La Librería de El Sueño Igualitario

Sin-título-1.jpgCazarabet conversa con...   Óscar Rodríguez Barreira, autor de “Pupitres vacíos. La escuela rural de postguerra. Almería 1939-1953” (Instituto de Estudios Almerienses)
 

 

 

 

Óscar Rodríguez Barreira escribe un libro sobre la enseñanza de la primera etapa del franquismo que edita desde el Instituto de Estudios Almerienses.

Aquello que nos explica el Instituto de Estudios Almerienses:

Pupitres Vacios nos acerca a la miseria  vivida por los niños y maestros almerienses en las escuelas del mundo rural de posguerra. Sin menospreciar el ambiente político, el libro presta especial interés a la situación social y económica del momento dando protagonismo al recuerdo y a la experiencia cotidiana de aquellos pequeños luchadores de pantalón corto y falda larga que hoy luces orgullosas canas.

Los informes de la Inspección Provincial de Enseñanza Primaria, los expedientes de Depuración del Magisterio, los libros de texto y manuscritos escolares y los testimonios en primera persona, recogidos en más de cuarenta entrevistas, de esos niños y niñas recrearán una realidad marcada indeleblemente por el trabajo infantil, por la ausencia de construcciones e infraestructuras escolares y por el deseo y esperanza de labrar un futuro menos traumático y más cultivado que el de posguerra.

Pupitres apela y contribuye a que el actual y necesario debate sobre el papel y el valor de la educación pública en España valore sus desiguales condiciones de partida a fin de ampliar y mejorar los retos y necesidades del futuro.

Sobre el autor, Óscar Rodríguez Barreira:

Es doctor en Historia Contemporánea y especialista en el Franquismo y los Fascismos Europeos. Entre 2001 y 2005 fue investigador principal en la Universidad de Almería, realizando estancias en Yorck University (Toronto, Canadá) y en la Universidad Complutense de Madrid. En 2006 fue galardonado con el Premio Internacional José Antonio Maravall de Historia Política y entre 2007 y 2009 desarrolló diferentes proyectos para la recuperación de la Memoria Histórica promovidos por la Junta de Andalucía. Entre 2010 y 2012 fue investigador postdoctoral en la London School of Economics and Political Sciencie(Londres, Reino Unido) y en 2014 profesor en el Departamento de Historia del Pensamiento Político y de los Movimientos Sociales de la Universidad Complutense.

Entre sus publicaciones destacan los libros: Migas con miedo; Miserias del poder; y como editor: El franquismo desde los márgenes. También ha publicado artículos y reseñas en diferentes publicaciones nacionales e internacionales en el ámbito de la divulgación de la que es especialista.

Este historiador e investigador ya estuvo en el Cazarabet conversa por el libro El Franquismo desde los márgenes: http://www.cazarabet.com/conversacon/fichas/margenes.htm

 

Cazarabet conversa con Óscar Rodríguez Barreira:

12249988_10207900319216056_.jpg-¿Por qué, qué fue aquello que te motivó a escribir un libro, una investigación sobre el primer franquismo en la escuela, en las aulas y entre los pupitres?

-En principio mi interés iba dirigido hacia un doble objetivo: el de analizar las actitudes y situación social de un colectivo perteneciente a las capas medias -lamentablemente poco abordadas en la historiografía sobre el primer franquismo- y el de estudiar la capacidad del Estado franquista para generar actitudes de conformidad y adhesión entre la población. En este doble objetivo la escuela se perfilaba como un espacio de estudio idóneo sin embargo pronto otros problemas -como el del absentismo escolar de alumnos y maestros- se me antojaron como más interesantes y explicativos de la realidad social, y sociopolítica, del momento.

 

-Se converge, lo escribes en las primeras páginas, en que hubo un grave retroceso entre la enseñanza y en materia educativa durante la dictadura franquista. ¿En qué ese retroceso era más elocuente, cómo más palpitante, si es que algo puede “palpitar” en una dictadura…?

-Fue un retroceso notable en muchos aspectos (se prohibió la coeducación, se reintrodujo la educación católica y la influencia de la Iglesia en la escuela...) sin embargo creo que son especialmente significativas tres medidas: la depuración del magisterio, el frenazo en la construcción de escuelas (entre 1939 y 1945 el Estado invirtió 0 ptas. en la construcción de las mismas) y la pérdida de poder adquisitivo, de formación y de prestigio social del magisterio (en 1941 el salario se equiparó al de 1913 no recuperándose el salario de los años de la República hasta los años 60).

 

-La educación es un pilar fundamental en toda sociedad…sea ésta en una República o sea en una dictadura; aunque los unos hagan de la educación para incentivar, mediante los valores republicanos, a los seres humanos en la convivencia con la libertad, bajo el laicismo…y la dictadura utilizó la educación como arma, en las aulas, donde se fomentaba el miedo, el escarmiento, lo de “la letra con sangre entra”...y todo bajo la cruz y una disciplina que alejó a los alumnos de la libertad  y de la curiosidad por aprender…-Con la llegada de la dictadura entre los pupitres es como si se hubiesen extinguido los colores y las sonrisas de los alumnos y alumnas, ¿no?, empezando a fomentar un “encorsetamiento” de blanco y negro…-O sea, que nos encontramos en los primeros años del  franquismo, con una escuela pobre y depurada…¿qué podrían ofrecer aquellas aulas?. Mucha tristeza por todos los lados, ¿no?

-Las actitudes y el recuerdo de la escuela de postguerra es tan variado y diverso como las propias actitudes sociales hacia la dictadura. Obviamente existen personas que manifiesta en las entrevistas un fuerte rechazo a las actitudes autoritarias de los maestros, que recuerdan los malos tratos o el peso omnipresente de la religión pero también existen otras personas que vivieron esa realidad como algo natural o, sencillamente, "lo que había". Incluso personas que hoy se consideran de izquierdas y antifranquistas reconocen el peso que tuvo la cultura y educación católica sobre ellos y no siempre lo hacen con una consideración negativa.

 

pupitres(1).JPG-La depuración entre el colectivo de maestros y maestras hizo que entre los pupitres sólo quedasen los maestros “afines al régimen” o, a lo sumo, los que no se habían significado o habían tenido la suerte de no “ser denunciados” (quizás vivían y enseñaban con tal miedo y tal silencio que lo transmitían casi sin querer, miedo y escarmiento) ¿Cómo afectó, todo esto a los niños y niñas que “ocupaban” esos pupitres?

-Obviamente la depuración -y la propia legislación sobre educación- imprimió un carácter homogéneo a la educación franquista reduciéndose al mínimo cualquier tipo de discrepancia o variedad ideológica entre los maestros y maestras. No obstante la depuración -y la propia política de reposición de plazas con las "oposiciones patrióticas" claramente favorable a que excombatientes consiguieran plazas de maestros- redujo el nivel y capacidad del magisterio dado que el mérito y capacidad se vio atropellado por la adhesión ideológica y la conveniencia.

 

-Por cierto, ¿cómo fue esa depuración allí dónde has podido estudiar e investigar?

-La depuración fue un proceso extremadamente triste y duro que puso en el punto de mira a todo el colectivo de maestros. Es necesario tener en cuenta que el franquismo expulsó a todos los docentes de su profesión para luego, y según iban demostrando su adhesión al Nuevo Estado, reincorporarlos a sus puestos de trabajo. Así, y al igual que en la justicia militar, se trataba de un procedimiento inquisitorial en el que al Estado no le correspondía demostrar la "culpabilidad" del acusado sino que a éste le tocaba demostrar su "inocencia". No obstante la mayor parte del magisterio de los años 30 y 40 eran de mentalidad conservadora o indiferente de modo que la depuración únicamente afectó a una minoría (entre un 17 y un 21% del gremio según la provincia) que, eso sí, sufriría toda la saña punitiva del franquismo.

 

-¿Por qué el franquismo, ya desde el inicio de la guerra, puso en el punto de mira a los maestros y maestras…más allá de la prevención?

-El franquismo equiparo a una parte del magisterio con la anti-patria proponiéndose así laminar todas las medidas progresistas introducidas en educación durante la República. Además el franquismo se propuso un  doble objetivo con la depuración la punitiva y la preventiva. Se pretendía instalar el terror entre los docentes a fin de convertir el sistema educativo en un instrumento de adoctrinamiento y legitimación ideológica. Para este objetivo la dictadura necesitaba un magisterio plenamente afecto al nuevo orden de cosas.

 

pupitres(3).jpg-¿Cómo fue el “maestro tipo”  durante el primer franquismo?

-Precisamente la depuración del magisterio revela quienes eran los docentes preferidos por la dictadura. Se trataba de aquellos maestros que habían colaborado con la Quinta Columna o el Socorro Blanco durante la Guerra Civil. También aquellos otros que, a pesar de no haber participado en estas actividades, habían hecho públicas muestras de su fe católica o aquellos otros que habían sufrido represalias durante la Guerra Civil en el bando republicano. Todos estos se convertirían en ejemplos a seguir para el resto de sus compañeros y compañeras.

 

 

-Absentismo en las aulas y mucho analfabetismo ,ya que muchos niños y niñas era “arrancados” demasiado pronto de las aulas para ir a trabajar, otra consecuencia de una enseñanza destinada solo a los que se la podían permitir…

 

-Se trataba de un sistema educativo con un fuerte carácter de clase. Su esquema y estructura reflejaba y al mismo tiempo reproducía las jerarquías sociales. En ningún momento las elites políticas ni sociales tuvieron el más mínimo interés en promocionar o mejorar la educación de las capas populares ya que éstas contemplaban con recelo cualquier avance en materia educativa.

 

-En materia de inversión. ¿De qué manera invertía el franquismo en educación? Porque se puede  invertir de muchas maneras, quizás no había dinero para las escuelas rurales, para mejorar instalaciones, las condiciones de alumnos y alumnas; pero sí invirtieron tiempo en aleccionar y en cuidar de que la educación fuese un “granero” de “niños y niñas aleccionados y que pensasen al unísono”?. Te lo argumento y pregunto de otra manera: -Retroceso en infraestructuras, en atención a maestros y maestras, en atención al alumnado, en formación continuada a los docentes…claro a estos últimos había que tenerlos bien amarrados, ¿no?, como si tuviesen miedo de que pensasen…

-En realidad en la escuela, al igual que en el resto de la sociedad, en el franquismo siempre primó el miedo y la represión sobre la movilización y la adhesión. Obviamente los planes de estudio y la inspección escolar aleccionaba a los maestros sobre qué contenidos e ideología debía tener su labor pero esta nunca contó con grandes presupuestos.

 

pupitres(4).jpg-Además los maestros tenían muy poco poder adquisitivo; el Estado les pagaba poquísimo….

-Efectivamente, el salario de los maestros era muy escaso y la implantación de la dictadura supuso un retroceso de 20 años en la capacidad adquisitiva de los mismos. No obstante las autoridades provinciales (los gobernadores civiles o los delegados provinciales de Educación de FET-JONS) intentaron paliar esas carencias a través de micropréstamos así como de premios para aquellos que hicieran algún trabajo significativo de redacción de programas docentes pero, aún así, la precariedad fue absoluta más aún en las pequeñas localidades y el mundo rural.  

 

-En el plano rural, entre las escuelas rurales ¿había aún como más precariedad?; ¿convenía tener al medio rural sumido en la ignorancia, bajo la bota de la dictadura, el miedo a la Guardia Civil y la obediencia a las autoridades y la “claudicación” para con la Iglesia?

-Efectivamente, la situación de las escuelas en el ámbito rural era muy precaria. La situación de éstas dependía extremadamente de la voluntad y sensibilidad del alcalde y las elites locales. No obstante no todo fue obediencia y sumisión. Precisamente en mi libro narro como uno de los pocos asuntos que dio lugar a movilizaciones colectivas y protestas en el mundo rural de postguerra fue la educación. Los humildes se apropiaron del discurso oficial franquista en materia educativa y lo utilizaron para reclamar lo que entendían eran sus derechos y los de sus hijos. Eso facilitó que existieran quejas y protestas ante los alcaldes, cartas colectivas a la Inspección Provincial de Enseñanza o al Gobierno Civil etc.

 

-¿Cómo afectaba la ideología fascista, cómo y de qué manera entre las aulas…?

-La escuela de postguerra estuvo dominada por el nacional-catolicismo que, pese a su absoluta preponderancia, cedió pequeños espacios al fascismo falangista. Estos eran claros en materias como Formación del Espíritu Nacional o en la propia Educación Física. Además hay que tener en cuenta que el propio nacional-catolicismo readaptó sus mitos y ritos al contexto de postguerra, es decir, al de una dictadura fascistizada o parafascista.

 

-¿Qué línea pedagógica se fue implantando desde los primeros días del franquismo y cómo fue evolucionando?

-Como comentaba el nacional-catolicismo dominó absolutamente la pedagogía franquista. Un ejemplo claro de la fuerte impronta nacional-católica es la Ley de Educación Primaria de 17 de julio de 1945. En el preámbulo de la misma se especificaba que entre sus principios inspiradores se encontraba, como primero y fundamental, el hecho religioso. Así también explicaba que el Movimiento Nacional desde sus inicios consagró su más decidida voluntad a "restaurar la formación católica de la juventud. Una impronta católica que era consustancial al hecho nacional, claro está.

Entre los principales autores de referencia se encontrarán Andrés Manjón, Fray Pedro de Gante, San José de Calasanz....

 

pupitres(2).JPG-¿Había diferencias entre la escuela rural, a la que has dedicado este libro posando tu mirada en Almería y las escuelas de las ciudades?… ¿Y entre los maestros rurales y los de ciudad?

-Había diferencias. El mundo rural estará marcado por la precariedad de medios y la escasez. Esta realidad también afectó al ámbito urbano pero en las capitales de provincia todavía existían escuelas e institutos privados -destinados a las clases medias-altas- también había una oferta para clases medias y medias bajas de enseñantes que montaban escuelas en sus domicilios a fin de ayudar a preparar los exámenes. En el mundo rural también existieron esos maestros e incluso escuelas clandestinas (es decir maestros sin los permisos correspondientes, algunos de ellos eran antiguos maestros o funcionarios depurados) pero debido a las limitaciones demográficas y sociales era una realidad mucho más escasa. Otro elemento que diferenciaba enormemente el mundo, y la escuela, rural de la urbana era el peso del ciclo agrícola en el primero. La mayor parte de los alumnos en los pueblos compaginaban su paso por la escuela con el trabajo en el campo o como pastores. Esta situación provocaba que su paso por las escuelas fuera limitado y muy estacional. Así, en las épocas de siembra, recolección o de mayor carga de trabajo su paso por la escuela era raro. Ese absentismo escolar también fue frecuente en el mundo urbano pero tenía otras características menos asociadas al trabajo agrícola.  

 

-¿Cómo fue el proceso de documentación para conseguir datos, testimonios y demás y lograr componer el libro? ¿Y la metodología de trabajo?

-La tarea de compilación de fuentes para elaborar el libro ha sido grande. Mucha de la documentación utilizada la descubrí y recopilé durante la elaboración de mi tesis doctoral -fundamentalmente la documentación de la Inspección Provincial de Primera Enseñanza- sin embargo otra documentación -como los cuadernos y diarios escolares- o las propias entrevistas con niños de la época ha sido más reciente. El dedicar tanto tiempo a recuperar fuentes para el texto le ha dado un carácter y profundidad de análisis muy importante si bien el texto pretende, sobre todo, ser divulgativo. La metodología que se ha seguido ha sido principalmente la de la historia social clásica y la de la nueva historia social y de los movimientos sociales. En algunos capítulos y apartados nuestra metodología es muy cuantitativa tratando de dilucidar preguntas como el número de escuelas y profesores que estaban activas en los años 40 o qué porcentaje de profesores sufrió la depuración y qué penas y castigos sufrieron las que no la pasaron. En otros capítulos, en cambio, hacemos una aproximación mucho más cualitativa centrándonos en la vida cotidiana en el aula así como analizando los valores y lugares comunes del recuerdo de la escuela. Además también aplicamos teoría de movimientos sociales a la hora de analizar las protestas que tuvieron lugar en el mundo rural a causa de la desatención escolar.

 

-Óscar, en la actualidad, ¿estás trabajando en algo, nos puedes dar alguna pista?

Últimamente estoy muy interesado en los movimientos sociales y la historia de la vida cotidiana durante la II República y, fundamentalmente, durante la primavera del Frente Popular. No obstante creo que me ha llegado el momento de abandonar la crisis de los años 30 y la postguerra como objeto de análisis para mis trabajos. Todavía no he perfilado completamente un nuevo proyecto investigador pero, al margen del problema histórico que elija, sí tengo un gran interés por desarrollar la metodología y el estilo de la microhistoria.  La idea de escribir una monografía planteándome el tipo de problemas y preguntas que han desarrollado y contestado autores como Carlo Ginzburg, Natalie Zemon Davis o, en España, Carlos Gil Andrés me resulta muy pero que muy estimulante. No obstante dudo si tendré la capacidad y talento para desarrollar una objetivo de tal calibre y dificultad.

 

 

 

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Pupitres vacíos. La escuela rural de postguerra. Almería 1939-1953. Óscar Rodríguez Barreira
204 páginas     16 x 24 cms.
10,00 euros
Instituto de Estudios Almerienses



Pupitres Vacíos nos acerca a la miseria vivida por los niños y maestros almerienses en las escuelas del mundo rural de postguerra. Sin menospreciar el ambiente político, el libro presta especial interés a la situación social y económica del momento dando protagonismo al recuerdo y a la experiencia cotidiana de aquellos pequeños luchadores de pantalón corto y falda larga que hoy lucen orgullosas canas.



INDICE

Razones

Agradecimientos
Introducción

Medios
Depuración
Pupitres Vacíos

Recuerdos, realidades
Instituciones
La escuela nacional-católica
Analfabetos
Debates
Epílogo

Datos
Fuentes y bibliografía
Índices de mapas, tablas, gráficas y apéndices

 

 

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