La
Librería de El Sueño Igualitario
Cazarabet conversa con... Nicolás
García, autor de “Del proletariado
militante al proletariado claudicante” (Queimada)
Un libro de Nicolás García de Queimada
Ediciones.
Un libro que rebusca, ¡y de qué manera!, en la
memoria del ideal libertario…
Lo que nos dice la sinopsis de este libro:
En nuestro afán por recuperar Nuestra Memoria,
la libertaria, publicamos este libro en el que el autor nos brinda unas
reflexiones, después de una militancia proletaria intensa, sobre los años de
represión de finales de los sesenta y durante la década de los setenta.
Una juventud llena de ilusiones y desengaños
que de forma breve
El autor, Nicolás García:
Nico es, fundamentalmente, un luchador. Sus
comienzos en las Comisiones Obreras (CC.OO) de la construcción, donde se
recogían las viejas ideas libertarias de la Confederación Nacional del Trabajo
(CNT), asambleísmo, democracia directa, representatividad rotatoria… Las
huelgas de la construcción en Saconia, Dehesa de La Villa, Barrio El Pilar…,
donde los jóvenes libertarios jugaron un papel importante en las primeras
comisiones obreras. Nico es junto con Paco García Salve y otros compañeros
libertarios de la zona, son una referencia de esas comisiones que comenzarían
la lucha por las libertades básicas: Reunión, expresión, amnistía laboral… Su
lucha como trabajador no le apartaría de sus estudios nocturnos en la
universidad para hacer la carrera de abogado. Fue uno de los primeros abogados laboralistas
de CNT en unos años de esperanza y frustración, donde lo dio todo por su ideal
libertario. El hundimiento de la esperanza que fue CNT le llevo a mudarse de
ciudad. Destino Alicante, la organización después del naufragio casi
desapareció. Comenzó a trabajar como abogado laboralista en Comisiones Obreras,
hombre honesto y con historia no se podían desaprovechar sus saberes.
No duraría mucho tiempo, su lucha por la
independencia y sus ideas libertarias no le permitirían estar en un bufete que
no respondiera a sus expectativas. Quizás no estemos de acuerdo con todas sus
reflexiones, otras compartiremos, pero la recuperación de un compañero con un
historial como el de Nico, no podíamos desperdiciarla. Su experiencia como
militante proletario y después, desde los despachos de abogados, en la pelea
constante con las leyes que el régimen genera para seguir perpetuándose al
servicio del capital, nos ha llevado apostar por este libro que esperamos sirva
para recuperar nuestra memoria más cercana.
Cazarabet
conversa con Nico García:
-Nico,
¿cómo es que hoy el proletariado ya no ejerce con la fuerza que indica esa
palabra?
- Si queréis que os diga la verdad, no lo sé.
A veces pienso que todo ha sido un mal sueño,
como un desastre, una catástrofe que se nos ha venido encima y
de la que somos incapaces de salir. El
proletariado mirado en su
conjunto y como clase con conciencia de tal, pienso que ha desaparecido, al
menos por ahora; si os dais cuenta, ya
ni siquiera se utiliza la palabra, ahora somos consumidores de mercancías y
servicios, las asociaciones más boyantes, son las de consumidores y
usuarios, consumidores que pasan la mayoría de su tiempo enganchados
a terminales devorando toda clase de imágenes y
doctrinas teledirigidas, hemos vuelto a los tiempos de la Roma Imperial
del pan y circo para el pueblo. Ya no se practica la solidaridad ni la justicia
social, sino la caridad y la compasión, los gobiernos fomentan las organizaciones paragubernamentales, ONGs,
para parchear los problemas, pero nunca para solucionarlos, pues perderían la
razón de su existencia, de ambos, de los gobiernos y las organizaciones no
gubernamentales. Me decía un amigo anarquista, que un obrero es un burgués en
paro, no un burgués que está parado, sino un obrero que aún no ejerce de burgués, pero que su
máxima aspiración es llegar algún día a trabajar y vivir como un burgués. Hace
tiempo que veo a los militantes obreros como jugadores de ajedrez que solamente
miran sus fichas en el tablero, y esa forma de jugar lleva siempre a la pérdida
de la partida. Tenemos que tener en cuenta que los explotadores, los detentadores del poder también juegan la
partida y utilizan todos los medios a su alcance. Tienen los medios de
comunicación de masas, los colegios y las universidades para adoctrinar, tienen
a cantidades ingentes de personas
pensando para ver la forma de cómo aprovecharse de los demás, de cómo explotar
a otras personas para que estas no exploten de ira, para hacer la explotación más
liviana y llevadera, para que el que más o el que menos piense, que lo que le pasa es por su culpa;
si no tiene casa, si no tiene trabajo,
si no tiene cultura, todo es por su culpa, si otros lo tienen el también
lo podrá tener un día, es un pensamiento totalmente desmovilizador a nivel social, de hay alguna
de las razones de la perdida de militancia, en la sociedad ha calado el individualismo más absorbente y
destructivo posible. Otra de las razones por las que pienso que los
proletarios, las clases trabajadora de
cualquier trabajo y medio, se han
apartado de la lucha contra la explotación y las desigualdades sociales, ha
sido porque los militantes concienciados
no han sabido hacer atractivo el sueño igualitario. Nos han cegado las
palabras y los conceptos y no hemos
sabido transmitir los beneficios que la
igualdad real, total y absoluta, tendría para los seres humanos en general y
para cada una de las personas en particular. Está bien luchar por la libertad,
pero la libertad que pregonan los medios de comunicación de masas y los dirigentes políticos de turno, es solo aparente, no puede haber libertad sin
igualdad, pues los privilegios y la opulencia de unos pocos es la base de la miseria de muchos.
La igualdad es el primer paso hacia la libertad, lo mismo que los
privilegios son el primer paso hacia la
explotación y la esclavitud de unos seres humanos por otros.
Los militantes proletarios y los anarquistas en particular no han sabido hacer atractiva para la mayoría
de las personas su forma de pensar y de organizar la sociedad, y sin que puedan
servir los pequeños experimentos de comunas o de pequeños grupos más o menos
aislados. La experiencia comunitaria y revolucionaria de verdad, terminó con las colectividades de Aragón
Después no se ha sabido llevar a
la práctica ninguna experiencia que haya podido resultar atractiva para la
mayoría de la sociedad. Luego está el problema de la enseñanza y la cultura. Una persona a la que siempre
consideré sabia, y que vivió la guerra civil
española, no se cansaba de repetirme para que no olvidara nunca, que la
guerra civil española se hizo contra los maestros de la república. Desde la
guerra civil, todos los colegios, las universidades, toda la enseñanza en general está dominada por el
sistema capitalista, por la iglesia católica y las órdenes religiosas. Estas pueden ser algunas de las razones por las que el proletariado ha dejado de ser
militante y ha claudicado en sus aspiraciones y reivindicaciones.
-Si en un pasado,
el de tu juventud el proletariado era militante y luego todo fue basculando
hacia un proletariado claudicante… ¿qué podríamos decir sobre este colectivo”
que ha fracasado en su idiosincrasia básica”?
- Cuando
hablo del proletariado militante, me refiero principalmente, a las
luchas de la clase obrera desde la
primera internacional y hasta el final de la guerra civil española, con un
pequeño guiño o incitación a la lectura del libro de Anselmo Lorenzo, “El
Proletariado Militante”. Son luchas de
clase, con conciencia de clase, se crean organizaciones para luchar contra la explotación del hombre
por el hombre, para luchar por la igualdad, por la libertad, se crean escuelas
racionalistas, ateneos libertarios (revolucionarios),se llega hasta crear una
Escuela Politécnica de Estudios Superiores, con escuelas de Aeronáutica, Automovilismo
y Veterinaria, se instaura el Bachillerato Confederal.
se crean colectividades agrícolas en Aragón, Desde un principio se crean
sindicatos anarcosindicalistas como la
CNT, socialistas como la UGT, se expulsa
a la monarquía de España, se instaura la segunda República, se intenta gobernar de forma
revolucionaría participando en la gobernanza de la nación. Esto es lo que entiendo por proletariado
militante. Lo nuestro, aunque no niego que luchamos duro, fue calderilla, pero
bueno, estuvimos allí luchando contra el sátrapa, pero ya sabéis que se murió en la cama. Y sí,
luchábamos para acabar con la explotación del hombre por el hombre, por la
igualdad de todos los seres humanos y pensábamos que sí, que éramos militantes
proletarios y que lo podíamos conseguir. Pienso que la clase trabajadora, de
momento, ha fracasado como clase, en primer lugar porque ni siquiera las
personas que pertenecen a ella tienen conciencia de pertenecer a tal clase, y
las pocas que tienen conciencia de
clase, pasan las horas urdiendo ardides
para escapar de la misma, como dije antes, un obrero es un burgués en paro. Por
perder idiosincrasia se ha
perdido hasta el nombre, ahora nos
llaman gente, nos movemos en un mar de
palabras que a la postre no significan nada. Somos pobres de solemnidad y nos llaman
pobres energéticos, nos morimos de hambre pero calentitos, lo padres no tienen
trabajo, pero la pobreza es infantil; lloran por los refugiados que huyen de la guerra pero la fomentan con la fabricación y venta de armas,
que a la postre sirven para que los burgueses de las sociedades capitalistas mantengan sus
privilegios, nivel de vida y opulencia. Lloramos como plañideras por nuestros
muertos pero no hacemos nada para parar las guerras. Y se ha fracaso también
por otras muchas razones. Por una parte, los autoproclamados líderes de las organizaciones marxistas-leninistas,
están más pendientes de alcanzar y mantener privilegios propios que de mantener
los derechos de los trabajadores. Los militantes y organizaciones anarquistas
no tienen ninguna incidencia de importancia
en el devenir diario de la sociedad, repito, no han conseguido hacer
atractivo el sueño igualitario.
-Si se claudica
en una postura y se empieza a retroceder….todo puede llegar a desmoronarse como
las piezas de un dominó. ¿Es esto lo que les has pasado a las demandas del
proletariado?
- Por supuesto, casi todo se desmorona, pero
no todo, pues ya se encargan los estrategas del sistema de que el desmoronamiento no sea total, para que
no se produzcan revueltas y no corran peligro los privilegios
de los poderosos. Las principales demandas nunca se consiguieron, entre ellas,
la de acabar con la explotación del hombre por el hombre, el conseguir una
sociedad igualitaria y acabar con todas las desigualdades sociales. Se ha
desmoronado el derecho al trabajo digno, a una jornada digna, a un salario
digno, a una jubilación digna, a una vivienda digna. Todos estos derechos se han convertido en volátiles, solo para el
que los pueda coger. De momento no nos
quitan la seguridad Social pero la reducirán a su mínima expresión
y ofrecerán los seguros privados que
luego quebraran y se quedarán con todo, el derecho al trabajo se ha convertido
en una quimera para muchos trabajadores, pero organizan la sociedad para que al menos el 75% de las personas con edad de trabajar pueda trabajar, , de estos, el 25% de funcionarios con jornadas de 8 horas, otro 25% trabajará con jornadas de unas 40 a
60 horas semanales, otros sin jornada ni horario fijo 20 horas semanales, una
hora por el día y otra por la noche y el transporte por su cuenta, y así hasta
el infinito, pero los guardianes del
sistema y sus profetas se encargaran de que el sistema no se desmorone y siga
funcionando, nos apretaran pero no nos ahogaran. De momento seguimos teniendo
derecho a reunirnos, asociarnos y
manifestarnos, mientras no molestemos
demasiado.
-Pero si les ha
pasado a las demandas, les ha pasado, también, a los logros ya conseguidos,
¿no?
- Así es,
se han perdido casi todos los derechos individuales adquiridos por los
trabajadores en las empresas, ahora cada empresario aplica las leyes como le
viene en gana, no cumplen lo pactado en
los convenios colectivos, impone la jornada, los horarios. el salario. El
periodo de carencia de la jubilación ha pasado de 10 a 15 años, el periodo para
el cálculo de la base reguladora de la pensión de los dos últimos años, a los
ocho últimos y de los 8 últimos a los 25 últimos años, la edad de jubilación a
los 67 años, para la mayoría. Muchos trabajadores no tendrán periodo de carencia para poder jubilarse debido al paro
sistémico y a los trabajos a tiempo parcial.
-Háblanos de
algunos de esos logros que el proletariado ha visto extirpado…
- El derecho a ser tratado con dignidad; El
derecho al salario, no hablo del derecho a un salario digno, hablo del derecho
a cobrar por trabajar. Aunque aún no es un comportamiento generalizado, nunca
pude imaginar que se podría llegar a tal ignominia. Trabajar y no cobrar a fin
de mes. Para eso se inventó el FOGASA, para los trabajadores que trabajan y no
les paga la empresa, corriendo dicho Organismo con el pago de parte de esos
salarios .El derecho a ser tratado como una persona y no como una mercancía,
ahora se habla de mercado de trabajo
como antes se hablaba del mercado de ganado. Puede peligrar la seguridad social
y la sanidad para todos
-Lo peor, amigo
Nico, es que muchos de estos no se vuelven a luchar, es como si el proletariado
y la clase trabajadora se hubiese dado por vencida… ¿Qué nos puedes reflexionar?
- Mi impresión personal es que actualmente no
existe la clase trabajadora como tal clase, es decir, no existe un colectivo
social con conciencia de clase
trabajadora, se ha cambiado el concepto de clase trabajadora por el de gente,
y alguna o muchas personas que se
sienten aludidos y nombrados cuando oyen
la palabra gente. Pero precisamente esa gente que se siente identificada cuando
oye la palabra gente, es la que no está dispuesta a hacer nada ni por ella ni
por los demás, y espera que llegue el líder o el mesías que le solucione sus
problemas. Y existen los que no se sienten gente, pero no confían en las
soluciones colectivas, y buscan por todos los medios a su alcance la
liberación personal. Ni los unos ni los
otros se sienten pertenecientes a clase alguna. Son burgueses en paro. Decís
que muchos no vuelven a luchar. Luchar es duro, si quieres luchar de
verdad, tienes que entregar parte de tu
tiempo, de tu bienestar, de tu economía, el tiempo es limitado, el bienestar es
poco y la economía escasa, el cuerpo se cansa y llega un momento en que te
quemas.
-Me da que el
proletariado y la clase trabajadora
llegó un día que “aparcó algunas de sus prioridades básicas”,
sustituyéndolas por lo que podría ser la entrada en un mundo cada vez más
enfrascado en el capitalismo, con variantes y pinceladas de un claro
neoliberalismo, ¿qué nos puedes comentar?
- Así lo entiendo yo también, pero nunca
debemos olvidar que pasamos por una guerra civil donde murió lo más selecto del proletariado
militante, y por una dictadura que duró treinta y cinco años y que el dictador
se murió en la cama. No debemos olvidar la capacidad de influencia de los
medios de comunicación sobre la mente humana y el martilleo constante que dichos medios efectúan sobre nuestros
cerebros. No debemos olvidar que los colegios más elitistas e influyentes de
nuestra sociedad están en manos del
capital, la iglesia y las órdenes religiosas, y que en dichos colegios
se forman todos los malvados que luego gobernaran el mundo.
-Creo que el
problema no es “conceptual”, más bien creo que es más de “comportamiento y /o
conducta”. La gente , creo, que sabe diferenciar que puede haber, de hecho creo
que los hay, abogados, médicos, profesores de Universidad con el “alma
proletaria”(permíteme que ponga en “liza” el nombre de “alma” ), en cambio hay
obreros de la construcción, personas vinculadas a la hostelería, trabajadores
del sector de la industria que están totalmente alejados del concepto de
proletario. ¿Qué nos puedes reflexionar?
- Por supuesto que no es un problema
conceptual, yo entiendo, que ni siquiera es un problema de comportamiento o
conducta, es un problema de realidad tangible con independencia del nombre que
le demos. Si nos olvidamos de la palabra proletario y utilizamos la de
explotadores, explotados y pléyade de autoexplotados por el autoempleo,
pienso que podemos centrar mejor el problema, y pienso que la explotación no es
un sentimiento, es una realidad tangible
de la que no te puedes escapar aunque no la sientas. Otra cosa es la
conciencia de esa realidad, que no tiene nada que ver con el trabajo que
realices ni el lugar donde lo realices. Por supuesto que se puede ser abogado y
profesor de universidad y tener conciencia de clase y se puede ser obrero fabril o de los servicios y sentirte el rey del pollo frito.
-CCOO,
CNT…cuéntanos cómo te has ido encontrando en estos mundo, tan convergentes como
a menudo divergentes…
- Voy a contar poco, pues entiendo que no es
útil hablar de cuestiones personales En
general, durante la dictadura, la
lucha tenía más que ver con la lucha
contra dicha dictadura y por la
conquista de los derechos fundamentales básicos, reunión, asociación, manifestación, etc.
Objetivos en los que confluían las distintas organizaciones obreras. Conocí a
los primeros anarquistas en el barrio, y
a los primeros militantes de CCOO en las obras de la construcción y en el
barrio en las, CCOO juveniles .En las
obras dominaban por amplia mayoría las CCOO, se daban a conocer con
cualquier pretexto, principalmente a la hora de la comida y a primera hora de la mañana, las
reivindicaciones eran de carácter general
y por lo tanto no era difícil
identificarse con las mismas, luego cuando profundizabas en la relación o empezabas a ir a las
reuniones te dabas cuenta que detrás estaba el PCE. Los primeros contactos con el anarcosindicalismo
fueron más bien por el estudio y el convencimiento personal. En las reuniones
de las CCOO juveniles empezamos a estudiar la historia del movimiento obrero y
empezamos a ver la diferencia entre el anarquismo, el anarcosindicalismo, el
marxismo, el marxismo-leninismo. Los del
PCE defendían las CCOO como un sindicato
correa de transmisión del PC, otros
defendíamos las CCOO como organización total, que diera solución a todos los
problemas de la clase trabajadora y de la sociedad en general Los que teníamos esta segunda forma de ver la
organización empezamos a reunirnos por
nuestra cuenta y empezamos a funcionar como grupos anarquistas autónomos y a
movernos por los barrios, y así a través de la lucha en los barrios y continuando
con la militancia en las
CCOO entramos en contacto con la CNT de
la construcción y empezamos a militar en dicha organización. El primer problema que se planteó era si
éramos anarquistas o anarcosindicalistas, y si anarcosindicalistas, si nos
integrábamos en la CNT histórica CNT-AIT o hacíamos una nueva organización,
después de muchas discusiones se hicieron las dos cosas, unos se integraron en
la CNT y otros, con otros grupos, crearon la CGT, otros formaron grupos de
anarquismo puro y otros pocos seguían en contacto con gente de la FAI, que no
se veían pero se olían, y esto es en líneas generales lo que os puedo contar.
-Ahora, en estos
años en los que la clase trabajadora y el proletariado se han visto arrastrados
a una crisis larga, sombría y duradera ¿cómo ves a este colectivo?
- Lo veo mal, desnortado, sin conciencia de
clase, engañado por los partidos, tanto por los viejos como por los nuevos. En
el momento actual, solamente veo una cosa positiva, y es que una gran parte de la gente está tomando
conciencia de que está siendo engañada. Es curioso, pero con el tiempo ha
calado y se ha establecido la idea del sindicato como organización de segunda o
tercera categoría para la solución de los problemas de los trabajadores.
-¿Debería de
haber como un decálogo, aunque no seamos de normas ni de decálogos, a seguir
desde el proletariado que milita, el de la lucha…?
- Pienso que no es cierto que no seamos de
normas ni decálogos. LA CNT tenía y pienso que seguirá teniendo unos estatutos y unas normas de
funcionamiento, la FAI tenía unos estatutos, los grupos anarquistas tenían unas
normas de funcionamiento, la naturaleza tiene unas leyes de funcionamiento, no sé
de donde sale esa historia y ese dogma de que los anarquistas no somos de
normas, los que se llaman libertarios, de origen se llamaban comunistas
libertarios, y si necesitan normas para funcionar, y si suprimen la palabra comunista no son
nada, son puro folclore. Pienso y
siempre lo he pensado que la afirmación de que los anarquistas no son de
normas, es falsa. Pienso que se deben
concretar las cosas a conseguir, entre otras razones para poder analizar la
forma y el modo de conseguirlas, para no terminar como la zorra, diciendo que
las uvas están verdes cuando no se alcanzan los objetivos, entiendo que procede realizar un gran estudio
y análisis del anarquismo y del
anarcosindicalismo para hacerlo
eficaz en el momento actual y aplicarlo
de forma acorde con la realidad que nos rodea.
-Bueno, la gente
se asusta mucho cuando hablamos de “lucha”…y es que enseguida hace la
correspondencia con violencia y no ven que hay lucha no violenta que, además,
consigue y mucho…
- Pienso que uno de los grandes problemas del
anarquismo ha sido su asociación con la violencia, a los poderosos siempre les
ha interesado esta asociación de ideas, anarquismo igual a terrorismo, y eso
también es falso, y se hace para que la gente, y ahora si utilizo la palabra
gente, no pueda ver la fuerza liberadora del anarcosindicalismo y el
anarquismo.Yo lo tengo claro, yo tengo de hombre libre lo que tengo de
anarquista, y la humanidad se liberará
por el anarquismo o no se liberara.
-Hay muchas
maneras de luchar desde el proletariado militante, ¿no?
- Hay muchas formas de luchar y la principal
es dar ejemplo de vida, la formación, la
cultura, tomarse las cosas en serio y
dar solución a los problemas de las personas, esa deber ser la acción
directa, solucionar problemas y no
crearlos. Crear escuelas, universidades,
si otros lo hacen, por qué no lo pueden hacer los anarquistas de ahora
si, además ya lo hicieron otros anarquistas y anarcosindicalistas.
- Y a veces si se
pasa a la “acción directa”, bueno, seguro que en todas las etapas históricas ha
hecho falta hacerlo y que en todas ha habido motivos más que suficientes, ¿no?,
¿qué nos puedes reflexionar?
- Sin oponerme ni renunciar a su práctica,
pienso que la “acción directa” es un mito, no quisieron tener abogados en al
CNT y tuvieron que contratarlos fuera, en última instancia cuando se despedía
a un trabajador había que acudir a los
tribunales, cuando detienen y encarcelan
a un anarquista no asaltamos las cárceles, acudimos a los tribunales, no me
sirven los casos anecdóticos e individuales.
Entiendo que los problemas generales y
colectivos requieren soluciones generales y colectivas. Lo que históricamente
se ha venido denominando acción directa, ha estado siempre más ligado a los
denominados grupos específicos que a la acción colectiva en general. Hemos sido
y somos, antimitos, antidogmas
antilíderes, pero hemos vivido y
vivimos cargados de dogmas, mitos y popes.
-Hablaba
o reflexionaba yo sobre la lectura de tu libro de pensamientos y artículos que
hay muchas maneras de luchas desde el proletarismo militante, pero yo no veo
nada ni encuentro nada desde el proletarismo claudicante. ¿Qué me puedes decir?
- Ya he explicado que cuando me refiero al
proletariado militante me refiero a la lucha obrera desde el nacimiento de la
primera internacional hasta el final de
la guerra civil española de 1936. Cuando digo “proletariado claudicante” me
refiero a que después de la guerra civil española el proletariado no ha hecho
casi nada por su liberación y que desde la muerte del dictador hasta la fecha
no ha hecho absolutamente nada, ni por su liberación ni por el mantenimiento de
las pocas conquistas conseguidas hasta dicha fecha. Yo defiendo que los
anarquistas, como organización, tienen que participar en política, y no digo
que esté en lo cierto, pero es lo que defiendo, porque lo otro, el resto de actividades, desde el año
1975 hasta la fecha no ha dado ningún resultado, ni de liberación personal con
influencia social, ni de liberación
colectiva de ninguna otra clase.
-¿Por qué a los
que albergan ciertas ideas anarquistas, cierto ideal…..por qué los que se
sienten librepensadores ante todo o ante muchas maneras de ver la vida se
sienten, muchas veces, como coartados en su propia libertad a la hora de
explotar con sus ideales o es solo una impresión mía?
- Porque tenemos que vivir, porque tenemos que
comer, porque no somos masoquistas y queremos vivir y comer, porque queremos ser libres, y la lucha
también coarta la libertad y es dura.
Porque el anarquismo, al final se ha convertido en un dogma para los
anarquistas y para muchos pensadores,
porque, entre los militantes obreros, se
ha construido una doctrina sobre el anarquismo que lo ha reducido a la
repetición de palabras huecas y carentes de sentido práctico, porque las
universidades burguesas financiadas por el capital, y los medios de
comunicación de masas, han hecho lo imposible para desprestigiar al anarquismo
y a los anarquistas ligándolos siempre con la violencia y el terrorismo, porque
hay muchos pensadores burgueses y liberales, defensores del capitalismo más
rancio, que también se proclaman
libertarios.
-A tu entender:
¿cuál es el primer “fallo” en el que cae el proletario y que lo lleva de una
estancia militante a una claudicante?
- El dogma ideológico y la lucha fratricida entre iguales:
anarquistas contra anarquistas, comunistas libertarios contra comunistas, libertarios contra anarquistas, ácratas
contra libertarios, anarquistas contra
anarcosindicalistas, anarquistas contra marxistas, marxistas contra cristianos,
cristianos contra anarquistas,. anarquistas contra cristianos, anarquistas
violentos contra anarquistas pacifistas y así hasta el infinito. Es la esencia
del divide y vencerás. El mantenimiento de las
desigualdades sociales y los privilegios, tanto entre iguales como entre desiguales, que desmotivan el
entusiasmo por la lucha colectiva, fomentando la caridad en lugar de la
solidaridad. Las contradicciones entre la teoría y la práctica, común en toda clase de ideologías y
sistemas de organización social,
hecho este que hace que algunas personas,
con cierto grado de razonamiento lógico, se aparten del modo de
liberación colectiva y dirijan sus esfuerzos hacía la liberación personal e
individual, que además es fomentada de forma constante y sin descanso alguno
por los medios de comunicación de masas. El
individualismo fomentado por el liberalismo, y los nacionalismos excluyentes fomentados
por el pensamiento más retrógrado e irracional de la humanidad, obligando a la
mayoría de las personas a vivir en una
esquizofrenia continúa por la distorsión
entre la realidad social y el pensamiento lógico que nace de cualquier mente
mínimamente estructurada y cultivada.
-Quizás
deberíamos empezar por educar y
reeducarnos más y mejor, ¿no?
-Por supuesto, educación, educación,
educación, reglada y no reglada, lectura, lectura crítica, debate de ideas y análisis
sobre evidencias, diálogo y
convencimiento, razonamiento lógico para llegar al convencimiento de que una sociedad igualitaria es
posible y es mejor que la sociedad actual. Desterrar la Ignorancia de la mente de los seres humanos. Luchar por la educación
universitaria obligatoria para todos los seres humanos Desterrar las
ideas toxicas, de que no tienen que estudiar todas las personas. . Crear
centros de bachiller y centros
universitarios como los que en su día
crearon la CNT y los movimientos
libertarios. Se trata de producir cultura anarquista y anarcosindicalista, en
lugar de consumir cultura capitalista. Y de momento, si no hay otra cosa, y
aunque parezca contradictorio, consumir cultura aunque sea capitalista, es mejor
tener cultura capitalista a no tener cultura de clase alguna.Esta son
algunas de las cosas que se pueden hacer. El sistema
capitalista no acumula capital y riqueza recaudando un
millón de euros de cada millonario o multinacional, sino recaudando un euro
diario de cada individuo o habitante de la tierra, y así recaudan miles de millones de euros diarios, solo con la aportación de los pobres y deseheredados de la tierra.
Esa debe ser nuestra fuerza, la suma de la fuerza de todos los pobres y
desheredados de la tierra.
24696
Del proletariado
militante al proletariado claudicante. Nicolás García
135 páginas 17,5 x 23 cms.
10.00 euros
Queimada
En nuestro afán por recuperar Nuestra
Memoria, la libertaria, publicamos este libro en el que el autor nos brinda
unas reflexiones, después de una militancia proletaria intensa, sobre los años
de represión de finales de los sesenta y durante la década de los setenta.
Una juventud llena de ilusiones y desengaños que de forma breve nos narra Nico
(el autor).
Nico es, fundamentalmente, un luchador. Sus comienzos en las Comisiones Obreras
(CC.OO) de la construcción, donde se recogían las viejas ideas libertarias de
la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), asambleísmo, democracia directa,
representatividad rotatoria… Las huelgas de la construcción en Saconia, Dehesa
de La Villa, Barrio El Pilar…, donde los jóvenes libertarios jugaron un papel
importante en las primeras comisiones obreras. Nico es junto con Paco García
Salve y otros compañeros libertarios de la zona, son una referencia de esas
comisiones que comenzarían la lucha por las libertades básicas: Reunión,
expresión, amnistía laboral… Su lucha como trabajador no le apartaría de sus
estudios nocturnos en la universidad para hacer la carrera de abogado. Fue uno
de los primeros abogados laboralistas de CNT en unos años de esperanza y
frustración, donde lo dio todo por su ideal libertario. El hundimiento de la
esperanza que fue CNT le llevo a mudarse de ciudad, destino Alicante, la
organización después del naufragio casi desapareció. Comenzó a trabajar como
abogado laboralista en Comisiones Obreras, hombre honesto y con historia no se
podían desaprovechar sus saberes.
No duraría mucho tiempo, su lucha por la independencia y sus ideas libertarias
no le permitirían estar en un bufete que no respondiera a sus expectativas.
Quizás no estemos de acuerdo con todas sus reflexiones, otras compartiremos,
pero la recuperación de un compañero con un historial como el de Nico, no
podíamos desperdiciarla. Su experiencia como militante proletario y después,
desde los despachos de abogados, en la pelea constante con las leyes que el
régimen genera para seguir perpetuándose al servicio del capital, nos ha
llevado apostar por este libro que esperamos sirva para recuperar nuestra
memoria más cercana.
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