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testigos-del-cambio-1850-19.jpgCazarabet conversa con...   Modesto Bescós Torres, autor de “Testigos del cambio. 1850-1950” (Pirineo)   

 

 

 

 

 

Un libro riguroso y sobrio y muy estimulante sobre la historia de 100 años que fueron algo más que cien años en todos los campos y dimensiones.

Modesto Bescós Torres,  muestra y realiza un excelente trabajo, estudio e investigación histórica que nos puede ayudar mucho desde muchos planos y dimensiones: la sociología, la geografía, las humanidades, la antropología humana…

El escritor, estudioso e investigador busca, siempre, la identidad cultural de esta tierra que es Aragón y en este libro esto también se demuestra.

Lo que nos cuenta Editorial del Pirineo de este libro:

Testigos del Cambio 1850-1950 - es una obra de reconstrucción histórica realizada en base a testimonios biográficos rescatados, sobre alrededor de una docena de personalidades aragonesas que dedicaron todos sus esfuerzos a modernizar Aragón, en la época del tránsito desde la segunda mitad del siglo XIX hasta la primera del siglo XX . No llenaron ni las Gacetas ni el Parlamento con sus voces, pero la mayoría fueron grandes figuras que aunque la Historia ha olvidado, como el físico Julio Palacios, Teófilo Ayuso, la madre Pabla, o Roca Solano, consolidaron el moderno Aragón, desde el laboratorio, la cátedra o las instituciones. Sin embargo, entre los Testigos ,se incluyen a notables figuras como en el caso del Nobel, Santiago Ramón Y Cajal, con nuevos documentos que han llegado al autor sobre su vida o Joaquín Costa con una semblanza crítica en la que se recorre en clave actual su vocación y legado engrandecido con el tiempo. Su contenido se divide en tres Partes, una- I – Introductoria, en la que se realiza una amplia descripción del escenario de la época, forma de vida, el progreso técnico, costumbres , etc., incluyendo juicios de prestigiosos viajeros internacionales. En la Parte II se incluyen los seis científicos que lideraron el resurgimiento de las Ciencias en Aragón, como Albareda o el amigo de Einstein, Palacios. En la Parte III y última se incorporan notables figuras en las Humanidades como el diplomático Ángel Sanz Briz, el zaragozano que merecería el sobrenombre del “ángel de Budapest” como gran salvador en el holocausto hitleriano.

https://es.wikipedia.org/wiki/Compa%C3%B1%C3%ADa_del_Ferrocarril_Central_de_Arag%C3%B3n

http://www.elperiodicodearagon.com/especiales/2011/renfe/index.php

 

 

Cazarabet conversa con Modesto Bescós Torres:

Sin-título-1.jpg-Modesto, ¿por qué, qué te ha motivado a escoger esta horquilla temporal para realizar este trabajo de investigación que llega a nosotros como libro, Testigos del cambio 1850-1950?

-Hasta nuestros días no se había puesto en primer plano el conjunto de las figuras más notables que fundamentaron el moderno Aragón y en algunos casos con relieve nacional e internacional. Plutarco y otros ya lo hicieron  en la Antigüedad clásica: un largo esfuerzo para reunir a doce de los más significativos de los siglos XIX y XX.

 

-Sin lugar a dudas fueron cien años muy movidos, convulsos social y políticamente, ¿no? ¿Cómo afecta esto a las poblaciones más recónditas, más alejadas de los pocos grandes centros urbanos que pueda tener por ejemplo esta vasta tierra de Aragón?

-Oportuna cuestión ya que efectivamente ya en la Introducción del libro Testigos del Cambio está implícita la trascendencia social y política desde 1850 a 1950: pueblos y comarcas recónditas, ciertamente, donde fructificaron tales semillas, como Palacios en Paniza, Zaragoza, el Berbegal de Cavero en Huesca, Lain Entralgo en Urrea, Teruel, o el Graus de Joaquín Costa: la austeridad y solidez de sus raíces está en los cimientos de todos ellos.

 

-En el año en que arranca este estudio hacía muy poco que acababa la Segunda Guerra Carlista, pero aún le quedaban algunos coletazos a este conflicto, ¿no es así?

-La Década moderada fue el escenario entre 1846 y 1849 de la pugna entre liberales y conservadores: la trayectoria vital de mi libro arranca  a partir de ella. Ya en la Introducción expongo con cierto detalle  que prefiero los análisis poliédricos: progreso técnico, escuelas y universidades, corporativismo, la trascendencia del transporte en la difícil vertebración de Aragón, ciencias y humanidades, etc. Las guerras en si me parecen un tema más propio de los historiadores profesionales.

 

-Pero después viene el desastre del 98, la sucesiva pérdida de peso en lugares donde antes se campaba a las anchas y, seguro, que todo se hace notar entre los ciudadanos y ciudadanas. ¿Cómo reaccionaban a estos cambios sucesivos los ciudadanos y ciudadanas? (me estoy refiriendo a la sociedad aragonesa)

-La noticia de la pérdida de Cuba Y Filipinas llegó a nuestros pueblos y ciudades incluso con retraso por las comunicaciones: nuestros próceres por entonces reaccionaron resaltando sus valores más excelsos; era el caso del regeneracionismo de Joaquín Costa, que en 1900 formuló su ideario de europeización y reconstitución del país o el de Ramón y Cajal que en 1906 recibió el premio Nobel de Medicina. 

 

-Claro, hoy en día para nosotros el cómo se recibían las noticias hace más de un siglo largo, cuándo se recibían, de qué manera, nos queda como con una nebulosa ,todo debía ser como tan alejado a lo que hoy en día conocemos en los que la inmediatez forma parte del día a día…

-La difusión escrita de las noticias e ideas se inicia y desarrolla con el cambio de siglo: La población de Aragón no había alcanzado el millón de habitantes y el nivel de alfabetización estaba todavía en el 50 % de la población a fines del siglo XIX; sería por entonces solamente cuando empiezan a aparecer los diarios y periódicos pioneros incluso proliferando hasta en un Barbastro.

 

-Cuando una noticia llegaba a un pequeño centro urbano de Huesca, Zaragoza o Teruel, ya habían pasado unos cuantos días y cuando ellos leían o les leían las noticias (dado que mucha gente no sabía leer) ya estaba en marcha la respuesta y bien asentada y quizás la contra respuesta.-Está claro que no es como ahora que nos enteramos, al mismo tiempo, de que se está produciendo la noticia de todo…

- Así es. Tras el Heraldo de Aragón en 1895 y  el Noticiero de Zaragoza en 1901 hay que esperar a 1906 para que El Noticiero Turolense o el Diario de Huesca inicien sus andaduras. Y en el caso de Barbastro el Heraldo en 1902 que acabó desapareciendo pero encontró en  semanarios como El Cruzado Aragonés pleno sentido para la información comarcal.

 

-Hasta los viajes, me refiero a los desplazamientos, eran lentos, con caballerías, por caminos impracticables, según las inclemencias temporales. ¿Cómo afectaba esto a las relaciones humanas y a las que podían tener lugar entre comunidades?

-Tenemos ahora el riesgo de desenfocar el escenario vital de entonces: también hace solo veinte años no existía internet y yo participé en el primer estudio, que se hizo en Marconi en España, con el nombre de “Mobile pone” hacia 1967, que era una investigación precursora de la viabilidad de los actuales “iphones”.

 

-¿Cómo fue, en este contexto, la llegada de otros medios de comunicación como el automóvil?

-En la segunda mitad del siglo XIX se vivió una extraordinaria etapa de avances en los transportes, como en 1864 cuando llegó de Inglaterra la locomotora para encabezar el tren de Tardienta a Huesca. En los años cuarenta utilicé en mi caso una diligencia urbana en la Peña, Huesca y el “acharré” con caballo de noche para llegar hasta esa estación férrea.  Se vivían entonces los contactos sociales muy vivos entre personas y así la Iglesia, la tienda, el bar-café y la Plaza eran centros de convivencia entre personas de todas las edades: hoy la televisión y los móviles han alejado aquellas cercanías maravillosas.

 

-Otros medios de comunicación y desplazamiento, ¿cómo se fueron implantando?

-Hasta los principios del siglo XX se vivió una llamativa carrera entre los antiguos medios, y la aparición fulgurante de los primeros automóviles como el Peugeot o el Ford. Se intentaba  hacer espectaculares diligencias   para competir con los carruajes motorizados, y ciudades como Zaragoza convirtieron sus centros en una amalgama desordenada o la imposibilidad de que los aparatosos coches pudieran circular por las recónditas y tortuosas calles. Incluso el “tramway”, un tren tirado por caballerías, “ferrocarril de sangre” que no utilizaba locomotoras, regulado por Ley en 1859.  

 

-A más medios de comunicación y desplazamiento, mayor tránsito humano y es de suponer que se empezó a desplazar más la gente de lugares donde les era más difícil la vida  a los lugares donde les podía ser como más plácida. ¿Qué nos puedes reflexionar?

-El avance en los descubrimientos de bacterias y vacunas, en la química  o en la bacteriología , y en los abonos y la agricultura aragonesa como la remolacha, hizo crecer de forma exponencial tanto la natalidad como la higiene y el desarrollo económico. Por ello ciudades como Zaragoza se permitieron el lujo de imitar a París, con grandes cafés como el Ambos Mundos del Paseo de la Independencia  convirtiendo a esta arteria en un remedo de la atractiva Rue Rivoli en las Tullerías parisinas  : las ciudades de Aragón recibieron por ello la progresiva inmigración del campo y zonas rurales. La portada de este libro reproduce el transporte urbano en el Coso Alto de Huesca a principios del XX.

 

-Con el ferrocarril, Aragón, sus gentes y recursos se abren a muchas más partes; seguramente Valencia es uno de los lugares o de los puntos neurálgicos donde Aragón encuentra su particular expansión.

-Aragón había resultado ser el primer ensayo moderno de Reino peninsular, saliendo reforzadas sus Cortes de la Aljecería y con una presencia dominante en el Mediterráneo, no solo con caudillos como Jaime I sino con personalidades poco conocidas como Beatriz de Aragón , mujer de gran personalidad demostrada como Reina en Rumania iniciada con su boda con Matías Corvino, el cual le regaló como prenda de compromiso un precioso retablo hoy visitable en el tímpano de la Iglesia Negra de Brasov , con el escudo de armas de Beatriz, la Virgen y el Niño y a cada lado Santa Catalina y Santa Bárbara. Como es sabido, tanto el Reino de Aragón como el de Valencia fueron abolidos con Felipe V en 1707 al unificar todos los reinos peninsulares.

 

-Pero aunque en esta tierra la gente, casi diría, que no ha sabido del potencial humano de muchas de las gentes; como podría ser el caso del renacimiento de la ciencia en Aragón con científicos como Ramón y Cajal, Bruno Solano, Antonio de Gregorio Rocasolano, Mariano Tomeo , José María Albareda, Julio Palacios y Miguel Cavero Blecua…sí los ha habido y fue en este período de tiempo donde se produjo un antes y un después, un cambio radical en la concepción y en la  manera de hacer en torno a la ciencia. Salvo, sobre todo Ramón y Cajal han sido poco reconocidos. ¿Qué nos puedes reflexionar?

-Ciertamente la personalidad del Nobel Ramón  y Cajal le convirtieron en el paradigma y arquetipo más notable de las ciencias en Aragón, no solo por sus descubrimientos en neurociencia sino porque despertó la emulación de diversas figuras científicas en Aragón.

 

-Las ciencias (medicina, física, química…) fueron hilos muy firmes de los que tiraron verdaderos genios…

-Y así ocurrió que tras Cajal siguieron ya en el siglo XX su estela internacional relevantes figuras como Gregorio Rocasolano y Albareda en Química o Julio Palacios en la física cuántica: varias semblanzas de ellos  configuran en “Testigos del Cambio”, las atractivas vidas como científicos que serían el pedestal de la Academia de Ciencias de Zaragoza  que llego a tener gran prestigio internacional.

 

-Después hubo muchas más personas influyentes en otros campos de la humanística, de lo espiritual (Bescós y Escrivá de Balaguer), en la diplomacia, pero si no fuese por trabajos, estudios y casi gritos de personas como vos…muchos quedarían en el olvido de un siglo, claro está, de muchos cambios, también en lo humano ¿Qué nos puedes decir?

-En las Humanidades aunque resultaba arriesgado seleccionar entre muchas figuras aragonesas me incliné finalmente por cinco relevantes personalidades. Me parecía un deber y reconocimiento presentar a Teófilo Ayuso investigador bíblico en las lenguas semíticas y a la Sierva de Dios Pabla Bescós cofundadora de las Hermanas de la Caridad por sus heroicas virtudes

 

-Me llaman la atención, sobretodo, quizás por la cercanía temporal Joaquín Costa y Ángel Sanz Briz ¿qué nos puedes comentar de ellos?

-Además de incluir el perfil más barbastrense del santo Escrivá de Balaguer, desconocido a pesar de sus varias biografías, traté de ponderar qué dos personalidades sobrepasaban en méritos para culminar el libro: Y así fue que logré hacer resurgir del pasado la figura de Ángel Sanz Briz, el llamado “Ángel de Budapest” reviviendo su vida y el entorno de la capital húngara en el escenario beligerante de 1944.  Y finalmente Joaquín Costa reapareciendo su vida en toda su integridad liberándole de su imagen política más radical para rescatarlo como prócer aragonés con raíces y virtudes con frecuencia heroicas, con un lenguaje pauliano en ocasiones bien alejado del agnosticismo.

 

 

 

 

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Testigos del cambio. 1850-1950. Modesto Bescós Torres   
338 páginas
18.00 euros
Pirineo



Testigos del Cambio 1850-1950 - es una obra de reconstrucción histórica realizada en base a testimonios biográficos rescatados, sobre alrededor de una docena de personalidades aragonesas que dedicaron todos sus esfuerzos a modernizar Aragón, en la época del tránsito desde la segunda mitad del siglo XIX hasta la primera del siglo XX. No llenaron ni las Gacetas ni el Parlamento con sus voces, pero la mayoría fueron grandes figuras que aunque la Historia ha olvidado, como el físico Julio Palacios, Teófilo Ayuso, la madre Pabla, o Roca Solano, consolidaron el moderno Aragón, desde el laboratorio, la cátedra o las instituciones. Sin embargo, entre los Testigos ,se incluyen a notables figuras como en el caso del Nobel, Santiago Ramón Y Cajal, con nuevos documentos que han llegado al autor sobre su vida o Joaquín Costa con una semblanza crítica en la que se recorre en clave actual su vocación y legado engrandecido con el tiempo. Su contenido se divide en tres Partes, una- I – Introductoria , en la que se realiza una amplia descripción del escenario de la época , forma de vida, el progreso técnico, costumbres , etc., incluyendo juicios de prestigiosos viajeros internacionales. En la Parte II se incluyen los seis científicos que lideraron el resurgimiento de las Ciencias en Aragón, como Albareda o el amigo de Einstein, Palacios. En la Parte III y última se incorporan notables figuras en las Humanidades como el diplomático Ángel Sanz Briz, el zaragozano que merecería el sobrenombre del “ángel de Budapest” como gran salvador en el holocausto hitleriano.

 

 

 

 

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