Cazarabet conversa con...   Juan Carlos Juárez Giménez, autor de “Historia del ferrocarril de Val de Zafán” (Uno)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Juan Carlos Juárez Giménez indaga sobre el camino de hierro que viaja a una vía verde.

Es la historia de 50 años del cierre de una mítica línea.

Se trata de un libro conciso, preciso y a, a la vez. El autor es concreto y ágil en lo que quiere contar y eso es una ventaja para el público lector.

La sinopsis del libro:

Muchas de las antiguas líneas de ferrocarril de nuestro territorio se han transformado en vías verdes, en las que el viajero disfruta de la naturaleza y del paisaje. Sin embargo, todos estos antiguos caminos de hierro esconden una historia, cuyo conocimiento aún puede contribuir más a ese disfrute.

Como se podrá comprobar, la historia del ferrocarril de Val de Zafán —que trató de comunicar el Bajo Aragón con el mar Mediterráneo— constituye un fragmento singular no solo de la historia general del ferrocarril, sino también de la historia de nuestro país.

En los diferentes capítulos de este libro se relatan y documentan sus hitos históricos, destacando los orígenes, las circunstancias que determinaron su letargo en la construcción, la utilización y acontecimientos en la guerra de España, los trabajos forzados de los presos republicanos, las historias de maquis, su cristalización como proyecto inacabado y, finalmente, su metamorfosis en la actual vía verde.

Este libro es fruto de un trabajo de investigación, en el que, por primera vez, se publica un relato continuo en el tiempo de la historia de esta línea de ferrocarril.

Es por ello que adentrarse en su relato provocará en el lector, no solo una resolución de dudas sobre esta línea ferroviaria, sino también muchas más preguntas a la historia que la acompaña.

El autor, Juan Carlos Juárez Giménez: Juan Carlos Juárez Giménez (Barcelona, 1965) es doctor en Farmacia por la Universidad de Barcelona (UB) y especialista en Farmacia Hospitalaria. Ha llevado a cabo su trabajo profesional como farmacéutico de hospital durante más de 25 años en un hospital público de Barcelona, en el cual ejerce actualmente, siendo, además, profesor asociado en la Facultad de Farmacia de la UB.

Siempre ha considerado la necesidad de complementar su formación científica y sanitaria con una formación humanística; es por ello por lo que en el año 2021 se gradúa en Humanidades por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), siguiendo el itinerario Mundo Contemporáneo.

Aficionado al ferrocarril y conocedor del territorio por el cual discurrió la línea, en el año 2020 inicia su trabajo de investigación sobre su historia, que cristaliza como trabajo final de grado en el año 2021. Su conocimiento de la historia contemporánea y el mundo del ferrocarril lo impulsan a profundizar aún más sus investigaciones y decide desarrollar ese trabajo hasta la redacción del presente libro. Cabe destacar que su vocación por la literatura y la escritura le han acompañado en toda su carrera profesional. Ha publicado y desarrollado numerosas publicaciones en el ámbito de las ciencias y la salud, utilizando una metodología de revisión, que ahora utiliza y nos muestra en esta obra de temática histórica.

Más o menos recientemente ha escrito este artículo en el diario La Comarca:

https://www.lacomarca.net/opinion/pedaleando-por-la-historia-del-ferrocarril-de-la-val-de-zafan/

 

 

 

 

Cazarabet conversa con Juan Carlos Juárez Giménez:

-Juan Carlos, ¿qué es lo que te ha llevado a ti un hombre de ciencias, farmacéutico, a adentrarte en este mundo muy particular que fue el frustrado trazado ferroviario del ferrocarril de la Val de Zafán?

-Efectivamente, soy científico de formación y en ejercicio profesional habitual. Sin embargo, siempre he sentido inclinación por las humanidades en las diferentes áreas que engloba: historia, filosofía, sociología, antropología, historia del arte y otras. Fruto de ello, me he graduado recientemente en humanidades por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). De esta forma he complementado mi formación científica con la humanística.

Por otro lado, soy aficionado al ferrocarril, tanto al modelismo como a su historia. Así, a este "sincretismo" de facetas personales, hay que sumarle mi conocimiento y apego al territorio, por el cual suelo pasar periodos vacacionales desde hace 20 años. Todo ello, generó que mi trabajo final de grado en Humanidades fuera sobre el tema que nos ocupa; la historia del ferrocarril de Val de Zafán. Ese trabajo fue un verdadero "embrión” que ahora vemos cristalizado en un libro.

- ¿Qué lleva de un proyecto de ferrocarril con el fin de comerciar principalmente con el carbón hacia el Mediterráneo a transformarse, con los años---muchos años—en una Vía Verde?

-Realmente, en mi opinión, utilizando una palabra científica, se ha producido una verdadera "metamorfosis". Su objetivo final ha sido siempre favorecer el desarrollo del territorio, en un contexto social e histórico diferente. Cabe destacar, que la línea fue ideada y utilizada como vía ferroviaria en los siglos XIX y XX, tanto para la comunicación como para el movimiento de mercancías. Tras su cierre, se produjo un letargo o estado de "crisálida" de más de 20 años. Finalmente, dentro del programa nacional "vías verdes", emergió y se transformó, en un trazado turístico y cultural. Como se puede comprobar, en ambos escenarios, tal y como he comentado anteriormente, la línea ha tenido como objetivo favorecer el territorio y a sus habitantes.    

-Por favor, aunque ya hemos desvelado un poco los por qué, enuméranos, por favor, las razones por las cuáles se creía que era necesaria la implantación de esta línea de ferrocarril que conectaba la parte este de Teruel con la costa.

-Principalmente para favorecer la comunicación de los ciudadanos, con el correspondiente transporte de mercancías y su posterior salida al mar. Concretamente, los productos agrícolas del bajo Aragón, podrían encontrar una salida al Mar Mediterráneo para su exportación. También se postula que la línea tuviera un interés militar y estratégico, para mover tropas en uno de los márgenes del rio Ebro y con salida a un puerto militar. Sin embargo, actualmente se considera que el argumento económico es el de mayor peso.

-¿Por qué, además se fueron ideando y cambiando varios trazados?

-Como todo proyecto, difícilmente cristaliza exactamente como su idea original. En el libro se explica de forma concreta cual fue la evolución del trazado desde la perspectiva de los ingenieros ideólogos y la legal, destacando también el escenario de influencias y reivindicaciones que realizaron los principales protagonistas y gentes del territorio.

Si tengo que destacar la lucha por un trazado concreto que al final cristalizó de esa forma, sería la que se hizo para conseguir que la línea pasara obligatoriamente por Alcañiz.

En la real orden del 23 de noviembre de 1877 se concretan diferentes concesiones de líneas del ferrocarril de nuestro país, incluyendo la de Val de Zafán. En esta orden se indicaban varios trazados de la línea que obviaban el paso por Alcañiz. Fue la reivindicación y la constancia de las gentes y políticos de la zona los que consiguieron que el trazado no dejara de lado este importante municipio turolense. De esas gentes, destaca el Padre Nicolás Sancho, nacido en Alcañiz y un verdadero visionario más allá del tiempo en el que vivió. Fue llamado el "monje ferroviario" por el fenomenal apoyo que hizo para que su municipio natal no se quedara sin ferrocarril. Además, el Padre Nicolás fue un verdadero promotor de la cultura en el territorio. Desgraciadamente, el padre Nicolás no vio como el ferrocarril llegó su tierra, ya que falleció antes de la inauguración del año 1895.

-¿Cómo se llega a la definición del último y por qué?

-En el libro se detallan todos los procesos implicados en el trazado definitivo. Así, de forma resumida, el trazado partió del Bajo Aragón, se internó en el Matarraña, hacia la Terra Alta en Cataluña para finalizar en el Baix Ebre, aunque nunca llegó a Sant Carles de la Ràpita, tal y como se había ideado. El trazado finalizó en Tortosa. La dictadura, en los duros años de la posguerra, tuvo como objetivo acabar las diferentes infraestructuras que quedaban pendientes del trazado, que llegaba hasta Tortosa. Se inauguró hasta este municipio en el año 1941 y, aunque se licitaron obras y algunas se realizaron hasta Sant Carles de la Ràpita, todo quedó paralizado. Las diferentes autoridades la zona revindicaron su finalización, pero muy posiblemente, la baja utilización, y el hecho de que hubiera ya una línea de ferrocarril que, pasando por Puebla de Híjar, comunicara el Bajo Aragón con el puerto de Tarragona, generó dudas para invertir más en la línea de Val de Zafán.

-¿Cómo afectó el trazado a los diferentes pueblos o términos municipales por los que transcurría, en especial de aquellos, como más importantes, el ferrocarril y por los que estaba diseñaba una estación?

-Para los diferentes ciudadanos del territorio y sus municipios, supuso el poder utilizar un medio de transporte para ir a Tortosa o Zaragoza, con la finalidad de realizar compras de artículos diversos o para acercarse a la atención médica especializada.

Por otro lado, la comunicación mediante el transporte siempre implica una potenciación de las relaciones sociales entre las gentes ubicadas en las diferentes zonas del territorio. Sin duda, la comunicación entre pueblos tuvo que mejorar las relaciones entre vecinos. Otro aspecto a destacar, fue que, en los duros años de la posguerra, prácticamente la tracción animal era el medio de transporte en las zonas agrícolas y solo algunos privilegiados tendrían acceso al automóvil.  Hubo que esperar a la etapa del desarrollismo en el franquismo para que el automóvil fuera un medio más popular. Este hecho fue entre los años 60 y 70 del siglo pasado, y el ferrocarril ya hacía años que se movía por la zona favoreciendo la comunicación de las diferentes clases sociales. Es cierto que en algunos municipios las estaciones quedaban alejadas de los núcleos urbanos, no favoreciendo la accesibilidad. En aquel momento, el trazado se ajustó más a la dificultosa orografía de la zona y el diseño obligado por los ingenieros, que a las necesidades de los usuarios. 

-¿Históricamente hablando, este ferrocarril qué papel de papeles juega?

-En mi opinión, es como el "eco" de la historia de nuestro país. Conociendo su historia rememoramos la historia de España, desde finales del siglo XIX hasta la actualidad. De forma resumida, aparecieron acontecimiento como fueron: la instauración del ferrocarril, la influencia de la monarquía, la política y la especulación, la guerra de España, los presos republicanos, historias de maquis, su utilización en la posguerra como propaganda del gobierno franquista, su evolución y decadencia paralela al transporte en carretera y, finalmente, su reinvención en vía verde generando riqueza turística. Todos estos hechos forman parte de la propia historia pasada y reciente de nuestro país.

-En la posguerra los presos juegan un papel importante porque son mano de obra forzosa y forzada, ¿no?

-Sí, el sufrimiento humano para su construcción final está presente en su historia. Muchos jóvenes soldados republicanos apresados fueron utilizados como mano de obra casi de esclavitud. Unos años duros, en un país arruinado por la guerra en la que la gratuidad de esa mano de obra se utilizó para finalizar diversas infraestructuras. Hay que destacar que estos jóvenes, frecuentemente se relacionaron y convivieron con los ciudadanos de la zona, lo que generó relaciones de amistad y en algunos casos mucho más cercanas. 

-¿Cómo son los últimos años de la vida de este ferrocarril?

-Los últimos años fueron realmente duros. El hundimiento de uno de sus túneles que obligaba a utilizar el transporte por carretera en uno de sus tramos, debilitó mucho su influencia en el transporte del territorio. A ello hay que sumarle el informe del Banco Mundial que recomendaba el cierre de líneas de ferrocarril de nuestro país, incluida la de Val de Zafán. En el año 1969 ya se condenó a su cierre por parte de los políticos del momento y en el año 1973, hace 50 años, se ejecutó su sentencia de cierre.

-Una vez el ferrocarril ve truncada su vida, esto significa un parón para la actividad socioeconómica de la zona, ¿verdad?; ¿en qué se ve reflejada y afectada?

-No tengo datos objetivos de este aspecto, aunque subjetivamente podemos deducir que, efectivamente, generaría sensación de abandono de la población del territorio, con cierto deterioro económico.

Posiblemente, el transporte en carretera subsanaría en cierta medida ese deterioro, pero en mi opinión, aunque el asfalto sustituyó a los raíles y, en los años 70, el automóvil empezó a popularizarse, el ferrocarril siempre ha sido y será un medio de transporte más sostenible e integrador que el transporte por carretera.

-¿Qué poblaciones crees que sintieron más esa paralización de la actividad?

-Muy posiblemente, los núcleos urbanos más pequeños ubicados en estaciones y apeaderos intermedios a lo largo de la línea, además del municipio de Alcañiz.  Este último, uno de los más importantes de la provincia de Teruel, carece actualmente de ferrocarril, 50 años tras el cierre de la línea.

Las poblaciones situadas al principio y final del trazado como la Puebla de Híjar y Tortosa, se ubicaban en nudos ferroviarios, por lo que desde la perspectiva de la comunicación quedarían menos afectadas, aunque, sin duda perderían la afluencia de las gentes usuarias de esta línea de ferrocarril. 

-Bueno, luego, con los años todo va cobrando otro color y calor cuando se transforma en Vía Verde, ¿no?

-Efectivamente, la línea cerró y entró en una etapa de desmantelamiento y olvido. A partir de ese momento, como si fuera un ser vivo que sufre una fase de crisálida, en un proceso de metamorfosis, emergió la vía verde actual. Risas y conversaciones, pedaleo y frenazos de vehículos de dos ruedas, han sustituido al silbido del vapor o el rugido de los motores diésel.  La línea de ferrocarril de val de zafan desapareció de los mapas ferroviarios de RENFE para resurgir en el mapa nacional de Vías Verdes. La vía verde me atrajo a mí, y con ello su historia, y con su historia ha surgido el libro.

-¿Cómo es esta transformación?

-En el año 1993 el programa Vías verdes a nivel nacional, intentó recuperar el patrimonio cultural y paisajístico de las líneas de ferrocarril clausuradas en nuestro país.  A partir de ese momento, y sobre finales de los años 90 se publican estudios para la transformación en vía verde de la línea de Val de Zafán. El tramo que se extiende por Cataluña es por completo vía verde, en la actualidad, sin embargo, en Teruel aún queda un tramo pendiente. Parece que ya, en este último año, se ha presupuestado una partida económica para su transformación.

Hay que destacar, que la transformación en vía verde ha supuesto una dinamización para el territorio, tal y como indico en libro. Algunas de sus antiguas estaciones y edificios adyacentes se han transformado en hoteles, albergues y restaurantes. Sin embargo, otras están ruinosas. En este último hecho es una pena. Esperemos que surjan ideas innovadoras para que no se pierda este patrimonio.

-¿Cómo ha ido el proceso de investigación, estudio, documentación en torno al ferrocarril de la Val de Zafán y a la Vía Verde?

-Ha sido un proceso de más de tres años de trabajo. Tengo que destacar, que la transformación digital producida por la pandemia ha favorecido el acceso y estudio de muchos documentos. Los pasos básicos y muy resumidos han sido: recopilar información, análisis y selección de la información fiable y contrastada por varias fuentes, estructurar el índice, escribir el relato, varias revisiones del texto e incluir anexos finales.  

-¿Y cómo ha sido la metodología de trabajo? 

-Hay que destacar, que se había publicado información de forma dispersa de la historia de esta línea de ferrocarril, pero hasta el momento, no se había publicado un relato continuo en el tiempo y documentado. Así, la metodología ha sido mediante una revisión sistemática de documentos originales, artículos publicados, legislación, artículos de hemeroteca y otras fuentes de información en formato digital y papel. Por otro lado, también he seguido una metodología de trabajo de campo, realizando entrevistas a diversos protagonistas de la zona, como ciudadanos, historiadores y antiguos trabajadores de la línea. Además, de un cierto trabajo fotográfico de las infraestructuras actuales, tal y como, se puede apreciar en el libro. Toda la información ha sido estructurada en un relato que sigue una línea temporal, citándose la bibliografía en el texto, referenciándose al final del libro e incluyéndose notas al pie aclaratorias o con más citas bibliográficas.

Me gustaría destacar, que he tenido como objetivo personal, que el libro se dirija al público en general y no solo a los aficionados al ferrocarril. Para ello y sin perder rigurosidad, he utilizado un lenguaje sencillo, huyendo de tecnicismos y en caso necesario, aclarando el término como nota al pie de página.

-¿Cómo ha sido trabajar con Ediciones Uno?

-La experiencia ha sido muy satisfactoria. Tanto en lo que se refiere a las ayudas en el diseño de las portadas, el maquetado, revisión y en la edición del libro. La comunicación muy fluida, la impresión, como se puede comprobar en el libro, muy buena y los envíos ajustados a las fechas establecidas. Repetiría de nuevo con Ediciones UNO. 

 

 

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