La
Librería de El Sueño Igualitario
Desde
El Sueño Igualitario nos ponemos en contacto con Basilio Trilles autor de "El
español de la foto de París" y "Tiempo de valientes", de Inédita
y Planeta respectivamente.
El
autor castellonense nos aproxima a las figuras
de hombres como Amado Granell el republicano español
que liberó París, (componente de la mítica Compañía La Nueve del general Leclerc) y de Vicente Blasco Ibáñez, al que el autor define
como un “valor que no hemos sabido “mimar” “.
Cazarabet conversa con Basilio Trilles
-Basilio.
¿Por qué un libro sobre Amado Granell?
-Descubrí a Amado Granell
con ocasión de unos homenajes póstumos realizados por el ayuntamiento de Burriana y un aula militar de Castellón, entonces yo era
director de Heraldo de Castellón. Enseguida me cautivó el personaje y decidí
investigar. A medida que avanzaba en los difíciles trabajos de investigación,
difíciles por el escaso rastro de Granell en los
archivos españoles y franceses, valoraba cada vez más la dimensión del
personaje y su epopeya. Me convencí de que había que dar a conocer al español
que encabezó la histórica liberación de París, en la tarde noche del 24
de agosto de 1944, al frente de otros ex combatiente del Ejército Popular
de la República Española, donde el propio Granell
había servido con el grado de mayor, equivalente a comandante.
-¿Y por
qué has recuperado, casi de las cenizas, a Vicente Blasco Ibañez?
-Blasco, sigue siendo el gran olvidado de la
literatura española. Sin embargo es el escritor más internacional, después de
Cervantes, y sus obras son de obligada lectura en los sistemas educativos de
países como Francia y los Estados Unidos. Siempre he admirado al autor
valenciano, cuyos libros comencé a leer a muy temprana edad. Nunca nadie
había escrito una novela sobre Blasco Ibáñez y adquirí el compromiso de
hacerlo. Para ello entendí que la historia que envuelve a la escritura
de ‘Los cuatro jinetes del Apocalipsis’ era inmejorable eje central
para estructurar una novela que pudiera contar el importante papel del
escritor y periodista en la I Guerra Mundial, así como su arrolladora
y poliédrica personalidad. Así nace ‘Tiempo de valientes’
(Planeta, 2012)
-¿Qué te ha
movido, desde las tripas, en ambos casos, a ello?
-Bueno, aunque son personajes muy diferentes, sin
embargo tienen a la República y la defensa de las libertades como nexo de
unión común, además de ser dos grandes olvidados en su propio país. Yo he
intentado aportar un granito de arena, pero aún sigue siendo totalmente injusto
el menoscabo institucional y social del que ambos son objeto.
-Preséntanos
en unos rasgos a ambos personajes.
-Blasco Ibáñez es un personaje apasionante y
apasionado, novelesco, muy poliédrico, que pasa por el periodismo, la política
y la literatura, sin dejar indiferente a nadie. De personalidad arrolladora, no
conoce las medias tintas, y como escritor es enorme. Muy influenciado por
Víctor Hugo, al que profesa más que admiración, y por Emilio Zola, a
quien conoce en sus primeros exilios en París. Y sobre todo, es un gran
defensor de las libertades, desde los preceptos de la República. Su papel en la
Gran Guerra fue decisivo para Francia, desde dónde ejerció como
periodista, difundiendo por todo el orbe sus crónicas en defensa de
los valores republicanos y en dura oposición al expansionismo belicista de la
Alemania imperial del káiser Guillermo II. Después de la guerra, en los
Estados Unidos fue recibido como un héroe, e investido Doctor Honoris Causa en
la Universidad George Washington, en cuyo acto su rector pronunció unas
históricas palabras: “ Vicente Blasco Ibáñez, su pluma tiene más fuerza
que diez mil espadas”. En España le dieron la espalda, al igual que ahora.
Amado Granell es un
autodidacta con experiencia militar. Participó en la fundación del Tercio de
Extranjeros, o sea La Legión, de Millán Astray, donde
alcanzó el grado de sargento. Muy interesado por el mundo de la cultura, y
activista político, el 18 de julio de 1936, día del golpe militar a la II
República, Granell era concejal por Izquierda
Republicana en el ayuntamiento de Orihuela. Incorporado a la defensa de la
legalidad, acabó la guerra civil española al mando de la 49 División.
Exiliado en Orán colabora con los aliados en el desembarco del Norte de África.
Incorporado a los Cuerpos Francos de la Francia Libre, tras la conquista de Túnez
se alista en la División Leclerc. Desembarca en
Normandía como teniente de ‘La Nueve’, compañía integrada en su mayoría
por españoles, que es la punta de lanza de la mítica 2ªDB. Tras superar
encarnizados combates, Granell protagoniza la
liberación de París. Finalizada la II Guerra Mundial, rechaza la oferta de De
Gaulle para ascenderlo a comandante profesional del ejército francés y decide
trabajar en el exilio para luchar políticamente contra el gobierno de Franco.
Es persona clave en las conversaciones de los socialistas con Don Juan de
Borbón, en el intento de crear un gobierno español en el exilio en el
marco de la monarquía. Primero con Largo Caballero y después con Indalecio
Prieto, Granell es el enlace con Don Juan y su
entorno. En definitiva, un luchador ejemplar por las libertades.
-¿Por qué
te centras en personajes de la República. Diría más muy arraigados a sus
valores?
-Ha sido casualidad que ambos personajes,
protagonistas de dos de mis novelas, sean insignes republicanos. Aunque, debo
reconocer que comparto los valores de la República y siento que hace doscientos
años no arraigaran en España, y más tarde tampoco. Ha sido y es una
gran losa para los españoles.
-¿Por qué
los republicanos españoles fueron tan maltratados por las autoridades de la
Francia Republicana?
-Vergonzoso fue el recibimiento a los
refugiados, instalados en campos de concentración en los que muchos perdieron
la vida. Las autoridades del momento no veían con buenos ojos a los
combatientes españoles a los que consideraban altamente contaminantes por el
papel que tuvo la Unión Soviética en el ejército republicano, y parecía que
todos eran comunistas, rojos peligrosos. Los franceses ya se habían comportado
igual de mal durante la guerra civil negando ayuda a la República española.
-Había en
Francia tantos simpatizantes con los nazis o eran más bien claros acérrimos a
Pétain al que, años antes “endiosaron”?
-Es un hecho, que los franceses siempre tratan de
ocultar, que la ocupación alemana no incomodó en exceso a las clases sociales francesas,
incluso al ejército. Los resistentes fueron cuatro, y los más importantes
embriones de los partisanos contra los ejércitos de Hitler estuvieron
integrados por ex combatientes españoles que aportaron su experiencia en
combate y guerrilla urbana. En general, todo parece indicar que la mayoría
no estaba tan mal.
-¿Por qué una acogida tan fría a los aliados en Normandía?
- Como ya he dicho, para muchos franceses la
ocupación era asumida con complacencia, incluso algunos sacaban beneficio, caso
de los granjeros y agricultores normandos, a los que los alemanes pagaban bien.
Además hay que pensar que para desembarcar en Normandía la artillería
naval y aérea tuvo que emplearse a fondo en la región, causando
muchos daños personales y materiales.
-En el
primer libro-novela retratas a la figura de Amado Granell
y éste ya hacía claras referencias a Vicente Blasco Ibáñez, después, en el
segundo libro, ya te acercas a la figura de Vicente Blasco Ibáñez, ¿cuándo
escribías sobre Granell, ya pensabas en escribir
sobre Blsaco Ibáñez?
-Desde siempre tuve en mente escribir una novela
sobre Blasco Ibáñez, pero fue primero el libro sobre Amado Granell.
Y resultó que el teniente Granell era un
republicano ‘blasquista’, lo cual me permitió
hacer alguna referencia a Blasco. Incluso está la anécdota de que el barco que
traslada a Granell y su unidad desde las costas del
norte de África a Inglaterra es el trasatlántico ´Franconia´
el mismo en el que Blasco Realiza su último gran viaje para escribir ‘La
vuelta al mundo de un novelista’.
-¿Cómo y de
qué manera te llevó en documentar toda la vida, el periplo de Amado Granell?
-Resultó una tarea bastante ardua, por la escasa
información oficial. Su hija, Aurora, fue de gran ayuda. Durante varios años
escruté los archivos de Salamanca, del Ministerio de Asuntos Exteriores y
del Ejército. Visité el archivo de l’Armée en Vincens, el Memorial Leclerc
de París, así como los museos del desembarco en Caen y en Saint
Laurent-sur-Mer. Solicité información a la Legión
Extranjera, Ministerio de Defensa francés, Consulado de Francia en
Valencia y un largo etcétera de fuentes que me permitieron documentar mi
novela ‘El español de la foto de París’(Inédita, 2009), que yo defino como
una crónica novelada.
-¿Qué te
sorprendió más de este personaje?
-Es un auténtico ejemplo del caballero romántico,
épico, que supedita los valores y convicciones políticas al propio beneficio
personal. Reúne todos los ingredientes de un héroe natural, que sin
estridencias siempre llega a todos los sitios sin dar ni un solo paso atrás. Granell es un ejemplo de integridad, valentía, compromiso y
generosidad.
-Me
decías que en el museo de la liberación en París ni una foto, ni una palabra,
ni una frase a los libertadores españoles…..no me lo explico, ¿nos puedes tú
decir algo?
-La liberación de París fue una jugada con más
carga política que militar, habían muchos intereses en juego. De Gaulle no
podía permitir que el mundo supiera que un oficial español al mando de un
puñado de republicanos españoles habían sido los primeros en llegar a la
capital del Sena y ocupado el ayuntamiento, escenificando el primer acto de la
liberación. Si a eso unimos el chovinismo natural de los franceses, es evidente
que, por injusto que parezca, la gesta de Granell y
sus compañeros tenía que ser eclipsada. Pero lo más lamentable es que, setenta
años después, en España tampoco se reconozca, con la resonancia que merece,
el histórico papel de Granell. En cualquier otro
país europeo el oficial español estaría considerado un héroe nacional y
su historia divulgada con profusión.
-Porque ya
me dirás que tenga que ser un conservador como Jacques Chirac quien les
recordase….
-Recordarlos de aquella manera, de tapadillo. Y
también el alcalde de París, Bertrand Delanoe, en el
2004 reivindicó unos momentos de gloria merecida y colocó una placa
conmemorativa. Poca cosa para los libertadores de París. Así se escribe la
historia.
-De todos
esos años de lucha, desengaños y ver de todo: hasta traiciones y golpes bajos.
¿Qué crees que fue lo que más dolor y daño le causó a Granell?
El desengaño de no conseguir un acuerdo entre
socialistas y monárquicos, para formar un gobierno en el exilio entre
ambas opciones, con el reinado de Don Juan de Borbón, que pudiera haber
presionado a los aliados para obligar a Franco renunciar de su
mandato, conseguido por las armas.
-Basilio,
¿en qué estás trabajando actualmente?
Mi agente literario, Antonia Kerrigan,
está gestionando una novela que terminé recientemente. Se trata de una
radiografía social del momento que vivimos, escrita en forma de thriller.
Política, periodismo, corrupción, se dan la mano. Suelo decir que, en
ocasiones la realidad, supera la ficción.
462
El español de la foto de París. Basilio Trilles
504 páginas 23 x 15 cms.
22,50 euros
Inédita
El español de la foto de París es una novela basada en hechos reales que narra la epopeya bélica y personal
del oficial que el 24 de agosto de 1944 liberó la capital de Francia, ocupada
por el Ejército nazi. El teniente Amado Granell, al
frente de ex combatientes de la República española fue el primero en llegar a
la Ciudad de La Luz y ocupar el ayuntamiento, bastión de la resistencia. La propaganda
aliada laminó la figura del héroe español y sus compatriotas: nadie podía
admitir que los españoles habían liberado París.
Desde el asedio al Alcázar de Toledo hasta la liberación de
Estrasburgo, el autor cuenta las hazañas de Amado Granell,
fundamentadas en una rigurosa investigación que nos traslada, con minucioso
detalle, a los diferentes campos de batalla en los que combate y los momentos
históricos que le toca vivir. A lo largo de los capítulos surgen personajes
como Hemingway, Dos Pasos, Alberti, Capa, Gerda Taro,
Gustavo Durán, Vela Zanetti, que comparten momentos
decisivos con el protagonista. Sargento de la Legión Española, mayor del
Ejército Popular de la República y teniente de la División Leclerc,
Granell participa activamente en importantes
escenarios de la Guerra Civil española y de la Segunda Guerra Mundial, sin
dejar de alimentar ni un solo día los ideales políticos por los que lucha:
democracia y libertad. En la trama aparecen detalles como las conversaciones y
correspondencia del embajador de España en París y Vichy durante las semanas
anteriores y posteriores a la liberación, así como la actividad de los
servicios de inteligencia franquistas y Falange Exterior, en colaboración con
las SS y la Gestapo.
Hombre de acción, apasionado y apasionante, en París Amado Granell vive una historia de amor con una mujer muy
especial, colaboradora de la Resistencia. Un amor desbocado, de aventura y
guerra, que lo atrapa al instante, llevándole en una permanente montaña rusa
mientras ejerce como enlace entre Largo Caballero y Don Juan de Borbón, en el
intento de derrocar a Franco desde el exilio. A la muerte de Largo, rechazadas
las prebendas del ejército Francés, sigue empeñado en intentar un acuerdo entre
socialistas y monárquicos, de la mano de Indalecio Prieto. En 1952, cansado y
desengañado, cruza los Pirineos en un regreso imposible.
Basilio Trilles. Periodista. Ha sido
redactor en varios diarios de Levante, fue jefe del Gabinete de la Alcaldía del
Ayuntamiento de Castellón, y director del Heraldo de Castellón. Desde noviembre
de 2005 es director de Altavista Comunicación S.L..
Colaborador de las tertulias de la Cadena Ser. Obtuvo el I premio de Periodismo
Fuerzas Armadas del Ministerio de Defensa y el I Premio Periodismo “Día del
Mar” del Ministerio de Cultura.
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