La
Librería de El Sueño Igualitario
La
Universidad de Extremadura acaba de editar un muy buen libro, se trata del
trabajo de investigación de Francisco Javier García Carrero ante el mando de
la Guardia Civil, Manuel Gómez Cantos.
El libro es muy rotundo y sabio porque está muy bien documentado y trabajado y
eso se nota desde la narración y la manera que tiene de contarnos lo que ha ido
investigando el historiador García Carrero. Y es que el historiador e
investigador había realizado, también un estudio pormenorizado de la Guardia
Civil en su región Extremadura….y esto le da un “empaque” a la manera de
abordar la “biografía” de este mando de la Guardia Civil de una manera y bajo
una metodología muy rigurosa y eso, tratándose de un libro que se juega tanto,
siempre es de agradecer. Les aconsejamos, también y sobremanera el prólogo que
les pondrá mucho en el camino de lo que es el libro, éste está escrito por Julián Chaves Palacios.
Cazarabet
conversa con Francisco Javier García Carrero:
-Estamos, amigo Francisco Javier, ante un libro que nos acerca al mundo,
siempre como “muy hermético”, de la Guardia Civil y parece ser que cuando te
pusiste con la investigación no había ningún trabajo en referencia a qué había
sido de la Guardia Civil en esas tierras. ¿Qué nos puedes contar?;
-El libro
está extraído de mi tesis doctoral que realiza un estudio sobre la Guardia
Civil en Extremadura desde su creación en 1844 hasta los años del Primer
Franquismo. Es decir, unos cien años de análisis del Cuerpo en esta región. El
trabajo lleva una parte, la última, dedicada exclusivamente a Manuel Gómez
Cantos. Efectivamente, prácticamente no había nada escrito sobre la Guardia
Civil en mi región. Y, además, los estudios generalistas que existen sobre el
Instituto están realizados fundamentalmente por historiadores que son, a su
vez, guardias civiles, Miguel López Corral, por ejemplo.
-Entraste en una habitación, la de la
historiografía de la Guardia Civil en Extremadura, muy oscura: ¿qué encontraste
en realidad, de qué punto partiste: y lo pregunto tanto por lo que has ido investigando
del cuerpo de la Guardia Civil como del paso y del caso de Gómez Cantos?
-La
Guardia Civil ha sido históricamente un cuerpo muy inescrutable; no obstante,
mi experiencia ha sido otra. Yo he contado, como se puede observar en los
agradecimientos que lleva el libro, con una constante ayuda por parte de
algunos mandos de la Guardia Civil actual, de otros miembros del ejército y,
también, del Servicio Histórico de la Guardia Civil que me facilitó la
documentación que precisaba. Por esta actitud me gustaría desligar lo que es la
Guardia Civil predemocrática de la democrática. No
tienen nada que ver, y mucho menos el personaje al que yo le he dedicado este
trabajo. Un Gómez Cantos hoy día no duraría dos días en el Instituto armado. No
obstante, también es cierto, Gómez Cantos no fue el único que se comportó de
manera despótica con sus semejantes en aquella dura posguerra. La Guardia Civil
de la dictadura franquista tuvo otros “Gómez Cantos”.
-¿Por qué te interesaste como investigador en
la historia de la Guardia Civil en Extremadura, puede que porque no había nada
investigado en torno a este asunto?
-Yo creo
que el motivo por el que nunca se había trabajado sobre la Guardia Civil, desde
fuera del Cuerpo, es por las dificultades que existen para acceder a las
fuentes primarias de una época muy concreta. Sin ellas el estudio de cualquier
institución quedaba siempre cojo. Yo, en cambio, dispuse de esas fuentes,
especialmente el expediente personal de Gómez Cantos, que prácticamente me
completó el estudio que quería realizar.
-¿La Guardia Civil, en Extremadura, había
actuado o había tenido un comportamiento, globalmente hablando, muy diferente
y/o diferenciado del resto de guarniciones en cualquier otra región del país?
-La
Guardia Civil como institución nacional que era se comportaba de igual forma en
cualquier sitio. Las órdenes que emanaban de la Dirección en Madrid eran de
obligado cumplimiento en todas las regiones. Las diferencias de comportamiento
son en muchos casos personales y, evidentemente, por el distinto grado de
oposición que la institución pudiera encontrar. Me refiero a la actividad
guerrillera antifranquista que existiese. En la provincia de Cáceres, por
ejemplo, durante varios años el movimiento antifranquista fue muy intenso, a
pesar que Cantos siempre la quiso aminorar con la finalidad de hacer méritos
ante sus superiores. Existen varios libros que ilustran esta actividad
guerrillera en la provincia de Cáceres y que reflejan la importancia de la
misma. Uno de los más significativos es el del doctor Chaves Palacios y su
estudio biográfico del guerrillero Gerardo Antón “Pinto”.
-Pero el libro más que en la Historia y en el
devenir de la Guardia Civil en Extremadura se acerca a la biografía de un
miembro del cuerpo, en concreto de Manuel Gómez Cantos, que dejó una huella muy
oscura en el cuerpo y en la memoria. …pero háblanos y dinos, explícanos: ¿cómo
fue la idea de acercarte a este mando de la Guardia Civil?
-Efectivamente
el libro publicado no es una historia del Cuerpo, es un análisis biográfico de
uno de sus mandos desde el momento que se incorporó al ejército, su paso a la
Guardia Civil y los distintos destinos por los que transitó en diversas etapas
de nuestra historia: monarquía alfonsina, Segunda
República, Guerra Civil y dictadura franquista. El hecho de acercarme a este
personaje está en relación, por un lado, con la tesis que estaba elaborando y
que antes he comentado. Por otra parte, llegados a los años republicanos, en su
etapa final, y durante los años de guerra y posguerra, comencé a percatarme que
era un nombre que aparecía constantemente ya que estaba inexorablemente unido a
la región extremeña. Y, además, me interesó porque uno de los guardias civiles
que fusiló en Mesas de Ibor era de mi pueblo de nacimiento, y yo tenía contactos
con la familia de este guardia, que me ha ayudado a comprender la situación de
miseria en la que quedaron después de haberles fusilado a un ser querido.
-¿Qué comportamiento previo a la guerra llevó
a Gómez Cantos a retener una memoria tan tristemente recordada, también
delictiva?
-El libro
se mueve a lo largo de todas sus páginas entre dos términos perfectamente
identificables: deshonor y represión. El primero de ellos es perfectamente
visible desde el mismo momento en que se integró en el Cuerpo de la Guardia
Civil, en 1920. Son numerosos los episodios donde sus mandos superiores
detectan a un guardia civil que hace caso omiso de lo que era el artículo 1º de
la Cartilla que aprobó el duque de Ahumada en los albores del instituto Se
trata de un artículo que yo he querido hacer visible en la primera página del
libro, artículo que Cantos nunca respetó. Y, por otra parte, el concepto de
represión apareció tristemente, y con toda su crudeza, una vez que se inició la
Guerra Civil. La segunda parte del libro está centrada en sus numerosos actos
represivos que no se detuvieron ante nadie. Tuvo que ser el propio Estado
franquista el que puso coto a estos desmanes. Eso sí, cuando los afectados
directos fueron los propios miembros del sistema.
Los años
de preguerra civil son momentos en que se aprecian comportamientos que estaban
próximos a la insubordinación constante con sus superiores, además de no
olvidar nunca las prácticas poco honestas de un persistente rosario de deudas
con todas las personas a las que se acercaba. Episodios que fueron castigados
por sus mandos, pero nunca con la contundencia necesaria para hacerle cambiar
de forma de ser. Se trata de prácticas muy semejantes que se detectan tanto en
los años de la Restauración (Alfonso XIII), durante la dictadura primorriverista o, incluso, durante los años de la Segunda
República.
-¿Por qué crees que se le permitió tanto a
este mando de la Guardia Civil…?
-La verdad
es que es incomprensible, hasta la Guerra Civil, que este personaje quedara
prácticamente indemne de todos los sucesos por los que estuvo encausado, a
pesar que el Instituto conocía de sus artimañas en absoluto honestas. Nos
consta, que a otros guardias, por asuntos mucho menos turbios, fueron
expulsados fulminantemente del Cuerpo sin muchos miramientos. Sin embargo,
Cantos parecía tocado por un halo misterioso que le permitía salir de todos los
embrollos en los que estuvo involucrado sin un castigo ejemplar. Con el inicio
de la guerra esta situación ya nunca se volvió a plantear. Gómez Cantos fue un
guardia muy bien valorado por los rebeldes, era el típico modelo de mando que
los sublevados demandaban para llevar a cabo la misión que se habían propuesto,
que no fue otra que neutralizar, acabar con todos los que ellos consideraban
desafectos al régimen político que querían implantar en España.
-¿Cuáles acciones, una vez sumado ya al
alzamiento, son las que más te han impresionado en la “carrera” de este
militar?
-Son
muchas las acciones represivas que este guardia civil tuvo durante los años de
Guerra Civil. Todas me han impresionado por la crudeza con las que las
ejecutaba. El fusilamiento de un oficial del Cuerpo que según él tardó mucho
tiempo en pasarse a los rebeldes, la venganza inmisericorde que aplicó en
Marbella una vez que esta ciudad cayó en manos rebeldes en marzo de 1937, el
fusilamiento del llamado Grupo de Cáceres en Medellín o las batidas,
“limpieza”, que hacía por las estribaciones montañosas en busca de huidos en
las sierras, son todos episodios de una crueldad máxima.
-El episodio de asesinar a tres guardias
civiles, sin juicio ni condena ni nada…es lo que marcó un antes y un después en
Gómez Cantos. ¿Qué nos puedes contar?
-Efectivamente,
el suceso de Mesas de Ibor fue el suceso que marcó definitivamente su carrera
como militar. De no fusilar a tres guardias civiles sin juicio previo, y sin
encomendarse a ningún tipo de norma, probablemente las andanzas de este guardia
hubiesen continuado durante muchos años más, y con seguridad hubiese alcanzado
el generalato del Cuerpo. Resulta evidente que llegados a esa fecha Gómez
Cantos había acumulado grandes adhesiones dentro del Régimen pero también tenía
grandes enemigos que le vieron siempre como un militar que actuó siempre sin
control alguno. Fue el momento idóneo para ajustar cuentas con él. Ni en sus
peores sueños pensó Cantos que tuviese que tener que rendir cuentas ante un
consejo de guerra “con lo que él había luchado por la Patria”. Comentaros que
en las próximas semanas va a salir a la luz un documental, rodado por José
María Sánchez Torreño, que recrea con todo lujo de
detalles este suceso que tuvo lugar en la primavera de 1945.
-¿Qué clase de persona crees que hay detrás de
Gómez Cantos para que se produzca un comportamiento tan corrupto como delictivo…? Perdona, sería una
pregunta muy difícil porque es casi como que me contestes: ¿qué hay detrás del
mal?
-Gómez
Cantos fue un personaje de personalidad muy controvertida y difícil de analizar
psicológicamente por un historiador. Es evidente que tenía un comportamiento
venático y pasaba de la euforia a la ira en un instante, situación que nos
indica que su equilibrio mental dejaba mucho que desear. No tuvo ningún destino
en su larga carrera como guardia civil en el que pasara de manera inadvertida.
Él dejó siempre su impronta, le encantaba llamar la atención y afirmar que él
era la “Autoridad”. Su comportamiento fue siempre egocéntrico en este sentido.
Incluso cuando fue nombrado gobernador civil de Pontevedra tenía una sección
fija en la prensa en la que aparecían su persona y sus decisiones
constantemente. Me encantaría que algún psicólogo leyera el libro y extrajera
un análisis del personaje porque creo que daría mucho juego para una
investigación sosegada.
-Francisco Javier, cuando se desvela o se le
quita el paño a una persona que deja tanto de negativo…. ¿qué crees que les queda a los que le convivieron o a sus
allegados…si es que los tuvo? ¿Y a los que le han sobrevivido?
-Yo estimo
que la familia de Gómez Cantos, al igual que todas las personas que estaban
cerca de él “sufrieron” a esta persona. Uno de sus hijos, probablemente el que
mejor llegó a conocerlo, que también fue guardia civil, dejó, a diferencia de
su progenitor, un gratísimo recuerdo dentro del Instituto armado. Algunos
investigadores han llegado a afirmar que incluso le retiró la palabra después
de los sucesos de Mesas de Ibor. También fue significativo que dos de sus hijos
contrajeron matrimonio en Cáceres cuando él estaba apartado del mando y
detenido en Madrid por esos mismos sucesos.
-¿Qué crees que le acercó al mundo de lo
militar (la tradición, por llamarla de alguna manera, que le venía de su padre)? ¿Y por qué se decantó por el cuerpo de Guardias Civiles?
-El padre
de Gómez Cantos era uno de los prebostes de San Fernando durante los años de la
Restauración borbónica. Era un modesto oficial de marina pero que llegó a ser
el alcalde de esta población durante varios años. El conseguir que uno de los
hijos hiciera carrera como oficial del ejército era una de las aspiraciones más
elevadas que podía alcanzar. Por eso la tradición militar de su padre pudo
influir a encaminar su profesión en este sentido. Muy pronto decidió pasarse al
Cuerpo de la Guardia Civil. Los motivos, como el de tantos otros oficiales de
Infantería, fueron económicos. En la Guardia Civil se cobraba un poco más,
aunque se ascendía más lentamente que en otros Cuerpos. Debemos recordar que
los problemas económicos acompañaron a Gómez Cantos a lo largo de toda su
peripecia vital por lo que el tener un sueldo más elevado fue un motivo
importante en su decisión.
-A menudo, podemos ver que detrás de los seres
más denigrantes está la mediocridad, la baja autoestima (que creo que no es el
caso), la poca sociabilidad. ¿Qué nos puedes decir del Gómez Cantos al que te acercaste
por primera vez: el cadete de la Academia de Infantería de Toledo, el oficial y
sus primeros destinos, su llegada a Extremadura, el estallido del alzamiento….?
-A mí me
llamó muchísimo la atención el paso de Gómez Cantos por la Academia de Infantería
de Toledo. A pesar que los estudios no eran especialmente dificultosos, quizás
tediosos pero no complicados, a él le costó muchísimo ir aprobando las
distintas asignaturas durante los tres cursos que allí permaneció. Sus
resultados siempre fueron de una mediocridad asombrosa. Jamás consiguió
posicionarse entre los mejores de su clase y, por supuesto, fue incapaz de
graduarse con el grueso de su XIX promoción ya que tuvo que acudir a los
exámenes extraordinarios que se celebraron en septiembre. Nunca fue considerado
“galonista”; es decir, aquellos cadetes de buenas notas que tenían la
consideración de suboficiales durante sus años de preparación. Una vez que
terminó sus estudios, 1915, pasó un tiempo en África y posteriormente en la
península. En 1920 decidió ingresar en la Guardia Civil obteniendo su primer
destino durante un largo tiempo en El Puerto de Santa María, muy cerca de su
población de nacimiento. Allí ya detectamos sus primeros problemas de deudas e
impagos y sus primeros encontronazos con sus superiores que con el paso de los
años, y una vez que se aleje de este destino se fueron incrementando hasta
límites de difícil comparación con lo sucedido en El Puerto. Su primer y grave
incidente tuvo lugar en 1925 en La Rambla (Córdoba), cuando únicamente llevaba
un día en aquel destino. Después de allí fue trasladado a Extremadura donde
también mostró sus dotes conflictivas que acabaron por alejarse del Instituto
como “supernumerario”. Cuando reingresó en el Cuerpo vuelve a aflorar su
comportamiento al margen de la ética más elemental. Se sucedieron los problemas
en Puente Genil, Marbella y Villanueva de la Serna, todos durante los años de
la Segunda República.
-Ya fue controvertido, polémico y conflictivo
siempre y desde un principio, pero con el tema de las deudas e impagos…hay que
hacer un capitulo a parte… ¿Qué nos puedes contar?
-El
problema económico le acompañó a lo largo de todos sus años de vida. Jamás supo
llevar una vida ordenada en lo monetario. Continuamente iba dejando personas a
los que le debía dinero y que en ocasiones acababan rindiéndose porque se veían
impotentes para lograr que saldara sus deudas con ellos. Tenemos recogido en el
estudio numerosos casos de civiles y militares, compañeros de profesión, que le
prestaron dinero y no fueron capaces de cobrar. Es una constante que le
acompañó desde el mismo instante que se incorporó al Cuerpo. Paradójicamente,
el contraer deudas dentro de la Guardia Civil estaba penado por el Reglamento,
sus mandos superiores conocían todas sus artimañas pero, a pesar que lo
intentaron, fueron incapaces de modificar esta actitud.
-¿Qué has encontrado en el Gómez Cantos,
ideológicamente hablando?
-Ideológicamente
es evidente que Gómez Cantos fue un militar ultraconservador donde los valores
puramente castrenses y de anulación del individuo eran una de sus máximas. Está
claro que fue un beneficiado de la Guerra Civil. Este conflicto fue el que lo
encumbró y le dio un protagonismo que nunca tuvo en años anteriores, ya que
Gómez Cantos estuvo constantemente puesto en duda por sus superiores. La guerra
y su manera violenta de comportarse con los “desafectos” a la causa rebelde le
auparon en el escalafón y, sobre todo, en consideración como él nunca había
sospechado. Además, no debemos perder de vista que contó siempre con la
protección del general Queipo de Llano quien afirmaba
en sus famosas charlas radiofónicas que “¡ojala! hubiese muchos Gómez Cantos”.
-¿Utilizó como arma al ejército y al Cuerpo de
la Guardia Civil?
-Es
evidente si leemos el libro que rápidamente detectamos que Gómez Cantos se
valió del uniforme de la Guardia Civil para su provecho particular. Este
aspecto, por ejemplo, es fácilmente detectable durante sus años como
“supernumerario”, que siempre invocaba como “carta de presentación” ser un oficial
de la Benemérita. Eso le abría muchas puertas que posteriormente utilizó para
beneficio propio. Es lo que he afirmado en alguna otra entrevista, yo creo que
Gómez Cantos representó lo que nunca debe ser un guardia civil. La antítesis
completa de lo que debemos entender como un servidor público.
-Por último: ¿cuánto tiempo has invertido o
invertiste en el estudio de la Guardia Civil en Extremadura y más concretamente
el estudio del mando de la GC, Manuel Gómez Cantos?
-El
trabajo completo sobre la Guardia Civil en Extremadura y el estudio biográfico
sobre Gómez Cantos me ha llevado más de tres años completos. Han sido numerosas
las ciudades y archivos que he tenido que visitar para poder completar este
trabajo: Madrid, Segovia, Pontevedra, Marbella, Villanueva de la Serena,
Badajoz, Cáceres…, en fin, siguiendo la estela del personaje, además de leer
toda la bibliografía que existía con anterioridad a mi trabajo y en la que he
podido comprobar que existían diversos errores y alguna que otra exageración.
Especie de “leyenda urbana” que se ha difundido por la WEB, y en ciertos libros
de prestigiosos historiadores, y que muchas personas creen a pie juntilla. Con
toda humildad creo que mi estudio es el que más se acerca a la realidad de este
personaje tan controvertido como violento.
14636
Manuel Gómez Cantos.
Historia y memoria de un mando de la Guardia Civil. Francisco Javier García Carrero
292 páginas
25,00 euros
Universidad de Extremadura
Este trabajo se centra en el estudio
biográfico de uno de los guardias civiles de personalidad más conflictiva y un
represor de primera fila que hizo carrera fundamentalmente, pero no
exclusivamente, en el Tercio extremeño: Manuel Gómez Cantos. Se ha circunscrito
al personaje en las distintas fases que le tocó vivir alejándose el autor de
prácticas decimonónicas tan habituales en este tipo de estudios como son la
hagiografía o aquellas que insisten en el individuo como singular forjador de
la historia.
Después de analizar el estado de la cuestión bibliográfico, se ha
estudiado su paso por la academia toledana y su mediocre expediente. Sus años
como guardia civil durante la dictadura de Primo de Rivera y sus actividades en
las tres Comandancias que conoció durante la experiencia republicana (Córdoba,
Málaga y Badajoz). Su paso por la Guerra Civil como un oficial identificado con
la postura sublevada que tuvo como respuesta por parte de la administración
franquista la entrega de numerosas prebendas, delegado de Orden Público, entre
otros cargos.
La última parte está centrada en su protagonismo contra el movimiento
guerrillero antifranquista. Primero como gobernador civil en Pontevedra y
después como máximo mandatario en la lucha contra el maquis extremeño. Se hace
especial mención a sus indiscriminados actos represivos entre los que se
encuentran los sucesos de Mesas de Ibor, que fueron, en última instancia, los
que le llevaron ante un consejo de guerra que acabó con su carrera militar.
Junto al proceso represivo también se analiza una práctica menos conocida
de su compleja personalidad: deudor confeso, una experiencia que le acompañó a
lo largo de toda su peripecia vital.
Francisco Javier García Carrero (Arroyo de la Luz (Cáceres),
1963). Doctor en Historia por la Universidad de Extremadura desde 2011,
profesor de historia de España en el I.E.S Bioclimático de Badajoz, donde
ejerce el cargo de jefe de estudios, y miembro del GEHCEx
(Grupo de Estudios sobre la Historia Contemporánea de Extremadura).
Son varios sus artículos publicados en diversas revistas nacionales tales
como Revista Alcántara, Revista de Estudios Extremeños o Revista Pasado y
Memoria (Universidad de Alicante), entre otras. De la misma forma, ha
participado en distintas obras colectivas tales como Memoria e investigación en
torno al setenta aniversario del final de la Guerra Civil (Badajoz, 2008); La
larga memoria de la dictadura en Iberoamérica (Buenos Aires, 2010) y Política y
sociedad durante la Guerra Civil y el Franquismo: Extremadura (Badajoz, 2012).
Como autor individual tiene en su haber tres monografías. Las dos primeros
llevan por título II República y consecuencias de la Guerra Civil en Arroyo del
Puerco (dos ediciones) y Juan Luis Cordero, vida y obra (Arroyo de la Luz, 2003
y 2005). Su último libro ha sido La crisis de los treinta en Arroyo de la
Luz. República, Guerra Civil y Primer Franquismo (Badajoz, 2008), trabajo con
el que obtuvo el Diploma de Estudios Avanzados. Ha intervenido como comunicante
y relator en numerosos congresos y jornadas de historia en Cáceres, Badajoz,
Llerena, Castuera o Valencia de las Torres, entre
otras poblaciones; y como ponente ha participado en los cursos
internacionales de verano de la Universidad de Extremadura.
ÍNDICE DEL LIBRO:
AGRADECIMIENTOS…………………………………………………………...............9
PRÓLOGO, por Julián Chaves Palacios……………………………………..............13
INTRODUCCIÓN. Manuel Gómez Cantos: estado de la cuestión
bibliográfico.......21
CAPÍTULO 1
ANTECEDENTES DE UN GUARDIA CIVIL DE CONTROVERTIDA
PERSONALIDAD: INGRESO, FORMACIÓN Y ACTIVIDAD HASTA LA
SEGUNDA REPÚBLICA (1892-1931)
1.1. Ingreso en la Academia de Infantería de Toledo
..........................................35
1.2. La XIX promoción de Infantería y el cadete Gómez Cantos: un
expediente mediocre.......................................................................................38
1.3. Servicios como oficial de Infantería e ingreso en el Instituto de la
Guardia
Civil...................................................................................................48
1.4. Primeros conflictos en Andalucía y sus contactos con Extremadura
............54
1.5. Supernumerario de la Guardia Civil y problemas de deudas e
impagos. Una constante a lo largo de toda su vida
............................................64
1.6. Capitán del Instituto armado en el Tercio sevillano: deudas e
incidentes con sus superiores
.........................................................................69
CAPÍTULO 2
CONFLICTOS E INCIDENTES DURANTE LA SEGUNDA REPÚBLICA
(1931-1936)
2.1. Comandancia de Córdoba: denuncias por su despótica actuación
................79
2.2. Comandancia de Málaga: nuevos y graves incidentes en Marbella
...............101
2.3. Etapa del Frente Popular: destinado a la quinta Compañía de la
Comandancia de Badajoz
...............................................................................116
CAPÍTULO 3
UN OFICIAL DE LA GUARDIA CIVIL IDENTIFICADO CON LOS
SUBLEVADOS: SE FORJA LA LEYENDA DE UN PERSONAJE VIOLENTO
(1936-1939)
3.1. Villanueva de la Serena bajo control insurgente
..........................................125
3.2. Gómez Cantos y el inicio del proceso represivo
.........................................140
3.3. Numerosas responsabilidades en la nueva Administración
franquista............163
CAPÍTULO 4
PROTAGONISMO EN LA LUCHA CONTRA EL MOVIMIENTO GUERRILLERO
ANTIFRANQUISTA (1939-1947)
4.1. Final de la Guerra Civil: nombrado gobernador civil provincial de
Pontevedra....................................................................................................183
4.2. Regreso a Extremadura al iniciarse la posguerra: responsable de la
lucha contra el
maquis....................................................................................202
4.2.1. Represión y violencia indiscriminada en el mundo rural extremeño
............203
4.2.2. Mesas de Ibor: el inicio del fin
................................................................235
4.3. Procesado en consejo de
guerra................................................................249
EPÍLOGO: El teniente coronel Gómez Cantos retirado del ejército
(1947-1977).....263
CONCLUSIONES............................................................................................271
BIBLIOGRAFÍA...............................................................................................273
Artículo:
Manuel Gómez Cantos, un mando de la Guardia Civil entre el deshonor y la
represión
http://publicaciones.ua.es/filespubli/pdf/15793311RD119913429.pdf
_____________________________________________________________________
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