Museos-aragoneses-portada-w.jpgCazarabet conversa con...   Elena Marcén Guillén, autora de “Los museos aragoneses y su arquitectura” (Rolde de Estudios Aragoneses)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Elena Marcén Guillén se fija minuciosamente en la arquitectura de los museos de Aragón en un libro, muy amanosete, para llevar de viaje por la geografía museística de Aragón.

El libro es editado por Rolde y colabora el Observatorio Aragonés de Arte en la Esfera Pública

Lo que nos explica el libro:

Este libro es un homenaje a los museos aragoneses, una invitación a visitarlos, a disfrutar de ellos, a conocerlos, a difundirlos. Pero también es un estímulo para repensarlos, para buscar ideas que los mejoren, y así contribuir a que sigan vivos. Porque no sabemos cuál será su futuro en estos tiempos inciertos, pero son el resultado del esfuerzo de muchas personas comprometidas con la cultura y el patrimonio y contribuyen a configurar, en definitiva, nuestra memoria colectiva.

Tanto si se opta por el diseño de un edificio de nueva planta como por la rehabilitación de un inmueble preexistente, la elección del contenedor arquitectónico del museo trae consigo un buen número de implicaciones físicas y simbólicas.

Este libro aborda las peculiaridades del edificio del museo en Aragón. Con un enfoque cronológico que comienza en el siglo XIX, se plantea un recorrido por las distintas modalidades arquitectónicas que han servido de sede a los museos aragoneses, haciendo alusión a los más grandes y mediáticos ejemplos, pero también a aquellos pequeños centros del mundo rural sin los cuales no se puede obtener una panorámica ajustada del ámbito expositivo de la comunidad.

Además, se aportan claves para identificar el momento en el que la arquitectura de los museos empieza a ser objeto de un análisis detallado y se dedica una especial atención a la etapa democrática, periodo sin precedentes en la creación de nuevos centros.

 

La autora, Elena Marcén Guillén:

Doctora en Historia del Arte, Máster en Gestión del Patrimonio Cultural y en Museología y Museos. Fue beneficiaria de una ayuda para la Formación del Profesorado Universitario (FPU) concedida por el Ministerio de Educación en 2009. Ha formado parte de grupos de investigación como el Observatorio Aragonés de Arte en la Esfera Pública o el Grupo INTER de Investigación en Educación Intercultural, con el que colabora actualmente.

 

Sus líneas de investigación se centran en el análisis del museo como institución, la arquitectura de museos y, más recientemente, el enfoque intercultural aplicado a las distintas manifestaciones artísticas y culturales de la contemporaneidad.

 

Es profesora colaboradora del Máster Interuniversitario Euro-latinoamericano en Educación Intercultural de la UNED desde 2015 y del Máster en Gestión Cultural y de Industrias Creativas de la Universidad de Alcalá desde 2019.

 

 

 

 

Cazarabet conversa con Elena Marcén Guillén:

elena-marcen.jpg-Amiga Elena, ¿qué es lo que te llevó a investigar sobre los museos aragoneses y su arquitectura?

-El tema de investigación de mi tesis doctoral nace de mi interés por la arquitectura, que fui desarrollando a lo largo de la carrera de Historia del Arte, y que se suma a mi pasión por los museos, que siempre he disfrutado como visitante. Reunir las dos facetas en el estudio de la arquitectura de los museos de Aragón, comunidad en la que nací y he vivido la mayor parte de mi vida, me pareció una buena idea.

-¿Qué es la arquitectura, como continente, dentro del universo muy variado de la red de museos de Aragón?

-La arquitectura de los museos de Aragón es muy diversa. Vamos a encontrar sobre todo museos instalados en edificios que han sido rehabilitados para esta nueva función (un 83 % de los casos responden a este formato), de tipologías muy variadas: iglesias desacralizadas, palacios, escuelas, castillos, fábricas… Pero también contamos con una serie de museos diseñados específicamente para acoger un discurso expositivo.

-¿Qué importancia tiene la arquitectura en el Museo?

-El edificio no solo es el contenedor físico de una colección, sino que forma parte esencial de la propia concepción del museo, hasta tal punto que en nuestra imagen mental de algunos museos tiene un papel fundamental su arquitectura. La arquitectura debe dar respuesta a las necesidades de la institución, tanto en el caso de los grandes museos, con distintos departamentos y funciones, como en el de los ejemplos más pequeños. El edificio debe ser funcional, práctico y representativo.

-Tus principales líneas de investigación son los museos... Los museos como institución, la arquitectura de los mismos, y "el enfoque intercultural aplicado a las distintas manifestaciones artísticas y culturales de la contemporaneidad...". Si te parece, amiga, háblanos un poco más de esta tercera faceta de investigación...

-Esta tercera línea de investigación nace de mi colaboración docente con el Máster en Educación Intercultural de la Uned, en el que soy responsable de una asignatura que analiza el cine, la literatura y los medios de comunicación desde una perspectiva intercultural. Este mismo enfoque puede aplicarse a los museos, que son (o buscan ser) cada vez más diversos, como reflejo de la diversidad existente en la sociedad. Esta perspectiva puede ser aplicada a los discursos expositivos, de tal forma que nos preguntemos quién está detrás de ellos, quién aparece representado (y quién no) y por qué, y hasta qué punto contribuyen a avanzar hacia una sociedad que entiende la diversidad como normalidad y como un factor enriquecedor.

-¿Cómo ha sido el proceso y la tarea ardua de investigación que, además tiene mucho a ver con el proceso de documentación?

-El proceso más laborioso fue sin duda el trabajo de campo que desarrollé para conocer la realidad expositiva aragonesa, que supuso en primer lugar realizar un censo de museos, centros de interpretación y exposiciones permanentes, ya que no existía ningún registro completo y actualizado, y, en segundo lugar, visitar una parte representativa de ellos. El censo arrojó un resultado de 451 espacios expositivos, de los que pude visitar aproximadamente un 65 % (en concreto, 296). Las visitas a los museos seleccionados requerían una trabajosa planificación previa de llamadas para concertar cita, ya que muchos de estos espacios no tienen un horario fijo sino que abren sus puertas solo a demanda. Para aprovechar bien el tiempo, organizaba jornadas de viaje en las que visitar varios museos, normalmente de una misma comarca.

-¿Cómo es el estado de los museos en Aragón?

-Los museos aragoneses son muchos y muy interesantes, pero el panorama es heterogéneo. Junto a grandes centros que cuentan con los departamentos habituales en un museo (educación, restauración, difusión, etc.) y que desarrollan los objetivos recogidos en la definición de museo de la Unesco, encontramos muchos otros, más abundantes, de ámbito local y alcance más restringido, que apenas cuentan con personal (y que incluso carecen de él) y cuyos contenidos no se revisan ni se actualizan. Esto es el resultado de una política de expansión y de creación de nuevos centros que se dio sobre todo en la primera década del siglo XXI, cuando había disponibilidad presupuestaria para crear nuevos museos.

-Pero siempre se puede y se debe mejorar, ¿no?; ¿hacia dónde deben hacerlo los museos de Aragón?

-Sería interesante que existiera, a nivel de la comunidad, un registro con información actualizada sobre todos los espacios expositivos que hay en Aragón, accesible en Internet, en el que cualquier persona pudiera encontrar datos prácticos como el horario de visita o el tipo de discurso que acogen. Esta información es fácil de localizar en relación con los grandes museos, pero requiere una ardua búsqueda en el caso de los más pequeños. Esto disuade a un potencial visitante. En cuanto a los espacios existentes, es necesario revisar y actualizar sus contenidos, para que sigan siendo de interés tanto para el público que los visita como para la colectividad en la que se enmarcan.

-¿Cómo debe de cuidarse el espacio expositivo y qué consonancia tiene con la arquitectura?, porque la arquitectura tiene mucho que ver fuera, pero también dentro....

-El espacio expositivo es el escenario en el que se muestra la colección, por lo que todos los aspectos deben estar muy bien cuidados (no solo la arquitectura interior, sino la iluminación, la ubicación de las obras, etc.). Una buena arquitectura debe realzar la colección sin cobrar protagonismo sobre ella; alcanzar un equilibrio entre las dos es el reto al que debe enfrentarse el/la arquitecto/a de museos.

foto-2.jpg-De los Museos de Aragón, ¿cuáles son construcciones nuevas y cuáles son espacios que se reacondicionan o que se reciclan?

-La mayor parte de los museos aragoneses (más del 80 %) son edificios preexistentes que se han rehabilitado como museos. Las tipologías arquitectónicas que acogen estos museos son muy variadas: iglesias desacralizadas (Museo del Traje Ansotano), palacios (Museo Pablo Gargallo), viviendas de carácter popular (Museo Etnológico de Nonaspe), hospitales (Museo de Albarracín), escuelas (Centro museístico “La escuela rural” de Linás de Marcuello), ayuntamientos (Museo de Bielsa), castillos (Museo de Dibujo Castillo de Larrés), edificios de tipo industrial y preindustrial (Museo Minero de Escucha) e incluso calabozos (Museo de la Pez de Yésero), entre otros. El resultado de adaptar estos edificios a su nueva función va a ser más o menos funcional, dependiendo de las posibilidades de la institución promotora pero también de las propias características del edificio en cuestión.

En cuanto a los museos de nueva construcción, en Aragón contamos con el Centro de Arte y Naturaleza de Huesca (diseñado por Rafael Moneo), Caixaforum en Zaragoza (obra de Carme Pinós), La Espiral (Javier Bosch) y Aquagraria (Julio Clúa) en Ejea, por citar solo algunos ejemplos. Sin olvidar el que fue el primer museo construido específicamente para esa función, a principios del siglo XX: el Museo de Zaragoza de Ricardo Magdalena.

-¿Cómo nos acercarías a la red museística en territorio aragonés?; ¿qué tiene de diferente y diferencial con otros museos de otros lares?

-Uno de los aspectos más significativos es que, en Aragón, al margen de las tres capitales de provincia, un 70 % de los espacios expositivos existentes se encuentran en localidades de menos de 2.000 habitantes, que no suelen disponer de una oferta estable de servicios a nivel turístico y cultural para atraer a potenciales visitantes. Otro rasgo definitorio (que ocurre también en otros lugares) es que en la comunidad son muy abundantes los centros de interpretación; en términos numéricos, son casi la mitad, mientras que la otra mitad se distribuye entre museos y exposiciones permanentes. Los centros de interpretación han proliferado de forma abundante en los últimos años como alternativa asequible para aquellas pequeñas localidades que disponen de un recurso patrimonial que desean poner en valor.

-¿La arquitectura de los museos aragoneses quiere y debe estar en consonancia con lo que nos enseñan, nos explican?

-Como he apuntado antes, la arquitectura de los museos debe alcanzar el equilibrio con la colección que expone, para no cobrar un protagonismo excesivo sobre ella. Sin embargo, en el caso de los museos de nueva planta, a veces los/as arquitectos/as aprovechan la libertad de poder diseñar un espacio desde cero para hacer un guiño al contenido del museo. Pienso por ejemplo en el Museo del Viento de La Muela (hoy cerrado), que simula en planta el aspa de un aerogenerador, o el Museo de la Vida de la misma localidad (también cerrado), inspirado en la forma de una libélula en estrecha relación con su contenido. No obstante, en la mayoría de los casos, esa consonancia a la que se alude tiene que ver sobre todo con la funcionalidad de los espacios, los recorridos, etc.

-¿Los museos aragoneses interaccionan bien con la ciudadanía que les visita?; ¿hay una buena empatía?

-Solo puedo responder con mi opinión, ya que no he investigado sobre estudios de público. Sin embargo, mi impresión es que los museos aragoneses son valorados y apreciados. El obstáculo que encuentro, quizá, es el horario de apertura de muchos de los pequeños museos del ámbito rural, limitado a fines de semana o periodos vacacionales, en el mejor de los casos, e incluso solo a demanda del usuario. Es comprensible que un espacio pequeño no cuente con personal fijo, pero hay que entender que esto puede hacer que un visitante accidental, que no ha planificado su viaje con antelación, se quede sin visitar un museo o centro de interpretación.

-La investigación, la recopilación de documentación, el contrastar todo ello, el aproximarse a testimonios más o menos directos sobre vuestro trabajo... es un trabajo que requiere de trabajo, minuciosidad, pero también de mucha gratificación... ¿qué nos puedes decir?

-Cualquier trabajo de investigación requiere de mucha dedicación. Es una labor que se hace con gusto, porque se trata de un tema que has elegido y que te apasiona, pero también es un trabajo solitario y exigente. En mi caso, disfruté mucho de la fase de trabajo de campo, que supuso hacer viajes, recorrer nuestra comunidad y conocer a muchas personas dedicadas a la divulgación patrimonial, muchas veces de forma altruista.

-¿Y qué metodología de trabajo sueles seguir? 

-Depende de la investigación. En el caso de mi tesis doctoral, que es el origen de este libro, realicé en primer lugar un exhaustivo análisis bibliográfico sobre el tema para situarlo convenientemente. Después de haber realizado el censo de espacios expositivos aragoneses, hice una selección de los que más me interesaba estudiar para visitarlos, consultar los proyectos arquitectónicos, realizar entrevistas con los arquitectos (cuando esto fue posible) y llevar a cabo un estudio detallado del edificio in situ. Como complemento, también realicé un tratamiento estadístico de los datos recopilados en la fase de trabajo de campo, de los que se podía extraer mucha información sobre el estado actual de los espacios expositivos aragoneses.

-¿Trabajas sobre un guion de cuestiones y/o preguntas sobre las que ir encontrando respuestas?

-Trabajo a veces con hipótesis que voy confirmando o desmintiendo conforme avanza la investigación. Otras veces, es una pregunta la que da origen a todo el trabajo. En el caso del estudio detallado de los museos aragoneses más relevantes, sí que trabajaba con un guion de cuestiones que ir rellenando durante la visita o en las entrevistas con los arquitectos. 

-Por cierto, ¿en qué museos de Aragón pasarías una noche? —si nos puedes decir un museo por provincia---

-Es complicado elegir… Voy a escoger tres museos relevantes por su historia o por sus ilustres moradores: el Museo de Huesca (que ocupa el edificio de la antigua Universidad Sertoriana), el Museo del Castillo de Peracense y la casa natal de Goya en Fuendetodos. Pasar una noche en cualquiera de ellos sería una experiencia difícil de olvidar.

 

 

_____________________________________________________________________

Cazarabet

c/ Santa Lucía, 53

44564 - Mas de las Matas (Teruel)

Tlfs. 978849970 - 686110069

http://www.cazarabet.com

libreria@cazarabet.com