La
Librería de El Sueño Igualitario
Óscar
Rodríguez Barreira escribe un libro sobre la
enseñanza de la primera etapa del franquismo que edita desde el Instituto de
Estudios Almerienses.
Aquello
que nos explica el Instituto de Estudios Almerienses:
Pupitres
Vacios nos acerca a la miseria vivida
por los niños y maestros almerienses en las escuelas del mundo rural de
posguerra. Sin menospreciar el ambiente político, el libro presta especial
interés a la situación social y económica del momento dando protagonismo al
recuerdo y a la experiencia cotidiana de aquellos pequeños luchadores de
pantalón corto y falda larga que hoy luces orgullosas canas.
Los
informes de la Inspección Provincial de Enseñanza Primaria, los expedientes de
Depuración del Magisterio, los libros de texto y manuscritos escolares y los
testimonios en primera persona, recogidos en más de cuarenta entrevistas, de
esos niños y niñas recrearán una realidad marcada indeleblemente por el trabajo
infantil, por la ausencia de construcciones e infraestructuras escolares y por
el deseo y esperanza de labrar un futuro menos traumático y más cultivado que
el de posguerra.
Pupitres
apela y contribuye a que el actual y necesario debate sobre el papel y el valor
de la educación pública en España valore sus
desiguales condiciones de partida a fin de ampliar y mejorar los retos y
necesidades del futuro.
Sobre el
autor, Óscar Rodríguez Barreira:
Es doctor
en Historia Contemporánea y especialista en el Franquismo y los Fascismos
Europeos. Entre 2001 y 2005 fue investigador principal en la Universidad de
Almería, realizando estancias en Yorck University (Toronto, Canadá) y en la Universidad
Complutense de Madrid. En 2006 fue galardonado con el Premio Internacional José
Antonio Maravall de Historia Política y entre 2007 y
2009 desarrolló diferentes proyectos para la recuperación de la Memoria
Histórica promovidos por la Junta de Andalucía. Entre 2010 y 2012 fue
investigador postdoctoral en la London School of Economics and Political Sciencie(Londres,
Reino Unido) y en 2014 profesor en el Departamento de Historia del Pensamiento
Político y de los Movimientos Sociales de la Universidad Complutense.
Entre sus
publicaciones destacan los libros: Migas con miedo; Miserias del poder; y como
editor: El franquismo desde los márgenes. También ha publicado artículos y
reseñas en diferentes publicaciones nacionales e internacionales en el ámbito
de la divulgación de la que es especialista.
Este
historiador e investigador ya estuvo en el Cazarabet
conversa por el libro El Franquismo desde los márgenes: http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/margenes.htm
Cazarabet conversa con Óscar Rodríguez Barreira:
-¿Por
qué, qué fue aquello que te motivó a escribir un libro, una investigación sobre
el primer franquismo en la escuela, en las aulas y entre los pupitres?
-En principio mi interés iba dirigido hacia un doble objetivo: el de analizar
las actitudes y situación social de un colectivo perteneciente a las capas
medias -lamentablemente poco abordadas en la historiografía sobre el primer
franquismo- y el de estudiar la capacidad del Estado franquista para generar
actitudes de conformidad y adhesión entre la población. En este doble objetivo
la escuela se perfilaba como un espacio de estudio idóneo sin embargo pronto
otros problemas -como el del absentismo escolar de alumnos y maestros- se me
antojaron como más interesantes y explicativos de la realidad social, y
sociopolítica, del momento.
-Se converge, lo escribes
en las primeras páginas, en que hubo un grave retroceso entre la enseñanza y en
materia educativa durante la dictadura franquista. ¿En qué ese retroceso era
más elocuente, cómo más palpitante, si es que algo puede “palpitar” en una
dictadura…?
-Fue un retroceso notable en muchos aspectos (se
prohibió la coeducación, se reintrodujo la educación católica y la influencia de
la Iglesia en la escuela...) sin embargo creo que son especialmente
significativas tres medidas: la depuración del magisterio, el frenazo en la
construcción de escuelas (entre 1939 y 1945 el Estado invirtió 0 ptas. en la
construcción de las mismas) y la pérdida de poder adquisitivo, de formación y
de prestigio social del magisterio (en 1941 el salario se equiparó al de
1913 no recuperándose el salario de los años de la República hasta los
años 60).
-La educación es un pilar
fundamental en toda sociedad…sea ésta en una República o sea en una dictadura;
aunque los unos hagan de la educación para incentivar, mediante los valores
republicanos, a los seres humanos en la convivencia con la libertad, bajo el
laicismo…y la dictadura utilizó la educación como arma, en las aulas, donde se
fomentaba el miedo, el escarmiento, lo de “la letra con sangre entra”...y todo
bajo la cruz y una disciplina que alejó a los alumnos de la libertad y de
la curiosidad por aprender…-Con la llegada de la dictadura entre los pupitres
es como si se hubiesen extinguido los colores y las sonrisas de los alumnos y
alumnas, ¿no?, empezando a fomentar un “encorsetamiento” de blanco y negro…-O
sea, que nos encontramos en los primeros años del franquismo, con una
escuela pobre y depurada…¿qué podrían ofrecer aquellas aulas?. Mucha tristeza
por todos los lados, ¿no?
-Las actitudes y el recuerdo de la escuela de
postguerra es tan variado y diverso como las propias actitudes sociales hacia
la dictadura. Obviamente existen personas que manifiesta en las entrevistas un
fuerte rechazo a las actitudes autoritarias de los maestros, que recuerdan los
malos tratos o el peso omnipresente de la religión pero también existen otras
personas que vivieron esa realidad como algo natural o, sencillamente, "lo
que había". Incluso personas que hoy se consideran de izquierdas y
antifranquistas reconocen el peso que tuvo la cultura y educación católica
sobre ellos y no siempre lo hacen con una consideración negativa.
-La depuración entre el colectivo de maestros y
maestras hizo que entre los pupitres sólo quedasen los maestros “afines al
régimen” o, a lo sumo, los que no se habían significado o habían tenido la
suerte de no “ser denunciados” (quizás vivían y enseñaban con tal miedo y tal
silencio que lo transmitían casi sin querer, miedo y escarmiento) ¿Cómo afectó,
todo esto a los niños y niñas que “ocupaban” esos pupitres?
-Obviamente la depuración -y la propia legislación
sobre educación- imprimió un carácter homogéneo a la educación franquista
reduciéndose al mínimo cualquier tipo de discrepancia o variedad ideológica
entre los maestros y maestras. No obstante la depuración -y la propia política
de reposición de plazas con las "oposiciones patrióticas" claramente
favorable a que excombatientes consiguieran plazas de maestros- redujo el nivel
y capacidad del magisterio dado que el mérito y capacidad se vio atropellado
por la adhesión ideológica y la conveniencia.
-Por cierto, ¿cómo fue esa
depuración allí dónde has podido estudiar e investigar?
-La depuración fue un proceso extremadamente triste y
duro que puso en el punto de mira a todo el colectivo de maestros. Es necesario
tener en cuenta que el franquismo expulsó a todos los docentes de su profesión
para luego, y según iban demostrando su adhesión al Nuevo Estado,
reincorporarlos a sus puestos de trabajo. Así, y al igual que en la justicia
militar, se trataba de un procedimiento inquisitorial en el que al Estado no le correspondía
demostrar la "culpabilidad" del acusado sino que a éste le tocaba
demostrar su "inocencia". No obstante la mayor parte del magisterio
de los años 30 y 40 eran de mentalidad conservadora o indiferente de modo que
la depuración únicamente afectó a una minoría (entre un 17 y un 21% del gremio
según la provincia) que, eso sí, sufriría toda la saña punitiva del franquismo.
-¿Por qué el franquismo, ya
desde el inicio de la guerra, puso en el punto de mira a los maestros y
maestras…más allá de la prevención?
-El franquismo equiparo a una parte del magisterio con
la anti-patria proponiéndose así laminar todas las medidas progresistas
introducidas en educación durante la República. Además el franquismo se propuso
un doble objetivo con la depuración la punitiva y la preventiva. Se
pretendía instalar el terror entre los docentes a fin de convertir el sistema
educativo en un instrumento de adoctrinamiento y legitimación ideológica. Para
este objetivo la dictadura necesitaba un magisterio plenamente afecto al nuevo
orden de cosas.
-¿Cómo fue el “maestro tipo” durante el
primer franquismo?
-Precisamente la depuración
del magisterio revela quienes eran los docentes preferidos por la dictadura. Se
trataba de aquellos maestros que habían colaborado con la Quinta Columna o el
Socorro Blanco durante la Guerra Civil. También aquellos otros que, a pesar de
no haber participado en estas actividades, habían hecho públicas muestras de su
fe católica o aquellos otros que habían sufrido represalias durante la Guerra
Civil en el bando republicano. Todos estos se convertirían en ejemplos a seguir
para el resto de sus compañeros y compañeras.
-Absentismo en las aulas y mucho analfabetismo ,ya que
muchos niños y niñas era “arrancados” demasiado pronto de las aulas para ir a
trabajar, otra consecuencia de una enseñanza destinada solo a los que se la
podían permitir…
-Se trataba de un sistema
educativo con un fuerte carácter de clase. Su esquema y estructura reflejaba y
al mismo tiempo reproducía las jerarquías sociales. En ningún momento las
elites políticas ni sociales tuvieron el más mínimo interés en promocionar o
mejorar la educación de las capas populares ya que éstas contemplaban con
recelo cualquier avance en materia educativa.
-En materia de inversión.
¿De qué manera invertía el franquismo en educación? Porque se puede
invertir de muchas maneras, quizás no había dinero para las escuelas rurales,
para mejorar instalaciones, las condiciones de alumnos y alumnas; pero sí
invirtieron tiempo en aleccionar y en cuidar de que la educación fuese un
“granero” de “niños y niñas aleccionados y que pensasen al unísono”?. Te lo argumento y pregunto de otra manera: -Retroceso en
infraestructuras, en atención a maestros y maestras, en atención al alumnado,
en formación continuada a los docentes…claro a estos últimos había que tenerlos
bien amarrados, ¿no?, como si tuviesen miedo de que pensasen…
-En realidad en la escuela,
al igual que en el resto de la sociedad, en el franquismo siempre primó el
miedo y la represión sobre la movilización y la adhesión. Obviamente los planes
de estudio y la inspección escolar aleccionaba a los
maestros sobre qué contenidos e ideología debía tener su labor pero esta nunca
contó con grandes presupuestos.
-Además los maestros tenían muy poco poder
adquisitivo; el Estado les pagaba poquísimo….
-Efectivamente, el salario
de los maestros era muy escaso y la implantación de la dictadura supuso un
retroceso de 20 años en la capacidad adquisitiva de los mismos. No obstante las
autoridades provinciales (los gobernadores civiles o los delegados provinciales
de Educación de FET-JONS) intentaron paliar esas carencias a través de micropréstamos así como de premios para aquellos que
hicieran algún trabajo significativo de redacción de programas docentes pero,
aún así, la precariedad fue absoluta más aún en las pequeñas localidades y
el mundo rural.
-En el plano rural, entre
las escuelas rurales ¿había aún como más precariedad?; ¿convenía tener al medio
rural sumido en la ignorancia, bajo la bota de la dictadura, el miedo a la
Guardia Civil y la obediencia a las autoridades y la “claudicación” para con la
Iglesia?
-Efectivamente, la
situación de las escuelas en el ámbito rural era muy precaria. La situación de
éstas dependía extremadamente de la voluntad y sensibilidad del alcalde y las
elites locales. No obstante no todo fue obediencia y sumisión. Precisamente en
mi libro narro como uno de los pocos asuntos que dio lugar a movilizaciones
colectivas y protestas en el mundo rural de postguerra fue la educación. Los
humildes se apropiaron del discurso oficial franquista en materia educativa y
lo utilizaron para reclamar lo que entendían eran sus derechos y los de sus
hijos. Eso facilitó que existieran quejas y protestas ante los alcaldes, cartas
colectivas a la Inspección Provincial de Enseñanza o al Gobierno Civil etc.
-¿Cómo afectaba la
ideología fascista, cómo y de qué manera entre las aulas…?
-La escuela de postguerra
estuvo dominada por el nacional-catolicismo que, pese a su absoluta
preponderancia, cedió pequeños espacios al fascismo falangista. Estos eran
claros en materias como Formación del Espíritu Nacional o en la propia
Educación Física. Además hay que tener en cuenta que el propio
nacional-catolicismo readaptó sus mitos y ritos al contexto de postguerra, es
decir, al de una dictadura fascistizada o
parafascista.
-¿Qué línea pedagógica se
fue implantando desde los primeros días del franquismo y cómo fue
evolucionando?
-Como comentaba el nacional-catolicismo dominó absolutamente
la pedagogía franquista. Un ejemplo claro de la fuerte impronta
nacional-católica es la Ley de Educación Primaria de 17 de julio de 1945. En el
preámbulo de la misma se especificaba que entre sus principios inspiradores se
encontraba, como primero y fundamental, el hecho religioso. Así también
explicaba que el Movimiento Nacional desde sus inicios consagró su más decidida
voluntad a "restaurar la formación católica de la juventud. Una impronta
católica que era consustancial al hecho nacional, claro está.
Entre los principales autores de referencia se
encontrarán Andrés Manjón, Fray Pedro de Gante, San
José de Calasanz....
-¿Había diferencias entre la escuela rural, a la
que has dedicado este libro posando tu mirada en Almería y las escuelas de las
ciudades?… ¿Y entre los maestros rurales y los de ciudad?
-Había diferencias. El
mundo rural estará marcado por la precariedad de medios y la escasez. Esta
realidad también afectó al ámbito urbano pero en las capitales de provincia
todavía existían escuelas e institutos privados -destinados a las clases
medias-altas- también había una oferta para clases medias y medias bajas
de enseñantes que montaban escuelas en sus domicilios a fin
de ayudar a preparar los exámenes. En el mundo rural también existieron
esos maestros e incluso escuelas clandestinas (es decir maestros sin los
permisos correspondientes, algunos de ellos eran antiguos maestros o
funcionarios depurados) pero debido a las limitaciones demográficas y
sociales era una realidad mucho más escasa. Otro elemento que diferenciaba
enormemente el mundo, y la escuela, rural de la urbana era el peso
del ciclo agrícola en el primero. La mayor parte de los alumnos en los pueblos
compaginaban su paso por la escuela con el trabajo en el campo o como
pastores. Esta situación provocaba que su paso por las escuelas fuera limitado
y muy estacional. Así, en las épocas de siembra, recolección o de mayor carga
de trabajo su paso por la escuela era raro. Ese absentismo escolar también fue
frecuente en el mundo urbano pero tenía otras características menos asociadas
al trabajo agrícola.
-¿Cómo fue el proceso de
documentación para conseguir datos, testimonios y demás y lograr componer el
libro? ¿Y la metodología de trabajo?
-La tarea de compilación de fuentes para elaborar el
libro ha sido grande. Mucha de la documentación utilizada la descubrí y
recopilé durante la elaboración de mi tesis doctoral -fundamentalmente la
documentación de la Inspección Provincial de Primera Enseñanza- sin embargo
otra documentación -como los cuadernos y diarios escolares- o las propias
entrevistas con niños de la época ha sido más reciente. El dedicar tanto tiempo
a recuperar fuentes para el texto le ha dado un carácter y profundidad de
análisis muy importante si bien el texto pretende, sobre todo, ser divulgativo. La metodología que se ha seguido ha sido
principalmente la de la historia social clásica y la de la nueva historia
social y de los movimientos sociales. En algunos capítulos y apartados nuestra
metodología es muy cuantitativa tratando de dilucidar preguntas como el número
de escuelas y profesores que estaban activas en los años 40 o qué porcentaje de
profesores sufrió la depuración y qué penas y castigos sufrieron las que no la
pasaron. En otros capítulos, en cambio, hacemos una aproximación mucho más
cualitativa centrándonos en la vida cotidiana en el aula así como analizando
los valores y lugares comunes del recuerdo de la escuela. Además también
aplicamos teoría de movimientos sociales a la hora de analizar las protestas
que tuvieron lugar en el mundo rural a causa de la desatención escolar.
-Óscar, en la actualidad,
¿estás trabajando en algo, nos puedes dar alguna pista?
Últimamente estoy muy interesado en los movimientos
sociales y la historia de la vida cotidiana durante la II República y,
fundamentalmente, durante la primavera del Frente Popular. No obstante creo
que me ha llegado el momento de abandonar la crisis de los años
30 y la postguerra como objeto de análisis para mis trabajos. Todavía
no he perfilado completamente un nuevo proyecto investigador pero, al
margen del problema histórico que elija, sí tengo un gran interés por
desarrollar la metodología y el estilo de la
microhistoria. La idea de escribir una monografía planteándome el
tipo de problemas y preguntas que han desarrollado y contestado autores
como Carlo Ginzburg, Natalie Zemon
Davis o, en España, Carlos Gil Andrés me resulta muy pero que muy estimulante.
No obstante dudo si tendré la capacidad y talento para desarrollar
una objetivo de tal calibre y dificultad.
21726
Pupitres vacíos. La
escuela rural de postguerra. Almería 1939-1953. Óscar Rodríguez Barreira
204 páginas 16 x 24 cms.
10,00 euros
Instituto de Estudios Almerienses
Pupitres Vacíos nos acerca a la
miseria vivida por los niños y maestros almerienses en las escuelas del mundo
rural de postguerra. Sin menospreciar el ambiente político, el libro presta
especial interés a la situación social y económica del momento dando
protagonismo al recuerdo y a la experiencia cotidiana de aquellos pequeños
luchadores de pantalón corto y falda larga que hoy lucen orgullosas canas.
INDICE
Razones
Agradecimientos
Introducción
Medios
Depuración
Pupitres Vacíos
Recuerdos, realidades
Instituciones
La escuela nacional-católica
Analfabetos
Debates
Epílogo
Datos
Fuentes y bibliografía
Índices de mapas, tablas, gráficas y apéndices
_____________________________________________________________________
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