45875.jpgCazarabet conversa con...   Pablo García Colmenares, autor de “La memoria histórica en España. Del movimiento memorialista a la conciencia histórica” (Universidad de Valladolid)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Un libro desde la pluma investigadora de Pablo García Colmenares que se acerca al trayecto que hay desde el movimiento memorialista a la conciencia histórica.

El libro está editado por el Departamento de Publicaciones de la Universidad de Valladolid.

Aquello que nos dice el libro:

Pablo  García Colmenares: Pablo García Colmenares es un historiador palentino miembro de la Institución Tello Téllez de Meneses desde 2005. Como doctor en Historia Contemporánea ha investigado distintos episodios de gran relevancia a nivel nacional y su incidencia en la Provincia de Palencia y Castilla y León.

Algunos de sus libros:

La ciudad de Palencia en el siglo XIX: la desamortización y su transformación urbanística 1836-1868

Estancamiento demográfico y estabilidad social en Castilla.

Evolución y crisis de la industria textil castellana, Palencia

Historia y memoria de la Guerra Civil y Primer Franquismo en Castilla y León

Conflictividad y movimientos sociales en Castilla León. Del tardofranquismo a la democracia.

La sinopsis del libro:

La recuperación de la memoria histórica de la Guerra Civil y la represión en España ha sido fruto de un esfuerzo colectivo en todo el país. Eso sí, con notables diferencias en los apoyos institucionales, como se comenta en el texto. Y se ha hecho como un deber de memoria para conocer y, desde ese conocimiento, para que no vuelva a repetirse. Una investigación coral que ha ido desde la recuperación de nuestro pasado más traumático, exhumando fosas comunes, hasta nuestra memoria democrática reciente, que nos permiten entender y explicar la España actual. Ese esfuerzo conjunto ha tenido resultados encomiables que es necesario destacar: desde la recopilación de los nombres de las víctimas inocentes, hasta la creación de numerosos memoriales de reconocimiento y homenaje. Ha sido, además, una labor con propuestas y actuaciones para aliviar heridas y superar traumas generacionales. Pero el movimiento memorialista ha impulsado, también, el desarrollo normativo de políticas de memoria en muchas CCAA de este país que han iniciado las siguientes fases de actuación, como son: la incorporación de la memoria histórica democrática en los libros de texto y la elaboración de itinerarios pedagógicos con los ?Lugares de la Memoria? donde se recogen, desde la localización de las fosas comunes hasta los memoriales e hitos-tótem de la memoria, o de edificios de especial significación de la violencia traumática en ese territorio. Un proceso que está siendo coordinado por Centros e Institutos de la Memoria Democrática de algunas CCAA con el uso de las redes sociales y las nuevas tecnologías, y que tiene por objeto no solo difundir el conocimiento, sino utilizarlo para reconciliarnos con nuestro pasado. Este es hoy el campo de trabajo que más interesa al movimiento memorialista y a los investigadores sociales, porque su aportación tiene más interés para el futuro al conformar la conciencia histórica de qué somos y qué queremos ser.

 

 

 

 

Cazarabet conversa con Pablo García Colmenares:

88FDD350-0949-BFD8-4831A11D.jpg- Amigo Pablo, ¿qué es lo que te llevó a investigar sobre digamos, "el ejercicio" de "hacer" Memoria Histórica en España?;¿hay algún motivo que te lleva a reflexionar sobre la memoria histórica, tomándole el pulso al viaje que esta realiza desde el movimiento memorialístico a la conciencia histórica?

-Siempre hay varios motivos para una investigación, en primer lugar, cuando surge el movimiento memorialista en España y en CyL desde el año 2000, pertenecía ya a un grupo de investigación de la Universidad de Valladolid que estábamos investigando el periodo desde la II República hasta la Democracia y, de alguna manera, asumí la “responsabilidad social” de apoyar las demandas de los familiares de las víctimas facilitando, todos los permisos oficiales, para que la creación de Asociación de MH de Palencia y su instalación en el Seminario de Historia Contemporánea del Campus. De esa forma la investigación y la institución universitaria facilitaba y fortalecía el proyecto.

Y el tiempo transcurrido me ha dado las razones para resaltar la utilidad social de la Historia, lo que me ha llevado a destacar algunas certezas, como que la Historia debe tener Memoria y que ambas tienen “un deber de memoria con las víctimas”; que  tienen que ser finalistas como formar conciencia de ciudadanos/as, y saber de dónde venimos y qué hemos hecho mal para repararlo, en lo posible, y no olvidarlo para no repetirlo.

-Porque no es lo mismo Movimiento Memorialístico que "tomar conciencia histórica", pongamos los puntos sobre las íes...

-Claro que no es lo mismo, pero, gran parte del MM persigue lo mismo: que se conozcan los hechos, que se ponga de manifiesto la violencia ejercida por la represión franquista con su sentido para mantener el poder, y, por otro lado, reparar la memoria de las víctimas. Y, y al final, una cosa lleva a la otra: es necesario tomar conciencia de nuestra Historia, sea la que sea. De esta forma no se cae en el error de creer que el silencio y el olvido pueden facilitar la superación de los traumas generados. Cualquier generación posterior a los hechos tiene obligación y derecho a saber. 

-Hay un momento, un instante, en que se siente que hay que hacer memoria, que hay que dignificarla... ¿cuándo?

-Es una buena pregunta. Creo que, a los historiadores profesionales, a menudo, el sistema universitario nos arrastra a una “carrera” alejada de los intereses sociales, pero hay un momento en que eres consciente de qué es lo más importante y asumes que debes dar respuesta a las demandas de los familiares de las víctimas, que reclaman conocimiento científico: publicaciones, exhumaciones, homenajes, etc.. que no tienen repercusión en tu CV pero sí son útiles socialmente. Te das cuenta que estamos haciendo pedagogía social de MH de la GC y la represión del franquismo. Y que esa es la única manera de superar el olvido, con conocimiento.  

-¿Por qué surge esa necesidad que es casi humana que nace como de la necesidad de saber, de dignificar casi que de reivindicar lo que fuimos, somos...?

-Porque vas viendo que ayudas a resolver los traumas sociales de los familiares de las víctimas que acuden a la asociación. Les aportamos pruebas documentales y, si es posible, los restos de sus familiares que luego son inhumados con dignidad y reconocimiento social. Se cumple, así, el ciclo del duelo para los familiares y, a la vez, se están creando nuevas referencias y un relato histórico de reconocimiento.

- ¿Hacer, pedir y demandar "una memoria histórica" digna...es hacer justicia? Teniendo en cuenta como argumentaba Simon Wieshental que hacer justicia no tiene nada que ver con la venganza

-Y el ejemplo de la actitud de los familiares es reseñable, en todos los casos que conozco, no hay atisbo de odio a los verdugos o a los “incitadores” si no el deseo de recuperar la dignidad social o política de las víctimas y los derechos civiles democráticos que defendían. Eso sí, que a nadie se le ocurra pedirles –como se ha hecho desde los gobiernos- que olviden. La venganza destruye, mientras que el conocimiento construye sobre una base sólida.

- Me viene un poco a la memoria—salvando las distancias--- las estrategias de reconciliación, realizando ejercicios de memoria histórica, que se han llevado a cabo en países como Sudáfrica, por poner un ejemplo…- ¿Eso no es o no ha sido posible aquí?, ¿por qué?

-Los historiadores seguimos diciendo que era y es necesaria una Comisión de la Verdad. Una comisión de especialistas sociales –de todo tipo- que, desde el conocimiento científico, elaboren el marco conceptual en el que las CCSS definen el periodo histórico y los comportamientos, y marquen las líneas de actuación para asumir nuestro pasado y su utilidad social para nuestro presente y futuro.

 -¿Es el ejercicio de Memoria Histórica una obligación social o debería de serlo?; si no lo ha sido por qué crees?

-Desde luego que sí. Las “ventajas” que ofrece el conocimiento son siempre infinitamente superiores al olvido o silencio. Y la MH aporta mucho conocimiento, no sólo de los hechos si no de las actitudes, comportamientos sociales, traumas, vejaciones, marginaciones y sufrimientos. Son mucho más que las “florecillas del camino” que arrumba con ellas el supuesto “progreso”. Y no ha sido así, por intereses partidistas de los gobernantes que no han querido atender las demandas del movimiento memorialista, salvo en algunas regiones como Cataluña, Navarra y otras, pero sobre todo Andalucía, que es un modelo para el resto de España hasta el gobierno actual.  

Sin-título-1.jpg- ¿Qué papel juega aquí la educación o debería de jugar?

 Es evidente que crucial. Pero no sólo por lo que he señalado respecto al conocimiento, sino porque nos permite metodologías activas, participativas para los/as estudiantes y sus familiares, si no también, porque el movimiento memorialista ha creado en estas décadas multitud de información, webs, páginas, enlaces, y lugares y monumentos de memoria que forman parte ya, en algunas regiones, de los “Itinerarios de la Memoria”, sobre todo de la represión y la violencia ejercida contra las víctimas.  

- Violencia, represión, una larga dictadura...genera miedo y el miedo, entre otras manifestaciones, se ve con el silencio que cae como una losa socialmente hablando... ¿qué nos reflexionarías tú sobre esto?

-Es lógico y ha sido bien evidente en España que el golpe de Estado del 18 de julio y la dictadura triunfante van a sustentar su poder en la violencia ejercida y que la mantienen durante tantas décadas con los vencidos y disidentes. Su persistencia se debe también a la implicación social –en sus múltiples formas- de buena parte de la sociedad: los vencedores directos. Quiero decir que los miles de familias cuyos miembros participaron en la represión o adquirieron los bienes embargados de las víctimas, o los que murieron en los frentes de batalla o las víctimas de la represión “roja”, van a ser baluartes del franquismo hasta el final, y algunos lo siguen siendo en la actualidad. Pero, contra estas actitudes la mejor fórmula es el conocimiento histórico que desenmascara los mitos y tópicos. 

- ¿Qué papel en los ejercicios en torno a la memoria histórica han jugado o juegan las Asociaciones de Memoria Histórica?

- No hay duda alguna que las asociaciones de MH han hecho un papel extraordinario en la Recuperación de la MH en España. En el tiempo que viene les deberá reconocer su inmensa labor social y pedagógica para asumir la MH. Miles de voluntarios: profesionales de todo tipo y familiares de las víctimas han sido su base social, pero han estado desamparadas por los gobiernos del PSOE en lo fundamental. Nada que decir del PP, que ha actuado con “auténtica ceguera ideológica” sobre un tema que sigue y seguirá ahí, aunque no le quiera afrontar.

Las asociaciones han sido como “subcontras” de la labor que correspondía al Estado. Y encima tenían que competir en proyectos con las demás organizaciones del país. Había que hacer memorias y luego llevar las justificaciones de gasto como una gestoría cuando era voluntariado. Menos mal que en algunas CCAA ya desde 2007 en que se publica la Ley de MH, inician la senda adecuada de crear organismos e instituciones como los Centros o Institutos de MH que van a suponer un apoyo fundamental para canalizar el esfuerzo del asociacionismo y que no languidezca éste, después de tanto esfuerzo mantenido a lo largo de tanto tiempo.

-Miremos a las acciones que podrían haber hecho o que se quisieron hacer desde la política o desde el poder ejecutivo, me refiero ahora a la Ley de la Memoria Histórica de Zapatero... ¿qué apuntó aquella ley; qué es lo que se hizo y qué se quedó en el tintero?

- En puridad no fue una Ley de MH si no un intento de reparar algunos aspectos insoportables de desatención a las víctimas y sus familiares, como las exhumaciones y el callejero urbano que seguía reflejando el “Alzamiento Militar”. Fue en vano todo el esfuerzo del movimiento memorialista que desfilamos por la Moncloa –Vicepresidencia del Gobierno- para ser atendidos en bien poca cosa. Hay quienes piensan que lo que la llamada Ley de MH de 2007 fue contraproducente y otros que pensamos que permitió al asociacionismo actual con ayudas, y puso el tema en el tablero de debate, de ahí que hayamos podido llegar a la Ley que se espera esté aprobada este año 2021 por otro gobierno del PSOE con Podemos. Esperamos que en el trámite parlamentario se incluyan algunas demandas y se articule su aplicabilidad en todo el territorio nacional, ya que hay algunas CCAA no han iniciado siquiera los primeros pasos.

- ¿Todo lo que se quedó en el tintero fue porque el gobierno del PP de Rajoy lo frenó?

- La única Política de Memoria del PP es el olvido y negar la evidencia científica, ya que su propuesta es la “Equidistancia” de las actuaciones políticas y represivas durante la GC, por lo que “es mejor olvidar”. Un error que es indefendible científicamente para cualquier sociedad madura. O el otro “mantra” de que “hay cosas más importantes”, siempre, como si no pudiésemos hacer un par de cosas a la vez, aunque una pueda ser más importante que otra. 

- ¿Las políticas memorialísticas mal vamos si las debemos de dejar en manos de los políticos...? Me refiero, ¿no deberían de ser, claramente, acciones sociales?

- Desde luego, son las que mejor conocen las necesidades de los familiares de las víctimas, pero no olvidemos a los que tienen un pensamiento “largo” como son los científicos sociales, que son los que pueden dar utilidad o sentido a las actuaciones.

- Pero claro, necesitan de un marco legal... ¿en qué espejo para que nos revistamos de dignidad nos deberíamos de mirar? ¿Qué país o países crees que han sido ejemplos a la hora de abordar sus respectivas reflexiones y/o acciones en torno a la Memoria Histórica? - Porque todos los países tienen lunares históricos sobre los que reflexionar. ¿no?

- Muchas CCAA españolas, siguiendo las indicaciones de los organismos internacionales de DDHH, han elaborado y publicado Leyes de MH bien definidas y estructuradas, pero es evidente que se necesita un marco legal para todo el Estado y dentro de él estaría una Comisión de la Verdad que fija las responsabilidades de la violencia y la represión sufrida. Por lo que antes señalaba, esto ha sido difícil hasta en los países en que el fascismo fue derrotado como Alemania o Francia. En el caso de América Latina también hay muchos ejemplos que nos dan lecciones de superación y asunción de su pasado traumático. Por suerte tenemos bibliografía abundante.

- Pero aquí en España tenemos el problema de que la violencia, la guerra, la represión y la dictadura se comieron el tuétano del pensamiento libre porque había y hay miedo todavía hoy a hablar sobre ello con naturalidad… fueron muchos años de silencio y todavía hoy se habla de que lo mejor es no abrir las heridas, pero por qué?; acaso no podemos ver que como más abramos ,miremos de frente, desinfectemos las heridas y las arreglemos... más podremos salir adelante como sociedad—aún caminando al lado de personas que piensan de manera muy diferente—

- Esa ha sido una de las mayores sorpresas que ha conseguido el Movimiento Memorialista, realizar miles de actos públicos, todos políticos ¡claro!, que no han “abierto heridas”, ni han roto la convivencia en las comunidades de vecinos locales, sino todo lo contrario. Han dado evidencias de que la reparación, aunque sea parcial del dolor y trauma de los familiares, no debe desencajar la estabilidad social de los demás. Así lo he podido comprobar en los cientos de actos a los que he asistido estos 20 años.

1616680562_347828_161669318.jpg- Otra vez, aquí, el papel de la educación es fundamental, ¿verdad?

- Ese es el interés prioritario, hoy, del MM y de todos los científicos sociales. Por eso la exigencia de la revisión e integración de este periodo y temática histórica en las Unidades Didácticas, desde la Enseñanza Primaria al Bachillerato. Y lo bueno, es que ya tenemos algunos modelos ya elaborados, contrastados y disponibles en la web que nos deben servir de referencia. La nueva Ley de MH señala este aspecto como importante.

- ¿Cómo ha sido el proceso y la tarea ardua de investigación que, además tiene mucho a ver con el proceso de documentación?; además habrás tenido un contacto muy directo con las Asociaciones de Memoria Histórica que son como los testimonios de los que ya no están...

- Muchos historiadores se han hecho eco de las dificultades de acceso a los llamados “archivos de la represión” de las fuerzas armadas y de orden público en los años noventa del siglo XX y aún hoy, pero también, y esto es lo más lamentable, a su destrucción sistemática a partir de 1978. En los años siguiente lo hemos podido comprobar, cuando pudimos acceder a lo que quedaba de esos archivos. De ahí la importancia de las fuentes orales para reconstruir la historia de la represión franquista. Y por eso, y lo antes señalado, mi contacto con las asociaciones de MH ha sido muy estrecho, asumiendo cargos de responsabilidad y gestión durante muchos años.

- La investigación, la recopilación de documentación, el contrastar todo ello, las reflexiones...el aproximarse a testimonios más o menos directos sobre este fenómeno...es una tarea que requiere de trabajo, minuciosidad, pero que después también depara de mucha gratificación… ¿qué nos puedes decir?

- En una palabra, creo que el libro publicado sobre la represión en la provincia de Palencia en 2011, basado en las fuentes documentales disponibles pero sobre todo en las orales ha sido el más largo y costoso y difícil anímicamente, por los cientos de entrevistas a los familiares de las víctimas; pero es del que más satisfecho me encuentro, aunque como decía antes, sus 800 páginas y años de investigación y la autoedición y financiación de Vicepresidencia del Gobierno no cotizaban para el CV de un profesor universitario y los evaluadores de la ANECA.

-¿Y qué metodología de trabajo sueles seguir?   ¿Trabajas sobre un guion de cuestiones y/o preguntas sobre las que ir encontrando respuestas?

- Después de aquél libro sobre la represión provincial y otros artículos y textos sobre el mismo tema, quería cerrar mi reflexión y experiencia sobre lo que ha sido la MH en España, como “Deber de memoria”, y lo que puede y debe aportar a las generaciones siguientes, a través de la Educación Obligatoria. De ahí ha surgido el libro “La MH en España. Del movimiento memorialista a la conciencia histórica” (2021) que pretende fijar conceptos básicos y hacer propuestas de futuro.

- Amigo Pablo, ¿nos puedes explicar en qué estás trabajando en la actualidad o dar alguna pista?

- Ahora, como es pertinente, hay que tomar respiro, pero hay campos de estudio interesantes y necesarios que siguen esperando una reflexión, como la recoger la labor y actividades de las asociaciones de MH a nivel regional y su impacto social en los medios de comunicación o a través de las websites… Una línea ya iniciada a nivel nacional por lo que ya hay senda abierta que facilita el proceso.

 

 

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