FEkLQQYXsAki-Nd.jpgCazarabet conversa con...   Gemma Grau Gallardo, autora de “Sariñena en guerra” (Sariñena)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Gemma Grau ha realizado una investigación pormenorizada y minuciosa de los entresijos de la guerra en Sariñena.

Ediciones Sariñena desde el gusto editor de Salvador Trallero acaba de publicar  este ensayo de investigación sobre lo que fue y significó la Guerra de España en Sariñena.

Dice la editorial: “Tras varios años de investigaciones, publicamos con la autora Gema Grau este libro sobre varios aspectos de la Guerra de España en Sariñena: bombardeos, el hospital de sangre, las columnas milicianas... A pesar de todo lo que se habla sobre la guerra, es el primer libro sobre ello en la villa”

Sariñena, con su aeródromo Alas rojas fue un enclave caliente y conflictivo en la Guerra de España….por su enclave fue un punto de fricción entre los diferentes partidarios que defendían a la II República.

La guerra en Sariñena, en los Monegros, está muy bien investigada por Gemma Gran Gallardo.

La sinopsis del libro:

Este libro desgrana el contexto del periodo republicano previo al estallido de la guerra y los meses comprendidos entre el verano de 1936 y marzo de 1938, momento en que se rompe el frente. Veinte meses en los que Sariñena acogería el aeródromo de Alas Rojas, principal campo de aviación del Aragón republicano, servicios médicos y hospitalarios, el Cuartel General del XI Cuerpo de Ejército, la subsede del Servicio de Bibliotecas del Frente y otras infraestructuras, convirtiéndose en un punto neurálgico de la retaguardia. También se analiza el papel desempeñado por muchos de sus vecinos: enfermeras voluntarias, cargos del Comité Revolucionario y del Consejo Municipal, exiliados y colaboradores de la Resistencia francesa. El trabajo culmina con un listado de más de 400 vecinos represaliados en la posguerra.

 

 

 

Cazarabet conversa con Gemma Grau Gallardo:

Sariñena_en_guerra---copia.jpg-Amiga, ¿ qué es lo que te  llevó a investigar sobre la Guerra de España en Sariñena? -¿Hay o hubo algún incentivo qué te ha hecho investigar sobre esto?;¿Querías ir escarbando en la historia de la Sariñena en guerra, más allá de lo que conocemos y que nos viene como “escrito por la historia”?

-El interés vino motivado al ver que algunas partes del relato oficial no casaban, o no tenían sentido, al compararlas con lo que sabía de Sariñena en esos años. Una localidad tan castigada en la posguerra pero sin rastro de movimientos sindicales previos, un voto moderado en las elecciones… Con el libro de Alas Rojas que publicó Salvador Trallero en 2006, además, me plantee una nueva interrogante: ¿cómo afectó algo tan destacado en la vida de los vecinos de un pueblo tranquilo? Y a partir de ahí, ya no pude quitarme el tema de la cabeza.

-Pero el libro o en el libro tú ya le tomas el pulso a tiempos antes del Golpe de Estado… en tiempos de la República en Sariñena, ¿por qué te lo planteas así?

-Porque al documentarme me llamó mucho la atención ver que los años 20 y 30 fueron tranquilos en Sariñena. Apenas huelgas, poca fuerza sindical… me llamaba especialmente la atención sabiendo que en otros pueblos cercanos, donde las obras del canal de Monegros habían llevado muchos trabajadores, la conflictividad social era mucho mayor. Y sin embargo, Sariñena, cabeza del partido judicial, es un remanso. Si no había trabajo la gente no se manifestaba, se iba. Conocer ese contexto previo me parecía importante, para entender la relevancia de lo que pasa a partir de julio del 36.

-Por ejemplo, amiga Gemma, te acercas el período de la II República en este importante enclave en el corazón de los Monegros, ¿cómo definirías el paso de la II República por Sariñena?

-Tibio. En un pueblo agrícola, donde latifundistas y comerciantes se repartían los cargos públicos desde finales del siglo anterior, y donde en abril de 1931 se amañan las elecciones, saliendo el 100% de los concejales monárquicos, la República llega por imposición estatal, pero con muy poca base social en el pueblo. Había republicanos convencidos, de izquierdas y moderados, y la localidad dio dos importantes políticos a nivel nacional: Rafael Ulled (Partido Radical) y Casimiro Lana (Izquierda Republicana) a los que se votaba porque eran del pueblo.

-¿Cómo era el día a día en Sariñena de julio del 36 a marzo de 1938 cuando termina por romperse el Frente de Aragón?

-Frenético. La gran cantidad de personal que llega, la actividad militar y sanitaria, el papel del tren para la llegada de materiales y hombres, el aeródromo… la población se multiplica, las calles están sucias, hay que racionar alimentos y suministros, todos los locales públicos y grandes casas son ocupados… Este aspecto lo conocemos bien, al detalle, gracias a que se guarda un libro de actas del Consejo Municipal de 1937-1938 en el CDMH de Salamanca, que es como un diario del día a día del pueblo.

-¿Por qué Sariñena fue tan importante, militarmente hablando?, bueno está lo del aeródromo Alas Rojas que era el principal aeródromo del bando de la República en esa zona, ¿no?

-Su posición geográfica es clave, está relativamente cerca del frente, que se encuentra en la sierra de Alcubierre, pero a la distancia suficiente para estar tranquilos y poder instalar un hospital de sangre y oficinas. También está la estación ferroviaria, con la importancia que tuvo el tren para traer y llevar hombres y suministros desde Cataluña. Esta casi equidistante de Lérida y Zaragoza. Pero el impulso definitivo es la instalación del aeródromo en los primeros días, eso lo cambia todo, y trae consigo todo lo demás.

-Pero además, militarmente hablando, tenía Sariñena el Cuartel General del XI Cuerpo del Ejército, ¿qué significaba esto? al margen de ser el ejército que guardaba a Aragón, Cataluña y el Segre de los ataques de los alzados…

-Supone, por un lado, y como pasa con el aeródromo, la constantes visitas de autoridades, el relevo de personal, continuas visitas de prensa de todo tipo, de informantes e, incluso, de espías, la necesidad de ocupar espacios (la escuela, almacenes, cualquier edificio). Y trabajo para vecinas y vecinos: hay que limpiar, cocinar, atender a toda esa gente.

-¿Qué otras infraestructuras estuvieron “alojadas” en Sariñena?

-Primero, el Cuartel General de Milicias, que luego es sustituido por el Cuartel General del XI CE. El hospital de sangre, organizado por la consejería de Sanidad catalana, el Servicio de Bibliotecas del Frente, que abarca todo el frente aragonés con sólo dos puntos de referencia, Sariñena y Alcañiz. Talleres mecánicos, Oficina de Propaganda y Censura… Y por supuesto, partidos y sindicatos, que también tenían sus espacios y presencia.

-Pero en lo político Sariñena que bien hubiese podido sumergirse del ideal del Consejo de Aragón, ¿cómo lo hizo como pueblo? otra cosa fue la base aérea, ¿no?,

-De la colectividad hay poca información, y pocos testimonios, pero parece que no se implantó con tanta fuerza como en otros sitios (de nuevo, reflejo de la falta de fuerza sindical en el pueblo). Pero sí que dio lugar a tensiones entre el POUM, instalado en la zona, y la columna Durruti, en Bujaraloz. Curiosamente, el testimonio de Franz Borkenau en su paso por la localidad y visita al almacén y campos colectivizados inmortaliza Sariñena como un referente de las colectividades en Aragón, aunque la parte más oriental de la provincia estaba teniendo mucho más éxito. La presencia del aeródromo también resulta decisiva, al defender las posiciones comunistas, y hacer de contrapeso al ideal revolucionario del POUM.

gemma-grau2.jpg-El aeródromo y “lo militar” más bien recibió influencias de los intereses en defensa de los frentes del Segre, Aragón y la contención—por poniente—de Cataluña…,¿lo podemos “leer” así?

-Sí, yo sí que lo veo así. Mientras la guerra estaba aquí, no estaba en Cataluña. Y es la organización de la Generalitat la que monta y sostiene las infraestructuras que se tienen aquí hasta marzo del 38.

-Era un lugar de referencia  en la retaguardia donde se dieron cita importantes mandos militares, algunos políticos  y muchos más  corresponsales de guerra y demás; ¿qué nos puedes contar?

-Los relatos y crónicas de Centelles, Capdevilla, Ana María Sagi, corresponsales extranjeros o testimonios de militares de todo rango nos hablan de un pequeño y humilde pueblo, y de su frenética actividad. Pero siempre desde un mismo punto de vista y con un objetivo en su relato, lo que nos puede confundir. Personalmente, lo interesante ha sido desempolvar los testimonios locales, la correspondencia de los vecinos, que complementan el relato. Ha sido, por ejemplo, fundamental para capítulos como el de la colectividad (donde la prensa afín hablaba con elogios, y los vecinos la recordaban mucho más modesta) o el hospital.

-Gemma, ¿qué pretendías o qué objetivos te marcaste con la escritura del libro?;¿los has visto todos como saldados?

-Por un lado, y principal, que los vecinos conocieran la historia de su pueblo, y superar las ideas prefijadas de lo que ocurrió. Precisamente, el primer capítulo habla de la tranquilidad del periodo republicano, para contrarrestar la leyenda que ha quedado de que Sariñena era poco menos que un “nido de rojos”. Por otro, aportar algo nuevo a la investigación sobre ese periodo en Aragón, pues no había nada así sobre la guerra en esa zona, y menos aún, centrado en el papel de los vecinos. Estoy satisfecha con el resultado, pues creo que es un relato completo, basado en datos y bien documentado. Pero lo estoy mucho más al recibir los mensajes de quienes ya lo han leído, y descubren con asombro su propia historia familiar.

-¿La escritura de este libro te ha dado ideas para futuras investigaciones que tengan, más o menos, como protagonista a Sariñena?

-La historia local siempre ha sido mi ámbito de estudio, un reto desde que acabé la carrera, pues apenas había nada publicado sobre Sariñena, en casi ningún aspecto. Publico regularmente artículos en la revista local Quio, precisamente, con el objetivo de acercar pequeños episodios de la historia local a los vecinos. La falta de estudios y publicaciones da la sensación de que aquí nunca pasó nada.

-Sariñena, luego, poco a poco , fue entrando en guerra, en la guerra “in situ” con la explosión del polvorín, los bombardeos…con todo ello el centro urbano se desfigura….y la población sufre y toma camino…

-Sariñena sufrió bastante en los 22 meses que van de julio del 36 a marzo del 38: numerosos bombardeos, la explosión del polvorín clandestino que estaba en el centro del pueblo y hace volar una manzana entera del casco antiguo, los racionamientos, requisas, incomodidades de todo tipo… Pero el bombardeo del 25 de marzo de 1938 es demoledor, psicológicamente, para los vecinos. La población había sido evacuada previamente, y no quedaba casi nadie, pero el bombardeo de la legión Cóndor, sistemático y doble (a las 10.00 y 17.00 horas) que es visto por muchos vecinos desde el monte y los mases, es entendido como una destrucción sin más motivo que ese, destruir. A partir de ahí se abre una nueva etapa, la de los refugiados, bien en Cataluña, bien en Francia.

-Pero tú te centras mucho en “el factor humano” que rodea a Sariñena en estos casi dos años de tu investigación…te empeñas en buscar nombres y apellidos que humanizaron lo más inhumano del todo que es la guerra… y lo encuentras, ¿verdad?;¿por qué eliges esa manera de acercarnos a Sariñena en guerra y en la guerra?

-Porque lo merecen. En un primer momento me planteo la cuestión de cómo puede ser posible que apenas hubiese fusilados en la localidad, más si lo comparamos con las cifras y masacres que se dan en otras vecinas, como Barbastro o Fraga. Si la situación era la misma, ¿por qué aquí no? Pues porque alguien decide que no, que no se mata. Salvo una docena de personas, en su mayoría forasteros, que son fusilados en los primeros días, no se mata a nadie. Cuando en la noche del 18 de julio se rodea el cuartel de la guardia civil para obligarles a rendirse, se les da la opción de dejar las armas e irse, y así ocurre. Y cuando llegan las milicias de Cataluña, los vecinos más facciosos del pueblo están ya encarcelados, y de esa manera, controlados por el Comité, que evita su fusilamiento. Se intenta mantener el orden, dentro de lo que cabe dadas las circunstancias, en unas condiciones excepcionales. Y luego, esas mismas personas acaban en el exilio, en campos de refugiados o de concentración nazis.

-Ya en la guerra algunos vecinos de Sariñena,  hacen lo indecible por proteger a otros.

-Totalmente, desde quienes adoptan una actitud de colaborar en el hospital, en comedores, donde hagan falta. Hasta episodios más llamativos, como el día que las milicias que llegan al pueblo pretenden sacar de la cárcel a los presos, y son los propios vecinos y miembros del Comité quienes se ponen delante para evitarlo, jugándose la vida. Al final, deben intervenir los militares del campo de aviación, que son avisados, y la situación se calma.

-¿Cómo fue el estallido de la guerra en Sariñena, cómo se vivió?

-De diferentes maneras. Mientras obreros y agricultores escuchaban las noticias en la radio, reunidos en el café teatro Romea, sede de la UGT, familias bien acomodadas se habían ausentado ya del pueblo. Y los que quedan, como hemos contado, son tratados bien, dadas las circunstancias: cárcel y vigilancia, salvándoles la vida. Además, los vecinos se organizan y salen hacia la sierra de Alcubierre, a detener el avance de militares y falangistas desde Zaragoza, y lo consiguen. Y así se queda el frente durante casi dos años.

-¿Por qué Sariñena se convirtió en un sitio “muy clave e importante” en el Frente de Aragón?

-El aeródromo tiene un peso fundamental en esto, todo lo demás suma, como el Cuartel General del XI CE, la línea del tren, el hospital… Está más cerca del frente que otras localidades como Barbastro, y bien comunicada con la retaguardia y el sur de Aragón (a Caspe y Alcañiz por Bujaraloz, por ejemplo). Es una suma de circunstancias.

- Lo que hizo Sariñena para Cataluña, la II República, fue más que importante, como muy trascendental…. aunque Cataluña también aportó no pocos voluntarios y  a otros que por sus filiaciones mandaron a muchos militantes anarquista, del PSUC, de Esquerra a defender el Frente de Aragón para defender, a la vez, Cataluña… ¿no?; en la guerra las fidelidades son una constante ósmosis, ¿lo ves así?

-Sariñena se convierte en un escenario complejo, con una tensión constante: las milicias del POUM y los militares del aeródromo, en buena parte, comunistas, no se llevan bien. Primero son roces, y cada uno está en su lugar, pero a medida que avanza la guerra y el PCE se hace fuerte en toda España, en Sariñena va tomando posiciones. Aumentan los actos públicos: conferencias del PCE de Aragón, visitas y mítines del que entonces era Secretario General del PCCE de España, José Díaz; de Dolores Ibárruri, de la ministra Federica Montseny… todo con el objetivo de defender su tesis de unidad frente al enemigo, la defendida por el Frente Popular, y luego ya hablaremos de revolución social. Cuando en mayo del 37 esto estalla en Barcelona, en Sariñena ya se habían visto movimientos: informes de inteligencia, informes del aeródromo sobre las posiciones que controlaba el POUM… Al final cada uno sólo es fiel a sí mismo y a los suyos.

gemma-grau.jpg-Mientras, otros, los que no estaban en las trincheras, se empeñan en que la educación no se viese truncada por la guerra y hasta los hay que ayudan en los Servicios Sanitarios, coméntanos por favor…

-Aquí son fundamentales, de nuevo, los vecinos, con sus nombres y apellidos. Los médicos, practicantes e incluso el veterinario se ofrecen a trabajar en el hospital antes incluso de ser militarizados para ello, entendiendo que su profesión estaba por encima de todo. Las jóvenes de las JSU se hacen enfermeras voluntarias. Y muchos vecinos y vecinas trabajan limpiando, en cocinas o donde sea, tanto en el hospital como en el aeródromo. Con la escuela ocurre algo parecido, hay un empeño en no suspender las clases, y se reparten por donde se puede (pues el colegio es utilizado militarmente). Hay una especial atención a los niños: se reparten regalos en enero (en sustitución de la fiesta de Reyes), hay espectáculos en el aeródromo, el cine no deja de pasar películas… Mención aparte merece la bibliotecaria del Servicio de Bibliotecas del Frente, que abastece no sólo a enfermos y médicos del hospital, sino también a quienes están en primera línea, de lecturas.

-¿Cómo ha sido el proceso y la tarea ardua de investigación que, además, tiene mucho a ver con el proceso de documentación?, creo que te llevó unos cinco años…se dice enseguida, pero es mucho tiempo y requiere de mucha dedicación y de, creo sobretodo, saber organizarte…explícanos, por favor

-El libro es el resultado final de un camino largo, que empieza con unas jornadas.  En 2018, cuando se cumplían 80 años del bombardeo, organizo unas charlas invitando a historiadores a que nos hablen de temas específicos: del hospital, Luis Arcarazo; del Consejo de Aragón, Amadeo Barceló, y de los bombardeos, José María Maldonado. Además, preparo una exposición con material fotográfico, de hemeroteca y algunos documentos sobre el periodo, y funciona. De la guerra siempre se decía que no había quedado nada, que se había destruido todo, y no era cierto. Al final el libro recoge todo lo encontrado, y resulta que el pueblo había sido escenario destacado del frente aragonés, que muchos vecinos participaron de manera activa, y que había mucha historia que contar.

-La investigación, la recopilación de documentación, el contrastar todo ello…el aproximarse a testimonios, más o menos directos ,sobre este trabajo…es una tarea que requiere de  rigor , minuciosidad, pero también de mucha gratificación….¿qué nos puedes decir?.- ¿y cómo fue la tarea de volcar todo esto en un trabajo por escrito…y, finalmente, en un libro?

-Como trabajé por etapas, primero revisé los archivos correspondientes y la hemeroteca, además de bibliografía. Es una parte muy tediosa, pero que da datos muy valiosos, aunque el relato me resultaba “frío”, parecía un manual de historia, algo impersonal, donde los hechos “ocurren”. Así que tras las jornadas citadas, me centré en el testimonio de los vecinos: entrevistas a quienes todavía vivían, otras ya grabadas y, sobre todo y de manera fundamental, los archivos familiares. No nos imaginamos lo que la gente guarda en casa, a veces saben lo que tienen, y muchas otras no son conscientes de que esa foto de su abuela, o esa carta de su tía son una joya para el investigador.

-¿Y qué metodología de trabajo has seguido?   -¿Trabajaste sobre un guión de cuestiones y/o preguntas sobre las que ir encontrando respuestas?

-Fue muy intuitivo, y las claves las daban los propios protagonistas: los entrevistados hablaban siempre mucho del hospital, y apenas de la colectividad,  por ejemplo, también del polvorín y el bombardeo, indicando así lo que les había marcado más. Sus recuerdos fueron el guión del libro.

-Amiga Gemma, ¿en qué estás trabajando ahora; nos puedes dar alguna pista?

-He cambiado de temática y de siglo, pero sigue siendo historia de Sariñena. Llevo un par de temas en marcha, y en ambos casos comparten algo con el libro “Sariñena en guerra”, y es el de dar luz a episodios desconocidos u olvidados de la historia de la localidad.

 

 

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