La Librería de El Sueño Igualitario

81vUWtyZ-8L.jpgCazarabet conversa con...   Julio Gomariz Acuña, autor de “Relato de un miembro del FRAP” (Vosa-El Garaje)

 

 

 

 

 

Julio Gomariz Acuña escribe sobre su paso por esta organización, el Frente Revolucionario Antifascista y Patriota. Se trata, pues, de una obra testimonial.

La sinopsis del libro:

Relato de un miembro del FRAP es un testimonio en primera persona de la infancia, juventud, incorporación a la lucha antifranquista y militancia del autor, en los primeros años 70. Este libro, ordenado cronológicamente y estructurado como un informe técnico para su mejor comprensión, busca arrojar luz sobre los tenebrosos años finales del franquismo. Su objetivo es dejar constancia de unos terribles hechos, cuya falsificación debe evitarse para impedir que los desalmados que persiguieron con saña e impunidad a nuestro pueblo queden en el anonimato y sus víctimas sufran la más atroz de las condenas: el olvido.

El autor, Julio Gomariz Acuña:

Este testimonio del FRAP y de un paréntesis importante en la historia de la lucha revolucionaria y antifascista, nace en 1950 en Madrid en el seno de una familia de raíz republicana. Narra que su infancia fue difícil por tener una salud frágil. Es en el Instituto de San Isidro donde empieza a leer publicaciones ilegales. Ingresa en FUDE y las A. J. C. E (M-L) cuando estudia Ciencias en La Complutense en Madrid.. Nuestro protagonista fue detenido durante una manifestación antiimperialista. Es mandado a realizar el servicio militar, “la mili” después retoma las actividades políticas. Trabaja en una imprenta e ingresa en el radio norte del PCE (m-l). A pesar de la intensa actividad clandestina, muestra objeciones por la deriva violenta de la organización. Es detenido en su trabajo en la imprenta, torturado y acusado de participar en la muerte de un guardia civil. Ingresa en Carabanchel donde se encuentra incomunicado por el juzgado militar. Allí es asignado a la 6 galería R. E donde convive con los procesados de los consejos de guerra. Es procesado por el TOP por asociación y propaganda y es liberado tras caer la dictadura. Vuelve a prisión por participar en una asamblea de trabajadores. Disconforme con el inicio, los resultados y el cese(sin que nadie asumiera responsabilidades) de las acciones armadas, es suspendido de militancia. Nunca abandonó sus ideas. Lo que intenta, con este testimonio, es que no queden ocultos los crímenes de la dictadura fascista, apoyándose por los documentos de la época.

 

 

Cazarabet conversa con Julio Gomariz Acuña:

presentación-libro-Gomariz-La-Libre-LQSomos-copia.jpg-Julio, explícanos amigo, por favor, el porqué de este libro ¿qué te motivó a escribirlo?, ¿Sale de alguna necesidad?

-La causa fundamental por la que escribí el libro es la política de ocultación o falsificación de los trágicos hechos que tuvieron lugar en los últimos meses de Franco y los primeros de la transición. Dichos hechos deben de conocerse en profundidad  y valorarse como corresponde.  He tratado, con este trabajo, no solamente de describir, sino también de probar documentadamente qué era lo que pasó,  para que los desalmados que perseguían a nuestro pueblo no queden amparados por el anonimato.

¿Qué era o que suponía ser integrante del F.R.A.P.?

-El ser integrante del Frente, fue una decisión libremente tomada y asumida, pues consideré que se trataba de la organización (había más de una en el ámbito en que me movía) que más claridad tenía en sus objetivos políticos y que empleaba métodos más eficaces. En mi opinión era defender activamente la causa del pueblo con los procedimientos más fiables, pero suponía unos riesgos muy elevados. Los compañeros muertos (Cipriano Martos y los fusilados del 75), los heridos, los detenidos, los torturados y los presos lo prueban.

-Una decisión, el integrarse en este grupo, que debía de suponer un cambio de vida para toda una vida, ¿es así?,¿fue así? Y todavía  debe suponer como llevar en las espaldas” esa herencia” fruto de una decisión  que nacía de unos ideales…

-La decisión fue consciente y sí suponía un cambio de vida, pasar de llevar una vida tranquila y confortable a llevar la vida de resistente a una  dictadura con los peligros que eso conlleva.  Afortunadamente, las secuelas de aquellas vivencias, no me generaron muchos más problemas que unos malos recuerdos, pero no lesiones duraderas, ni en lo físico ni en lo psíquico, pero conozco casos que no fue así.

-Pero en este país como la historia la escriben quienes ganan, se os etiqueta a todos como si fueseis importadores de las ideas, mediante la violencia, ¿es así?

-Este país no se diferencia de otros al respecto, en todos la historia la escriben los que ganan. Se nos clasificó como grupo  violento,  formado por elementos fanatizados, sectarios y dogmáticos.

-Así en breve(o como quieras y desees) ¿Cómo definirías tu paso por el F.R.A.P.?

-Como un periodo positivo. Era joven y solo habían dos caminos, integrarse en el modo de vida que imponía la dictadura y tener un futuro mediocre, gris o luchar por un mundo mejor. Había riesgos y  precios que pagar, y se pagaron pero creo que mereció la pena.

-¿Qué convicciones, desde temprano, te llevaron a esos ideales? ¿Cómo influyo el que tu familia fuese republicana?, ¿Qué recuerdas de aquello que se habla en la mesa?

-La enorme miseria que padecían muchas personas de la barriada donde vivía. Las terribles desigualdades y la represión permanente, presente en cada lugar. Mi familia me dio sobre todo conciencia crítica, criterios de análisis e información sobre los hechos que acontecían.  Sin embargo, no eran unos fanáticos, ayudaban a pensar y evaluar, no estaban siempre tratando de los temas políticos, aunque estos salían a colación de vez en cuando.

Para personas como vos el paso por el servicio militar debía de ser un suplicio; además os debían tener “como fichados”

-El servicio militar era para la inmensa mayoría de los jóvenes, un pésimo  trago que había que pasar. No tuve especiales problemas por estar fichado, aunque había que tener (y lo tuve) mucho cuidado  con lo que se hacía y decía. Las opiniones políticas y las actividades políticas podían acarrear largas condenas.

-Todo esto, lo de la militancia, te lleva a la detención, a las temidas comisarias, interrogatorios,  cárcel. Un verdadero suplicio de los que dejan huella. ¿Qué nos puedes comentar?, (bueno la prisión la visitaste dos veces)

-Las detenciones, los interrogatorios y la cárcel, eran un riesgo asumido y conocido, pero eran experiencias muy desagradables, habías perdido la libertad y no sabías cuánto duraría esta circunstancia. Además estaba el sufrimiento de los familiares, amigos, compañeros de trabajo, que sufrían o  eran molestados o castigados sin ningún motivo ni responsabilidad. La represión tiene como objeto hacer sufrir a los que la padecen, para que los demás vean en cabeza ajena  lo que puede sucederle a los que se comportan de forma  contaría a los intereses de los opresores.  Claro que deja huellas, pero no a todos afecta de la misma forma.

-¿La incomunicación fue lo más duro de tu paso por la privación de libertad?

-Si, aunque los interrogatorios fueron muy duros, el permanecer por mucho más tiempo en unas condiciones de aislamiento total, desconectado totalmente de todo y de todos, en situación de total indefensión y por tiempo indefinido, fue muy duro, más aun si se le añaden las pésimas condiciones en las que permanecí encerrado.

-¿Qué disconformidades tenías ahí presentes con el inicio, los resultados y el cese (sin que nadie asumiese responsabilidades) de las acciones armadas) y que llevaron a que te suspendiesen de militancia?

-Por parte de la dirección se dijo, que se iniciaba una nueva etapa de lucha, pero existían disconformidades políticas y organizativas. Disconformidades políticas: No había condiciones estratégicas. Las clases populares no entendían esas formas de lucha, luego no las apoyaban. Además las condiciones económicas, a pesar de existir una pobreza extendida y severa, no era la de una situación de miseria prerrevolucionaria. Las organizaciones eran débiles, poco numerosas y había divisiones. Los resultados, fueron los que se conocen, derrota política y casi total aniquilación de las organizaciones, sin olvidar el enorme coste humano. 3 ejecutados y cientos de detenidos. El cese de las actividades me pareció bien, de hecho, no deberían haberse iniciado. Lo que no me pareció bien es que se después de un año, con varios compañeros muertos y cientos encarcelados se cambiase de discurso: Lo que se había lanzado no era el inicio de una nueva fase revolucionaria, sino que había sido un ensayo. Un ensayo que tuvo su precio en sangre. Nadie dio más explicaciones y nadie asumió responsabilidades.

-Las disconformidades no se fueron, pero tus ideales tampoco. Cuéntanos.

-Las disconformidades ni se fueron, ni se irán nunca, pero las diferencias eran sobre todo de tipo táctico y organizativo, de cómo lograr unos puntos políticos, no de los puntos políticos en sí. Esto puede explicar esta aparente contradicción.

-¿Crees que testimonios como el tuyo han quedado silenciados a propósito para que ninguna voz disconforme con el sistema, el seguidismo o la propia disconformidad interna que dejase ver lo que era el F.R.A.P.  Quedase a “ojos vista”.

-Evidentemente, se han intentado ocultar muchos hechos y muchas responsabilidades, más desde una perspectiva pasiva, de no decir, de enmascarar o mentir, que de forma activa. Desafortunadamente, por distintos motivos, hemos sido pocos de los afectados los que han dejado testimonio escrito de lo que pasó y esto se extiende a todas las organizaciones que participaron en la resistencia al final de la dictadura.

-Cuanto se ha mentido sobre el F.R.A.P.? y sobre el proceso “ese idílico” que muchos nos venden sobre la transición.

-Se mintió mucho, desde que era una organización sin importancia, hasta que éramos  unos fanáticos, dogmáticos y sectarios fácilmente manipulables, para terminar con que la organización estaba dirigida por infiltrados. Estas opiniones fueron frecuentes, pero se trató de una organización importante en algunos ámbitos, los militantes eran capaces de mantener y generalmente ganar  debates ideológicos con otras tendencias u organizaciones y cuarenta años más tarde, nadie ha aportado ningún dato relevante sobre posibles infiltraciones en la dirección. Todos estos mensajes se difundieron precisamente en las épocas más críticas de la transición, cuando era más interesante para el poder desprestigiar todo lo que se reclamase republicano, federalista….  

 

 

 

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Relato de un miembro del FRAP. Julio Gomariz Acuña   
198 páginas          13,5  x 19,5 cms.
15.00 euros
Vosa-El Garaje



Relato de un miembro del FRAP es un testimonio en primera persona de la infancia, juventud, incorporación a la lucha antifranquista y militancia del autor, en los primeros años 70. Este libro, ordenado cronológicamente y estructurado como un informe técnico para su mejor comprensión, busca arrojar luz sobre los tenebrosos años finales del franquismo. Su objetivo es dejar constancia de unos terribles hechos, cuya falsificación debe evitarse para impedir que los desalmados que persiguieron con saña e impunidad a nuestro pueblo queden en el anonimato y sus víctimas sufran la más atroz de las condenas: el olvido.

 

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