BS64042.jpgCazarabet conversa con... Evelyn Mesquida, autora de “Y ahora, volved a vuestras casas. Republicanos españoles en la Resistencia francesa” (Ediciones B)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Evelyn Mesquida se acerca en un minucioso libro de investigación a los centenares de veteranos republicanos y republicanas españolas que defendieron la libertad, desde la Resistencia francesa…

Un libro que viene como a complementar su último libro, La Nueve

La sinopsis del libro:

Tras la publicación de La Nueve, Evelyn Mesquida nos brinda la heroica y trágica historia de muchos de aquellos jóvenes republicanos españoles que, tras ser derrotados en la Guerra Civil, combatieron hazañosamente al enemigo nazi en la Resistencia francesa.

«Como los numerosos españoles que combatieron en el ejército francés y que lucharon en la Segunda Guerra Mundial, los refugiados que participaron en la Resistencia francesa también fueron olvidados en los libros de Historia. Allí estaban, sin embargo.» Desde que llegaron a Francia en 1939, la mayoría de ellos tuvo por hogar los barracones de los campos de concentración, las barracas de los campos de trabajo, las chozas y las cuevas en las montañas y en los bosques de todo el país. Esas eran sus moradas todavía cuando, en septiembre de 1944, desde la inquietud y la inconsciencia, el general De Gaulle les pidió que, tras las decisivas batallas que habían librado, volvieran a sus casas.

La autora, Evelyn Mesquida:

Periodista y corresponsal durante años de la revista Tiempo en París, lleva una década trabajando sobre La Nueve, habiendo entrevistado a gran parte de los supervivientes y publicado diversos artículos sobre el tema.

Su entrevista con nosotros, por su anterior libro, La Nueve: http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/fichas1/evelynlanueve.htm

 

 

Cazarabet conversa con Evelyn Mesquida:

6.jpg-Amiga, Evelyn, ¿nos puedes explicar el por qué de esta investigación que constantemente nos hace como reflexionar que toma forma de libro alrededor de las figuras de los republicanos y republicanas españoles que lucharon contra el fascismo europeo, en concreto contra el nazismo?.

-Entre finales de enero y finales de marzo de 1939, como ya sabemos, entraron en Francia más de medio millón de republicanos españoles que habían luchado durante dos años y medio contra cuatro ejércitos, representados por Franco, Hitler, Mussolini y Salazar. Varios miles de esos refugiados fueron empujados, o decidieron, integrarse en el ejército francés para escapar de las humillaciones cotidianas sufridas en los campos de miseria donde los encerraron, prefiriendo empuñar las armas para seguir combatiendo al enemigo nazi. Muchos confesaron que preferían morir con las armas en la mano. Actualmente, todavía no se puede determinar con exactitud cuántos miles y miles de hombres lucharon en el ejército francés pero sabemos que durante la Segunda Guerra Mundial los refugiados españoles participaron en todas, todas, las batallas donde combatieron los franceses, de Noruega a Libia, Egipto, Palestina, Siria o Túnez, entre otras.

Las decenas de miles de refugiados que quedaron en los campos de concentración, diseminados por todo el país, fueron incorporados poco después, tras amenaza oficial de ser repatriados a España, en las Compañías de Trabajadores Extranjeros (CTE), creadas por el Gobierno francés por un decreto-ley, en abril de 1939. Dependiente del Ministerio de Defensa, este decreto-ley obligaba a los asilados a ponerse a disposición del ejército francés como soldados « no combatientes ». Se crearon más de 500 compañías de 250 hombres. Fueron enviados a los trabajos más duros por toda Francia. Muchos de esos refugiados fueron los que más tarde participarían activamente en la Resistencia. Todos tenían la experiencia de la guerra de España. Pero como los hombres de « la Nueve » y tantos otros que combatieron en el ejército, la presencia española en la Resistencia francesa no ha sido reconocida, apenas aparece en los libros de Historia a pesar de que, como decía Jorge Semprún en el prologo de « la Nueve », eran decenas de miles y desempeñaron un papel principal. Muchos perdieron la vida en esa lucha…Siempre me pareció muy injusto ese « olvido ».

-¿Qué aporta esta investigación tuya en torno a los miembros españoles, en el exilio francés, que lucharon contra la ocupación nazi?

-En general, los historiadores que hacen alguna referencia a los españoles han resaltado que los refugiados participaron para « ayudar » a la Resistencia francesa y sobre todo en el Sur de Francia. Con este trabajo he querido mostrar también, como ya lo hicieron Antonio Vilanova, Pons Prades o Secundino Serrano, entre otros, que los españoles combatieron por toda Francia, en el norte, sur, este y oeste, por todos sitios, y que en muchas ocasiones, fueron ellos los primeros en iniciar la Resistencia contra el enemigo nazi. Entre otros, tuve la suerte de encontrar todavía a varios supervivientes franceses que lucharon en la Resistencia con los españoles y que me confirmaron que eran ellos, los españoles, por su experiencia, los que enseñaban a los jóvenes franceses a combatir.

-¿Pretendes como reivindicarlos, guardarles cumplida memoria a todos y todas?

-Sí, yo también he querido reivindicarlos. Me parece muy injusto que tantos hayan desaparecido, que no quede traza de ellos y ellas cuando lucharon tanto tiempo en España y siguieron combatiendo en Francia reivindicando los mismos valores de libertad. Les debemos mucho. Se jugaron la vida constantemente, vivieron en condiciones miserables y ayudaron con su combate a vencer el nazismo.

1.jpg-¿Se sabe con seguridad cuántos fueron los españoles y españolas que lucharon en la resistencia francesa? ¿Cómo se “captaban” y de qué manera empezaban a colaborar?

-No, no se sabe cuántos… Los historiadores dan cifras muy diferentes pero como he dicho, ningún historiador, ningún investigador puede dar cifras realmente validas, primero porque en los archivos encuentras muy pocas cosas, después porque las dificultades de la época exigía que no se guardaran ciertos documentos y sin duda, porque se han destruido muchos documentos por intereses diversos. Esto lo comprobé ya trabajando sobre « la Nueve ».  

Las Compañías de Trabajadores Extranjeros (que luego se convirtieron en Grupos de Trabajadores Extranjeros) donde estaban integrados docenas de miles de españoles y de otras nacionalidades, habían sido enviadas por toda Francia para realizar los trabajos que no podían hacer los franceses que habían sido movilizados. Tras el Armisticio, en mayo de 1940, más de un millón y medio de franceses fueron hechos prisioneros de guerra por los alemanes y retenidos en Alemania. Francia organizo entonces la mano de obra de los Grupos de Trabajadores Extranjeros. Miles y miles fueron enviados a la agricultura francesa, a grandes trabajos industriales o distribuidos como leñadores, carboneros o mineros por todas las regiones. Otros muchos fueron obligados a trabajar para los alemanes directamente. Por todos los lugares, trabajando en condiciones miserables, los españoles comenzaron a concertarse, a unirse entre ellos para ayudarse. Muchos de ellos, los primeros contactos de resistencia los iniciaron con los ingleses. Otros, con los primeros movimientos de Resistencia francesa que se instalaron en la zona Sur, no ocupada por los alemanes, y que conllevaría contactos con redes cercanas a la Francia Libre del general de Gaulle. Más tarde, cuando los alemanes invadieron Rusia y Stalin dio la orden de combate contra ellos, en junio de 1941, se movilizaron también las tropas comunistas y muchos españoles se unieron entonces a ellas para luchar contra el ocupante alemán.

-La huella de cooperación y aprendizaje, en una primera fase, con los ingleses… fue fundamental, ¿verdad?, ¿cómo y de qué manera?

-Los ingleses estaban instalados clandestinamente en el sur de Francia. Desde allí siguieron de cerca la guerra de España, y después de la Retirada, entraron enseguida en contacto con algunos refugiados españoles. Ellos ya preveían el conflicto mundial. Cuando declararon la guerra a Alemania, en septiembre de 1939, los servicios secretos ingleses se organizaron inmediatamente y pidieron su colaboración a muchos refugiados. Sobre todo socialistas y libertarios, porque Stalin había firmado un pacto con Hitler y no se fiaban de los comunistas. Ponzán fue uno de los primeros que contactaron y con él y sus grupos trabajaron muy a fondo. Esa colaboración salvo a centenares de personas de las garras nazis y franquistas. Por toda Francia, los ingleses estuvieron en contacto con los refugiados españoles durante toda la ocupación alemana. Esto provoco una escisión en los medios libertarios porque una parte reprochaba a la otra el trabajar con los ingleses cuando estos habían abandonado la Republica española. Para Ponzán en aquel momento, lo fundamental era luchar contra los nazis y contra Franco. El momento lo exigía.

2.jpg-¿Cómo actuaban y qué tareas, con mayor “tino y facilidad” llevaban a cabo?

-Teniendo en cuenta su experiencia de combate en España, sabían cómo organizar pequeños grupos muy móviles y muy eficaces en los sabotajes. Entre los refugiados había muy buenos dinamiteros y esto fue algo muy importante en la guerrilla contra los alemanes. La dinamita la obtenían en las minas y las utilizaban con « tino y facilidad », con mucha eficacia, por todas las regiones, principalmente en la lucha contra los ocupantes nazis. También lucharon contra las fuerzas de Petain pero ahí preferían que fueran los franceses los que se ocuparan.

-Me llama la atención, puede que por su sutileza, el título que le das a tu investigación de: “Y ahora volved a vuestras casas” ¿cómo lo pensaste o por qué le diste este título?... es, al menos, chocante, ¿dónde?, ¿a qué casa…? ¿ A aquellos hogares tras una cordillera nevada…la que cruzaron porque les iba la vida… un hogar que ya les había sido usurpado por otro fascismo, el franquista, contra el que también lucharon y que les tenía por “muertos”?

-Precisamente eso fue lo que me choco cuando entrevistando a Serge Ravanel, que había sido el dirigente comunista que dirigía a las fuerzas guerrilleras en la región de Toulouse y uno de los encargados de recibir al general de Gaulle en su viaje a la capital tolosana el 17 de septiembre de 1944, me contó lo que había pasado. El fue testigo directo y recibió incluso una reprimenda del general. De Gaulle se enfado con los españoles porque desfilaron delante de él con cascos alemanes en la cabeza. Reacciono como militar, sin tener en cuenta que aquellos hombres eran combatientes civiles, muchos calzados con alpargatas y que manifestaban así su alegría de haber vencido al enemigo alemán. Después, cuando se tranquilizo, rectifico su actitud, agradeció su combate por liberar a Francia y los invito a a seguir combatiendo en el nuevo ejército francés que se estaba creando y que quienes no lo desearan, volvieran a sus casas…Me choco especialmente porque la casa de aquellos hombres, desde que entraron en Francia, habían sido los campos de concentración, los barracones de los campos de trabajo, las chozas y las cuevas en las montanas y los bosques de todo el país…La gran mayoría no tenia casa o no podían volver a ella, ni en Francia, ni en España… Eso fue lo que me incito a darle ese título… Un titulo que se puede considerar un reproche.

-En Francia y desde un primer momento no todos ni todas tuvieron la misma acogida: muchos y muchas vieron “traicionados” sus ideales republicanos de libertad, igualdad y fraternidad….otros, sin embargo, se vieron mejor acogidos, ¿verdad?; ¿qué nos puedes explicar?

-Para la mayoría de los refugiados españoles la acogida francesa fue una humillación terrible. Muchos llegaban convencidos que siendo republicanos, la Republica francesa los ayudaría…La decepción fue enorme. Se les acogió, si, defendidos por mucha gente, pero oficialmente fueron recibidos como vencidos, casi como miserables. Casi todos los españoles consideraban haber luchado con dignidad, haberlo dado todo en esa lucha por la libertad, y se vieron encerrados en campos de concentración donde la humillación era constante, donde se les considera como la escoria de la que hablaba Koestler. Muchos de los refugiados guardaron toda su vida la gran humillación de aquellos momentos.

3.jpg-A este mismo país le costó horrores ser honesto con el compromiso de miles de españoles y españolas que lucharon contra el fascismo versus nazismo…algo deplorable para un país que se enorgullece y que más de una vez ha pretendido dar lecciones a todo el mundo de los valores republicanos sobre los que se ha establecido el país de la Marsellesa

-La situación francesa era también muy compleja en aquellos tiempos. Francia tenía muchos problemas entre los mismos franceses. Muchos de ellos ayudaron a los españoles en todo lo que pudieron pero otros los acusaban de todos los males, llegando a denunciarlos en muchas ocasiones. Muchos españoles han querido olvidar aquél trozo de historia humillante reconociendo que otra Francia tenía valores esenciales y supo integrarlos luego en la Republica francesa. Los españoles pagaron muy caro ese precio de integración y libertad.

-Háblanos, por favor, del proceso de investigación…de esa tarea tan ardua, de búsqueda, mucha lectura, poner orden… Amiga, ¿cuánto tiempo te llevó esta investigación?

-Me ha llevado muchas, muchas horas, días, meses, de trabajo, de lectura. Viajé a más de veinte pueblos y ciudades francesas. He ido recogiendo documentos, fotografías, algunas imágenes

 -¿Cómo es coordinar todo este material que, a lo largo de la investigación y demás, has ido acumulando? o preguntado de otra manera: una vez recopilado todo, ¿cómo es la metodología de trabajo que utilizas?; ¿cómo le pones orden a todo?

-Metodología muy simple: un gran mapa de Francia frente a mí y situar poco a poco las zonas donde combatían. Llené el mapa de colores. En cada zona tenia los nombres de grupos y combatientes destacados. De cada zona conseguí algún testimonio. De cada zona leí todo lo que pude Fui a muchos pueblos y ciudades para entrevistar a gente y consultar archivos. Por ejemplo, fui hasta el bosque donde mataron a Ponzán. Hice el camino que había hecho él. Entreviste a gente del pueblo cercano. Recorrí los alrededores. Consulté archivos. Igual en Tulle. Y en Perigueux, en Dordona. Estuve en Annency y en las montañas cercanas, hasta el cementerio de Morette. Fui a Marsella. Estuve en las cercanías de la batalla de la Madeleine y ante el monumento que le dedicaron. Estuve en el Ariège, en Foix, en el col del Py, donde fue creada la tercera brigada de guerrilleros, y recorriendo algunos pueblos con el comandante Robert. Estuve en Rouen, fui hasta el lugar donde había sido fotografiada María, la combatiente de la portada de mi libro. Y estuve en otros sitios donde los españoles habían combatido. En todos los lugares entrevisté a gente, visité algunas zonas de combate…. Me hubiera gustado ir al Valle de Aran…como me hubiera gustado ir a otros lugares… pero no era posible. La investigación, entre viajes y lecturas, me ha llevado unos seis años de trabajo.

4.jpg-Vuelvo al libro en sí: en él “cobra” especial importancia Francisco Ponzán y la red de resistentes con los que combatió, y que podríamos decir, se formó a su alrededor para combatir al fascismo desde su exilio francés: ¿qué nos puedes contar de Ponzán?, ¿y de su red?—brevemente porque, entendemos amiga, que no puede ser de otra manera y que para eso, en parte, está el libro…-

-Mi libro comienza con el capítulo de Ponzán porque su entrada en resistencia comienza inmediatamente, poco después de llegar a Francia con la Retirada, en 1939. Fue uno de los primeros. Enseguida se organiza con los que él llama « mi tribu », y al lado de su hermana, para hacer entrar y sacar gente perseguida a través de los Pirineos, burlando las fronteras. Su historia es la de un gran combatiente, la de un hombre valiente y digno. Aragón tendría que haberle dedicado un monumento especial, ya que no pudo ser enterrado en Aragón y junto a su maestro Ramón Acín, como él deseaba. Ponzán fue un verdadero combatiente de libertad.

-Motivo por el cual éste, como otros muchos, se dejaron la vida…sin ir más lejos el propio Ponzán, al que ejecutaron, ya en la recta final de la ocupación francesa de los nazis, ¿qué nos puedes explicar?

-He trabajado mucho la historia de Ponzán, he querido mostrar que a Ponzán no lo mataron los nazis, aunque todos los que han escrito sobre él lo digan. He tratado de mostrar que era imposible en aquel momento. Y menos todavía que hicieran aquel infecto ceremonial en aquellos momentos. Los alemanes tenían bastante con ocuparse de ellos mismos. Otra gente, los que quería hacer olvidar sus años de pacto y de colaboración, eran los que más podían desear que Ponzán desapareciera. Este había comenzado la lucha contra los nazis desde el primer momento, al lado de los ingleses, cuando otros se aliaban con los alemanes y decidían no combatirlos. Triste historia.

5.jpg-Pero su muerte como la de otros muchos en “ese día” y en esos días no queda del todo clara, más bien al contrario, ¿qué nos puedes comentar?

-No, su muerte no queda clara, no. Naturalmente no existe (hasta hoy) la prueba directa y criminal, los que lo hicieron no dejaron ni su identidad ni su firma, pero existen otras pruebas que muestran la imposibilidad de que fueran « verdaderos » alemanes los que lo hicieron.

-En el exilio o más bien en la lucha dentro de la resistencia francesa…se dejaron un poco como más apartadas las ideas de cada uno de los componentes?; ¿tenían claro, más que nunca, cuál era el enemigo al margen de que cada uno o una tuviese y/o mantuviese su propia idea?; aún con eso, algún “choque debió surgir, ¿no?

-Sobre el terreno, en el combate, la mayoría de hombres luchaban sin medir si eran de un partido u otro, de tendencias políticas diferentes. Esto es lo que se percibe de las declaraciones y biografías de muchos resistentes. Pero sobre ellos estaban los que dirigían, los que recibían y daban ordenes, los que no dudaban incluso en usurpar el combate de otros, en este caso, la lucha de los españoles. Hubieron choques en el momento de esa usurpación. Varios libros cuentan los ajustes de cuentas en vísperas de la Liberación, los enfrentamientos entre tendencias políticas diversas

-Los españoles y españolas resistentes en Francia frente al nazismo y fascismo estaban muy preparados, en la lucha, porque acaban de enfrentarse al fascismo de aquí, pero también cansados de tantos años de lucha, ¿no?; ¿se deja ver esto, se nota como en su “libro de ruta en la lucha”?

-De ahí mi admiración por esos hombres y mujeres. Ellas y ellos asumieron la lucha contra el nazismo de forma natural, porque ya lo habían hecho en España y tenían claro quiénes eran sus enemigos. Para la gran mayoría de españoles la lucha en Francia, continuaba la lucha que habían iniciado en España. Y la gran mayoría lucho hasta el final. Lo que no aceptaron después es continuar luchando en otros países, como Indochina. Todos decían que esa no era su guerra, que ellos luchaban por la libertad.

7.jpg-Acercarte a estas mujeres y hombres, ¿qué ha supuesto para ti? ¿Te has encontrado con alguna sorpresa que no te esperabas?

-Como con los hombres de « la Nueve », acercarte a los combatientes de la Resistencia, ellos y ellas, ir conociendo sus historias, descubriendo las tragedias que vivieron, las dificultades y la miseria por la que pasaron, ha sido muy conmovedor. Ninguno de ellos se consideraban héroes, todos encontraban « normal » lo que habían hecho, decían que habían hecho simplemente lo que debían de hacer: luchar para vencer a sus enemigos. Los supervivientes se fueron integrando en la vida cotidiana y aportando a la vida francesa una integridad y una visión moral del mundo, que muchos franceses supieron apreciar. Para mí ha sido un trabajo muy enriquecedor y una constante sorpresa comprobar, según avanzaba en el trabajo, como estos combatientes habían estado tan olvidados, cuando su papel en la lucha había sido tan importante. Muy sorprendente también la gran complicidad de silencio de la ciudad de Tulle. Frente a un drama tan doloroso como el que vivieron, el de tener que elegir, todos han elegido el silencio…Si, eso lo he vivido y sigo viviéndolo con sorpresa.

-¿Qué hecho o trama te ha sido más difícil de desentramar o entender?

-Precisamente los silencios de Tulle. Creo que si al principio ese recuerdo de haber tenido que elegir, de haber « contribuido »contarnos a la muerte de combatientes que no tuvieron quién los defendiera, si aquello podía herir especialmente y prefirieron callar, tantos años después podrían devolver la memoria de aquellos hombres y contarnos la verdad de lo que ocurrió. Para que esos muertos no estén solos, como diría Albert Camus.

-Amiga Evelyn, eres una trabajadora nata y se puede decir que de las que no paras, ¿nos puedes decir o dar alguna pista sobre lo que andas investigando en estos momentos?

-Muchos hombres y mujeres de los que conocí merecían un libro particular, contar sus vidas individualmente, la vida de algunos de ellos, habría sido tema de gran película. A otros no pude llegar a conocerlos personalmente pero los testimonios que pude recoger me han hecho admirarlos. Porque hicieron cosas admirables. Sobre uno de esos hombres voy a intentar trabajar.

 

 

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