Cazarabet conversa con... Lina Vila, sobre
el libro-catálogo de su exposición “La vida en los pliegues” (Prensas de la
Universidad de Zaragoza)
Lina Vila se
despliega con su arte desde un libro-catálogo editado por Prensas de la
Universidad de Zaragoza.
El libro es bello y
nos acerca a ese universo de “pura fuerza” que es Lina Vila en sus pinturas y
desde su expresividad artística.
La sinopsis y
aquello que nos cuenta o que hay detrás de este libro que nos acerca prensas
Universitarias:
Lina Vila pinta
imágenes que se vinculan profundamente a su biografía y entre esas imágenes,
amapolas, la flor del olvido. El olvido abre la posibilidad de comenzar de
nuevo, de iniciar nuevos relatos que no supongan la muerte del tiempo ya
pasado, absurdo intento al decir de Ida Vitale. «Todo
comienza antes», escribió. Así es en la narración visual que Lina Vila
construye con el mejor instrumento del que dispone: su experiencia, que
determina el método de evocaciones de lo en otro tiempo sentido, y organiza
expositivamente este proyecto. Deseos, sueños, dolor y silencios descubren
extrañas asociaciones en la secuencia de imágenes elegidas y revelan la
fragilidad de una composición vulnerable, quebrada y fugaz que no teme mostrar errancias y duelos.
El libro es la
puesta de negro sobre blanco o del arte de Lina Vila en el soporte libro desde
la exposición, desde la Sala Goya y Saura del edificio del paraninfo de la
Universidad de Zaragoza.
El trazo y “la
mirada artística” de Lina Vila es todo un homenaje a la honestidad artística y
a despojarse de juicios, prejuicios…haciendo alarde de la libertad más plena.
Cazarabet
conversa con Lina Vila:
-Lina, amiga, ¿qué se encontrará o se
encuentra el visitante de la exposición La vida en los pliegues en la Sala Goya y Sara del Paraninfo
de la Universidad de
Zaragoza y que es lo mismo que puede llegar a sentir la persona que tenga en
sus manos, el libro de la exposición y que edita Prensas Universitarias?
-El
visitante se encontró una trayectoria vital y profesional. Etapas de mi vida
pintadas, dibujadas, cosidas…. Una vida que espero que sea larga para seguir
contándola. La vida en los pliegues de la memoria, del papel, de la piel, de
las telas,….
En
el catálogo, además de las obras, el lector podrá encontrarse con dos
magníficos textos escritos por Chus Tudelilla y por José María Conget y que hablan y explican mi propio trabajo pero no
solamente.
-¿Es
verdad que lo de “vivir” está en los pliegues?, ¿es casi lo mismo que admitir
que en los pequeños detalles está lo mejor de la vida?
-Desde luego que en los pequeños
detalles está lo mejor de la vida. La gente habla de la felicidad con
mayúsculas. La felicidad son las pequeñas alegrías del día a día. El sol, los
pájaros, la salud, una buena lectura, las risas con amigos, el amor, la
alegría, el chocolate, una cerveza compartida, un paseo, un paseo con mi
madre, en fin… podría nombraros un
millón de cosas que me chiflan y me hacen feliz. Pero es verdad que estas cosas
también hay que buscarlas, hay que proporcionárnoslas. La mayoría de la gente
cree que la felicidad te tiene que llegar porque sí. Yo creo que hay buscar
esos pequeños momentos y disfrutarlos. Creo que lo malo viene queramos o no y
que lo bueno hay que buscarlo. Esa vida, feliz a veces y desesperada en otras
ocasiones se va grabando en la memoria, en las arrugas del cuerpo, en la piel y
después en el papel, la tela o cualquiera que sea el soporte que utilice. Por
eso comento que mi trabajo es más bien autobiográfico.
-Bueno, amiga, también se puede
entender, desde tu perspectiva de artista, que la belleza también queda mejor
representada haciendo bueno aquello de ir poco a poco; de saborear cada momento
e instante y cada uno o una de nosotras debe hacerlo desde su respectiva faceta que, de primeras, es
con la que mejor no sabemos manejar y con la que mejor sabemos enseñar lo que
de verdad somos…
-Ojalá
viviéramos en un mundo en el que pudiéramos saborear todo lentamente y
reflejarlo de la misma manera. Por desgracia vivimos deprisa. El día pasa
rápido incluso aunque no hagamos nada… Yo siempre digo que solo para leer lo
que me gustaría leer, necesitaría cuatro vidas o más. Pero esto crea ansiedad.
Y deberíamos disfrutar de nuestro tiempo…
Desde
luego cada uno se expresa con lo que sabe o con lo que desea… y está claro que todos
nos expresamos… con la música, con la literatura, con la enseñanza, con la
conversación, con la cocina, etc. Etc. Pero todavía podríamos hacerlo en mayor
medida si no viviéramos tan rápido, si no estuviéramos llenos de compromisos y llenos de trabajo para ganar dinero para
poder vivir… siempre he soñado con la utopía de que todos naciésemos con el
dinero suficiente para vivir una vida digna… y luego que trabajase el que
quisiera enriquecerse… jajajaja
-Narras con el trazo artístico y
variando un poco las técnicas, ¿verdad?. ¿Con qué te
sientes más cómoda o para según qué quieres o nos quieres contar utilizas más
una técnica que otra?
-Así es. Según lo que quiero expresar
me acerco a una técnica o a otra… por ejemplo, cuando quiero algo liviano y azaroso,
trabajo más con el agua, que produce más sorpresas… Cuando estoy en un momento
más introspectivo o meditativo voy más al lápiz o a alguna técnica que me
permite ir más despacio. Si quiero buscar algo más tosco quizá, me acerco más
al grabado. Pero es algo que pienso a posteriori. La mayoría de las ocasiones
no soy consciente de la técnica que estoy utilizando y por qué. Es después
cuando hago esa reflexión. Pero en general me gusta mucho el dibujo. Es en lo
que me siento más cómoda. El dibujo es algo natural, intuitivo, fresco y
sincero. Amo el dibujo. Y además es muy terapéutico.
-¿Expresas
tus pálpitos como recreándote en la belleza en aquello que ves y te enciende la
“lucecita de la belleza”?
-La
belleza no está solo en lo hermoso. Existe belleza en la fealdad. Y hacer esta fealdad hermosa es un reto.
En ocasiones trabajo al haber tenido
ciertas “epifanías” y otras veces relaciono imágenes. Imágenes que a veces veo
en el entorno en el que vivo y que utilizo para expresar lo que siento o pienso en ese momento. Por eso a veces recurro a
animales, flores o insectos. Para expresar situaciones, emociones, reflexiones
o sentimientos que no querría que fueran tan evidentes si estuviesen
representados con personas.
-¿Quieres
reivindicarte en algo desde la expresión artística?
-En ser humano primero. Y luego en
mujer artista por supuesto.
Estos días estoy leyendo mucho acerca
de María Luisa de la Riva, pintora zaragozana que reivindicó muchísimo su
pintura. Aquí no le hacían mucho caso y tuvo que marcharse a Paris. Me gustaría
que llegara un día en el que aquí hubiera la suficiente educación y gusto
artístico para que la gente de talento pudiera quedarse y vivir aquí de su
trabajo.
-Te
veo muy bien y como en mucha consonancia exponiendo tus pinturas y trazos en la
Sala Goya y Saura….porque casi podríamos decir que “bebes artísticamente” o
estás como en ósmosis” tanto de uno como del otro, ¿verdad? o ¿qué nos puedes
explicar?
-De Goya he bebido desde el principio.
Mi padre era muy aragonesista y creo que fui a Fuendetodos
de recién nacida. Y continué yendo muchos, muchos años. Hice cursos de grabado
allí y en casa había libros de Goya por todas partes. (Fijaros ahora qué pena
con Fuendetodos. No hay casi gente, ya no hay cursos, en fin. Un desastre.)
Pero desde luego Goya me ha influido mucho. Su manera de ver el mundo, sus
grabados… creo que es el mejor grabador de la historia. Nadie ha contado como
él lo exterior y lo interior. Los desastres de la guerra pero también su mundo
interior: Los caprichos. También las
pinturas negras me influyeron mucho en su momento.
Creo que Saura mucho menos. Me ha
interesado mucho su abstracción expresionista pero creo que siempre he sido más
figurativa. Admiro su libertad, sus trazos, sus pinceladas, su “negritud”, tan
aragonesa…. Pero me siento menos identificada como herencia. Me siento mucho
más cercana a pintoras de otros tiempos.
-Preparar una exposición, de manera
“expresa”, debe tener su trabajo, ¿no?...¿nos puedes
explicar qué trabajo hay detrás del trabajo de pensar y preparar
una exposición?
-Ufff…. Preparar una exposición es trabajar y trabajar sin
pausa durante meses o años. Y tratar de no pensar mucho en la exposición en sí
misma porque te condiciona. Y te pone nerviosa pensar si saldrá bien, si estará
a la altura, si no será un fraude…. Surgen las inseguridades y los miedos…
Y
luego está el trabajo del comisariado, que en este caso ha estado llevado a
cabo por Chus Tudelilla que ha hecho un
magnífico trabajo de selección y montaje. Y un extenso texto para el catálogo.
Lo que le agradezco mucho porque yo sola no hubiera sido capaz y ella es una
gran profesional.
-Amiga, ¿te pasas algunos ratos por el
paraninfo de la Universidad de Zaragoza, en concreto por la Sala Goya y Saura para
ver, en silencio, como “de anónimo” tu obra “observada y mirada por otros”?
En general he pasado con personas
interesadas. He hecho montones de visitas guiadas. Pero no me gusta mucho
encontrarme a solas con mi propio trabajo fuera del estudio o del momento de
realización. La primera vez en que ves la obra colgada impresiona mucho y
cambia ese concepto que tenemos de que no producimos lo suficiente, de que
deberíamos “hacer” más. La verdad es que esa primera vez en que lo ves todo
junto impresiona por la gran cantidad de trabajo expuesto y también la gran
variedad de técnicas, formatos,…. Eso sí. Después de esto, el paseo ha sido
siempre acompañada. Pero sí me ha gustado mucho
escuchar las respuestas de los espectadores. El trabajo del pintor es muy solitario
y silencioso. Así que tener una respuesta, una opinión, una interpretación del
público es siempre muy interesante.
-Me
da que “delatas” a no pocos silencios con esta exposición, ¿qué nos puedes
decir?
-El trabajo de los pintores es muy
solitario y silencioso. Más aún el de las pintoras. En el silencio de mi
estudio me he preguntado muchas veces si será el silencio que yo escucho el
mismo que escucharon pintoras de otras épocas. Un silencio real pero también
provocado por la falta de proyectos, por la falta de exposiciones en
determinados momentos, por la falta de ventas,… en fin,… por el sentirse sola
en muchas ocasiones. Con este motivo realicé varias piezas citando a artistas
del pasado como Giovanna Garzoni, Rachel Ruysch o María Sibylla Merian. Artistas que por otra parte fueron muy exitosas y
reconocidas en su momento.
-Silencios,
por ejemplo, que hay detrás de ese mundo natural que no habla nuestra lengua,
pero que entiende de otras muchas maneras de expresarse, ¿qué nos puedes
comentar?
-La naturaleza se expresa día a día.
Habla con sus cambios. De colores, de formas. Los árboles tienen más o menos
hojas, vienen determinados pájaros y determinados insectos. El sol incide en
los objetos de una forma diferente cada día o cada hora. Es maravilloso poder
observar todo esto. Y para eso es fundamental el tiempo.
-Desde
la expresión artística se puede contribuir a, vamos a ser sencillos en el
lenguaje, a intentar contribuir a hacer de esto un mundo mejor…tu lo intentas,
también desde esa humildad, casi desde la soledad de tu día a día como artista,
desde un trabajo minucioso, expresivo y que me da que estalla. ¿Qué nos puedes
explicar?
-No sé si se puede cambiar el mundo
con el arte. Pero se puede hacer más hermoso y se puede ayudar a que las
personas reflexionen sobre ciertas cosas. A mí particularmente me gusta
provocar cosas a través de mis dibujos. Provocar sensaciones, reflexiones,
pensamientos, sentimientos,…
Tengo un amigo de fuera que dice que
Zaragoza es más fea porque no hay facultad de Bellas Artes…jajaja Es una anécdota pero podría ser un ejemplo de
que donde hay arte hay belleza. Y más
aún que el arte reivindicaría la cultura. Eso es lo verdaderamente importante.
La cultura y la educación son factores importantísimos para el desarrollo del
ser humano. No concibo una vida sin libros, sin cine, sin música, sin teatro… sin
cultura, en definitiva.
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