cuenta, ¿no? Y creo
que se nota en su expresión artística, ¿qué nos puedes decir?
-El ser humano es
la esencia de su trabajo. Está presente en el mensaje que nos cuenta y en las
referencias culturales que muestra: desde la fuerza de las venus paleolíticas a
la delicadeza de las venus renacentistas; la mitología clásica, el ritmo de la
música, las múltiples referencias artísticas, tanto clásicas como
contemporáneas (Matisse o Kollwitz
Por ejemplo). Humanismo entendido tanto como canto a la esencia humana,
presente en todas sus estampas, como alabanza a la cultura y al conocimiento,
un conocimiento que no se agota, sino que se alimenta con cada aprendizaje.
-¿Cómo nos presentarías a la Katia Acín
artista... qué le movía, qué le motiva, qué le conmueve?
-No tuve la
suerte de conocerla personalmente y siento cierto sonrojo y pudor al hablar de
ella y de su trabajo, ya que he construido mi opinión desde el estudio de su
obra y las conversaciones con sus allegados. Creo que la conclusión es que a
Katia le motivaban la vida, la familia, el recuerdo y la verdad. Le conmovía el
ser humano, su esencia y su existencia y le movía cumplir el sueño de infancia
de ser artista, por ello se dedicó en cuerpo y alma en cuanto pudo hacerlo.
-Y
a ti, por ejemplo, qué te conmueve cuando ves, contemplas su obra....
-Me conmueve la
verdad que transmite, es sincera y directa, no quiere aparentar nada. Me
maravilla la serie Gran Mujer, un alegato a toda una personalidad artística:
Katia, cumplidos los setenta, desnuda y delante del espejo se nos muestra
decidida. Rompe los tabúes del género, la edad y el sexo.
Su obra habla
desde su recuerdo y hace atemporales los temas de su trabajo. Me atrae mucho la
sencillez del trazo con la que consigue expresar tanto y me gusta la elección
de las técnicas, pues le sirven como herramienta del discurso artístico.
-Muy
personal, sin anclajes, sin querer contentar a nadie, libre de todos y de todo,
¿no?
-Así es, creo que
es algo propio de una artista consagrada, libertad y seguridad que dan la edad
y el tiempo. Se suele llegar a ello tras una larga carrera. Katia estaba
empezando su -practica artística, pero estaba en la etapa final de su vida.
Pudo la vida en este caso, la experiencia de lo vivido y las ganas de recordar
lo atravesado en el viaje, de reivindicar sin moralizar, de contar una
experiencia de forma sincera. No importaba la respuesta en este caso, el
mensaje era suficientemente valioso.
-La
fuerza de la figura humana en Katia se traslada con mucha fuerza, ¿no?
-Es muy potente,
considero que el elegir muchas veces solo torsos, o de no personalizar en los
rostros aumenta la fuerza de la representación de la humanidad. No importa a
quién se representa, podemos ser cualquiera, en cualquier tiempo.
-No
sé, como si nos dijese que desde lo humano se puede todo y, a la vez, nada,
¿no?...
-Es la
ambivalencia del poder de la humanidad y también de su vulnerabilidad; de la
magnitud de sus logros, (por ejemplo, la maternidad y lo que implica) y de su
capacidad de destrucción (cuando muestra los horrores de la guerra sin ir más
lejos). El ser humano, capaz de lo mejor y lo peor. Fuerte y vulnerable al
mismo tiempo.
-¿Qué destacarías de diferente y
diferencial de la expresión artística de Katia Acín?
-La elección del
grabado como técnica es un elemento importante en su obra, puesto que es esta
una manifestación que suele acompañar a otras, no es frecuente verla como
manifestación principal elegida por los artistas, salvo en algunos casos.
Por otro lado,
destaca en Katia, a mi modo de ver, su capacidad de comunicación gráfica: la
sencillez y economía aparentes de trazos y recursos que contrastan con la
riqueza de los mensajes que aborda.
-Parte
de la obra de Katia Acín mira a la de su padre, ¿no?, es el caso, por poner un
solo ejemplo, de Trabajo
-Resulta
conmovedor ver cómo la esencia de Ramón Acín está en algunos de los Trabajos de
Katia, cómo ella pareció heredar la capacidad gráfica y el discurso de los
trazos de su padre en algunos casos. En 2016 el IAACC Pablo Serrano celebró una
muestra que reunía a Ramón y a Katia como artistas, y resulta muy interesante
contemplar los paralelismos más aún cuando sus vidas se separaron de forma
trágica y temprana.
-¿Qué quería, de verdad, decirnos, como al oído
o quizás hasta gritando Katia Acín?
-No estoy segura
de que el mensaje tuviera como objetivo principal que lo oyéramos, sino que
creo que el objetivo esencial era volcar lo que ella tenía dentro, más allá de
si alguien recibía o no el mensaje. Katia plasma su vida, sus recuerdos y sus
ideales en las estampas, pero no se preocupó mucho por su difusión en un primer
momento, sino que se centró en la creación, casi con fuerza torrencial.
Mostrar su trabajo vendría después, y con ello la sorpresa de todas las
persones al contemplar sus obras y escuchar su mensaje. Un mensaje triste en
ocasiones, pero también arengador en otras, cuando anima a contemplar la
esencia humana. Katia nos contó su vida haciendo universales esas vivencias.
-Ramón
Acín no sé lo digo desde mi ignorancia y solo como persona que “contempla y
visiona” arte tenía “como algo de parejo con Josep Renau, ¿estás de acuerdo? ¿y
luego, de alguna manera, lo prolonga en el tiempo Katia Acín con Los cuatro
jinetes del Apocalipsis?, por ponerte un ejemplo que llega a mis manos con
el catálogo de la exposición...
-Creo que
coinciden en la fidelidad a unos ideales y en la concepción del arte como vía
de expresión y de comunicación. Pare ce que Renau admiró la capacidad de
comunicación de Ramón Acín, pues a él se tribuye la siguiente definición sobre
el cartel que el propio Ramón hizo para la muestra de 1932 en el Círculo
oscense: “¿Quién, si no es un Ramón, inventa los pasquines que él creó, que
para leerlos había que pararse frente a ellos y empezar a deletrear como niño
que comienza a engullir en su cerebro las letras para formar las sílabas y más
tarde las palabras?” (chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://fundacionacin.org/wp-content/uploads/2018/12/1918_12_16-3-noticias.pdf).
-Se
traslada la Katia Acín, como persona humana, en sus grabados, en sus dibujos,
bocetos...
-Sí, podemos
conocerla a través de su obra, aunque nos dejaríamos por conocer muchas
facetas, por lo que conversar con su familia es esencial. Su legado es su obra,
pero también el amor y el respeto que le profesan sus hijas e hijos.
-Ya llega con la madurez a volcarse en
el arte, ¿qué crees que le aporta esto?, porque me da que ella cultivaba el
arte. Ése que volcó cuando se dispuso a ello...pues, me da, que ya lo iba
madurando y cultivando dentro, aunque no nos lo enseñase, lo cultivaba desde el
plano intelectual... ¿qué nos puedes decir?
-Katia tenía una
honda cultura que había sido sembrada en su infancia y que alimentó a lo largo
de toda su vida. En cuanto al arte, ella dibujó siempre, en cualquier tipo de
soporte, en los ratos libres, en los tiempos muertos, en momentos de
aburrimiento o para evadirse de otras tareas. El arte estaba latente y afloró
al final de su vida.
-Belén,
¿qué has aprendido siendo comisaria de esta exposición y qué te ha aportado
como “amante” de la cultura y del arte y como persona porque me da que Katia
Acín siempre trasciendo “desde lo artístico a lo humano”?
-Ha sido un
placer trabajar con la obra de Katia, un honor intentar crear un discurso
adaptado a la sala con el que mostrar a Katia, un verdadero lujo contar con el
acompañamiento de su familia que ha mostrado una disposición maravillosa y me
ha brindado una valiosa ayuda y ha sido también una suerte contar con la
coordinación de María García Soria y con el trabajo del personal de cultura del
Paraninfo. Han sido muchos los aprendizajes, siempre en cada proyecto interesa
más lo que queda que lo que pasa. En el terreno personal, confieso que tengo
una especial sensibilidad hacia la historia de esta familia, pues empecé mi
tesis doctoral, dedicada al grabado aragonés contemporáneo, estudiando los
grabados de Ramón Acín, y ya quedé absorbida por su historia y por la de su
familia, y la última artista que cité en mi estudio fue precisamente a Katia.
Por todo ello no puedo sino agradecer a la familia y a Manuel García Guatas que
se me encargara este proyecto.
-Ya por último, amiga, ¿qué nos tiene preparado el Paraninfo
desde el área de Cultura para los próximos tiempos, nos puedes avanzar algo…?
-Siento contestar
ahora que no conozco la programación cultural de Paraninfo, mi trabajo con
ellos ha sido una colaboración, pero viendo la sensibilidad con la que trabajan
cada uno de sus proyectos, estoy segura de que nos presentarán propuestas muy
interesantes.
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Cazarabet
Mas de las Matas
(Teruel)