Cazarabet conversa con... Herminio Lafoz Rabaza,
autor de “Nunca fue fácil vivir aquí. Cantavieja en
la Historia” (Comuniter)
Herminio Lafoz Rabaza mira a Cantavieja
con una aproximación minuciosa y exhaustiva.
Un título dentro de
la colección ‘Es un decir’ de Comuniter Editorial.
La sinopsis del
libro, aquello que nos explica: “Desde que era estudiante de Historia en la
Facultad de Letras de Zaragoza, de esto hace ya casi medio siglo, tuve la idea
de escribir sobre la historia de Cantavieja. Primero, era una investigación
histórica en toda regla. A lo largo de mis estancias en el Archivo Histórico
Nacional, trabajando en otros temas, siempre he acabado solicitando la
documentación medieval de Cantavieja e, incluso, algún año llegué a fotocopiar
algunos documentos. Siempre pensando que algún día llegaría a hacer esa
historia. Pero el tiempo pasó, y mi interés fue fijándose en otros proyectos,
en épocas concretas, y aquella idea inicial quedó aletargada en cuadernos de
notas y recortes de periódicos. Después, he hecho viajes de estudios con mis
alumnos del IES Avempace de Zaragoza al Maestrazgo y,
cada vez que pisaba las calles de Cantavieja se renovaba mi vieja idea. Y otra
vez el tiempo inmisericorde. Cuando me jubilé, y con motivo de una invitación
para dar una charla en el Instituto de Cantavieja, me hice el propósito de
retomar la idea de acercarme a la historia de la villa aunque desde otros
planteamientos. EI resultado es este libro, que combina la investigación
personal con el aprovechamiento de lo que otros investigadores han escrito en
los últimos años.”
El autor, Herminio Lafoz Rabaza: Teruel, 1952. Cursó
los estudios de Geografía e Historia en la Universidad de Zaragoza en la que se
doctoró en 1981. Como catedrático de Geografía e Historia, ejerció su docencia
en los Institutos de Bachillerato “Hermanos Argensola”,
de Barbastro, “Juan de Lanuza”, de Borja, y “Avempace”, de Zaragoza. Actualmente está jubilado. Parte
importante de sus trabajos de investigación se ha centrado en la didáctica,
colaborando tanto en obras colectivas como en artículos y comunicaciones a
Jornadas y Congresos. Partiendo también de experiencias escolares ha escrito
libros y artículos sobre temas etnológicos (“EI ciclo festivo de Ainzón (Zaragoza)”; “Antropología y Enseñanza”; Cuentos
altoaragoneses de tradición oral. Sus estudios sobre historia se han centrado
sobre todo en el análisis de la transición del feudalismo al capitalismo y la
revolución burguesa en Aragón, sobre alguno de cuyos aspectos más sobresalientes
ha escrito varios artículos: «La lucha antifeudal en
Nuez de Ebro (183O-1836)», «Milicia y consolidación burguesa: el caso de
Barbastro (1833-1837)», etc. Ha escrito también una biografía de José de
Palafox y preparado la edición crítica de sus Memorias, además de varios
artículos y libros sobre la Guerra de la Independencia, como las Actas de la
Junta Superior de Aragón y parte de Castilla (tomos de 1809, 1810, 1811 y
1812). Finalmente, otros trabajos: Magisterio y Socialismo. La Federación Española
de Trabajadores de la Enseñanza en Aragón (1931-1935); “Maestras socialistas en
la Guerra Civil. El caso de Aragón”; Tauste: tierra y
socialismo. Jacinto Longás (1894-1940); Miguel Ladrón
de Guevara en el socialismo zaragozano.
Lo que nos
encontraremos en el libro:
Presentación
PRIMERA PARTE
Domesticar un territorio
El territorio de la Bailía de Cantavieja
Nombres y cifras. Los nuevos habitantes de
Cantavieja
La Bailía es un señorío. Relaciones feudales
Los espacios del dominio
SEGUNDA PARTE
Quinientos, seiscientos, setecientos
Entramos en el siglo XVII con la crisis dinástica
La Guerra de Sucesión
La ilustración en Cantavieja
La iglesia de Cantavieja en la modernidad
Los Concejos quieren autonomía
La religiosidad de Cantavieja
Dos familias importantes de Cantavieja y sus
casas: Los Zurita y los Osset
Persistencia del sistema feudal
TERCERA PARTE
La Revolución Burguesa
Cantavieja en las Guerras Civiles
Por fin el siglo XX
Proclamación de la Segunda República
La larga posguerra
Textos
Fotografías
Vecinos, habitantes y residentes en Cantavieja
Bibliografía
Notas
Índice
Cazarabet conversa con Herminio Lafoz:
-Herminio, ¿qué es lo que hizo fijarte en Cantavieja y “demostrar”,
desde un libro, que “nunca fue fácil vivir aquí”?.- Es un libro que cuenta la
historia de Cantavieja, ¿no?
-La idea de hacer un libro sobre
Cantavieja viene de muy lejos. Mi madre era de aquel pueblo y siempre tuve una
vinculación especial con mi familia materna, sobre todo en lo que toca a las
raíces. Así que, como cuento en la introducción, siempre quise escribir sobre
este pueblo como una forma de conocer mejor mis raíces. Además, había algunas
características especiales, como ser tierra de frontera en Edad Media, y no
solo en aquel tiempo, o las historias que oí de niño sobre los “maquis”, etc.
En cuanto al libro, he querido, no
sé si lo he logrado, que fuera la historia de los cantaviejanos,
antes que la historia de Cantavieja.
-¿Qué
particularidades tiene esta población, o casi debería preguntarte este
territorio, para que fuese y sea tan difícil vivir en ese lugar? ¿Por qué era
tan difícil vivir allí y por qué sigue siendo tan difícil seguir queriendo
vivir en Cantavieja…?
-Aunque es fácil deducir del título
que se refiere a las condiciones físicas del lugar y del territorio las que
hacen difícil la vida allí, mi idea es más bien entrar en la vida de sumisión a
los poderosos que han tenido que pasar a lo largo del tiempo sus habitantes. El
sistema feudal era muy duro, como se puede comprobar por los documentos que se
refieren a la extracción de las rentas por parte de las órdenes militares. Y a
este sistema se añaden, obviamente, las condiciones físicas, que hacían aun más
penosas las condiciones vitales de sus habitantes. De todas formas, nada
distinto a otros lugares sometidos a la presión señorial.
Hoy resulta complicado vivir allí,
aunque nada comparable a otros tiempos. Hoy que ha cambiado el sistema
productivo, las dificultades vienen de la centralización de los núcleos de
población: las capitales, luego las pequeñas ciudades y después, el vacío de
los lugares que han quedado abandonados a su suerte.
-Pero
en eso de vencer las dificultades está lo que hace que sea un placer vivir
allí…aunque, al final, solamente quedarán como “resistentes”… ¿Qué
características presenta una sociedad de resistentes?
-Daría para mucho porque creo que
es el debate actual (de los que quieren debatir y no sólo volver a enmascarar
los deseos de las capitales y las ciudades subordinadas), justificando el vacío
para todo tipo de tropelías. Los “resistentes” necesitan contar con unas
condiciones mínimas para la supervivencia, como mejores comunicaciones (que no
quiere decir autovías), mejor pensadas, comunicaciones de telefonía al mismo
nivel que en las ciudades, viviendas para la gente que opta por la vida en
estos núcleos y proyectos propios de desarrollo que pasen por la
diversificación. No todo turismo.
-Sus ciudadanas y ciudadanos se tienen que enfrentar todos los días a un
clima duro---frío intenso en invierno y días de calores intensos en veranos--,
a inclemencias que van desde heladas de todo tipo en invierno a tormentas de
piedra, violentadas por el calor de un verano intenso…Sus habitantes ¿“se
aclimatan”, terminan forjándose?
-Parece evidente que sí, pero,
insisto, contando con unas condiciones mínimas. No podemos seguir educando a
los jóvenes para que se marchen porque carecen de puestos de trabajo en sus
pueblos.
-¿Estos
ciudadanos y ciudadanas son mucho más importantes para el territorio de lo que
ellas y ellos creen?, ¿son héroes en un pequeño rincón de esta tierra que es
Aragón?,--lo pregunto porque a veces es mucho más fácil, a priori, vivir en una
ciudad que te ofrece todo un abanico de servicios, respecto a un pequeño
pueblo, por importancia histórica que tenga, en el corazón del Maestrazgo.
-Es evidente, das en el clavo.
Desde los años 60 del siglo XX, el “desarrollo” se ha basado en la continua
huida a las ciudades porque ofrecían todo lo que aquí no tenían, fundamentalmente
trabajo. Añadamos unas políticas culturales y patrimoniales basadas ciegas
desde la metrópoli e interesadas en su desaparición, por ignorancia o simples
maniobras de ciertos círculos ligados al caciquismo laico y eclesiástico, que
ha impedido hasta ahora, y gracias a núcleos que han puesto en valor estos
elementos y que han conseguido en general ligar el desarrollo posible de los
pueblos con la “venta” patrimonial de sus reservas.
-Porque,
hablando históricamente, Cantavieja ha pasado por épocas históricas
importantísimas siendo Bailía, un señorío en época feudal a ser, ahora, la
cabecera comarcal de la comarca del Maestrazgo…
-En el libro he tratado de expresar
que en un pequeño núcleo, Cantavieja, se ha desarrollado la historia universal.
-¿El
peso de la historia, estos pueblos, lo llevan como “impresos”, siempre,
verdad?; además, “ese peso de la historia”, se ve paseando entre sus
calles---porque la historia está contada en las fachadas de las casas, en
edificios históricos, en su heráldica…--, ¿notas el peso la historia
paso a paso, lo ves también así?
-Sí, pero quiero creer que la
historia no solo se lee en los elementos arquitectónicos. Hace falta también
ver el alma, esto, es, la recuperación, en la medida de lo posible, de la vida
de los que han pasado por allí y se han bebido las miserias, los desengaños y
las esperanzas. Si no, me pasa a veces con Mirambel: un lugar con casas
espectaculares, pero que cuando he pasado por allí, apenas veo gente. Parece un
escenario al que le faltan los actores. Siempre recuerdo que al cuadro
enmarcado en el final de la calle que da a la plaza de la iglesia, con su
impresionante arquitectura, en realidad le dio vida Ken Loach
en su impresionante película.
-Pero
es que, además, es un referente en, por ejemplo, hechos históricos como fueron
las Campañas Carlistas de Cabrera, allí tuvo uno de sus “cuarteles generales”,
estando “a la greña” con el general Espartero… ¿Cantavieja era importante por
términos geopolíticos, sobre todo al ser “cabeza de la Encomienda”?
-Evidentemente lo era, a caballo
entre Valencia, Aragón y quizá el extremo de Cataluña. En este ámbito, desde la
Edad Media, ha venido funcionando la economía, y, por ende, todo lo demás: las
relaciones sociales y los intercambios culturales. Mi abuelo, a la primera
ciudad que bajó fue a Valencia, donde se encontró un mundo cosmopolita (hablo
de la década de 1910 a 1920). Y luego políticamente funcionó en el partido
valencianista de Luis Lucia. Y no hay que olvidar en el siglo XX también la
atracción de un núcleo industrial como Villafranca del Cid, con su fábrica de
medias. Mi madre me contaba que muchas veces “subían” andando a Villafranca
cuando era adolescente…
-¿Qué retrato podrías hacer de la sociedad de Cantavieja… es muy
diferente según el tiempo histórico que tratemos de analizar?
-Básicamente no. El sistema feudal
dura mucho, por lo menos hasta el siglo XIX, pero, sospecho, que las relaciones
sociolaborales quedaron por mucho tiempo impregnando
a la sociedad cantaviejana.
-Por
lo que voy leyendo, me parece una sociedad bastante conservadora ¿qué nos
puedes decir?
-Clarísimamente conservadora como
se deduce de la cuestión anterior. La influencia de las órdenes en lo laboral y
lo religioso, y de la iglesia secular, era decisiva a la hora de caracterizar a
la sociedad. La influencia religiosa desde el nacimiento (bautizo), el
catecumenado, el matrimonio y la muerte, formaba las conciencias de un modo
determinado. Difícil el romper estos muros que a menudo llevaban a la sumisión.
-Me llama la atención, aunque
seguramente guarda concordancia con esa sensación de que es una sociedad
bastante conservadora, el hecho de que Cantavieja tuviese esa persistencia
feudal…
-Bueno, de alguna manera está ya
dicho. Pero también hay que decir, que el sistema feudal persistió en todos los
lugares, no fue exclusivamente una cosa de Cantavieja.
-Claro la religión penetró y trascendió mucho en la manera en que
lo social después se da a conocer…-¿Cómo
afecta la desamortización a Cantavieja?
-En
la segunda mitad del siglo XVIII, el perceptible aumento de la población
condujo a muchos pueblos a la necesidad de ampliar sus cultivos que en muchos
casos solo se podía hacer mediante el rompimiento o roturación de nuevas
tierras, generalmente de monte, lo que llevó a su vez a una reducción de pastos
y al enfrentamiento de agricultores y ganaderos por el mismo espacio. La
Pragmática de 1773 sobre rompimiento de baldíos fue, en opinión de Asso nefasta. Se repartieron grandes porciones de montes
comunes no sólo a jornaleros, también a artesanos. Con el beneficio de la quema
del monte bajo, se recogieron cosechas razonables el primero y el segundo año,
pero fueron reduciéndose y, como los nuevos dueños no tenían “facultades” para
usar abonos, acabaron abandonándolas. Resultaron dos efectos muy funestos: por
una parte, la destrucción de los montes y pinares; por otra, la ruina de la
antigua industria del país por haber abandonado muchos el obraje de la lana.
-¿Qué
papel, Herminio, ha ido teniendo la mujer de Cantavieja…?
-No muy distinto a otros lugares y
en contextos campesinos: no sólo se ocupaba de la casa sino que también
trabajaba en las labores agrícolas y ganaderas. Los casos que yo he conocido,
de mi madre y mis tías, venían a respaldar esta afirmación. Aunque mi familia
no tenía campos ni ganado, eran horneros, las mujeres eran las que llevaban en
gran medida el trabajo del horno. En los matacerdos,
las mujeres eran las que hacían el mondongo y las que llevaban la fiesta
consiguiente que reunía a las familias. Papel fundamental en la cohesión
económica y social.
-¿Qué perfil de gentes se fue marchando de Cantavieja y en qué épocas
esas sangrías fueron verdaderamente importantes? ¿Estas gentes han conservado
su casa y van yendo y viniendo de Cantavieja..?—te
diré que conozco de todo, pero que conozco más perfiles que se bajaron entre
los 50 y los 60 de Cantavieja y que tan solo subieron al pueblo de visita, nada
más…
-Por lo que yo sé, las sangrías de
población más importantes se dan en el siglo XX, tras la Guerra Civil y en los
años 60. La Guerra Civil, y la posguerra, causaron un impacto notable en la
población de Cantavieja, sobre todo en los núcleos dispersos, en las masías. Y
en los años 60, la atracción de los polos de desarrollo de las ciudades y la
ruina del campo, causaron la defección de otro buen número de habitantes. La
falta de todo tipo de servicios era un motivo poderoso. Se trajeron las aguas,
el teléfono, etc., cuando ya se había ido buena parte de la población. Cuando
los jóvenes pudieron salir a estudiar carreras, por ejemplo, la de Magisterio,
ya no volverían.
-Territorios
estos de masías, masadas, grandes pinares, sendas, senderos… lugares recónditos
y rincones como para perderse… lo que invitó al maquis a esconderse, ¿qué nos
puedes decir al respecto?
-Así lo cuento en el libro: “El ambiente de penuria produjo
insatisfacción y malestar entre el campesinado, que se veía abocado hacia una
economía de subsistencia sin muchas salidas hacia el futuro. Aunque las
cosechas de 1946-47 no estuvieron mal, la producción se desviaba hacia otras
provincias, en busca de un mayor beneficio económico o hacia el mercado negro.
En
este ambiente se desarrolló la guerrilla (el “maquis”). Los primeros
guerrilleros llegaron al Maestrazgo hacia finales de 1944, constituyéndose el
AGLA (Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón) en torno a un grupo al mando
del guerrillero “Delicado”. La provincia de Teruel y parte de la de Castellón
formaban el 17º sector. Las acciones llevadas a cabo por los guerrilleros del
AGLA se suelen agrupar en cuatro categorías: los “golpes económicos”, destinado
a recaudar fondos y que consistían en atracos, secuestros o envío de anónimos a
determinados individuos exigiendo una cantidad de dinero; los sabotajes, las
acciones de tipo propagandístico y los asesinatos, generalmente de delatores o
de personas identificadas con el régimen. Además de los combatientes del monte,
hay que considerar el apoyo social, la colaboración clandestina que
recibieron”. Y una nota complementaria: la recomendación de la lectura de El
fragor del agua, un precioso libro de José Ramón Giménez Corbatón, que
narra la guerrilla en las masías
-¿Cómo vivieron las gentes de
Cantavieja la llegada de, cómo te diría, tiempos más progresistas como la I y
la II República…? ¿cómo acogen cambios en la política
agraria, en la educación en torno al laicismo que pretendía llevarse a cabo por
los partidos progresistas y de izquierdas en el tiempo de la II República?
-No digo que no llegaran las
reformas pero, en conjunto, no fueron vivenciadas de
forma colectiva dichas reformas. Y es que no hay en la zona partidos
progresistas y menos de izquierdas. A todo lo más que se llega es a posturas
defendidas por el Partido Radical o los Agrarios. En la Guerra Civil, sí que
hay posturas que pueden coincidir con la CNT y con un cierto radicalismo,
propio del momento y del contexto.
-¿Por
qué Cantavieja es tan importante en la historia para que tantas
miradas se vuelvan hacia esta población?; tú mismo le has dedicado un tiempo,
una investigación…
-Yo creo, lo he debido decir ya,
que Cantavieja tiene mucho atractivo histórico, tanto por la importancia del
núcleo en sí, como por ser el centro de una encomienda. Y luego, el indudable
atractivo romántico de las Guerras Civiles del siglo XIX, con una figura tan
indiscutible como “El Tigre del Maestrazgo” (Cabrera). Y yo, ya he explicado
mis motivos de raíz para dedicarle este libro al pueblo de mis mayores. Por eso
lo he dedicado a la memoria de mi madre.
-Por cierto, amigo, háblanos de este proceso de documentación,
búsqueda de fuentes, el hecho de contrastarlas, la investigación. ¿Qué
metodología de trabajo sigues con libros como este, muy diferente a otros?
-Este libro, aunque no carece
fuentes primarias, tiene más la vocación de recopilar muchas de las
investigaciones que se han hecho sobre Cantavieja a lo largo del tiempo. El
motivo es que no quería hacer un libro académico (para eso hay otros, muy
buenos historiadores), sino que quería hacer un libro divulgativo, dirigido en
lo posible a los chicos y chicas del Instituto, y a los visitantes que tuvieran
una curiosidad básica por la historia de los cantaviejanos.
Y sí, algo de documentación inédita hay también. Así que el proceso ha sido,
una vez planteada la idea y el esquema que quería seguir, reunir los textos que
me parecían más oportunos y seleccionar las cuestiones más relevantes. Los
textos importantes pero que no cabían en el relato del libro, no he querido
desecharlos y los presento en forma de lecturas al final del texto. Hay alguna
de estas lecturas que es inédita: el relato de un tío abuelo mío encontrado por
mi prima entre papeles familiares
-Amigo
Herminio, ¿nos puedes explicar en qué andas metido en la actualidad, nos puedes
dar alguna pista de aquello en lo que estás trabajando en la actualidad?
-Como siempre, procuro diversificar y avanzar en
varios proyectos a la vez. Los más avanzados, la recopilación de artículos del
que fue diputado socialista por Zaragoza en la IIª República y director de El
Socialista en la Guerra Civil, Manuel Albar; a la vez, desde hace unos
años, en un proyecto que llamo “Ciudad y Memoria”, que consiste en recoger
material oral mediante entrevistas, barrio por barrio de Zaragoza, durante el
franquismo y la transición. Lo novedoso puede ser que las entrevistas las hacen
alumnos y alumnas de Segundo de Bachiller del que fue mi Instituto Avempace. Cuento con el apoyo valioso de los actuales
profesores; al final, ese material se depositará en el Archivo Municipal de
Zaragoza.
Muchas gracias
por la oportunidad. Un abrazo.
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Cazarabet
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