La Librería de El Sueño Igualitario

aldecoa.jpgCazarabet conversa con...   José Serafín Aldecoa Calvo, autor de “Los primeros sindicatos mineros de Teruel (1928-1938)” (Comuniter)

 

 

 

 

Desde la colección La Casa del Pueblo de la Editorial Comuniter nos llega este libro , con la firma, de Serafín Aldecoa cuyo valor humano, social es grandioso e imprescindible.

Lo que nos cuenta el libro:

A partir de esta primera década del siglo XX, un buen número de campesinos de Ojos Negros, Utrillas, Montalbán, Libros cambian sus “modus vivendi” para  reconvertirse  a obreros mineros con dedicación a tiempo total a este sector  , dejando a un lado la agricultura y la ganadería tradicionales; otros, sin embargo, harán compatible sus anteriores trabajos con la minería, lo que no dejaba de ser una ventaja; pero el desarrollo de la industria y la buena coyuntura internacional supusieron el aumento de la producción y la necesidad de emplear mucha más mano de obra de más trabajadores que en unas comarcas de débil demografía no se podían cubrir, por lo que fue preciso traer obreros de otras regiones lo que produjo un incremento de la población y un crecimiento para la economía de las empresas en las que se implantaban las explotaciones de las minas.

El autor, José Serafín Aldecoa Calvo; es profesor en el IES “Vega del Turia” de Teruel y autor de numerosos trabajos de carácter histórico y etnológico. Es vicepresidente del Centro de Estudios del Jiloca y presidente-fundador del Ateneo Republicano de Teruel.

 

 

Cazarabet conversa con José Serafín Aldecoa:

serafín-aldecoa.jpg- Serafín, ¿la minería es para territorio Teruel aquello como “pan para hoy y hambre para mañana”?. Digamos que las minas llegaron como una alternativa de vida a la agricultura y ganadería, se implantaron, se quedaron, pero…

-Tanto Gascón y Guimbao como Santiago Contel, por poner el nombre de dos regeneracionistas turolenses de las últimas décadas del siglo XIX, depositaron excesivas expectativas para el desarrollo económico de la provincia de Teruel conjugando el binomio ferrocarril-minería. Se pensaba que ambos elementos unidos iban a ser la panacea del atraso económico que sufría el territorio. Se empezó la explotación de minerales (lignito, carbón y azufre), se construyeron las ansiadas vías férreas (Minas de Libros-Libros, Utrillas-Zaragoza y Sierra Menera-Sagunto) además del Central de Aragón, pero el progreso económico fue fugaz y solo para las comarcas en que estaban enclavadas las minas. La situación de la minería turolense, heredera de aquella que mantuvo su auge en las primeras décadas del siglo XX, no puede ser más desastrosa en el momento actual a un tris de desaparecer definitivamente.

-¿Cuándo y cómo se implantan los primeros sindicatos mineros en la provincia de Teruel?

-Los primeros sindicatos mineros se crean casi a la vez (primer trimestre de 1929) en las Cuencas Mineras (Montalbán, Utrillas, Escucha, Palomar de Arroyos…) y en Ojos Negros (Sierra Menera), mientras que en Libros el primer sindicato se funda más tarde, en el mes de mayo de 1931, una vez proclamada la II República. En el caso de las CCMM y de Sierra Menera, influyó de manera decisiva la llegada de un minero de Asturias, militante del Sindicato Obrero Minero de Asturias (SOMA), llamado Daniel Villa García que poseía experiencia en la práctica sindical que era de lo que más carecían los mineros turolenses. El sindicato de Libros fue tutorado y dirigido desde los sindicatos socialistas de la capital donde ya funcionaban varias secciones ugetistas.

-El por qué es obvio la precariedad laboral, las pésimas condiciones de vida de los mineros y de su entorno. Coméntanos…

-Los jornales, que no salarios que es un concepto más reciente y moderno, una de las reivindicaciones más demandadas, eran bastante bajos pues andaban en los años treinta del siglo pasado en torno a las 6 pesetas diarias el día que se trabajaba, cuando una docena de huevos podía costar 2´5 pesetas o 1 kg. de pan 0´65 pesetas, lo que limitaba su capacidad adquisitiva. Muchos mineros gastaban todo lo que ganaban en los economatos e incluso no llegaban a la quincena que era cuando cobraban. Aceptaban los destajos que les proponían los patrones pues era la forma de obtener unos ingresos mayores aunque se sobrepasasen con mucho las 8 horas legales por jornada que ya se habían establecido en 1919. Despido libre, inexistencia de contratos escritos, muchos accidentes laborales, no seguridad social, falta de viviendas, ningún auxilio ante el paro, desplazamientos de varias horas hasta bocamina desde las localidades próximas a los yacimientos… Un capitalismo salvaje que explotaba a los mineros sin compasión.

-Por cierto, explícanos un poco de dónde venían esas empresas mineras y cómo se implantaron.

-Las empresas mineras fueron básicamente tres:

-Industrial Química de Zaragoza (IQZ, la conocida popularmente como “la Química”), de capital zaragozano y que explotará el azufre de Libros-Riodeva de forma industrial a partir de 1911 tras transportarlo en el Central de Aragón a Zaragoza.

- Minas y Ferrocarriles de Utrillas (MFU), de capital también aragonés, cuyos gerentes más conocidos fueron Mariano y Santiago Baselga que empezó la explotación minera del carbón (lignito) en 1900 tras comprar la mayoría de las minas de la Cuenca de Utrillas y construir el ferrocarril a Zaragoza. Pero además de MFU, hubo otras empresas de menor calado que siguieron su explotación individual como Minas Cristina SA de Escucha del empresario Julio García Argüelles.

- Compañía Minera de Sierra Menera (CMSM), de capital vasco cuyos accionistas mayoritarios fueron Ramón de la Sota y Eduardo Aznar. La CMSM inició su andadura casi a la vez que MFU en 1900 y también construyó su ferrocarril hasta Sagunto para exportar el mineral de hierro a EEUU y Europa que extraía de Sierra Menera además de transformarlo en dicha localidad valenciana

Ahora bien, más paternalista e influenciada por el catolicismo social de la Iglesia en el caso de CMSM que en el de las otras dos: IQZ y MFU.

- De todas formas aportaron, también, me refiero a las diferentes explotaciones mineras cierto desarrollo haciendo que esta provincia tan dada a desertizarse, democráticamente hablando, parase un poco, de cierta manera, esta sangría…

-Como pasó con la instalación de las azucareras en Aragón, la actividad industrial dedicada a la minería supuso un crecimiento de los efectivos demográficos en las localidades en que estaban enclavadas las explotaciones mineras con porcentajes elevados. Entre 1900 y 1930, pueblos como Utrillas (65´41%), Ojos Negros (96´03%) o Libros (161´24%) vieron aumentar considerablemente los censos de población, mientras que los municipios vecinos de las respectivas comarcas también se beneficiaron de este crecimiento pero en menor medida. Fruto de estos incrementos fueron la creación de poblados ocupados por mineros venidos de fuera como el Barrio Minero de Sierra Menera, el de Utrillas o el de Minas de Libros que poseían toda clase de servicios y respondían a las demandas de los trabajadores como el ocio, la educación, la religiosidad, la adquisición de subsistencias...

- Las gentes que dejaban la agricultura y la ganadería y se acercaban a la minería, ¿qué perfil presentaban?

-Básicamente hubo dos tipos de trabajadores: los que se pueden denominar campesinos-mineros y los mineros propiamente dichos. Esta denominación ya la “patentó” el francés Jacques Valdour en los años veinte del siglo pasado en sus viajes por Aragón y en su participación como minero en Utrillas. En el primer caso se trataba de campesinos que sin dejar las explotaciones agrarias, compaginaron el trabajo en la minería con el tradicional del campo y los obreros dedicados exclusivamente a la industria minera, la gran mayoría venidos de fuera e instalados en los barrios mineros que se fueron construyendo “ad hoc”. Con el tiempo, en las CCMM sobre todo, los trabajadores fueron dejando poco a poco el trabajo en el campo para incorporarse casi exclusivamente a la mina. Este hecho se acentuó más en los años cincuenta y sesenta del siglo pasado.

serafín-aldecoa (1).jpg- Si eran de los que “abandonaban” del todo su modo de subsistencia hasta entonces como la agricultura y la ganadería…estas dos actividades,¿ de manos de quién quedaban?, ¿eran arrendadas?-¿Se incrementaron, de algún modo, las concentraciones de tierras a manos de pocos? -¿De qué modo se pudieron ver afectados los cultivos, las explotaciones agrícolas y ganaderas?

-Este fenómeno de “abandono” de las tierras para dedicarse a la minería, se produjo más en la Cuenca de Utrillas que en las comarcas de Ojos Negros o Libros-Ríodeva donde la mayoría de trabajadores siguieron compatibilizando ambas actividades. Por otra parte, la mayoría de los que dejaron el campo eran ínfimos propietarios o jornaleros con lo cual la cantidad de tierras que dejaron tampoco fueron muchas.

- Pero también, volvamos a los trabajadores que se acercaron a la minería, los había que compatibilizaban la minería con estos dos sectores ¿cómo se lo hacían?

-Un porcentaje considerable de mineros eran, como se ha dicho, a la vez campesinos pues el sector primario era el más importante en las tres comarcas citadas. Las empresas permitían, a cambio de otros favores, a una parte de trabajadores del campo, que se ausentaran en la época de la cosecha de cereales como los meses de verano. Este hecho vendría confirmado por el hecho de que en Sierra Menera, en series de los años veinte, en los meses de julio y agosto, la plantilla de la CMSM se redujera a la mitad (de unos 800 trabajadores en febrero, por ejemplo, se pasaba a 400 en el estío). En Utrillas MFU empleaba esta “permisividad” para presionar y chantajear a los trabajadores para que abandonasen su militancia en los sindicatos de clase y se afiliasen a los sindicatos católicos.

- Los ciudadanos que se sindicalizaron, ¿qué tendencia política tenían? ; Algunos se sindicalizaron en la UGT y otros en la CNT; ¿había divergencias entre ellos?…

-Los mineros empezaron militando mayoritariamente en la UGT con centenares de afiliados e incluso se crearon Agrupaciones Socialistas en los municipios (Ojos Negros y Montalbán, sobre todo y más tarde en Escucha, Utrillas, Palomar de Arroyos ) que participaron en las elecciones municipales de 1931. Durante estos años UGT fue el sindicato mayoritario con mucha ventaja sobre los demás en la minería turolense. A partir de 1933, hacia finales del año, empiezan a surgir sindicatos anarcosindicalistas de la CNT por influencia del Bajo Aragón que son más combativos y menos pactistas y negociadores que los ugetistas. Solo al inicio de la Guerra Civil se llega a cierta igualdad entre ambas centrales sindicales. Desde que surgen los primeros sindicatos de clase, empezarán a funcionar los llamados sindicatos católicos.

- Aunque también había un sindicato católico, ¿hacían un poco el contrapeso en las reivindicaciones y demás?

-Los sindicatos católicos, que antes tenían implantación solamente en la agricultura de la provincia de Teruel, fueron promovidos directamente por la patronal en la industria minera. En el caso de Utrillas, el propio Santiago Baselga, gerente de MFU, se encargó de presentar los estatutos del Sindicato Católico Minero ante el Gobierno civil de Teruel y dotar de una serie de ventajas a sus militantes, algunas ridículas como poder jugar en un campo de fútbol que construyó MFU. Desde la empresa se veía muy mal el que un minero militase en UGT o CNT. Los sindicatos católicos nunca hicieron sombra a los de clase pues su militancia fue mucho menor como se pudo ver en las elecciones a Comités Paritarios de los años veinte en las que no consiguieron ningún representante mientras UGT acaparó todos.

- Háblanos un poco de los otros sindicatos.

-Aparte de CNT, UGT y los sindicatos católicos y el hipotético “abandono” de las tierras, hubo también, por lo menos, dos sindicatos de Trabajadores de la Tierra, afectos a UGT, en Utrillas y Escucha aunque su relevancia y militancia fueron escasas. También hay que mencionar a los trabajadores de los ferrocarriles Utrillas-Zaragoza y Sierra Menera-Sagunto. En el primer caso, la mayoría se afiliaron al Sindicato Nacional de Ferrocarriles de UGT que mantuvieron estrechas relaciones con los empleados en la Estación de Utrillas en Zaragoza.

- En los años en que has realizado el estudio, entre 1928-1938, desde tu reflexión ¿cómo calificarías la evolución de estas primeras andanzas de los sindicatos mineros?

-Lo primero fue un aprendizaje de la práctica sindical pues la gran mayoría de mineros nunca habían militado en una organización obrera con sus comités, sus cuotas, sus asambleas… Posteriormente, los trabajadores empezaron una formación ideológica relacionada con el socialismo o anarcosindicalismo, cuyas ideas desconocían.

Los sindicatos de UGT continuaron con su labor moderada, negociadora y pactista de época de Primo de Rivera a través de su participación en las elecciones de los oficiales Comités Paritarios (CCPP, 50% representantes de trabajadores, 50% de los patronos) que consiguieron controlar en las tres comarcas que hablamos. La huelga siempre era el último recurso después de haber agotado otros medios como la mediación de los gobernadores republicanos, delegados de trabajo, González Peña… Sin embargo, poco a poco, ciertos sectores se fueron desengañando de los CCPP como instrumentos de mediación pues los presidentes que debían ser “neutrales” tendían a apoyar a los patronos y por otra parte, los empresarios los aceptaban a regañadientes porque eran opuestos a ellos.

La CNT, menos numerosa en militancia, rechazaba frontalmente los CCPP (Jurados Mixtos durante la II República) y era partidaria de la acción directa, de la huelga general y fue acogiendo poco a poco a aquellos desengañados ugetistas. También atacaba a UGT desde la Comarcal de Utrillas (especialmente a sus secretarios, Daniel Villa y Emilio Galán) por su teórica dependencia del SOMA asturiano y por su tibieza y cierto conformismo en las huelgas que se convocaron.

- La mina, también trajo el ferrocarril y eso fue positivo, pero es como si el ferrocarril, en Teruel, estuviese solo a merced y a disposición de todo esto y de sus intereses más que de los ciudadanos, así se ha demostrado después…

-Ten en cuenta que los ferrocarriles en Teruel que yo más conozco, incluido el Central de Aragón, se construyeron básicamente con el fin transportar mercancías. En el caso del de Utrillas sí que compatibilizaba el transporte de personas con el de carbón a Zaragoza pero con escaso éxito En el tren de Sierra Menera a Sagunto hubo propuestas y demandas de los ayuntamientos de los municipios de la comarca (Peracense, Villar del Salz, Rodenas…), en los años veinte del siglo pasado, para transportar vecinos en el tren minero pero la compañía de Sierra Menera se negó rotundamente a prestar este servicio.

- Serafín, ¿cómo fue el proceso de documentación para este libro?

-El tema era prácticamente inédito al empezar el trabajo aunque como formaba parte de mi futura tesis doctoral, ya disponía de cierta información a través de algunos artículos aislados de Eloy Fernández Clemente sobre la minería y el ferrocarril turolenses, así como algunos manuales sobre la UGT en Aragón cuyos autores más conocidos eran Carlos Forcadell, Santiago Castillo, Luís Germán, Martín Ramos…). También otros de orientación sociológica publicados por Alexia Sanz, Jacques Valdour, Vicente Albero…. En cuanto a la bibliografía anarcosindicalista, mencionaremos a los clásicos como Julián Casanova, Alejandro D. Torre, Graham Kelsey…, incluida la Comarcal de Utrillas, siempre con cierta precaución.

Ahora bien, las fuentes principales han sido los dos archivos, el de MFU y el de la CMSM, que se conservan magníficamente en Utrillas y en el Archivo Histórico provincial de Teruel, respectivamente. Otro archivo histórico digno de mencionar es el de la Fundación Pablo Iglesias en Madrid que conserva correspondencia entre los sindicatos y agrupaciones socialistas de localidades turolenses y el Comité federal del PSOE y UGT. Por último subrayar las aportaciones hechas por la documentación procedente de la Causa General.

Citar además la abundante y rica prensa histórica turolense de la época primorriverista y de la II República como La Voz de Teruel, República, El Pueblo, El Mañana… pero, sobre todo, ¡Adelante!, que constituye el único periódico obrero socialista que se publicó en Teruel durante la II República.

- ¿Y la metodología de trabajo?

-La metodología seguida fue la habitual para estos los trabajos de investigación: consulta del estado de la cuestión cotejando toda la información que sobre el tema se había publicado ya, que era muy poca y muy genérica. A partir de ahí, búsqueda de información y de datos procedentes de las diversas fuentes que hemos usado (archivos, prensa histórica, manuales…). Finalmente, contraste de estas aportaciones y establecimiento de unas conclusiones.

 

 

 

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Los primeros sindicatos mineros de Teruel (1928-1938). José Serafín Aldecoa Calvo
357 páginas       20,5 x 13 cms.
17,00 euros
Comuniter



A partir de la primera década del siglo XX, un buen número de campesinos de la provincia de Teruel ( Ojos Negros, Libros, Montalbán, Utrillas, Escucha...) cambian su "modus vivendi", con dedicación a tiempo total a la minería y dejan a un lado la agricultura y la ganadería tradicionales; otros, sin embargo, compatibilizarán ambas tareas: son los campesinos-mineros. El desarrollo de la industria y la buena coyuntura internacional supusieron el aumento de la producción y la necesidad de emplear mucha más mano de obra, que unas comarcas de débil demografía no podían cubrir, significó la llegada de cientos de obreros de otras provincias y la creación de los barrios mineros en Libros, Utrillas y Sierra Menera, principalmente. Las condiciones socio-laborales e higiénico-sanitarias dejaban mucho qué desear, así que a finales de la segunda década del siglo XX, más tarde que en otras zonas mineras de España, se consolidaron los primeros sindicatos mineros de clase, primero de UGT y a finales de 1933, surgen los de CNT con fuerza. La patronal integrada por Compañía Minera de Sierra Menera (CMSM), Industrial Química de Zaragoza (IQZ) y sobre todo, Minas y Ferrocarriles de Utrillas (MFU), impulsará y fomentará la creación de sindicatos católicos para contrarrestar la fuerza que iban adquiriendo los primeros, otorgando ventajas a los mineros que se afiliaban. Los sindicatos de clase recogerán las demandas de los trabajadores y plantarán cara a los empresarios buscando la firma de un contrato de trabajo que fijase y mejorase las condiciones laborales de los mineros. Estos sindicatos, con diferente suerte, harán frente y resistirán las embestidas de los militares sublevados en julio de 1936 hasta que la entrada de las tropas franquistas en marzo de 1938, acabe con todos ellos.


José Serafín Aldecoa Calvo es natural de Monreal del Campo (Teruel). Maestro y Licenciado en Historia Contemporánea por la Universidad de Zaragoza. Ha realizado los cursos de Doctorado, por lo que está en posesión del DEA (Diploma de Estudios Avanzados), paso previo para la elaboración de la tesis doctoral sobre Sindicatos y conflictividad social en la provincia de Teruel durante la II República. Socio fundador y vicepresidente del Centro de Estudios del Jiloca. Colaborador asiduo de la asociación memorialista "Pozos de Caudé". Ha sido becado para la realización de investigaciones y estudios en dos ocasiones por el Instituto de Estudios Turolenses y una por el Centro de Estudios del Jiloca. Autor de tres libros sobre Teruel sobre el mundo laboral y la Comarca del Jiloca y coautor de varios libros más. Ha sido ponente y ha presentado comunicaciones en varios Congresos y Jornadas sobre Historia Contemporánea e Historia de la Educación. Ha publicado numerosos artículos de carácter histórico y etnológico en revistas de Aragón y ha impartido conferencias sobre temas como el ferrocarril, la educación, el movimiento obrero (CNT y UGT, sindicatos católicos...), la II República, la represión franquista, el Modernismo… 


Índice
Presentación y justificación
1.- Domingo Gascón y Guimbao y la minería turolense
2.- Área geográfica minera
3.- Las empresas mineras
4.- Los ferrocarriles mineros
5.- Los mineros y sus condiciones socio-laborales
6.- Panorama del sindicalismo en Teruel en el primer tercio del siglo XX
7.- Los sindicatos mineros de UGT
8.- Los sindicatos mineros de CNT
9.- Los sindicatos mineros católicos
10.- Otros sindicatos
11.- Agrupaciones socialistas
12.- participación en política de los sindicatos mineros y de las AASS
13.- Reivindicaciones de los mineros
14.- La conflictividad laboral en los cotos mineros
15.- El Frente Popular
16.- La Guerra Civil
17.- El final de las centrales sindicales. La ocupación de las CCMM
18.- Conclusiones
SIGLAS
BIBLIOGRAFÍA
ARCHIVOS
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VIDEOGRAFÍA
ANEXOS
CUADROS
NOTAS Y CITAS BIBLIOGRÁFICAS

 

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