La
Librería de El Sueño Igualitario
Cazarabet conversa con... Rafa Arnal y
Laura Gassó, coautores del libro “Operación Stanbrook. Homenaje a la memoria
republicana” (L’Eixam)
El libro desde la pluma de Laura Gassó, David Coronado,
Empar Juan, Pilar Bonet, Rafa Arnal lleva consigo,
además, un DVD –documental.
El libro, editado per L´Eixam, lo está en català y en
castellano.
La
Editorial L' Eixam Edicions
nos acerca a la sinopsis del libro:
La obra rememora el viaje al país magrebí que realizaron un centenar de
personas, entre los que se encontraban supervivientes y familiares de las
víctimas, con motivo del 75 aniversario del final de la Guerra Civil. En
reconocimiento a las víctimas del exilio se colocó un monolito en el puerto de
Orán, en el punto donde desembarcó el Stanbrook, que partió del puerto de
Alicante con más de tres mil personas a bordo el 28 de marzo de 1939 bajo las
bombas de la aviación italiana. El libro se presenta acompañado de un
documental que recoge las mejores imágenes y testimonios de los supervivientes
y los familiares, mayoritariamente del Stanbrook, pero también de otros barcos
que salieron de Alicante, como el African Trader.
"Operación
Stanbrook" (en edición valenciana y castellana) coordinado por Laura Gassó, ha sido confeccionado con trabajos de David
Coronado, Amparo Juan, Pilar Bonet, Rafa Arnal y la misma Laura Gassó. En él se recogen testimonios bibliográficos de
varios republicanos y republicanas que vivieron aquella dramática evacuación.
También recopila el testimonio de muchos de los viajeros que han dejado también
su testimonio en un libro, por ahora, único en el mercado editorial.
Y si nos
acercamos al documental:
El
documental que lo acompaña ha sido dirigido por Rosa Brines y ha obtenido el
premio “Ciutadania” en el Festival de Cine Ciudadano
Comprometido que organiza ACICOM. “Operació
Stanbrook”, editado por l' Eixam Edicions
sobre este trabajo de recuperación de la memoria histórica realizado desde y
por miembros de l' Associació Stanbrook (Centre d'Estudis i Documenatció de la Memòria Republicana).
Cazarabet
conversa con Rafa Arnal:
-Amigos, ¿qué os ha llevado a escribir, investigar sobre el
Stanbrook?
-A mí, personalmente, el devolver
y dar homenaje, dignificando la memoria
Republicana.
-Bueno,
la verdad es que la historia de todo en conjunto: de la gente agolpada en el
puerto de Alicante y que quería escapar de las garras del franquismo; de los
que consiguieron zarpar hacia Orán con el Stanbrook; de los que se
quedaron; de la desolación en el muelle y alrededores; de la travesía y del
final de la tripulación y del Stanbrook ….todo ello nos hace pensar en una
historia dramática, coral con tantas historias como personas y eso, me refiero
a cada persona que se salvó por la Operación Stanbrook es lo que hace “grande”
no solo la hazaña sino a los que la hicieron posible, a los participantes y a
los que , hoy, se acuerdan, más o menos directamente, de ella….
La odisea del Stanbrook ha sido una experiencia que demuestra que
hasta en los momentos más dramáticos…siempre hay un pequeño espacio para la
solidaridad i la esperanza: el capitán Dickson, como dice su nieto Max, fue el Oskar Schindler de los
republicanos españoles.
-¿Qué
sucedió para que el capitán de este carbonero galés, Archibald Dickson, que
estaba allí cargando naranjas y azafrán pasase a cargar a españoles afines a la
república que debían de tener, principalmente, muchísimo miedo, estupor…?. ¿Un
“ataque”(entended bien este sustantivo, por favor) de
esa humanidad que tanto anda en decaimiento en la Europa del siglo XXI?
Simplemente que era un buen
hombre, sensible, solidario con los perseguidos, un hombre que pone sus valores
morales por encima de cualquier otra consideración.
-¿Nos
podéis decir, informar un poco más sobre cómo era el Capitán del carbonero
galés Archibald Dickson?
No hay mucha más información más
de la que ya damos en el libro… éste da, verdaderamente, la dimensión de su
personalidad de quien era él…es su acción memorable y su gesta lo que lo dice
todo
-Después
del Stanbrook zarpó otro barco, el Maritime que,
aunque podía haber alojado a muchos más españoles tan solo zarpó con 30
personas, socialistas y familiares. ¿Cómo se entiende esto?
El Capitán Dickson es un buen hombre, el capitán del Marítima una mala persona, un mercenario
sin escrúpulos... Hay personas por todos los sitios de todo tipo y con todo tipo de valores y algunos de estos
últimos llegan a obispos—por poner un ejemplo—o a Presidentes de Gobierno, por
poner otro ejemplo.
-Pero
hubo otros barcos que hicieron lo mismo que el Stanbrook; otras tripulaciones y
otros capitanes como el capitán Dickson. Háblanos un poco de ellos.
-En el libro aparece una detallada
relación de barcos de toda clase y condición que hicieron lo mismo….sería muy
minucioso hablar de todos y además siempre nos dejaríamos, sin querer y muy a
nuestro pesar, a alguien fuera…
-¿Cómo
ha sido el proceso de documentación, recopilación de fondos gráficos, consultas
en la hemeroteca, bibliografía y demás…?.Normalmente, debe de resultar una
parte del trabajo apasionante. ¿Qué nos puedes decir?
-Ha sido un proceso muy apasionante
para nosotros como dices, largo en el tiempo i por eso mismo muy difícil de
concluir…a cada descubrimiento se abre, se abría otra vía de información y no
se sabe cuándo parar…
-¿Y cómo fue el reparto del trabajo y la metodología
a seguir en el mismo?
-Eso ha sido, principalmente, cosa
de Laura que es quien más lo ha padecido….es muy complicado trabajar “en
equipo” desde la distancia y desde diversas ópticas i percepciones.
-Se nota que este libro, lo primero que es… es
un homenaje al Stanbrook y a todo lo que le rodea, los descendientes de los que
se salvaron por la valentía de un capitán y de su tripulación…
-Yo también diría que es un
“Caballo de Troya”, un referente para homenajear el exilio republicano en el
Norte de África que es el exilio más desconocido y menos estudiado.
-En
parte, ¿por eso está tan cuidado, editado como con tanto cariño?
-La gente que trabajamos los temas
de Memoria Histórica no podrían ni sabrían hacerlo de ninguna otra manera, bueno
eso creo yo…
-¿De
dónde surge la idea de realizar un documental?. ¿Por
qué pensasteis en ello?
-De la propia “Comissió
Stanbrook” a lo largo de la preparación del viaje a Argelia.
Cazarabet
conversa con Laura Gassó:
-Amigos,
¿qué os ha llevado a escribir, investigar sobre el Stanbrook?
-Bueno, la verdad es que la historia de todo
en conjunto, de la gente agolpada en el puerto de Alicante y que quería escapar
de las garras del franquismo, de los que consiguieron zarpar hacia Orán con el
Stanbrook, de los que se quedaron, de la desolación en el muelle y alrededores,
de la travesía y del final de la tripulación y del Stanbrook… todo ello nos
hace pensar en una historia dramática, coral, con tantas historias como
personas. Me refiero a cada persona que se salvó por la Operación Stanbrook… es
lo que hace “grande” no sólo la hazaña sino a los que la hicieron posible, a
los participantes y a los que, hoy, se acuerdan, más o menos directamente, de
ella….Tres de los cuatro autores somos descendientes directos de esta historia
dramática. David es nieto de un exiliado desde el puerto de Alicante, aunque su
barco fue el African Trader.
La vivencia también fue difícil, igualmente sufrieron el rechazo de las
autoridades francesas, cuarentena en el puerto de Orán e internamiento
posterior en campos de trabajos forzados y castigo. Yo soy hija del pasajero
número 753 del Stanbrook. Pilar es hija de uno de los miles de republicanos que
quedaron atrapados en el puerto de Alicante, con final en los campos de los
Almendros y de Albatera, de triste recuerdo. Rafa es
también hijo de republicano. El tema no nos es ajeno en absoluto.
-¿Qué sucedió
para que el capitán de este carbonero galés, Archibald Dickson, que estaba allí
cargando naranjas y azafrán pasase a cargar a españoles afines a la república
que debían de tener, principalmente, muchísimo miedo, estupor…?. ¿Un “ataque”
(entended bien este sustantivo, por favor)
de esa humanidad que tanto anda en decaimiento en la Europa del siglo
XXI?
-Aunque hay opiniones diversas al respecto,
nosotros pensamos que en el comportamiento del capitán Dickson hubo sentido
común, humanismo, solidaridad y clarividencia ante la situación desesperada que
se daba en el puerto de Alicante. Además de las indicaciones que recibió por
parte de políticos republicanos y mediadores Internacionales, tampoco es
descartable que sintiera cierto temor o recibiera presiones por parte de
algunos de los que esperaban embarcar (entre ellos milicianos y militares
armados, llegados directamente de los frentes en retirada). Parece razonable su
decisión. Y también valiente. Arriesgó su propia vida embarcando a miles en su
modesto carguero. Tenemos como soporte su propia carta explicando la situación
y las razones que le llevaron a cambiar la carga prevista por el armador. Y
también muchos testimonios de pasajeros que han dejado memorias escritas. No
conocemos ningún caso que no muestre agradecimiento al capitán.
Dadas las circunstancias vívidas el 28
de marzo en el puerto de Alicante, negarse a embarcar a los que allí
estaban desesperados, huyendo de represalias seguras por parte de los
vencedores, hubiera requerido una actitud muy beligerante y parafascista, como
la del capitán del Maritime, que - con el
conocimiento y apoyo irresponsable del gobierno británico- únicamente subió a
una treintena de altos cargos. El talante del capitán Dickson fue otro, bien
diferente.
-¿Nos
podéis decir, informar un poco más sobre cómo era el Capitán del carbonero
galés Archibald Dickson?
-Sobre el carácter de Dickson no tenemos mucha
más información que la aportada por sus descendientes y que hemos incluido en
el libro. Su actuación en marzo de 1939 corrobora la apreciación de sus
familiares que le destacan por su bonhomía. Además, como buen hombre de mar debía
ser valeroso para navegar por mares en guerra. Muchos mercantes fueron hundidos
durante la segunda guerra mundial. El Stanbrook mismo fue hundido por un
submarino alemán en noviembre de 1939, pereciendo toda la tripulación, Dickson
incluido.
-Después del
Stanbrook zarpó otro barco, el Marítima que, aunque
podía haber alojado a muchos más españoles…tan solo zarpó con 30 personas,
socialistas y familiares. ¿Cómo se entiende esto?(se
lo hemos preguntado a tu compañero, pero nos parece una pregunta para compartir)
-Por testimonios sabemos que el capitán del Maritime no era favorable a los republicanos de izquierdas.
Parece que era un señor muy conservador. Y recibió protección del gobierno
británico con indicaciones de que únicamente evacuara autoridades y algún
periodista internacional. El contexto político inglés del momento era muy
temeroso ante elementos considerados revolucionarios (anarquistas, comunistas,
trotskistas, etc.).
-El Stanbrook y
todo lo que rodea a la hazaña y a la determinación del capitán galés Dickson
han hecho que nunca ni los que se salvaron directamente, ni los descendientes
hayan olvidado la Operación Stanbrook…así que se les rinde memoria, homenaje.
Cuéntanos.-¿Qué futuro les aguardó a la mayoría de los
que embarcaron en el Stanbrook?
-Salvo aquellas personas que fueron reclamadas
por familiares residentes en Orán y otras ciudades argelinas o salvo aquellos
que disponían de recursos suficientes para vivir, mantenerse y trabajar en
Argelia, el destino de los restantes –la mayoría- fue el internamiento en
campos. En un principio el régimen de los campos fue más llevadero, a pesar de
que las condiciones de vida eran difíciles, con escasez de alimentos, higiene y
protección frente a la dura climatología. Pero con el comienzo de la Segunda Guerra
Mundial, con el avance de Alemania, el Armisticio y sobre todo a partir de la
ocupación nazi de Francia, la situación de los refugiados en los campos empeoró
mucho. Ya unos meses antes de la ocupación habían sido conducidos a campos de
trabajos forzados en minas y en el Transahariano, fundamentalmente. Estaban
bajo el yugo de Petáin y su gobierno colaboracionista
con los nazis. En ese momento Francia participaba en el esfuerzo de guerra
aportando a Alemania minerales de las minas de Kenadza
y otras. Minerales que pretendía transportar por tren hasta la costa argelina,
después por el Mediterráneo al sur de Italia y a Alemania. De ahí el empeño en
retomar el proyecto de construcción de las vías del Transahariano, usando para
ello mano de obra esclava: los republicanos españoles y judíos y otros huidos y
deportados de Alemania y de los países que iba ocupando. Las condiciones de
estos trabajos en el desierto eran durísimas y por cualquier nimiedad eran
castigados a prisiones y campos disciplinarios, en los que padecían crueles
torturas.
En el libro hemos seleccionado fragmentos de
testimonios de estos sufrimientos. Mi padre escribió en su diario que no les
fusilaban, pero les mataban lentamente. Y también hubo muertos por inanición y
enfermedades no atendidas. Y apaleamientos y castigos hasta la muerte.
Especialmente sobrecogedor es el testimonio de Deseado Mercadal, que en su
libro Yo estuve en Kenadsa –hoy agotado- da cuenta
de las muertes de Poza y Moreno y otros desmanes intolerables.
-¿Qué fue más
duro: el escapar con el miedo en el cuerpo; la propia travesía en sí; el llegar
a Orán; los días de cuarentena de los hombres; las alambradas con el campo
vigilado por guardias senegaleses; esa incertidumbre, siempre, metida entre los
huesos de no saber qué habrá después de cada minuto?
-Si atendemos a los testimonios de los
protagonistas de esta historia, probablemente lo más duro fue la cuarentena en
el barco y después los campos de castigo (también llamados “la Disciplina”).
Desde el punto de vista psicológico también
describen como desesperante el sentimiento de rabia e impotencia ante la gran
injusticia de ser maltratados por Francia, a pesar de ser luchadores
antifascistas, en un momento histórico que no dejaba lugar a dudas sobre el
enorme peligro del ascenso del nazismo y del fascismo para los países del
entorno, incluida Francia.
-Pero hubo otros barcos que hicieron lo
mismo que el Stanbrook; otras tripulaciones y otros capitanes como el capitán Dickson.
Háblanos un poco de ellos.
-Sí, hubo mercantes que comerciaban con la
República durante la guerra, como el African Trader, Lezardrieux, Ronwyn, Campilo y otros, que
también evacuaron republicanos hacia la costa argelina, por encargo del
gobierno o por mediación de sindicatos y partidos. David Coronado ha confeccionado
para el libro Operación Stanbrook una
relación de una cincuentena de embarcaciones de todo tamaño y condición que,
durante el mes de marzo de 1939, transportaron evacuados republicanos, en la
que también se han incluido barcazas particulares y algunos cargos y lanchas
militares (éstas residuales, pues el grueso de la Flota republicana abandonó el
puerto de Cartagena el 5 de marzo de 1939 y recaló en Bizerta, Túnez). Hemos tenido conocimiento reciente de otra
recopilación de embarcaciones realizada por Enric Romaguera, en base a sus consultas en los archivos
franceses de Ultramar (Aix en Provence).
Muy interesante. Ofrece información ampliada y sistematizada, especialmente en
cuanto al número de evacuados y fechas. Se están realizando muchos esfuerzos en
la recuperación de la memoria histórica, en muchos casos sin conexión entre
ellos. Y es que en España este tema no está normalizado y no existe tampoco un
marco claro de actuación, ni la suficiente difusión de los trabajos y hallazgos
que se van realizando desde distintos ámbitos.
Sobre el talante de los capitanes de los
buques mercantes todavía sabemos poco. Existe un testimonio que relata que el
capitán del Ronwyn exigió pago del pasaje a los que
querían exiliarse. Si fuera cierto, podríamos pensar que su actitud no fue tan
solidaria… pero la verdad, no disponemos de mucha información al respecto. Eliane Ortega, nieta y sobrina de exiliados, está
investigando sobre el tema, concretamente sobre este asunto del Ronwyn.
-¿Cómo ha sido el
proceso de documentación, recopilación de fondos gráficos, consultes en la
hemeroteca, bibliografía y demás…?
-Ha sido un proceso largo, pues algunos de
nosotros llevamos bastante tiempo buceando en esta parte de nuestra historia
reciente. Y directamente dedicados al contenido del libro, hemos estado casi
dos años, entre unas cosas y otras. Pero para la mayoría de nosotros el interés
continúa, con trabajo a mayor o menor ritmo, dependiendo de las circunstancias
personales de cada cual. Y en cuanto al proceso de recopilación de
documentación e imágenes, selección de materiales y redacción de textos, ha
sido un trabajo colectivo. Y de alguna manera, cada firmante de cada capítulo
se ha responsabilizado de su contenido, aunque haya recibido también
aportaciones de los demás. Empar Juan nos ha
corregido y traducido los textos. La maquetación ha corrido a cargo de un
profesional, Toni Paricio, que ha colaborado como el
que más.
-Normalmente,
debe de resultar una parte del trabajo apasionante. ¿Qué nos puedes decir?
-Apasionante y también complicada, en la
medida que los participantes no tenemos absoluta disponibilidad de tiempo y
hemos tenido que trabajar con buenas dosis de voluntarismo. Robándole horas al
sueño y al ocio.
-¿Y
cómo fue el Reparto del trabajo y la metodología a seguir en el mismo?
-Confieso que no fuimos muy organizados ni
disciplinados. Primero hicimos una guía de contenidos del libro. La selección
de fotografías del viaje fue laboriosa. Dada la gran cantidad de ellas, no fue
tan fácil elegirlas, tratando de no olvidar a ningún protagonista y al mismo
tiempo no repetirnos demasiado. En cuanto a los textos, a grandes rasgos, Pilar
Bonet se encargó de la crónica del viaje-homenaje de 2014 y actividades
posteriores. Y en las otras partes con más contenido histórico trabajamos David
Coronado, Rafa Arnal y yo. Aunque fuimos un poco al batiburrillo, finalmente
cada uno firmó los artículos que más había trabajado. Empar
Juan hizo traducciones y correcciones de textos. Yo coordiné y Toni Paricio maquetó. Rosa Brines hizo los preparativos del
documental antes del viaje y naturalmente estuvo realizándolo junto al cámara, Vicent Sangermés, desde el mismo momento de la partida hasta el
regreso, para su montaje posterior. Fue muy diligente y profesional y acabó su
trabajo bastante antes que nosotros.
-Se nota que este
libro, lo primero que es es un homenaje al Stanbrook
y a todo lo que le rodea, los descendientes de los que se salvaron por la
valentía de un capitán y de su tripulación…-En parte, ¿por eso está tan cuidado,
editado como con tanto cariño?
-Sí, este libro está hecho con amor. El amor
de los descendientes y amigos de aquellos republicanos luchadores que sufrieron
injustamente un destino tan adverso. No olvidemos que si intentaron el exilio
era porque temían las represalias de los militares, falangistas y colegas de
pensamiento reaccionario. Represalias que padecieron en sus carnes los que no
pudieron salir. En este libro-homenaje no hemos querido olvidar a todas
aquellas personas que se quedaron en España, atrapadas sin remedio.
-¿De dónde surge
la idea de realizar un documental? ¿Por qué pensasteis en ello? (también esta
cuestión se la hemos realizado a tu compañero, pero creemos que nos puedes
aportar algo)
-Rosa Brines, periodista, forma parte de la
comisión organizadora del viaje. La idea de documentar el homenaje de 2014
estuvo presente desde muy pronto. Una expedición de un centenar de personas a
Orán era un acontecimiento –único hasta el momento- que no podía quedar sin
registro gráfico, ni difusión posterior. En realidad, el proyecto de grabar los
actos conmemorativos y hacer un documental es previo al proyecto del libro, que
nace con la idea más modesta de recopilar la ingente cantidad de fotos que los
viajeros tomaron en 2014, seleccionar unas cuantas y confeccionar una especie
de memoria gráfica para los participantes en el viaje. Sobre la marcha
reflexionamos que era conveniente introducir brevemente los antecedentes
históricos para explicar el porqué del viaje-homenaje y las fotos
subsiguientes. Y así empezamos a trabajar, cada vez con más pretensiones y
sugerencias varias, hasta que llegamos a la conclusión de que estábamos
haciendo bastante más que una mera memoria gráfica y que valía la pena
acompañarlo del documental de Rosa, para mejor y más ampliamente difundir esta
parte de nuestra historia, tan olvidada, incluso desconocida.
23683
Operación Stanbrook.
Homenaje a la memoria republicana. VVAA
169 páginas + DVD 24 x 20 cms.
25.00 euros
L'Eixam
La obra rememora
el viaje al país magrebí que realizaron un centenar de personas, entre los que
se encontraban supervivientes y familiares de las víctimas, con motivo del 75
aniversario del final de la Guerra Civil. En reconocimiento a las víctimas del
exilio se colocó un monolito en el puerto de Orán, en el punto donde desembarcó
el Stanbrook, que partió del puerto de Alicante con más de tres mil personas a
bordo el 28 de marzo de 1939 bajo las bombas de la aviación italiana. El libro
se presenta acompañado de un documental que recoge las mejores imágenes y
testimonios de los supervivientes y los familiares, mayoritariamente del
Stanbrook, pero también de otros barcos que salieron de Alicante, como el African Trader.
"Operación
Stanbrook" (en edición valenciana y castellana) coordinado por Laura Gassó, ha sido confeccionado con trabajos de David
Coronado, Amparo Juan, Pilar Bonet, Rafa Arnal y la misma Laura Gassó. En él se recogen testimonios bibliográficos de
varios republicanos y republicanas que vivieron aquella dramática evacuación.
También recopila el testimonio de muchos de los viajeros que han dejado también
su testimonio en un libro, por ahora, único en el mercado editorial.
El documental que lo acompaña ha sido dirigido por Rosa
Brines y ha obtenido el premio “Ciutadania” en el
Festival de Cine Ciudadano Comprometido que organiza ACICOM. “Operació Stanbrook”, editado por l'Eixam
Edicions sobre este trabajo de recuperación de la
memoria historica realizado desde y por miembros de l'Associació Stanbrook (Centre d'Estudis
i Documenatció de la Memòria
Republicana).
Pincha aquí
para ver el trailer del documental
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