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Cazarabet conversa con...   Francisco Ruiz Esteban, autor de "Vivir entre tinieblas. Los últimos guerrilleros de Andalucía. La Agrupación Roberto" (autoedición)

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FRANCISCO RUIZ ESTEBAN, UN CRONISTA DE LA MEMORIA DEL MOVIMIENTO GUERRILERO EN EL SUR DE LA PENÍSULA.

 

Este investigador granadino ha llevado a cabo tres interesantísimas ediciones: LOS HIJOS DE LA MEDIANOCHE (2208); MORIR EN GRANADA (20110( y ahora ha visto la luz su último libro de investigación del fenómeno maquí: “VIVIR ENTRE TINIEBLAS. Los últimos guerrilleros de ANDALUCÍA. La agrupación Roberto” .


Sus tres libros sobre “el maquis” en el Sur de la península:

 

“Los hijos de la noche”: La partida de "Yatero" y el maquis granadino.

Con prólogo de Emilio Atienza. ,”Los hijos de la noche”, es una historia de resistentes, del "clamor indomable de los vencidos", que dice el poeta Manuel Ruiz Amezcua; una historia de quienes no renunciaron a defender la legalidad democrática, la libertad y la justicia, por los únicos medios que les dejaron la derrota y sus dramáticas consecuencias. En circunstancias absolutamente adversas, y con las únicas salidas posibles hacia la clandestinidad, la sierra y, con toda probabilidad, la muerte en la lucha o el exilio, mantuvieron una resistencia absolutamente desigual durante años. En el momento actual, en el que los antagonismos de clase son tan manifiestos como se evidencia ante iniciativas para la recuperación o esclarecimiento de ciertos capítulos de nuestra reciente Historia, es muy pedagógico recuperar documentos de un ayer todavía abierto, y por ello hoy plenos de necesaria actualidad y presencialidad.

Confiesa el autor que sobre estos héroes o mártires anónimos, sobre su trayectoria y la de sus familiares y entorno, era necesario arrojar algo de luz, verdad, y sobre todo de conocimiento. Él lo hace con un grupo de resistentes, maquis: la partida de Juan F. Medina García,Yatero, para analizar sus formas de vida, de conducta, relaciones humanas y evolución psicológica en un medio absolutamente hostil, regido por la desconfianza, la delación y el acoso permanente, en un escenario geográfico delimitado por las localidades de Quénta, Güéjar Sierra, La Peza, Diezma, Guadix y la misma Granada, en el cronológico de 1939 a 1947 y un paisaje humano de resistentes: los hermanos Quero, las partidas de Roberto, los Matías, Castillo, Clares, Capilorros, los Chavicos, o Polopero...

Su ejemplo ético, su lucha y sus nombres han quedado incorporados a la Historia con este documentado estudio.

 

“Morir en Granada”: Los hermanos Quero.

En Morir en Granada, se hace realidad la afirmación de Antony Beevor: Contar la historia desde abajo es la única forma de narrar las consecuencias de los acontecimiento sobre la gente corriente, en efecto, el autor Francisco Ruiz Esteban ha recorrido los caminos más complicados, quebrados, inhóspitos de la geografía de Granada y de sus provincias limítrofes, a la búsqueda unas veces del documento, otras del testimonio oral de los escasos supervivientes de unos tiempos duros, de hierro y fuego. Su historia es la de gentes de almas recias, seguros de sus convicciones por las que sacrificaron cuanto tenían, hasta la misma vida. Estamos ante cientos de pequeñas historias que configuran una gran historia con unos protagonistas de excepción, los hermanos Quero, que hoy están en el imaginario colectivo de Granada. Morir en Granada es una historia de resistentes, arrojados al monte o a la guerrilla para sobrevivir a una represión ciega e implacable. Los ejemplos de ello son abrumadores y nos mueven a la más profunda reflexión sobre la condición humana, sus bajezas y ruindades, pero también es cierto que en medio de tanta miseria moral aparecen tipos humanos de una generosidad ilimitada, hasta el sacrifico de extremo.

 

“Vivir entre tinieblas”:Los últimos guerrilleros de Andalucía. La Agrupación Roberto.

Para acercarnos a este último libro de Francisco Ruíz Esteban nos acompañamos del blog de “foro por la memoria” y a las opiniones que de allí emanan, que son las que se recogen en la misma contraportada del libro. Así que , por ejemplo, en este blog nos encontramos con las palabras de Paul Preston…. ya no era la primera vez que el historiador e hispanista Paul Preston opinaba sobre la obra de Ruíz Esteban y siempre lo ha hecho gratamente, y les podemos asegurar que Paul Preston es más que nada sincero. Así por ejemplo de su primera obra, “Los hijos de la noche”, decía:”Lo abrí pensando nada más en hojearlo brevemente, pero me enganché enseguida. Se lee con la facilidad de una novela, está lleno de emoción( me gustó la manera en que relata las peripecias de la investigación) y, lo más importante, es una contribución crucial a la historia de la resistencia antifranquista”


5027619.jpgAhora el blog del foro por la memoria de Andalucía recoge tres opiniones: la de Paul Preston, la de Emilio Atienza y la de una nieta de un guerrillero, conocido por el nombre de Juan, que fue asesinado por el régimen franquista en 1947:


Paul Preston: “Los que huyeron al monte fueron los vencidos que se negaron a darse por vencidos. Su lucha por la supervivencia se convirtió en una resistencia armada en las sierras andaluzas contra los opresores, quienes querían sofocar todo vestigio del proyecto progresista de la República, el cual tanto había significado para las clases populares. El libro logra trasmitir la tristeza y el heroísmo de los que se entregaron a esta dolorosa lucha aun sabiendo que estaban condenados a una segunda derrota. Es un libro muy vivo cuyo valor e intensidad provienen de la relación personal que pudo establecer con los supervivientes el autor, Francisco Ruiz Esteban, uno de los mayores expertos sobre la guerrilla en Málaga y Granada”.


Emilio Atienza Rivero:”Este libro recoge los testimonios de gentes sencillas que nunca renunciaron a su dignidad, que lo sacrificaron todo por unos valores sustantivos imprescindibles de preservar, no solo para trasmitirlos a sus hijos y nietos sino porque, para ellos, la libertad y la justicia eran tan necesarios como el aire que respiraban. Optaron por la resistencia activa. No tuvieron otra posibilidad ante una violencia que les condenó desde el primer momento del nuevo régimen, simplemente por su condición de militantes de un partido o sindicato de clase, o por haber luchado en el Ejército de la República con entrega y lealtad plenas. Hoy son ya paradigma de los ideales más dignos y preciados de la especie humana: la libertad, la igualdad, la solidaridad y la justicia social”.


Y la nieta de Antonio (conocido como Juan) Saavedra Segura, asesinado por el régimen franquista en 1947, deja esta opinión:”Francisco Ruiz Esteban aborda esta nueva aventura literaria con el mismo anhelo y pasión por la verdad que en sus anteriores obras Los Hijos de la Noche y Morir en Granada. En las páginas de este libro aflora una necesidad intrínseca en el autor: el deseo de recuperar la historia de los vencidos, explicada y revivida por ellos mismos. Y es así como Vivir entre tinieblas se convierte en una digna invitación a descubrir esos silencios tan eternos y tan dolorosos que aún hoy perduran en la vida de demasiadas personas. Esther y Carme Hergueta Saavedra”.

 


0000705172_230x230_jpg000.jpgDe conversación con Francisco Ruiz Esteban, conocido por los amigos como Tani.

 

- Francisco, ¿por qué escribes sobre el fenómeno maqui?; ¿qué te ha llevado a ello?.

- Para realizar mi tesina o proyecto de fin de carrera, tenía que elegir un tema. En principio, pensé en algún líder o proceso revolucionario en Latinoamérica, pero pronto comprendí que era difícil, sobre todo desde el punto de vista logístico, por lo que me decidí por algún tema  relacionado con la  II República, la Guerra Civil o el franquismo. 

Se trataba de una etapa decididamente triste: el relato de una derrota tras otra. Y fue así como me encontré con el tema de la resistencia antifranquista. Me cautivó por el coraje de esos hombres y mujeres y sobre todo por la decisión que tomaron: no permitir que el régimen decidiera cómo iban a morir. Adoptaron la máxima de "En caso de morir, mejor luchando que no como conejos", con todo lo que ello implicaba.

 

- Has firmado tres libros excelentes y muy rigurosos, sobre este fenómeno de resistencia ciudadana frente a la opresión de la dictadura franquista. ¿Por qué el maquis todavía, hoy y ahora, es un tema que da tanto de qué hablar?.

- Creo que es una deuda pendiente de la sociedad española (hacia el movimiento en sí y hacia la propia nomenclatura). El maquis, sin duda, merece un justo reconocimiento ya que representa la esencia de los ideales de la II República: la libertad, la igualdad, la justicia social  y la democracia. Aún más en unos momentos en que ha quedado bien demostrado que la transición fue ni más ni menos que la renuncia, por parte de los líderes de la izquierda -que no de los militantes-, a esos principios  consustanciales al ser humano. No fue sino una clara continuación del franquismo, donde quedaban a salvo todos los intereses de los partidarios del régimen. Y la izquierda se integró en ese proceso: renunció a unos ideales y tomó parte de la gestión como socio menor. Como se suele decir: “Se vendió por un plato de lentejas”.

Aunque yo me pregunto: “¿Dónde se gestó, planificó y tuteló esa transición? ¿En España, o más bien en los centros de poder mundial, es decir, en los Estados Unidos de América?”.

 

- ¿Cuál de los tres libros te ha llevado más trabajo cumplimentar?

- Es difícil de determinar. Del primero surgió el segundo y del segundo, el tercero. Tal vez el primero, por la falta de experiencia.

- Francisco, ¿cómo y de qué manera se fue forjando el fenómeno maquis en la zona en que lo has estudiado?

- La mayor parte de la población se dio cuenta del carácter exterminador del régimen franquista, por lo que muchos hombres y mujeres comprendieron que, antes o después, esa represión les segaría sus vidas: ya fuera en las famosas y tenebrosas sacas o bien en los campos de concentración o en las cárceles. 

A la mayoría fue el propio régimen el que les empujó al monte. Una vez allí, no les quedó más remedio que tomar las armas como única posibilidad para sobrevivir y tratar de derribar ese enemigo tan hostil. Más aún, tras la derrota del fascismo en el mundo y después de la traición doble de occidente, su única aspiración fue poder alcanzar el exilio.

- Así, en breve y como en definición:¿Cómo fue la resistencia entre las sierras del entorno granadino ….ese que tú conoces tanto?

- Encarnizada. Era cuestión de vida o muerte. No era: fue.

- Cuéntanos, ¿ cómo fue el acercarte a la mítica partida del Yatero?

- Simplemente por casualidad. En el momento en que entras en contacto con ese mundo, la gente  mantiene ese acervo histórico y ese reconocimiento del papel que desempeñó y lo que significó el maquis en un contexto tan oscuro y desesperanzado. Era la única luz que se podía vislumbrar ante la larga y tenebrosa sombra de la dictadura franquista, que lo invadía e impregnaba todo (por supuesto, siempre con la bendición espiritual de la Iglesia católica y del apoyo incondicional de las llamadas democracias occidentales).

 

- ¿Con qué anécdotas más notorias  te encontraste al estudiar a los hermanos Quero?

- Sobre todo con los gestos de solidaridad y de humanidad en esa relación entre las gentes del pueblo, que en muchas ocasiones no tenían fronteras ideológicas

- En tu último libro te acercas a los últimos guerrilleros de Andalucía:¿cómo vivieron estos los últimos días de resistencia?; ¿cómo fue la agrupación Roberto?

- Por supuesto, con amargura y desesperación. Siempre guiados, no obstante, por esos principios que he mencionado con anterioridad y, sobre todo, con algo muy claro: había que “luchar y morir luchando o morir a manos del fascismo” (muchos fueron torturados brutalmente y obligados a delatar a sus compañeros y colaboradores). No tenían elección.  

- Francisco, ¿cómo se fue disolviendo el fenómeno maquis en Andalucía? 

- Queda claro con lo que he escrito hasta el momento: con la aplicación de la doctrina político-militar de tierra quemada y utilizando la vía de la represión, torturas, eliminación física, cárcel, expropiación de bienes y el despoblamiento de las zonas o posibles zonas donde actuaba este movimiento.

No había que atrapar el pez sino quitarle el agua.

- Amigo Francisco, ¿en qué estás trabajando ahora...qué nos estás preparando para un futuro...en qué girará tu próxima investigación...o en qué trabajas?

- De momento, trato de serenarme un poco y de disfrutar de este libro. Sin embargo, siempre hay deudas pendientes con los desfavorecidos, con los desheredados, con los derrotados, con los sin voz, con los invisibles, con las víctimas… En una palabra: con el pueblo.





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Vivir entre tinieblas: los últimos guerrilleros de Andalucía : la Agrupación Roberto. Francisco Ruiz Esteban. Prólogo de Josep Borrell
622 páginas       16 x 23 cms.
23,50 euros
Francisco Ruiz Esteban



Los que huyeron al monte fueron los vencidos que se negaron a darse por vencidos. Su lucha por la supervivencia se convirtió en una resistencia armada en las sierras andaluzas contra los opresores, quienes querían sofocar todo vestigio del proyecto progresista de la República, el cual tanto había significado para las clases populares. El libro logra trasmitir la tristeza y el heroísmo de los que se entregaron a esta dolorosa lucha aun sabiendo que estaban condenados a una segunda derrota. Es un libro muy vivo cuyo valor e intensidad provienen de la relación personal que pudo establecer con los supervivientes el autor, Francisco Ruiz Esteban, uno de los mayores expertos sobre la guerrilla en Málaga y Granada.
Paul Preston

Este libro recoge los testimonios de gentes sencillas que nunca renunciaron a su dignidad, que lo sacrificaron todo por unos valores sustantivos imprescindibles de preservar, no solo para trasmitirlos a sus hijos y nietos sino porque, para ellos, la libertad y la justicia eran tan necesarios como el aire que respiraban. Optaron por la resistencia activa. No tuvieron otra posibilidad ante una violencia que les condenó desde el primer momento del nuevo régimen, simplemente por su condición de militantes de un partido o sindicato de clase, o por haber luchado en el Ejército de la República con entrega y lealtad plenas. Hoy son ya paradigma de los ideales más dignos y preciados de la especie humana: la libertad, la igualdad, la solidaridad y la justicia social.
Emilio Atienza Rivero

Francisco Ruiz Esteban aborda esta nueva aventura literaria con el mismo anhelo y pasión por la verdad que en sus anteriores obras Los Hijos de la Noche y Morir en Granada. En las páginas de este libro aflora una necesidad intrínseca en el autor: el deseo de recuperar la historia de los vencidos, explicada y revivida por ellos mismos. Y es así como Vivir entre tinieblas se convierte en una digna invitación a descubrir esos silencios tan eternos y tan dolorosos que aún hoy perduran en la vida de demasiadas personas. Esther y Carme Hergueta Saavedra.
Nietas de Antonio (conocido como Juan) Saavedra Segura, asesinado por el régimen franquista en 1947

FRANCISCO RUIZ ESTEBAN (1956), granadino de Bejarín, Purullena, ha desarrollado su trabajo docente como profesor de E.G.B., y de Educación Secundaria; es Licenciado en Geografía e Historia y Doctor en Historia por la Universidad de Granada; fue Técnico en Pedagogía en Educación de Adultos en Nicaragua. Comprometido con los movimientos asociativos, culturales, sociales y sindicales ha sido alcalde de Purulllena y ha asumido responsabilidades políticas en su ayuntamiento en los últimos años. Es buen conocedor de la realidad de América latina y en particular de Centro América a la que ha dedicado varios periodos de su vida como experto en Educación. Ha viajado por parte de Europa, Asia, el Norte de África, América del Norte y del Sur. Ha publicado Los Hijos de la Noche (2008) y Morir en Granada (2010).



PRÓLOGO

En los tiempos oscuros

En los tiempos oscuros,
¿se cantará también?
También se cantará
sobre los tiempos oscuros.

Bertolt Brecht



Es para mí un honor y una satisfacción que Francisco Ruiz Esteban me haya pedido prologar su libro y el relato profundo y sentido que en él hace sobre los más oscuros tiempos de España. Su texto está poblado por personajes trágicos, que a algunos pueden parecerles hoy lejanos, como protagonistas de dramas clásicos o de viejas películas; pero son reales como la historia misma y con derecho a tomar la palabra para que sus vivencias no se olviden.

Los maquis forman parte de mis recuerdos de infancia, cuando junto al fuego en las noches de invierno en el Pirineo de Lleida, oía a mis mayores contar a media voz cómo entraron por el Valle de Arán en el 44, cuando los alemanes se retiraban de Francia y los republicanos que habían luchado contra ellos creyeron, ingenuamente, que los aliados derribarían a Franco. No fue así y esos hombres tuvieron que replegarse o refugiarse en las montañas para seguir su lucha sin esperanza. Después ha habido alguna película tremenda sobre los maquis en Asturias que ha contribuido a rescatar su historia y revivir mis recuerdos de la niñez, como ahora lo hace el libro de Francisco.

Sabido es que el pasado lo escriben los vencedores, y que los derrotados en raras ocasiones pueden hacer oír su voz. Pero el profesor granadino da el derecho de réplica a los últimos resistentes, a los hombres y mujeres que creían en la II República, con la que habían adquirido la condición de plena ciudadanía por vía pacífica y democrática.

Este libro es una clara inmersión en el mundo del maquis, de los hombres de la sierra y las montañas, de los “bandoleros” (tal como los llamaba el régimen para lograr su desprestigio social), que no tuvieron más alternativa que la de la rebeldía y la lucha armada ante la terrible represión impuesta por la dictadura. Con su peculiar estilo, Ruiz Esteban relata la contienda de estos resistentes –sumidos en la miseria material, social y espiritual que había traído el nuevo orden al que se enfrentaban-, perfila su forma de vida y muestra su estrecha relación con el pueblo llano, con quien llegan a encontrar verdaderos espacios de paz. Machado refleja muy bien el concepto de fraternidad en su conocido poema del libro Soledades, y su canto se adecúa a la perfección a los protagonistas del libro de Ruiz Esteban:

Y en todas partes he visto
gentes que danzan o juegan,
cuando pueden, y laboran
sus cuatro palmos de tierra.
Nunca, si llegan a un sitio,
preguntan a dónde llegan.
Cuando caminan, cabalgan
a lomos de mula vieja,
y no conocen la prisa
ni aun en los días de fiesta.
Donde hay vino, beben vino;
donde no hay vino, agua fresca.
Son buenas gentes que viven,
laboran, pasan y sueñan,
y en un día como tantos,
descansan bajo la tierra.


De hecho, como muestra claramente este relato histórico, los guerrilleros mantuvieron una relación simbiótica con el campesinado andaluz durante la posguerra, algo que puso en evidencia que la solidaridad era un elemento imprescindible para su lucha y, a la vez, su única esperanza. El coraje de los maquis para esquivar la muerte, la cárcel o el sometimiento resignado al franquismo hizo que nunca renunciaran a un pequeño rayo de esperanza. Por eso permanecieron armados en el monte, luchando con desesperación y sobreponiéndose a la pérdida de sus compañeros y de sus colaboradores.

Muchos perecieron en el intento, es cierto. Solo unos pocos consiguieron, pagando un elevado precio por ello, salvar el pellejo guiados por esta máxima: “Si
luchas puedes perder, pero si no luchas estás perdido”.

Gracias a Francisco Ruiz Esteban por devolvernos estas páginas de nuestra historia.

Josep Borrell Fontelles

 

 

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