104429218_719718318763083_3647785320245903415_n.jpgCazarabet conversa con...   Javier Plaza Beiztegui, coautor de “Piedra seca. Piedra sentida. Estudio de las casetas y otros elementos de piedra seca en el término municipal de La Muela (Zaragoza)” (Prames)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fernando Sánchez Grassa y Javier Plaza Beiztegui escriben para Prames un estudio, muy minucioso sobre las casetas y otros elementos de piedra seca en el término municipal de La Muela en Zaragoza.

Lo que nos explica este libro: este libro refleja la herencia etnográfica de los habitantes de La Muela, los testimonios presentes de un saber milenario transmitido durante generaciones a través de la palabra y el ejemplo.

Las construcciones en “piedra en seco” diseminadas por todo el territorio nos muestran el duro esfuerzo de adaptación a un entorno bello, seco y azotado por el viento que han venido realizando los muélanos durante siglos desde que Gil Tarín decidiera colonizar el territorio allá en el siglo XIII.

La sinopsis añade esta “cita” de Saramago: “Las piedras tienen una vida larga, no hemos asistido a su nacimiento y no asistiremos a su muerte”.

Los autores, Fernando Sánchez Grassa y Javier plaza Beiztegui:

Fernando Sánchez Grassa: este zaragozano era licenciado en Historia del Arte y con amplia experiencia en proyectos de campo de cartografía e inventariado de bienes culturales. Falleció el año pasado mientras descendía del pico Himlung en el Himalaya nepalí.

https://www.heraldo.es/noticias/aragon/2019/11/02/muere-zaragozano-himalaya-nepal-fernando-sanchez-grassa-1341777.html

Javier Plaza Beiztegui: pamplonica afincado y vecino de la Muela. Es etnógrafo aficionado y como escritor tiene publicadas: La urraca en la nieve y Canción de otoño.

 

 

 

Cazarabet conversa con Javier Plaza Beiztegui:

IMG_4261.JPG-Amigo, ¿qué presencia más allá de lo físico tiene la piedra en seco en el término municipal de La Muela? Esa presencia tendrá que ver con que se trabajaba y se vivía de una determinada manera en cuanto al campo se refiere… ¿de qué características etnográficas podemos hablar?

-En la Muela la importancia de la Piedra Seca viene determinada por dos factores, la ausencia de madera al ser un territorio estepario o semiestepario y la presencia constante de viento frío, el cierzo. Los árboles que hay son demasiado valiosos como para utilizarlos en la fabricación de casetas o abrigos y por eso estos elementos se construyen exclusivamente en piedra. Por otro lado el cierzo, tan presente, condiciona bastante el conjunto haciendo que las casetas casi siempre se construyan con el acceso en el lado opuesto al Moncayo (la zona de donde viene este viento) y que se encuentren numerosos paravientos en los campos y con esa misma orientación

-Pero la piedra en seco no se utilizaba solamente para construir casetas… ¿en qué otras construcciones estaba tan presente la piedra en seco?

-Las casetas son el elemento de mayor complejidad técnica, pero en La Muela se utilizaba esta técnica también para la construcción de bancales, paravientos, corrales, pocetes de recogida de agua e incluso algunos mojones. Es significativo el tema de los pocetes ya que en La Muela no hay río y por ello la recogida de la escasa agua que caía en forma de lluvia era de vital importancia

-¿Hay un patrón parecido en la construcción de las casetas?

-Hay una tipología variada en función del dominio del constructor, el uso de la caseta e incluso, en algún caso criterios estéticos, pero la tipología dominante es la de una caseta tipo “tambor” cubierta por falsa bóveda por aproximación de hiladas y con la parte trasera de la caseta (la opuesta al hueco de acceso) semienterrada aprovechando una loma.

-¿A qué condiciones debían de adaptarse las casetas construidas en piedra en seco? ¿y el resto de construcciones?

-Principalmente, como he comentado, a la imposibilidad de utilizar madera al viento tan presente e intenso y a la utilización de la piedra caliza que es la existente en el entorno.

-¿Qué historia arrastran estas construcciones que, hoy por hoy, todavía se pueden ver?

-Sobre la historia habría que hacer dos valoraciones:

Por un lado la historia de la técnica que es milenaria y no sabemos cuándo comenzó a aplicarse en La Muela aunque, sin duda, muchas de las casetas que vemos son la reconstrucción o mejora de otras anteriores.

Por otro la historia concreta de las casetas que vemos que en general datan de los dos primeros tercios del siglo XX aunque también se han localizado algunas casetas con al menos doscientos años de antigüedad en una zona destinada hasta principios del siglo XVIII a la extracción de sílex para la fabricación de piedras de chispa.

Sobre la posibilidad de verlas hay que decir que han inventariado 237 casetas, aparte de otros elementos construidos con la técnica de la Piedra Seca, que he mencionado antes. De este conjunto aproximadamente el 30 o 40 % están derruidas, el resto siguen en pie. Todas ellas son visitables, en el libro se indican las coordenadas de cada una. También creamos una página en Facebook en la que se publicó la ficha de cada caseta con sus coordenadas y un mapa interactivo en el que se ven sobre el terreno real.

https://www.facebook.com/La-Piedra-Seca-en-La-Muela-393483781386540/

20200525_192849.jpg-¿Qué denominaciones de cuántas maneras se las llamaba a estas casetas de piedra en seco?

-Dependiendo de quién sea el interlocutor y cuál sea su procedencia se les llama “casetas”,  mallatas”, “majadas”, “chozos”, “txabolas”, “eras”, “bordas”, “cabañas”, “bujíos”, “chafardos”, “arkoak”, “barracas”, “cacherulos”, “borjas” o “garnachos”.

-Estas construcciones de piedra en seco, ¿tienen elementos en común con las de otras comunidades limítrofes y vecinas en las que la piedra en seco es un elemento diferencial y que marca el carácter del territorio.

-Sí, la técnica es similar a las de otras zonas, la peculiaridad de las casetas de La Muela es el enorme número de construcciones que encontramos en un terreno reducido, el que se hallen en un paisaje estepario y el que sea el viento quien determine la orientación de todo el conjunto.

-¿De qué construcciones más allá de las típicas y muy numerosas parideras estamos hablando en base a las necesidades  humanas?

-Hay construcciones de pequeño tamaño que sirven tan solo para guardar aperos de labranza o como refugio de emergencia, otras de tamaño medio que servían de refugio para pasar el día e incluso, en el caso de algún pastor para hacer noche, en muchas de estas se hacía fuego. Por último están las bordas, o casetas de gran tamaño, en las que podían estar varias personas durante estancias más prolongadas, generalmente están más alejadas del municipio y tienen algún elemento añadido, como banco, chimenea o alacena, construidos también con la misma técnica.

-También dejan huella, inquebrantable, en el paisaje de las diferentes regiones, ¿qué nos podéis explicar al respecto?

-Así es suponían la adaptación del ser humano a un terreno seco, frío y ventoso y al pasear por el término municipal de La Muela vemos en el paisaje testimonios de esa dura lucha de  sus habitantes, durante siglos, para tratar de sacar rendimiento a un paisaje árido.

-¿Cómo era el proceso de construcción… es de pensar que se apañaban con el tipo de piedra que hay o había en la zona y que en base y según las características de la misma construían un tipo de casetas y no otras y con unas características y no otras, qué nos podéis decir? ¿De qué tipos de piedra estamos hablando?

-El proceso de construcción era complejo y para construir la falsa bóveda había que dominar bien la técnica. La piedra utilizada era la que se extraía de los campos al “limpiar” y en algunos casos se completaba con rocas de cualquier loma cercana. Había que seleccionar bien las piedras útiles y en algunos casos tallarlas. Los muros tienen un grosor medio en su base de entre sesenta y setenta centímetros, eso nos da ya la idea del enorme esfuerzo que conllevaba levantar una de estas casetas. Eugenio Monesma grabó la construcción de alguna y sus reportajes nos permiten ver el proceso que, como digo, es complejo y laborioso.

-El estudio de las construcciones de la piedra en seco de La Muela, ¿qué aporta como “de nuevo o novedoso” y qué aporta respecto a otras construcciones que por no ser de La Muela no podrá aportar a cualquier otro estudio?

-La idea con la que se hizo, su aportación principal, es que quede recogida en un inventario de calidad, con ubicaciones, fotografías y datos, esa parte de la historia de La Muela que es singular y que, por desgracia, se deteriora día a día. Es un testimonio de un conjunto que poco a poco desaparece, su memoria queda en este libro. No había un estudio anterior en el término municipal.

-Amigo Javier las construcciones de piedra en seco deben coexistir con el entorno, estar sometido a las condiciones climáticas y ser parte del ecosistema, ¿qué nos podéis decir al respecto?

-Decía mi compañero, Fernando, que, hablando en terminología actual, las casetas son construcciones bioclimáticas y ecológicas. Se construían con las piedras desechadas de los campos (reutilizando) y sin utilizar ningún tipo de combustible más allá de personas, mulos y herramientas manuales. Por otro lado, la piedra guarda calor en invierno y frescor en verano, aparte de proteger del viento. Además en muchas casetas medianas se encendía fuego en su interior durante las labores agrarias, quemando hierbas y ramas, así cuando se entraba después la piedra conservaba el calor, por eso en muchas la piedra interior se encuentra casi totalmente cubierta de hollín. Se construían para protegerse de esas condiciones climáticas y cada elemento de la construcción estaba calculado hasta al mínimo detalle para hacerlas más funcionales.

20200314_124145.jpg-Al margen de las casetas refugio de los campesinos, pastores, rebaños ¿a qué otras construcciones se derivaba la piedra en seco?

-Como he comentado hay bancales, paravientos, corrales, pocetes de recogida de agua e incluso algunos mojones. De entre ellos los más habituales son bancales y paravientos. Los paravientos son muy numerosos, eran de sencilla construcción y permitían descansar un rato a almorzar con comodidad. La Muela es un lugar soleado, en los días de cierzo, que son muchos, si te sientas al abrigo de un paravientos se está muy bien. Los bancales se utilizaban para ganar terreno y retener la tierra y el agua, su construcción era un trabajo duro y requerían mantenimiento, en la actualidad muchos están abandonados

-Amigo Javier, por desgracia Fernando nos dejó el otoño pasado, después de un accidente en el descenso del pico Himlung en el Himalaya nepalí… pero este trabajo quedó preparado y listo para ser editado, ¿verdad? ¿cómo ha sido ponerse con la fase de edición y ahora con la de dar a conocer el libro sin él…?. Javier ¿cómo recuerdas el trabajo a dúo? ¿cómo se repartió el trabajo o cómo se abordó?  

-Me da pena hablar de mi amigo Fernando, no me apetece hablar de esto.

-¿Qué valoración merece la piedra en seco y su presencia en el término municipal de La Muela? Jurídicamente hablando valorando esa riqueza en el patrimonio cultural, ¿cómo está de protegida la piedra en seco y sus construcciones?

-En los últimos años se ha avanzado mucho en la protección del patrimonio construido con Piedra Seca, en 2018 la UNESCO declaró patrimonio inmaterial de la humanidad el arte de construir muros de piedra seca, su conocimiento y sus técnicas. Para entonces Aragón ya había declarado bien catalogado inmaterial la técnica constructiva de la piedra seca en Aragón y recientemente se ha declarado Bien de Interés Cultural los bancales de Piedra Seca de Escartín. En el caso de La Muela se hizo una reunión con el departamento correspondiente de la DGA, que inventarió los elementos encontrados y se está valorando qué protección jurídica otorgar al conjunto.

-¿Cómo fue investigar sobre las construcciones de piedra en seco? ¿Qué os  deparó el proceso de documentación? Trabajo minucioso y laborioso pero que, a la vez, conlleva mucha recompensa, ¿verdad?

-Como dices fue laborioso y minuciosos, pero fue un placer porque nos encanta estar por el monte, buscar y aprender.

-Este trabajo no sería el mismo si no estuviese tan presente la fotografía, ¿verdad?... ¿la podríamos calificar, me refiero a la aportación gráfica  de imprescindible?

-Desde luego, trabajamos mucho la fotografía, porque aporta calidad al trabajo, porque nos gusta y porque de aquí a unos años será el único testimonio que quede de muchas casetas.

-Pero la piedra en seco es algo más que una presencia física, ¿verdad? y necesario desde el punto de vista etnográfico, ¿no? La presencia de la piedra en seco… tiene mucho de sentir, de sentimiento, tiene una fuerza especial que se la infunde al territorio, aunque esto sea recíproco…

-La Piedra Seca es el testimonio de cómo vivían (y construían) los habitantes de La Muela. Son construcciones en las que se refugiaron, durmieron, comieron y encontraron descanso los muelanos durante siglos. Algunos de ellos dejaron grabados y escritos que aún se conservan en los sillares de las casetas, esas inscripciones nos unen a ellos.

 

 

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