serpienteliquida-cub.jpgCazarabet conversa con...   Alfonso Domingo, autor de “La serpiente líquida” (Punto de Vista)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Alfonso Domingo vuelve con nosotros con un libro y con un documental….el Amazonas, sus plantas, su ecosistema y su total latido palpitan desde cada una de estas letras…porque el Amazona es un todo, un total, en constante ósmosis…nada sería lo que es sin el vecino planta, animal o humano….todo es un todo, relativo y resultante de una interacción plena, integral e integrada.

Además el río es algo muy, muy especial desde el punto de vista de viaje iniciático, y casi filosófico,  en el que buscamos algo más allá de nuestro presente…buscamos , desde el viaje al río, el sentido del por qué, de muchos por qué…de qué queremos en realidad y de lo que hacemos en realidad…Un viaje a través de un río, de este río en particular, nos transportará mucho más allá y nos pondrá a plantearnos muchas preguntas e interrogantes…después de cada amanecer y en cada atardecer encontraremos alguna respuesta que, quizás, nos haga más digno de encontrarnos palpitando en esto que llamamos y conocemos como vida.

La portada del libro, editado por Punto de Vista Ediciones es una fotografía, en efecto picado, que nos explica el porqué del título…el Amazonas es una larga serpiente, pero líquida de aguas que le llegan desde el cielo o desde los afluentes de afluentes…y esa serpiente, desde este fotograma, dibuja como una sonrisa…azul sobre verde…

Los chamanes del Amazonas tienen razón: todos los grandes ríos son viajes iniciáticos. A través de la cuenca del río Amazonas –serpiente líquida que atraviesa Ecuador, Perú, Colombia y Brasil– se pueden realizar múltiples viajes. Mientras se desciende por el río más largo y caudaloso del planeta, se escucha la sabiduría selvática de chamanes y curanderos, que diagnostican y sanan enfermedades del cuerpo y del alma. Reino del agua en el que se siente el poder de las plantas, el Amazonas es un mundo cambiante donde nada es lo que parece. Los hitos los marcan los chamanes y las plantas maestras, sobre todo la Ayahuasca, «la soga de los muertos».

Este libro es un repaso por los sueños que estas tierras míticas han producido siempre en el ser humano: desde las indias guerreras del Amazonas y el oro en la época de la conquista española hasta las fiebres del proceso extractivo de los metales preciosos, el caucho, el petróleo o la incidencia del narcotráfico.

Gracias al contacto con los habitantes del Amazonas se toma el pulso a la realidad diaria y a las bondades y problemas derivados de vivir en el almacén de agua dulce más grande del mundo, un ecosistema único y prodigioso.

En el índice del libro, nos encontramos con:

A modo de prólogo
1. De cómo nació el Gran Río, «el padre de las aguas»
2. Un país en erupción
3. Entre la canela y el petróleo
4. Madre de Dios
5. Manu: un santuario de belleza
6. Ciudades perdidas
7. Lluvias y bitácoras
8. El río que se aleja
9. Rompeos y tormentas
10. La isla de Iquitos
11. Leticia, la dama del Amazonas
12. Navegando por el Solimões
13. Manaos, el sueño alucinado
14. Río abajo
15. Los ríos van a desembocar en el mar

El autor y director del documental es el comprometido y prolífico, Alfonso Domingo.

Alfonso Domingo (Turégano, Segovia, 1955) es periodista, escritor y cineasta. Ha trabajado en prensa escrita, radio y televisión. La selva y el desierto son dos de sus grandes pasiones. Entre sus trabajos, figuran la serie documental La memoria recobrada (2006); la codirección de Almas sin Fronteras (2006); Sahel, nuestra ribera (2009); Bajo todas las banderas (2009), Dormíamos, despertamos (2012); la codirección de Héroes invisibles, afroamericanos en la guerra de España (2015) y Melchor Rodríguez, el ángel rojo (2016). Ha escrito y dirigido el documental La serpiente líquida: cuadernos amazónicos (Producciones Nueva Argonauta, 2018) basado en el libro que aquí se presenta.
Es autor de varios ensayos sobre la historia reciente de España como El canto del búho (2003), Retaguardia (2004), Historia de los españoles en la Segunda Guerra Mundial (2009), así como la novela biográfica El ángel rojo (2009). Su primera novela, La madre de la voz en el oído, ambientada en la selva amazónica, ganó el Premio Feria del Libro de Madrid de 1991. La estrella solitaria (2003), que cuenta la creación de un estado independiente en Acre (Brasil) por el español Luis Gálvez, obtuvo el VII Premio de Novela Ciudad de Salamanca. Con El espejo negro obtuvo el Premio Ateneo de Sevilla en 2011 y con El enigma de Tina logró el Premio Ateneo Ciudad de Valladolid de Novela en 2012. En 2014, publicó La balada de Billy el Niño

Domingo en la prensa:

https://elpais.com/autor/alfonso_domingo/a

https://www.huffingtonpost.es/author/alfonso-domingo/

http://www.fronterad.com/?q=articulos/2118

 

 

Cazarabet conversa con Alfonso Domingo:

naut.jpg-Alfonso, amigo ¿desde dónde nace este libro La serpiente líquida que lo podemos encontrar, también como película-documental?

-De muchos viajes a la Amazonía, desde 1986, y a diversas partes de la cuenca, más un recorrido recorriendo entero el río Amazonas desde que es navegable hasta su desembocadura, que hice a principios de siglo XXI. La primera edición la publiqué en 2005, en Alianza editorial, y esta edición, de 2018 con Punto de Vista editores está actualizada, con nuevo prólogo, muy bien editada, corregida y aumentada con más miradas después.

-Es la serpiente líquida un libro hecho documental o un documental que viaja hacia un libro o, quizás, mientras estabas en ello pensabas tanto en la redacción de un libro como en la realización de un documental?

-Siempre que he podido he llevado cámara a mis viajes. En los primeros, en la Sierra Tairona de Colombia y con los yanomamis de Venezuela-Brasil, una cámara de 16mm. Luego betacam, mini dv, digital. Me gusta documentar todo lo que puedo. También he llevado grabadora, y por supuesto mis blocs de notas. Por eso salió un libro y con materiales de muchos años, salió además un documental con el mismo título. El documental tiene el subtítulo de Cuadernos Amazónicos, porque eso es lo que son.

-Es este un trabajo sobre tus experiencias en un viaje de viajes, llevado a cabo no solamente en un mismo tiempo…?

Hay un viaje por la misma unidad geográfica realizado a través de muchos otros periplos en diversos tiempos. Viajes en los que he conocido buscadores de oro, chamanes, caucheros, etc. Luego hay un viaje global, que los engloba a todos y que intenta tomar el pulso a la cuenca amazónica.

-Digo lo de tu viaje de viajes a que esta lectura , como la visión del documental, parece “algo unitario” porque no deja de ser el resultado de varias visitas..

-Hablamos del Amazonas y hay muchos Amazonas. Y muchos Amazonas en el tiempo, además de en el espacio (hablamos de una cuenca de más de seis millones de km2). Cualquier mecanismo reductor empobrece ante la realidad múltiple de la cuenca amazónica, sus diferentes países, sus etnias, sus realidades. Es una mirada de un occidental, muy cercana, cómplice, y que intenta ofrecer la visión múltiple de sus pobladores.

-Por cierto, Alfonso, ¿por qué el Amazonas? ; ¿qué te llamó la atención de este río a la que bautizas como La Serpiente líquida?

-Siempre me han fascinado dos paisajes de la tierra, el desierto y la selva. El amazonas es único, y además se habla español (y portugués, que más o menos controlo). Tenemos una herencia común a lo largo de 5 siglos. Es la serpiente líquida porque si ves el Amazonas desde el espacio, o una avioneta, es un río que serpentea. Y tiene que ver mucho con la mitología de los pueblos que lo habitan, con sus ritos.

-¿Qué les confiere a los ríos o a muchos de ellos este carácter casi místico, estamos ahora con el Amazonas que puede ser que sea el que marca la diferencia, pero hay otros como el Ganges, el Nilo, el Amarillo…

-Son metáforas de la vida, ya lo decía Jorge Manrique, “nuestras vidas son los ríos/que van a dar a la mar/ que es el morir”. O lo de Heráclito “En los mismos ríos entramos y no entramos, pues somos y no somos los mismos”. Es el paso del tiempo, el fluir de la existencia. Son, además, las venas abiertas de la selva, por donde entra el sol y puedes ver las estrellas. Duros y bellos como la vida, los ríos.

-El río, un río, ¿es muy en parte la gente que lo habita, sus pueblos, los de siempre, apegados a la tierra?

-El río, además de eso, es una entidad en sí mismo. Unifica y diversifica. Me gustan mucho una clase de ríos, los he descrito y hablado de ellos en una novela que aún no ha salido “El jardín sagrado” (la continuación de mi novela “La madre de la voz en el oído”, premio feria del libro 1992). En el jardín sagrado hablo de los ríos divagantes, eso que cambian de recorrido con cada crecida, e invaden tierras, buscando nuevos cauces por los que fluir. Los ríos son fascinantes por todo este tipo de cosas y sobre todo por una: los puedes navegar, no es el esfuerzo de las trochas de la selva.

-¿Es un libro/documental de carácter, cierto carácter, antropológico…?

-Tiene antropología, botánica, porque hablo de las plantas maestras, de chamanes, tiene ensayo histórico, testimonio, reportaje. Un libro de viajes admite muchas cosas, mientras que fluyan, lo mismo que el río.

-Lo de serpiente es una metáfora que tiene varias perspectivas y varias miradas… no tan solo que la serpiente posada puede ser comparada con el dibujo de un río y claro para redondear es líquida como el agua del río, pero me da que lo de serpiente va más allá…la serpiente es un animal mitológico; es un animal que muda de piel…

Bien visto. Y para muchos pueblos indígenas, la sabiduría ancestral, la guardadora de ríos, aunque también hace grandes remolinos (muyunas) que pueden atrapar y matar a los incautos. Es una imagen poderosa, que no nos deja indiferente.

serpienteliquida (1).jpg-Muchos de tus protagonistas, los humanos, (creo y noto que hay muchos más que no son humanos, el propio río, sus aguas y ecosistema integrado e integral) ya no están con nosotros y otros están desaparecidos… ¿El libro quiere—en parte-- o desea ser un libro que les rinda a todos y a todas , estén o no con nosotros, una especie de homenaje?

-No me gustaría que fuera un homenaje a algo que desaparece, aunque siempre somos testigos de un proceso. Ojalá el Amazonas, la selva, el ecosistema se preserve, con sus plantas, sus ríos (es el mayor almacén de agua dulce del mundo), pero está muy amenazado, ahora además con Bolsonaro en Brasil. Hay que dejar en paz a la selva y sobre todo a sus habitantes, que puedan vivir dignamente sin tener que explotar los recursos. Si acaso, pues, es un homenaje a esas personas que aman su entorno y hacen todo lo posible para cuidarlo y una llamada de atención para que en la medida que todo el mundo pueda, les ayude, no consumiendo madera, por ejemplo. Y por supuesto, es el homenaje a una serie de personas que tienen protagonismo en el libro y que ya no están, como el pintor chamán Pablo Amaringo, el empresario Carlos González, Solon el chamán, etc.

-¿Cómo te fue, amigo, con el documental?, me parece, ya desde la producción un trabajo inmenso…

-Bueno, ha sido algo que yo le debía a la Amazonía, que me ha dado tantas cosas en mi vida, tantas experiencias maravillosas con las plantas, la gente que he conocido y tratado, con quien he vivido aventuras, con quién he descubierto cosas. Ha sido mayor el gasto que el retorno, pero eso yo lo asumía, quizá este documental se vea mejor pasados unos años. Es difícil, hablar de plantas, de chamanes, incorporar animación, pantallas partidas, múltiples formatos. Un año de trabajo, pero ha merecido la pena. Se ha visto en algún festival en Madrid, en algún ciclo de la SGAE y PNR (plataforma nuevos realizadores) y de vez en cuando me piden una proyección y lo presento. Ahora, en agosto, se pondrá en “Tronco sonoro”, en Balboa del Bierzo, el 16 de agosto.

-Trabajas como haciendo que la lectura sirva de complemento al documental y viceversa?

-Quizás no es algo que he buscado, o ha resultado así porque así tenía que ser. Son dos registros diferentes, pero se complementan, la verdad, muy bien, aunque se pueden encarar de forma independiente. Puede que leer el libro de ganas de ver el documental, y viceversa, para mí cualquiera de esas dos maneras sería fantástica. Y para mis derechos de autor.

 

 

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