La
Librería de El Sueño Igualitario
El libro
que el lector tiene en sus manos es el producto de la puesta en común del
trabajo de cuatro grupos de investigación de otras tantas universidades
españolas. Milagrosamente, o de manera menos retórica, excepcionalmente, se
trata de una experiencia ya veterana, que ha sido capaz de mantenerse a lo
largo de diez años, con un futuro aún abierto y la voluntad firme de continuar
trabajando de forma coordinada. Ello ha de permitirnos proseguir con la
organización de encuentros de debate donde, con investigación a pie de obra,
argumentos y también pasión, vamos consolidando una nueva mirada y reflexión
histórica sobre las características y los muchos problemas de la
nacionalización política y social española contemporánea.
No tenemos por qué esconder nuestra admiración y respeto por el profesor Justo Beramendi, de quien partió la idea de ir a un enfoque sobre
la cuestión que, desde el trabajo concreto y documentado por la base,
permitiera romper con discusiones en ocasiones circulares acerca del débil, o
no tanto, proceso de construcción del Estado liberal español. Los cuatro grupos
nos ubicamos en las universidades de Santiago de Compostela, el País Vasco,
Castilla-León y Autónoma de Barcelona. Hemos contado con diversas ayudas,
económicas y de infraestructura, y hemos logrado mantener a lo largo del tiempo
proyectos de investigación paralelos, desarrollados bajo la dirección e
impulso, respectivamente, de los profesores Justo Beramendi
y Miguel Cabo, desde Santiago, Luis Castells y Félix Luengo, desde Leoia y Vitoria,
Mariano Esteban y Dolores de la Calle, desde Salamanca y Pere Gabriel y Jordi Pomés, desde Barcelona. Dichos proyectos han contado en
todo momento con el reconocimiento y la financiación del Ministerio de
Educación y Ciencia (ahora del MINECO).
Este libro, España Res Publica. Nacionalización española e identidades
en conflicto (siglos XIX y XX), es la segunda obra publicada que recoge de
forma directa y amplia este trabajo conjunto. Viene a continuar las
aportaciones reunidas en una anterior publicación, Procesos de nacionalización
en la España contemporánea (2010), editado por Mariano Esteban y M.ª Dolores de
la Calle. Aquella obra fue el resultado de la celebración de un extenso
encuentro auspiciado por los cuatro grupos aludidos en Salamanca a finales de
septiembre y principios de octubre de 2009. Ahora, el nuevo libro ha sido
construido a partir de las intensas discusiones habidas en el Congreso que tuvo
lugar en la Universidad Autónoma de Barcelona, en octubre de 2012.
Hemos procurado construir un texto, articulado, que a pesar de la
amplitud, variedad y alcance de los temas abordados, mantenga una unidad y
constituya realmente un balance de los avances logrados. Más aún: nos ha
interesado destacar en especial algunas aportaciones de gran calado, que
debieran obligarnos a todos a replantear y matizar adecuadamente el debate
básico propuesto acerca de los múltiples procesos abiertos a lo largo de los
siglos XIX y XX de nacionalización española y su incidencia en una serie de
identidades colectivas en conflicto. En este sentido, el trabajo no concluyó en
la reunión de octubre de 2012, continuó después y el resultado es el que ahora
presentamos. El libro gira alrededor de seis grandes ámbitos, que, más allá de
fijar distintos espacios temáticos, sugieren y abren otros tantos caminos
metodológicos complementarios a profundizar y desarrollar: 1. Simbologías,
celebraciones e iconografías; 2. Literatura, lengua y prensa; 3. Guerra,
violencia, milicias; 4. Obreros, campesinos, sindicatos; 5. Discursos
nacionales; 6. Regionalización y nacionalización. Cada parte cuenta con un
capítulo introductorio. La tarea ha sido asumida, respectivamente, por Jordi
Roca (University of Warwick),
Angel Smith (University of
Leeds), Manuel Santirso (Universitat
Autónoma de Barcelona), Miguel Cabo (Universidade de
Santiago de Compostela), Jordi Pomés (Universitat Autónoma de Barcelona) y Javier Ugarte
(Universidad del País Vasco-EHU). Ha sido, creemos, una apuesta ambiciosa, dado
que hemos procurado ir más allá de la simple presentación amable de los
distintos capítulos incluidos. Se trata de textos con contenido y afirmaciones
de fondo sobre cada una de las cuestiones. Textos construidos tras toda la
labor de conjunto efectuada. El lector comprobará fácilmente la importancia y
el alto nivel científico del gran número de investigadores que han intervenido
en esta obra. Destaquemos simplemente que en cada parte podrá entrar en el
conocimiento y análisis contrastado de ejemplos territorialmente bien
definidos, alrededor, fundamentalmente, de realidades gallegas, castellanas,
vascas y catalanas. Y en todos los casos, múltiples incursiones y referencias
europeas, que debieran permitirnos acercarnos a la práctica de una historia
internacional comparada, sin duda necesaria.
La relación de ayudas y esfuerzos que han hecho posible la edición de este
trabajo es sin duda muy extensa. De entrada, debemos agradecer la colaboración
de los directores de los proyectos mencionados Justo Beramendi,
Miguel Cabo, Luis Castells y Mariano Esteban, así
como a la totalidad de sus miembros. En nuestra casa, en la UAB, hemos contado
desde un primer momento con el apoyo de la Dirección del Departamento de
Historia Moderna y Contemporánea, y el reconocimiento del Decanato de la
Facultad de Letras. El Grup d´Estudis
República i Democràcia (GERD), al que nuestro grupo
ESNACAT se encuentra adscrito, nos ha prestado también múltiples ayudas. Por su
lado, y en especial, Gemma Peralta y María Rodríguez,
junto a Fran Fernández, han constituido nuestro pequeño equipo técnico que ha
asegurado unos días gestiones y otros revisiones, correspondencia y
correcciones. Su labor ha sido fundamental, imprescindible. En cualquier caso,
el libro y el trabajo efectuado no hubieran sido posibles sin la ayuda
concedida por el MINECO a través del reconocimiento del proyecto financiado HAR
2010-21990, que dirige Pere Gabriel. Que conste nuestro agradecimiento a todos
y la esperanza que podamos continuar contando con su tan necesario como
ineludible apoyo para continuar una labor en la que muchos nos sentimos
implicados, convencidos de su importancia y contribución al conocimiento de la
realidad contemporánea de España.
Cazarabet
conversa con Francisco Fernández Gómez
-Francisco, estamos ante un libro de un
trabajo inmenso en su contenido (lo que nos ofrece el libro de escritos,
reflexiones y demás…lo que diríamos “trabajo in situ”), en su continente (lo
que es la idea, el porqué os lanzasteis con esta investigación), lo que digo:
un libro inmenso….Cuando me encuentro con un libro así, me digo: “Bueno, tendré
que almorzar para emprenderlo…”. ¿Cuánto tiempo estuvisteis sumergidos en este
trabajo?; ¿cómo fue el trabajo de ir recopilando material, reflexiones,
aportaciones, ideas…? Y lo que es más importante ¿por qué un libro sobre la
nacionalización española, la nación española las identidades y naciones en
conflicto?
-Empezaré respondiendo a vuestras preguntas por el final. La centralidad
del libro sobre la nacionalización española, tal y como apuntas, viene dada en
gran parte por la labor que llevan realizando diferentes proyectos de
investigación sobre el tema desde hace años. En este caso desde el proyecto
ESNACAT (España y Nación en Cataluña) del Departamento de Historia Moderna y
Contemporánea de la UAB coordinamos el trabajo que, por otro lado, comprende de
las aportaciones de otros grupos de investigación de las universidades del País
Vasco, Salamanca y Santiago de Compostela. Gran parte del día a día de nuestros
grupos depende de dicho trabajo conjunto que generamos. Este libro, en gran
medida, es fruto de ello. Así pues, de manera aproximativa, sólo contando con
la gente de los proyectos directamente implicados en el libro, podemos
especular sobre unas 50 personas que han participado más o menos activamente en
su buen desarrollo. La recopilación “física” del material que conforma el
libro, por otro lado, bebe en gran medida del “Congreso España Res Publica”,
celebrado en la UAB en octubre del pasado 2012. Las comunicaciones presentadas,
una vez confrontadas en el congreso, fueron en muchos casos retocadas,
recogiendo las críticas y sugerencias que fueron debatidas con anterioridad.
Ante la edición del libro los bloques temáticos aparecidos en el congreso
fueron revisados y, al mismo tiempo, en cada bloque se decidió añadir un texto
inédito de carácter introductorio y valorativo. Así pues, os podéis imaginar
que no ha sido un proceso rápido de unos pocos meses.
-¿Cuánta
gente ha colaborado en este libro?
Más allá de las personas de los grupos antes mencionadas habría que
sumar otras colaboraciones y aportaciones de investigadores e investigadoras de
otras universidades, así como las personas más implicadas en las labores
propias de la edición del libro y su posterior difusión. En el caso particular
del proyecto ESNACAT y de sus integrantes y colaboradores, no quiero olvidar el
trabajo muchas veces oculto de los compañeros de la secretaría del departamento
en donde trabajamos, sin su ayuda y colaboración, muy difícil resultaría que
tareas como esta saliesen a la luz. Esta colaboración se hace extensiva al
propio departamento y al resto de la Universidad. Finalmente, colabora y
enriquece toda persona que lea el libro y se muestre abierta a la reflexión,
tal y como ustedes han hecho.
- ¿España,
en realidad, siempre ha caminado, aún sin darse cuenta, hacia una República
Federal , teniendo en cuenta sus diferentes nacionalidades?
Afirmar tal cosa, a mi entender, sería afirmar que existen ciertas
esencias, por así decirlo, que configuran a los individuos nacidos en un
determinado territorio. Desde mi punto de vista las naciones y los
nacionalismos no son otra cosa que una invención humana, muy real eso sí,
puesto que millones de personas así lo creen, pero en definitiva, una invención
y, a mi entender, no demasiado antigua en el tiempo, forjada a caballo de la
decadencia del Antiguo Régimen y de los primeros coletazos de la
contemporaneidad. A vuestra pregunta, pues, respondo con un no, sencillamente
porque no considero que España y los distintos nacionalismos que en ella se
diseminan sean algo inherente a las personas nacidas en territorio español, más
bien los interpreto como conciencias identitarias
fundamentadas en mitos, tradiciones e intereses económicos y políticos de todo
tipo.
Lo interesante del estudio y comprensión de esta temática, a mi
entender, es el conflicto de intereses que confluyen dentro y entre
nacionalismos y, en un terreno más personal, tengo especial curiosidad
historiográfica para comprobar el alcance de identidades contrarias o críticas
a los nacionalismos, como pudieron ser los posicionamientos internacionalistas
y cosmopolitas.
-La
esencia de los nacionalismos, o de muchos de ellos, que están en manos del
poder( más allá de lo político, me refiero al que regenta muchos intereses
económicos)…se fundamenta en el tener siempre al nacionalismo como arma , a
forma de destornillador, para jugar con el Estado para apretar, desapretar(los
unos los hacen con los otros) y mientras se juega con una cosa no se habla de
lo verdaderamente importante…En resumidas cuentas los nacionalismos no son más
que una espesa cortina de humo, ¿no?
-Considero que no necesariamente los nacionalismos están siempre
controlados estrechamente por el poder. Por ejemplo las propuestas del confederalismo democrático en el Kurdistán de nuestros
días, distan mucho, a mi entender, de propuestas destinadas a la creación de
nuevos estados nación, pero sí que es cierto que en general, el nacionalismo es
una herramienta útil para los estados. Al fin de cuentas, desde una óptica
estrictamente liberal, la justificación del estado se fundamenta en algo tan
abstracto como la nación, que no sería otra cosa que la depositaria de la
soberanía, la cual en teoría reside en la ciudadanía, es decir, las personas
con derechos y deberes. El estado liberal, teóricamente, se fundamenta en la
idea de la existencia de una nación de carácter político que coincide con la
ciudadanía. Resulta lógico, a partir de estas premisas, que el estado intente
que la población residente en su territorio acepte ideológicamente el corpus
legal establecido e interiorice su rol de ciudadano/a. Si a esa nación liberal,
desde los más variados medios generadores de conciencia, tales como el propio
sistema educativo, los medios de comunicación, las artes o el mero
asociacionismo, se le suman ciertos mitos e hitos históricos, por aquello de
embellecer la teoría, sin duda alguna la conciencia de formar parte de una
nación aumenta. Es una mezcla de arte, historia, sociología, propaganda y
educación que si funciona es útil para los intereses de los estados, sean
liberales o no.
En un sentido abstracto, si simplificamos, y tomamos como ejemplo a un
trabajador cualquiera, no resulta descabellado pensar que puede ser más útil
para la estabilidad del sistema uno que se crea hermanado con sus jefes que no
con otros trabajadores de otras latitudes. Siempre será más dócil el que
utiliza los mecanismos oficiales de mediación de conflictos, que no otro
receloso de los mismos y partidario de resolver directamente sus conflictos sin
mediación alguna. Será, en definitiva, más interesante un trabajador en paro
que participe en una larga cadena humana, reivindicando así los derechos de una
nación, que no otro que considere que en esa misma cadena hay posibles
responsables de su situación.
Evidentemente tras las fachada de los estados hay otros poderes, quizá
no tan visibles pero igualmente capaces de dirigir o condicionar el rumbo de
millones de personas. Las cárceles, y no es casualidad, están repletas de
pobres. Tener una fortuna en este sistema es siempre más favorable que nacer en
un hogar sin muchos recursos.
-¿Los
propios nacionalistas, los unos y los otros, no son los primeros en querer
mantener cierto estatus de tensión en torno a la cuestión de estado y al
“dibujo” del mismo?
No sabría qué responder, sinceramente.
-Mientras
se habla de conseguir naciones, sean cuales sean, se está obviando el hablar, y
más en tiempos de crisis, de aquello más importante: lo social, que los
ciudadanos gocen de libertad y libertades y de bienes y derechos sociales que
además vienen reflejados en la carta magna… ¿Qué nos puedes decir?
-Primero de todo y para empezar, cuando se votó la actual constitución
ni tan siquiera había nacido, y esto, pese a que se compare con el caso de la
constitución americana para quitarle importancia, ya genera cierta desconfianza
hacia una constitución votada en un contexto histórico de transacción
democrática y que, pese a ciertos artículos socialmente progresivos, éstos,
normalmente, no se aplican. En segundo lugar, no olvidemos que detrás de la
fachada del estado existen otros poderes. La Iglesia, a día de hoy, sigue movilizando
a millones de personas en España. La CEOE, por ejemplo, tiene la capacidad de
tener ministros afines en temas económicos y sociales, tanto en gobiernos del
PP como del PSOE. El sector financiero, en los años de expansión económica
privatizo sus beneficios, algo lógico en un contexto capitalista, sin embargo,
en el momento que peligraba su status, ha sido rescatado con fondos públicos,
es decir, sus pérdidas se han socializado...
Teniendo en consideración los puntos planteados, sí, considero que los
debates nacionalistas sirven para desviar la atención mediática de otros
conflictos sociales. No creo en teorías de la conspiración y creo sinceramente
que es pura casualidad pero por ejemplo, la atención mediática de las protestas
tras el intento de desalojo y demolición parcial de Can Vies
en Sants, se esfumó repentinamente ante la abdicación
del monarca. El debate sucesorio, por otro lado, ha derivado hacia debates en
pro de la monarquía borbónica o de una posible república, que no es otra cosa
que modelos diferentes de configuración del estado nación. Seguramente para
muchos sectores de la izquierda la II República fue un mito y símbolo de su
ideario, así que la idea de una III República sigue siendo un agente identitario (y nacionalizador) que moviliza a sus bases. En
Cataluña, de la misma manera, es obvio que tras el auge del independentismo
también existe cierta voluntad del electorado de izquierdas e incluso de
derechas, a ver en la posible independencia una salida airosa a cierto
españolismo hostil a la heterodoxia. En resumidas cuentas, el foco mediático en
general se centra más sobre estados y naciones y raramente sobre conflictividad
social o vulneración de derechos fundamentales. Y ese foco mediático, agrade o
no, es generador de opinión y, en síntesis, de ideología. El nacionalismo es,
por lo tanto, pese a quien le pese, una fuente de generación ideológica e
identitaria, la cual, sin duda, tiene entre sus funciones la de asegurar o
mitigar ciertos conflictos sociales.
- Las
nacionalidades y las identidades ¿qué papel fundamental jugaron y juegan en la
historia contemporánea de España?
Casi todos los artículos del libro tratan sobre ello, así que es fácil
deducir que jugaron un papel fundamental. La conceptualización de las naciones
y su asimilación por parte de la población, a mi entender, son rasgos
definitorios de la contemporaneidad. La idea de nación subyace en el
liberalismo histórico, como en los movimientos reaccionarios contemporáneos,
idea que también se encuentra en muchos de los conflictos del mundo de
entreguerras del siglo XX. Hasta el Socialismo, en sentido amplio, abanderado
del internacionalismo y del cosmopolitismo, en los devenires de la I Guerra
Mundial abrazó en su mayoría la idea de nación. Y no hay que ser demasiado
avispado para comprender que, tras el auge del fascismo, se escondía igualmente
y con mucha fuerza dicha idea. En los tiempos contemporáneos, si se quiere
gestionar y dirigir un estado, el fomento de la conciencia nacional es útil
para generar adhesiones o, por contra, para sumar individualidades a
movimientos antagónicos.
En nuestros tiempos de globalización los nacionalismos llevan años
siendo el centro de la atención mediática y no es casualidad, puesto que raro
resulta encontrar un movimiento social o político que
no tenga su propio discurso alrededor de la idea de nación.
-Verdaderamente,
¿qué construye “nación e identidad” en época contemporánea?
Si pensamos en lo que se conoce como nacionalización de las masas o,
dicho en otras palabras, los mecanismos que se ejecutan para extender las
conciencias nacionales entre la población de un determinado territorio,
comprobaríamos que uno de los principales focos generadores de identidad son
los medios de comunicación. Prensa escrita, radio, televisión o internet son a
menudo generadores de identidad nacional. El propio estado y sus estructuras,
históricamente, también son generadores de identidad. Otras instituciones y
organizaciones, como puede ser la Iglesia Católica en España o Irlanda, también
han sido base para extender determinadas conciencias nacionales. Sumemos
también a esta lista cosas tan importantes como los sistemas educativos, la
promoción de ciertos asociacionismos, la reivindicación de ciertas tradiciones
y costumbres, el trabajo de la intelectualidad, el mismo arte o, finalmente, la
popularización del deporte, y entenderemos gran parte del éxito de las
conciencias nacionales.
Todo lo anteriormente comentado y otros factores construyen la nación.
Cuando el ministro Wert afirmó en el Congreso que
quería españolizar las aulas catalanas, ciertamente, quizá no fue el político
más políticamente correcto, pero sin duda afirmaba una obviedad y nos mostraba
la utilidad, en este sentido, que tiene la educación para generar conciencia
identitaria. En Catalunya, por ejemplo, muchos medios de comunicación, ya sea
desde la perspectiva catalanista o españolista, emiten sus programas bajo una
fuerte carga ideológica nacional. No es casualidad que en las emisiones de Intereconomía, por ejemplo, sea habitual que el logo que utilizan,
ese del toro símbolo del neoliberalismo, a menudo se vista con los colores de
la bandera rojigualda o que TV3, sin duda alguna, sea
un fenomenal generador de conciencia nacionalista catalana.
Por otro lado, y permítanme cierta ironía, creo que a día de hoy el
deporte, por ejemplo, y especialmente el balompié, es uno de los principales
agentes identitarios. Las mayores demostraciones que he podido observar de
españolismo en mis 32 años de vida fue tras las victorias de la “Roja” en
campeonatos internacionales. Por contra, el Barça, para el nacionalismo catalán
contemporáneo resulta ser, sin duda, uno de los pilares generadores de
conciencia identitaria.
Finalmente me gustaría destacar otra obviedad, como resulta ser que la
confrontación entre nacionalismos en disputa genera nuevas conciencias.
Seguramente el anticatalanismo emitido y promovido por ciertos sectores del
españolismo, más allá de crear una conciencia española en ciertos sectores de
las castillas, genera en otros territorios identidades confrontadas. Hace
tiempo, si mal no recuerdo, un dirigente de ERC afirmaba que la mejor
propaganda para el independentismo catalán era el PP y su anticatalanismo. A mi
entender razón no le faltaba.
-Proyectos
arquitectónicos, socio-culturales y festivos….. ¿Qué papel pueden llegar a
jugar en tono al concepto de nación, identidad, nacionalismo…?
En el libro hay aportaciones en este sentido y, ciertamente, los aspectos
que mencionáis son, a mi entender, herramientas útiles para la creación de una
conciencia identitaria. La arquitectura y el arte, por ejemplo, son
herramientas muy útiles. Pensemos por ejemplo en los símbolos de la nación
francesa, seguramente entre ellos uno de los más importantes sería la torre
Eiffel. Quizá pueda parecer una tontería, pero si una parte de tu discurso
nacional se fundamenta en cierta grandeza de tu nación, sin duda alguna, una
arquitectura o unas artes impactantes son muestra visible y palpable de tu
discurso. Los fascismos, en este sentido, apostaron mucho por este tipo de
grandeza arquitectónica. En nuestro fascismo católico, por ejemplo, el dictador
Franco, entre sus aficiones más destacadas, tenía la de inaugurar obras
públicas y nuevos edificios: pantanos, un valle de los caídos, etc.
Las fiestas o el fomento de determinadas tradiciones culturales, por
contra, son útiles para generar un imaginario compartido entre los integrantes
de determinada nación. Ciertamente no es nada nuevo, si analizásemos la
germinación de la conciencia obrera de antaño, por ejemplo, podríamos comprobar
cómo ciertos actos culturales o la reivindicación de ciertas efemérides, como
podían ser las relativas a la misma revolución francesa, como símbolo de la lucha
del progreso contra la reacción, la Comuna de París, como símbolo de una
primera experiencia socialista o la del asesinato legal de los Mártires de
Chicago, como símbolo de la lucha del trabajo contra el capital, nos muestra
que este tipo de actividades culturales sirven para crear conciencia. El
nacionalismo, como otros movimientos sociales y políticos, opera en el mismo
sentido.
-Un punto que tocáis en el libro me suena mucho a esto del
“ensalzamiento”( pero no tanto desde el punto de vista de “crear nación e
identidad”: la inauguración de la obra pública, pero no lo asimilo(como decía)
tanto a nación como más a logro y a venta de lo político y de obra del partido
“X” el que sea… ¿cómo lo veis?
Sin negar parte de razón a tu planteamiento, puesto que resulta evidente
que tras las inauguraciones se esconden ciertas reivindicaciones de partido,
también es cierto que dichos partidos tienen un discurso determinado en el
terreno nacional. Así pues, sin menoscabar la intencionalidad de un partido
determinado en este tipo de actos, paralelamente también dichas inauguraciones
tienen cierto componente nacional o identitario.
-España
ha tenido muchos “dibujos”, pero los de los II República fueron especiales,
además tuvieron que enfrentarse a las tendencias más enfrentadas y de todos los
nacionalismos….¿Desde qué perspectiva se quería construir nación entre los
valores de los que llevaron a cabo la II República?
Creo que fue Joaquín Maurín quien afirmó algo
así como que la II República nadie la deseaba, puesto que una parte de la
población estaba por una salida dictatorial y fascista, mientras que otra parte
estaba más por una salida revolucionaria. Así pues, más que enfrentarse contra
toda clase de tendencias, interpreto a la II Republica como algo que pocas organizaciones
querían pero que, en comparación a la dictadura primoriverista,
para las izquierdas revolucionarias, era una salida provisional.
Evidentemente la II República construía nación, puesto que desde el
estado se fomenta este tipo de identidad, pero lo cierto es que la
inestabilidad constante de la misma república es, a mi juicio, una muestra del
choque entre diferentes tradiciones nacionales hispanas. Bajo la ERC de la II
República, por ejemplo, más allá del reconocido sentimiento identitario
catalán, hay mucho de las antiguas propuestas españolistas partidarias de una
república federal. Si miramos a las derechas de entonces, en muchos casos, lo
que las unificaba era una vieja concepción nacional fundamentada en valores
católicos reaccionarios, mientras que el auge de los fascismos, por un lado, y
de las aspiraciones revolucionarias por el otro, lo que creaban era cierta
desafección a la misma república, la cual, en el mejor de los casos, era
entendida por muchos como un mal menor y, en el peor de los mismos, como un mal
a erradicar.
El golpe de estado fascista fue una muestra de lo anteriormente
comentado. Eliminó por completo a ese accidente liberal y republicano, mientras
se establecía un fascismo bajo el paraguas de una Iglesia que se sentía especialmente
cómoda bajo los gobiernos derechistas. Por contra, en zonas con fuerte
presencia obrera, más que la defensa de la república, lo que se produjo, a mi
entender, fue cierto espíritu de superación de la misma. Esto explica, por
ejemplo, el desarrollo de colectivizaciones en grandes áreas de Catalunya o el
establecimiento de zonas bastante al margen de los parámetros del estado como
fue el Consejo Autónomo de Aragón. Sí, es cierto que tras el golpe de estado se
salió a luchar unánimemente contra el fascismo en numerosas localidades, pero
no fue exclusivamente una lucha por la pervivencia de la II República, ya que
lo que quería una parte importante de la población era una salida
revolucionaria, ya fuese fundamentada ideológicamente en el marxismo o, por contra,
en el anarquismo.
El caso es que, tras casi cuatro décadas de dictadura franquista, para
grandes sectores de una izquierda que ha moderado sus planteamientos de antaño,
la II República es una especie de mito, quizá el mayor símbolo de una España
próspera y con un futuro ilusionante, pero lo cierto es que entonces, más allá
de unos pocos partidos favorables a la misma o importantes apoyos estratégicos,
ni la derecha ni gran parte de las izquierdas se la sentían como algo suyo.
-¿No
da un poco de “repelús” que la cultura, la literatura y la lengua se utilicen
tanto como moneda de cambio en vez de ser elemento de identidad y ayudar
ensalzar desde un punto de vista más humano, más educativo a un grupo humano
con una lengua en común y eso….?
-Me cuesta entender un poco vuestra pregunta, puesto que tras muchas
“monedas de cambio” hay también mucho fomento de determinada identidad.
Sin embargo, lo que comentáis me recuerda a ciertos planteamientos de un
folklorista catalán llamado Cels Gomis.
Éste fue un destacado internacionalista y anarquista en el siglo XIX. Como
tantos otros militó anteriormente en las filas del republicanismo federal más
socializante y, como otros internacionalistas catalanes, tenía muchas simpatías
hacia ciertos planteamientos del catalanismo en expansión.
Lo interesante de Gomis, en el terreno que
apuntas, era el hecho que entendía que las tradiciones culturales, por sí
mismas, no debían de ser mitificadas o fomentadas, ya que consideraba que
algunas de ellas no dejaban ser herramientas o rémoras de un pasado
reaccionario. Para él las manifestaciones culturales, en su caso básicamente
las referidas al ámbito folklórico, se tenían que analizar para, en su defecto,
criticarlas y, en el caso de ser compatibles con el progreso humano, fomentarlas.
En síntesis, era consciente que tras las tradiciones culturales, el fomento de
las artes o de ciertas lenguas, también se escondía cierta voluntad ideológica
y política. Así pues, y estando influenciado por figuras como las de Gomis, permítanme cierto escepticismo ante lo que se
plantea en el enunciado, puesto que las dos partes del mismo son caras
diferentes de una misma moneda.
-Si
tanto nos escondemos detrás de las banderas, himnos y demás….no nos estamos
perdiendo algo de lo cosmopolita…
-Quizá sí, pero también es cierto que lo cosmopolita se ha pervertido
profundamente en las últimas décadas. En teoría un espíritu cosmopolita es
aquel que, reconociendo o no la existencia de las naciones, opta por cierta
apuesta por la propia humanidad como identidad. Es decir, más allá de las meras
fronteras políticas, lo que debería de primar es cierta hermandad con la
población allende de las mismas. Sin embargo, cuando en pleno siglo XXI, tras
cierta fraseología cosmopolita, lo que se esconde es igualmente un apoyo a
cierto nacionalismo, no dejo de sentir cierto asco. Por ejemplo, cuando bajo el
paraguas del cosmopolitismo y en el contexto de disputa entre el nacionalismo
catalán y el español, a menudo, y especialmente desde la perspectiva
españolista, se utiliza el cosmopolitismo para combatir al otro nacionalismo
rival. Miren la hemeroteca de cualquier periódico y descubrirán sandeces como
que algunos nacionalistas españoles, cuando se refieren a sí mismos afirman que
son “no nacionalistas”, mientras que, por contra, etiquetan al contrario de
nacionalista excluyente o periférico. Es una verdadera perversión del lenguaje
y un insulto a muchos internacionalistas y cosmopolitas de antaño. Es, en
síntesis, darnos gato por liebre.
-Uno
nunca, desde mi punto de vista, debe renegar de su lengua, sus raíces, su
cultura y eso….pero la mejor manera de “rendirle homenaje” a todo esto, tan
bello, ¿cuál es?
-Mi posicionamiento es claro en este sentido: sería partidario de las
tesis de Cels Gomis, es
decir, analizar, valorar y aceptar o no estos factores. En mi casa el idioma
vehicular es el catalán, y es un idioma que aprecio profundamente, sin embargo,
por tradición familiar, soy castellanoparlante. En mi caso particular no tengo
conflicto alguno con las lenguas y mi hija y mi hijo aprenderán ambos idiomas
sin problemas. Ambas, el castellano y el catalán, son un patrimonio que no
quiero perder, y me molesta cuando se utilizan como armas arrojadizas contra
nacionalismos contrarios. Por contra, soy una persona profundamente laica y no
creyente en deidades, lo que hace que, aunque suene raro, no me guste la
Navidad, la Semana Santa u otras festividades y tradiciones. De hecho en casa
no lo celebramos. La presión social, básicamente en este caso familiar, de
amistades e incluso de profesionales de la educación es hasta cómica.
Imagínense, discutir con una directora de una escuela, la cual en su web se
dice laica, pero las actividades en diciembre son montar un Belén, ir a ver
belenes al centro de la ciudad y cantar canciones religiosas... Quizá reniegue
de mis raíces, de mi cultura o de mi nación o naciones, pero creo que también
es un ejercicio de recuperación y reivindicación de ciertas tradiciones
aplastadas por muchas décadas de nacionalcatolicismo y democracia lampedusiana. Quizá sea una tontería, pero en los años de
la II República en mi ciudad natal, Barcelona, mucha gente se despedía de
familiares, amigos y conocidos con un laico “salud”. Hoy en día es una rareza,
predominando el católico y enraizado en nuestra cultura “adiós”.
-En
nombre de muchas naciones se han enviado a muchas gentes al campo de batalla,
se ha derramado mucha sangre y se han desgarrado muchos años de convivencia…
¿cómo se entiende, entonces, que todavía haya gentes que rindan “tantos
tributos” a los diferentes nacionalismos?
-En el libro se pueden encontrar muchas referencias a la guerra y los
procesos nacionalizadores. De hecho, la misma guerra es, al fin de cuentas, uno
de los principales agentes generadores de conciencia nacional. ¿Qué fue, en
parte, lo que rompió la II Internacional? La I Guerra Mundial y la renuncia al
internacionalismo en estados como el francés y el alemán por parte de sectores
marxistas. Uno de los mitos del españolismo es el supuesto descubrimiento de
América, lo que fue en verdad una conquista a sangre y posterior colonización
de un continente. Otro mito del nacionalismo español más rancio y relacionado
con la guerra es, a mi entender, la reivindicación de la llamada Reconquista
contra los herejes musulmanes, mientras que de manera análoga, Jaume I, para el
nacionalismo catalán, en el fondo otro “reconquistador”, es uno de sus mitos,
al igual que los conocidos mercenarios Almogávares. En definitiva, la guerra
es, entre otros muchos factores, un generador de conciencias nacionales.
El éxito como agente nacionalizador de la guerra me resulta difícil de
entender, pero tengo la sensación que no dista mucho de esa guerra atenuada,
normalmente pacífica y simbólica que representa el deporte profesionalizado.
Hay quizá mucha irracionalidad y necesidad en el ser humano de pertenecer a
algo más allá de su propia familia y amigos. En la guerra, como en el deporte,
resulta muy fácil ser o sentirse parte de algo y aquí, posiblemente, radica uno
de los éxitos de la guerra (y del deporte) como agente nacionalizador.
-En el
episodio más triste y que más ha marcado la historia contemporánea española, la
guerra civil española, ¿qué papel jugaron los nacionalismos? ¿Los
nacionalismos, las identidades no fueron un instrumento más con el que agitar a
las masas, ignorantes en la mayoría de los casos y fáciles de manipular…?
-Franco y los golpistas eran nacionalistas españoles. Su nacionalismo
era básicamente reaccionario, tradicionalista y católico. En el fondo unas
características tampoco extrañas a otros nacionalismos en España. En el caso
catalán, pese a que hoy en día tenga un monumento en plena Vía Laietana de Barcelona, el “regionalista” Cambó, ante el
inicio de la guerra y un nacionalismo tan excluyente como el
nacionalcatolicismo español, optó por apoyar a los golpistas económicamente y
montar una oficina de propaganda en París para favorecer a la causa. Quizá
curioso, pero parafraseando a Durán i Lleida en una reciente campaña electoral,
se le tenía que votar con el “cor i amb la cartera” (con el corazón y la cartera). Seguramente
Cambó, con el corazón en la mano, no le agradasen del todo los golpistas, pero
con la cartera, en fin, eso ya era otro cantar.
En Catalunya, por entonces, el principal partido político era ERC, el
cual tenía cierta conexión histórica con el españolismo federalista.
Seguramente era uno de los últimos partidos que, por entonces, aún pretendía
una construcción de España, y por ende de la nación española, contraria a los
parámetros que finalmente el franquismo hizo predominantes. El fracaso de ese
modelo alternativo españolista, más centrado en la diversidad de las regiones y
no tan asimilativo de lo español a lo castellano (o andaluz) es, a mi entender,
uno de los factores que pueden explicar en nuestros días el auge
independentista en Catalunya. Si analizamos la historia de España contemporánea
veremos esa pulsación entre diferentes propuestas de estado y articulación de
la nación. El problema es que cuando se ha intentado ir más allá de una
monarquía borbónica y corrupta, modelo que en esta Segunda Restauración sigue
vigente, ciertas élites han luchado con todas sus fuerzas para impedir los
cambios. Los años del Sexenio Democrático, con su I República, o los años de la
II República en el siglo XX, son ejemplo de ello. Franco tomó el testigo
borbónico durante unas cuantas décadas, pero lo instituyó nuevamente en los
borbones quienes, ante un régimen desacreditado, lograron obtener un apoyo
mayoritario de la población. Incluso cosas como las autonomías podían ser, en
el fondo, una concesión a modelos alternativos de construcción nacional, sin
embargo, la realidad es que se han mostrado como insuficientes para calmar
dichas pulsiones.
Las masas no es que sean imbéciles o fáciles de manipular, sencillamente
el paso de las décadas ha dado más herramienta a los estados y movimientos
políticos nacionalistas para generar opinión. Hace siglos quizá el principal
generador de opinión era el cura dando el sermón en su parroquia. La
popularización de la prensa, la eclosión de la radio y demás medios de
comunicación, entre otros factores, hicieron que en el mundo de entreguerras
las conciencias nacionales en Occidente y en estados occidentalizados
alcanzasen cotas nunca vistas hasta entonces.
-Sigo
pensando que la alta burguesía y demás (de los que bebe la élite de los
políticos) juegan a lo de nación para beneficiarse de no pocos “chantajes”
económicos… Creo, también, que muchos de los que regentan el poder en Catalunya
o en el País Vasco se desprenden de los elementos y valores más importantes y
que deberían de moverles, como: la cultura propia de su gente, su lengua como
hecho diferencial y otros…pero, en contra, sus discursos siempre juegan un
papel sobre lo económico ¿eso más que nacionalismo es otro brazo alargado del
capitalismo (y normalmente del capitalismo más neoliberal y más agresivo) con
obreros, gente del campo y los más humildes que, a la vez son los que más
defienden los valores culturales o de la lengua)?
-Interesante reflexión. Me suena a lo Durán i Lleida y sus referencias
al corazón y la cartera... No afirmaría, sin embargo, que el nacionalismo sea
necesariamente un brazo alargado del capitalismo, aunque sí que es cierto que
el capitalismo puede utilizarlo como herramienta de pacificación y control
social. Los nacionalismos son muy flexibles y adaptables a casi cualquier
situación o régimen político. Antes de Castro, por ejemplo, en Cuba había
nacionalismo cubano, durante y después de Castro ha habido y habrá también
nacionalismo cubano, triunfe o no ese supuesto socialismo que allí impera. Así
pues, más que hablar exclusivamente de élites y grandes capitalistas, que
evidentemente hacen uso y disfrute de los réditos nacionales, también hay que
meter en esta ecuación de supuesto uso político del nacionalismo a movimientos
no necesariamente, en teoría, partidarios del capitalismo liberal.
Parte del éxito de los nacionalismos reside en el hecho que cosas tan
comunes como tu lengua, tus costumbres y demás aspectos que configuran tu vida,
los cuales en otros contextos se analizarían como algo específico y sin
connotación política, se integran bajo un mismo paraguas discursivo y, gracias
a ello, se favorece otro tipo de medidas políticas que, sin el nacionalismo,
serían muy difíciles de gestionar. En unos tiempos como los actuales en donde
la corrupción es generalizada, lo lógico sería una respuesta de la población
contundente, sin embargo pese a los lamentos y ciertas protestas, el foco de
atención está más bien en discursos tipo “Madrid nos roba” o, desde Madrid o Extremadura,
que en Catalunya se despilfarra el dinero en embajadas y duplicando instituciones.
Un teatrillo útil para tapar que, en el fondo, tanto en Madrid como en
Barcelona y el resto de España el choriceo, el clientelismo y la corrupción
campan a sus anchas.
-¿Por
qué los discursos en torno al nacionalismo, a los nacionalismo y a las
identidades están plagados, tan a menudo, de cierta agresividad y ciertas
parábolas excluyentes?
-Supongo que por el mismo motivo que un hincha fanático del Barça y otro
del Real Madrid se odian a muerte. Seguramente el fanático del Barça sea obeso
y lleve años sin practicar deporte alguno y, por contra, permítanme cierta
ironía de sal gorda, el madridista sea asmático y cojo de una pierna. Ambos,
con bastante probabilidad tardarían centenares de años en ganar lo que gana Messi o Cristiano Ronaldo en tan sólo un año, pero ambos,
en esa vorágine identitaria, se olvidan de su respectivos males y focalizan su
frustración en el supuesto enemigo. Pero esto sólo es una opinión personal,
quizá esta pregunta se debería de dirigir mejor a un psicólogo o profesional
similar.
-La
Falange y la dictadura franquista alimentaron un nacionalismo (diría más,
nacionalcatolicismo) muy excluyente con otras identidades. Ya para finalizar
esta larga entrevista:¿cómo han ido respondiendo los otros nacionalismos frente
al nacionalismo más centralista?
-Pues creo que poco a poco desengañándose de la posibilidad de cambiar
la configuración y modelo del estado español. Si en la II República entre
sectores catalanistas no sentó demasiado bien el recorte en Madrid del proyecto
de Estatut, de manera análoga no ha sentado demasiado
bien sentencias de tribunales destinadas a sus recortes en días más recientes.
Como tampoco ha sentado demasiado bien en ciertos sectores la doctrina del café
para todos, la cual diluye el peso de las autonomías con potentes movimientos
nacionalistas alternativos al español, puesto que la supuesta singularidad
nacional se niega ante la creación de autonomías que, quisiesen o no, se
implantaron conforme se asentó la monarquía de Juan Carlos I. Ahora bien, sigo
teniendo el presentimiento que si desde Madrid se reconociese un cierto “mea
culpa”, en el sentido de optar por un modelo de estado federal o incluso
confederal, con amplia autonomía y poder de decisión en determinadas zonas
estatales, como pueden ser Euskadi, Catalunya, Galicia e incluso Andalucía,
unido a varios gestos políticos, tipo un discurso para Navidad de Felipe VI
incidiendo que la nación española es una nación de naciones, siendo el
conglomerado de varias naciones históricas que se coordinan bajo una misma
nación política, por decir algo, veríamos como Artur
Mas y otros líderes que encabezan el proceso independentista se bajarían del
carro y con ellos gran parte de los manifestantes que han poblado las calles en
los últimos años. Sin embargo, también tengo mis dudas, ya que si por algo ha
destacado el nacionalismo español dominante, ha sido y es por su voluntad
humilladora y excluyente de todo aquello que no sea su planteamiento. Una
cabezonería mezclada con prepotencia y desprecio que, en estos tiempos que
corren, no creo que sea demasiado útil. Como tampoco lo fue en su momento en
referencia a Cuba, Puerto Rico y Filipinas.
15828
España Res publica.
Nacionalización española e identidades en conflicto. (Siglos XIX - XX). Pere Gabriel, Jordi Pomés, Francisco Fernández Gómez (eds.)
576 páginas 17 x 24 cms.
35,00 euros
Comares
El libro que el lector tiene en
sus manos es el producto de la puesta en común del trabajo de cuatro grupos de
investigación de otras tantas universidades españolas. Milagrosamente, o de
manera menos retórica, excepcionalmente, se trata de una experiencia ya
veterana, que ha sido capaz de mantenerse a lo largo de diez años, con un
futuro aún abierto y la voluntad firme de continuar trabajando de forma
coordinada. Ello ha de permitirnos proseguir con la organización de encuentros
de debate donde, con investigación a pie de obra, argumentos y también pasión,
vamos consolidando una nueva mirada y reflexión histórica sobre las
características y los muchos problemas de la nacionalización política y social
española contemporánea.
No tenemos por qué esconder nuestra admiración y respeto por el profesor Justo Beramendi, de quien partió la idea de ir a un enfoque sobre
la cuestión que, desde el trabajo concreto y documentado por la base,
permitiera romper con discusiones en ocasiones circulares acerca del débil, o
no tanto, proceso de construcción del Estado liberal español. Los cuatro grupos
nos ubicamos en las universidades de Santiago de Compostela, el País Vasco,
Castilla-León y Autónoma de Barcelona. Hemos contado con diversas ayudas,
económicas y de infraestructura, y hemos logrado mantener a lo largo del tiempo
proyectos de investigación paralelos, desarrollados bajo la dirección e
impulso, respectivamente, de los profesores Justo Beramendi
y Miguel Cabo, desde Santiago, Luis Castells y Félix Luengo, desde Leoia y Vitoria,
Mariano Esteban y Dolores de la Calle, desde Salamanca y Pere Gabriel y Jordi Pomés, desde Barcelona. Dichos proyectos han contado en
todo momento con el reconocimiento y la financiación del Ministerio de
Educación y Ciencia (ahora del MINECO).
Este libro, España Res Publica. Nacionalización española e identidades en
conflicto (siglos XIX y XX), es la segunda obra publicada que recoge de forma
directa y amplia este trabajo conjunto. Viene a continuar las aportaciones
reunidas en una anterior publicación, Procesos de nacionalización en la España
contemporánea (2010), editado por Mariano Esteban y M.ª Dolores de la Calle.
Aquella obra fue el resultado de la celebración de un extenso encuentro
auspiciado por los cuatro grupos aludidos en Salamanca a finales de septiembre
y principios de octubre de 2009. Ahora, el nuevo libro ha sido construido a
partir de las intensas discusiones habidas en el Congreso que tuvo lugar en la
Universidad Autónoma de Barcelona, en octubre de 2012.
Hemos procurado construir un texto, articulado, que a pesar de la amplitud,
variedad y alcance de los temas abordados, mantenga una unidad y constituya
realmente un balance de los avances logrados. Más aún: nos ha interesado
destacar en especial algunas aportaciones de gran calado, que debieran
obligarnos a todos a replantear y matizar adecuadamente el debate básico
propuesto acerca de los múltiples procesos abiertos a lo largo de los siglos
XIX y XX de nacionalización española y su incidencia en una serie de
identidades colectivas en conflicto. En este sentido, el trabajo no concluyó en
la reunión de octubre de 2012, continuó después y el resultado es el que ahora
presentamos. El libro gira alrededor de seis grandes ámbitos, que, más allá de
fijar distintos espacios temáticos, sugieren y abren otros tantos caminos
metodológicos complementarios a profundizar y desarrollar: 1. Simbologías,
celebraciones e iconografías; 2. Literatura, lengua y prensa; 3. Guerra,
violencia, milicias; 4. Obreros, campesinos, sindicatos; 5. Discursos nacionales;
6. Regionalización y nacionalización. Cada parte cuenta con un capítulo
introductorio. La tarea ha sido asumida, respectivamente, por Jordi Roca (University of Warwick), Angel Smith (University of
Leeds), Manuel Santirso (Universitat
Autónoma de Barcelona), Miguel Cabo (Universidade de
Santiago de Compostela), Jordi Pomés (Universitat Autónoma de Barcelona) y Javier Ugarte
(Universidad del País Vasco-EHU). Ha sido, creemos, una apuesta ambiciosa, dado
que hemos procurado ir más allá de la simple presentación amable de los
distintos capítulos incluidos. Se trata de textos con contenido y afirmaciones
de fondo sobre cada una de las cuestiones. Textos construidos tras toda la
labor de conjunto efectuada. El lector comprobará fácilmente la importancia y
el alto nivel científico del gran número de investigadores que han intervenido
en esta obra. Destaquemos simplemente que en cada parte podrá entrar en el
conocimiento y análisis contrastado de ejemplos territorialmente bien
definidos, alrededor, fundamentalmente, de realidades gallegas, castellanas,
vascas y catalanas. Y en todos los casos, múltiples incursiones y referencias
europeas, que debieran permitirnos acercarnos a la práctica de una historia
internacional comparada, sin duda necesaria.
La relación de ayudas y esfuerzos que han hecho posible la edición de este
trabajo es sin duda muy extensa. De entrada, debemos agradecer la colaboración
de los directores de los proyectos mencionados Justo Beramendi,
Miguel Cabo, Luis Castells y Mariano Esteban, así
como a la totalidad de sus miembros. En nuestra casa, en la UAB, hemos contado
desde un primer momento con el apoyo de la Dirección del Departamento de
Historia Moderna y Contemporánea, y el reconocimiento del Decanato de la
Facultad de Letras. El Grup d'Estudis
República i Democràcia (GERD), al que nuestro grupo
ESNACAT se encuentra adscrito, nos ha prestado también múltiples ayudas. Por su
lado, y en especial, Gemma Peralta y María Rodríguez,
junto a Fran Fernández, han constituido nuestro pequeño equipo técnico que ha
asegurado unos días gestiones y otros revisiones, correspondencia y
correcciones. Su labor ha sido fundamental, imprescindible. En cualquier caso,
el libro y el trabajo efectuado no hubieran sido posibles sin la ayuda
concedida por el MINECO a través del reconocimiento del proyecto financiado HAR
2010-21990, que dirige Pere Gabriel. Que conste nuestro agradecimiento a todos
y la esperanza que podamos continuar contando con su tan necesario como
ineludible apoyo para continuar una labor en la que muchos nos sentimos
implicados, convencidos de su importancia y contribución al conocimiento de la
realidad contemporánea de España.
LOS EDITORES
Barcelona-Bellaterra, octubre de 2013
PRESENTACIÓN
SÍMBOLOS, CELEBRACIONES E ICONOGRAFÍAS
«REPRESENTAR Y CELEBRAR EL PROCESO DE CONSTRUCCIÓN NACIONAL»
Jordi Roca Vernet (Universitat Rovira i Virgili)
LAS PLAZAS Y LA REPRESENTACIÓN DE LA NACIÓN LIBERAL, BARCELONA 1820-1857
Jordi Roca Vernet (Universitat Rovira i Virgili)
La
plaza Palau
Plaza
Sant Jaume
Plaza
Reial
A
modo de conclusión
Anexo
LA/S NACIÓN/ES EN LAS INAUGURACIONES DE OBRAS PÚBLICAS EN EL NORTE DE ESPAÑA
(1850-1868)
Rafael Ruzafa Ortega (Universidad
del País Vasco)
Los
participantes
Tipos
de inauguración
Los
rituales y las naciones
LA ARQUITECTURA Y PINTURA VASCA EN LA RESTAURACIÓN. ¿UN PROYECTO NACIONAL?
Luis Castells
(Universidad del País Vasco)
La
eclosión pictórica
Los
modelos arquitectónicos
¿CÓMO SE DIBUJA ESPAÑA? REPRESENTACIONES DE LA IDEA DE ESPAÑA EN LA PRENSA
REPUBLICANA ILUSTRADA DEL SIGLO XIX
Gemma
Peralta Ruiz (Universitat Autònoma
de Barcelona)
Evolución
general y según la tendencia política republicana
LA ESPAÑA MARIANA: VÍRGENES Y NACIÓN EN EL CASO ESPAÑOL HASTA 1939
Joseba Louzao
Villar [Centro Universitario Cardenal Cisneros (UAH)]
El
hecho mariano y la nación: algunas consideraciones
España,
tierra de María: una interrelación entre dos siglos
Conclusiones
LA CORONA Y LA NACIÓN: LAS VISITAS REALES COMO POLÍTICA PÚBLICA
Gemma
Rubí (Universitat Autònoma
de Barcelona)
Los
viajes regios, una política de Estado
Los
viajes a Cataluña: sentido y funcionalidad
La
Corona y la nacionalización de las masas
A
modo de avance, pero no de conclusión
LITERATURA, LENGUA, PRENSA
LITERATURA, LENGUA, PRENSA
Ángel Smith (University of Leeds)
La
novela costumbrista: ideología explícita e ideología «banal»
Las
identidades regionales y la identidad española. ¿Contradicción o complementariedad?
Cultura
y lengua en la construcción nacional y regional
Posibilidades
de investigación futura
LAS VÍSPERAS SICILIANAS EN LITERATURA: SUS HUELLAS EN ITALIA Y EN ESPAÑA
Antonia Deias
(Universidad del País Vasco)
REGIONALISMO Y NACIONALISMO EN LOS RELATOS HISTORICISTAS DE LA RENAIXENÇA
CATALANA (1833-1865)
Ángel Smith (University of Leeds)
Las
élites sociales y culturales de Cataluña y el nacionalismo español
Regionalismo
catalán y la Renaixença
Conclusiones
SETMANARIS EN CATALÀ QUE ARA'S PARLA EN LOS AÑOS 1860: NUEVOS ESPACIOS DE
POPULARIZACIÓN DEL CATALANISMO CULTURAL
Julien
Lanes Marsall (Université Paris Sorbonne - Crimic/Iberhis) y Marie-Linda
Ortega Kuntscher (Université
Paris-Cité - Crec)
Un
espacio lingüístico catalán integrador: plataformas programáticas de las
publicaciones periódicas
Jocfloralistas y popularistas: hacia un modelo de lengua
generalizable
El
periodismo en catalán: una herramienta de recuperación y popularización
lingüística y cultural
Lugares
de memoria: la edificación de un espacio simbólico
«Recorrer
la nación»: topografía catalana y «principio de diferenciación»
«Chemin d'acc�s aux
origines»: popularizar la historia catalana
Barcelona
avui en dia: un espacio
propio y moderno
Compararse/diferenciarse:
Barcelona, entre Madrid y Europa
La
Rambla del Mitj: el centro cultural de la ciudad
Abarcar
la variedad barcelonesa
A
modo de cierre
LA NOVELA RURAL VASCA DEL PRIMER TERCIO DEL SIGLO XX: CRUCE Y CONFLICTO DE
REPRESENTACIONES E IDENTIDADES
Pedro Berriochoa
Azcárate (Universidad del País Vasco)
Los
autores
Domingo
de Agirre (1864-1920)
Pierre
Lhande (1877-1957)
Manuel
Aranaz Castellanos (1875-1925)
Tomás
Agirre, «Barrensoro»
(1898-1982)
Las
novelas
Garoa (1912)
Mirentchu (1914)
Begui-Eder (Nuestra Señora de los Ojos Hermosos) (1919)
Uztaro (1937)
Conclusiones
CICLO DE CONFERENCIAS DE LA ASOCIACIÓN EUSKAL ESNALEA: UNA PROPUESTA DE
MODERNIZACIÓN DEL EUSKERA (1918-1928)
Karmele
Artetxe Sánchez (Universidad del País Vasco)
Introducción
La
asociación Euskal Esnalea
Principales
características del ciclo de conferencias
Perfil
de los conferenciantes
Sobre
la prehistoria europea y vasca
De
las olimpiadas griegas a la teoría de la relatividad de Einstein
Un
acercamiento al feminismo
Dos
avances tecnológicos: el fonógrafo y el teléfono
Balance
final
LITERATURA REGIONAL E IDENTIDAD NACIONAL EN CASTILLA (1894-1932)
M.ª Dolores de la Calle Velasco
(Universidad de Salamanca)
A
la búsqueda de lo auténtico. Visión crítica del campo charro
Visión
idílica y espiritual del paisaje y los labriegos castellanos
Visión
regeneradora del campo
GUERRA, VIOLENCIA, MILICIAS
GUERRA Y NACIONALISMO
Manuel Santirso
(Universitat Aut�noma de
Barcelona)
LA NACIÓN EN CONCRETO. POLITIZACIÓN Y NACIONALIZACIÓN EN ESPACIOS LOCALES (GALICIA,
1808-1898)
Xosé
R. Veiga Alonso (Universidade
de Santiago de Compostela)
La
patria y los patriotas del discurso
Guerras,
milicias, servicio militar
El
poder de los símbolos
LA MOVILIZACIÓN PATRIÓTICA EN LAS PROVINCIAS CASTELLANAS DURANTE LA GUERRA DE
CUBA, 1895-1898
Mariano Esteban de Vega
(Universidad de Salamanca)
Las
manifestaciones del patriotismo popular
Los
agentes de la movilización
Conclusión
1916: THE EASTER RISING Y EL NACIONALISMO POLÍTICO CATALÁN
María Rodríguez Calleja (Universitat Aut�noma de Barcelona)
El
nacionalismo catalán e irlandés a principios del siglo XX (1900-1911)
The Irish Party
y el nacimiento del Sinn Féin
La
formación de la Lliga Regionalista y las dificultades
de los nacionalistas republicanos
The Home Rule y la Mancomunitat
de Catalunya (1911-1914)
The Home Rule
La
Mancomunitat de Catalunya
1916:
la lucha por la autonomía
The Easter Rising
Los
nacionalistas catalanes y The Easter
Rising
Conclusión
VIOLENCIA DE GUERRA E IDENTIDAD LOCAL: LA CRISIS DEL VITORIANISMO
Javier Gómez Calvo (Universidad
del País Vasco)
De
la República a la Guerra
El
terror caliente
Referentes
de una identidad
Conclusión
LA GUERRA DEL RIF Y LA NACIONALIZACIÓN ESPAÑOLA EN GALICIA (1920-1926)
Justo Beramendi
(Universidade de Santiago de Compostela)
Los
precedentes inmediatos
El
ámbito español
La
incidencia de la guerra en Galicia
Conclusiones
LA MEMORIA DE LA GUERRA DEL RIF EN EL FRANQUISMO
Alfonso Iglesias Amorín (Universidade de Santiago
de Compostela)
Introducción
La
guerra del Rif en los mitos del franquismo
La
memoria del Desastre
La
memoria de la victoria
La
visión del enemigo, ahora amigo
El
culto a los caídos
DE LAS MILICIAS JUDÍAS A «UNA NACIÓN EN ARMAS». EL PROCESO DE CREACIÓN DE LAS
FUERZAS DE DEFENSA DE ISRAEL COMO UN ELEMENTO DE NACIONALIZACIÓN SIONISTA
Víctor Manuel Amado Castro
[Instituto de Historia Social Valentín de Foronda (UPV-EHU)]
Las
milicias defensivas en época preestatal
La
formación del Haganah y las revueltas árabes como
catalizador de su consolidación
La
fórmula israelí. El Tzahal, una nación en armas
El
role civil de las FDI
Algunas
conclusiones reseñables
OBREROS, CAMPESINOS, SINDICATOS
LOS ESTUDIOS SOBRE ASOCIACIONISMO Y NACIONALIZACIÓN: MEDITACIONES SOBRE UN
ENCUENTRO NECESARIO
Miguel Cabo (Universidad de
Santiago de Compostela)
LA BARCELONA DE LOS EXILIADOS, ANTIPATRIOTAS, DESERTORES, PRÓFUGOS Y
SOLIDARIOS. INTERNACIONALISMO Y COSMOPOLITISMO ANARQUISTA EN EL ÚLTIMO TERCIO
DEL SIGLO XIX
Francisco Fernández Gómez (Universitat Aut�noma de Barcelona)
Una
ciudad en un llano
La
Anarquía errante
El
imaginario internacional del anarquismo
Una
ciudad de exiliados.
Una
ciudad de antipatriotas y desertores
Una
ciudad catalana.
La
ciudad de los prófugos y represaliados
Conclusiones
Fuentes
Archivos,
bibliotecas y centros utilizados
Fuentes
hemerográficas
Bibliografía
Recursos
de páginas web
DISCURSOS IDENTITARIOS EN EL MOVIMIENTO AGRARIO EN GALICIA ENTRE 1890 y 1936
Miguel Cabo & Antonio Miguez (Universidad de Santiago de Compostela)
El
movimiento agrarista: una síntesis
Las
huellas de la movilización: los factores implícitos de tipo nacionalizador
El
movimiento agrarista ante el espejo de las identidades: programa y discurso
Conclusiones
DISCURSOS IDENTITARIOS EN EL MOVIMIENTO OBRERO EN GALICIA ENTRE 1890 y 1936
Antonio Miguez
& Miguel Cabo (Universidad de Santiago de Compostela)
El
movimiento obrero en Galicia: una síntesis
La
dimensión nacionalizadora del movimiento obrero en Galicia
Las
huellas de la movilización: los factores implícitos de tipo nacionalizador
El
movimiento obrero ante el espejo de las identidades: programa y discurso
ANARQUISMO Y REGIONALIZACIÓN DE LAS MASAS. «UNA REALIDAD REGIONAL, UNA REALIDAD
COMARCAL Y UNA REALIDAD LOCAL»
Assumpta
Castillo Cañiz (Universitat
Aut�noma
de Barcelona)
Una
deuda historiográfica
La
nación y los libertarios. Herramientas de codificación de la nacionalidad y
rechazo de un nacionalismo «stricto sensu»
El
largo invierno del aragonesismo político
«Una
realidad regional, una realidad comarcal y una realidad local»
Un
gobierno para una región. El Consejo Regional de Defensa de Aragón
Reflexiones
finales
SINDICALISMO AGRARIO Y CAMBIO RURAL EN GALICIA ENTRE EL TARDOFRANQUISMO Y LA
TRANSICIÓN: UNA MIRADA DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LAS IDENTIDADES NACIONALES»
(1964-1982)
Alba Díaz-Geada
(Universidad de Santiago de Compostela)
Sindicalismo
democrático en el rural gallego
Sindicalismo
agrario e identidad
Acción
colectiva e identidad
Comisións Labregas, en tódalas aldeas? Afiliación sindical e identidad
Comportamiento
político e identidad
Algunas
ideas para la reflexión
DISCURSOS NACIONALES
DISCURSOS NACIONALES
Jordi Pomés
Vives (Universidad Autónoma de Barcelona)
Nacionalistas
españoles
La
comprensión y convivencia con los regionalismos
El
socialismo krausista, también comprensivo con cierto catalanismo
Las
reticencias y reacciones al regionalismo desde la propia Cataluña y desde el
resto de España
Concordia
nacional, a pesar de todo
EL IDEAL Y LA CONCORDIA IBÉRICA EN LA CATALUÑA DE LOS AÑOS 80 DEL SIGLO XIX
Jordi Pomés
Vives (Universidad Autónoma de Barcelona)
El
iberismo krausista en Cataluña: la obra «catalana» de Clarín y Salmerón
Salmerón
y Cataluña
LA NOVELÍSTICA DEL 98 Y LA NACIÓN LIBERAL: ENTRE EL TÓTEM Y EL TABÚ
Manuel Santirso
(Universitat Aut�noma de
Barcelona)
Historia
e historias
Las
querencias de Unamuno
Baroja,
entre la historia y la ficción
Coda:
la persistencia del canon
EL COMBATE POR LA NACIÓN REPUBLICANA. SALAMANCA, 1899-1902
Gloria García González
(Universidad Pontificia de Salamanca)
El
Combate frente a la reacción
El
Combate por el movimiento republicano
El
espacio político de El Combate
El
Combate y la cuestión nacional
Contra
la Monarquía, insurrección
Anticlericales
por «amor a la Patria»
Frente
a soflamas monárquicas, patriotismo republicano
ETNIA, RAZA Y NACIÓN EN EL PENSAMIENTO DE POMPEU GENER. INTELECTUALIDAD,
SOCIEDAD Y ENCRUCIJADAS IDENTITARIAS, 1887-1906
Xavier Vall
(Universitat Aut�noma de
Barcelona)
Nación,
raza y ciencia
La
negación etnicista de la unidad de España
El
racismo instrumental de Pompeu Gener
Pompeu Gener y el catalanismo
LA IDEA DE NACIÓN EN RAMÓN DE BASTERRA Y SU INFLUENCIA EN EL NACIONALISMO
FASCISTA ESPAÑOL
Iñaki Fernández Redondo (Universidad
del País Vasco)
Vida
y obra de Ramón de Basterra
El
clasicismo modernista de Ramón de Basterra
La
idea de España en Ramón de Basterra y su influencia
en Falange Española
Conclusiones
ESPAÑA EN EL DISCURSO HISTORIOGRÁFICO SOCIALISTA DEL PRIMER TERCIO DEL SIGLO XX
Francisco de Luis Martín
(Universidad de Salamanca)
La
Historia de España de Juan José Morato
Los
trabajos históricos de Manuel Núñez de Arenas
«La
España en el crisol» de Luis Araquistain
La
nueva historia de Daniel González Linacero
Conclusión
DISCURSOS DEL PRESIDENT TARRADELLAS EN EL EXILIO (1954-1977): DE LA GENERALITAT
REPUBLICANA A LA ESPAÑA MONÁRQUICA
Maria
Llombart Huesca [Université
Paris 8 (Francia)]
Coyuntura
histórica, Guerra Fría y política franquista
Cataluña,
Nación y República: la lucha por el restablecimiento de la Generalitat
Cataluña
y España, Cataluña en España
Hacia
el restablecimiento de la Generalitat. Epílogo�
� Y conclusión
REGIONALIZACIÓN Y NACIONALIZACIÓN
REGIÓN Y NACIÓN
Javier Ugarte (Universidad del
País Vasco-Euskal Herriko Unibertsitatea)
REGIONALISMO Y NACIONALISMO EN ZAMORA Y SALAMANCA DURANTE LA RESTAURACIÓN
Juan Andrés Blanco Rodríguez
& Manuel Redero San Román (Universidad de Salamanca)
Un
proceso que se insinúa
La
problemática identidad regional castellana
Debilidad
de los factores culturales conformadores del sentimiento regionalista
Indefinición
del marco territorial
Defensa
del Estado unitario, identificación de Castilla con España y movimiento de
reacción ante los nacionalismos periféricos
La
identificación de Castilla con España
Carácter
reactivo del regionalismo castellano
La
base más sólida del regionalismo castellano: la defensa de los «auténticos
intereses de Castilla»
A
modo de conclusión
UNA PRÁCTICA CULTURAL. COLEGIO NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO (DOMINICAS FRANCESAS)
DE VALLADOLID, 1888
Loreto Casado Candelas
(Universidad del País Vasco)
LA SINGULARIDAD DEL PROCESO DE NACIONALIZACIÓN ESPAÑOLA EN NAVARRA. LA DIFÍCIL
INTEGRACIÓN DEL NAPARTARRISMO (1910-1923)
Ángel García-Sanz Marcotegui (Universidad Pública de Navarra)
El
impacto del establecimiento del Centro Vasco en Pamplona (1910) según la prensa
nacionalista
La
postura del PNV navarro en las elecciones (1911-1916)
La
aparición de El Pueblo Navarro (1916)
Las
cambiantes alianzas de los napartarras hasta 1923. La
Asamblea de Tafalla (1917)
La
oposición a la Asamblea de Tafalla (1917)
Los
primeros éxitos electorales de los nacionalistas vascos y sus límites
(1917-1920)
El
gran viraje. La Alianza Foral entre los jaimistas y los nacionalistas (1921) y
sus consecuencias.
A
modo de epílogo
EL ACOSO DE LAS REPÚBLICAS. LAS CONGREGACIONES RELIGIOSAS Y LOS PROCESOS DE
CONSTRUCCIÓN NACIONAL EN GALICIA (1898-1936)
José Ramón Rodríguez Lago
(Universidad de Vigo)
La
expansión de las congregaciones religiosas en Galicia:
Congregaciones
y naciones: carismas, acción y discurso
Algo
más que una Congregación: la Compañía de Jesús en Galicia
Las
congregaciones misioneras: franciscanos, dominicos, paúles, mercedarios
Las
congregaciones monásticas: benedictinos, cistercienses�
Las
congregaciones asistenciales
Las
congregaciones educativas: escolapios, salesianos, maristas, Lasalle�
La
amenaza del apocalipsis: la II República
DEL FASCISMO AL ESTADO CATÓLICO. LA TRANSICIÓN DEL ESTADO NUEVO EN LA POSGUERRA
(1943-1945)
Ferran
Gallego (Universitat Autónoma de Barcelona)
FALANGE, NACIONALIZACIÓN Y SEGUROS SOCIALES A TRAVÉS DE LA LABOR EDITORIAL DEL
INSTITUTO NACIONAL DE PREVISIÓN (1941-1947)
Guillermo Marín Casado.
(Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea)
El
Instituto Nacional de Previsión antes del franquismo
Los
primeros Seguros Sociales franquistas, y el periodo católico-social del INP
(1938-1941)
El
periodo falangista del INP. Adalides, máximas, consignas (1941-1947).
El
Seguro Obligatorio de Enfermedad como eje conductor del discurso nacionalizador
del INP. 1941-1947
Nuevos
tiempos, nuevos discursos. Las consecuencias del final de la 2.ª Guerra Mundial
en las publicaciones del INP
EL «PAÍS» EN AUTOBIOGRAFÍAS RURALES
Javier Ugarte (Universidad del
País Vasco-Euskal Herriko Unibertsitatea)
INGLATERRA: SITIO DE NACIONALIZACIÓN DÉBIL: ¿CÓMO Y POR QUÉ? UNA APROXIMACIÓN
COMPARATIVA. SIGLOS XIX y XX
John K. Walton
(Ikerbasque, Instituto Valentín Foronda � Universidad del País Vasco UPV/ EHU,
Vitoria-Gasteiz)
Introducción
Dentro
de Inglaterra: regiones, condados, identidades
¿Inglés
o británico?
Inglaterra
y Castilla
Una
identidad cultural
¿Conclusiones:
una nacionalización débil en sentido político, pero fuerte en sentido cultural?
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