Cazarabet conversa con... Antonio Prats Mataix, sobre el libro “Memoria ilustrada de la Guerra
Civil Española” (Base) de Antonio Prats Janer
Antonio Prats Janer, desde Editorial Base, nos acerca a una manera muy
diferente de “ver” y “sentir” la Guerra Civil y lo hace desde la ilustración.
Se encuentra dentro
del la Colección Base Hispánica. La introducción de este magnífico libro la
firma Antonio Prats Mataix, hijo del artista con el
que tenemos el placer de mantener una conversación.
La sinopsis,
aquello que nos explica Editorial Base:
Guerra Civil
española. Frente sur de Pozoblanco (Córdoba): con un
estilo ágil y directo, el autor narra sus vivencias más íntimas durante los
tres meses —desde septiembre de 1937— en que participó en la contienda, antes
de caer enfermo y ser evacuado al Hospital Militar de Ciudad Real aquejado de
fiebres de malta.
Sensibilidad,
crudeza y lirismo se aúnan para crear una obra brillante y singular,
enriquecida con más de treinta ilustraciones al
aguatinta, de extraordinario valor artístico, realizadas por el propio autor.
Personajes reales van desfilando por el escenario narrativo: algunos toman un
cariz novelesco por su inverosimilitud, como el esperpéntico teniente Rufino
arengando la tropa; otros rebosan humanidad como el sargento Caballero, el
amargo cinismo del tío Pascual, la triste historia de la «Señá
María», la inquebrantable amistad de Pertusa más allá de sus ideales y así, uno
a uno, conforman un amplio mosaico de historias en cuyo substrato encontramos
los variados matices del comportamiento humano, a veces contradictorio, siempre
emotivo.
También el autor
sucumbió a la degradación que supuso aquella experiencia dramática, cuando
escribía este relato en el interior de su chabola, durante la noche, a la luz
de un candil aceitoso que manchaba su guerrera, sin inmutarse lo más mínimo ni
tratar de evitarlo.
Metáfora del
desengaño y el abandono de una generación cuyo sufrimiento marcó la historia de
todo un país, y que aún hoy podemos sentir a través del testimonio escrito y
las imágenes recuperadas del fondo de sus recuerdos.
El ilustrador y
“contador” de esta historia, Antonio Prats Janer,
nació en Monistrol de Montserrat en 1916 , fue
movilizado a los veinte años , en plena Guerra Civil, al frente sur de Pozoblanco, cerca de Córdoba .Después es enviado a Valsequillo y Fuenteovejuna, donde fue herido y trasladado
a un hospital de Alcoy. Allí conoció a Emilia Mataix Alberola, enfermera que le cuidó y con quien acabaría
casándose terminada la contienda. Posteriormente, en 1939 es llamado de nuevo a
filas para cumplir el Servicio Militar en Pontevedra. Descubre Galicia, tierra
de la que se enamora para el resto de su vida .Es aquí donde empieza a dibujar
esos paisajes que tanto le impresionan, pintando, también notas a la acuarela.
Descubre así su gran pasión: el arte del dibujo y la pintura.
Una vez finalizado
el servicio militar el matrimonio se traslada a Barcelona donde se establece.
Es pintor de paredes y dedica su tiempo libre a pintar y dibujar. Escribe e
ilustra con dibujos al aguatinta y Memoria ilustrada
de la Guerra Civil española es el testimonio de sus vivencias en el frente.
En 1952 nace su
único hijo, Antonio y medio año después la familia se traslada de Barcelona a Vilassar de Dalt –Maresme--, a pocos kilómetros de la capital barcelonesa. Es
desde esta localidad desde donde desarrolla gran parte, la mayoría, de su obra
pictórica y artística que consiste en un gran número de apuntes al natural, así
como pinturas y óleos de marcado estilo expresionista hasta llegar a la
abstracción.
De la misma manera,
Antonio Prats Janer es testimonio gráfico de la
sociedad de su tiempo, gracias a la sensibilidad por el entorno y sus aptitudes
naturales para el dibujo y la pintura con el resultado de conseguir juntar una
obra tan rica como personal. Única, como explican desde la editorial: “memoria
de un tiempo, imágenes de una vida, la nuestra…la de todos”.
Cazarabet
conversa con Antoni Prats Mataix, hijo de Antonio
Prats Janer:
-Antonio,
¿cómo recuerdas a tu padre?, me gustaría acercarme al Antonio Prats como ser
humano…
-Lo
recuerdo como un hombre que a pesar de las dificultades de su tiempo, supo
vivir comprometido consigo mismo, asumiendo el papel de padre y esposo , compaginándolo con esa inquietud
interior de artista que de muy joven ya sintió y que le acompañó durante toda
su vida. Era una persona afable, con un cierto toque humorístico y práctico
ante les dificultades que superó en su mayoría sin abandonar su proyecto vital.
Hecho asimismo, cercano como padre aunque fuerte de carácter, con una actitud
abierta y receptiva a su entorno y en especial a la manifestación artística.
-
¿Y cómo lo definirías como artista? ;¿ era de los
artistas del trazo y la pintura que se empeñaban en reflejar la belleza, en
compartirla?
-En su caso el arte fluía de su
trazo, diría yo, casi espontáneamente, firme, con obsesión; sobre todo
representando la figura humana, su expresión, su movimiento, su plasticidad,
fuente de numerosos apuntes i dibujos que reflejan la sociedad de la posguerra
hasta finales de los ochenta. No creo fuera ese su objetivo, aunque sí el
resultado final, el crear un retrato costumbrista de aquella época.
-Pero
de camino hacia la belleza se topó con etapas de la vida que él reflejó
ilustrando, pero que no eran nada gratas…más bien todo lo contrario a la
belleza…la muerte, el dolor, la batalla, la guerra nunca es grata y menos con
apenas veinte años. ¿Qué nos puedes decir?
-Como a muchos jóvenes de su
edad, la guerra se cruzó en su camino con sus horrores, y el arte creo que
significó para él un refugio para intentar menguar sus fatales consecuencias en
su espíritu. Curiosamente es un buen ejemplo de cómo un hecho trágico puede
provocar y originar la belleza en una personalidad sensible, como fue la de mi padre.
-Aunque sí, seguramente, en aquel momento,
para él resultó como una especie de
desahogo, ¿es así?
-Sin duda alguna, mientras
escribía las hojas de su diario en el frente, aquel proceso debería suponer para
él un desahogo balsámico que le ayudaría a sobrellevar las experiencias
terribles vividas en el campo de batalla, y al mismo tiempo establecer un
vínculo, exterior a dicho escenario, que le mantuviera unido a sus orígenes
civiles.
-¿Qué
sientes, amigo Antonio, como hijo al ver estas ilustraciones sobre la Guerra
Civil llevadas a una novela ilustrada?
-Para mí, supone una gran satisfacción
ver estas ilustraciones acompañando el relato de las vivencias de mi padre, le
mantiene vivo, y me hubiera gustado que él también hubiera podido disfrutar en
vida la edición de su libro.
-Era
un relatista, ya desde el trazo, sencillo pero
enormemente clarificador de lo que había en el momento..Sabía
lo que quería contar y lo conseguía con poco, ¿cómo lo ves?-¿Era un retratista
de la época o de las épocas que le tocó vivir?
-Como ya he comentado anteriormente, el
trazo era enormemente descriptivo en su sencillez, en que el gesto i la
sensibilidad del artista a veces superaba el concepto del dibujo, permitiendo
transmitir la imagen con toda su fuerza y realismo.
Evidentemente, ello supone un ejercicio
virtuoso de gran valor testimonial, en el que vida y arte se entrelazan
mutuamente y cuyo resultado es una obra singular de gran valor artístico.
-A
muchas gentes que les tocó vivir la guerra de manera tan directa les costaba
hablar de ella. ¿Era el caso de tu padre?, Si lo hacía, ¿qué episodios contaba con más insistencia, qué le quedó como más
grabado?
-Tampoco él era partidario de comentar
aquellos hechos con los demás; sin embargo, recuerdo de pequeño me gustaba
escuchar algún relato de su parte. Recuerdo especialmente, la situación narrada
en el libro en que se vio copado en una carretera, con fuego cruzado del
enemigo, a la que sobrevivió gracias a su sangre fría en condiciones muy
difíciles.
-El hecho de conocer a tu madre en el hospital de
Alcoy donde él se recuperaba ¿qué, crees, les supuso?-Porque tu madre, Emilia Mataix, me da que debía ser una mujer especial, de fuerza
descomunal…coméntanos. Debieron formar una pareja de esas condensadas,
acompasadas…no sé, es casi perceptible leyendo un libro y viendo sus
ilustraciones, así como conociendo, un poco, su historia…
-Efectivamente, mi madre fue
una mujer frágil pero de una gran fuerza interior, que en aquellos momentos
significó un gran apoyo moral para mi padre, contribuyendo a su curación en el
hospital militar y con quien se casó finalmente. Aunque la historia pueda
parecer hasta cierto punto vestida de romanticismo, en absoluto fue así, y sólo
el amor que sentían mutuamente les permitió afrontar una vida llena de
obstáculos y dificultades.
-Sentía
tu padre como un poco de vértigo ante la belleza…y lo tenía que pintar para no
sé como relajarse…lo digo porque me da que en su estancia en Galicia sufre un
poco en “síndrome Stendhal”?
-Creo que, una vez terminada la
guerra, su estancia en Galicia supuso un proceso catárquico
que le ayudó a asimilar aquellas experiencias tan traumáticas, despertando en
él la necesidad de dibujar y pintar los parajes naturales que tanto le
impresionaron.
-Amigos,
¿cómo crees que influye este libro que refleja algunos escenarios de la Guerra
Civil de manera ilustrada..qué aporta a la
historiografía sobre este dramático y trágico episodio?
-Este libro constituye un testimonio
gráfico y literario único, que aporta
una visión intimista del conflicto desde el punto de vista del combatiente,
personal, en un escenario bélico al que se vio inmerso involuntariamente como
la mayoría de civiles que también vivieron aquellos hechos, y donde las
emociones fluyen magistralmente a través del texto del autor
en un ejercicio irrepetible de virtuosismo artístico. Es un canto a
la vida y a la superación del hombre ante la adversidad. Un
homenaje a toda una generación que vivió y sufrió las consecuencias de la
guerra, y que ahora renace en esta Memoria Ilustrada de la Guerra Civil
española, de Antonio Prats Janer.
-Amigo,
¿cómo ha sido cooperar con Editorial Base?
-Para mí, ha sido un placer la
colaboración con el equipo de la Editorial Base, y en especial con su director
Santiago Sobrequès, que supo valorar la obra de mi
padre y tuvo la audacia de editarla para llevarla a los lectores. Muchas
gracias.
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