Cazarabet conversa con... Aitor Pescador, autor de “Los promotores del 36 en Navarra. El Somatén pamplonés en la
Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)” (Pamiela)
Pamiela se acerca, mediante este libro de estudio e
investigación de Aitor Pescador a “El Somatén pamplonés en la Dictadura de
Primo de Rivera entre los años 1923-1930”.
La sinopsis de este libro: La
brutalidad del 36 y los cuarenta años de
miserable dictadura franquista han hecho olvidar sus antecedentes históricos. Se habla de «Dictablanda»,
como si las detenciones, ilegalizaciones y muertes de ese periodo no fuesen nada
comparado con lo del 36. En España hubo en el
siglo XX dos dictaduras, no una.
El autogolpe de Primo de Rivera, con
la anuencia de Alfonso XIII, significó el último intento de mantener a
través de la represión a una monarquita corrupta hasta la medula. So pretexto
de salvar la unidad de España, las elites del
país se beneficiaron de un modelo político en el que eran las grandes
privilegiadas. El modelo seguido por el dictador era el fascismo mussoliniano,
por medio de un partido político único y una fuerza encargada de colaborar con
los militares y la policía. Así́ nació́ la Unión Patriótica y se
revivió́ el Somatén, una organización paramilitar con antecedentes
en la Edad Media catalana.
Las elites se sumaron con profunda
ilusión al proyecto de la dictadura. Conocidos apellidos aparecerán en los
listados de la Unión Patriótica y el Somatén. Así́ entraron en la
escena política un buen número de miembros de poderosas familias navarras.
Desde el Somatén se controló Pamplona y a su ciudadanía, recopilándose
información sobre quienes eran sospechosos de republicanismo, izquierdismo o
nacionalismo vasco. Igualmente, se trataba de tener controlados a grupos
moralmente mal vistos: homosexuales, ateos, etc., etc.
La dictadura de Primo de Rivera
cayó en el descredito y llegó la Segunda Republica. La oligarquía
que había participado en el Somatén o la Unión Patriótica tuvo los
instrumentos para desatar el golpe de julio de 1936 y recuperar el dominio
político para desembocar en otra dictadura de cuarenta años. El Somatén
fue una forma de cohesionar a las elites de Pamplona en torno a un modelo
paramilitar con toda una liturgia de desfiles marciales, insignias, misas
castrenses, adquisición de armamento, confección de listas de futuras víctimas
y preparativos del brutal golpe a la ciudadanía democrática.
El autor, Aitor Pescador:
Licenciado en Filosofía y Letras
(Historia) por la Universidad de Navarra en 1995. Becario del Archivo General
de Navarra en 1997, ha publicado varios libros referentes a los registros de
Comptos de dicho Archivo (2000-2002). Cuenta además con una decena de artículos
publicados relativos a diferentes proyectos de investigación, como Recursos
hidráulicos en la Edad Media navarra (1998) o Tenentes
y tenencias del reino de Pamplona en Araba, Bizkaia, Gipuzkoa, La Rioja y Castilla (1004-1076)
(1998). En la actualidad está finalizando su tesis doctoral dedicada a Araba,
Bizkaia y Gipuzkoa en el
reino de Navarra desde sus orígenes hasta 1200. Es asimismo
colaborador de los centros vascos de Argentina Juan de Garay, Euskal Etxea Toki
Eder de José C. Paz, y otros, donde asesora sobre
diferentes aspectos de Historia de Vasconia.
- Vasconia
en el siglo XI
-
Colección documental de Sancho Garcés III, el Mayor
-
Euskal Herria XI. mendean
-
Euskal Herria au XIe siécle
-
Los promotores del 36. El Somatén pamplonés en la Dictadura de Primo de Rivera
(1923-1930).
Enlaces que pueden ir bien:
https://es.wikipedia.org/wiki/Somat%C3%A9n
http://www.bajoaragonesa.org/elagitador/cuando-los-vientos-fascistas-llegaron-a-espana/
https://www.diagonalperiodico.net/blogs/imanol/somaten.html
Cazarabet conversa con Aitor Pescador:
-Amigo
Aitor, ¿qué es lo que te ha hecho escribir este libro…?;
coméntanos, por favor, su génesis como aquello que te motivó a hacerlo…sabemos
que viene de Cataluña, pero mejor explícalo tú que eres el experto…
-Como suele ocurrir en la mayoría de
las investigaciones, el momento en el que vi que había posibilidades de
escribir un libro sobre el somatén en Pamplona/Iruñea
fue cuando estaba redactando otro trabajo sobre la presencia del PNV en el
Ayuntamiento de la capital navarra durante los años 20 del siglo pasado.
El somatén tiene su origen en la Edad
Media catalana cuando las milicias ciudadanas pasaron a oficializarse con el
objetivo de acudir en caso de que su señor lo necesitase. Esta institución
tradicional fue evolucionando hasta llegar a un punto en el que para mediados
del siglo XIX se convirtieron en grupos armados al servicio de los
terratenientes catalanes. Con la llegada de los primeros movimientos de
izquierdas y anarquismo estas bandas armadas tuvieron como objetivo asesinar a
cabecillas de los partidos y sindicatos de izquierdas, recibiendo por ello el
apoyo de la clase militar y los grupos dominantes.
-¿Por qué no definimos a El Somatén; qué fue o
qué todavía es….---porque de la misma manera que nació no oficial, puede “estar
como hibernando”?, colectivo o movimiento por no hablar como una especie de
“brazo armado” que existe desde hace muchísimo más de lo que nos pensamos, ¿es
así?....digamos que quien lo oficializa es la dictadura de Primo de Rivera,
pero ya había surgido antes, ¿no?; ¿qué nos podéis contar?; Definición de El
Somatén era como ese armado de los sectores sociales del orden
-Curiosamente, el somatén estuvo sin ser derogado hasta los comienzos de
la denominada Transición. En el BOE de 30 de septiembre de 1978 (núm. 234, p.
22792) se publicó una disposición por la cual quedaron disueltos los somatenes
armados. Incluso la propia monarquía estuvo próxima al movimiento, tal y como
lo muestra el hecho de que Juan Carlos I fuese nombrado somatenista de honor del
somatén de la comarca de Garraf, noticia que se
publicó en El País el 5 de mayo de 1976. A día de hoy tengo entendido que
quedan grupúsculos de gente que pretende mantener la tradición.
Puede
definirse al Somatén de Primo de Rivera como a las fuerzas paramilitares que
utilizó en un intento de implicar a las altas capas de la sociedad en su
dictadura. La entrada en el Somatén era voluntaria y desinteresada, pero
cualquiera puede llegar a sospechar que se convirtió en un lugar donde
contactar con los grandes poderes de cada ciudad o territorio. De todas formas,
tal y como nos demuestra la situación actual, la derecha extrema en España no
ha estado «hibernando», simplemente estaba muy a gusto en el sistema político o
régimen que ella misma había creado y controlado.
-¿Quién o quiénes formaban parte de El
Somatén?; ¿Qué perfil tenían o solían retener los que formaban parte de El
Somatén?
-En el caso
de Iruñea/Pamplona los miembros del Somatén eran
principalmente las clases acomodadas de la ciudad. Entre ellos hubo importantes
rentistas, miembros de las entidades bancarias y gentes provenientes de las
profesiones liberales (abogados, médicos, notarios, etc.). También hubo gente
de extracción más humilde, pero los cargos de importancia siempre fueron
controlados por los apellidos «de toda la vida» de la capital.
Su perfil
político estuvo siempre bien definido. Eran miembros de los partidos
conservadores, aunque en el caso de Navarra y también su capital habría que
exceptuar a aquellos que militaban en el partido carlista. El carlismo apoyó de
inicio la dictadura al pensar que con ella se conseguiría el orden social y
religioso -y, sobre todo, acabar con los partidos y sindicatos de izquierdas-.
A la vista de la actitud tomada por Primo de Rivera en cuestiones importantes
para Navarra (el Estatuto Municipal, la renovación del cupo a pagar por la Ley
de 1841 y otros) el carlismo comenzó a distanciarse poco a poco siguiendo su
propio camino e implicándose poco en el mundo del Somatén. Ya tenían sus
propias prácticas de tiro, por decirlo con ironía.
-¿Se le puede definir como una organización
paramilitar?
-Plenamente.
Era una organización paramilitar. El Ejército les entregaba a buen precio los
rifles, pistolas y munición. Ellos estaban obligados a realizar prácticas de
tiro y colaboraban con las Fuerzas Armadas en la represión y control de las
calles y pueblos.
-¿Fue El Somatén en Navarra más presente que
en otros lugares o ha estado más arraigado o con características diferentes por
el hecho de haber sido Navarra lugar de mucha militancia carlista?
-Precisamente,
y como ya he dicho, al Somatén le costó encontrar su espacio en Navarra al ya
existir un grupo político ultraconservador como era el carlismo. El movimiento
se circunscribió en especial a las élites que tenían cierta tradición dentro
del liberalismo conservador. Eran grupos pequeños, pero muy poderosos
económicamente y con importantísimos contactos en Madrid
-¿Qué poder llegó a tener El Somatén en
Navarra? Y ¿por qué?
-El poder
ya lo traían «de fábrica». Su influencia fue relativa, aunque en los primeros
años daría la sensación de que iba ganando su espacio. Con el paso del tiempo y
la decadencia de la dictadura -también porque muchos se dieron cuenta de que no
obtenían muchos beneficios al estar en el Somatén- el grupo se fue disolviendo
como un azucarillo. Pese a todo, en los últimos tiempos se convirtieron en un
grupo encargado de recabar información relativa a miembros de partidos de
izquierdas, republicanos, nacionalistas vascos y también de sindicalistas.
-¿Quien era del El Somatén o quién podía ser?,
¿cómo vivían antes de la Dictadura de Primo de Rivera? ¿ y
cómo empezaron a vivir bajo la dictadura de Primo de Rivera?
-En el
Somatén podía anotarse cualquiera. Bastaba con no tener antecedentes, demostrar
una moral «intachable» y estar dispuesto a servir a la dictadura. Eso no quiere
decir que dentro de la propia institución hubiese clases y grupos de poder.
Evidentemente, no era lo mismo anotarse siendo labrador que como director de
una empresa.
-¿Desde qué punto o qué muchos puntos de vista
ya le iba bien a la Dictadura de Primo de Rivera “legalizar” a El Somatén?
-Primo de
Rivera quería imitar a Mussolini en su modelo de Estado. El problema era que
empezó la casa del revés. El fascista italiano inició su proyecto generando un
partido político, unos grupos de choque y, finalmente, ganó el poder. En el
caso del Estado español Primo de Rivera dio primero el golpe y luego quiso
construir su partido (Unión Patriótica) y su grupo de choque (el Somatén). Como
es lógico suponer, la casa se le cayó porque los cimientos estaban del revés.
-¿Qué papel quería o pretendía Primo de Rivera
para El Somatén a su merced?
-El Somatén
debía funcionar como un grupo armado encargado de mantener el orden «manu
militari» allí donde las Fuerzas de Seguridad del Estado no alcanzaban. Podían
detener a ladrones, estafadores y personas violentas, pero también perseguían a
homosexuales, sindicalistas, partidarios de partidos políticos y personas
críticas con la dictadura.
-En Navarra
qué vinculación directa había entre El Somatén con la Unión Patriótica?
La norma
general establecía que si pertenecías a uno no podías estar en el otro. Sin
embargo, hubo excepciones en todos los lados y también en Pamplona, como por
ejemplo Leandro Nagore o Pedro Uranga. Aquellos que más creyeron en
el proyecto de la dictadura pertenecieron a ambas instituciones.
-Pero me da que hay muchos hechos
diferenciales, y desde la génesis, entre El Somatén de Navarra y el valenciano,
por ejemplo…
-Como norma
general se ha revisado documentación relativa al Somatén pamplonés, navarro,
riojano y vasco. Son los espacios que más podían interesar a la hora de
localizar similitudes políticas y hacer comparaciones. También se han estudiado
publicaciones genéricas en torno al Somatén que han venido a demostrar que cada
provincia tuvo sus elementos característicos propios. Pero lo cierto es que el
Somatén catalán o valenciano son ámbitos que distan bastante del modelo
aplicado en Navarra. Como principio general se debe recordar que en Navarra no
existía una tradición somatenista anterior como sí ocurría en dichas tierras.
-Fue El Somatén parte de la reserva con la que
contaban los golpistas en el 36, desde Navarra, para que allí el Golpe ganase?
-Los
miembros del Somatén desaparecieron entre 1931 y 1936. Tras el Alzamiento los
encontraremos más como «gentes de bien y orden» encargadas de mantener las
estructuras administrativas y políticas de la provincia. Muy posiblemente, su
función fue la de contactar entre sí a los distintos grupos golpistas de la
provincia, cederles lugares donde mantener las reuniones y pasar
información sobre aquellos a los que habían combatido durante la dictadura de
Primo de Rivera, pero no los encontramos ni entre los ejecutores de las
matanzas ni entre los que se encargaron de gestionar el politicidio
sufrido en Navarra. Eso fue una función más del carlismo y la Falange.
-Muchas de la autoridades, tanto políticas
como militares, como cargos y altos cargos estuvieron vinculados a El Somatén?.
-En el caso
de Navarra y su capital sí que hubo altos cargos políticos y militares
implicados con el Somatén. Los listados de miembros del mismo fueron publicados
en su revista que no era otra que el Boletín Oficial de la VIª Región Militar.
En muchas ocasiones además fueron concejales de los pueblos y, por supuesto,
eso también en Iruñea/Pamplona.
- ¿El Somatén qué poder tuvo más allá del 36?. Porque es indudable el poder que tuvo en la represión
franquista y en la vigilancia postguerra civil…por no decir tareas de “espionaje”,
¿no?
Creo que
esa sería su función esencial. En los últimos años de la dictadura de Primo de
Rivera se les pidió que actuasen como servicio de información, así que debían
contar con muchísimos datos de miembros de diferente partidos, asociaciones o
sindicatos. Incluso tendrían informes sobre la vida privada de los individuos
para así calibrar su calidad moral. Como ya he dicho y salvo excepciones, no
aparecen entre los ejecutores que apuntaban con el arma ni entre los que hacían
directamente las listas de los que había que asesinar.
-¿Podríamos
decir que muchas de esas tareas ya les venían dadas o heredadas de su paso por
la Dictadura de Primo de Rivera?
-Evidentemente,
sí. Pero hay que reiterar que la mayoría de los que fueron miembros del Somatén
durante la dictadura de Primo de Rivera actuaron más como los gestores de la
retaguardia que otra cosa. Fueron los encargados del día a día, de dar esa
apariencia necesaria de normalidad mientras las cunetas navarras se llenaban de
cadáveres. También hubo excepciones, como el médico Daniel Arraiza
Goñi, quien tras su paso por la dictadura de Primo de
Rivera fue un destacado miembro de Falange en Navarra.
-El Somatén visto hoy, desde bastante
distancia, pero visto, leído o investigado hoy… por este presente en la que “la
derecha” más fatua renace, ¿cómo se le ve…qué lectura histórica se le hace?;
dependerá desde la mirada la perspectiva política que se le mire,
pero algo habrá, ¿no?
-Los
miembros del Somatén fueron «la gente tranquila». Aquellos que se consideraban
la salvaguardia del orden, la ley y la unidad de España. Ese tipo de gente que
trata de convencerte de tu error con cristiana devoción y una sonrisa de
claustro para a continuación darte por imposible y considerarte un enemigo de
la paz social. En realidad, el discurso político español de derechas ha variado
poco en casi un siglo, tal y como podemos observarlo a día de hoy. Se podrían
hacer matizaciones en referencia al tiempo pasado y las circunstancias que
influyen en uno u otro proceso, pero bastaría con tomar los titulares de los
periódicos de derechas durante la II República para ver que siguen alimentando
los mismos fantasmas.
-Libro que no deja de ser de intensa
investigación y allá donde hay investigación debe de haber previa documentación,
estudio, reflexión, analítica… ¿cómo te has apañado en eso?, ¿cómo ha sido este
viaje que, presumimos, siempre es trabajoso, pero dando sus frutos?
-Uno no se
hace historiador para ganar mucho dinero. Lo hace porque es algo vocacional,
porque sientes con pasión cada papel, cada dato que consigues encontrar y que
te permite construir un discurso en torno a tu investigación. Por eso todos mis
viajes son emocionantes. La fase de investigación es maravillosa porque
encuentras siempre cosas que no te esperabas, siempre hay que ir con la mente
en blanco, sin prejuicios y, en cierta medida, como un niño que no sabe nada
del tema. Luego tu cabeza, como un papel en blanco, se va llenando de ideas,
teorías, pensamientos... Es un proceso espectacular. La cristalización de todo
ello se traduce en un libro, aunque en mi caso soy muy crítico con mis
publicaciones y siempre corregiría cosas.
-¿Nos puedes hablar de cómo vuelcas lo
documentado, lo investigado…cómo es tu metodología de trabajo…cómo trabajas?
-Son los
años los que dan experiencia. De la Universidad sales sin saber ni cómo coger
un papel y eso que yo colaboré como alumno interno desde antes de acabar la
carrera y trabajé en varios proyectos de investigación. El proceso es muy
lento, son muchos los flecos a revisar de inicio. Por mi parte tiendo a leer la
bibliografía más genérica en torno al tema y luego voy cerrando el foco en
libros, separatas y artículos cada vez más centrados en el tema de interés. En
paralelo llega lo más emocionante que es la búsqueda y lectura de la
documentación. Uno suele sentirse como un buscador de oro. Pasas horas leyendo
informes, expedientes, periódicos y demás sin sacar nada en claro y un día
encuentras algún dato que para nada esperabas, pero que te ilumina el camino.
Al final acabas con varios documentos de word,
ficheros, fotocopias, imágenes, planos, ideas varias y, sobre todo, una montaña
de papeles encima de la mesa. A partir de ahí se inicia el proceso de volcado,
que suele ser lo más enriquecedor y desesperante a la vez. Las piezas van
encajando poco a poco, los datos te dan luz y confirman o desmienten lo que has
leído en la bibliografía, contrastas con otras investigaciones y sacas
conclusiones. Nunca quieres dejar nada en el tintero, pero te das cuenta de que
si lo haces no terminas y entonces empieza la etapa que yo denomino "Robespierre" y vas eliminando temas y cuestiones que
sabes que te van a retrasar y seguro entorpecen el guión del libro.
-Háblanos de la estructura de este
trabajo, me da que es como “muy académico”, como “muy didáctico”.
Ahí está el
gran debate de hoy día. La idea es alcanzar al lector que está interesado en el
tema, no demostrar que eres el que más sabes sobre el mismo. Para el
investigador resulta más fácil volcar los datos de manera aséptica en un
trabajo meramente técnico que hacerlo en un libro de divulgación, porque en
este último caso tienes que ponerte al nivel de la gente que te quiere leer y
eso suele ser complicado. Tampoco ayuda que desde el mundo académico se siga
mirando con cierto desdén este tipo de publicaciones y se las suela atacar
inmisericordemente, mientras que las meteduras de pata de los «colegas»
académicos son vistas con comprensión y profundo corporativismo. La idea
principal es transmitir la historia, que la gente la conozca. Para ello hay que
buscar modelos de comunicación que no conviertan el tema en una cuestión
tediosa, pero sin perder nunca la metodología y el carácter científico de tu
trabajo.
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